Hipócrates de Cos

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Hipócrates de Cos

CONTENIDO

1. Biografía
2. Teoría hipocrática :

2.1Conceptos generales

2.1.1 Los cuatro humores

2.1.2 Crisis

2.2 Profesionalismo

2.3 Dietética

3. Contribuciones directas a la medicina


4. Corpus hipocrático

4.1 Juramento hipocrático

5. Legado

5.1 Imagen

5.2 Nombres

6. Leyendas

6.1 Genealogía

7. Véase también
8. Notas
9. Referencias
10. Bibliografía
Hipócrates de Cos (en griego: Ἱπποκράτης, Cos, c. 460 a. C. - Tesalia c. 370 a. C.) fue
un médico de la Antigua Grecia que ejerció durante el llamado siglo de Pericles. Es
considerado una de las figuras más destacadas de la historia de la medicina y muchos
autores se refieren a él como el «padre de la medicina» 1 2 3 en reconocimiento a sus
importantes y duraderas contribuciones a esta ciencia como fundador de la escuela que
lleva su nombre. Esta escuela intelectual revolucionó la medicina de la Antigua Grecia,
estableciéndola como una disciplina separada de otros campos con los cuales se la había
asociado tradicionalmente (notablemente la teúrgia y la filosofía), convirtiendo el
ejercicio de la medicina en una auténtica profesión.4 5

Sin embargo, suelen entremezclarse los descubrimientos médicos de los escritores del
Corpus hippocraticum, los practicantes de la medicina hipocrática y las acciones del
mismo Hipócrates, por lo que se sabe muy poco sobre lo que el propio Hipócrates
pensó, escribió e hizo realmente. A pesar de esta indefinición, Hipócrates es
representado a menudo como paradigma del médico antiguo. En concreto, se le atribuye
un gran progreso en el estudio sistemático de la medicina clínica, reuniendo el
conocimiento médico de escuelas anteriores y prescribiendo prácticas médicas de gran
importancia histórica, como el juramento hipocrático y otras obras.4 6

No hay que confundirlo con Hipócrates de Quíos, matemático griego del siglo V a. C.,7
que nació en la isla de Quíos, no muy lejos de la de Cos, cuyo hito más importante fue
la cuadratura de la lúnula.8

11.

El Asclepeion de Cos.

La mayor parte de los historiadores acepta que Hipócrates nació alrededor del año 460
a. C. en la isla griega de Cos y que a lo largo de su vida se convirtió en un célebre
médico y profesor de medicina.9 Sin embargo, otros datos biográficos existentes sobre
él probablemente sean incorrectos o legendarios.10 Sorano de Éfeso, un ginecólogo
griego del siglo II,11 fue el primer biógrafo de Hipócrates y es la fuente de gran parte de
los datos sobre su persona. También se puede encontrar información sobre él en los
escritos de Aristóteles, (siglo IV a. C.), en la Suda (siglo X) y en las obras de Juan
Tzetzes (siglo XII).4 12

Sorano afirma que el padre de Hipócrates se llamaba Heráclides y era médico. Su


madre, por su parte, se llamaba Praxítela, hija de Tizane. Hipócrates tuvo dos hijos,
Tésalo y Draco, y al menos una hija, puesto que tanto sus hijos varones como su yerno,
Polibo, fueron alumnos suyos. Según Galeno, un médico romano, Polibo fue el
auténtico sucesor de Hipócrates, mientras que Tésalo y Draco tuvieron cada uno un hijo
a los que llamaron Hipócrates.13 14

El mismo biógrafo relata que Hipócrates aprendió medicina de su padre y su abuelo,


además de estudiar filosofía y otras materias con Demócrito y Gorgias.15 Probablemente
continuara su formación en el Asclepeion de Cos y fuera discípulo del médico tracio
Heródico de Selimbria.9

La única mención contemporánea que se conserva de Hipócrates proviene del diálogo


de Platón Protágoras, en el que el filósofo lo describe como «Hipócrates de Cos, el de
los Asclepíadas».16 17

Hipócrates enseñó y practicó la medicina durante toda su vida, viajando al menos a


Tesalia, Tracia y el mar de Mármara.14 Probablemente muriera en Lárisa a la edad de 83
o 90 años, aunque según algunas fuentes superó largamente los 100 años. Se conservan
diferentes relatos sobre su muerte.14

Teoría hipocrática
«Acerca de la enfermedad que llaman sagrada sucede lo siguiente. En nada me
parece que sea algo más divino ni más sagrado que las otras, sino que tiene su
naturaleza propia, como las demás enfermedades, y de ahí se origina. Pero su
fundamento y causa natural lo consideraron los hombres como una cosa divina
por su ignorancia y su asombro, ya que en nada se asemeja a las demás. Pero si
por su incapacidad de comprenderla le conservan ese carácter divino, por la
banalidad del método de curación con el que la tratan vienen a negarlo. Porque la
tratan por medio de purificaciones y conjuros.»
Hipócrates, Tratados Médicos: Sobre la Enfermedad Sagrada.18

Hipócrates es considerado el primer médico que rechazó las supersticiones, leyendas y


creencias populares que señalaban como causantes de las enfermedades a las fuerzas
sobrenaturales o divinas.19 Los discípulos de Pitágoras lo consideraban el hombre que
unió la filosofía y la medicina.20 Separó la disciplina de la medicina de la religión,
creyendo y argumentando que la enfermedad no era un castigo infligido por los dioses,
sino la consecuencia de factores ambientales, la dieta y los hábitos de vida. De hecho,
no hay ni una sola mención a una presunta enfermedad mística en todo el Corpus
hipocrático.21 22 Pese a estos avances, Hipócrates trabajó con muchas convicciones
basadas en lo que hoy en día se sabe que era una anatomía y una fisiología incorrectas,
como por ejemplo la creencia en los cuatro humores.23 24 25

Las escuelas de medicina de la Grecia Clásica estaban divididas en dos tendencias


fundamentales respecto a cómo se tenían que tratar las enfermedades. Por una parte, la
escuela de Cnido se concentraba en el diagnóstico, mientras que la de Cos se centraba
en el cuidado del paciente y el pronóstico. En general, la medicina de la época de
Hipócrates desconocía muchos aspectos de la anatomía y la fisiología humanas, a causa
del tabú griego que prohibía la disección de cadáveres.19 Por lo tanto, las enseñanzas de
la escuela cnidia, que tenían una gran valía en el tratamiento de enfermedades comunes,
no eran capaces de determinar qué provocaba enfermedades con síntomas poco
conocidos.26 Por su parte, la escuela hipocrática o de Cos tuvo más éxito aplicando
diagnósticos generales y tratamientos pasivos y fue capaz de tratar enfermedades de
manera eficaz, lo que permitió un gran desarrollo en la práctica clínica.27 28

La medicina hipocrática y su filosofía se alejan bastante de la medicina actual, en la que


el médico busca un diagnóstico específico y un tratamiento especializado, tal como lo
promovía la escuela de Cnido. Este cambio en el pensamiento médico desde el tiempo
de Hipócrates ha provocado que el médico de Cos recibiera duras críticas a lo largo de
los últimos siglos, siendo la pasividad del tratamiento hipocrático el objeto de algunas
denuncias especialmente críticas; por ejemplo, el médico francés M. S. Houdart se
refirió al tratamiento hipocrático como «una meditación sobre la muerte».29

Conceptos generales

Dibujo de un «banco hipocrático» en un grabado del período Bizantino.

La medicina hipocrática es ahora considerada pasiva. El enfoque terapéutico se basaba


en el poder curativo de la naturaleza (vis medicatrix naturae en latín). Según esta
doctrina, el cuerpo contiene de forma natural el poder intrínseco de sanarse («physis») y
cuidarse.30 La terapia hipocrática se concentraba simplemente en facilitar este proceso
natural. Para hacerlo, Hipócrates creía que «el reposo y la inmovilidad [eran] de gran
importancia».31 En general, la medicina hipocrática era muy cuidadosa con el paciente:
el tratamiento era suave y destacaba la importancia de mantener al cliente limpio y
estéril. Por ejemplo, sólo se utilizaba agua limpia o vino para las heridas, aunque los
tratamientos «secos» eran preferibles. A veces se utilizaban linimentos balsámicos.32

Hipócrates era reacio a administrar drogas o emprender tratamientos especializados, por


lo que, tras el diagnóstico general, seguía una terapia generalizada.32 33 Sin embargo, en
determinadas ocasiones utilizaba drogas potentes.34 Este enfoque pasivo tuvo mucho
éxito a la hora de tratar trastornos relativamente simples, como los huesos rotos, que
requerían tracción para estirar el sistema esquelético y aliviar la presión en la zona
lesionada. Se utilizaban el «banco hipocrático» y otros ingenios similares con estos
fines.

Uno de los puntos fuertes de la medicina hipocrática es la importancia que daba al


pronóstico. En tiempo de Hipócrates, la terapia medicinal estaba poco desarrollada y a
menudo lo mejor que podía hacer el médico era evaluar una enfermedad y deducir el
curso más probable, basándose en las informaciones recogidas en historiales de casos
similares.25 35
Cinco cabezas grotescas, ilustración de los cuatro humores y temperamentos (colérico,
melancólico, sanguíneo y flemático), en torno a un perfil clásico (dibujo de Leonardo da
Vinci, hacia 1490).36
Los cuatro humores
Teoría de los cuatro humores

La escuela hipocrática sostenía que la enfermedad era el resultado de un desequilibrio


en el cuerpo de los cuatro humores, unos fluidos que en las personas sanas se
encontraban naturalmente en una proporción semejante («pepsos»).30 Cuando los cuatro
humores (sangre, bilis negra, bilis amarilla y flema) se desequilibraban («dyscrasia»,
mala mezcla), el individuo enfermaba y permanecía enfermo hasta que se recuperaba el
equilibrio. La terapia hipocrática se concentraba al restaurar este equilibrio. Por
ejemplo, se creía que tomar cítricos era beneficioso cuando había un exceso de flema.37

Crisis

Otro concepto importante en la medicina hipocrática es el de «crisis», un momento en el


curso de la enfermedad en que o bien la enfermedad se hacía paulatinamente más grave
y el paciente sucumbía y moría, o bien pasaba todo lo contrario y los procesos naturales
permitían la recuperación del paciente. Después de una crisis se podía producir una
recaída y después una nueva crisis decisiva. Según esta doctrina, las crisis tienden a
producirse en días críticos, que se suponía que eran un tiempo fijo después de contraer
la enfermedad. Si la crisis se producía lejos de un día crítico, se podía esperar una
recaída. Galeno creía que esta idea empezó con Hipócrates, aunque es posible que fuera
anterior.38
Profesionalismo

Una serie de útiles quirúrgicos de la antigua Grecia. A la izquierda hay un trépano y a la


derecha un conjunto de escalpelos. La medicina hipocrática hacía un buen uso de estas
herramientas.39

La medicina hipocrática destacaba por su estricto profesionalismo, caracterizado por


una disciplina y práctica rigurosas.40 La obra hipocrática Sobre el médico recomienda
que los médicos siempre fueran bien aseados, honestos, tranquilos, comprensivos y
serios. El médico hipocrático daba especial atención a todos los aspectos de su práctica:
debía seguir especificaciones detalladas para «la iluminación, el personal, los
instrumentos, el posicionamiento del paciente y las técnicas de vendaje y entablillado»
en el antiguo quirófano.41 Debía, incluso, mantener sus uñas con una longitud precisa.42

También se daba mucha importancia a las doctrinas clínicas de observación y


documentación. Estas doctrinas dictan que los médicos tienen que registrar sus
descubrimientos y métodos medicinales de manera muy clara y objetiva, a fin de que
estos registros se puedan transmitir y utilizarse por otros facultativos.14 Hipócrates
anotaba regularmente y de manera precisa muchos síntomas, incluyendo la complexión,
el pulso, la fiebre, el dolor, los movimientos y la excreción.35 Se afirma que medía el
pulso de los pacientes cuando examinaba por primera vez al enfermo para saber si
mentía.43 Hipócrates extendió las observaciones clínicas a la historia familiar y el
ambiente.44 Garrison apunta que «la medicina debe a Hipócrates el arte de la inspección
y la observación clínicas».25 Por este motivo, quizás resulta más correcto llamarlo el
«Padre de la medicina clínica».45

Dietética

Cualidades de los cuatro elementos de la antigüedad griega.


Hipócrates es considerado un precursor de la dietética, promoviendo el consumo de
legumbres y frutas, aunque sus enseñanzas al respecto se consideran obsoletas. Los
alimentos se clasificaban en función de su correspondencia con uno u otro de los cuatro
elementos: el agua, la tierra, el aire y el fuego, que corresponden a cuatro
temperamentos definidos por la teoría de los cuatro humores: flemático, melancólico,
sanguíneo y colérico, respectivamente.46

Cada alimento era clasificado según sus cualidades, que se escalonan en cuatro grados
sobre dos ejes principales: caliente-frío y seco-húmedo (o, secundariamente, en ejes
dulce-amargo y crudo-cocido). Estas cualidades influyen en la manera en la que el
alimento se transforma dentro del cuerpo y en la calidad y consistencia de los humores
producidos por el organismo. Según la escuela hipocrática, el calor de la digestión
transforma los alimentos en linfa que, a su vez, se transforma en humores o actúa sobre
la calidad y el equilibrio de los humores presentes. Para conservar la buena salud a lo
largo del tiempo, hay que tener una dieta equilibrada. Por eso, los médicos que se
basaban en la tradición hipocrática recomendaban a sus pacientes consumir alimentos
que se correspondieran con el inverso de su temperamento, para corregir el
desequilibrio de los humores.47 Así pues, el vino tinto (caliente y seco) y la carne
(caliente y seca) eran recomendados para los ancianos, los flemáticos y los
melancólicos, de naturaleza fría. En cambio, el pescado fresco (frío y húmedo) y las
frutas o legumbres (frías y húmedas) creían que convenían más bien a los coléricos y
optimistas, así como a los jóvenes, de temperamento caliente.47

Según Hipócrates, la alimentación también tenía que variar según el clima y las
estaciones, que creía que influían en los humores. En invierno, un periodo en que
domina el frío y la humedad, sería preferible consumir carnes con salsa, cocinadas con
especias calientes; en primavera, cuando domina el calor y la humedad, se aconsejaba
pasar poco a poco de los pucheros a los asados y empezar a comer más legumbres
verdes; en verano, cuando domina el calor, sería el momento de consumir carnes y
pescados a la plancha, más ligeros, y preferir alimentos fríos y húmedos como el melón,
la ciruela o la cereza; en otoño, un periodo en que empieza el frío, haría falta comer
alimentos apetitosos y ligeramente ácidos para expulsar la melancolía, así como reducir
el consumo de vino y frutas.47

Contribuciones directas a la medicina

Dedos con acropaquia en un paciente con síndrome de Eisenmenger. Descrita por


primera vez por Hipócrates, la acropaquia también es conocida con el nombre de «dedos
hipocráticos».48

Hipócrates y sus seguidores fueron los primeros en describir muchas enfermedades y


trastornos médicos. Se le atribuye la primera descripción de la acropaquia, un signo
clínico importante en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica,49 el cáncer de
pulmón y la cardiopatía cianótica.50 También fue el primer médico que describió la
«cara hipocrática»51 en su obra Prognosis (El libro de los pronósticos).52 Es célebre la
alusión de Shakespeare a esta descripción cuando escribe sobre la muerte de Falstaff en
el Acto II, Escena III de la obra Enrique V.nota 1 53

Hipócrates empezó a clasificar las enfermedades en agudas, crónicas, endémicas y


epidémicas, y a utilizar términos como «exacerbación», «recaída», «resolución»,
«crisis», «paroxismo», «pico» y «convalecencia», términos que todavía tienen un uso
destacado en la práctica médica.35 54 Otras de las grandes contribuciones de Hipócrates
son sus descripciones acerca de la sintomatología, el tratamiento quirúrgico y el
pronóstico del empiema torácico, una supuración del revestimiento de la cavidad
torácica. Sus enseñanzas todavía son relevantes para los estudiantes de neumología y
cirugía de hoy en día.55 Hipócrates fue el primer cirujano torácico de quien se tiene
constancia y sus descubrimientos todavía son válidos en su mayoría.55

La escuela hipocrática de medicina describió correctamente las enfermedades del recto


y su tratamiento, a pesar de la pobre teoría médica desarrollada hasta entonces. 56 Por
ejemplo, las hemorroides, que aunque se creía que eran provocadas por un exceso de
bilis y flema, eran tratadas por los médicos hipocráticos con técnicas relativamente
avanzadas.57 La cauterización y la escisión son descritas en el Corpus hipocrático, junto
con los otros métodos más recomendados en la actualidad:58 ligar las hemorroides con
una pequeña tira de caucho impidiendo la llegada del flujo de sangre y secarlas con una
plancha caliente. También se sugieren otros tratamientos, como la aplicación de
diversos ungüentos.59 60 Hoy en día, el tratamiento de las hemorroides «todavía incluye
la quemadura, el estrangulamiento y la escisión».56 Además, algunos de los conceptos
fundamentales de la proctoscopia descritos en el corpus todavía son útiles,56 57 como,
por ejemplo, el uso del espéculo rectal,57 considerada la referencia más antigua conocida
a la endoscopia.61 62

Algunos síntomas y signos clínicos han sido llamados en honor de Hipócrates, porque
se cree que fue la primera persona en describirlos. La «cara hipocrática» es el cambio
que se produce en el rostro causado por la muerte, las enfermedades largas,
evacuaciones excesivas, hambre excesiva, y situaciones similares.51 La acropaquia, una
deformidad de los dedos y las uñas, también es conocida como «hipocratismo digital».85
La sucusión hipocrática es el sonido de salpicaduras internas del hidropneumotórax o
piopneumotórax.86 El «banco hipocrático», un aparato que utiliza la tensión para ayudar
a corregir la posición de los huesos87 y el vendaje en forma de capucha hipocrático88 son
dos diseños llamados en honor de Hipócrates.89 Se cree que Hipócrates también inventó
la bebida hipocrás.90 El risus sardonicus, un espasmo prolongado de los músculos
faciales, también recibe el nombre de «sonrisa hipocrática».91
Corpus hipocrático

Juramento hipocrático en forma de cruz en un manuscrito bizantino del siglo XII.

Tratados hipocráticos

El corpus hipocrático (en latín, Corpus Hippocraticum) es una colección de unas setenta
obras médicas de la antigua Grecia escritas en griego jónico.63 No se ha aclarado
definitivamente si el autor del corpus fue el mismo Hipócrates,64 pues es probable que
los volúmenes fueran creados por sus estudiantes y discípulos.65 A causa de la variedad
de temas, estilos de escritura y fecha aparente de creación, los estudiosos creen que el
corpus hipocrático no podría haber sido escrito por una sola persona, sino por hasta
diecinueve autores diferentes.66 En la antigüedad, el Corpus era atribuido a Hipócrates y
sus enseñanzas seguían generalmente los principios del médico griego, de manera que el
Corpus acabó recibiendo su nombre. En realidad, podrían ser los restos de una
biblioteca de Cos o una colección compilada en el siglo III a. C. en Alejandría.16 41

El Corpus hipocrático contiene libros de texto, lecciones, investigaciones, notas y


ensayos filosóficos sobre diversos temas médicos, que no siguen ningún orden
concreto.64 67 Estas obras fueron escritas para públicos diferentes, tanto especialistas
como legos y a veces estaban redactadas desde puntos de vista opuestos, por lo que se
pueden observar contradicciones importantes entre diferentes obras del corpus.68 Entre
estos tratados destacan El juramento hipocrático, El libro de los pronósticos, Sobre el
régimen en las enfermedades agudas, Aforismos, Sobre los aires, las aguas y los
lugares, Instrumentos de reducción, Sobre la enfermedad sagrada, etcétera.34

Sus obras fueron traducidas al inglés, por primera vez de forma completa, por el médico
escocés Francis Adams como The Genuine Works of Hippocrates (Las obras genuinas
de Hipócrates) en 1849,69 revitalizando el interés médico e histórico en las obras de
Hipócrates.70 En español está traducido todo el corpus en varios volúmenes.

Juramento hipocrático

El juramento hipocrático, un documento fundamental para la ética y deontología de la


práctica médica,71 fue atribuido a Hipócrates en la antigüedad, aunque investigaciones
más modernas indican que podría haber sido escrito después de su muerte. 72 Es
probablemente el documento más célebre del Corpus hipocrático. Recientemente se ha
puesto en duda la autenticidad del autor del documento, que para algunos investigadores
proviene de una presunta escuela pitagórica de medicina, de la que no se tiene más
noticias.73 Aunque hoy en día el juramento sólo se utiliza raramente en su forma
original, sirve de base para otros juramentos y leyes similares que definen las buenas
prácticas y morales médicas.74 Los licenciados que están a punto de empezar la práctica
médica tradicionalmente pronuncian este juramento.16 75

Pintura mural que representa a Galeno e Hipócrates. Siglo XII, Anagni (Italia).76

Legado
Está muy extendida la consideración de Hipócrates como «Padre de la Medicina». 65 Sus
contribuciones ciertamente revolucionaron la práctica médica pero después de su muerte
el progreso se estancó.77 Tan reverenciado era Hipócrates que sus enseñanzas fueron
consideradas demasiado grandiosas para ser mejoradas y durante largo tiempo no se
produjo ningún avance significativo en sus métodos.16 31 Los siglos posteriores a la
muerte de Hipócrates estuvieron marcados en la misma medida por progresos y
retrocesos. Por ejemplo, después del periodo hipocrático, la práctica de hacer historias
clínicas de casos prácticamente desapareció, según Fielding Garrison.78

«Ὁ βίος βραχὺς, ἡ δὲ τέχνη μακρὴ, ὁ δὲ καιρὸς ὀξὺς, ἡ δὲ πεῖρα σφαλερὴ, ἡ δὲ


κρίσις χαλεπή».
«La vida es breve; el arte, largo; la ocasión, fugaz; la experiencia, engañosa; el
juicio, difícil.»
Hipócrates, Aforismos, I, 1

Después de Hipócrates, el siguiente médico de relevancia fue Galeno, un griego


romanizado que vivió entre los años 129 y 200 d.C.. Galeno perpetuó la medicina
hipocrática, desarrollándola en varias direcciones.79 En la Edad Media, los árabes
adoptaron los métodos de Hipócrates y contribuyeron de manera fundamental a la
conservación de sus enseñanzas.80 Después del Renacimiento, los métodos hipocráticos
ganaron fama de nuevo en Europa y fueron profusamente utilizados y ampliados hasta
el siglo XIX. Entre los que utilizaron las rigurosas técnicas clínicas de Hipócrates
destacan Sydenham, Heberden, Charcot y Osler. Henri Huchard, un médico francés,
afirmó que la recuperación de Hipócrates «conforma la historia entera de la medicina
interna».81
El primero de sus Aforismos, reseñado frecuentemente en latín como Ars longa vita
brevis, ha sido profusamente reproducido.82

Imagen convencional de Hipócrates en un busto «retrato» romano


(grabado del siglo XIX).

Según el testimonio de Aristóteles de Estagira, Hipócrates era conocido como «el gran
Hipócrates».83 En cuanto a su temperamento, Hipócrates fue representado inicialmente
como «un médico rural viejo, amable y digno», y más adelante como «un personaje
severo y adusto».16 Siempre se lo considera sabio, dotado de un gran intelecto, y
especialmente como una persona muy pragmática. Francis Adams lo describe como
«estrictamente, el médico de la experiencia y el sentido común».26

Estatua de Hipócrates, Parnassus Avenue, delante del Robert H. Crede Ambulatory


Care Center, en San Francisco, California, Estados Unidos.

«Es, por encima de todo, el modelo de aquel estado mental flexible, crítico y bien preparado,
siempre en busca de fuentes de errores, que es la esencia misma del espíritu científico».81
«Su figura... se alza para siempre como la del médico ideal (...), inspirando a la profesión
médica desde su muerte».84
El «árbol de Hipócrates» en Cos, Grecia.

En 1970 se decidió llamar en su honor «Hippocrates»92 a un astroblema ubicado en el


lado oscuro de la Luna.93 En la isla griega de Cos, le está dedicado el Museo
Hipocrático,94 donde se conserva el árbol de Hipócrates, un ejemplar de Platanus bajo el
cual se cree que enseñaba Hipócrates a sus alumnos.95 96 El Hippocrates Project es un
programa del New York University Medical Center para mejorar la educación mediante
el uso de la tecnología.97 Project Hippocrates (acrónimo de "HIgh PerfOrmance
Computing for Robot-AssisTEd Surgery")nota 2 es un intento del Carnegie Mellon
School of Computer Science y del Shadyside Medical Center, para desarrollar
tecnologías adelantadas de planeamiento, simulación y ejecución para la próxima
generación de robots quirúrgicos asistidos por ordenador.98 Tanto el Canadian
Hippocratic Registry99 como el Hippocratic Registry International son organizaciones
de médicos que defienden los principios del Juramento Hipocrático original como
inviolables inclusive en la actualidad.100

Leyendas

Imagen de Hipócrates en el suelo del Asclepeion de Cos, con Asclepio en el medio.

La mayoría de relatos conocidos sobre la vida de Hipócrates no se ajustan a los datos


históricos, por lo que fueron probablemente inventados, o son muy similares a los que
existen sobre Avicena y Sócrates, lo que sugiere un origen legendario.101 Incluso durante
su vida, Hipócrates disfrutó de un gran renombre y surgieron relatos de curaciones
milagrosas a su alrededor.102 Por ejemplo, se dice que Hipócrates ayudó a curar a los
atenienses, durante la plaga de Atenas, encendiendo grandes fuegos a modo de
«desinfectantes» y aplicando otros tratamientos.103 Hay una historia que dice que
Hipócrates curó al rey Pérdicas II de Macedonia del «mal de amores».104 Ninguno de
estos relatos está corroborado por los historiadores y por lo tanto es inverosímil que
hubieran ocurrido.105 106 107

Otra leyenda explica cómo Hipócrates rehusó una petición formal de visitar la corte de
Artajerjes, Rey de Reyes de Persia.108 La validez de este relato es aceptada por fuentes
antiguas pero refutada por algunas modernas, de manera que es objeto de debate. 109 Otra
tradición dice que el filósofo Demócrito era considerado un loco porque se reía de todo,
así que fue enviado a Hipócrates para que lo curara. Hipócrates diagnosticó que
simplemente tenía una personalidad alegre. Desde entonces, Demócrito ha sido
conocido como «el filósofo de la risa».110

No todas las historias sobre Hipócrates lo presentan de manera positiva. En una leyenda
se dice que Hipócrates huyó después de prender fuego a un templo de curación en
Grecia.19 Sorano de Éfeso, la fuente de esta historia, indica que se trataba del templo de
Cnido. Sin embargo, siglos más tarde, el gramático griego bizantino Juan Tzetzes
escribió que Hipócrates prendió fuego a su propio templo, el Templo de Cos,
especulando que lo hizo para mantener el monopolio del conocimiento médico. Este
relato no concuerda con las afirmaciones tradicionales acerca de la personalidad de
Hipócrates. Otras leyendas relatan la resurrección del sobrino de Augusto, conseguida
supuestamente gracias a la erección de una estatua de Hipócrates y la creación de una
cátedra en su honor en Roma.14 105 107 111 Se creía que incluso la miel de una colmena
situada en su tumba tenía poderes curativos.16 31

Genealogía

Las leyendas alrededor de Hipócrates abarcan incluso su genealogía, que le hace


descendiente por herencia paterna directamente del dios Asclepio y por vía materna de
Heracles.34 Según las Quilíadas de Juan Tzetzes,112 el ahnentafel de Hipócrates de Cos,
llamado el segundo, es:113

Estatua en Cos que representa a Hipócrates enseñando a sus discípulos.


Referencias
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Hippocrates and his teacher Democritus., U.S. National Library of Medicine
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