Fabián Soberón - El Cínico y El Crítico PDF
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Fabin Sobern
El cnico
Macedonio est sentado frente a la ventana. Vive, desde hace unas horas, en una
nueva pensin. En la habitacin del pasado, ha dejado olvidado el manuscrito
imposible de El Museo.
Un da nublado, piensa, es el mejor lugar para que los cables formen diagonales en
el cielo. Macedonio no se mueve. Sus ojos estn clavados en un punto infinito.
Dos horas despus, Borges ha razonado, junto al maestro, las pruebas y las
refutaciones de esas pruebas, de la existencia del tiempo.
Imagin esta escena para saldar una ausencia. Aunque lvaro Abs haya escrito la
nica biografa sobre Macedonio [1], creo que resulta imposible esbozar el preciso
recorrido vital de un escritor errante como Macedonio. A propsito de la
autobiografa, escribi: todo lo que afirma de s el autobiografiado es lo que no fue o
quiso ser. [2]
El cnico [3] se define por sus gestos. Un cnico es un hombre que rechaza las
convenciones, ignora o quiere ignorar las normas de la ficcin, de la filosofa, de la
tradicin, de la sociedad. Un cnico se define por su actitud. Cree que una convencin
es una convencin y no un producto de la naturaleza. En este sentido, Macedonio es
el gran cnico de la literatura argentina. Es el que sale del centro de la ciudad [4], es
el que mira la ciudad de la filosofa desde el altillo de la pensin. La altura del altillo
le permite ver lo que otros no ven.
Como a Crates o Antstenes, podemos imaginar a Macedonio encerrado en el
altillo de la pensin por voluntad propia. Se ha cansado de las repeticiones de la
sociedad burguesa y ha optado por el encierro. Sin embargo, ese aislamiento, que
para otros sera como el mapa de la desdicha, es el descanso del tortuoso centro de la
ciudad.
Sobre la vinculacin del escritor con la obra inconclusa, escribi Piglia en Crtica
y ficcin: la propuesta del escritor fracasado es el fantasma que recorre la literatura
argentina [15]. Ahora bien, me pregunto: quin es el escritor fracasado? Macedonio
Fernndez podra ser el modelo de ese escritor que nunca termina de definirse, el
escritor que duda de su condicin, el escritor con una obra inconclusa. El Museo
sera, precisamente, la expresin de ese escritor fracasado.
Hacia 1930, despus de viajar a una ciudad lejana para fundar una comunidad
utpica [16], propone un experimento poltico, una especie de happening poltico. Se
postula a presidente. Su postulacin implica una actitud de cuestionamiento del
sistema de representacin democrtica. Con su falsa candidatura, Macedonio nos
hace preguntar: cules seran los efectos de una presidencia imposible? Por todo
esto, Macedonio no lee un discurso poltico en un escenario oficial, sino que se burla
de las convenciones de la democracia burguesa con su falsa candidatura a presidente.
El crtico
El encuentro fue en un bar de una ciudad atravesada por el humo y la tristeza. Tres
lectores, tres crticos. El primero que lleg fue Diego Fischerman y escribi en un
papel de servilleta unas lneas sobre la msica que sonaba en los parlantes del bar. El
segundo fue John Berger; lleg unos minutos despus y vino desde un pueblo rural
del sur de Francia. Entre ellos no se conocan, fue la primera cita. A pesar de eso,
lograron identificarse por la cinta roja que tenan en el brazo. El tercero fue Ricardo
Piglia.
Se saludaron en ingls, con prolijidad. Los tres dominaban esa lengua. Despus de
las inevitables miradas de reconocimiento, uno de ellos habl.
Piglia esper. Nadie dijo nada. Despus de unos segundos, volvi a hablar:
El que todava no haba hablado, despus del primer sorbo de caf, coment:
Este dilogo irreal plantea la situacin del crtico. En el silencio anterior a las
preguntas se encuentran la prudencia y la pericia. Y desde ese silencio surgen las
preguntas filosficas sobre la materia que estudia. Su trabajo consiste en lograr las
preguntas ms profundas. Y en ocasiones, esas preguntas no encuentran la respuesta.
Ricardo Piglia es un gran lector [23] y desde esa instancia paradigmtica se define
como crtico [24]. Cumple el proyecto de Aristteles: busca, en la trama confusa y
desordenada de la literatura, los primeros o los ltimos principios del lector. Piglia es
lo que podemos llamar un lector puro; un lector que busca deletrear el secreto de la
realidad en la trama de la literatura.
Desde esta perspectiva, la literatura y el arte tienen mucho para decir al filsofo.
Un novelista o un artista, no tratan de negar la influencia de la vida en sus creaciones.
Los filsofos, en cambio, han tratado de negar la influencia de la experiencia en sus
filosofas. Sin embargo, si no concediramos importancia a la vida, cmo
explicaramos las desviaciones en la filosofa de Platn, Kant, Wittgenstein o Sartre?
El crtico, como dije, es un gran lector. Es el lector que mira al mundo como un
libro interminable. El escritor es, en el fondo, un crtico, ya que el escritor es, antes
que nada, un lector.
Piglia es, entonces, un gran lector. Qu escritores lee Piglia? Borges, Macedonio,
Kafka, Joyce. Borges es el paradigma de la precisin lxica, del estilo propio, de la
pureza de la lengua. Macedonio es el experimentalista, el que no est en el centro, el
cnico, el filsofo de la literatura. Kafka es el subversivo, el escritor ms original del
siglo XX. Joyce es todos los escritores anteriores menos Borges. Joyce contiene a
todos los escritores anteriores pero no lo contiene a Borges.
Las posiciones del crtico y del cnico no son actitudes opuestas. Son, creo,
actitudes complementarias. Desde la actitud cnica de Macedonio, Piglia ha logrado
lecturas desplazadas de la literatura argentina. Como crtico, Macedonio ha esbozado
una teora inslita sobre la ficcin y sobre la realidad.
Notas
[1] Abs, lvaro. 2002. Macedonio Fernndez. Una biografa imposible, Ed.
Plaza y Jans: Buenos Aires.
[3] Un estudio del cinismo antiguo puede leerse en el libro Cinismos de Michel
Onfray. Onfray, Michel. 2004. Cinismos, Ed. Paids: Bs. As.
[6] Para Macedonio, el chiste mental es un absurdo credo o una nada intelectual.
[7] En una carta a su ta ngela del Mazo, escribi: "Pienso siempre y quiero
pensar; quiero saber de una vez si la realidad que nos rodea tiene una llave de
explicacin o es total y definitivamente impenetrable". Fernndez,
Macedonio. 1991. Epistolario, Ed. Corregidor: Buenos Aires.
[11] Con su escritura y con las teoras sobre la escritura, Macedonio busc
modificar las formas tradicionales del arte.
[15] Ricardo Piglia. 2000. Crtica y ficcin, Ed. Seix Barral: Bs. As.
[16] Abs, lvaro. 2002. Macedonio Fernndez. Una biografa imposible, Ed.
Plaza y Jans: Buenos Aires.
[19] Berger, John. 2004. El tamao de una bolsa, Ed. Taurus: Madrid.
[20] Fischerman, Diego. 1998. La msica del siglo XX, Ed. Paids: Buenos
Aires.
[21] Piglia, Ricardo. 1994. La ciudad ausente, Ed. Seix Barral: Buenos Aires.
[22] Wilde, Oscar. 1994. El retrato de Dorian Gray, Ed. Salvat: Madrid.
[23] Nabokov escribi que un gran lector no es el que se identifica con los
personajes de la ficcin sino con el escritor.
[24] Piglia, Ricardo. 2005. El ltimo lector, Ed. Anagrama: Buenos Aires.
[28] Piglia, Ricardo. 1999. Formas breves, Ed. Temas: Buenos Aires.
Bibliografa
Fischerman, Diego.1998. La msica del siglo XX, Ed. Paids: Buenos Aires.
Garca, Germn. 2000. La escritura en objeto en Fernndez, Macedonio,
Museo de la novela de la Eterna, Archivos: Madrid.
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