Sacrificio Por El Pecado de Romanos 8 3 PDF
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ANLISIS HISTRICO
la epstola.
Roma como necesarios para comprender la locucin tal como la presenta Pablo, y
1
Se acepta generalmente que Pablo escribi La Epstola a los Romanos al
fin de su tercer viaje misionero aproximadamente en el ao 57 d.C. [Brice L. Martin,
Christ and the Law in Paul (Leiden: Brill, 1989), 8]. Sanday y Headlam, Romans,
XIII y Black, Romans, 20, afirman que fue en el invierno/primavera del ao 57/58
d.C. Emerton y Cranfield proponen el invierno/primavera de 55/56 d.C. (Emerton y
Cranfield, Romans, 14).
43
44
Destinatarios de la epstola
Conformacin religiosa
1
La dispora en Roma se une en torno a la sinagoga segn M. Stern, The
Period of the Second Temple, en A History of the Jewish People (ed. A. H. Ben-
Sasson; London: Weidenfeld and Nicolson, 1976), 281. La sinagoga contribuy al
crecimiento y permanencia del judasmo. Se las encuentra esparcidas a lo largo de las
regiones del imperio. El Talmud menciona su origen durante el exilio pero las
evidencias arqueolgicas la remontan ms que nadad a la era cristiana [Charles B.
Puskas, An Introduction to the New Testament (Peabody, Massachusetts:
Hendrickson, 1989), 49]. Rachel Hachlili, The Origin of the Synagogue: A Re-
assessment, JSJ 28, n 1 (1997): 46, 47 opina que la sinagoga era un fenmeno de la
dispora, con su construccin orientada hacia Jerusaln y con la Torah como eje de su
vida religiosa. No hay sacerdotes oficiando. El estudio de la Torah y la oracin
suplen los rituales del Templo. Anders Runesson, A Monumental Synagogue from
the First Century: The Case of Ostia, JSJ 33, n 2 (2002): 171-220, hace una
descripcin detallada de la estructura arquitectnica de la gran sinagoga de Ostia.
Sobre la importancia de la sinagoga en el judasmo vase tambin Shubert Spero,
From Tabernacle (Mishkan) and Temple (Mikdash) to Synagogue (Bet Keneset),
Tradition 38, n 3 (2004): 60-85.
45
(Hch 9:20); y varones hermanos, hijos del linaje de Abrahn, [judos] y los que entre
13:26).
los judos les predicaban a los gentiles: A vosotros [judos] a la verdad era necesario
1
J. Leipoldt y W. Grundmann; El mundo del Nuevo Testamento (Madrid:
Cristiandad, 1973), 1: 324 comentan que los temerosos de Dios son diferentes de
los proslitos. Su incorporacin a la sinagoga estribaba en el hecho de haberse
apartado del culto a los dioses paganos y haberse adherido al culto judo; as lo indica
su nombre... Observaban el sbado y los preceptos alimenticios.... Sin embargo, no
conviene hacer una diferencia sustancial entre los temerosos de Dios y los proslitos
porque la misma no se puede determinar por el texto ni por las evidencias histricas.
En lneas generales, se considera que eran gentiles asociados con los judos en la
adoracin pero no se puede descartar de plano que la expresin sealara tambin a
judos. Como no hay una diferencia completa entre proslitos y temerosos de
Dios, por eso quizs no se registra esta ltima expresin en las leyendas epigrficas
de las sinagogas. Vanse A. Thomas Kraabel, The Disappearance of God-fearers,
Numen 28, n 2 (1981): 113-126; Max Wilcox, The God-fearers in Acts-A
Reconsideration, JSNT 13 (1981): 102-122; Thomas M. Finn, The God-fearers
Reconsidered, CBQ 47 (1985): 75-84; J. Andrew Overmann, The God-fearers:
Some Neglected Featured, JSNT 32 (1988): 17-26.
46
los ciegos (Ro 2:17-20). Estos indoctos y ciegos son una referencia a los
gentiles que los judos intentaban convertir y que, finalmente, terminaban siendo los
proslitos del judasmo (Hch 2:10 y 6:15).4 En consecuencia, es factible admitir que
1
Hay un detallado anlisis bblico y sociolgico sobre el crecimiento de la
iglesia cristiana primitiva en John P. Wilson, From House Church to House
Groups, RTR 63, n 1 (2004): 1-15. Adems, Jim Harrison, Pauls House Churches
and the Cultic Associations, RTR 58, n 1 (1999): 31-47, explica la similitud entre las
casas-iglesias del cristianismo y las asociaciones cultuales de proteccin mutua del
siglo I d.C.
2
Bengt Holmberg, Jewish versus Christian Identity in the Early
Church?, RB 105, n 3 (1998): 423, sostiene que al final la identidad cristiana se
encarnara en cada etnia. Willie Marxen opina que un cristiano gentil sera uno que
se hizo cristiano sin pasar por el rito de la circuncisin. Un cristiano proslito sera
un gentil que se hace cristiano habiendo pasado primero por la circuncisin, es decir,
haber militado en el judasmo. Por ltimo, un judo cristiano es uno convertido al
cristianismo [Willie Marxen, Introduccin al Nuevo Testamento (Salamanca:
Sgueme, 1983), 108]. Los proslitos slo podan ser consagrados como tales en
Jerusaln segn Joachim Jeremias, Jerusaln en tiempos de Jess: Estudio econmico
y social del mundo del Nuevo Testamento (trad. J. Luis Ballins; Huesca, Madrid:
Cristiandad, 1980), 93.
3
Mateo 23:15, Romanos 2:17-22 y Hechos 6:15.
4
Posiblemente, el centurin, quien era digno de que le concedas esto;
porque ama nuestra nacin, y nos edific una sinagoga (Lc 7:4, 5), y Cornelio, quien
47
la misma devocin que sentan los judos por la ley, el templo y sus ceremonias fuera
transmitida a los proslitos del judasmo a travs de la instruccin que se les imparta
trasladaban desde distancias enormes para participar de las festividades del templo de
Jerusaln. Por ejemplo, hay de esos devotos venidos de diferentes lugares a la fiesta
Moraban entonces en Jerusaln judos, varones piadosos, de todas las naciones bajo
el cielo, tanto judos como proslitos (Hch 2:5, 10).2 Como evidencia de este
era ... piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que haca muchas limosnas al
pueblo, y oraba a Dios siempre (Hch 10:2) fueran conversos del judasmo o bien
parte de los temerosos de Dios. Tambin, hay una referencia a Nicols como
proslito que lleg a ser uno de los siete primeros diconos de la iglesia cristiana
(Hch 6:15).
1
Daniel J. Harrington, Paul on the Mystery of Israel (Collegeville-
Minneapolis, Minnesota: The Liturgical Press, 1992), 11-17, 40-43.
2
Martin Hengel y Anna Maria Schwemer, Paul between Damascus and
Antioch: The Unknown Years (Louisville, Kentucky: Westminster-John Knox, 1997),
61-90. Estos autores desarrollan sistemticamente toda la influencia de la
propaganda juda y la consecuente problemtica con el mundo gentil que deriva de
ella. Por su parte, Harrington comenta que el judasmo era atractivo para los gentiles
puesto que sus ceremonias y cuidado del cuerpo los fascinaba. Por ese motivo, no era
extrao que Pablo tuviera que enfrentarse teolgicamente con la actitud correctiva del
judasmo para con sus enseanzas. Es evidente, que en el entorno de las Escrituras,
los judos siempre se sintieron padres espirituales de todas las personas. En ltima
instancia, no era raro que los judos cristianos reclamaran que cada congregacin
estuviera bajo su supervisin (Harrington, Paul on the Mystery of Israel, 12).
48
las sinagogas, habran adoptado el cristianismo. En ltimo lugar hay un tercer grupo
que son los paganos o gentiles convertidos al cristianismo sin intervencin directa de
la sinagoga.2
1
Josefo menciona que Jerusaln reciba en la fiesta de la Pascua una gran
cantidad de personas del pas y del extranjero (Antigedades de los Judos XVII.9.3).
Jeremias sostiene que Jerusaln atraa a los extranjeros por ser el centro del culto
judo, el lugar de la presencia de Dios, la ciudad capital, la residencia del Sanedrn y
la meta de las peregrinaciones festivas que eran, para judos y proslitos, de carcter
obligatorio. Incluso, hace un clculo aproximado basado en el espacio disponible
para los grupos que entraban al atrio a sacrificar el cordero pascual, la estimacin le
da que si la poblacin de la ciudad en tiempos regulares era de unos 30.000
habitantes, en la Pascua poda llegar a ser de 180.000 [Jeremas, Jerusaln en tiempos
de Jess, 90-93, 102]. Leipoldt y Grundmann comentan: Se trata de la gran fiesta
israelita de la peregrinacin [la Pascua], a la que acudan millares de judos a
Jerusaln de todas partes del mundo... El calendario de fiestas judas y los asuntos
teolgicos asociados con l [Pentecosts] muestra cun estrecha tena que ser la
mutua relacin entre la Pascua y Pentescosts [Leipoldt y Grundmann, El mundo del
Nuevo Testamento, 218, 220]. Con relacin al Pentecosts, el judasmo ortodoxo le
brinda poca importancia, ni se lo menciona en Ezequiel 45:18-25, slo en Tobas 2:1
y en 2 Macabeos 12:31, 32. La Minah no le dedica un tratado como hace con las
dems fiestas anuales. M. Tuya y J. Salguero, Introduccin a la Biblia (Madrid:
Biblioteca de Autores Cristianos, 1967), 2:524. El hecho de que no se mencione el
Pentecosts quizs se deba a que para el tiempo de la dispora ya se lo consideraba
como parte de una sola peregrinacin junto con la Pascua, es decir un solo viaje. De
todas maneras, Hechos 2:1-13 da la idea de que haba gente de diversas naciones en
Pentecosts.
2
Frederick F. Bruce, New Testament History (London: Oliphants, 1977), 251.
49
al abundante material que extrae su autor del AT,1 se puede suponer que dicha
sera una de las razones por la que la iglesia de Roma fuera una congregacin
por todo el mundo (Ro 1:8). La carencia de esta condicin sera un obstculo
1
Sanday y Headlam, Romans, XXXII opinan que los temas que trata el
apstol son de naturaleza juda e impregnados con puntos de vista tomados del AT.
Pablo consideraba imprescindible utilizar las Escrituras de su pueblo segn James
D.G. Dunn, The Theology of Paul the Apostle (Grand Rapids, Michigan: Eerdmans,
1998), 170 (disponible en http://books.google.com.ar). Adems, intenta solucionar
un problema teolgico y lo hace sobre la base de las Escrituras de acuerdo a James
W. Aageson, Scripture and Structure in the Development of the Argument in
Romans 9-11, CBQ 48.2 (1986): 288. Warren A. Quanbeck, Theological
Reorientation: The Thought to the Epistle to the Romans, Int 14.3 (1980): 261,
afirma que Pablo trata todos los temas propios de un rabb, templo, sbado, sacrificio,
pacto. Giuseppe Barbaglio opina que el apstol imprime su identidad juda a su
misin [Giuseppe Barbaglio, Pablo de Tarso y los orgenes cristianos (Salamanca:
Sgueme, 1989), 37-43].
2
La sinagoga de Ostia es un testimonio de la presencia de la comunidad
juda en Roma. Vase L. Michael White, Synagogue and Society in Imperial Ostia:
Archaeological and Epigraphic Evidence, HTR 90, n 1 (1997): 23-58.
50
insalvable para que el apstol pudiera hacerse entender si es que la iglesia por
d.C., cuando Pablo escribe su epstola, el cristianismo ya haba alcanzado las altas
Plutius, quien haba adicionado Bretaa a Roma en el 43 d.C., fue acusada y absuelta
del papel de la ley, por ejemplo, presupone un conocimiento anterior por parte de sus
(9:1-5); de personajes como Abrahn (4:1-25), Jacob, Esa, Faran y David (9-11).
No deja de lado tampoco en su exposicin los rituales y ceremonias del AT.3 Sin
1
Bruce, The Epistle of Paul to the Romans, 16. Adems, si Pablo estaba
preso en Roma cuando escribi la epstola a los Filipenses, se puede pensar en una
slida conformacin religiosa, intelectual y cultural de la iglesia romana pues los
miembros de la familia real incluyen saludos a los filipenses (Fil 4:22).
2
Se admite que el AT era tanto la biblia de los gentiles cristianos como la
de los judos cristianos. Adems, las Escrituras hebreas eran completamente
autoritativas por su uso continuo en la adoracin e instruccin. Vase Werner Georg
Kummel, Introduction to the New Testament (Nashville, Tennessee: Abingdon Press,
1973), 310.
3
Jerome H. Neyrey, Paul in Other Words: A Cultural Reading of his
Letters (Louisville, Kentucky: Westminster-John Knox, 1990), 75-101.
51
las peregrinaciones son asuntos conocidos para los lectores de Romanos.1 Pablo hace
referencia a todo lo mencionado dando por entendido que son asuntos conocidos. Es
lgico pensar que, debido al fuerte trasfondo cultural judo, la iglesia de Roma, por
religin juda.2 Es evidente que las Escrituras hebreas fueron la plataforma ideolgica
como la circuncisin (Ro 3), el pacto (Ro 9), la ley (Ro 7), Israel (Ro 10 y 11). Si la
1
Samuel Sandmel, Palestinian and Hellenistic Judaism and Christianity:
The Question of the Comfortable Theory, HUCA 50, n 1 (1979): 145, afirma que se
entiende mejor a Pablo si se lo considera como un judo helnico antes que un judo
palestino. Sin embargo, es difcil sostener esta distincin pues Pablo es tanto un judo
de nacimiento como de formacin religiosa (Fil 3:4-6) aunque sea un judo de la
dispora.
2
Con relacin a este punto Dunn comenta: Para dar por sentado, como lo
hace Pablo en su epstola, el conocimiento del AT por parte de sus lectores, tienen
que haber tenido una prolongada instruccin en la sinagoga, pues el conocimiento de
la LXX es ajeno a la literatura greco-romana. Es exclusiva de los ambientes judos
(Dunn, Romans 1-8, L). Igualmente, Murray enfatiza lo siguiente: Cuando los
gentiles se convertan al cristianismo, pronto se relacionaban con las escrituras del
AT; y no podemos olvidar que un gran nmero de stos se unan al cristianismo a
travs de una previa conexin con el judasmo. La iglesia glata era
predominantemente gentil y, sin embargo, Pablo hace fuertes apelaciones al AT
(Murray, The Epistle to the Romans, 1: XX).
3
Segn Nicholas T. Wright, Pablo usa la Torah y las Escrituras hebreas en
general para sustentar sus argumentos. El apstol redefine el rol de la ley pues sta
deja de ser una cuestin etnocntrica y geogrfica para pasar a ser un asunto de inters
universal. Vase Nicholas T. Wright, The Climax of the Covenant: Christ and the Law
in Pauline Theology (Minneapolis, Minnesota: Fortress Press, 1992), 263-266.
52
intelectual era parte de la iglesia de Roma cuando Pablo les dirigi su epstola.
Conformacin tnica
Roma con la finalidad de conocer si era posible que los destinatarios de la epstola a
veterotestamentario.
1
Donald Guthrie, New Testament Introduction (Downers Grove, Illinois:
Inter-Varsity, 1990), 356, hace referencia a toda la iglesia cristiana en general.
53
Slo gentiles
sostienen que cuando fue escrita la epstola a los Romanos, alrededor del 58 d.C.,
predominaba el grupo gentil debido a la expulsin de los judos a travs del decreto
Por el contrario, otros sostienen que no todos los judos se fueron de Roma.4
1
Ibid., 403-406 y Moo, The Epistle to the Romans, 9-13.
2
La mencin de que Claudio expuls a los judos de Roma puede leerse en
Jaime Ardal, trad., Suetonio. Los doce Csares (Buenos Aires: El Ateneo, 1951),
XXV.193 y en J. C. Rolfe, trad., Suetonio. Vol. 2 (Cambridge, Massachusetts:
Harvard University Press, 1965), XXV.53.
3
Frederick F. Bruce, The Book of the Acts (NICNT; Grand Rapids,
Michigan: Eerdmans, 1988), 347 comenta que la fecha 49 d.C. propuesta por Orosius
(410 d.C.) para la expulsin de los judos se acomoda bastante bien a la cronologa de
los Hechos de los Apstoles. El texto original reza como sigue: 15Anno eiusdem
nono expulsos per Claudium urbe Iudaeos Iosephus refert. sed me magis Suetonius
mouet, qui ait hoc modo: Claudius Iudaeos inpulsore Christo adsidue tumultuantes
Roma expulit; 16 quod, utrum contra Christum tumultuantes Iudaeos coherceri et
conprimi iusserit, an etiam Christianos simul uelut cognatae religionis homines
uoluerit expelli, nequaquam discernitur. Paulus Orosius: Historiarum Adversum,
Paganos Libri VII basado en la edicin de C. Zangemeister (1889), Liber Septimus
I-XXV, disponible en http://www.attalus.org/ latin/orosius7A.html. Vanse tambin
Bo Reicke, The New Testament Era. The World of the Bible from 500 B.C. to A.D.
100 (trad. David E. Green; Philadelphia, Pennsylvania: Fortress Press, 1974), 197;
Russell Pregeant, Engaging de New Testament. An Interdisciplinary Introduction
(Minneapolis, Minnesota: Fortress Press, 1995), 378 y Everett F. Harrison,
Introduction to the New Testament (Grand Rapids, Michigan: Eerdmans, 1971), 303.
4
Lea Roth, Claudius, EncJud (Jerusalem: Keter Publishing House,
1978), 5:601-602.
54
constituida por una mayora de orden gentil, pues, por momentos, el apstol parece
dirigirse a una iglesia de ese tipo.1 Por ejemplo, en 1:5-7, clasifica a la iglesia entre
los gentiles y, en 11:13, el mismo autor se presenta como apstol de los gentiles.
Incluso, en 1:13, comenta que piensa conseguir frutos como entre los dems
gentiles, como si los lectores de la epstola tambin lo fueran. Luego, en 11:13, los
Por otra parte, se piensa que se los llam gentiles simplemente por su
ubicacin geogrfica, o sea, por estar fuera del entorno de Jerusaln.2 De todas
Mayora de judos
1
Los argumentos parecen ser de naturaleza juda, tomados del AT, pero,
aparentemente, dirigidos a gentiles. Vanse Sanday y Headlam, Romans, XXXII.
2
Ibid., XXXIII.
55
dado que muchos de los prisioneros fueron liberados en Roma.1 Por su parte, el
decreto de Claudio supone el exilio de muchos judos. Por esa razn se sugiere que
las autoridades civiles y esto slo puede referirse a judos que para el tiempo de la
expulsin seguramente hizo que los judos cristianos tambin fueran echados de la
con que su congregacin est liderada por gentiles. Esto provoca fricciones entre los
dos grupos que se hacen evidentes en la exposicin de Romanos 12-15. Pablo sabe
que esa situacin tensa entre judos y gentiles se repite puesto que los judos no
1
Josefo, Antigedades de los Judos II.7.1, XVII.12.1; Bruce, The Epistle
of Paul to the Romans, 13 y Edith Mary Smallwood, The Jews under the Roman Rule
from Pompey to Diocletian: A Study in Political Relations, 131, disponible en http://
books.google.com.ar.
2
Ibid., XXXIII.
3
Klaus Haacker, The Theology of Pauls Letter to the Romans: New
Testament Theology (Cambridge: Cambridge University Press, 2003), 12. A todo
esto, el cristianismo se expanda entre el mundo gentil. El choque de las dos culturas
fue inevitable. Nunca el cristianismo fue predicado divorciado de las Escrituras
hebreas ni de la misma cultura del judasmo. Tampoco, poda hacerse tal disociacin.
Las Escrituras eran sinnimo de cultura judaica, prcticamente eran una y la misma
cosa. La esencia del judasmo tena su justificacin en las Escrituras aunque es
evidente que Pablo no est plenamente de acuerdo con todo. El cristianismo tambin
se fundamentaba en la Escrituras hebreas. Esta anttesis deba dirimirse generando
una nueva interpretacin con relacin al Mesas y a las ceremonias judas. De todos
modos, las Escrituras eran parte esencial de la enseanza, de la predicacin y del
evangelio del naciente movimiento cristiano. Vanse Daniel Rode, La adaptacin de
56
la congregacin de Roma estaba compuesta slo por judos.1 Por ejemplo, Pablo
siguientes menciones parecen corroborar esa tesis: Abrahn, nuestro padre... (4:1);2
acaso ignoris, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley)... (7:1) y
Sin embargo, hay autores que sostienen, en base a los mismos textos
presentados hasta ahora, que la iglesia estaba compuesta en su mayora por gentiles
con algn elemento judo.1 Algunos opinan que la iglesia era mayormente gentil y
iglesia estaba constituida mayormente por gentiles a quienes se les recuerda en las
metforas del captulo 11 que no se deba despreciar al grupo judo ya que haban
hermanos fuertes, para que tengan tolerancia hacia las objeciones de conciencia que
hacan los judos, los hermanos dbiles.4 Pero, es posible que estas apelaciones
directas sean recursos retricos para amonestar a ambos grupos y no solamente a uno
1
Se expone que Pablo, siendo apstol a los gentiles, se siente en deuda
con ellos y les promete visitarlos (Ro 1:5, 6, 11-15). Vanse tambin Sanday y
Headlam, Romans, XXXIV y A. Robert y A. Feuillet, Introduccin a la Biblia
(Barcelona: Herder, 1967), 2: 419.
2
Glen W. Barker, W. Lane, J. R. Michaels, The New Testament Speak
(New York: Harper & Row, 1969), 193 y Marxen, Introduccin al Nuevo
Testamento, 103.
3
Bruce, Romans, 14.
4
Simon Gathercole, Romans 1-5 and the Weeks and the Strong:
Pauline Theology, Pastoral Rhetoric and the Purpose of Romans, RevExp 100, n 1
(2003): 37.
58
origen griego, romano y hebreo lo que hace pensar en una iglesia de conformacin
mixta. La diversidad de nombres puede ser una evidencia adicional de ese fenmeno
social dado que Roma era un centro de inters comercial, educacional, y por ser
Conclusin parcial
por judos y gentiles, es decir, un grupo mixto compuesto por gentiles, judos
1
Kummel, Introduction to the New Testament, 310.
2
Ibid., XXXVI. Roma era la capital de un imperio que contaba 15
millones de habitantes desde el Bsforo hasta Cirene y unos 10 millones slo en Siria
(David L. Kennedy, Roman Empire, OEANE 4:440).
3
Morris objeta a quienes argumentan que para el tiempo de la epstola no
haba iglesia en Roma dado que no se mencionan palabras como iglesia, anciano o
dicono. Contesta tambin que este silencio es estratgico y poltico ocasionado por
el decreto de expulsin de los judos de Roma, emitido por Claudio y que
seguramente afect a los judos cristianos como Priscila y Aquilas (Hch 18:2). Vase
Morris, Epistle to the Romans, 2.
59
constante de gentes de todas partes del imperio a Roma, a los movimientos habituales
de la dispora juda en relacin a la sinagoga de los libertos (Hch 6:9) o bien a los
asistentes a la fiesta de Pentecosts (Hch 2:10).1 Ambrosio de Miln escribi en 380 d.C.
que algunos judos cristianos haban llevado el evangelio a Roma y que los romanos
1
Turrado sugiere que la simultaneidad de estos factores contribuyeron al
origen de la iglesia de Roma. Vase Turrado, Profesores de Salamanca, 6a: 251.
2
William M. Greathouse, Romans (Beacon Bible Commentary 8; Kansas
City, Missouri: Beacon Hill, 1968), 24.
3
Alexander Roberts y James Donaldson, trads., Irenaeus. Against
Heresies III.3.2 (ANF; Grand Rapids, Michigan: Eerdmans, 1996), 1:415.
60
hay evidencias bblicas ni histricas fehacientes1 para afirmar que alguno de los
Eusebio relata que Pedro lleg a Roma en los primeros aos del reinado
de Claudio (41-54) y se cita Hechos 12:17 para fundamentar esta posicin: Y sali, y
se fue a otro lugar que sera Roma.3 Sin embargo, no se puede sostener que slo
epstola, no se puede determinar que hubiera estado all.4 Segn Clemente romano,
parece que Pedro recin conoce Roma cuando es llevado para ser martirizado all.5
escribe a los romanos es evidente que ya haba, para ese entonces, una iglesia
floreciente en Roma (Ro 1:8, 15, 19). Prueba de esto es el hecho de que Pablo se
encuentra antes del ao 58 d.C. en Corinto con una pareja de cristianos, Aquila y
1
Se reconoce que estas sugerencias son tardas y poco confiables.
Turrado, Biblia Comentada, 6:275- 276.
2
Barker, Lane y Michaels, The New Testament Speaks, 193.
3
Arthur Cushman McGiffert, trad., The Church History from Eusebius.
The Preaching of Peter in Rome XIV.4-6 (NPNF2; Grand Rapids, Michigan:
Eerdmans, 1997), 1:115.
4
As interpretan Emerton y Cranfield, Romans, 17. Si Pablo escribe en
el 58 d.C. a una iglesia ya constituida, Pedro recin habra llegado a Roma en el ao
60 d.C. por lo que se lee en 1 Pedro 5:13. Vase Harrison, Introduction to the New
Testament, 301.
5
Alexander Roberts y James Donaldson, trads. St. Clement. 1 Corintios
5:11-17 (ANF; Grand Rapids, Michigan: Eerdmans, 1996), 1:6.
61
decreto de Claudio (Hch 18:2). Esta pareja bien puede haber sido miembro del grupo
inicial de cristianos en Roma. Es decir, hay razones para pensar que en el 58 d.C. la
Jerusaln de acuerdo a Hechos 6:9. Se sugiere que la disputa con Esteban se traslada
a Roma, donde algunos de los judos que participan de ella aceptan el cristianismo.2
una empresa evangelizadora programada sino ms bien por una corriente natural de
1
Pablo considera a Roma como su distrito pastoral (1:6,14) incluso
menciona que l no edificara sobre fundamento ajeno (15:20). Vanse Sanday y
Headlam, Romans, XXV.
2
Marxen, Introduccin al Nuevo Testamento, 108.
3
Jeremias, Jerusaln en los tiempos de Jess, 79-90 y Black, Romans, 6.
Los viajes eran frecuentes por razones de estudio, trabajo, comercio y placer segn
Hugo Enrico Paoli, Urbs, la vida en la antigua Roma (trad. J. Farrn Mayoral y
Natividad Masans; Barcelona: Iberia, 1964), 303.
62
Sneca menciona una afluencia de extranjeros que llegan de todas partes del imperio
1
David E. Aun, Rome, Dictionary of the Bible (Grand Rapids,
Michigan: Eerdmans, 2000), 1.142 y Turrado, Profesores de Salamanca, 6a: 251.
2
Carere patria intolerabile est.' Aspice agedum hanc frequentiam, cui
uix urbis inmensae tecta sufficiunt: maxima pars istius turbae patria caret. Ex
municipiis et coloniis suis, ex toto denique orbe terrarum confluxerunt: alios adduxit
ambitio, alios necessitas officii publici, alios inposita legatio, alios luxuria
opportunum et opulentum uitiis locum quaerens, alios liberalium studiorum
cupiditas, alios spectacula; quosdam traxit amicitia, quosdam industria laxam
ostendendae uirtuti nancta materiam; quidam uenalem formam attulerunt, quidam
uenalem eloquentiam, Sneca, De Consolatione ad Helviam (disponible en http://
www.thelatinlibrary.com/sen), VI.2. Traduccin: To be deprived of one's country
is intolerable, you say. But come now, behold this concourse of men, for whom the
houses of huge Rome scarcely suffice; most of this throng are now deprived of their
country. From their towns and colonies, from the whole world, in fact, hither have
they flocked. Some have been brought by ambition, some by the obligation of a public
trust, some by an envoy's duty having been laid upon them, some, seeking a
convenient and rich field for vice, by luxury, some by a desire for the higher studies,
some by the public spectacles; some have been drawn by friendship, some, seeing the
ample opportunity for displaying energy, by the chance to work; some have presented
their beauty for sale, some their eloquence for sale - every class of person has
swarmed into the city that offers high prizes for both virtues and vices, John W.
Basore, Loeb Classical Library (London: W. Heinemann, 1928-1935), disponible en
http://www.stoics.com/seneca.
3
Andr Aymord y Jeaninne Auboyer, Historia general de las
civilizaciones. Roma y su imperio (ed. Maurice Crouzet; Barcelona: Destino, 1967),
2:413 y Johann Maier, Entre los dos testamentos. Historia y religin en la poca del
segundo templo (Salamanca: Sgueme, 1996), 213.
63
en general.
y que se hace cristiano con un grupo que lo acompaa.2 Este registro bblico puede
Otro argumento para esta postura del flujo y reflujo de personas como
1
Miriam Puchi Ben Zeev, Caesar and Jewish Law, RB 102, n 1
(1995): 36, menciona que el imperio romano permita a los pueblos conquistados
vivir conforme a sus costumbres y leyes, incluso a los judos. Gary Gilbert, Jewish
Involvement in Ancient Civic Life: The Case of Aphrodisias, RB 113, n 1 (2006):
18-36, refiere a un texto que menciona a judos que trabajan en la distribucin de
alimentos en Aphrodisias. Allen Kerkerslager, Maintaining Jewish Identity in the
Greek Gymnasium: A Jewish Load in CPJ 3.519 (= P. Schub. 37 = P. Berol.
13406), JSJ 28, n 1 (1997): 12-33, presenta otro texto del ao 20 a.C. que
atestigua de judos que participan del gimnasio sin avergonzarse de su miembro
circuncidado.
2
Unos cien mil soldados eran extranjeros en el ejrcito romano los que
provenan de todas las provincias del imperio (Kennedy, Roman Empire, OEANE
4:440).
3
David Edmond Hiebert, An Introduction to the New Testament (Chicago,
Illinois: Moody, 1975), 169.
64
Roma.1
Tambin, puede ser que los fundadores de la iglesia de Roma hayan sido
personas que Pablo conoci en sus numerosos viajes.2 Una vez convertidos al
1
Se comenta que este argumento carece de validez dado que existe un
problema textual con relacin a Romanos 16. Parece que hasta el siglo II d.C., la
epstola circulaba en una forma corta y en otra larga. Se supone que la forma larga es
una porcin de una carta perdida a los Efesios. Algunos manuscritos carecen de la
expresin en Roma de 1:7, 15, aunque no son los ms representativos. Puede ser
tambin que Romanos haya sido una epstola circular hasta el captulo 15 y que a las
copias se le aadan saludos de acuerdo a los lugares adonde se enviaran (Greathouse,
Romans, 8: 24). El problema se agudiza cuando se comprueba que el papiro 46, el
manuscrito ms antiguo de Romanos, no contiene el captulo en cuestin. Segn
Robert y Feuillet, Introduccin a la Biblia, 421, la versin actual es la efesina y la del
papiro 46, la romana. No obstante, estos autores sugieren que no se han encontrado
en las inscripciones de feso ninguno de los nombres mencionados en el captulo
aunque estn atestiguados en las inscripciones romanas. De todas maneras, no hay
evidencias textuales ni histricas suficientes para afirmar que Pablo enviara epstolas
circulares. Esto no parece corresponder con las caractersticas pastorales y personales
de sus epstolas. El argumento de que Pablo no mandara saludos a Roma pues no
conoce a nadie all es refutado por Morris al sostener que el apstol manda saludos a
Colosas y sin embargo es una iglesia que no ha visitado (Morris, The Epistle to the
Romans, 25). Adems, de acuerdo a Dunn, es posible que Pablo haya conocido a
todas las personas mencionadas en Romanos 16 durante sus viajes misioneros (Dunn,
Romans1-8, 38a: XLV). En resumen, aunque el papiro 46 no contenga el captulo
16, las evidencias internas y externas apuntan a aceptarlo como parte de la epstola a
los Romanos.
2
Greathouse, Romans, 8: 25.
65
qu tipo de relacin puede haber tenido este movimiento con Roma. Por el momento,
parece no haber pruebas para suponer que ese movimiento laico de Antioqua fuera el
negocios, los placeres y la atraccin propia de la capital del imperio2 pueden haber
Roma.
viajeros relacionados con la capital romana. Se indica que hay romanos en la fiesta
Hechos 2:1-11 expresa que tanto judos como proslitos estaban presentes all.
Bruce4 cita la RSV: visitors from Roma, both Jews and Proselytes, es decir,
1
Harrison, Introduction to the New Testament, 300.
2
Murray, The Epistle to the Romans, 1: XVII.
3
Donald G. Barnhouse afirma que los asistentes a Pentecosts llevaron el
evangelio a Roma. Vase Donald G. Barnhouse, Mans Ruine y Gods Wrath:
Expositions of Bible Doctrines Taking the Epistle to the Romans as a Point of
Departure. Vol. 1 (Grand Rapids, Michigan: Eerdmans, 1989), 5.
4
Bruce, Romans, 13.
66
visitantes venidos de Roma, tanto judos como proslitos. La RV60 los describe
significa estar de visita.1 Y la versin Torres Amat transcribe: Y los que han
venido de Roma....2
Pedro fueron los primeros en llegar con las noticias del evangelio a las comunidades
entre los judos de esa capital, tanto en los ambientes domsticos como en las
1
William F. Arndt and F. Wilbur Gingrich, evpidhme,w, A Greek-English
Lexicon of the New Testament (Chicago: Chicago University Press, 1979), 292.
2
... Judos nacidos en Roma que ms bien parecen ser personas que
haban retornado a Jerusaln para terminar sus das all. Pero es probable que algunos
de ellos hubieran retornado a Roma, influenciado en la sinagoga, y como resultado
naciera una iglesia judeo cristiana.... Vase Hiebert, An Introduction to the New
Testament, 167-169.
3
Douglas J. Moo argumenta que algunos judos provenientes de Jerusaln,
despus de Pentecosts, iniciaron el cristianismo en Roma y que seguan siendo fieles
observadores de las tradiciones judas. Vase Douglas J. Moo, Encountering The
Book of Romans: A Theological Exposition (Encountering Biblical Studies; Grand
Rapids, Mich.: Baker Academic, 2002), 35.
4
Se calcula que en el siglo I d.C. haba una decena de sinagogas en Roma para
una poblacin aproximada de cuarenta mil judos. Vase Dunn, Romans 1-8, 38a: XLVI.
5
Ibid., XLVI.
67
Conclusin parcial
Trasfondo de la epstola
se analizar si las enseanzas de Pablo con relacin a las obras de la ley son parte de
Trasfondo histrico-religioso
Romanos.
La sinagoga
griego, latn y ruinas de edificios que aparecen desde el siglo II a.C. hasta el siglo
VII d.C.3 Como se expres anteriormente, en Roma haba una decena de sinagogas
para unos 40.000 judos.4 En Ostia, se ha excavado una sinagoga que se remonta al
siglo I d.C.5 En general, los miembros6 de una sinagoga tenan encuentros semanales
1
Brian de Breffny, The Synagogue (New York: Macmillan, 1978), 8, 9.
2
Puskas, An Introduction to the New Testament, 49.
3
Steven Fines, Synagogue, OEANE (New York: Oxford University
Press, 1997), 5:114.
4
Pg. 44.
5
Eric M. Meyers, Synagogue, ABD (New York: Doubleday, 1992),
6:253 y Rachel Hachlili, Synagogue, loc. cit., 6:260.
6
Diez judos justificaban la presencia de una sinagoga. Vase James L.
Price, Interpreting the New Testament (New York: Holt, 1971), 67.
7
Los das de mercado, lunes y jueves segn Leipoldt y Grundmann, El
mundo del Nuevo Testamento, 1: 224.
69
de la ley; tambin para alabar y orar.1 Incluso, las sinagogas deban incluir en su
Torah, los profetas y los salmos4. Esa era la causa de la presencia de las mismas en
las diferentes ciudades y, es evidente, que se originaron tras el anhelo de que todos
los judos pudieran seguir teniendo una ntima familiaridad con la ley en la dispora.5
cada judo.6 Por otra parte, esta institucin ejerci un atractivo especial en su medio
1
All no se ofrecan sacrificios como en el templo segn Robert y Feuillet,
Introduccin a la Biblia, 2: 80.
2
Meyers, Synagogue, 6:252.
3
Hachlili, Synagogue, 6:260.
4
Robert y Feuillet, Introduccin a la Biblia, 2: 80.
5
Todas las sinagogas tenan un arca sagrada donde se guardaban los rollos
de la Escritura. Ibid., 80.
6
Emil Schrer, Historia del pueblo judo en tiempos de Jess (Madrid:
Cristiandad, 1985), 2:550-551.
7
Leipold y Grundmann, El mundo del Nuevo Testamento, 1:323.
70
consideraba al mismo nivel religioso que los judos naturales y eran llamados
principalmente los de orden religioso, impulsaban a los gentiles a realizar este cambio
de vida y de costumbres.4
1
Filn las llam escuelas segn Schrer, Historia del pueblo judo en
tiempos de Jess, 551.
2
La casa real de Adiabene se cuenta entre los temerosos de Dios que
asistan a la sinagoga segn Leipoldt y Grundmann, El mundo del Nuevo Testamento,
1:323.
3
Haba una alta proporcin de temerosos de Dios en las sinagogas segn
Jerome Murphy-OConnors, Lot of God-Fearers? Theosebeis in the Aphrodisias
Inscription, RB 99, n 2 (1992): 418-424.
4
Ibid., 321, 323.
71
suponer entonces que la iglesia de Roma estaba influida por las prcticas religiosas y
sociales de la sinagoga dado que una parte de sus miembros eran judos naturales y
Roma.
fidelidad y responsabilidad hacia las Escrituras, no es extrao suponer que esa misma
As, es posible que Pablo pudo escribir la epstola a los Romanos con
presentadas hbilmente por el apstol para ensear su evangelio tanto a judos como a
gentiles, podan ser entendidas por una comunidad religiosa acostumbrada al estudio
epistolares.2
1
Mark D. Nanos, The Mystery of Romans: The Jewish Context of Pauls
Letter, 46-48, 68-72.
2
D. lvarez Cineira despus de un exhaustivo estudio socio-histrico-
teolgico sobre el origen del cristianismo en la ciudad de Roma concluye que la
iglesia all tiene un origen sinagogal. [D. lvarez Cineira, Los primeros pasos del
cristianismo en Roma, Estudios Bblicos 64, n 2 (2006): 201-236].
72
informado en cuanto a ti, que enseas a todos los judos que estn entre los gentiles a
costumbres.
comisionados desde Jerusaln, recorran las regiones donde hubiere iglesias cristianas
podis ser salvos (Hch 15:5). Aun en el concilio de Jerusaln se hizo sentir esa
1
Hay dos pasajes de la literatura rabnica que Schoeps comenta y que
parecen referirse a Pablo, de acuerdo al contenido y al matiz del pasaje. El primero
es tomado de una pseudo literatura Clementina del siglo II d.C. que manifiesta
desprecio hacia un cierto Anticristo, un antinomianista que, bajo el pretexto de
proclamar la verdad del Seor, est diseminando el error. El segundo es un pasaje del
Talmud que menciona a un tal Gehaz (Sanhedrin 107.b; Sota 147a) comparndolo
con el siervo de Eliseo, incapaz de arrepentirse despus de pecar y que adems insiste
deliberadamente en guiar a otros al pecado apartndolos de la enseanza de la
circuncisin y de la ley. Vase Schoeps, Paul, 86, 194.
2
En esa poca haba dos escuelas de pensamiento en pugna en Jerusaln.
Finalmente, y antes de la destruccin del templo, la escuela de ammay que
representaba la faccin rgida del judasmo triunf sobre la escuela de Hillel que era
el flanco liberal. La escuela de ammay dict un cierto nmero de reglamentaciones
73
Moiss (Hch 15:5).1 Sin embargo, los apstoles en el concilio de Jerusaln aclaran
que ellos no haban enviado a los que hacan ese tipo de recomendaciones (Hch 15:24).
la identificacin que usa generalmente para referirse a los que obligaban a los
gentiles a judaizar (G 2:14). En Filipenses 3:2, parece dirigirse a ellos como los
mutiladores del cuerpo mientras que en Romanos 15:30, 31, ruega a la iglesia que
pida a Dios para que sea librado de los rebeldes que estn en Judea.
Romanos tiene como trasfondo una discusin con los que predicaban la circuncisin
Trasfondo teolgico
no menos importante para determinar las posibilidades que tena la iglesia de Roma
que hicieron casi imposible el trato con los gentiles. Vase John J. Gunther, St. Paul's
Opponents and their Background (Leiden: Brill, 1973), 55.
1
La circuncisin era considerada por el judasmo como una obligacin
para todo aquel que quisiera unirse al pacto de Israel. Esa disposicin pas a ser una
condicin sine qua non para la salvacin de cualquier ser humano. Seguramente, la
expresin del Rabb Aqiba al conceptuar la circuncisin como sello de la eleccin
expresa el sentimiento del judasmo de aquella poca segn Schoeps, Paul, 66.
74
trasfondo teolgico se tendr en cuenta la doctrina de los mritos enseada por los
justificacin corresponde con lo que Pablo llama e;rgwn no,mou, obras de la ley,
literalmente obras de ley u obras con respecto de la ley (Ro 3:38)1 diferentes a
to. e;rgon tou/ no,mou, la obra de la ley, esta ltima propiamente expresada como la
obediencia a la ley sino una intencin humana para justificarse delante de Dios a
travs de la ley sin cuestionar el poder del pecado sobre la naturaleza humana.2
salvacin eran justamente las obras de la ley (Hch 13:39). Entre ellas, la
circuncisin3 (Hch 15:1), guardar la ley de Moiss (Hch 15:5), observar las
costumbres (Hch 21:21) y profesar las tradiciones de los padres (G 1:14). Sin
1
Carus, La epstola a los Romanos, 51.
2
Moo, The Epistle to the Romans, 217.
3
Se sugieren tres motivos por los cuales en el siglo I d.C. se recomendaba
la circuncisin. Primero, como una profilaxis eficaz contra el pecado, especialmente
los de la carne; segundo, como medio para acercar los ngeles que fueron creados
incircuncisos (Jubileos 15:27) y tercero, como instrumento para librarse de la
influencia de los malos espritus. Vase John Guthrie, St Paul's Opponents (Leiden:
Brill, 1973), 83.
75
(Ro 3:20 y G 2:16). La justificacin o perdn de los pecados slo es posible a travs
actos (Mekilta B05). Agus cita a Rabb Yojann ben Zakkai quien declar:
propia justicia a travs de acciones meritorias tanto que las acciones justas o mritos
seguramente deban ser parte de la prdica de los oponentes de Pablo.3 De all que la
1
Jacob Agus, La evolucin del pensamiento judo (Buenos Aires: Paids,
1969), 50, 53, 58.
2
Carus, La epstola a los Romanos, 38-46; 51.
3
Es necesario mencionar un aspecto ms dentro del sistema de mritos
correspondiente al judasmo del siglo I d.C. Los rabbes no slo enseaban la
76
reaccin del apstol, refutando la efectividad de las obras de la ley como agentes de
fin en s mismo para alcanzar la salvacin. Adems haca que el sacrificio de Cristo
fuera nada ms que un asunto opcional lo que era contrario a las enseanzas de Pablo
(Ro 3:21-28).
slo en Jesucristo enseada por Pablo. Por lo tanto, estos conceptos opuestos, la
doctrina del apstol por un lado y la doctrina de los de la circuncisin por el otro,
parecen ser parte principal del trasfondo teolgico de la epstola a los Romanos.
evidente que hay reminiscencias del mismo en todos sus escritos.1 Como rabb, apela
mayora estn en Romanos (53). De un total de 108 alusiones al AT, la mayor parte
(24) estn incluidas en esta epstola.4 Robertson sugiere que hay 67 citas explcitas y
enseanzas (Ro 2:17-20). Y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas
cosas vivir por ellas, aqu los de la circuncisin citan Levtico 18:5. Pablo contesta:
Que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la
1
Edward Earle Ellis, Pauls Use of the Old Testament (Grand Rapids,
Michigan: Baker Books, 1957), 11.
2
Pablo utilizaba el AT no slo como un judo sino como un rabb. Vase
William Barclay, The Mind of ST Paul (San Francisco, California: Harper and Row,
1975), 10, 16-19.
3
Hans Hbner, Law in Pauls Thought (Edinburgh: T. & T. Clark, 1986),
39-41.
4
Romano Penna, Paul the Apostle: Wisdom and Folly of the Cross, Vol. 2
(Collegeville-Minneapolis, Minnesota: The Liturgical Press, 1996), 11, 94, 152-154.
5
A. W. Robertson, El Antiguo Testamento en el Nuevo (Grand Rapids,
Michigan: Eerdmans, 1996), 142, 178-180.
78
referencia.
a los romanos sugiere que no hubiera podido proceder de esa forma si la iglesia no
Conclusin parcial
discusin de Pablo con sus oponentes permite pensar lo mismo. Es de esperar que los
1
Glatas 3:11 es una cita de Habacuc 2:4.
2
Thomas R. Schneider, The Law and its Fulfillment: A Pauline Theology
of Law (Grand Rapids, Michigan: Baker Books, 1993), 157, 158.
79
las escrituras del AT estn destinados a refutar la doctrina de la justificacin por las
salvacin por los mritos. Cristo es el centro de la salvacin y no las obras de la ley.
A juzgar por las evidencias bblicas e histricas es posible que la congregacin haya
ofrecimiento de justicia que Dios le hace al hombre (1:16, 17; 3:20).1 Esa justicia es
Cristo, el que muere por los injustos, la expiacin por el pecado (3:25; 4:25; 5:6-10).2
Incluso, es el tema crucial que discusin con los de la circuncisin. Por lo tanto,
1
Este es un ofrecimiento concreto que interviene en la vida del ser
humano y no es simplemente una declaracin metafsica de salvacin: Hans
Conzelmann, An Outline of the Theology of the New Testament (New York: Harper
and Row, 1969), 200. Es literalmente dinamita segn Carus, La epstola a los
Romanos, 10.
2
Bruce opina que ningn rabb formul la idea de que el Mesas sufrira
voluntariamente la maldicin de la ley a fin de liberar a los transgresores. La doctrina
del Mesas crucificado era la piedra angular de la fe de Pablo. Seguramente, este
argumento lo obtuvo de Isaas 53:10-12 donde se presenta a Cristo como la ofrenda
por la culpa. Vase Bruce, The Epistle of Paul to the Romans, 37.
80
Pablo recalca que el ofrecimiento de Dios elimina todo intento de obtener justicia por
de las personas que pueden hacer una oferta sper-erogatoria de mritos, Pablo
pueden justificar al pecador (caps. 1-4).2 Despus explica que el poder del pecado
queda anulado por la muerte de Cristo dado que se le ofrece al pecador un poder
Ese es el poder del Espritu Santo que ahora interacta con la ley y hace
que sta tenga una funcin diferente en la vida del creyente (caps. 7-8). Dios, por
medio del Espritu Santo, permite que el creyente perdonado obedezca la ley de Dios
1
El comentario de Nygren ilustra este punto: En casi todo lo que se
designa con el nombre de religin nos encontramos con la tentativa del hombre de
lograr su propia justicia, de hacerse valer ante Dios con ella y ganarse su beneplcito.
El cristianismo pone fin a todo esto hablando de la justicia que proviene de Dios.
Vase Nygren, La Epstola a los Romanos, 17.
2
Morris, Romans, 145.
3
No puede ser otra que la misma ley de Cristo expresada en detalles en el
Sermn del Monte y por Pablo tambin en Romanos 12. Pablo no puede ser culpado
de antinomianista justamente por esta declaracin. Bruce, The Epistle of Paul to the
Romans, 57.
81
que Dios hace en su Hijo. Pablo expone que la justicia se obtiene por Jesucristo y no
Conclusin
constituida por una mayora gentil y una minora juda. De todas maneras, la
presentadas. Es posible que esta iglesia haya sido fundada por los visitantes judos y
sermn de Pedro.
1
Estilo retrico con un contrincante imaginario (diatriba) influenciado
adems por las continuas interrupciones en la sinagoga. Vase Black, Romans, 14.
2
Se ha gastado mucha discusin en determinar la naturaleza de Israel en la
estructura de Romanos 9-11, segn Dan G. Johnson, The Structure and Meaning of
Romans 11, CBQ 46, n 1 (1984): 101. Pablo enfatiza que los creyentes por la fe en
Jesucristo son integrantes del Israel espiritual (Ro 9:6-9; G 6:16).
3
La exhortacin a vivir en armona con la sociedad y el gobierno fue una
parte sustancial de la epstola debido a que las creencias, tanto judas como cristianas,
contradecan en alguna medida las leyes imperiales de Roma. Vase Peter Oakes,
Christian Attitudes to Rome at the Time of Pauls Letters, RevExp 100, n 1 (2003):
103-112.
82
Luego, se suman a esta iglesia los conversos gentiles del imperio que, por
numerosos gentiles proslitos hayan seguido las nuevas enseanzas de los judos
conversos.
Israel produjo discusiones que pudieron haber derivado en la expulsin de los judos
de Roma, incluyendo los judos conversos al cristianismo, por decisin del emperador
que la iglesia de Roma era slida en el conocimiento e interpretacin del AT. Una
evidencia de esta conclusin son los argumentos tomados de la Escritura por Pablo y
por las obras, hace pensar en una iglesia capaz de entender el pensamiento teolgico
relevante de las Escrituras por parte de los destinatarios. Por lo menos, siguiendo el
recientes. Por lo tanto, es posible concluir que el contenido teolgico que Pablo