El Endemoniado Gadareno
El Endemoniado Gadareno
El Endemoniado Gadareno
LA ADORACION EN GADARA
EL DIOS CUYO ORCULO EST EN DELFOS PERO POR LA DISTANCIA ADORABAN CERCA DE GADARA
Cuenta el mito que Apolo se enfrent en Delfos a una enorme serpiente que
guardaba el primigenio orculo de la tierra y posea el don de la profeca. El
monstruo, llamado Pitn, perteneca a un orden anterior al olmpico, el de Gea,
que describe la Teogona de Hesodo. El origen de este orculo, preolmpico en
el mito y prehelnico segn la arqueologa, se relaciona con el culto a la diosa
tierra de los minoicos y micnicos. Como dice Esquilo, la primera profetisa fue
la tierra Gea (ten protomantin Gaian). Y el propio nombre de Delfos podra
estar etimolgicamente relacionado con el tero, delphys, en griego
Y no es de extraar que el mito hable as de Delfos: la sobrecogedora visin de
su emplazamiento, un lugar nico entre montes escarpados, sugiere la
presencia de divinidades enfrentadas de la tierra y del cielo. Apolo fundar su
santuario en el propio centro de la tierra: se cuenta que Zeus y Atenea
discutieron una vez acerca de cul era el punto medio del mundo, que la diosa,
tomando partido por su ciudad predilecta, quera situar en Atenas. Zeus
recurri a un procedimiento certero: dej volar dos guilas, su ave consagrada,
desde los dos confines opuestos del orbe. Las guilas fueron a cruzarse
precisamente sobre una frondosa ladera en la Grecia continental: Delfos. All
estaba el omphalos, el ombligo del mundo: y se veneraba, de hecho, una roca
meteortica con tal nombre, relacionada con el culto de Zeus.
Desde ese lugar mgico, con la impronta inconfundible de lo divino, la
sacerdotisa de Apolo, Pitia (en honor de la serpiente), cant sus vaticinios en
verso para los griegos. La va ptica, que conduca desde Atenas a Delfos,
llevaba a los peregrinos que iban a consultar su futuro. La consulta del orculo,
tan habitual en los mitos griegos como en la vida antigua, era un evento de
gran importancia en la religin griega. Haba consultas pblicas, enviadas por
las poleis, y tambin privadas, de particulares preocupados por problemas
cotidianos, de ndole familiar, econmica, etc. Las ciudades, como Atenas,
enviaban embajadas sagradas (theorai) para consultar al dios y tomar parte
en sus festivales. Podemos imaginar el viaje de los peregrinos dlficos, en sus
distintas etapas, hasta llegar al santuario.
La primera visin que se presentara ante ellos, como una suerte de vestbulo a
Delfos, sera el imponente recinto sagrado de Marmaria: enclavado entre la
vegetacin exuberante de la ladera, contena el templo a Atenea Pronaia (ante
el santuario). A continuacin, veran la famosa fuente Castalia, al pie de la
rocosa Hiampea, entre las dos piedras Fedrades (brillantes). Este era el
manantial sagrado donde no slo se reciba y purificaba a los peregrinos, sino
tambin a los propios profetas del orculo, que marchaban en procesin para
realizar sus abluciones ceremoniales. Poco despus llegaran al propio
santuario, tomando la entrada que conduca, por la va sagrada y pasando ante
los diversos tesoros dedicados, hasta el templo de Apolo. ste pas por varias
etapas de construccin, desde su versin ms primitiva de madera hasta el
mtico templo construido por Trofonio y Agamedes, que sufri varias
destrucciones y reconstrucciones.
All los consultantes entraban por turno, echando suertes (salvo quienes
tenan promanteia o prioridad de consulta). No se conoce la tarifa del orculo
sino por algn caso concreto: los ciudadanos de Faselis en 420 a.C. pagaron por
una consulta pblica el equivalente a unas 10 dracmas atenienses, mientras
que privadamente se estableca un dcimo de esta cantidad. Es decir, que el
precio mnimo de consulta para un particular equivaldra en esta poca a la
paga de dos das de un jurado en Atenas, no del todo inasequible. Pero esto era
el precio mnimo, simblico, por la ofrenda del pastel sagrado (pelanos) previo
a la consulta. Normalmente se aseguraba la benevolencia del dios mediante
otros obsequios, antes y despus del vaticinio, en forma de estatuas, trpodes y
objetos diversos; a ello se sumaba el sacrificio previo de un animal, que
tambin se poda adquirir en el santuario. La exencin de las tasas era un
privilegio extraordinario que muy pocos como los mdicos asclepadas de
Cos tuvieron. El santuario, podemos figurarnos, bulla en poca clsica con
una frentica actividad, entre peregrinos y sacerdotes.
Proverbial era la riqueza de Delfos y todos los tesoros que alberga el umbral
de Febo Apolo en la rocosa Pitn, como dice Homero. Segn el
mencionado Himno homrico el propio dios pobl su santuario con
comerciantes cretenses, a los que convenci aparecindose en su nave
mercante transformado en delfn (Apolo Delphios, de donde, segn otra
etimologa, vendra el nombre del santuario). Delfos tiene vnculos probados
con la cultura minoica y las antiguas rutas comerciales que surcaban el Egeo y
las tierras griegas. Es de notar, igualmente, la coincidencia de las rutas que
llevaban a Delfos con los pasos de trashumancia que atravesaban Grecia de
norte a sur y de este a oeste: el viaje oracular era, pues, ocasin aprovechable
para el comercio.
Al fin, tras cumplir todos los requisitos, llegaba el momento de la consulta.
Poco se sabe de sta y de lo que ocurra en el interior del templo, el adyton. All
estaba la Pitia y un cuerpo de sacerdotes con varias categoras
(hiereis, prophetai y hosioi) y atribuciones dudosas. El impenetrable sancta
sanctorum del templo estaba seguramente compuesto de una habitacin para
los consultantes y otra para la Pitia, donde se produca su misterioso xtasis.
Muchos han sido los intentos de explicarlo por el recurso a sustancias
psicoactivas: unas veces en la ablucin en la fuente, pues en muchos orculos
la profetisa beba agua o sangre. El subsuelo del templo estaba perforado, y la
fuente Castide brotaba all para que la Pitia la bebiera. Otros apuntan al laurel
ritual, consagrado a Apolo, que sera masticado impregnado en una miel txica:
segn el poeta Calmaco la Pitia en el laurel se instala, profetiza gracias al
laurel y sobre el laurel se apaga. Y hay explicaciones que recurren al
hipnotismo y a la sugestin.
Segn otro mito, trasmitido por Diodoro y Plutarco, la inspiracin provena de
una grieta en el suelo, bajo el trpode sobre el que se sentaba, que emita un
vapor o espritu (pneuma). Aunque esta teora estuvo muy desprestigiada, una
investigacin geolgica encargada en tiempos recientes por el gobierno griego
para instalar un reactor nuclear seal la existencia de una falla que
atravesaba Delfos y la presencia de gas etileno. Mito, historia y ciencia, sin
embargo, siguen dejando muchas incgnitas al respecto.
Desde poca arcaica, el culto de Apolo en Delfos irradi su influencia religiosa
por todo el mundo helnico. El santuario fue desde antiguo el ombligo de la
cultura griega y asiento de su tradicin e identidad. Smbolos culturales de los
griegos fueron las mximas de los Siete Sabios grabadas en el templo: el
clebre concete a ti mismo, todo un compendio filosfico y religioso, fue un
vaticinio de Apolo a la pregunta de Qu es lo mejor para el hombre?,
formulada por Creso. En la entrada del templo de Apolo en Delfos el visitante se
encontraba adems con la famosa la letra E de Delfos. Sobre su significado,
Plutarco refiere varias teoras: se suele leer la E como EI, que en griego es la
conjuncin condicional (si, que introduce plegarias y orculos) pero tambin
la segunda persona del singular del verbo ser (eimi), tal y como se diriga el
consultante a Apolo, reconociendo su divinidad: T eres.
De hecho, los filsofos histricos, y no solo los legendarios Siete Sabios,
reverenciaron el saber dlfico y la adivinacin de la Pitia. Desde algunos
presocrticos que se refirieron con respeto al orculo, hasta los estoicos, los
pensadores griegos se inspiraron en la sabidura de Delfos. El dios cuyo
orculo est en Delfos dijo Herclito ni dice ni oculta, sino da seales. Otro
buen ejemplo es el propio Scrates, proclamado por Delfos el ms sabio de los
hombres, quien al parecer bas gran parte de sus ideas sobre el alma en las
doctrinas oraculares. Segn los escritos de Platn y Jenofonte, Socrates
profesaba gran veneracin al orculo y le atribua su inspiracin filosfica y su
clebre genio. Platn se refiere continuamente al santuario, desde sus
primeros dilogos hasta su ltimo proyecto de ciudad utpica, en un sentido
tanto filosfico como poltico.
Como otros referentes de identidad panhelnica, tambin los poetas de todos
los griegos eran honrados en Delfos. La estatua de Homero, con una inscripcin
referente a su enigmtica patria y a su muerte legendaria, estaba tambin
presente en el templo de Apolo y no lejos del hogar del templo cuenta
Pausanias haba una silla dedicada a Pndaro. A estos elementos se suman
otros como la tumba de Dioniso, que se supone estaba en el interior del templo
de Apolo. Dioniso, segn el mito, ostentaba el patrocinio del santuario durante
los meses del invierno, cuando Apolo estaba ausente y el orculo no
funcionaba. Es una prueba del vnculo entre ambas divinidades del xtasis
potico, proftico y religioso. Otro ejemplo es la serie de historias acerca del
trpode de Delfos, ubicuo en los mitos fundacionales de diversos orculos y
santuarios. En Delfos, finalmente, se celebraban los Juegos Pticos que, como
los de Olimpia, reunan a los pueblos griegos en competiciones no slo
deportivas, sino tambin literarias y artsticas.
En fin, durante al menos un milenio, el santuario represent la identidad
helnica como ningn otro lugar de la antigua Grecia: la filosofa, la poltica, la
poesa. El enigma siempre les gust a los griegos como mgica intuicin del
misterio del mundo, presentimiento vivo de lo divino, revelacin de lo porvenir.
Puede que la poesa griega sea la expresin ms sublime de la sabidura
dlfica. Asi dice Pndaro en honor del dios cuyo orculo est en Delfos:
"El trmino destinado a todas las cosas
lo conoces T y todos sus caminos:
cuntas hojas de la tierra en primavera
brotan y cunta
arena, en la mar y los ros,
al batir de las olas y el viento se amontona. Lo por venir,
y de dnde ha de llegar, bien lo sabes T ver."
Pndaro, Ptica IX 43 ss.