Microtonos y Temperamento
Microtonos y Temperamento
Microtonos y Temperamento
INTRODUCCIN A
ALGUNOS PROBLEMAS DERIVADOS DE SU EJECUCIN EN
LOS INSTRUMENTOS DE CUERDA.
MARTN D EVOTO
Resumen
Un breve p anoram a histrico de los movimientos microtonalistas de la primera mitad del Siglo XX es un
buen punto de partida para analizar las di ficultades inherentes p ara una correct a interp retacin de
divisiones menores al semitono. Las mismas remiten a la afinacin justa, al temperamento y a
comportamientos propios de los instrumentos de cuerda para lograr una adaptacin exitosa a diferentes
contextos sonoros.
***
El S onido 13
1
CARRILLO, J., 1940:10.
2
El propio compositor se ocup en 1925 de comprobar si el experimento mencionado fue efectivamente
la primera vez que se obtenan sistemticamente diecis eisavos de tono, por medio de un oficio
diplomtico a travs de la Secretara de Relacion es Exteriores de Mxico. Cf. CARRILLO, J., 1962:8-10
2
Figura 1
3
PAZ, J. C., 1971:380
4
La Revolucin Musical del Sonido 13. CARRILLO, J., 1930:8.
5
CARRILLO, J., 1930:22.
6
CARRILLO, J., 1930:13.
3
7
Hubo numerosas propuestas semejantes a lo largo de la historia de la msica. Se encuentran algunas ya
en el Siglo XIII. Cf. WOLF, J., 1919 (Vol. 2):387-419.
8
Cf. Ejemplo 2
4
Ejemplo 1
CARRILLO, Julin. Sistema General de Escritura Musical, 1957, Mxico, Sonido 13, p 37
Con esta herramienta, Carrillo especul y teoriz sobre todas las divisiones
posibles hasta los dieciseisavos de tono: quinceavos, onceavos, etc 9. Y a su vez
quedaban eliminadas las pautas, claves, alteraciones, lo que era un gran logro desde la
ptica de la Revolucin, ya que segn el compositor mexicano slo aportaban
confusin. Pero no se detuvo all: apoyado en el nuevo sistema de escritura, propuso
sistemas de divisin del tono combinando distintos microintervalos, y experiment con
divisiones todava menores, llegando incluso a afinar un arpa en 128avos de tono.
Formul sus Leyes de metamorfosis musicales, que permitiran incluir o transformar
(metamorfosear, en trminos de Carrillo) las obras de los grandes clsicos dentro de
los nuevos sistemas de divisin del tono y prolongar as su postvida10. Con el afn de
suprimir las indicaciones de tempo, Carrillo ide compases admitiendo nmeros
9
Realiza una teorizacin especulativa y analtica sobre estos microintervalos en sus Leyes de
metamorfosis musicales, escritas en 1927 y publicadas en 1949. Convencido de la necesidad de la
Revolucin Carrillo realiz una detallada difusin de sus ideas a travs de una veintena de escritos que
l mismo public bajo la editorial Sonido 13. Cf. Bibliografa.
10
En cursiva en el original. CARRILLO, J., 1949:41.
5
naturales hasta el 32 como denominador: por ejemplo 1/23, 1/10, etc.11, adelantndose a
los compases que usara unas dcadas ms tarde la Nueva Complejidad. M anteniendo
esta actitud absolutamente disconforme y cartesiana 12, emprica por naturaleza, dud
de la exactitud de la Ley del Nodo a raz de unas cornetas de cuartel que escuch en
1920. Logr realizar el 19 de diciembre de 1947 en la Universidad de Nueva York
experimentos que confirmaron sus sospechas: al ser el nodo un punto fsico, el mismo
tiene una dimensin, entonces los parciales de una fundamental dada se corresponden
con una longitud (sea en un tubo o en una cuerda) menor que la fraccin matemtica del
mismo. El resultado es que los parciales son levemente ms altos que la suma lineal de
la frecuencia de la fundamental: o sea, el parcial 2 no da la octava exacta, si no que un
sonido un poco ms alto. Por este descubrimiento, la Correccin a la ley del nodo,
Julin Carrillo fue nominado para el Premio Nobel de Fsica en 1950 13.
Ejemplo 2. J. S. Bach. Aria para la cuerd a en Sol metamorfoseada al medio, para violn y piano en cuartos
de tono.
11
Cf. CARRILLO, J., 1940:152-155.
12
PAZ, J. C., 1971:380.
13
Las conclusiones de su trabajo las public en Dos leyes de fsica musical, 1956. Cf. Bibliografa
14
Baudelio Garca, Refugio Centeno, Manuel Ascencio, Jos Mara Torres, Enrique Rodrguez, Jos
Lpez Alavs, Jos Jaramillo Chvez, Victoriano Urbina, Antonio Montoya y Pablo Gonzlez, entre
otros. Cf. CARRILLO, J., 1956:55 y CARRILLO, J., 1962:10-11.
6
15
Carrillo idea y lleva a cabo en un violonchelo una modificacin bastante radi cal para los instrumentos
de arco: slo tres cuerdas afin adas por octavas, evitando de esta fo rma las diferen cias que surgen entre las
quintas naturales y temperadas. Con esta modificacin se podan tocar pasajes de triple octava
fcilmente, lo que constitua una gran novedad. Por supuesto que otros intervalos se volvan imposibles
de ejecutar.
16
Las obras atonales de Carrillo mantienen el sistema semitonal y pertenecen a un perodo del
compositor anterior al uso de microtonos.
7
Berln
BUSONI, Ferruccio. Entwurf einer neuen sthetik der Tonkunst, 1916, Leipzig: Insel, p 43.
17
CARRILLO, J., 1962:15. Hay otra publicacin en la cual Carrillo cita esta frase, con considerables
cambios en la traduccin. Cf. CARRILLO, J., 1940, 4.
18
Juan Carlos Paz ofrece un detallado panorama de los movimientos microtonalistas. Cf. Bibliografa.
8
En este ejemplo se aprecia claramente que Busoni parte de la escala por tonos. Desde su punto de vista
era ms lgico intentar antes la divisin en tres que los cuartos de tono, previendo que seran ms
sencillos de distinguir. Los sextos de tono surgen de la relacin entre las dos escalas por tonos posibles
dentro del sistema cromtico. No compuso ninguna pieza siguiendo su propia propuesta: quera escuchar
primero los sonidos en algn instrumento. Desgraciadament e no lleg a escuchar ninguno de los
existentes entonces.
19
Una traduccin al ingls (acompaad a del original en alemn) est disponible en Internet, con la
ventaja de poder escu char archivos midi de los ejemplos musicales (realizados por Joe Monzo). Cf.
Bibliografa
20
MLLENDORF, W., 1917:26 citando a Julius Bitner, Neue Freie Presse, Viena, 25/01/1917.
9
Alois Hba
Distintos fueron los planteos y la msica del checo Alois Hba, quien en 1920
lleg como alumno en la Escuela Superior de M sica de Berln. Sus primeras
experiencias con microtonos se remontan a su infancia, cuando su padre y hermanos lo
desafiaban a reconocer sonidos que cantaban, tocaban o silbaban fuera del sistema
cromtico. El joven Alois responda tocando en su violn la nota ms cercana, para
luego reproducir fielmente el sonido que en realidad se haba escuchado. Arrib a Berln
luego de un sinuoso recorrido, que incluy estudios musicales en Wizovitz (su pueblo
natal), Kremsler (M oravia), Praga y Viena, trabajos como maestro y llamado a filas en
la Primera Guerra M undial. Tena en su haber una fuerte base terica heredada de
Skuhesk, Stecker, Novk y Janek, maestros checos cuyos postulados parecen
sorprendentemente avanzados para su poca21. En cuanto a sus trabajos con cuartos de
tono fue autodidacta, y ya haba escrito un Cuarteto de cuerdas utilizndolos en 1919.
21
Se anticipan claramente a las prcticas musicales de lo que posteriormente se denomin atonalismo,
palabra no muy cara desd e la ptica de Alois Hba
10
En Berln estudi con Schnemann, un mentor ideal 22 que lo anim a proseguir con
los cuartos de tono y a estudiar msicas orientales y acstica experimental.
En 1927 public su Neue Harmonielehre (Nuevo tratado de armona) en el que
estableci la filiacin de los sistemas microtonales con las races de la cultura musical
europea23. Basndose en principios bsicos, como la teora tetracordal griega y la
concepcin de Rameau, siempre guiado por las preguntas: ...cmo est hecho esto?
cul es su norma de construccin?... 24 el compositor checo analiz y estableci
sistemas objetivos de construccin 25 con un orden sistemtico y una lgica
demoledora. Vio en la msica romntica un nuevo principio constructivo, para el que
us el trmino de centralidad tonal 26, que permite analizar la denominada armona
alterada y desentraar la lgica de los sistemas de altura utilizados por Wagner y otros
romnticos con una simpleza extraordinaria. Y a la luz de los principios y sistemas
constructivos expuestos posterior y sucesivamente se puede dilucidar el tratamiento de
la altura empleado no slo por los compositores del principio del Siglo XX27, cuya
msica Hba demostr conocer ampliamente, sino tambin por muchos compositores
posteriores. La armona de la msica moderna no es ilgica; lo ilgico es no buscar la
lgica de la msica moderna, sabiendo que la lgica de la msica anterior tambin hubo
que buscarla y encontrarla 28
El tratado sigue la misma lnea al exponer los sistemas de cuartos, tercios, sextos
y doceavos de tono. La grafa propuesta por Hba es similar a la usada hoy en da: tom
como base el signo del sostenido, agregndole y quitndole lneas en forma ms o
menos sistemtica. Con las alteraciones descendentes se procede de forma semejante,
aunque con algunas variantes.
22
HBA, A., 1984:6.
23
HBA, A., 1984:18.
24
HBA, A., 1984:48.
25
HBA, A., 1984:49.
26
Como bien declara Hb a en el prefacio de su libro, la centralidad tonal ya se encuentra establecida
junto a la tonalidad en la tesis de Skuhersk (1830-1892) La teora de Skuhersk es, desde la de
Rameau, la primera idea terica creativa. HBA, A., 1984:4.
27
En el tratado aparecen recu rrent emente referenci as a Schoenberg, con quien el compositor checo marca
cuidadosamente coin cidencias y diferencias.
28
HBA, A., 1984:126.
11
HBA, Alois. Nuevo tratado de armona. 1984, Madrid: Real Musical, p 234.
Se visualiza la escritura propuesta por el compositor checo, en base a modificaciones del #.
HBA, Alois. Nuevo tratado de armona. 1984, Madrid: Real Musical p 289.
Los tres acordes cubren el total de los 72 grados del sistema de doceavos de tono.
Harry Partch
Respecto del temperamento igual asumieron distintas posturas: Hba parte del
temperamento en uso sin mayores cuestionamientos admitiendo que naturalmente se
dan variaciones en los instrumentos de cuerda o cantantes. Carrillo decididamente
prefera los intervalos justos por sobre los temperados, a los que llega a calificar como
ruido33. Pero todo su sistema terico est basado en la igualdad de las divisiones de la
octava podra decirse que intenta un control bastante radical a travs de nfimas
divisiones. Distinta es la postura del estadounidense Harry Partch, quien rechaz de
plano todo intervalo temperado. Ide distintos tipos de escalas partiendo siempre de
relaciones entre armnicos naturales, que pueden ser expresados con exactitud mediante
fracciones. La ms conocida es su escala de 43 sonidos, construida a travs de la matriz
que muestra la Figura 3, el diamante tonal de Harry Partch. Esta matriz cubre todas las
29
Se pueden apreciar estos instrumentos en el Museo Checo de la Msica en Praga, donde se encuentra
una significativa col eccin de instrumentos microtonales.
30
Cf. SALAZAR, A., 1944:438; PAZ, J. C., 1971:378. Posteriormente, en 1928 August Frster fabri c
segn este modelo otro piano para Wyschnegradsky, otro de los principales pioneros del microtonalismo.
Se puede ver una foto publicad a electrnicamente en: http://www.h-pi.com/eop-keyboards.html (ltimo
acceso 12 de enero de 2010).
31
PAZ, J. C., 1971:378.
32
PAZ, J. C., 1971:379.
33
CARRILLO, J., 1956:6.
13
34
Cada fraccin correspond e al intervalo entre cad a sonido y la tnica. Se han agregado entre parnt esis
algunos intervalos tradicionales para orient ar al lector.
35
En el siguiente sitio de Internet se pueden tocar virtualmente sus instrumentos, adems de ver
fotografas y escu char grabacion es: http://musicmavericks.publicradio.org/ features/ feature_part ch.html
(ltimo acceso 7 de enero de 2010)
14
Figura 3. El diamante tonal de Harry Partch, matriz base de las alturas de su escala de 43 sonidos.
Generalidades
36
SALAZAR, A., 1954:395.
15
tradicin culta occidental, aunque marginalmente, casi como infiltrados aportes tericos,
y en perodos de tiempo espaciados.
En rigor, lo propio y lo nuevo del Siglo XX fue la divisin del tono en mltiplos o
en diferentes maneras como forma sistemtica de hallar nuevos materiales sonoros para
la praxis compositiva, cosa muy distinta al uso de los mismos en escalas orientales,
folklricas o el propio gnero enharmnico griego. El mismo objetivo persiguieron
quienes cuestionaron el temperamento igual. Harry Partch utiliz los intervalos puros
para llevar a cabo una ruptura radical con la ortodoxia musical de entonces, a la que
rechaz de plano. Y se debe mencionar que tan importante como dicha ruptura fue su
afn de no ofrecer las bases para una tirana sustituta37.
Se ve entonces que la relacin con la msica de Oriente no es ajena al
microtonalismo. Se menciona comnmente la atraccin por distintas escalas orientales,
aunque no se trata de una generalidad. El britnico John Herbert Foulds se inspir en las
escalas hindes al utilizar cuartos de tono en una de las primeras composiciones en este
estilo, un cuarteto de cuerdas estrenado en 1898. Pero el tema no se agota en ese punto.
Alois Hba, actuando en parte contra la hegemona alemana, no pretendi incorporar
elementos orientales como pintorescos o marginales, sino como prominentes aportes
tericos no gestados en la tradicin occidental, tambin como una reivindicacin de la
tradicin popular morava y eslovaca. La relacin de la cultura occidental con Oriente es
conflictiva desde la guerra de Troya, y la msica no fue impermeable a las innumerables
implicaciones del caso; como bien se desprende del duelo mtico entre el stiro M arsyas
y el dios Apolo, smbolos de dos tradiciones musicales: la aultica frigia y la citartica
drica. Se trata de la derrota de la msica oriental a manos de los citaristas dricos38.
Lo que no impidi por supuesto que los nomoi frigios hayan de todos modos ingresado
en la Grecia continental para quedarse, al punto de no ser desterrados por Platn de su
Repblica.
Sin embargo, desde la codificacin de las alturas de Aristoxeno, necesariamente
sintetizando al cuantificar lo que podra considerarse incuantificable 39, puede
observarse en la msica occidental un prolongado y continuo proceso de purificacin
de las alturas que, pasando por la paulatina reduccin de los kroai, de los gneros y de
toda forma de cromatismo, va a llegar en el Siglo XI hasta el diatonismo puro de Guido
37
PATCH, H., 1947, Prlogo
38
SALAZAR, A., 1954:293.
39
Distintos modos de arrastre en la entonacin.
16
dArezzo y su slo puede haber siete notas 40. A partir de entonces podra parecer que
dicho proceso se revierte, en virtud de la incorporacin gradual del total cromtico,
aunque en rigor va a continuar: los distintos modos en uso se reducen slo a dos en el
pasaje de la modalidad a la tonalidad. Por su parte el timbre tambin acusa el mismo
proceso en un perodo posterior: el variado espectro de instrumentos propios del
Renacimiento y del Barroco es drsticamente reducido en pos de una mayor
homogeneidad. Tambin la interpretacin tiende a uniformizarse, a travs de la
eliminacin de irregularidades en las divisiones del tiempo; luego el bel canto cambiar
el modelo de vocalidad, que pasa de las consonantes a las vocales, reduciendo
articulaciones y modos de ataque. Y por ltimo se unifican los distintos temperamentos
en uso. Como seala Toledo la afinacin temperada se encargar de uniformar ms
an el repertorio sonoro funcionando como la contraparte del aplanamiento tmbrico
instrumental.41 La msica compuesta en el siglo XX actu en direccin contraria a ese
milenario proceso. Y se puede agregar que el microtonalismo, en forma conciente o no,
intent revertirlo definitivamente en el sensible campo de las alturas, abriendo en forma
casi infinita el repertorio de notas a utilizar.
Puede suponerse que las obras microtonales hayan sonado extremadamente
novedosas para la poca, leyendo algunos testimonios de la poca y dado el sesgo
revolucionario de ciertos planteos tericos. Sin embargo, escuchando la msica desde la
perspectiva actual se la percibe enmarcada ms en un proceso de continuidad que de
ruptura. Se trata de una msica muy a tono con su poca. Estos compositores ms bien
vean en los microintervalos como la nica posibilidad de supervivencia del sistema, sea
tonal (M llendorf) o el semitonal en uso en el marco de las tcnicas compositivas de
entonces, incluido el denominado atonalismo 42 (Hba, y Wyschnegradsky, cuyas
escalas no octavantes fueran luego ampliamente utilizadas por Iannis Xenakis). Por su
parte, Carrillo mantiene el uso de la tonalidad clsica en todas sus obras que incluyen
microintervalos. S puede percibirse como muy novedosa la msica de Harry Partch,
quien se involucra con cambios tan radicales en tantos aspectos de la praxis musical que
lo vuelven un compositor nico, ajeno a toda categorizacin. Fueron quiz las ideas del
norteamericano las que tuvieron ms eco en generaciones posteriores, especialmente en
40
Citado en CARRILLO, J., 1940:21 y PAZ, J. C., 1971:362.
41
TOLEDO, M., 2006:50.
42
Trmino que no goza la simpata del compositor checo, como tampoco de Schoenberg. En rigor, para
Hba toda msica es tonal si est enmarcada en un sistema limitado de alturas, incluido el total cromtico
semitonal.
17
43
MLLENDORF, W., 1917:57-58.
44
Para m, se trata de enriquecer el sistema de semitonos existente por medio de diferen cias tonales ms
precisas, y no de destruir el viejo sistema, declara Hba en el prlogo de su segundo cuateto de cuerdas,
citado en MORGAN, R. P., 1999:284. Cf. tambin HBA, A., 1984:156-159.
45
PARTCH, H., 1947 Prlogo.
18
46
PAZ, J. C., 1971: 367.
47
Plutarco, quien a su vez refi ere a Aristoxeno, en SALAZAR, A., 1954:394. El texto provee ms
referen cias.
48
Por ejemplo, se puede escuchar clarament e microtonos mnimos si son presentados en grados
conjuntos, Se requiere ya de un cierto entren amiento para di ferenci arlos por salto. El tiempo de
percepcin tambin es un factor importante.
49
CARRILLO, J., 1962:10.
50
HBA, A., 1984:163.
51
CARRILLO, J., 1940:73.
19
II
Afinacin y temperamento
La msica hace uso de sonidos complejos desde todo punto de vista, sea por
fenmenos fsicos ligados a su produccin como por los procesos que intervienen en su
percepcin. La separacin de la altura como parmetro es til tanto como para
procesos artsticos como para su estudio a nivel acstico y psicoacstico, pero son
tantos los factores que intervienen desde la produccin de un sonido hasta su
procesamiento a nivel de la corteza cerebral que es necesario no perder de vista que lo
que denominamos altura est integrado dentro de un complejo sonoro ms amplio
con el que interacta constantemente. De hecho, bajo distintas circunstancias,
fenmenos muy diversos resultan determinantes respecto de la nota finalmente
percibida. Es entonces necesario diferenciar el concepto de altura, la nota que en
definitiva se escucha, un fenmeno perceptivo, del de frecuencia, los ciclos por
52
SALAZAR, A., 1944:431.
20
segundo de una onda sonora, un fenmeno fsico. Se trata de dos conceptos muy
relacionados aunque esencialmente distintos53.
Partiendo de una nota aislada, no se puede establecer si la misma est justa o no.
Un sonido siempre lo est en relacin a otro de referencia, que puede estar presente
fsicamente o simplemente en nuestra memoria. No se trata entonces de una nota en s:
lo que est afinado, o no, es siempre un intervalo.
Los intervalos que han sido determinantes en la msica occidental son aquellos
que se pueden expresar como una relacin simple entre sus frecuencias, como bien
mostr Pitgoras hace ms de dos mil aos. Se los ha valorado como consonantes o
disonantes. Esta apreciacin tiene una base acstica, pero los criterios estticos de
distintas pocas resultaron ms determinantes: los cambios ocurridos en la calificacin
de las terceras o las cuartas a lo largo de diferentes perodos histricos son un buen
ejemplo. Tambin es importante notar que la justeza de un intervalo bsico puede ser
percibida con alto grado de precisin sin que haga falta ninguna formacin previa, como
bien prueba Benade a travs de un experimento demostrativo54. Lgicamente un cierto
entrenamiento favorece la precisin en la percepcin: escuchando una cinta generada
por computadora, todos los msicos distinguan las quintas justas de otras temperadas,
mientras mucha gente no lo haca 55. Se trata de una diferencia de un centsimo de tono
(2 cents). Ya sin presentar tales diferencias en blanco sobre negro como en la cinta
mencionada, la percepcin parece volverse ms difusa: las circunstancias y el entorno
sonoro en el que se produce un intervalo resultan claves para su produccin, valoracin
y percepcin, sobrepasando incluso las intenciones tericas de los msicos. Hay
innumerables mediciones de actuaciones en vivo para confirmarlo. Una realizada por
Duffin es particularmente reveladora, ya que instrumentistas de cuerda, abiertamente
declarados a favor de afinar sus instrumentos en quintas justas, exactas, en rigor las
temperaron (achicndolas) coincidiendo con las producidas por el instrumento de
teclado junto al cual tocaban 56. De hecho se puede decir que hicieron lo correcto. Este
ejemplo es una buena introduccin para comprender lo que ocurre cuando la valoracin
de los intervalos no se circunscribe a dos sonidos, hecho que, por otra parte, casi nunca
sucede en la prctica musical.
53
Se harn referenci a a distintos fenmenos que intervienen en la percepcin de la altura en otras partes
del texto. Una explicacin detallada y completa de los mismos se puede encontrar en BENADE, A., 1990.
Tambin en PIERCE, J., 1985 o ROEDERER, J. G., 1997.
54
Cf. BENADE, A., 1990:274-277.
55
La cinta fue preparada por Max Mathews. Cf. PIERCE, J., 1985:69-70.
56
DUFFIN, R., 2007:151.
21
Ejemplo 6. . Secuencia de notas que, cantada en intervalos justos, implica un desplazamiento hacia arriba
de la afin acin.
En su artculo Just [pure] intonation para The New Grove, Mark Lindley transcribe esta secuen cia de
notas, dada por Giovanni Battista Benedetti alrededor de 165060. Concretamente, la afinacin sube lo que
se conoce como coma sintnica (81/80), que a su vez es el segundo grado en la escala mencionada de
Harry Partch y equivale a un dcimo de tono aproximadamente. Para tener una idea de la magnitud del
desplazamiento, repitiendo esta secuen cia 5 veces la afin acin sube ms que un semitono temperado. Si
se pudiera rep etir 56 veces manteniendo siempre intervalos justos, el desplazamiento superara una
octava. Analizando con un poco de pro fundidad esta secu encia se pueden ext raer las ms variadas
57
Un buen ejemplo explicado es ofrecido por Benade. Cf. BENADE, A., 1990:288-293.
58
En rigor, los nuevos intervalos que se producen tambin podran considerars e como puros: son
derivacion es secundarias de intervalos naturales, y, por lo tanto, corresponden a rel aciones que aparecen
en la escala de los armnicos. Pero caen fu era de los histricamente relevantes en la prctica musical.
Muchos de estos intervalos fueron aprov ech ados por Harry Partch en la con fo rmacin de su escala de 43
sonidos.
59
Es sin embargo un recurso que en la prctica se utiliza ms de lo que a priori se sospechara.
60
LINDLEY, M., 1981:336. Se puede encontrar otra secuen cia que deriva en una desviacin descend ente
con una detallada explicacin en PIERCE, J., 1985:67.
22
relacion es. Entre otras, aporta una explicacin acstica sobre las restricciones tonales propias de los
enlaces VI I II IV, o la consideracin como disonantes de las terceras o las sextas en un contexto
de especial valoracin de las quintas justas, intervalo base para la con formacin de la escala en la Edad
Media. Se volver sobre este ejemplo ms adelante.
Figura 4. Anlisis de relaciones entre cuerdas al aire de una ctara de Dyrck Rembrantz van Nierop en
1659.
61
Se utiliza este trmino para las distintas variantes de la escala cromtica resultante de acuerdo a
distintos mtodos para obtener la afin acin de sus sonidos.
23
En el artculo citado de Marl Lindley se muestra tambin este anlisis62 . Como se ve, de la necesidad de
afinar las terceras y las sextas surgieron nuevas quintas del lobo. Se trata de las mismas notas del
Ejemplo 6 en otro orden. Dispuestas por quintas justas dan las cuerdas al aire de la viola y el violonchelo.
De hecho, este problema est present e en todos los instrumentos de la familia del violn: afinad as las
cuatro cuerdas por quintas justas, sin ninguna modificacin (temperamento ), queda sensiblemente
abierta la sexta compuesta que se produce entre la primera y la cuarta cu erda. Lo que se puede
comprobar pas ando el arco por debajo de las mismas, con las cerdas hacia arriba. Lo inhabitual de esta
fo rma de ejecu cin produce una inarmonicid ad quiz no deseada, pero se puede mejorar la emisin con la
prctica y los cuerdistas pueden realizar una comprobacin propia de lo que sucede con dicho intervalo.
Esta sexta mayor abierta est incluida en la escala de 43 sonidos de Harry Partch: su razn
correspondiente es 27/16 y est ubicada a continuacin de la sexta mayor (5/3)
62
LINDLEY, M., 1981:337.
63
PIERCE, J., 1985:68.
24
El diseo responde a la matriz de Marin Mersenne 65 . El uso de dos res diferentes permita que todas las
tonalidades basadas en las notas naturales utilizaran tradas perfect amente afin adas. El tener dos
posiciones para una misma nota es una realidad habitual en los instrumentos de cuerda. Un ejemplo es el
mi (II cuerd a, primera posicin) en la viola o el violonchelo, que vara levemente si est en relacin a la I
o a la III y IV cuerda.
Habiendo visto este diseo de teclado se puede volver ahora al ejemplo 6 y observar qu sucedera: para
evitar el desplazamiento: basta con tocar el re alto (tecla agregada) al principio para pasar al bajo en la
segunda blanca del comps. Armnicament e todos los intervalos quedan impecables, pero habra que
preguntars e cunto enmascara el la lo que sucede meldicamente: una quinta demasiado cerrada y un
unsono modificado. Esto quiz pueda ayudarnos a comprender por qu iniciativas de este tipo quedaron
relegad as a lo experimental. Otra explicacin, quiz ms convincente, es que para entonces se logr un
tipo de temperamento que ofreca trad as excel entes para las tonalidades en uso, la gama del tono
medio.
La realidad fue que se continu con el teclado en uso, operndose entonces sobre
la conformacin de la escala para los instrumentos de teclado, referente a su vez del
resto de los instrumentos. Al llevar a cabo esta tarea necesariamente haba que favorecer
a unos intervalos en detrimento de otros, lo que dependa del mtodo utilizado para
conformar una gama. Se abandon entonces paulatinamente el mtodo pitagrico (en
resumen: quintas justas, terceras mayores muy altas en general), surgiendo distintos
temperamentos: una serie de prcticas, que, en pocas palabras, consistan en
temperar algunos intervalos (las quintas) para que otros (las terceras) sonaran lo mejor
64
Cf. KEISLAR, D., 1988 y DAVIES, H., 1981: 653-659.
65
LINDLEY, M., 1981:339 y KEISLAR, D., 1988:3.
25
66
Para una referenci a ms detallada de la historia, caractersticas y anlisis de los temperamentos Cf. DI
VROLI, C., 1980 y DUFFIN R., 2007.
67
Hay que destacar que el temperamento igual era conocido entonces. Fue detalladamente descripto por
Francisco Salinas en 1577. Fue propuesto por diversos tericos desde entonces. Su no adopcin responde
a que era valorado negativamente, no porque fu era desconocido.
68
Cf. LEHMAN, B., 2005:4.
26
tambin las tcnicas de afinacin, que antes de la fecha consistan en un arte basado en
el fino sentido y conocimiento del color de cada intervalo o acorde en el piano. 69
M ediciones realizadas por Alexander Ellis en la dcada de 1880, cuando se postulaba
como norma el temperamento igual, muestran que las afinaciones resultaban semejantes
a los temperamentos buenos alemanes del Siglo XVIII 70. En otras palabras, durante la
segunda mitad del Siglo XIX la utilizacin del temperamento igual fue slo terica. El
punto de su adopcin prctica definitiva puede establecerse en el ao 1917. Ya las
quintas paralelas no parecieron sonar tan mal y se puede constatar su proliferacin en
la msica pianstica a partir de entonces.
Benade da un claro ejemplo de cmo el uso indiscrimado del temperamento igual
puede tener consecuencias indeseadas, sobre todo en un instrumento como el rgano de
tubos, que de ninguna manera tiene la adaptabilidad al mismo propia del piano
moderno. En un concierto al que asisti, a propsito de una pieza de Frescobaldi,
71
terceras largamente tenidas luchaban sin piedad en el instrumento igualmente
temperado. M uchos se preguntaban cul era el terrible problema de ese rgano, que
luego prob funcionar perfectamente en otras piezas ya concebidas ms cerca o dentro
del temperamento en uso. La eleccin del temperamento adecuado para cada obra es
una preocupacin caracterstica de los instrumentistas de teclado dedicados a la msica
antigua. Una preocupacin, como vemos, justificada.
Se ha mencionado que el temperamento igual fue el corolario de un largo proceso
de purificacin de las alturas y de la materia sonora, desarrollado a lo largo de toda la
historia de la msica occidental. Con el mismo quedaron disueltas todas las sutiles
diferencias entre cada una de las tonalidades. Hablar de un color propio de cada una de
ellas dej de tener sentido. Lo notable es que el temperamento igual es una importante
base sobre la cual ese milenario proceso se revierte. La adopcin del mismo es
francamente estimulada por la necesidad esttica de explotar las posibilidades
enarmnicas, que el temperamento igual potenci, sea para modular a tono lejanos,
utilizar armona alterada, abandonar las funciones tonales mediante el uso, por
ejemplo, de la escala por tonos, adems de otros procedimientos. Fue un soporte
necesario para todos los cambios que, a partir de la segunda mitad del Siglo XIX, sea a
69
Citado por DUFFIN, R., 2007:112. La referenci a bibliogrfica es: JORGENSEN, Owen. 1991, Tuning:
Containing the Perfection of eighteenth-Century Temperament, the Lost Arto f Nineteenth-Century
Temperament, and the Science of Equal Temperament, Complete with Instructions for Aural and
Electronic Tuning. East Lansing: Michigan Satate University Press.
70
ELLIS, A., 1954:485.
71
BENADE, A., 1990:312-313.
27
72
TOLEDO, M., 2006:42. Cf. para un desarrollo ms amplio de este tema.
73
SCHOENBERG, A., 1974:501.
28
ensayar una pieza de cmara con piano: se afina cuidadosamente tomando el la, y en
base al mismo el resto de las cuerdas. A unos minutos de iniciado el ensayo, es tpico
que en cuanto ocurre la primera interrupcin los cuerdistas tengan necesidad de acordar
nuevamente sus instrumentos, especialmente la quinta grave 74. En el nuevo contexto, las
quintas justas dejan de ser las mejores posibles. Este tipo de modificacin contextual
acta sobre la memoria, por lo que, por la accin continua de un contexto recurrente las
quintas se tienden a temperar. Y en ausencia prolongada de dicho contexto se tiende a
volver a las quintas justas.
En todo caso, cuando hablamos de quintas estamos hablando de fluctuaciones
pequeas (2 3 cents), muchsimo menores que las que pueden ocurrir tratndose de
terceras. Y el ideal sigue siendo la afinacin justa. De hecho es muy comn ensear a
afinar las terceras en dobles cuerdas intentando producir un diferencial claro, lo que slo
es posible mediante este tipo de afinacin. Hay que notar tambin que las caractersticas
tmbricas de estos instrumentos vuelven bastante inaceptables las terceras propias del
temperamento igual (abiertas) cuando son ejecutadas armnicamente, especialmente si
se trata de un valor largo. La afinacin justa de las terceras y sextas hace necesaria una
diferenciacin entre sostenidos y bemoles, bajando los primeros y subiendo los
segundos. Se produce de esta forma una diferenciacin entre los semitonos diatnicos y
cromticos, que fue la norma terica dominante en los Siglos XVII y XVIII75.
En el Siglo XIX surge un concepto de afinacin expresiva que consiste
prcticamente en lo contrario: subir los sostenidos y bajar los bemoles, buscando
remarcar de este modo la direccionalidad de la lnea meldica, en funcin de las
sensibles. Siempre que el contexto sonoro lo permita. Es basado en este tipo de
entonacin que Ysae introduce cuartos de tono en sus obras, transfiriendo al papel una
prctica interpretativa de su poca76. Puede parecer que la prctica de esta entonacin
meldica 77 sea contradictoria con la entonacin armnica relatada anteriormente. De
74
En la que aparecen potenci adas las diferen cias surgidas del temperamento. Carrillo hizo bastante
hincapi en este tema. Cf. CARRILLO, J., 1930:17-20.
75
La gama del tono medio ampliada, que evolucion respondiendo a criterios empricos, de ah su
notable efectividad. Planteaba un crculo de quintas abierto, impracticable en los instrumentos de teclado.
Quiz conveng a destacar que es el sistema terico que enseaba Mozart. Cf. CHESNUT, J. H., 1977: pp.
254-271 y DUFFIN, R., 2007:64-67.
76
Cf. KANNO, M., 2003:43.
77
Las terceras que resultan de esta prctica tienden a la gama pitagrica. Un crculo de quintas justas
deriva en que todos los sostenidos sean ms altos que sus enarmnicos bemoles. De este modo, por
ejemplo, fa # resulta ms alto que sol b, contrariamente a la gama del tono medio ampliada mencionada
anteriorment e. Puede considerarse tambin un indicador de cmo se van desvinculando los armnicos del
sistema de altura a medida que se va adoptando el temperamento igual.
29
78
No es conveniente una separacin tajante entre ambas, pues se trata de un hecho que no concuerda con
la prctica musical, tanto a nivel artstico (siempre hay una funcin armnica en una meloda, siempre un
dibujo meldico en enlaces armnicos, por ejemplo) como a nivel fsico (una nota nunca est aislada, la
anterior queda presente en la reson ancia de la sala, por ejemplo).
79
En la afinacin meldica descripta se est considerando que se opera sobre las terceras como
fund amentales subyacientes de las sensibles, no sobre los semitonos. Pau Casals utilizaba el trmino
afinacin expresiva.
80
BENADE, A., 1990:322-323.
30
Hartmann en 1993 81. Fyk (1995) hace referencia a cmo se sube la nota superior de una
octava al extinguirse completamente la grave de referencia, dndolo como ejemplo de
una clase de afinacin colorstica 82
Cmo interactan entonces estos comportamientos al tocar con un piano, o
cualquier otro contexto armnico? Se produce una adaptacin necesaria, que se puede
llamar afinacin correctiva, que no implica una adaptacin completa: se va a tender a
los intervalos justos, especialmente en el contexto de un intervalo tenido o a la afinacin
meldica si las circunstancias expresivas lo requieren y el entorno armnico lo
permite83.
Dentro de lo que se ha denominado entorno sonoro es bsico considerar la funcin
que cumple el campo armnico del instrumento. En el caso del violonchelo, las cuerdas
al aire conforman cuatro quintas descendentes: la, re, sol y do. Estas notas y sus
parciales funcionan como resonadores, siempre susceptibles de ser puestos en accin
por simpata sea por una nota pisada o incluso sus componentes armnicos. Esta
vibracin por simpata enriquece el espectro de los sonidos en el mismo sentido del
buen sonido paradigmtico para los instrumentistas de cuerda. Es adems una
referencia constante a la cual se vuelve una y otra vez en pos de una afinacin justa, un
ideal que si bien impracticable, est siempre presente y susceptible de ser introducido
por los instrumentistas de cuerda siempre que el entorno sonoro lo permita. Se puede
decir que funciona como un sistema de afinacin fija dentro del instrumento y como se
vio no est exento de los problemas propios del temperamento. Su funcin referencial
est ligada no slo a la altura, sino a lo tmbrico en general, y hace que en rigor ninguna
de las notas producidas por el instrumento est aislada, ya que merced al mismo siempre
se produce un intervalo de referencia.
Se puede pasar entonces a un ejemplo prctico para ver qu interacciones se
pueden producir entre los comportamientos relatados hasta aqu. Un violonchelista
puede afinar la tercera mayor fa-la como muestra el siguiente ejemplo.
81
ROEDERER, J. G., 1997: 196-7. El artculo referen ciado es: HARTMANN, William M., 1993, On
the origin of the enlarged melodic octave en J. Acoust. Soc. Am. 93:3400.
82
Cf. KANNO, M., 2003: 37. Son trminos muy presentes en distintas tradiciones interpretativas, aunque
a veces mencion ados con otras palabras. Se opt por seguir bsicamente las denominaciones de Fyk
citadas por Kanno. La referen cia bibliogrfica es: FYK, Janina. 1995, Melodic Intonation,
Psychoacoustics, and the Violin, Zielona Gra, Polonia: Organon.
83
Cf. KANNO, M., 2003: 35-52, que brinda ejemplos detallados de cmo se van dando distintos tipos de
afinacin en el contexto de una fras e musical.
31
Ejemplo 7. Una tercera sobre la III y IV cuerd a en un contexto sin otros sonidos
Primero se acomodan las notas de entre s, a travs de su parcial comn (la3). Luego, las notas tocadas y
sus parciales con form an todo un corpus de sonido que debemos ajustar. La principal referencia en este
sentido es el la, presente como fundamental y como parcial en las cuerd as al aire libres. Las flechas
marcan las coinciden cias buscad as en pos de un resultado ptimo, con buena cantidad de vibraciones por
simpata. Una buena forma de constatar estas vibraciones es tocar sobre un valor relativamente largo esta
tercera, balancearl a correctam ente y cortar dejando el arco apoyado, de modo que queden vibrando
solamente las cuerdas sobre las que no se ha accionado.
Se debe notar que el fa no es una cuarta justa del do al aire: esta tercera est
siendo afinada en funcin del la, principal referencia provista por el instrumento. El
mismo es ubicado en forma natural, casi intuitiva, en un punto que provee el mximo
posible de vibraciones por simpata de la primera y segunda cuerda. La condicin para
un efectivo ajuste de la tercera es la coincidencia exacta entre al armnico 5 del fa (la
central) y el 4 de la (tambin la central). A su vez, una coincidencia con los parciales
del resto de las cuerdas al aire provee resonancias originadas en vibraciones por
simpata, que no slo conforman un entorno sonoro favorable, sino que son una
importante pista que sigue el intrprete para lograr una adecuada afinacin.
Qu sucede en cambio si esa misma tercera debe sonar acompaada de un do al
aire, tenido por otro instrumento?
32
Las flechas en negro indican nuev amente los parcial es cuya exacta coinciden cia es condicin para un
exitoso ajuste del intervalo, que en este contexto funciona integrando un acorde. Las fl ech as blancas
muestran parci ales que en esta situacin no coinciden, ya que ahora toda la tercera est levem ente ms
baja. Es probable que de todos modos la I cuerda vibre un poco, ya que ofrece cierto margen para ser
accion ada. Pero sin duda sensiblemente menos que en el contexto del Ejemplo 7.
El uso del vibrato ampla el espectro de campos interactuantes, marcadas con flech as blancas.
Se vuelve relevante el rol meldico que puede cumplir el la. La tercera mayor
abierta no va a ser percibida como mala, sino ms bien lo contrario dado el contexto, y
recurriendo al vibrato logramos que esta nota interacte con los dos entornos: el sonoro
previo y al campo armnico del instrumento, obteniendo mayor cantidad de vibraciones
por simpata del re y del la al aire, que van a ayudar a la expresividad deseada. La
estrechez de margen que puede surgir de la presencia del do va a estar ligada a otros
factores, como estilsticos (falta de vibrato), dinmicos (plano del la respecto del do) o
incluso el tiempo de percepcin.
Se ha brindado un ejemplo sencillo, casi ingenuo. Un msico experimentado
quiz diga que no es un buen registro para un acorde de cuarta y sexta. Es cierto. La
situacin lmite en la que se ha ubicado este acorde exige la mayor justeza para su
efectividad. Un buen ejercicio puede ser trasladar la misma tercera una octava ms alta,
y ver qu sucede con los parciales del la y del do al aire, dos notas que como ya se vio
pueden ser conflictivas. Por supuesto que en la prctica musical las situaciones no son
tan sencillas como las presentadas. Lo que se pretendi es mostrar en forma simple los
lineamientos bsicos de la interaccin entre los tres tipos de entonacin mencionados.
Por ltimo, se debe considerar adems que los intervalos no son meramente la
distancia entre dos notas. Son percibidos ms bien como una categora en s, ignorando
incluso pequeas fluctuaciones de afinacin 84, que son ms bien percibidos como un
cambio de color, segn el caso85. E, independientemente del temperamento, la
84
ROEDERER, J. G., 1997: 197.
85
Por supuesto que dentro de cierto margen, en general ms estrecho cu ando ms simple es el intervalo,
casi mnimo en un unsono o una octava. Un buen ejemplo de cmo acta meldicamente la
representacin mental de un unsono pueden ser ciertos tipos de bisbigliandi realizados en las maderas a
partir de un muy sutil cambio de afinacin, o el vibrato en las cuerdas
34
representacin mental de estas categoras se corresponde con los intervalos justos86. Los
intervalos puros permanecen en nuestra mente como un marco de referencia constante,
tanto en el intrprete como en quien escucha. Este marco de referencia constante fue
definido como Tonvorstellung (representacin tonal) por Riemann en 1915. Tenney
ampla este principio a intervalos puros ms complejos y define un marco de
tolerancia, dentro del cual pequeas fluctuaciones de afinacin son ms bien
percibidas como cambios de color en al marco de un mismo intervalo.
Lo que deriva en una afinacin colorstica (o tmbrica), que implica el uso de
alguna sutileza de afinacin en funcin de un color deseado. La tolerancia da un
pequeo margen para enmarcar la mayor cantidad de notas dentro del campo armnico
del instrumento, logrando diferentes grados de claridad u oscurecimiento, o
simplemente recurrir al sonido ms efectivo o mejor timbrado. Es el mismo principio
el que provee de margen a los instrumentistas de viento para ubicar las notas donde
canten mejor en sus respectivos instrumentos87.
El lector puede volver ahora a la secuencia de Benedetti dada en el Ejemplo 6 y
considerarla desde la perspectiva de su interpretacin en los instrumentos de cuerda, una
recomendable aplicacin prctica de todo lo tratado en esta seccin.
Yendo a estticas ms recientes, se suele decir que la msica serial, con el uso
indiscriminado de enarmonas fue la contrapartida tcnico-compositiva del
establecimiento del temperamento igual, y que el serialismo es inconcebible fuera del
mismo. Pero slo a nivel terico. La base de la expresividad del sistema de alturas est
en la sucesin clara de los intervalos de la forma bsica, que acta como especie de
reservorio de materiales para toda una pieza. En este tipo de msica ms que nunca los
intervalos funcionan como categoras, adquiriendo cada uno de ellos una identidad
independiente de las notas que lo componen. Y quien ha tocado msica serial sabe muy
bien que es fundamental timbrar claramente cada intervalo en pos de una interpretacin
exitosa. Todos los procedimientos a los que se ha aludido entran en juego ms que
nunca. Si bien el sistema plantea un uso libre de las enarmonas, su escritura
indiscriminada no queda impune al confrontarla con instrumentistas de cuerda. El
principio de Tonvorstellung acta en este contexto reduciendo los intervalos a sus
86
HASEGAWA, R., 2006:265-266, quien adems expone las ideas de Riemann y Tenney mencionadas a
continuacin. Las referenci as bibliogrfi cas que da son: TENNEY, J., The several dimensions of pitch.
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Ideen zu einer Lehre von den Tonvorstellungen. Jahrbuch der Musikbibliothek Peters, 1914/1915,
21/22, pp 126.
87
BENADE, A., 1990:295-296.
35
88
BENADE, A., 1990:296.
89
PIERCE, J., 1985:70.
90
ROEDERER, J. G., 1997: 197.
36
La mayor parte de las veces los problemas que surgen tienen una solucin nica
para cada caso, muchas veces un compromiso. Por lo tanto el aprendizaje necesario para
tocar afinado es trabajoso y largo, no hay reglas fijas para lograrlo, salvo la evaluacin
atenta a travs de una escucha detallada. Lo que trae a colacin una pregunta de un
estudiante a un gran maestro de violonchelo acerca de dnde haba que ubicar los
sostenidos o bemoles. El maestro respondi sin dudar: -Donde suenen bien.
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