Hipócrates de Cos
Hipócrates de Cos
Hipócrates de Cos
CONTENIDO
1. Biografía
2. Teoría hipocrática :
2.1Conceptos generales
2.1.2 Crisis
2.2 Profesionalismo
2.3 Dietética
5. Legado
5.1 Imagen
5.2 Nombres
6. Leyendas
6.1 Genealogía
7. Véase también
8. Notas
9. Referencias
10. Bibliografía
Hipócrates de Cos (en griego: Ἱπποκράτης, Cos, c. 460 a. C. - Tesalia c. 370 a. C.) fue
un médico de la Antigua Grecia que ejerció durante el llamado siglo de Pericles. Es
considerado una de las figuras más destacadas de la historia de la medicina y muchos
autores se refieren a él como el «padre de la medicina» 1 2 3 en reconocimiento a sus
importantes y duraderas contribuciones a esta ciencia como fundador de la escuela que
lleva su nombre. Esta escuela intelectual revolucionó la medicina de la Antigua Grecia,
estableciéndola como una disciplina separada de otros campos con los cuales se la había
asociado tradicionalmente (notablemente la teúrgia y la filosofía), convirtiendo el
ejercicio de la medicina en una auténtica profesión.4 5
Sin embargo, suelen entremezclarse los descubrimientos médicos de los escritores del
Corpus hippocraticum, los practicantes de la medicina hipocrática y las acciones del
mismo Hipócrates, por lo que se sabe muy poco sobre lo que el propio Hipócrates
pensó, escribió e hizo realmente. A pesar de esta indefinición, Hipócrates es
representado a menudo como paradigma del médico antiguo. En concreto, se le atribuye
un gran progreso en el estudio sistemático de la medicina clínica, reuniendo el
conocimiento médico de escuelas anteriores y prescribiendo prácticas médicas de gran
importancia histórica, como el juramento hipocrático y otras obras.4 6
No hay que confundirlo con Hipócrates de Quíos, matemático griego del siglo V a. C.,7
que nació en la isla de Quíos, no muy lejos de la de Cos, cuyo hito más importante fue
la cuadratura de la lúnula.8
11.
El Asclepeion de Cos.
La mayor parte de los historiadores acepta que Hipócrates nació alrededor del año 460
a. C. en la isla griega de Cos y que a lo largo de su vida se convirtió en un célebre
médico y profesor de medicina.9 Sin embargo, otros datos biográficos existentes sobre
él probablemente sean incorrectos o legendarios.10 Sorano de Éfeso, un ginecólogo
griego del siglo II,11 fue el primer biógrafo de Hipócrates y es la fuente de gran parte de
los datos sobre su persona. También se puede encontrar información sobre él en los
escritos de Aristóteles, (siglo IV a. C.), en la Suda (siglo X) y en las obras de Juan
Tzetzes (siglo XII).4 12
Teoría hipocrática
«Acerca de la enfermedad que llaman sagrada sucede lo siguiente. En nada me
parece que sea algo más divino ni más sagrado que las otras, sino que tiene su
naturaleza propia, como las demás enfermedades, y de ahí se origina. Pero su
fundamento y causa natural lo consideraron los hombres como una cosa divina
por su ignorancia y su asombro, ya que en nada se asemeja a las demás. Pero si
por su incapacidad de comprenderla le conservan ese carácter divino, por la
banalidad del método de curación con el que la tratan vienen a negarlo. Porque la
tratan por medio de purificaciones y conjuros.»
Hipócrates, Tratados Médicos: Sobre la Enfermedad Sagrada.18
Conceptos generales
Crisis
Dietética
Cada alimento era clasificado según sus cualidades, que se escalonan en cuatro grados
sobre dos ejes principales: caliente-frío y seco-húmedo (o, secundariamente, en ejes
dulce-amargo y crudo-cocido). Estas cualidades influyen en la manera en la que el
alimento se transforma dentro del cuerpo y en la calidad y consistencia de los humores
producidos por el organismo. Según la escuela hipocrática, el calor de la digestión
transforma los alimentos en linfa que, a su vez, se transforma en humores o actúa sobre
la calidad y el equilibrio de los humores presentes. Para conservar la buena salud a lo
largo del tiempo, hay que tener una dieta equilibrada. Por eso, los médicos que se
basaban en la tradición hipocrática recomendaban a sus pacientes consumir alimentos
que se correspondieran con el inverso de su temperamento, para corregir el
desequilibrio de los humores.47 Así pues, el vino tinto (caliente y seco) y la carne
(caliente y seca) eran recomendados para los ancianos, los flemáticos y los
melancólicos, de naturaleza fría. En cambio, el pescado fresco (frío y húmedo) y las
frutas o legumbres (frías y húmedas) creían que convenían más bien a los coléricos y
optimistas, así como a los jóvenes, de temperamento caliente.47
Según Hipócrates, la alimentación también tenía que variar según el clima y las
estaciones, que creía que influían en los humores. En invierno, un periodo en que
domina el frío y la humedad, sería preferible consumir carnes con salsa, cocinadas con
especias calientes; en primavera, cuando domina el calor y la humedad, se aconsejaba
pasar poco a poco de los pucheros a los asados y empezar a comer más legumbres
verdes; en verano, cuando domina el calor, sería el momento de consumir carnes y
pescados a la plancha, más ligeros, y preferir alimentos fríos y húmedos como el melón,
la ciruela o la cereza; en otoño, un periodo en que empieza el frío, haría falta comer
alimentos apetitosos y ligeramente ácidos para expulsar la melancolía, así como reducir
el consumo de vino y frutas.47
Algunos síntomas y signos clínicos han sido llamados en honor de Hipócrates, porque
se cree que fue la primera persona en describirlos. La «cara hipocrática» es el cambio
que se produce en el rostro causado por la muerte, las enfermedades largas,
evacuaciones excesivas, hambre excesiva, y situaciones similares.51 La acropaquia, una
deformidad de los dedos y las uñas, también es conocida como «hipocratismo digital».85
La sucusión hipocrática es el sonido de salpicaduras internas del hidropneumotórax o
piopneumotórax.86 El «banco hipocrático», un aparato que utiliza la tensión para ayudar
a corregir la posición de los huesos87 y el vendaje en forma de capucha hipocrático88 son
dos diseños llamados en honor de Hipócrates.89 Se cree que Hipócrates también inventó
la bebida hipocrás.90 El risus sardonicus, un espasmo prolongado de los músculos
faciales, también recibe el nombre de «sonrisa hipocrática».91
Corpus hipocrático
Tratados hipocráticos
El corpus hipocrático (en latín, Corpus Hippocraticum) es una colección de unas setenta
obras médicas de la antigua Grecia escritas en griego jónico.63 No se ha aclarado
definitivamente si el autor del corpus fue el mismo Hipócrates,64 pues es probable que
los volúmenes fueran creados por sus estudiantes y discípulos.65 A causa de la variedad
de temas, estilos de escritura y fecha aparente de creación, los estudiosos creen que el
corpus hipocrático no podría haber sido escrito por una sola persona, sino por hasta
diecinueve autores diferentes.66 En la antigüedad, el Corpus era atribuido a Hipócrates y
sus enseñanzas seguían generalmente los principios del médico griego, de manera que el
Corpus acabó recibiendo su nombre. En realidad, podrían ser los restos de una
biblioteca de Cos o una colección compilada en el siglo III a. C. en Alejandría.16 41
Sus obras fueron traducidas al inglés, por primera vez de forma completa, por el médico
escocés Francis Adams como The Genuine Works of Hippocrates (Las obras genuinas
de Hipócrates) en 1849,69 revitalizando el interés médico e histórico en las obras de
Hipócrates.70 En español está traducido todo el corpus en varios volúmenes.
Juramento hipocrático
Pintura mural que representa a Galeno e Hipócrates. Siglo XII, Anagni (Italia).76
Legado
Está muy extendida la consideración de Hipócrates como «Padre de la Medicina». 65 Sus
contribuciones ciertamente revolucionaron la práctica médica pero después de su muerte
el progreso se estancó.77 Tan reverenciado era Hipócrates que sus enseñanzas fueron
consideradas demasiado grandiosas para ser mejoradas y durante largo tiempo no se
produjo ningún avance significativo en sus métodos.16 31 Los siglos posteriores a la
muerte de Hipócrates estuvieron marcados en la misma medida por progresos y
retrocesos. Por ejemplo, después del periodo hipocrático, la práctica de hacer historias
clínicas de casos prácticamente desapareció, según Fielding Garrison.78
Según el testimonio de Aristóteles de Estagira, Hipócrates era conocido como «el gran
Hipócrates».83 En cuanto a su temperamento, Hipócrates fue representado inicialmente
como «un médico rural viejo, amable y digno», y más adelante como «un personaje
severo y adusto».16 Siempre se lo considera sabio, dotado de un gran intelecto, y
especialmente como una persona muy pragmática. Francis Adams lo describe como
«estrictamente, el médico de la experiencia y el sentido común».26
«Es, por encima de todo, el modelo de aquel estado mental flexible, crítico y bien preparado,
siempre en busca de fuentes de errores, que es la esencia misma del espíritu científico».81
«Su figura... se alza para siempre como la del médico ideal (...), inspirando a la profesión
médica desde su muerte».84
El «árbol de Hipócrates» en Cos, Grecia.
Leyendas
Otra leyenda explica cómo Hipócrates rehusó una petición formal de visitar la corte de
Artajerjes, Rey de Reyes de Persia.108 La validez de este relato es aceptada por fuentes
antiguas pero refutada por algunas modernas, de manera que es objeto de debate. 109 Otra
tradición dice que el filósofo Demócrito era considerado un loco porque se reía de todo,
así que fue enviado a Hipócrates para que lo curara. Hipócrates diagnosticó que
simplemente tenía una personalidad alegre. Desde entonces, Demócrito ha sido
conocido como «el filósofo de la risa».110
No todas las historias sobre Hipócrates lo presentan de manera positiva. En una leyenda
se dice que Hipócrates huyó después de prender fuego a un templo de curación en
Grecia.19 Sorano de Éfeso, la fuente de esta historia, indica que se trataba del templo de
Cnido. Sin embargo, siglos más tarde, el gramático griego bizantino Juan Tzetzes
escribió que Hipócrates prendió fuego a su propio templo, el Templo de Cos,
especulando que lo hizo para mantener el monopolio del conocimiento médico. Este
relato no concuerda con las afirmaciones tradicionales acerca de la personalidad de
Hipócrates. Otras leyendas relatan la resurrección del sobrino de Augusto, conseguida
supuestamente gracias a la erección de una estatua de Hipócrates y la creación de una
cátedra en su honor en Roma.14 105 107 111 Se creía que incluso la miel de una colmena
situada en su tumba tenía poderes curativos.16 31
Genealogía
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Company, New York
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