Martin Buber Caminos de Utopia PDF
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doctrinario" que "escamotea por medio de pequerios Pero que el sistema cooperativo necesitaba, para libe-
trucos o grandes sentimentalismos la lucha de clases rar a las masas, "desarrollarse en escala nacional y, en
con todas sus necesidades", y luego (en El 18 de consecuencia, con el apoyo nacional", o sea precisa-
Brumario, de 1852) se reprocha al proletariado fran- mente aquello que haban esperado y anhelado Louis
cs que se haya lanzado en parte a "experimentos Blanc y Lassalle. Mas la gran propiedad y el capital
doctrinarios, bancos de trueque y asociaciones obre- no lo concedern voluntariamente. "De ah" que
ras", "o sea, a un movimiento que renuncia a sub- ahora "el gran deber de la clase trabajadora" sea con-
vertir el antiguo mundo con sus propios y poderosos quistar el poder poltico. Los trabajadores deben
medios totales, antes bien, que trata de lograr su conquistar el poder poltico en los Parlamentos para
redencin a espaldas de la sociedad, de modo privado, allanar al movimiento cooperativo los obstculos que
dentro de sus limitadas condiciones de existencia, y se le presenten. Marx atribuye aqu una importancia
que tendr que fracasar necesariamente". central a la cooperacin y, en particular, a la coope-
La fe de Marx en la inminencia de la revolucin rativa de produccin. Es verdad que tambin en las
segua siendo a la sazn inconmovible; pero su con- resoluciones del Congreso de Ginebra de 1866, redac-
fianza en una prxima revolucin mundial, en toda la tadas por Marx, se insiste en que l movimiento co-
acepcin de la palabra, empezaba a tambalearse. En operativo "no est en condiciones de transformar por
1858 escribe a Engels: "La cuestin grave para nos- s solo la sociedad capitalista"; mas con ello se reco-
otros es: la revolucin es inminente en el Continente noce que s es el verdadero camino para llegar a esa
y asumir en seguida carcter socialista. No ser transformacin, con el requisito indispensable que la
necesariamente aplastada en este pequeo rincn [es clase trabajadora conquiste el poder poltico. Prcti-
decir, en el continente europeo] puesto que en un te- camente, Marx se aproxima aqu de modo notable a
ritorio mucho mayor sigue siendo todava ascendente la idea de la reestructuracin, sin aceptarla en prin-
el movimiento de la sociedad burguesa?" Las dudas cipio. A este respecto, merece mencionarse que ad-
parecen haberse intensificado en los arios siguientes. virti claramente el peligro de que las cooperativas se
Por otra parte, en esos arios lo impresion cada vez transformaran en simples sociedades annimas bur-
ms la importancia de la lucha poltica ajena a la re- guesas y tambin que recomend el remedio adecuado:
volucin. Pasados otros seis aos, eso se traduce, en- que todos los obreros que en ellas trabajen obtengan
tre otras cosas, en la Alocucin inaugural de la Aso- la misma participacin.
ciacin Internacional de Trabajadores. Tras de haber Pero menos de tres meses antes del Congreso de
ensalzado la ley de las diez horas corno "triunfo de un Ginebra, para el cual redact esta resolucin, Marx
- principio", califica al auge del movimiento cooperati- escribe a Engels sobre las tendencias de los franceses
vo "de triunfo mayor an de la economa poltica del manifestadas en un debate del Consejo General de la
trabajo sobre la economa poltica del capital"; dice Internacional: "Stirnerianismo* proudhonizado. Di-
que no cabe subestimar el valor de esos grandes expe- solverlo todo en pequeos groupes o communes, que
rimentos sociales, puesto que los obreros que crearon a su vez forman una asociacin, mas no un Esta-
sin ayuda alguka fbricas cooperativas, haban demos- do". Es innegable, aunque slo se alude a ello, que
trado con ese hecho que el trabajo asalariado "est * De Stirner, seudnimo de Kaspar Schmidt, filsofo anar-
destinado a desaparecer ante el trabajo asociado". quista. [T.]
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se expresa aqu la corriente centralista de la idea de
Marx. El federalismo de Proudhon que l ataca no lamento de distrito, y las Asambleas de distrito haban
pretende en modo alguno disolverlo todo en comu- de enviar a su vez diputados a la Delegacin nacional.
nas, sino conceder una autonoma relativamente En vez del poder centralista del Estado "con sus r-
amplia a las comunas existentes y agruparlas en federa- ganos ubicuos", legado de la monarqua absoluta,
ciones cuya unin constituira una forma de comuni- tena que aparecer una repblica ampliamente descen-
dad ms orgnica que el actual Estado. Frente a l, tralizada. "Las pocas pero importantes funciones que
Marx se declara firme partidario del Estado como tal. se dejaran an para un gobierno central, haban de
Pero luego, otros cinco aos despus, influye de encomendarse -a funcionarios comunales, es decir, ri-
nuevo en la concepcin de Marx un acontecimiento gurosamente responsables." Pero la descentralizacin
revolucionario ms fuerte que todos los anteriores y no significara una atomizacin, sino una reconstitu-
de otra direccin: la Comuna de Pars. En una de cin de la unidad nacional sobre una base orgnica,
sus obras ms importantes, la Alocucin (que l re- una reactivacin de , las energas sociales del pueblo
dact) del Consejo General de la Internacional sobre y, por consiguiente, de todo el organismo de la nacin.
la guerra civil en Francia, traz un cuadro de la es- "El rgimen comunal habra devuelto al cuerpo so-
tructura, actividad e intenciones de la Comuna. Se cial todas las fuerzas que hasta ahora consuma el
ha discutido la fidelidad histrica de ese cuadro, pero monstruo parasitario, el 'Estado', que se nutre de la
esto no importa al caso: el cuadro es una confesin, sociedad y entorpece su libre movimiento. Mediante
y de suma importancia para nuestro tema, de los cam- este solo hecho se habra puesto en marcha el renaci-
bios de posicin de Marx frente a la formacin de miento de Francia." Es notorio que Marx no se re-
una nueva sociedad. fiere aqu a determinadas formas histricas de Esta-
Lo que a los ojos de Marx distingua a la comuna do, sino al Estado en general. Por el hecho de que
de todas las empresas anteriores y en todos los aspec- el gobierno local autnomo se acepte como "algo
tos, su "verdadero secreto" es que era "esencialmen- natural", el poder del Estado "resulta superfluo".
te un gobierno de la clase obrera". Eso hay que en- Ninguno de los socialistas "utpicos" se expresa en
tenderlo al pie de la letra: Marx alude a un gobierno, trminos ms radicales sobre este punto que Marx.
no slo instituido por la clase obrera, sino tambin Pero la estructura poltica de la Comuna no es,
ejercido por,_ella. La Comuna es "el gobierno de los para Marx, ms que la antesala de lo genuino y deci-
productores por s mismos". La representacin ele- sivo, el preludio de la gran transformacin social que
gida por el pueblo de Pars por sufragio universal e hubiera acarreado por su disposicin y por sus pla-
ln egr. e or ee pe l as os a as inst uc- nes si no hubiese sido aniquilada. Marx ve en ella
ciones concretas *e sus ectores estitui es en cual- la "forma poltica, descubierta al fin, en la que puede
quier momento, aba e ser "no una cooperacin lograrse la liberacin econmica de los obreros". La
parlamentaria, sino trabajadora, ejecutiva y legisla- Comuna quera convertir "la propiedad individual
tiva a un tiempo". La misma organizacin se haba en realidad, al hacer de los medios de produccin,
previsto para todo municipio de Francia, incluso para del suelo y del capital simples instrumentos del trabajo
la aldea ms insignificante. Los municipios rurales libre y asociado", asociado precisamente en las co-
haban de administrar sus asuntos comunes en el Par- operativas de produccin. "Si la produccin coope-
rativa proclama Marx no quiere quedar vana
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apariencia y engao, si ha de eliminar el sistema ciedad"; pero en el informe del Consejo general no
capitalista, si ha de ordenar a todas las cooperativas se hace la menor alusin a que la Comuna de Pars
de acuerdo con un plan comn para hacerse cargo fracasara porque la incubacin no hubiera llegado
por s misma de su direccin, qu sera eso, seo- an a su trmino. Y los "elementos de la nueva so-
res, sino comunismo, el comunismo 'posible'?" O ciedad" cuya evolucin se haba iniciado en el seno
sea: el comunismo que, a pesar de la difundida con- de la antigua, eran en parte esencial precisamente
viccin de su "imposibilidad", demostrara ser po- aquellas cooperativas que se haban formado en Fran-
sible. Por lo tanto, Marx reconoce como comunismo cia bajo el influjo del socialismo "utpico" como el
autntico un federalismo de comunas y cooperativas, federalismo poltico de las comunas que describe Marx,
pues ste es precisamente el cuadro que l traza. formado bajo la influencia de Proudhon. Estas coope-
Ciertamente, tambin ahora rechaza todo "utopisnao". rativas eran lo que en el Manifiesto comunista se ca-
La clase obrera "no tiene por u im lentaaorple- lificaba de "pequeos experimentos, naturalmente des-
bilcito nin ". El rgimen co- tinados al fracaso"; pero si la cornmitne hubiese
mun = cooperativo que la clase obrera pretende triunfado y en el relato del Consejo general todo
edificar, hasta convertirlo en nueva repblica y en nue- indica que sin tales o cuales circunstancias habra
va sociedad, no ha sido,inventado de antemano: sur- podido triunfar, ellas hubieran sido entonces la sus-
gir de la realidad de la asociacin entre generaciones tancia celular de la sociedad nueva.
antiguas y nuevas, de la realidad creada paulatina- Desde ese punto de vista, o sea a base de la Pol-
mente en la comunidad nacional misma, y slo a base tica de la revolucin marxista, deben interpretarse
de ella se, podr erigir el nuevo edificio. "La clase manifestaciones como las siguientes de Engels (1873) :
obrera no tiene que realizar ideal alguno; slo tiene "Si los autonomistas se hubieran limitado a decir que
que poner en libertad los elementos de la nueva so- la organizacin social del futuro admitir a la auto-
ciedad que ya se haban desarrollado en el seno de ridad slo en los lmites que inevitablemente traza
la tambaleante sociedad , burguesa". Aqu volvemos la produccin, habra sido posible entenderse con
a encontrar aquel concepto de "evolucin" de 1847, ellos." Como si Proudhon no hubiese proclamado
pero esta vez, de modo totalmente inequvoco e inim- una y otra vez que era necesario trazar en todo mo-
pugnable, en el sentido de proceso prerrevolucionario, mento la lnea divisoria entre la descentralizacin
de un proceso cuya esencia es la formacin de peque- ya posible y la centralizacin an necesaria! En otra
as unidades humanas de convivencia y cooperacin, ocasin (1874), Engels (que en este punto se adhiere
capaces de federarse, la formacin de comunas y a la formulacin que hace Marx en el informe de la
cooperativas que la revolucin se limitara slo a comisin, nombrada por el Congreso de L Haya
liberar, unir y autorizar. Ciertamente, eso se com- de 1872, para investigar la actividad del bakuninismo)
padece muy bien con la famosa frmula, doce aos dice que todos los socialistas estn de acuerdo en que
ms antigua, contenida en la Crtica de la econo- el Estado, y con l la autoridad poltica, desaparecern
ma poltica, de que las nuevas condiciones de pro- a consecuencia de la revolucin social futura, pero
duccin superiores nunca reemplazan a las anteriores que los "antiautoritarios" exigen sin razn "que el
"antes de que sus condiciones materiales de existencia Estado poltico sea abolido de un golpe, antes an
no se hayan incubado en el seno de la antigua so- de que sean abolidas las condiciones sociales que lo
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ambivalente de Marx en la cuestin de la transforma-
produjeron". "Piden prosigue Engels que el pri- cin interna de la sociedad y sus requisitos como su
mer acto de la revolucin social sea la abolicin de correspondencia del ao 1881 con Vera Zasulitsch.
la autoridad." En realidad, ningn socialista anti- La publicacin de esos escritos por Ryazanov es
autoritario consciente exigi sino que la revolucin de particular valor, pues en ellos conocemos borrado-
empiece anulando la hipertrofia de autoridad, su ex- res de Marx, en parte muy detallados, para su carta
ceso, y que, en lo sucesivo, se atienda a reducirla en de respuesta. Los borradores comprenden en la pu-
la medida correspondiente a las condiciones dadas. blicacin m- de 900 lneas, con numerosas tacha-
Engels replica a la pretendida exigencia: "Vieron duras, correcciones y aadidos; la carta, unas 40.
ustedes jams una revolucin? Una revolucin, se- Vera Zasulitsch, "mujer de los grandes problemas
ores, es sin duda la cosa ms autoritaria que exista." y de los grandes momentos", como la denomina
Si eso significa que la lucha revolucionaria como tal Stepniak, escribe a Marx desde Ginebra para pre-
tiene que efectuarse bajo rdenes y con severa disci- guntarle, como autor del Capital, cuyo primer tomo
plina, est uno de acuerdo; pero si significa que en "goza de gran popularidad" en Rusia y que desempe-
la poca revolucionaria, de la cual no puede decirse a tambin especialmente un papel importante en las
cundo terminar, toda la poblacin tiene que estar discusiones sobre la reforma agraria y sobre la comu-
dominada ilimitadamente por una voluntad autorita- nidad aldeana rusa, cules cree que son las perspec-
ria en todos los dominios del pensamiento y de la tivas de la comunidad aldeana para el porvenir. Se
vida, no se colige cmo de esa fase pueda haber un trata dice ella de una "cuestin de vida o muer-
camino evolutivo hacia el socialismo. te" parael partido_socialista ruso, de la cual depende
Cuatro aos despus de la obra sobre la com- tambin el .,destino_personal de los socialistas revolu-
mune, en la carta en la que formul una severa crtica cionarios. En efecto, hay dos posibilidades: Que la
sobre el proyecto del Programa del Congreso de Uni- comunidad aldeana, a condicin solamente de que se
ficacin de Gotha, Marx reitera sus reservas contra la exima del exceso de contribuciones e impuestos y
las cooperativas, con la notoria tendencia poltica a asimismo de las acciones arbitrarias de la adminis-
poner en cuarentena uno de los puntos principales tracin, sea capaz de desarrollarse en sentido socia-
en el programa de los partidarios de Lassalle, para lista, es decir, de organizar progresivamente sobre
privar as de base la transaccin con ellos. Bien es base colectivista la produccin y distribucin de Me-
verdad que Marx se pronuncia aqu solamente con- nes. En este caso, el socialista revolucionario tiene
tra la "fundacin de sociedades cooperativas con el que "dedicar todas sus fuerzas a la liberacin de la
auxilio del Estado" y que admite an como finalidad comunidad rural y a su desarrollo". r O bien como
socialista la produccin cooperativa, pero expresiones sostienen varios que se consideran marxistas e invocan
como "cura milagrosa especfica", "movimiento sec- a Marx. ue la comunidad rural como "forma arcai-
tario" y hasta "obreros reaccionarios" son lo bastante ca" est con ena a a a ruina, or 1 el
claras con respecto al programa de Buchez. A pesar ismo ment leo. len i o as, los socialistas, que en
de todo, el prrafo que trataba de las asociaciones de ftbr .iarT-B7 calcular en cuntas dcadas pasara
produccin con crdito del Estado fue aprobado por el suelo ruso de manos del campesino a la burguesa
el Congreso. y en_cuntos siglos llegara_ quiz- el capitalismo en
Pero nada nos prmite ver tan a fondo la postura
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Rusia a un grado- de desarrollo parecido al de. Occi- gran refinamiento y precisin para buscar luego otra
dente europeo, tendran que limitarse a difundir el ms exacta an. Aunque slo constituyen una serie
socialismo entre los obreros de las ciudades, que au- de esbozos= fragmentarios, esos estudios me parecen
mentaran constantemente nutrindose de la masa de constituir el ensayo ms importante para abarcar sin-
los campesinos "que, a consecuencia de la disolucin tticamente el terna de la comunidad aldeana rusa. La
de las comunidades aldeanas, se veran lanzados al comunidad aldeana es un sector de la_ sociologa et-
pavimento de las grandes ciudades en busca de sala- nolgica que todava dista mucho de estar explicado
rios". Como se ve, se pretende nada menos que saber suficientemente, a causa de la escasez de materiales
si puede tenerse fe en una labor socialista en Rusia histricos, y dentro de l la comunidad rusa, cuyo
en las prximas generaciones. Tiene que seguir Ru- desarrollo se halla documentado con la mxima penu-
sia - el camino del Occidente europeo, donde el auge ria, constituye un captulo particularmente espinoso.
del, gran capitalismo disuelve necesariamente las for- Marx, de conformidad con la opinin cientfica do-
mas de comunidad "arcaicas", y no queda otro recurso minante en su poca, se inclinaba a asignarle un
que preparar para la poca todavas lejana de la in- origen muy antiguo. En la actualidad se la suele
dustrializacin un ncleo del proletariado urbano considerar ms bien posterior y producto de la pol-
consciente de su clase? Por el contrario, si para Ru- tica del fisco. Ciertamente que no se ha pronunciado
sia existe, otro camino gracias, a sus peculiares insti- todava 'la ltima palabra. Como indican importan-
tuciones agrarias, un camino que est como al margen tes trabajos de nuestros das, mi opinin es que Marx
de la dialctica rhistrica universal, un camino de no iba tan desencaminado como se sostiene a menudo
compenetr cien con es iritu socialista -de rdenes en la actualidad, y que el fisco no cre formas sociales
os de propieda co ectiva y _produccin cornil- nuevas, sino- que explot las ya existentes. Mas aqu
i onces, esarrollanclo internamente esos r-
arT7Ert-----d no nos corresponde tratar el planteamiento histrico
denes y luchando por proporcionarles mejores con- de la cuestin, sino estudiar las perspectivas socialis-
diciones exteriores, es posible crear una realidad social tas de la comunidad aldeana tal como las vea Marx.
orgnica que crezca a la. par de la revolucin para, Marx, suscribiendo una frase del etnlogo Morgan,
por. decirlo as, llegar a la madurez en ella, que se explica que la crisis actual. del ca italism o ac ar
limitara a liberarla y -dotarla de plena libertad . y con un retorno de la sociedad mo erna a una forma
pleno derecho para constituirse como espina dorsal ms elevada d-e un tipo arcaico de la propiedad colec-
de la nueva sociedad. En este ltimo caso, hay una tiva y e a pro uccron comuni aria;, es ecir, pasan i o
tarea constructiva-revolucionaria grande e inmediata a la forma comumsta.,De ah que la palabra "arcaico"
que quiz pueda conducir ya pronto a la realizacin rio debera asustar. En esta direccin, que es'de esperar
del socialismo. La decisin acerca de cul de ambas tome la evolucin, la comunidad aldeana rusa tiene
sea la verdad histrica se deja en manos de Marx. grandes perspectivas. Que ofrece prosigue Marx
Sus esfuerzos por dar la respuesta acertada son una gran ventaja frente a las comunidades arcaicas pro=
de admirable solidez y exactitud. Ya antes se: haba piamente dichas del mismo tipo : es la nica que en Eti-
ocupado de tan difcil asunto y ahora profundiza de ropa se ha conservado en una arlp- la esca .
nuevo y con particular intensidad en su problema. Ve- Por consiguiente[iiRiabe correr el destino de la pro-
mos una y otra vez cmo tacha una formulacin, de piedad >mancomunada de la Europa occidental, el de
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desaparecer a medida que se progrese socialmente. Por la federacin. Esta peculiaridad dice-- no es ca-
el contrario, puede desprenderse "paulatinamente de su racterstica de todas las agrupaciones .de este tipo,
caracterstica primitiva y desarrollarse directamente pero "en todas partes donde se encuentra permiti
en escala nacional como elemento de la produccin en las comunas un despotismo ms o menos central".
colectiva". Marx indica ue en El Capital restringi Slo en medio de un levantamiento general es posible
ex resamente . 1 e idente euro eo Ta ata idad His- quebrantar el aislamiento de la, comunidad aldeana
torica" de la acumulacin de capita , que expropia a rusa. u esta o actu es insostenible economicamente
propiedad fundada en el trabajo personal. Como el I -i' razones que Marx no indica) ; "para salvar las
TTo
suelo que se hallaba en poder de los campesinos rusos comunas rusas se necesita una revolucin rusa". Pero
no fue jams propiedad privada suya, esta lnea evo- tiene que venir a tiempo y tiene que "concentrar to-
lutiva no puede aplicrseles. Por el contrario, se ne- das las fuerzas para asegurar el libre auge de la comu-
cesitara sencillamente reemplazar la institucin de nidad aldeana". sta se desarrollar entonces "como
gobierno de la vo/ost, que une mayor nmero de al- elemento regenerador de la sociedad rusa y como ele-
deas, "por una asamblea de campesinos elegida por la mento de superioridad sobre los pases avasallados
comuna misma, para que como rgano econmico y por el rgimen capitalista".
administrativo sirva a sus intereses". Con facilidad En la breve cartita que Marx envi realmente a
se operara el paso del trabajo parcelario al plena- Vera Zasulitsch, la indicacin de los pasajes del Ca-
mente cooperativo, y al decirlo as, Marx insiste en pital que interesan al caso va seguida de una sola
que el campesino est especialmente familiarizado con frase. Dice as: "El anlisis dado en El Capital no
el trabajo contractual cooperativo del artel como fac- ofrece, -pues, razn alguna en favor ni en contra de
tor propicio. La necesidad 'econmica inevitable de la vitalidad de la comunidad aldeana, pero el estudio
semejante proceso resultara patente tan , pronto la co- especial que le he dedicado y cuyo material busqu en
munidad aldeana se colocara en condiciones normales, las fuentes originales me convenci de que esa comuna
emancipndose de sus gravmenes y aumentando la es el punto de, apoyo de la regeneracin social en Ru-
extensin de su propiedad, y .por< lo que afecta a las sia, pero para que pueda funcionar como tal, es pre-
condiciones materiales necesarias, la sociedad rusa, ciso eliminar ante todo las influencias nocivas que
que durante tanto` tiempo iivio a-co-tas del campe- de todas partes penetran en ella, y asegurarle luego
sino, debe hacerle los necesarios anticipos para que las condiciones normales de un desarrollo espontneo."
pueda dar semejarif pas Es notorio qu- aqu .se La base de la argumentacin est aqu enormemen-
piensa en una transformacin :que_ yitede opbrarse en te reducida, de suerte que el solo resultado apenas
las condiciones existentes. Pero, por otra parte, Marx puede comprenderse en su genuina significacin. Pero
seala expresamente una peculiaridad de la comuridi-cl este proceso haba demostrado ser inevitable al pare-
aldeana rusa ue -la hace im e atente e inca az de toda cer, puesto que en los borradores se enfrentan como
iniciativa istriea. s su aislamiento: es un "mi,- inconciliables de hecho, si no notoriamente, el pro y
.~1- -owrigl", y no :existe enlace alguno entre el contra. Marx afirmaba "tericamente" la posibili-
la _vida =de una comuna y la de todas, las dems. Di- dad de mi desarrollo prerrevolucionario de la comuna
.eho- en otras ,palabras: lo que pil eeha de- menos en la direccin deseada, pero prcticamente haca de-
Marx, Aun,din 1,,rnpleax e.9 tendenia._ a pender ._su `_`salvacin" de que sobreviniera a tiempo
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la revolucin. Es notorio que en este caso, como en puesta que, como de ordinario, es ms inequvoca y
los dems, lo determinante es el factor poltico: el ms enjundiosa que la de Marx, pero que tambin tie-
temor de que la labor constructiva reste vigor al m- ne menos en cuenta la profundidad del problema)
petu revolucionario. Y como a ese factor poltico no "Cuando la revolucin rusa sirva de seal para una
se enfrenta en Marx la importancia de una reestruc- revolucin de los obreros de Occidente, de suerte que
turacin de la sociedad, el pro y el contra tuvieron ambas se completen, la actual propiedad comunal- rusa
que reemplazarse en definitiva por una frase que dif- puede servir de punto de partida para un desarrollo
cilmente poda parecerle a Vera Zasulitsch la respuesta comunista." Parece que despus se volvi ms es-
a su cuestin decisiva. Ya en vida era Marx como cptico an, pero (como refiere Gustav Mayer) eludi
dice. Tonnies un orculo a quien a menudo se con- "inmiscuirse en las luchas entre los_socialistas rusos
sultaba en vano a causa de la ambigedad de sus res- que tenan ms confianza en los campesinos y aque-
puestas. En todo caso, Vera Zasulitsch, al preguntar llos que la tenan ms en a ormacion e un pro eta-
si el socialista revolucionario tena que dedicar todas riado indas/ijar
sus energas a la liberacin de la comuna y a su des- Frente a Eduard Bernstein, que con razn seal
arrollo, no pudo obtener una_ respuesta afirmativa de la semejanza entre el programa de la Comuna de Pa-
la carta de Marx, quien para ella era la mxima rs expuesto por Marx y el federalismo de Proudhon,
autoridad. No mucho despus (en el prlogo a la declar Lenin con la mayor energa que Marx era
traduccin rusa, publicada en 1884, del Desarrollo centralista y que en sus exposiciones en la Guerra civil
del socialismo desde la utopa a la ciencia), escribi en Francia `no se aparta ni un pice del centralismo".
Vera Zasulitsch algunas frases sobre la comunidad al.. Esa interpretacin es insostenible tal como est formu-
deana que sacan las consecuencias del orculo de lada. Cuando Marx dice que las pocas funciones "que
Marx: la paulatina disolucin de la propiedad comu- an quedasen para una centralizacin" debern con-
nal es inevitable, el futuro inmediato de Rusia perte- fiarse a funcionarios comunales, eso significa inequ-
nece al capitalismo, pero la revolucin socialista de vocamente: descentralizar en lo posible todas las fun-
Occidente acabar tambin con l en Oriente, "y en- ciones del Estado y transformar en administrativas
tonces los restos de las instituciones de la propiedad aquellas que deban seguir centralizadas, y eso no slo
comunal podrn prestar a Rusia un gran servicio". En despus de un desarrollo de duracin indefinida des-
el prlogo, que Engels puso a la traduccin rusa del pus de la revolucin, sino dentro de la accin revo-
Manifiesto comunista, hecha tambin por Vera Zasu- lucionaria misma, o sea realizar aquello que, segn
litsch, la cuestin notoriamente formulada bajo el la famosa crtica de Engels al Programa de Edita
influjo de Marx de si la comunidad aldeana rusa, "posea desde 1792 a 1798 todo departamento fran-
"que en todo caso era ya una forma muy descom- cs, todo municipio: autonoma completa". Sin em-
puesta de la primitiva propiedad comunal del suelo", bargo, Lenin no deja de tener razn: en el fondo, Marx
poda transformarse directamente en una forma supe fue siempre centralista. Las comunas fueron para l
rior, comunista, de propiedad del suelo o tena que unidades esencialmente polticas, rganos de lucha de
recorrer previamente el proceso de disolucin cono- la, revolucin. Lenin pregunta: Siel prOletariado "se
cido por el desarrollo histrico del Occidente, fue con- organizara tota men e en comunas y... uniera la ac-
testada por Engels en trminos algo diferentes. (res- tividad de esas comunas para dar en comn golpes
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contra el capital... no sera eso un centralismo efec- por absurdo que esto parezca a un inarxista incon-
tuado por el proletariado ?" Sin la menor duda, y en dicional-- abord ms de cerca el social, que nunca
ese aspecto, Lenin interpreta a Marx ms fielmente fue determinante para l.
que Bernstein. Pero eso reza exclusivamente para la Marx y Engels no tenan respuesta positiva para
accin revolucionaria como tal, la cual, en el sentido la pregunta relativa a los elementos de la reestructura-
en que Marx expone la comuna, no significa un "des- cin (que, en realidad, era una cuestin decisiva)
arrollo" distribuido entre generaciones, sino una ac- porque carecan de toda relacin interior con la idea
cin histrica coherente: la que abate al capitalismo de la'reestructuracin. Bien es verdad que Marx pudo a
y proporciona al proletariado la disposicin de los veces aludir a los "elementos de la nueva sociedad des-
medios de produccin. Pero en el programa francs arrollados ya en el seno de la tambaleante sociedad
de las comunas, cada comuna con su "gobierno aut- burguesa" y que la revolucin slo tena que "poner
nomo local" dista de ser un Simple engranaje del gran en libertad"; pero no era capaz de decidirse a cul-
aparato de la revolucin, o, dicindolo de_modo menos tivar, fomentar, esos elementos ni a asumir su defensa.
mecnico, no es slo un mero msculo dentro del es- El acto fideo de la revolucin sigui siendo lo nico
fuerzo revolucionario conjunto del cuerpo nacional, a oi q_resencialinente deba
sino que est destinada a sobrevivir a la <revolucin poltica primero la directa.,Aue,go la _parlamentaria
como unidad autnoma, dotada del mximo de auto- y sindical,la nica tarea esencial para _1=1 De esta
noma posible. Si durante la accin su voluntad espe- manera, el principio poltico
l't. paso a ser lo 1 supremo
cial se fundi espontneamente en el gran impulso del determinante 'y toda decisin sobre la actitud prctica
conjunto, recibir ahora su propia esfera de decisin con respecto a esos "elementos" existentes, los que es-
y accin, y eso de suerte que las funciones propia taban en vas de formacin o los que hubiera que
mente vitales se realicen "abajo" y las funciones admi- constituir de nuevo, se tomaba atendiendo exclusiva-
nistrativas generales "arriba". A cada comuna se da mente a la conveniencia poltica de cada momento.
ya sistemticamente dentro de la revolucin su propio Naturalmente, la ejecucin de las decisiones favorables
derecho y poder, pero stos slo se ponen realmen- a la reestructuracin era tibia, discrepante e ineficaz
te de manifiesto despus de haberse llevado a cabo hasta que en algn momento eran suprimidas de
la accin comn. Marx tom de la idea de las comu- nuevo por otras negativas.
nas estos elementos inseparables, pero sin confrontar- Un ejemplo caracterstico del modo puramente
los con su propio centralismo y sin decidir entre am poltico que empleaba la direccin espiritual del mo-
bos. El hecho de que no se percatara por lo visto de vimiento al tratar las estructuras sociales ms impor
la profunda problemtica que aqu se pone de mani- tantes para la reforma de la sociedad, lo ofrece =la
fiesto, estriba en la hegemona del punto de vista po- actitud de Engels frente a las cooperativas. En 1869
ltico, hegemona que exista para l en todos los casos haba declarado (en la nota preliminar a la reimpre-
en que se trataba de la revolucin, su preparacin y sin de La guerra de- los campesinos alemanes, a car-
su obra. De los tres modos de pensamiento en n' go de Wilhelm Liebknecht) que "los asalariados del
e cc
de la vida plWi :sranotni co, el social el o o, campo slo pueden redimirse de su miseria a condi-
Marx omino e mero con meto ica maestra, se cin de que su principal objeto de trabajo: la tierra
entregaba_. al, -tercero con pasin, y slo xaras veces misma, se transforme en propiedad societaria y sea
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cultivada por las cooperativas de obreros del campo sidera el ms preparado marxisticamente: la social-
para su cuenta comn". Parece que de ese postulado democracia alemana. En el Programa de Unificacin
fundamental saca una consecuencia prctica cuando, de Gotha de 1875 (contra cuyo proyecto haba for-
en 1885, escribe a Liebknecht que la minora social- mulado Marx aquellas objeciones) se peda que se
democrtica del Parlamento alemn tiene que decir al crearan cooperativas de produccin para la industria
Gobierno: "Dadnos garantas de que los dominios fis- y la agricultura con tal extensin que de ellas surgiera
cales de Prusia sern arrendados, no a grandes arren- la organizacin socialista de todo el trabajo; eso era
datarios o a campesinos incapaces de subsistir sin una clara aceptacin de la reestructuracin que se
trabajo asalariado, sino a cooperativas de obreros, que consideraba indispensable para llegar a la unin con
los trabajos pblicos sern contratados a cooperativas los partidarios de Lassalle. En el Programa de Erfurt
de trabajo y no a capitalistas, y nosotros haremos lo de 1891 ya no se deca ni palabra de esto, lo cul no
restante. Si no, no." Todo esto aade Engels---- se explica nicamente por los fracasos de las coope-
son, cosas que pueden organizarse de un da para rativas obreras y de produccin fundadas entre tanto,
otro y ponerse en marcha en un ao, y a las cuales sino precisamente por la falta de normas fundamen-
slo se oponen la burguesa y el gobierno. Eso pro- tales, y en la Asamblea del Partido en Berln en 1892
duce la impresin de genuinas exigencias por las cua- se acord que el. Partido "slo puede aprobar la fun-
les se pretende luchar. Pero, en 1886, Engels pide a dacin de cooperativas en aquellos casos en que tengan
l3ebel que la fraccin socialista- proponga medidas en- por finalidad facilitar las condiciones de existencia
derezadas a derribar la produccin capitalista, como de compaeros vctimas de sanciones en la lucha pol-
precisamente aqullas, que prcticamente son imposi- tica o sindical o cuando sirvan para fomentar la agi-
bles para aquel Gobierno como para cualquier gobier- tacin"; en los dems casos "los afiliados al partido"
no burgus. Aqu se pone al descubierto el carcter deban "oponerse a la fundacin de cooperativas".
tctico-propagandstico de esas reclamaciones: el prin- Eso es de una claridad reconfortante. Pero en la re-
cipio cooperativo es slo un pretexto, no se ve en l solucin de la Asamblea del Partido en Hannver en
aquello a que hay que aspirar y por lo que hay que 1899, se dice que el Partido adopta una actitud de
luchar. La utilizacin tctica no estara tan mal si lo neutralidad frente a la fundacin de cooperativas de
fundamental se expresara con suficiente nfasis y economa, que considera la fundacin de esas coopera-
claridad; pero no se, hace as, precisamente. No pue- tivas como medio apropiado para educar a la clase
do menos que considerar que la creencia de Lassalle obrera para la gestin autnoma de sus asuntos, pero
en la realizabilidad de las cooperativas con el auxilio no les atribuye "una importancia decisiva para libe-
del Gobierno, por miope que fuera, es una;actitud ms rarse de las cadenas de la esclavitud asalariada". Y,
socialista. en 1910, en Magdeburgo, no slo se reconoci que las
Como ejemplos de cmo la falta de principios de cooperativas de consumo eran eficaz medio de ayuda
los jefes espirituales frente a los elementos de la re- en la lucha de clases, sino que se declar que la acti-
estructuracin se expres en la esterilidad del movi- vidad cooperativa en general era "un complemento efi-
miento con respecto a estos elementos, cito una serie caz con la lucha poltica y sindical para elevar la si-
caracterstica de resoluciones sobre las relaciones con tuacin de la clase obrera".
las cooperativas, adoptadas por el partido que se con- Esta lnea en zigzag en un sector objetiva y geo-
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grficamente limitado, aunque importante, puede con-
siderarse como smbolo del desarrollo trgicamente
desacertado del movimiento socialista. Con gran po- IX
der de atraccin y ordenacin reuni al proletariado LENIN Y LA RENOVACIN DE LA SOCIEDAD
a su alrededor, actu con grandes fuerzas combativas,
atacando y defendiendo, en el sector poltico y en el As como el principio de una renovacin de la socie-
econmico; pero aquello que en definitiva constitua la dad desde su interior, mediante la renovacin de su,
causa esencial de su llamado, organizacin y lucha: tejido celular, no encontr en la doctrina de Marx un
la formacin de la nueva estructura social, no pas a sitio fijo que resultara de la idea misma, as tampoco
ser verdadero objeto de su conciencia ni genuina fi- lo encontr en el gran intento de nuestra poca de
nalidad de su actuacin. Lo que Marx ensalzaba de la realizar esta doctrina, esfuerzo admirable y profunda-
Comuna de Pars no lo quiso ni lo hizo el movimiento mente problemtico de la voluntad humana. Tanto
marxista. No busc formas precursoras ya existentes en ese ensayo como en aquella doctrina, este hecho
de la nueva sociedad; no se esforz seriamente para negativo se justifica para la poca prerrevolucionaria,
fomentar,' influir, dirigir, coordinar, federar los en- segn vimos, diciendo que bajo el dominio del capi-
sayos que se haban hecho o estaban en vas de forma- talismo no poda operarse ninguna regeneracin, ni
cin, ni llev a cabo un trabajo consecuente de dar siquiera fragmentaria; en cambio, para la poca pos-
vida a clulas y ms clulas y a federaciones y ms terior a la revolucin, tanto aquella doctrina como ese
federaciones de clulas de comunidad viviente. A intento explican que es utpico querer esbozar la forma
pesar de su gran fuerza no se aplic a dar forma a la que adoptar la sociedad. "La, utopa escribe En-
nueva existencia social del hombre que se pretenda gels (1872) surge cuando uno se atreve, 'a base de
liberar por la revolucin. la situacin existente', a trazar de antemano la forma
en que puede resolverse tal o cual antagonismo de la
sociedad existente." "En Marx dice Lenin no se
encuentra ni huella de utopismo en el sentido de que
invente la 'nueva sociedad, de que la componga en la
imaginacin." Mas aun cuando sean intiles esos cua-
dros de la fantasa, es de importancia fundamental
que la idea a que uno se adhiere ordene la direc-
cin que tomar la accin. La idea socialista seala la
necesidad, aun en Marx, aun en Lenin, de una estruc-
tura orgnica de la nueva sociedad a base de pequeas
sociedades, ntimamente unidas por una vida y un
trabajo comunes, y de sus federaciones. Mas ni Marx
ni Lenin deducen de esto una norma clara y unitaria
para la actuacin. En ambos, el elemento centralista
de la poltica revolucionaria desplaza al elemento des-
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centralizador de la nueva construccin. La norma de con la afirmacin de que la revolucin no ha termina-
accin es para ambos la de que el xito de la revolu- do todava; al decirlo as, evidentemente, se prescinde
cin depende de una accin fuertemente centralizada, de que, para Marx, el socialismo abandona ya su en-
y, como hemos dicho, eso encierra un contenido de voltura poltica "cuando empieza su actividad orga-
verdad no desdeable; lo que falta es que en cada nizadora". Aqu encontramos de nuevo una proble-
momento se trace el lmite entre los requisitos de esta mtica encubierta nada menos que por la concepcin
accin y las obras posibles (que no redunden 'en de- materialista de la historia: para sta, la poltica es
trimento de ella) de formacin descentralizada de la simplemente evaluacin y expresin de la lucha de
sociedad, entre aquello que exige la realizacin de clases, y al suprimirse el Estado de clases se queda sin
la idea y aquello que la idea misma exige, entre las base el principio poltico. La lucha a muerte de la
pretensiones de la poltica de la revolucin y los de- nica doctrina y accin vigente contra cualquier otra
rechos de una vida socialista en ciernes. Por regla concepcin del socialismo no puede calificarse de no-
general, Marx y Lenin se deciden esencialmente a f a- poltica, pero tiene que presentar como espreo a todo
vor de la poltica, es decir, del centralismo; Marx, en otro socialismo, estigmatizndolo de residuo de ideo-
la teora y en sus directivas para el movimiento; Le- logas burguesas; mientras exista an otra concepcin
nin, en la prctica revolucionaria y en la reordenacin del socialismo, la revolucin no ha terminado an, y el
del Estado y la economa. Es verdad que eso puede principio poltico no podr ser reemplazado todava
atribuirse en buena parte a la situacin, a las dificul- por el social, a pesar de que haya empezado ya la ac-
tades con que tuvo que enfrentarse el movimiento so- tividad organizadora. El poder poltico "en sentido
cialista y a las dificultades especiales que tuvo que impropio" puede llegar a ser, en su pretensin cen-
vencer el rgimen sovitico; pero, ante todo, se mani- tralista, ms vasto, ms radical, ms totalitario de
fest ah una concepcin y una tendencia que encon- lo que jams fue el poder poltico "propiamente di-
tramos en Marx y Engels, y que heredaron Lenin y cho". Eso, como dijimos, no equivale a afirmar que
Stalin: la concepcin de un centro absoluto de la doc- Lenin fuera sencillamente centralista en cierto aspec-
trina y de la accin, del cual parten las nicas tesis to lo era menos que Marx y en eso estaba ms cerca
vlidas y las nicas rdenes decisivas, la concepcin de Engels que de ste; pero en su pensamiento y en su
de una dictadura de ese centro disfrazada de "dicta- voluntad dominaba, como en Marx y Engels, el motivo
dura del proletariado", o, dicho con otras palabras: de la poltica de la revolucin y reprima el motivo vi-
la tendencia a perpetuar la poltica centralista de la re- tal y social, el que reclamaba una vida comunal des-
volucin a costas de las necesidades descentralistas centralizada, de suerte que ste slo tuvo una preponde-
del socialismo en vas de formacin. A Lenin le re- rancia episdica. El resultado de todo eso fue que en el
sult ms fcil seguir esa tendencia gracias precisa- nuevo orden poltico no se incluy ninguna fuerza
mente a aquella situacin que indicaba notoriamente enderezada a disminuir paulatinamente el centralismo
que la revolucin no haba llegado an a su trmino. poltico y la acumulacin de poder. No se colige cmo
La contradiccin que existe entre'la demanda de Marx sin una fuerza que acte en este sentido pueda lle-
de que el principio poltico sea reemplazado por el garse gradualmente a la descentralizacin. Lenin de-
social, por una parte, y la subsistencia de hecho del clar en una ocasin (1918) : "No sabemos qu forma
dominio del principio poltico, por otra, se encubre adoptar el socialismo. Cundo comenz ya a ex-
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tinguirse cualquier Estado?" En efecto, en la historia Museo esa maquinaria <es "la sociedad, que organiza
no hay un solo ejemplo, por modestas que sean sus de nuevo la produccin sobre la base de la asociacin
proporciones, que quepa invocar a este respecto. Para libre e igual de los productores", obra que, natural-
lograrlo por vez primera en la historia universal, ha- mente, slo se inicia por el acto nico de la nacionali-
bra sido necesario poner en juego una formidable zacin. Eso corresponde a la frmula del Manifiesto
energa descentralizadora, apoyada en la idea y en la comunista del "curso de la evolucin", frmula a la
vida. No sucedi as. Que en estas condiciones se cual vuelve Engels en este caso, con la sola particula-
operara una autorrenuncia del poder acumulado, una ridad de que all se presenta ya la concentracin de la
disminucin del centralismo por s mismo, se ha cali- produccin "en manos de los individuos asociados"
ficado (por parte del socialismo) de creencia en mi- como resultado de un desarrollo que tendra como
lagros, y no sin razn. consecuencia que el poder pblico perdiera su carc-
La doctrina de la "extincin" del Estado despus ter poltico. En 1891, Engels retrocede ms an, tanto
de la revolucin social fue elaborada por Engels a que ya no es necesario ni posible otro retroceso: el
base de alusiones de Marx, las ms veces muy parcas. proletariado vencedor en la lucha de clases segn
No deja de ser de utilidad que reunamos por orden dice no podr menos que "extirpar lo antes posi-
cronolgico sus principales manifestaciones sobre el ble" "los peores lados" del. Estado, "hasta que una
objeto. En 1874 declar que el Estado desaparecer generacin, educada en un ambiente social nuevo, li-
"a causa de la revolucin social futura" porque las bre, est en condiciones de anularlo por completo".
funciones pblicas ya no sern polticas, sino simple- As lo dice Engels en su prembulo a la nueva edicin
mente administrativas, y en 1877 concreta, que el pro-
letariado, al transformar en propiedad del Estado los de la obra de Marx La guerra civil en Francia, en la
cual Marx haba escrito haca veinte aos que la clase
medios de produccin, suprimir el Estado como tal, y obrera tena que "pasar por largas luchas, por toda
que precisamente esa toma de posesin de los medios una serie de procesos histricos, a travs de los cuales
de produccin ser "al propio tiempo su ltimo acto se transformarn totalmente lo mismo los hombres que
autnomo como Estado", y que luego se "aletargar" las circunstancias". En su prembulo, Engels traslada
o "extinguir por s mismo". En 1882 sigue la inter- esa concepcin a la poca post-revolucionaria. Pero
pretacin escatolgica de se "al propio tiempo": ocu- con ello se merma enormemente el peso de aqul "al
rrir "el salto de la humanidad desde el reino de la ne- propio tiempo", puesto que ahora ya no se considera
cesidad al reino de la libertad"; con esa afirmacin se que, al nacionalizar los medios de produccin, el pro-
ha dicho todo. Pero entonces se produce un extrao letariado suprimir el Estado como Estado, sino que
retroceso. Despus de la muerte de Marx ya no omos se limitar al principio a extirpar los peores lados del
de labios de Engels aquel "al propio tiempo". Cuan- Estado hasta que se haya formado esa "nueva genera-
do en 1884 proclama que toda la mquina del Estado cin". Y, sin embargo, precisamente en aquella obra
se colocar en el Museo de Antigedades, el momento haba dicho Marx de la organizacin comunal de los
de este importante proceso ya no lo sita en la hora parisienses que si la Comuna hubiese triunfado, ha-
en que se nacionalicen los medios de produccin, sino bran vuelto al cuerpo social todas las fuerzas que
para despus, y evidentemente se trata aqu de un hasta entonces haba devorado la monstruosidad para-
proceso ms largo, puesto que el poder que relega al sitaria, del "Estado", poniendo as el acento en la trans-
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formacin operada gracias a la comunalizacin, o sea, mera la Comuna de Pars. Pero la Comuna de Pars
en el "al >propio tiempo"; pues bien, Engels, en su era la realizacin de ideas de hombres, que se haban
prembulo, retrocedi mucho ms. Se puede achacar planteado esta cuestin muy concretamente. Lenin
la culpa a experiencias histricas; pero si Engels se ensalza en Marx "que se atenga estrictamente a la
dej influir tan profundamente por ellas, era precisa- base objetiva de la experiencia histrica". Pero la ex-
mente porque ni l ni Marx tenan una lnea concep- periencia histrica de la Comuna result posible pre-
tual uniforme y consecuente, enderezada a la reestruc- cisamente por el hecho de que en los espritus de
turacin de la sociedad, ni una voluntad firme y cons- apasionados revolucionarios viva la imagen de una
tante hacia la accin descentralizadora. La herencia sociedad descentralizada, desestatizada en grado muy
espiritual adida por Lenin llevaba en su seno la avanzado, y que ellos se propusieron convertir en
discordia: poltica socialista de revolucin sin vitali- realidad. Los padres espirituales de la Comuna te-
dad socialista. nan precisamente aquella lnea conceptual enderezada
Como se sabe, Lenin trat de vencer esa proble- a la descentralizacin que echamos de menos en Marx
mtica de la doctrina de Engels insistiendo del modo y Engels, y los jefes de la revolucin de 1871 inten-
ms enrgico en que la "supresin" se refiere al Es- taron, aunque con, medios insuficientes, empezar a
tado burgus, y la "extincin", en cambio, a los "re- realizarla en medio de la revolucin.
siduos del rgimen proletario despus de la revolucin Lenin elude el verdadero problema de la accin
socialista": el Estado como "poder especial de re- con una frmula dialctica: "Mientras haya Estado,
presin" es indispensable, segn la definicin de En- no hay libertad. Cuando haya libertad, ya no habr
gels, para la represin de la burguesa, o sea como Estado." La dialctica oscurece aqu el problema
dictadura del proletariado, como organizacin cen- esencial: Examinar da a da cul es el mximo de
tralizada de su poder. Es indiscutible que en eso libertad que, hoy pueda y deba realizarse, investigar
concuerda Lenin con la intencin de Marx (y Engels) cunto "Estado" es necesario hoy todava, y volver
con razn invoca la frase en que Marx (1852) dice a sacar siempre las consecuencias prcticas. Es de
que esa dictadura es el paso a una sociedad sin clases. suponer que mientras el hombre sea como es, no
Pero para el Marx de 1871, para el entusiasta de la Co- habr nunca "libertad" en absoluto y habr durante
muna, era seguro que en medio del centralismo nece- todo ese tiempo "Estado", es decir, coaccin; lo que
sario para la accin revolucionaria se preparaba la importa es, da por da: no ms Estado que el nece-
descentralizacin, y cuando Engels deca que la nacio- sario, no menos libertad que la admisible. Y libertad
nalizacin de los medios de produccin significaba la significa, socialmente considerada, sobre todo liber-
supresin del Estado "como Estado", aluda con eso tad para la comunidad, para la comunidad libre, in-
al proceso decisivo cuyos resultados inmediatos co- dependiente de la coaccin del Estado.
menzaran inmediatamente despus de consumarse la "Es evidente dice Lenin que no puede deter-
accin revolucionaria. minarse de ningn modo el momento a partir del cual
Lenin ensalza en Marx "que en 1852 todava no empezar la extincin." Eso dista mucho de ser evi-
pregunte concretamente qu debe ponerse en vez de -la dente. Cuando Engels dice que, al apoderarse de los
maquinaria del Estado que se pretende demoler". medios de produccin, el Estado se convierte de hecho
Como luego expone Lenin, se lo ense por vez pri- en representante de toda la sociedad y con ello re-
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sulta superfluo, se entiende que se es precisamente quier utopa, sino que la direccin siga siendo di-
el momento en que tendra que empezar la extincin reccin y no se convierta en dominacin, ms exacta-
del Estado. Si no empieza ah, se demuestra que l mente: que no acepte ms elemento de dominacin
tendencia a suprimir el Estado no est incluida real- de lo que en cada momento exijan absolutamente las
mente como factor determinante en la accin revolu- circunstancias (naturalmente, esta decisin no se pue-
cionaria. Y, en consecuencia, no hay que esperar en de dejar en manos de los dominadores mismos).
absoluto de esa revolucin y, sus consecuencias una No obstante, hubo una transformacin profunda
extincin o tan siquiera una reduccin del Estado. que Lenin quera efectuar "en seguida": inmediata-
El poder no abdica, como no lo obligue a ello un mente despus de conquistar el poder poltico, los tra-
poder contrario. bajadores deban "destrozar el antiguo aparato buro-
En septiembre de 1917, Lenin declara que "la crtico, destruirlo hasta los fundamentos, no dejar
cuestin ms apremiante y actual de la poltica de piedra sobre piedra" y reemplazarlo por una organiza-
nuestros das" es "la transformacin de todos los ciu- cin nueva, formada precisamente a base de esos obre-
dadanos en obreros y empleados de un solo gran 'sin- ros. Una y ms veces repite . Lenin la palabra "en segui-
dicato', a saber, de todo el Estado". "Toda la sociedad da". Tal como hizo la Comuna de Pars, es preciso to-
sigue diciendo se convierte en una oficina y una mar "en seguida" las medidas necesarias para impedir
fbrica con el mismo trabajo y el mismo -salario." que el nuevo aparato degenere en una nueva burocra-
Mas no hace pensar eso en aquellas palabras de cia, para lo cual figura como condicin primordial la
Engels, que ya hemos citado, sobre el carcter tir- posibilidad de elegir y destituir (en el lenguaje de Marx:
nico del mecanismo automtico de una gran fbrica la "severa responsabilidad") a los funcionarios. Esta
sobre cuya entrada podra figurar el rtulo: Lasciate transformacin radical, a diferencia de otras, no la
ogni azttonornia, voi ch'entrate? Es verdad que Lenin confa Lenin al desarrollo, sino que la incorpora a
considera que esta disciplina de fbrica es slo una la accin revolucionaria misma, y ciertamente como
"etapa necesaria para la depuracin radical de la una de sus acciones decididamente importantes. Es pre-
sociedad"; l cree que se dejar atrs tan pronto "to- ciso crear en seguida un "nuevo tipo de aparato del
dos hayan aprendido a dirigir autnomamente la pro- Estado, inmensamente superior, incomparablemente
duccin social", pues desde ese instante empezar a ms democrtico".
desaparecer la necesidad de cualquier gobierno. Slo Por consiguiente, Lenin consideraba en este punto
que Lenin no tiene en cuenta la eventualidad de que que -era> necesaria una modificacin inmediata de la
no todos tengan la capacidad para dirigir la produc- estructura social. Comprenda que sin ella, a pesar
cin y de que una misma preparacin no sea capaz de las intervenciones de gran alcance, de las nuevas
de suplir esa deficiencia natural. Pero la tarea que instituciones, de las nuevas leyes y de la nueva situa-
estara ms de acuerdo con la realidad humana sera cin del poder, nada habra cambiado en la entrarla
ms bien sustraer a la poltica, en la medida ms am- de la vida pblica. De ah que, sin ser partidario de
plia posible, todas las funciones del dirigir, es decir, una tendencia totalmente descentralizadora, sustentara
quitarles la posibilidad de degenerar en acumulacin con tanta energa esa aspiracin que para la Comuna
de poder. Lo que importa no es que slo haya direc- de Pars haba sido parte orgnica de una imagen
tores y ya no dirigidos eso es ms utpico que cual- descentralizada de la sociedad, y que slo puede efec-
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tirarse cuando se tienda a realizar semejante imagen. lucin", o sea a la "segunda verdadera revolucin", o
Como <exigencia aislada, no se cumpli nunca en rla bien "al poder organizado -contra la contrarrevolu-
Rusia sovitica. Del propio Lenin se refiere en una cin", del mismo modo que Marx consideraba que las
fase posterior la amarga sentencia: "Nos hemos con- instituciones de la Comuna eran, sobre todo, rganos
vertido en una utopa burocrtica." de la accin revolucionaria. De todos modos, Lenin
Y, sin embargo, exista un germen de transforma- presentaba tambin ya a los consejos, de esencia igual
cin que, si bien no provena de la iniciativa de Lenin, a la Comuna, como "el Estado que necesitamos", es
ste reconoca su importancia, aunque no su valor es-` decir, como "el Estado que el proletariado necesita"
tructural en potencia, germen que, aun siendo autc- o por lo menos como "el fundamento sobre el que
tono, era afn a los proyectos de la Comuna de Pars tenemos que seguir edificando". Lo que pide inme-
y encerraba enormes posibilidades: los soviets. Has- diatamente despus de su llegada a Rusia, contra la
ta ahora, toda .la historia del rgimen sovitico es Tm
-- opinin predominante en el mismo Consejo de obre-
ien, a emas e sus otros, aspectos, a is orla de la ros, es "una repblica de consejos de diputados de
aniquilacion de estas posibilidades. obreros, trabajadores del campo y campesinos en todo
Los primeros soviets nacieron en la revolucin de el pas, de abajo hasta arriba". En ese sentido, el
1905 primordialmente como "organizaciones de lucha soviet actual es, para l, "un paso hacia el socialis-
para el logro de determinados fines", como Lenin de- mo", como para Marx lo haba sido la Comuna de
ca entonces: primero como rganos huelgusticos, lue- Pars, claro que slo un paso poltico, de poltica re-
go como cuerpos representativos para la direccin de revolucionaria, como aqulla lo haba sido para Marx:
toda la accin revolucionaria. Surgieron ms espon- precisamente la institucin en que cristaliza la idea
tneamente que las inditucines de la Comuna, no a revolucionaria, la "dictadura revolucionaria, es de-
base de principios, sino como frutos imprevistos de cir, un poder que se apoya inmediatamente en la
una situacin. Lenin insista entonces frente a los iniciativa directa de las masas populares desde aba-
narquistas en que un consejo de obreros no es un jo y no en la ley decretada por un poder pol-
Parlamento de obreros ni un rgano de administracin tico centralizado", la "`usurpacin' directa". Toda-
autnoma. T.. - 4 d - os va ahora, la distribucin del poder entre los so-
Conse. os d obreros viets no slo no significa para. Lenin una descen-
ider. r tralizacin autntica, sino ni siquiera el comienzo
"slo en conexin co de para obtenerla, puesto que su funcin poltica no se
MIT:1M Slo en marzo de 1917, despus incorpora al planeamiento de un vasto engranaje vital
que, como dijo Trotski, la forma sovitica "haba re- que incluya la economa y la sociedad. Lenin incluye
nacido casi automticamente" en Rusia y Lenin reci- los Consejos en un programa de accin, no en una
ba en Suiza los primeros informes sobre el triunfo idea de estructura.
de la revolucin, reconoce que el Soviet de San Pe- Es caracterstica una manifestacin de Lenin que
tersburgo es "la clula germinal de un gobierno obre- al da siguiente a su llegada hizo en una asamblea de
ro" y los consejos en general fruto de las experiencias los miembros bolcheviques de la Conferencia de Con-
de la Comuna de. Pars. Naturalmente, aun ahora se sejos. Pan-rusa: "Todos nos hemos asido a los Conse-
refiere principalmente a "la organizacin de la revo- jos, pero no los hemos comprendido." Por consiguien-
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en una ocasin diga que los soviets, "por su carcter
te, los Consejos ya tenan para l una significacin poltico y social", son idnticos al Estado de la Co-
histrica objetiva, independientemente de como ellos muna el hecho de que en todosr aquells ensayos la
mismos se interpretaran, de como los interpretaran sus descentralizacin social iba asociada a la poltica,
propios miembros. Para los mencheviques y social- aunque en proporciones diferentes. Lo decisivo para
revolucionarios, los Consejos eran lo que para los pri- l, partiendo de la historia, era nicamente la convic-
meros haban sido ya en 1905 y lo que de hecho eran cin de que la humanidad no haba producido hasta
ms o menos al llegar Lenin a Rusia: rganos para entonces un tipo de gobierno ms elevado o mejor que
controlar el gobierno, garanta de democracia. Para Le- los Consejos. De ah que los Consejos tenan "que to-
nin y aquellos bolcheviques que lo seguan eran mar en sus manos toda la vida".
muchsimo ms: eran ya el verdadero gobierno, la Naturalmente, Lenin no ignoraba que los Consejos
"nica forma posible de gobierno revolucionario", y eran, por su misma esencia, una organizacin des-
hasta el nuevo Estado en ciernes, pero tampoco ms centralista. "Toda Rusia dice en abril de 1917
que eso. Y si la forma descentralista de ese Estado in est cubierta ya por una red de rganos de gobierno
statu nascendi no estorbaba a Lenin era porque lo que autnomo locales." Las medidas especficamente re-
en esta fase puramente dinmica de la revolucin se volucionarias: abolicin de la polica, abolicin del
pona de manifiesto en el movimiento de los Consejos, ejrcito regular, armamento de toda la poblacin, po-
era la voluntad revolucionaria unida. dan ser ejecutadas tambin por el gobierno autnomo
El ejemplo de la Comuna de Pars era de importan- local; esto es lo que le importa. Ni una sola palabra, al
cia fundamental para Lenin, tanto porque Marx haba parecer tampoco una sola idea, subraya la posibilidad
expuesto en l y nicamente en l los rasgos esen- de que estos rganos, una vez cumplida esa tarea, pu-
ciales de un nuevo orden poltico, como tambin por- dieran y debieran fusionarse a base de una descentra-
que el espritu de Lenin, como en general el de los lizacin local y funcional. Para la implantacin y
ms destacados revolucionarios rusos, estaba bajo la robustecimiento de la administracin autnoma no
constante influencia de la tradicin revolucionaria de puede fijarse otra finalidad que la de la poltica de la
Francia, considerada como tradicin "clasica" de la revolucin: realizar por fuerza propia la administra-
revolucin; la influencia de la gran Revolucin fran- cin autnoma significa "impulsar la revolucin". Es
cesa, la insistencia en parangonar con ella la propia, evidente que en este orden de cosas se toca tambin,
la comparacin eventual de las correspondientes fa- aunque slo pasajeramente, un motivo social: la co-
ses, etc., repercuti a menudo de modo harto nega- muna aldeana; ella, que significa la "completa auto-
tivo, particularmente por lo que respecta a la tenden- noma", "la ausencia de toda tutela superior", resulta
cia centralista. Pero Lenin no insert el modelo de la muy apropiada para la clase campesina (digamos de
Comuna en una comprensin general de la historia. paso que fue un error fundamental afirmar que "nue-
No se percat de que (como hace resaltar Arthur Ro- ve dcimas partes de los campesinos deban de estar
senberg, siguiendo a Kropotkin y Landauer) se llega de acuerdo con ella"). Pero en seguida se aclaran los
siempre a resultados anlogos cuando en la historia motivos: "Debemos ser centralistas, pero hay momen-
las masas del pueblo tratan de vencer un aparato de tos en que la tarea se traslada a la provincia; tenemos
fuerza feudal o centralista, no se percat de eso o no que dejar a los distintos lugares el mximo de inicia-
le interes ; menos le preocup aun a pesar de que
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tiva... Slo nuestro partido establece consignas que rs, era consigna de poltica revolucionaria, es decir,
impulsan realmente a la revolucin." A primera vista que por su esencia no apuntaba ms all de la revo-
resulta incomprensible cmo ese "debido" centralismo lucin hacia una estructura descentralizada de la so-
se compagine con esa autonoma total; observndolo ciedad; el .fundamento decisivo sigue siendo el centra-
algo ms atentamente damos en la cuenta de que esa lismo. No podemos deshacernos de una impresin ms
compatibilidad se funda en que el punto de vista ab- profunda al leer en el mismo proyecto de Lenin (de
solutamente dominante es el de la poltica o estrategia mayo de 1917) la proposicin de que se tome por
revolucionaria: tambin esa autonoma es elemento in- modelo la provincia y se conviertan en comunas los
tegrante de un programa de accin y no consecuencia suburbios y barrios de las grandes ciudades; pero
prctica de un concepto estructural. A base de eso, tambin estas medidas no tienen otra razn de existen-
sobre todo, hay que entender que la exigencia progra- cia que la de impulsar la revolucin y dar una base
mtica de la "ausencia de toda tutela superior" exi- ms segura para "concentrar todo el poder poltico
gencia, no para un desarrollo post-revolucionario, sino en los Consejos" ("Somos una minora, las masas
como algo que debe ejecutarse en medio de la revolu- an no confan en nosotros", dice Lenin ms o menos
cin, algo destinado a impulsar la revolucin se con- por la misma poca.) Lenin es, indudablemente, uno
virtiera tan pronto en lo diametralmente opuesto. de los ms grandes estrategas de la revolucin que
Una actitud verdaderamente socialista, en vez de la hayan existido; pero su problemtica radica princi-
consigna "Tenemos que ser centralistas, pero hay mo- palmente en que para l, como la poltica de la re-
mentos...", habra escogido la contraria: "Tenemos volucin para Marx, la estrategia de la revolucin
que ser descentralistas, federalistas, autonomistas, pero haba pasado a ser la ley suprema, no slo de la ac-
hay momentos en que la tarea principal se traslada al cin, sino tambin del pensamiento. Podr decirse
centro porque lo exige la accin revolucionaria; lo que eso fue precisamente la base de su xito; lo que
nico que debemos evitar es que sus pretensiones se s es seguro es que esa actitud junto con un centra-
extiendan ms all de sus lmites objetivos y tempo- lismo doctrinario que tanto en l como en Marx pro-
rales." viene de un estrato ms profundo tiene la culpa de
Para comprender ms exactamente la contraposi- que ese xito no haya sido en definitiva un xito a
cin de centralismo y los momentos mencionados, es favor del socialismo.
preciso tener presente que en la provincia, como el Sin embargo, con lo que he dicho no atribuyo en
propio Lenin subray, "se lleg muy a menudo, pero ninguna manera al Lenin de 1917 la intencin de no
especialmente en los centros proletarios, a la forma- dejar subsistir ms all de la revolucin el poder so-
cin de comunas", o sea que "la revolucin comunal vitico que se pretenda fundar. Sera absurdo, pues
local progres". Las consignas correspondieron a es- l mismo, en el importante Informe sobre la situacin
tos hechos; una consigna como la siguiente, que se poltica, declar acerca del Estado que surgira si los
daba despus de aquella descripcin de la situacin: consejos se aduearan del poder Estado que "ya no
"Comunas locales, es decir, completa autonoma local sera Estado en la acepcin corriente de la palabra"
con iniciativa propia, sin polica, sin funcionarios, que hasta ahora semejante poder poltico nunca se
autocracia de las masas de obreros y campesinos ar- mantuvo largo tiempo, pero que "todo el movimiento
mados", por ms que invocara la experiencia de Pa- obrero del mundo se encamina en esta direccin".
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Lo que yo sostengo es ms bien que Lenin no deberamos tomar esa argumentacin de Lenin muy al
comprendi que ningn centralismo sistemtico se com-
padece con la existencia de semejante poder poltico pie de la letra.
Pues bien, slo ahora entra en su fase decisiva la
ms all de la accin revolucionaria directa. Es nota- teora de Lenin sobre los Consejos. Los meses en que
ble que en el mismo informe Lenin diga que es una prepara desde Finlandia la accin especial bolchevi-
forma de Estado "que representa los primeros pasos que, la "segunda revolucin", son al propio tiempo la
hacia el socialismo y es inevitable al comienzo de la poca en que cimenta sus ideas sobre la funcin d
sociedad socialista". Eso parece indicar que esa for-
los Consejos, primero, en la famosa obra Estado y
ma slo estaba concebida como trnsito a un centra-
lismo superior, "socialista"; por lo dems, es noto- revolucin, apoyndose en principio en la exposi-
rio que Lenin consideraba que precisamente en el cin de la Comuna por Marx, y desarrollndolas lue-
sector de la economa, de importancia decisiva para go prcticamente (en su artculo poltico ms impor-
la reestructuracin definitiva, el objetivo tena que ser tante "Mantendrn los bolcheviques el poder poli-
un centralismo riguroso. Precisamente en esa asam- ,tico?") en conexin con la accin que preparaba. La
blea puso de relieve que "la revolucin francesa pas parte principal de la primera obra fue escrita en
por un perodo de revolucin municipal; que se afian- septiembre, en la poca en que se intent la contra-
z en las autonomas locales" y que la rusa recorra rrevolucin que fue aplastada y que tuvo como efecto
una fase anloga; resulta difcil no pensar en el ex- que las masas se lanzaran a la lucha y se arrimaran
tremo centralismo de la revolucin francesa que vino con ello al partido radical. La segunda fue escrita a
despus de ese perodo. mediados de octubre, cuando en los soviets 'de Peters-
Vista desde otro lado, la doctrina de Lenin de burgo y Mosc aquel partido obtuvo la mayora y,
1917 conduce al mismo resultado. "Hay que abolir como consecuencia inmediata de ese cambio, el pos-
la propiedad privada del suelo", dice. "Es la tarea tulado de "Todo el poder para los Consejos!" se
que debemos realizar porque la mayora del pueblo convirti de aspiracin de la poltica revolucionaria
se pronuncia por ella. Para ella necesitamos los con- en consigna de las inminentes hostilidades.
sejos. Esta medida no podra llevarse a cabo con los En aquel artculo, Lenin, enardecido por los acon-
antiguos funcionarios del Estado." sta es la res- tecimientos, ensalza como nunca la importancia de los
puesta fundamental que Lenin da en la conferencia Consejos para el desarrollo de la revolucin. Adhi-
poltica sobre la pregunta: "Para qu queremos que rindose a la declaracin del jefe menchevique Martow
de que los Consejos "surgieron en los primeros das de
el poder pase a manos de los Consejos de diputados la revolucin creados por el poderoso despliegue
de obreros y soldados?" Aqu se ha extremado de de la fuerza popular genuina", dice: "Si la fuerza
modo peligroso el respeto marxista a las "situaciones": creadora popular de las clases revolucionarias (trmi-
la propiedad privada del suelo tiene que abolirse, no no aadido a la sentencia de Martow y que introduce
para edificar el socialismo, sino nicamente porque
lo pide la mayora del pueblo; y los Consejos son ne- en ella el matiz bolchevique) no hubiese creado los
Consejos, la revolucin proletaria en Rusia habra
cesarios, no para que formen las clulas de la socie- sido una causa sin esperanza." Aqu adquiri su ms
dad nueva, sino para ejecutar la medida pedida por intenso acento histrico la concepcin de los Consejos
la mayora del pueblo. Me permito suponer que no como rgano del "impulso de la revolucin".
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En este artculo, Lenin enumera por vez primera simples juguetes." Esa frase es notable por ms de
los diversos motivos que a su juicio imprimieron a una razn. Por lo que toca a la imagen de las clulas
los Consejos su importancia fundamental. El orden generadoras nos tenemos que preguntar si Lenin nun-
en que cita esos motivos es particularmente caracte- ca pens que los Consejos podran madurar me-
rstico de su punto de vista: 19 El "nuevo aparato del diante crecimiento y articulacin hasta convertirse en
Estado", que sustituye el ejrcito permanente por la clulas de un organismo social remozado; pero es
Guardia Roja, da al pueblo mismo el poder armado. evidente que Lenin no opinaba as. Y algunos das
2 Establece un enlace indisolublemente ntimo y despus, el giro "juguete" reaparece en curioso con-
"fcilmente controlable" entre la direccin y las ma- texto en las tesis de Lenin para una conferencia en
sas. 39 Acaba con la burocracia permitiendo elegir y Petersburgo; se dice all: "Toda la experiencia de las
destituir. 49 Mediante el contacto que establece con dos revoluciones, de 1905 y 1917, dice que el Consejo
las distintas profesiones (luego Lenin lo formula ms de Diputados de Obreros y Soldados slo tiene reali-
exactamente: profesiones y unidades de produccin), dad como rgano de sublevacin, como rgano del
facilita las reformas ms importantes. 5 Organiza poder revolucionario. Fuera de esas tareas, los Con-
la vanguardia detinada a elevar y educar a las masas. sejos no son ms que juguetes." Aqu nos damos
Y 69, enlazando la funcin legislativa con la ejecutiva, cuenta claramente de qu es lo nico que en el fondo
combina las ventajas del parlamentarismo con las de le importa a Lenin. Es cierto que en aquel momento
la democracia directa. En primera fila aparece aqu la tena que insistir en lo actual; pero el exclusivismo
poltica de poder revolucionaria; en segundo lugar, con que lo hace, que ni siquiera deja lugar a la idea
la organizacin de las reformas; en tercer lugar, la de que los Consejos puedan tener una tarea autnoma
forma del Estado. La cuestin acerca de la posible y duradera, habla en trminos inequvocos. Adase
importancia de los Consejos para una transformacin que aqu reaparecen casi al pie de la letra aquellas
de la estructura social no se plantea. frases de 1915: "rganos de sublevacin" y "slo en
Pero, segn juzga Lenin, lo que facilit a los Con- conexin con la sublevacin". Sea lo que fuere lo que
sejos el problema que se les planteaba, fue que los Lenin investig y medit sobre el hecho de los Con-
bolcheviques se aduearon de su direccin y llenaron sejos en los dos aos en que se convirti en el Lenin
la nueva forma con un contenido concreto de accin, histrico, para l siguieron siendo medios para el fin
mientras que antes, por el contrario, los revoluciona- revolucionario. No se le ocurri que no solamente los
rios sociales y los mencheviques los haban "degra- Consejos existieran por amor de la revolucin, sino
dado a la condicin de lugares de charlatanera", has- tambin en un sentido ms hondo, ms elemental
ta el extremo de que "se pudran y descomponan en la revolucin existiera por amor de los Consejos.
vida". Lenin sigue diciendo: "Los Consejos slo des- Partiendo de eso me refiero, no a Lenin como
pus de haberse adueado de todo el poder poltico po- persona, sino al tipo y al espritu que en l se expu-
drn desarrollarse en verdad, desenvolver cabalmente sieron de modo ejemplar puede entenderse que los
sus disposiciones y capacidades, puesto que, de lo Consejos fracasaran tanto en la realidad como en la
contrario, nada tienen que hacer; de lo contrario, son idea.
sencillamente clulas generadoras (y no es posible La consigna de Lenin "Todo el poder para los
ser clula generadora durante demasiado tiempo) o Consejos" estaba concebida en el sentido de poltica
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de la revolucin y slo en l, como se nos impone de en marzo de 1918, repite sus ideas sobre el nuevo
tipo de Estado "sin burocracia, sin polica, sin ejr-.
modo ms convincente cuando en aquel artculo lee-
mos la proclama: "Se pretender que los 240,000 cito regular"; pero aade: "En Rusia, apenas se ha
miembros del Partido de los Bolcheviques no estn en empezado con eso, y se ha empezado mal." Sera un
condiciones de gobernar a Rusia en inters de los po- grave error creer que la culpa de eso la tiene sola-
bres y contra los ricos?" "Todo el poder para los mente la insuficiente ejecucin de un proyecto sufi-
Consejos" no significa, pues, en el fondo, sino "Todo ciente: al proyecto mismo le faltaba la sustancia vital.
el poder para el Partido a travs de los Consejos", "En nuestros soviets dice Lenin como explicacin
y en este aspecto de poltica revolucionaria y hasta hay todava demasiadas cosas toscas, incompletas";
de poltica de partido, nada hay que apunte al otro pero lo propiamente grave y fatal era que la direccin,
aspecto, al socialista-estructural. Poco despus asegu- que no era solamente poltica, sino tambin espiri-
ra Lenin que los bolcheviques son "centralistas por tual, no encauzara a los soviets hacia su desarrollo y
conviccin, por su programa y por toda la tctica de su perfeccionamiento. "Aquellos que crearon las co-
su partido"; por lo tanto, el centralismo se presenta munas prosigue Lenin no las entendieron." Eso
expresamente, no como puramente tctico, sino como hace pensar en lo que dijo al da siguiente de su
de principios. El Estado proletario se nos dice regreso a Rusia: "No hemos entendido los Consejos."
debe ser centralista. Por consiguiente, los Consejos Pero, en realidad, tampoco los "entenda" l ahora
tienen que subordinarse al "gobierno poderoso"; qu en su esencia, slo que l no quera entenderlos en
queda, pues, de su realidad autnoma? Se les con- ese aspecto.
cede tambin un "centralismo" especial: ningn bol- Precisamente en el mismo discurso declara Lenin,
chevique tiene nada que objetar contra su "unin contestando a Bujarin, quien exiga que en el Pro-.
por ramas de produccin", contra su "centralizacin". grama se adoptara una caracterizacin del orden so-
Por lo Visto, Lenin no sospecha que esas "uniones" cialista: "No podemos dar ninguna caracterizacin
slo tienen carcter socialista y constructivo cuando del socialismo. Qu aspecto- tendr el socialismo cuan-
se producen espontneamente, desde abajo, cuan- do adopte su forma definitiva, no lo sabemos, no po-
do no son propiamente uniones, sino fusiones, cuando demos decirlo." Esp est pensando, sin duda alguna,
se trata de un proceso no centralista, sino federativo, en trminos marxistas; pero precisamente ah se hace
En la proclama de Lenin A la poblacin, diez das patente con claridad histrica la limitacin de la
despus de la toma del poder, se dice: "Vuestros Con- ideologa marxista en sus relaciones con una realidad
sejos son, desde ahora, rganos del poder pblico, que se est formando o que quiere formarse: lo po-.
tencial, que para su desenvolvimiento necesita ser
rganos revestidos de poderes, rganos determinan-
fomentado por una idea de estructura social, sigue,
tes." Las tareas que poco despus se asignaron a los
siendo ignorado. Evidentemente, no puede "saberse"
Consejos se refieren esencialmente al control. En s,
eso se fundaba en la situacin, pero era demasiado qu aspecto tendr el socialismo; pero puede saber-
poco: faltaba el contrapeso positivo. Tales instruc- se qu aspecto se quiere que tenga, ya es voluntad cons-
ciones no pueden bastar para que los Consejos "des- ciente influye como tal en el devenir, y cuando se es
envuelvan cabalmente sus disposiciones y capacida- centralista, es precisamente ese centralismo el que
des". Es verdad que Lenin, en la asamblea del Partido influye en el devenir. En la historia coexisten siem-
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pre, aun cuando varen sus proporciones de fuerza, acerca lde la autonoma local: reconizienda admitirla
tendencias evolutivas centralistas y descentralistas; hasta cierto punto y asignarle sus competencias, pero
para el resultado es de importancia esencial por cul slo hasta el punto en que empiezan las decisiones
de ellas se pronuncie la voluntad consciente con el propiamente dichas y, por consiguiente, las instruc-
poder que en aquel momento haya adquirido, y poco ciones centrales. Todas esas estructuras populares y
habr ms raro y ms difcil que una voluntad dotada sociales tienen slo validez poltica, estratgica, tc-
de poder que renuncie al centralismo. Qu ms tica, provisional; ninguna de ellas tiene un genuino
natural y consecuente sino que una voluntad centra- derecho a la existencia, un valor estructural autno-
lista ignore el elemento potencial descentralista en las mo; no se permite que ninguna sea miembro viviente
estructuras de que se sirve? "No estn fabricados an de un ente comunitario en ciernes; ninguna tiene que
los ladrillos dice Lenin con los que se edificar preservarse y fomentarse para el futuro al que se
el socialismo." En virtud de su centralismo, l no aspira.
poda saber ni reconocer que los Consejos fueran Un mes despus de haber dictado Lenin aquel
esos ladrillos ni poda ayudarles a que llegaran a proyecto, los "comunistas de izquierda" sealaron el
serlo y no lo fueron. perjuicio que para los grmenes del socialismo re-
Poco despus de la Asamblea del Partido, dice presentaba el hecho de que la forma de administracin
Lenin en el primer proyecto para las Tesis sobre las del Estado se desarrollara en direccin del centralismo
tareas inmediatas del poder sovitico, en un captulo burocrtico, de que se suprimiera la autonoma de los
que luego no fue adoptado en la redaccin definitiva: soviets locales y se renunciara de hecho al tipo del
"Estamos en favor del centralismo democrtico... Los "Estado-comuna" que se rige desde abajo, a ese tipo,
adversarios del centralismo sealan siempre la auto- pues, del cual dice Lenin en su discurso que el poder
noma y la federacin como medios de lucha contra sovitico se representa precisamente por l. Actual-
los azares del centralismo. En realidad, el centralismo mente no cabe la menor duda acerca de quin tena
democrtico en modo alguno excluye la autonoma, razn entonces al juzgar la situacin y la tendencia
antes bien, presupone su necesidad. En realidad, has- de la evolucin: Lenin o sus crticos. Pero tambin
ta la federacin (Lenin piensa aqu solamente en la lo supo Lenin al final de su vida. Las referencias
federacin poltica)... en modo alguno se opone a la Comuna de Pars escasean cada vez ms despus
al centralismo democrtico. En un orden democrtico, de aquel discurso, hasta cesar por completo.
y en mayor medida en un Estado organizado segn Un ao despus de la revolucin de octubre de-
el principio de Consejos, la federacin ser siempre clar Lenin: "En Rusia fue aniquilado totalmente el
slo un paso hacia un centralismo verdaderamente aparato burocrtico"; pero a fines de 1920 califica
democrtico." Se echa de ver que Lenin no piensa a la repblica sovitica de "Estado de obreros con
en modo alguno en supeditar el principio centralista excrecencias burocrticas", y a eso le llama "la rea
al federalista; lo nico que quiere, desde su punto de lidad de la transicin". Que en los aos siguientes
vista revolucionario, es tolerar una realidad federal la proporcin entre las excrecencias y el tronco del
hasta que sta se disuelva en el centralismo. Su ten- cual brotaban resultara ms desfavorable y que los
dencia, su directriz es, pues, inequvocamente centra- conatos hacia el estado en que haba de consumarse
lista. Y no es esencialmente diferente lo que piensa la" transicin se hicieran ms insignificantes, es cosa
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que no poda ocultrsele a Lenin. A fines de 1922, en poltico. "No bien el orden comunal de las cosas
el informe Cinco aos de revolucin rusa y pers- escribi se hubo implantado en Pars y en los
pectivas de la revolucin mundial, presentado al IV puntos centrales secundarios, el antiguo gobierno cen-
Congreso de la Internacional Comunista, Lenin dice tralizado habra tenido que ceder tambin en las pro-
sencillamente: "Hemos adoptado el antiguo aparato vincias ante el gobierno autnomo de los productores."
del Estado". Se consuela creyendo que en algunos Esta transicin del principio poltico al social, tran-
aos ser posible modificar radicalmente el aparato. sicin que en Francia se bas en ideas y se elabor
Esa esperanza de Lenin no se cumpli, ni poda cum- por el pensamiento social desde Saint-Simon hasta
plirse partiendo de sus premisas: l pensaba esencial- Proudhon, fue proclamada por Lenin como la pauta
mente en formar y emplear nuevas fuerzas, pero el esencial para la actividad organizadora de la direc-
problema era estructural, no personal: una burocra- cin, pero no lleg a convertirse en esta pauta. El
cia no se modifica porque cambien los nombres que principio poltico se estableci de nuevo en forma
la componen, y los egresados mejor preparados de modificada, omnipotente, y los peligros externos a
las escuelas soviticas y facultades obreras sucumben los que de hecho se enfrentaba la revolucin le pro-
a su atmsfera. porcionaron una amplia justificacin. Puede dejarse
La verdadera decepcin de Lenin fue la inalterada como indiscutible que ante la situacin dada no poda
actividad de la burocracia que, si no en sus perso- acometerse una demolicin 'radical del principio pol-
nas, en su tenaz persistencia volvi a mostrarse ms tico; pero lo que en todo caso habra sido , posible
fuerte que el principio revolucionario. Mas no parece es precisamente la implantacin de una pauta, de
que investigara la causa ms profunda del fenmeno, acuerdo con la cual pudieran ensancharse cada vez
lo cual es bastante comprensible. La revolucin de ms los lmites de poder del principio social, en la
octubre era slo una revolucin social en el sentido medida que permitieran las situaciones. Pero sucedi
de que modific hasta cierto punto el orden y estra- lo contrario. Los representantes del principio poltico,
tificacin sociales y sus formas e instituciones; pero es decir, esencialmente los "revolucionarios profesio-
una revolucin verdaderamente social tena que ir ms nales" que haban llegado al poder, velaron celosa-
lejos e investir a la sociedad de sus derechos frente mente para que no se restringiera su esfera de
al Estado. Con respecto a este problema, aunque mando. Ciertamente, aumentaron sus filas con gente ca-
Lenin indic que la extincin del Estado se producira pacitada procedente del pueblo y llenaron con ella
en una evolucin cuya hora histrica no poda pre- los huecos que se producan; pero los incorporados
cisarse y cuyo proceso no poda imaginarse an, re- a la direccin quedaron marcados hasta lo ms ntimo
conoci este problema en la medida realizable como de su alma por el principio poltico, se convirtieron
tarea determinante para el programa de accin in- en sustancia del Estado y dejaron de ser sustancia
mediato de los dirigentes, presentando como la nueva de la sociedad; quien se resista a esa transformacin
forma de Estado, cuya realizacin deba emprenderse no poda sostenerse o renunciaba a su propsito. El
inmediatamente, al "Estado-comuna". Pero Marx ha- poder del principio social no poda crecer. Los co-
ba caracterizado claramente ese Estado como una li- mienzos de un "gobierno autnomo de los producto-
beracin lo ms completa posible de la sociedad tra- res", surgidos antes de la revolucin y espontnea-
bajadora con respecto_ a las cadenas del principio mente durante sta, sobre todo los soviets locales,
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fueron privados de poder, a pesar de toda la aparente a su consumacin convirtiendo en obreros a todos los
libertad de manifestacin y deliberacin, por la do- campesinos, Lenin considera que no puede pensarse
minacin de partido que en todo obligaba con sus en una administracin autnoma de la economa. Di-
diversos mtodos, visibles o invisibles, a conformarse cho con otras palabras (puesto que la consumacin
con la doctrina y voluntad de la central, hasta que ya del comunismo coincide con la extincin total del Es-
no qued mucho de la savia de aquella "fuerza crea- tado) : no cabe pensar en una reduccin radical del
dora popular" 'que los haba producido. La "dicta- poder interior del Estado hasta que ste haya exha-
dura del proletariado" es de hecho una dictadura del lado el ltimo aliento. Esa paradoja se ha convertido,
Estado sobre la sociedad, desde luego: una dictadura efectivamente, en mxima de conducta para la direc-
querida o por lo menos tolerada por la inmensa ma- cin del rgimen sovitico. Slo a base de ella puede
yora del pueblo porque ste sigue esperando que comprenderse en conjunto la actitud variable de Le-
de este modo se consumar la ansiada revolucin so- nin con respecto al rgimen cooperativo.
cial. El burocratismo que haca sufrir a Lenin, pre- No se trata ahora de poner de relieve las contra-
cisamente porque lo que l quera era su abolicin dicciones. El propio Lenin insisti ya en 1918, no
para l, el "Estado-comuna" era en el fondo el sin razn, en que, siempre que una nueva clase apa-
Estado desburocratizado, es slo un forzoso fen- rece en la escena histrica como directora de la so-
meno concomitante de la autocracia del principio ciedad, no deja de haber un perodo de experimentos
poltico. y vacilaciones en la eleccin de los nuevos mtodos
Es notable que dentro del mismo Partido se hicie- que correspondan a la nueva situacin; tres aos des-
ran siempre nuevas tentativas para quebrantar esa pues inform incluso que se haba demostrado,
autocracia. La ms interesante, porque proviene de "como siempre en la historia de las revoluciones, que
los obreros industriales, me parece ser aquella "opo- el movimiento se desarrolla en zigzag". No tuvo en
sicin de obreros" de marzo de 1921, que proclam cuenta que todo eso es indudablemente cierto para
la tesis de que los rganos centrales para la adminis- las revoluciones polticas; pero que cuando por vez
tracin de toda la economa poltica tenan que ser primera en la historia universal el elemento de la
elegidos por los productores unidos en federaciones transformacin social interviene en proporciones tan
profesionales. Eso no significa an en modo alguno vastas, el gnero humano, tanto el pueblo donde esto
un gobierno autnomo de los productores, pero s un ocurre como los pueblos que son testigos de los acon-
paso importante en este sentido, aunque sin carc- tecimientos, anhelan vislumbrar en todos los experi-
ter descentralizador propiamente dicho. Lenin rechaz mentos y vacilaciones un anuncio claro del futuro, un
esa "desviacin anarco-sindicalista" diciendo que una indicio de la tendencia hacia una existencia socialista
unin de los productores slo poda ser aceptada por que significa: una comunidad basada en la libertad.
un marxista en una sociedad sin clases, en una socie- En este caso, no percibieron nada por el estilo, por
dad integrada exclusivamente por obreros en calidad ms inaudito que les pareciera lo que suceda, y la
de productores, pero que todava existan en Rusia, actitud variable de Lenin con respecto al rgimen co-
adems de residuos de la poca capitalista, dos cla- operativo es una prueba ms de que la tendencia men-
ses: la de los campesinos y la de los obreros. Por cionada no existe.
consiguiente, mientras el comunismo no haya llegado En el perodo prerrevolucionario, las cooperativas
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eran para Lenin slo "lamentables medios paliativos" mentales. "Estara muy bien, pero es imposible",
dentro de la sociedad burguesa y agentes del espritu manifest, queriendo decir con eso: "imposible por
pequeo-burgus. Un mes antes de la revolucin de ahora". Pero al propio tiempo segua atenindose
octubre, en vista de la gran crisis econmica que se fundamentalmente al concepto de cooperativa como
abata sobre Rusia, propuso la agrupacin obligato- tal, de la cual declar, invocando a 'Marx y su propia
ria de la poblacin en cooperativas de consumo entre actitud en el Congreso de Copenhague de la Interna-
las primeras medidas "revolucionario-democrticas" cional (1910) donde insisti en el efecto sociali-
que haba que tomar. En enero del ao siguiente zante que tendra la cooperativa, despus de expro-
escribi en el proyecto de un decreto: "Todos los ciu- piar a los capitalistas, que poda ser un medio para
dadanos tienen que pertenecer a una cooperativa de la edificacin de un orden econmico nuevo: slo
consumo local." En varios sectores del Partido se haba que hallar nuevas formas cooperativas "que
interpret y aprob esa exigencia como una medida correspondan a las condiciones econmicas y polticas
para eliminar las cooperativas, pues, como dijo con de la dictadura proletaria" y faciliten el "paso al
razn un bolchevista teorizante, se consideraba que la verdadero centralismo socialista". Se pretenda, pues,
afiliacin voluntaria es un atributo esencial de una co- que una institucin que por su esencia es germen y
operativa. Pero Lenin no comparta esa opinin. Segn entraa de la descentralizacin social, se convirtiera
l, la cooperativa como pequea isla en la sociedad ca- en elemento constructivo de un nuevo y total centra-
pitalista slo era una "tienda", evidentemente; pero la lismo de cuo "socialista". Naturalmente, al hacerlo
cooperativa que, tras la supresin del capital privado, as Lenin no parte de premisas tericas, sino de las
abarca toda la sociedad, "es socialismo", y de ah que exigencias prcticas del momento, que, como se sabe,
incumba al poder sovitico convertir a todos los ciu- era sumamente grave y requera los mximos esfuer-
dadanos sin excepcin en miembros de una coopera- zos. Cuando Lenin, en una formulacin que recuerda
tiva general del Estado, de una "gran cooperativa los postulados de los "utopistas" y "anarquistas"
comn nica". Lo que no se dijo es que con eso el pero que transforma tambin su sentido en el con-
principio de la cooperativa perda todo contenido de trario exige que "la cooperativa de produccin se
autonoma y hasta su existencia como principio, y no una con la de consumo", aduce como razn la nece-
era ya ms que una institucin del Estado, necesaria- sidad de aumentar la cantidad de productos: una
mente centralista-burocrtica, con un nombre que experiencia de dos aos haba demostrado que ese
haba perdido su sentido. La realizacin de ese pro- medio era conveniente. Y al cabo de un ao omos a
grama se acometi en los aos subsiguientes: todas las Lenin polemizar violentamente contra las cooperati-
cooperativas fueron agrupadas bajo la direccin de vas, diciendo que son en su forma antigua, todava
las cooperativas de consumo, que en el fondo se con- no superada, un "refugio para la mentalidad contra-
virtieron en expendeduras del Estado. Todava dos rrevolucionaria". En la famosa obra sobre el tributo
aos despus de haber formulado las "tareas del po- en especie, de principios de 1921, seala expresamente
der sovitico", Lenin no quera emprender de golpe el peligro que encierra una cooperacin de pequeos
la nacionalizacin radical, y se opona a aquellos que productores: fortalece inevitablemente el capitalismo
de modo abierto pretendan reemplazar las coopera- pequeo-burgus. "En la situacin actual de Rusia
tivas por una red nica de organizaciones guberna- sigue diciendo la libertad y los derechos de las
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cooperativas significan libertad y derechos para el chas veces la organizacin forzosa con la esclavitud.
capitalismo. Sera una tontera o un crimen que ce- Entonces, como por parte autorizada se declar con res-
rrramos los ojos ante esta verdad evidente." Y lue- pecto a las cooperativas agrcolas, se renunci. "total-
go: "El capitalismo cooperativo forma bajo el poder mente y sin reservas" a toda intervencin gubernativa
sovitico, a diferencia del capitalismo de la economa en los asuntos de las mismas, contentndose con las
privada, una variedad del capitalismo de Estado y, otras posibilidades, resultantes del sistema del capita-
como tal, resulta por ahora ventajoso y til para lismo de Estado, "de regular las cooperativas por in-
nosotros... Tenemos que encauzar el desarrollo del fluencia econmica" hasta que aquellas que no pudie-
capitalismo por la senda del capitalismo cooperati- ran o quisieran adaptarse quedaran "trituradas y
vo." Esa advertencia e instruccin se limitaba a aniquiladas". Sea como fuere, se procur que miem-
formular verbalmente lo que de hecho haba sido bros de confianza del Partido intervinieran en la direc-
practicado en los aos del llamado errneamente "co- cin tanto de las centrales como de las distintas asocia-
munismo de guerra" (el propio Lenin, haciendo un ciones, y que se efectuaran las necesarias "depuracio-
examen retrospectivo, habl en octubre de 1921 del nes" entre los representantes de las cooperativas.
error cometido por "habernos decidido a pasar direc- Dos aos despus de su discurso sobre el tributo en
tamente a la produccin y distribucin comunistas"). especie, en mayo de 1923, Lenin proporcion la base
Pero, acompaada de los dems efectos desfavora- terica al nuevo desarrollo, que se encontraba entonces
bles de la centralizacin extrema y en relacin con la en el punto culminante, en su gran artculo sobre el
"Nueva Poltica Econmica" que se iniciaba, em- rgimen cooperativo. "Cuando iniciamos la nueva pol-
pez a imponerse tambin aqu una tendencia de re- tica econmica dice-- nos precipitamos porque olvi-
troceso. Dos das antes de aquel discurso admonito- damos el rgimen cooperativo". Pero ya no slo se limi-
rio de Lenin se haba promulgado un decreto para ta a aceptar la cooperativa como un elemento necesario
restablecer la cooperativa como organizacin econ- a la economa estatal de la poca de transicin, sino
mica con sus distintas especies: de consumo, agrcola que la coloca de pronto en el punto central del nuevo
e industrial. Dos meses despus sigui un decreto orden socialista. La agrupacin cooperativa de la
que era el primer paso para anular totalmente la fu- poblacin es as dice ahora "la nica tarea que
sin dispuesta de todas las especies de cooperativas nos ha quedado". La cooperativizacin de Rusia
en la federacin de las cooperativas de consumo adquiri a sus ojos una importancia "colosal", "gigan-
(Zentrosoyus). A fines del mismo ao, el presi- tesca", "ilimitada". "No es an dice la realiza-
dente de esa federacin manifest en un discurso cin de la sociedad socialista, pero es todo lo necesa-
sobre la situacin y misin de las cooperativas que rio y suficiente para la edificacin de esta sociedad".
era muy natural que el aparato cooperativo estatal Y an va ms lejos: para l, la cooperativa se ha
que funcionara segn un plan fijo, se volviera "buro- convertido, no slo en requisito previo de la organi-
crtico, inmvil y sin elasticidad", y mencion las zacin social, sino en su entraa misma. /"Un orden
voces "que hablaban de liberar a la cooperativa de social que se componga de cooperativas ilustradas
su servidumbre del Estado", y hasta concedi que hay explica con propiedad comunal de tos medios de
momentos "en que haba que hablar de esa emancipa- produccin, gracias a la victoria del proletariado so-
cin". En efecto, la poblacin haba comparado mu- bre la burguesa, eso es un orden socialista", y de ah
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concluye: "El simple crecimiento de la cooperativa punto de partida y ncleo de j un orden futuro de la
significa, para nosotros, crecimiento del socialismo", sociedad, y a los que Lenin combati durante tanto
y ms an: "Si logrramos la cabal cooperativiza- tiempo. Pero la afinidad es slo aparente. Lenin
cin estaramos ya con ambos pies sobre terreno so- tampoco pens ahora ni por un instante en la coope-
cialista". En la planeada cooperativa del Estado, que rativa como estructura espontnea y autnoma, que
abarcara todo, Lenin ve la realizacin de los "sueos" creciera por impulso interno y siguiendo su propia
de las antiguas cooperativas, "empezando con Robert ley. Lo que l esperaba ahora, despus de todos los
Owen". Con esto llega al mximo la contradiccin penosos esfuerzos por unir al pueblo en un todo que
entre la idea y la realizacin. Lo que importaba a lo siguiera por voluntad adicta, despus de todas las
aquellos "utopistas", empezando con Robert Owen, decepciones que le causaron las "excrecencias buro-
en sus ideas y planes de asociacin, era la agrupacin crticas", sealado por la enfermedad y prximo a la
voluntaria en pequeas unidades, independientes en muerte, era unir dos cosas incompatibles : el Estado om-
su vida y trabajo comunitarios, y su unin voluntaria nitutelar y la cooperativa en pleno florecimiento, es de-
en una comunidad de comunidades. Lo que Lenin cir: la coaccin y la libertad. En todas las pocas de la
califica de realizacin de esas ideas y planes es justa- historia, la cooperativa y sus formas precursoras nunca
mente lo diametralmente opuesto: un complejo enor- pudieron desarrollarse de veras sino en los espacios
me, inexorablemente centralizado, de centros de pro- que escapaban al poder del Estado y de sus formas
duccin gubernamentales y expendeduras guberna- precursoras. Un Estado que no deja huecos excluye
mentales, un mecanismo de instituciones de produccin por su esencia un verdadero desarrollo de la coope-
y consumo dirigidas burocrticamente y acopladas rativa. La idea de Lenin era ensanchar el mbito de
por un engranaje: para la libre decisin, para la libre la cooperativa y unificarla en su estructura de tal
agrupacin, ya no queda lugar alguno, no queda ni modo, que slo funcionalmente se distinguiera ya del
siquiera la posibilidad de soar con eso: con su "rea- Estado y que coincidiera materialmente con l. Esto
lizacin" se acab el sueo. En todo caso, sa era la equivale a la cuadratura del crculo.
funcin que Lenin asignaba al rgimen cooperativo Stalin explic el cambio operado en la concepcin
en el Estado, y no neg que as fuera en aquel artculo, de Lenin sobre las cooperativas, desde 1921 a 1923,
tan avanzado en otros aspectos, que escribi ocho diciendo que el capitalismo de Estado no haba arrai-
meses antes de su muerte. Quera dar la base terica gado en la medida deseada, y las cooperativas con
decisiva al movimiento que ya haba llegado a su sus 10 millones de miembros haban comenzado a
ms amplio desarrollo y que traa consigo una res- asociarse ntimamente con la nueva industria, socia-
triccin del centralismo en todos los sectores; pero le lista que se estaba desarrollando. Eso seala en lo
neg ebligado por su manera de razonar la base esencial los verdaderos motivos de Lenin, pero no
de la base,: el principio de la libertad. basta para explicar su repentino entusiasmo por las
Mguno's quisieron ver en este viraje tan pronun- cooperativas. Ms bien es notorio que Lenin espera-
ciado de Lehin hacia el rgimen cooperativo una apro- ba ahora que el principio cooperativo contrarrestara
ximacin a s teoras de los demagogos rusos de ex- la burocracia que tan onerosa le resultaba. Pero la
traccin popular para quienes las formas de unin cooperativa slo habra podido convertirse en seme-
cooperativa latentes o resurgidas en el pueblo eran jante contrapeso en su forma libre originaria, no en
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la forma coactiva de Lenin, que dependa de una las colectividades de aldea, valiosas a pesar de sus
burocracia verdaderamente "gigantesca". defectos, en relacin con el plan general de industria-
Evidentemente, como ya hemos dicho, la idea co- lizacin. En junio de 1928, Stalin declara necesario
activa de Lenin no se realiz plenamente. El movi- ampliar con la mxima intensidad las colectividades
miento de retroceso condujo al final, en mayo de existentes y fundar otras nuevas. En abril de 1929
1924, al restablecimiento de la afiliacin voluntaria, se lanz en la asamblea del Partido la consigna de
primero slo para ciudadanos de pleno derecho, es crear todava durante el plan quiquenal un sector
decir, con derecho de sufragio, y a principios de 1928 de explotacin socializada que sirviera de contrapeso a
tambin para otros, en las cooperativas de consumo la produccin individual. La accin colectivizadora
rurales, aunque restringiendo sus derechos. A fines adopt pronto, ms o menos abiertamente, formas
de 1923, aquel Presidente del Zentrosoyus declar: coactivas y al Prinejpio pareci tener tanto xito que
"Tenemos que confesar que este paso a la libre afi- Stalin declar a fins de ese ao: "Si el movimiento
liacin hubiera debido darse antes. Habramos podido colectivista prosperara en esas proporciones, se bo-
afrontar esta crisis sobre una base ms firme". rrara en un ritmo acelerado el antagonismo entre la
No obstante, se sigui ejerciendo una coaccin indi- ciudad y la aldea." A principios de 1930, el Comit
recta mediante el suministro favoritista de las coope- Central del Partido verific que el ritmo previsto
rativas. En 1925 nos enteramos por boca del entonces en el plan haba sido rebasado, y proclam con la
Presidente del Consejo Central de Sindicatos que mxima energa la necesidad de luchar contra todo
en la distribucin de auxilios y prstamos se tiene en intento de retardar el movimiento. En un plazo de
cuenta la pertenencia a cooperativas de un modo que tres aos haba que efectuar la colectivizacin com-
se aproxima mucho a la coaccin. Y diez aos des- pleta, con los medios de la persuasin, "ayudados por
pus, las cooperativas urbanas, que haca tiempo ciertas palancas". Los comits ejecutivos de distrito
haban sufrido mucho de intervenciones gubernamen- rivalizaron entre s en la perfeccin de sus medidas
tales, fueron abolidas de un plumazo en 654 ciudIdes. puramente administrativas; el distrito fue declarado
Lo dicho basta para mostrar cmo el rgimen no pocas veces "demarcacin de la colectivizacin
sovitico siempre oscil prcticamente entre la in- completa" y, cuando la persuasin no bastaba, se
mediata centralizacin radical y la tolerancia tempo- apel a la amenaza. Mas pronto se hizo patente que
ral de sectores relativamente descentralizados, pero la impresin del xito total, producida por el fuerte
nunca, ni por asomo, convirti en mxima de su aumento de las agrupaciones de produccin colectiva,
conducta la orientacin hacia aquel fin del socialismo era engaosa. Los campesinos reaccionaban a su pro-
formulado por Marx: "desprenderse de la envoltura pia manera, sacrificando el ganado o hasta sublevn-
poltica". Para completar lo dicho, pueden traerse a dose, y la accin emprendida para eliminar a los
colacin sus diversas actitudes durante el plan quin- terratenientes no remedi nada, pues muchas veces
quenal de 1926-1931 para la colectivizacin de los los pequeos terratenientes hacan causa comn con
campesinos. Me limitar a cotejar en orden cronol- ellos, y hasta en el Ejrcito Rojo cundi el descon-
gico algunas manifestaciones y sucesos caractersticos. tento entre los hijos de los campesinos. Entonces
A fines de 1927, Molotov seal el atraso de la agri- Stalin, en su famoso artculo El mareo del xito, efec-
cultura y pidi que para subsanarlo se desarrollaran tu el viraje que pareca necesario. La poltica de
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colectivizacin declar-- se funda, segn la doc- La antigua Rusia aldeana subsisti hasta 1929,
trina de Lenin, en la voluntariedad. "No es posible como formul acertadamente Maynard. Desde el pun-
crear a la fuerza centros rurales de produccin co- to de vista de rendimiento econmico, slo puede cele-
lectiva. Eso sera necio y reaccionario." Lenin haba brarse que fuera eliminada con su sistema tradicional
enseado tambin "que sera el peor absurdo intentar de cultivo del suelo. En cambio, desde el punto de
implantar por decreto el cultivo colectivista del suelo". vista de la estructura social, la cuestin tiene que
Se haba infringido, pues, el principio de la volunta- plantearse en otros trminos. Considerndolo desde
riedad, el ritmo de la accin no correspondi al del este punto de vista, no se poda adoptar en este caso
desarrollo y se haban saltado etapas intermedias ne- una poltica rgida: lo que haba pie hacer era trans-
cesarias en el camino que lleva a la comunidad de formar las unidades estructurales existentes de suerte
aldea completa. El Comit Central orden que se pu- que se acomodaran a las nuevas condiciones y requi-
siera fin al empleo de mtodos coactivos. La asam- sitos, conservando empero su carcter estructural, su
blea del Partido proclam en julio que la produccin esencia como clulas autnomas. Esta tarea no se
rural colectiva slo poda edificarse sobre la base del llev a cabo. Es verdad que se adujo como razn que
ingreso voluntario, y que todo intento de aplicar la la idea marxista supeditada a la forma racional (tipo
violencia o la coaccin administrativa constitua "una gran explotacin) de la agricultura, a la industriali-
violacin de la pauta del Partido y un abuso del zacin y tecnificacin de la agricultura, se haba in-
poder". En otoo, el Comisario de Agricultura cri- jertado en la antigua comunidad aldeana rusa que
tic una vez ms los "mtodos burdos y ultraadmi- haba acostumbrado a los campesinos a la explotacin
nistrativos que se haban aplicado a los centros ru- en comn del suelo. Mas la tendencia, de motivo po-
rales colectivos y a sus miembros". Pero apenas cinco ltico, a convertir el cultivo del suelo en seccin de
meses despus, cuando como consecuencia de la ma- la industria y a los campesinos en asalariados de esa
yor libertad buen nmero de campesinos haban aban- industria, la tendencia hacia una economa estatal
donado las explotaciones colectivas a pesar de las que todo lo abarcara y regulara, para la cual la coope-
nuevas ventajas que se les haban concedido, el mismo rativa agrcola era slo un paso hacia la comuna total
Comisario dijo en su informe al Congreso de los y sta slo una fase de transicin a la sucursal local
soviets, refirindose a los campesinos que no se ha- de la seccin agraria de la fbrica estatal, ahog el
ban adherido al movimiento colectivista: "Con quin valor peculiar, el valor estructural, de la comunidad
estn ellos, con los kulaks o con los colectivistas? ... aldeana, y no poda hacer otra cosa que ahogarlo.
Acaso es posible permanecer neutral ahora?" Dicho Un organismo social, lo mismo que un individuo, no
con otras palabras: Quien no est en favor de la co- puede tratarse total y prepotentemente como medio
lectivizacin, est contra el rgimen sovitico. El para un fin sin privarlo de su esencia vital. "Desde
Congreso confirm esa actitud. En los aos siguientes, el punto de vista del leninismo dijo Stalin en 1933
despus de las atenuaciones impuestas por las crisis los centros rurales colectivos, como asimismo los so-
de alimentos, se dieron nuevas medidas de rigor, hasta viets, son, tomados como forma de organizacin, un
que en 1936 estaban colectivizados alrededor del 90 % arma y nada ms que un arma." Naturalmente, de
de los campesinos, aunque las comunas totales consti- un arbolillo convertido en estaca no cabe esperar ya
tuan slo una fraccin infinitamente pequea de ellos. que saque hojas.
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Mucho ms tiempo que en cualquier otro pueblo la tcnica de guerra. Sus ciudadanos parecen acep-
se ha conservado en el ruso la inclinacin "medie- tarlo en lo esencial por diversas razones, unas posi-
val" a unirse en pequeos grupos para una obra co- tivas, otras negativas, unas ficticias y otras reales, y
mn. Del artel, la estructura social ms original na- su actitud parece componerse de una mezcla de vaga
cida de esa inclinacin, pudo decir Kropotkin hace resignacin y confianza prctica. En general, se pue-
cuarenta aos que constituye la sustancia genuina de decir que el individuo se entrega a ese rgimen que
de la. vida campesina rusa: es una unin en parte per- le otorga tan poca libertad de pensamiento y accin:
manente, en parte pasajera, de pescadores, cazadores, ya no es posible retroceder, pero, por lo menos en el
artesanos, comerciantes, cargadores, deportados en sentido del rendimiento tcnico, hay progreso. Las
Siberia, campesinos que acuden a la ciudad para tra- cosas cambian de aspecto si se examina sin prejuicios
bajar como tejedores o carpinteros, campesinos que qu ha realizado ese Estado en materia de socialismo.
se proponen explotar en comn el cultivo del trigo o De postulados socialistas, mucho; de estructura socia-
la ganadera, haciendo siempre una separacin clara lista, nada. "Qu aspecto ha de tener pregunt
entre la propiedad comn y la individual. Para una en 1918 el socilogo Max Weber aquella 'asociacin'
gran idea de reestructuracin exista aqu un elemento de que habla el Manifiesto comunista? Cules son
constructivo de valor incomparable. La revolucin en particular las clulas generadoras de semejantes
bolchevique no lo utiliz como tal, pues no tena nin- organizaciones que pueda presentar el socialismo para
guna aplicacin para pequeas comunidades aut- el caso de que realmente tuviera la oportunidad de
nomas Entre los tipos de kolj os prefiri "en el aduearse del poder y disponer las cosas a su antojo?"
momento presente", como dice Stalin, el artel agr- En el pas donde efectivamente tuvo el socialismo esa
cola por razones de carcter tcnico-econmico, pero oportunidad haba clulas generadoras de esa ndole,
es natural que no vio en l ms que una institucin como quiz en ningn otro de nuestra poca, pero no
transitoria. Uno de sus mejores economistas tericos fueron desarrolladas. Sin embargo, todava queda
resumi su finalidad. El cultivo del suelo dijo tiempo para un viraje y una transformacin pero,
slo podr considerarse socializado cuando todos los entindase bien, no se trata ya de un cambio de tc-
artels agrcolas sean reemplazados por explotaciones
tica, como tan a menudo lo efectuaron Lenin y sus
estatales, y la tierra, los medios, de produccin y el
inventario viviente pertenezcan, pues, al Estado cen- colaboradores, sino de un cambio fundamental. Hacia
tralizado. Entonces los campesinos, como asalariados atrs no pueden volver, slo pueden ir hacia adelan-
del Estado, viviran en casas comunales, en grandes te pero - en una nueva direccin. Todo depende de
ciudades agrarias, centros de mayores demarcaciones que an existan en el fondo fuerzas que salgan a la
electrificadas. La imagen ideal, a la cual pertenece esa superficie y efecten esa transformacin. Pierre Le-
representacin es, en realidad, el cuadro de una socie- roux, el hombre que al parecer emple por vez prime-
dad definitiva e ntegramente desestructurada. Ms ra la palabra socialismo, saba lo que deca cuando
an: es el cuadro de un Estado que ha devorado a la en 1848 se dirigi a la Asamblea Nacional francesa
sociedad. con estas palabras: "Si no queris una comunidad
El rgimen sovitico realiz grandes proezas en el humana, os digo que expondris la cultura al destino
orden de tcnica econmica, y mayores an en el de de perecer en espantosa agona."
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cuperacin de la cohesin interna en nuevas formas
tectnicas, en una nueva consociatio con,sociationum.
X Es fundamentalmente errneo, como mostr, califi-
car de romntica o utpica esta tendencia por el hecho
OTRO EXPERIMENTO de que en sus comienzos apareciera asociada a veces
a reminiscencias romnticas y fantasas utpicas. Por
La era del gran capitalismo desestructur, como vi- su ms profunda esencia es totalmente tpica y cons-
mos, la sociedad. La sociedad que le precedi estaba tructiva, es decir, propone modificaciones que son
egtfucturada a base de sociedades de diversa ndole; perfectamente realizables en las condiciones dadas 'y
era una estructura compleja y pluralista. Eso le daba con los medios dados. Y est fundada psicolgica-
la especfica vitalidad social y la capacitaba para mente en una necesidad eterna del hombre, bien que
ofrecer resistencia a la tendencia totalitaria del Estado muy a menudo reprimida y hasta aturdida: la de
centralista prerrevolucionario, aun cuando varios de poder sentir su casa como un aposento de un edificio
sus elementos tenan ya una vida autnoma muy de- mayor, al cual pertenezca espiritualmente y cuyos mo-
bilitada. La poltica de la Revolucin francesa, ende- radores le confirmen su propia esencia y vida, en su
rezada contra los privilegios de esas asociaciones, convivencia con l y en su trabajo con l. Esta necesi-
quebr esa resistencia. Desde entonces, el nuevo cen- dad no puede satisfacerse a base de una unin fundada
tralismo del gran capitalismo logr lo que no haba en la mera convergencia de opiniones y aspiracio-
logrado el antiguo: atomizar la sociedad. El capital nes; slo puede satisfacerla una unin que consti-
que domina las mquinas y, mediante su ayuda, la tuya vida comunitaria. Mas aun la organizacin co-
sociedad, slo quiere tener ante s a individuos, y el operativa de la produccin y la del consumo resultan
Estado moderno lo secunda desposeyendo progresiva- insuficientes por separado, porque slo comprenden
mente la vida autnoma de los grupos. Las organi- al hombre en un punto determinado y no en la con-
zaciones de lucha que el proletariado erige contra el figuracin de su vida misma, y resultan asimismo,
capital: la econmica sindicato y la poltica par- a causa de su carcter meramente parcial y funcional,
tido, no pueden contrarrestar por su esencia ese incapaces de convertirse- en clulas de una nueva so-
proceso de descomposicin, pues no tienen acceso ciedad. Ambas formas de cooperativa han tenido un
alguno a la vida de la sociedad misma ni a sus bases: gran desarrollo, pero las cooperativas de consumo slo
la produccin y el consumo. Tampoco el- hecho de en formas totalmente burocratizadas y las de produc-
que el capital pase a poder del Estado puede llevar a cin en formas totalmente especializadas; hoy menos
la reestructuracin, aun en el caso de que ste esta- que nunca pueden abarcar la vida comunitaria. Es la
blezca una red de cooperativas obligatorias sin au- conciencia de eso lo que impulsa hacia la forma sint-
tntica vida autnoma, pues como tales son incapaces tica, hacia la cooperativa integral cuyo ms poderoso
de convertirse en clulas de una sociedad nueva, so- intento es la aldea comunitaria, en la cual se forma
cialista. una vida comn a base de la unin de produccin y
Partiendo de esto hay que reconocer que el con- consumo, debiendo entenderse por produccin no slo
tenido primordial del movimiento cooperativo es la el cultivo del suelo, sino su enlace orgnico con la
tendencia de la sociedad a la reestructuracin, a la re- industria y el artesanado.
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Los diversos ensayos hechos en Europa y Amrica rer deshacer las ciudades, como lo era antao el querer
en el curso de un siglo y medio para fundar colonias deshacer las mquinas; en cambio, es constructivo y.
aldeanas de esta ndole, sobre base ya sea comunista, tpico querer articular orgnicamente las ciudades en
ya sea cooperativa en sentido estricto, fracasaron en estrecha conexin con el desarrollo tcnico .y trans-
general. Llamo fracasadas no slo aquellas empresas formarlas en agregados de unidades menores. En la
de colonizacin que tras una existencia ms o menos actualidad existen ya en varios pases importantes
breve se desintegraron totalmente o adoptaron un comienzos en este sentido.
orden capitalista, pasndose as al bando contrario; Hasta donde alcanza mi vista en la historia y en
antes bien, hay que incluir tambin aquellas que se el presen
- 1-75-7-uLirticoislyo en gran escala de
conservaron en forma aislada. En efecto, la tarea ge- crillfiaZo~iva il)Up-al. puede atribuirse cierto
nuina, reestructuradora, de las nuevas comunidades exito en senti o socia asta. s a a ea coo e
aldeanas empieza con su federacin, es decir, con su liebfaia-77-ralestina en sus istintas formas:, Sin t
unin bajo el mismo principio que rige en su estruc- d..: e es in erente tambin una problemtica pro-
tura interna. Mas a eso no se lleg casi en ninguna funda en todos los tres sectores: el de las relaciones
parte. Sin embargo, tampoco puede hablarse de un internas, el de la federacin y el de la influencia sobre
xito socialista aun en los casos en que, como en los la sociedad general; pero ha acreditado su existencia
duchoborsis del Canad, existe una unin federativa, viviente en todos los tres sectores, y es la nica que
pues la federacin misma se mantiene aislada y no ha llegado a hacerlo. En la historia de la colonizacin
ejerce ningn influjo de atraccin y educacin sobre cooperativa no se encuentra en ninguna parte este
la sociedad general. Por lo tanto, no puede conside- incansable tanteo en busca de la forma de convivencia
rarse que el cumplimiento de su tarea haya ido ms que corresponda a estos grupos humanos, ese reiterado
all de su comienzo. Es notable que Kropotkin con- ensayar, sacrificarse, juzgar crticamente y ensayar de
sidere estos dos factores: el aislamiento de las coloni- nuevo, ese constante brotar de nuevas ramas del mis-
zaciones entre s y su aislamiento con respecto a la mo tronco y a base del mismo impulso configurador.
sociedad, como causas de su fracaso tambin en el Y en ninguna parte hay esa actitud alerta ante la
sentido ordinario. propia problemtica, esa lucha siempre renovada con
La tarea socialista slo se realizar en la m ella, esa voluntad tenaz de discutirla y ese intento
en que nueva formas ro-
incesante por vencerla, que slo raras veces se mani-
uccion uccion con e consumo ten a fiesta al exterior por medio de la palabra. Aqu, y
un e ecto rees ruc ura or en a sociedad urbana aue slo aqu, le nacieron a la comunidad en formacin
7ilo---7
a sei 171
-nor a. Este efecto slo sera deecisivo siem- rganos para el conocimiento de s misma, rganos
pre y cuan o sarrollo tcnico ulterior facilite y cuyas percepciones la llevan siempre de nuevo a la
hasta exija la descentralizacin de la produccin in- desesperacin; pero es una desesperacin que destru-
dustrial; pero ya desde ahora, la moderna aldea co- ye una esperanza sentimental para hacer brotar una
operativa puede tener una fuerza de irradiacin aun esperanza ms elevada, a saber: aquella que slo brota
hacia el interior de la sociedad urbana. Es preciso del suelo de la desesperacin y que ya no es senti-
insistir de nuevo en que se trata de una tendencia miento, sino slo obra. De ah que, aun extremando
constructiva y tpica; sera romntico y utpico que- el rigor del examen y de la reflexin, quepa decir que
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ste es el nico punto del mundo en que a pesar de forma: de familia, ms amplia; se vea a s misma
todos los desaciertos parciales puede reconocerse un como la vanguardia del movimiento obrero, y. has-
no-fracasar, y, tal como es, constituye un no-fracasar ta como realizacin directa del socialismo, como proto-
ejemplar. tipo de la nueva sociedad, y se proponan como obje-
Cules son sus causas? No hay mejor modo de tivo la creacin de un nuevo hombre y de un nuevo
conocer el carcter peculiar de esa labor de coloniza. mundo. Pero nada de todo eso haba adquirido la
cin cooperativa que examinando sus causas, pero rigidez de un programa fijo y acabado. No se traa,
tambin viceversa. como ocurri siempre en la historia de las colonias
Repetidas veces se ha sealado uno de los facto- cooperativas, un esquema que los datos concretos po-
res: que la comunidad aldeana juda de Palestina debe dan llenar, mas no modificar; el ideal produca im-
su nacimiento, no a una doctrina, sino a una situa- pulsos, mas no dogmas; alentaba, mas no impona.
cin, a la calamidad, al apremio, a las exigencias de Pero ms importante que todo esto es que, detrs
la situacin. En la creacin de la "kwutza" (comuna de aquella situacin palestinense que planteaba pro-
aldeana) se ha dicho que lo primero no fue la ideo- blemas de trabajo y de organizacin, haba una situa-
loga, sino la obra. No cabe duda de que eso es cin histrica, la situacin de un pueblo afligido por
cierto, pero con una salvedad. Ciertamente, lo que una gran crisis exterior y que respondi a ella con una
se pretendi fue que determinados problemas del tra- gran transformacin interior, y esta situacin his-
bajo y de la organizacin que la realidad palestinense trica produjo una lite, la de los "j alutzim", de los
planteaba a los colonizadores, se resolvieran unindose precursores, integrada por elementos de todas las clases
stos; lo que un conglomerado suelto de individuos no del pueblo y situada ms all de ellas. La forma de vida
hubiera podido dominar en las condiciones dadas, y adecuada a esta lite era la de la aldea comunitaria,
que por su esencia ni siquiera poda intentar domi- entendiendo por ella no slo un matiz, sino toda la
narlo en esas condiciones, lo arriesg, lo intent, lo lo- escala, desde la estructura social de la ayuda mutua
gr la colectividad. Pero lo que se denomina ideologa hasta la comuna. Esta forma era la ms idnea para el
yo prefiero denominarlo con una palabra antigua, cumplimiento de las tareas "jaltzicas" centrales, y era
pero no anticuada: el ideal no era sencillamente algo al propio tiempo aquella en que el ideal de vida social
que se aadiera a posteriori y que a posteriori justifica- poda compenetrarse realmente con la vida nacional.
ra las realidades creadas. En el espritu de las primeras De las premisas histricas resultaba que a esta lite y
comunas palestinenses se combinaban motivos espiri- a su forma de vida les resultaba ntimamente imposible
tuales con lo que el momento requera, motivos en caer en la esttica y en el aislamiento; sus tareas, sus
los cuales se mezclaban a veces peregrinamente el obras, su espritu iniciador, las convertan en centros
recuerdo del artel ruso, impresiones de la lectura de de atraccin e irradiacin. La "jalutziut" est dispuesta
los llamados socialistas utpicos y la repercusin en todos sus aspectos a la formacin de una comuni-
apenas consciente de las doctrinas bblicas acerca dad nacional nueva, transformada; en el instante en
de la justicia social. Lo decisivo es que ese motivo que se hubiese bastado a s misma, habra renunciado
espiritual conserv casi sin excepcin un carcter ma- a s misma. La aldea comunitaria, como clula nu-
leable, plstico. Haba muchos y muy diferentes sue- clear de la sociedad en ciernes, tena que ejercer una
os para el futuro: la gente vea ante s una nueva intensa atraccin sobre los hombres entregados a esa
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formacin, y no poda limitarse a educar para la au- dan in_ fluir en sus sucesores naturales de suerte que
tntica vida de comunidad a los que se le incorpora- stos prosigan su obra de modo adecuado, lo cual
ban, sino tambin tuvo que ejercer, en un mbito ms constituye siempre un problema difcil, y que median-
amplio, una influencia constructiva y estructuradora te acertada eleccin y preparacin formen una descen-
sobre la periferia de la sociedad. La dinmica hist- dencia espiritual en la cual entre todos los elementos
adecuados y, si es posible, ni / 1 - cuan-
rica determin el carcter dinmico de las relaciones
entre la aldea comunitaria y la sociedad. d_o_te~d9 -i-v-Warse,procurar una compensacin
Este carcter sufri considerable menoscabo cuan- mediante la debida influencia educativa. EFllegfrh5
do el ritmo de la crisis exterior se aceler y sus for- hist zacin juda TeVlestina dio vida
mas de manifestacin se hicieron tan radicales que la a la lite jaltzica, que encontr en la aldea comuni-
transformacin interior no pudo seguirlos. En la me- taria su ncleo social. Y con la llegada de los semi-
dida en que Palestina se convirti, de un pas de jalutzim otra ola del mismo destino histrico insert
aliyah, de "ascenso", en .uno de los pases de inmi- en esa lite una problemtica, mejor dicho: hizo que se
gracin, apareci al lado de la "jalutziut" autntica una desarrollara en ella una problemtica latente que has-
"semijalutziut". La fuerza de atraccin de la aldea ta ahora no la logrado dominar y que tendr que
comunitaria no mengu, pero su fuerza educativa no dominar para alcanzar su prxima etapa por la senda
estaba preparada para la enorme afluencia de un de su tarea. La tensin interna entre aquellos que asu-
material humano de otra ndole, y ste logr a veces men toda la responsabilidad de la comunidad y aque-
influir tambin en la coloracin de la comunidad. Al llos que de algn modo la eluden slo puede vencerse
propio tiempo, se oper una alteracin en las relacio- desde el interior de la comunidad.
nes con la sociedad en general. Al paso que sta se El punto en que la problemtica aflora no es la
modificaba en su estructura interna, se sustrajo tam- relacin con la idea ni tampoco con la comunidad, y
bin cada vez ms a la influencia transformadora de ni siquiera con el trabajo; en todos esos aspectos, los
las clulas generadoras, y hasta empez a ejercer so- semijalutzim se dominan, se esfuerzan y cumplen bien
bre ellas una influencia que no siempre se percibi o mal con lo que de ellos se espera. El punto en que
inmediatamente, pero que en la actualidad puede re- la problemtica se hace manifiesta, el punto en que se
conocerse con claridad, pues se adue de elementos produce el "relajamiento", es la relacin con el com-
esenciales de ellas y se los asimil. paero. No aludo con esto en modo alguno a la cues-
En la vida de los pueblos, y muy especialmente tin, tan debatida en su tiempo, de la intimidad de
de aquellos que estn en una crisis histrica, es de la "pequea" kwutza y de la prdida de esta intimidad
importancia decisiva que en ellos surjan lites autn- en la "grande"; me refiero a algo que nada tiene que
ticas, es decir, no usurpatorias, sino indicadas para ver con la extensin de la comunidad. No se trata de
una funcin central; luego, que estas lites permanez- intimidad, sta se produce donde se produce, y falta
can fieles a su misin con respecto de la sociedad y donde falta; se trata de la actitud abierta. Para
no sustituyan las relaciones con ella por unas relacio- que haya una comunidad genuina no es necesario .que
nes consigo mismas, y, por ltimo, que sepan com- conste de hombres que se traten constantemente; tie-
pletarse y renovarse de modo apropiado a su tarea. ne que constar de hombres que, precisamente como
Lo ltimo encierra dos condiciones: que las lites pue- compaeros, estn abiertos y dispuestos unos para
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otros. Es comunidad autntica aquella que en cual- que yo sepa, en ninguna parte se ve en la historia del
quier punto de su existencia tiene carcter de comu- movimiento socialista que, en medio del proceso de
nidad. Las cuestiones sociales internas de una co- diferenciacin, se observara como aqu el principio
munidad son, pues, en realidad, cuestiones relativas a de la integracin.
su autenticidad y, por consiguiente, a su fuerza in- Las distintas formas y formas intermedias que de
terna .y a su consistencia. Los hombres que crearon esta suerte surgieron en distintas pocas y situaciones
la aldea comunitaria juda en Palestina lo saban con representan estructuras societarias diferentes, y los
profundo instinto; ese instinto ya no parece estar tan hombres que las organizaron tenan, las ms veces,
despierto como antes. Sin embargo, tambin en este tanta conciencia de ello como de las necesidades socia-
terreno tan importante hallamos aquel examen y cr- les y psquicas que los impulsaban. No se dieron
tica de s mismo colectivos, tan inexorablemente cla- cuenta con tanta claridad del hecho de que a las dis-
rividentes, a que ya me refer. Mas para entenderlos tintas formas correspondan distintos tipos de hom-
y apreciarlos debidamente es preciso verlos aunados bres, de que, por consiguiente, as como de la forma
con la relacin incomparablemente positiva, casi re- primaria de la kwutza se desprendieron nuevas formas,
ligiosa, de esos hombres con la esencia ms ntima, as del tipo primario del jalutz se desprendieron nue-
ms genuina, de su aldea. Los dos son dos aspectos vos tipos, cada cual con su particular modo de ser 'y
del mismo mundo psquico y ninguno puede aprehen- su afn de realizarse en un modo de vida especial.
derse sin el otro. Es cierto que muchas veces eran factores econmicos
Para iluminar la causa del no-fracaso de las colo- y otros de ndole exterior ls que condujeron a que
nias comunitarias judas en Palestina, part del carc- determinados hombres se apartaran de una forma y
ter no doctrinario de su formacin. Este carcter es se adhirieran a otra; pero en lo esencial sucedi que
tambin lo que determin esencialmente su desarrollo. cada tipo busc en esa forma determinada la reali-
En completa libertad, se han desprendido a menudo zacin social de su peculiaridad, y la hall tambin
nuevas formas y a su vez nuevas formas intermedias, ms o menos. Y cada forma no slo se basaba en un
nacidas todas ellas en plena libertad del desenvolvi- tipo determinado, sino que educ y educa tambin
miento de necesidades sociales y psquicas particula- hacia ese tipo, aspiraba y aspira a desarrollarlo; a
res, y todas ellas conquistaron ya desde su comienzo eso se enderezan la organizacin, configuracin de la
su ideologa propia; cada una hizo adeptos, se pro- vida y sistema de educacin de cada forma cual-
pag, form su dominio ms o menos extenso con quiera "que sea el grado de conciencia que de ello se
perfecta libertad. Los partidarios de las distintas for- tenga. As naci algo que es esencialmente diferente
mas se pronunciaron cada cual en favor de la suya, se de todos los experimentos sociales del mundo: no un
comentaron las ventajas y defectos de cada una con laboratorio donde cada cual trabaja para s, encerra-
toda intensidad y mutua tolerancia, pero todo esto en do con sus problemas y planes, sino un campo de ex-
el terreno, que se consideraba natural, de la causa co- perimentacin donde, sobre suelo comn, se ensayan
mn y de la tarea comn, en el cual cada forma re- simultneamente plantaciones diferentes de acuerdo
conoca la relativa justificacin de las dems en su con mtodos diferentes para una finalidad comn.
funcin especial. Esto no tiene precedentes en la Mas tambin aqu surgieron problemas, y "no slo
historia de las colonizaciones cooperativas. Ms an: en l interior d ca a zaipt ilsrearnes
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de los grupos entre si; no vino de fuera, sino de den- ficadora que pretende coronarlas o abarcarlas. Cada
o, precisamente e principio mismo e e a i ertad: una ha desarrollado y afianzado su carcter peculiar
a en su primera orma rn i i erencia a es in en su federacin, y es muy natural que cada una tien-
rente a la kwutza una tendencia a la federacin, a una da a imaginarse la unificacin como una ampliacin
unin de las kwutzas en una unidad social superior; de ella misma. Pero adems se ha producido un fen-
tendencia de suma importancia porque en ella se ha- meno que condujo a una enorme acentuacin de esa
ca patente que la kwutza se entenda, si no explcita, actitud de las federaciones particulares: la politiza-
por lo menos implcitamente, como clula de una cin. Hace slo veinte aos un jefe de una gran fe-
sociedad reestructurada. Al desprenderse y desenvolver- deracin pudo decir con nfasis: "Nosotros somos una
se las distintas formas, desde la semiindividualista comunidad, no un partido." Eso se ha modificado
que guarda la independencia personal en la econo- radicalmente desde entonces, y en la misma proporcin
ma domstica, la organizacin de la vida y la educa- se han hecho ms difciles las condiciones para una
cin-- hasta la comunista pura, en vez de la federa- unificacin. De ah ha resultado a su vez el hecho
cin nica surgieron una serie de federaciones, en lamentable de que se hayan desarrollado de modo in-
cada una de las cuales se constituy federativamente suficiente las relaciones de vecindad, de importancia
una determinada forma de /colonizacin y, en conse- fundamental para la reestructuracin social, aunque
cuencia, ms o menos un determinado tipo humano, pueden registrarse no pocos casos en que una aldea
pero sometindose an a la premisa fundamental de plenamente desarrollada y rica prest abundante au-
que los grupos locales tenan que unirse entre s bajo xilio a una aldea vecina joven y pobre que pertene-
la misma ley de comunitariedad y mutua ayuda que ca a otra federacin. En estas circunstancias resulta
rige en cada uno de los grupos. Mas no por eso se tanto ms notable la gran lucha por la unificacin,
extingue la tendencia a una unin vasta; se impone, que se entabl especialmente en la pasada dcada.
en todo caso con gran intensidad y claridad en el mo- Nadie que tenga corazn socialista puede leer el gran
vimiento del "kibbutz", de tendencia colectivista, y no documento de esta lucha, la recopilacin hebraica
quiere reconocer a los "kibbutzim" territoriales, las fe- El kibbutz y la kwutza (editado, o mejor dicho, com-
deraciones en que los grupos locales se unen segn puesto, pues todava no se ha publicado, por el di-
su ndole y aspiraciones, ms que como estructuras funto jefe obrero Berl Kaznelson) sin sentir una pro-
provisionales, ms que, como lo expres un famoso funda admiracin por la elevada pasin con la que
representante de ese movimiento, como subrogados de luchan aqu dos campos por la verdadera unidad. Es
una comuna de comunas. Mas prescindiendo de que de prever que la unificacin no pueda crearse de
algunas formas, como en particular la de las "mo- otro modo que a base de una nueva situacin que la
schawim", colonias obreras semi-individualistas (pero haga indispensable; pero en la historia del esfuerzo
que no le ceden a ninguna otra forma en materia de por una renovacin de la humanidad no se olvidar
gestin solidaria de la economa ni de mutua ayuda), el hecho de que hombres de la aldea hebraica lucha-
ya se han alejado mucho de la forma fundamental ron y colaboraron de esta suerte para la formacin
para que se las pueda incluir en el plan de unifica- de una communitas communitatum, y esto quiere de-
cin, tambin en el mismo movimiento del "kibbutz", cir: para la formacin de una sociedad reestructu-
las organizaciones parciales estorban la tendencia uni- rada.
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Dije que en el desarrollo de esta temeraria empre- Estado todopoderoso; pluralismo socialista o unita-
sa del pueblo judo veo yo un no-fracasar ejemplar. rismo "socialista"; la justa proporcin, verificada de
No puedo decir: un xito ejemplar. Para que llegue nuevo a diario por las condiciones variables, entre la
a serlo, ser preciso hacer mucho todava. Pero es libertad de los grupos y el orden general, u orden ab-
as, con ese ritmo, con esos reveses, decepciones y soluto, impuesto por tiempo indefinido con la promesa
nuevas audacias como se operan las verdaderas trans- de una era de libertad que se supone habr de venir
formaciones en el mundo del hombre. "por s misma" posteriormente. Mientras Rusia no
Pero cabe decir entonces que este no-fracasar sea haya sufrido por s misma una transformacin interna
ejemplar? Yo mismo indiqu que fueron premisas y esencial y en la actualidad no podemos vislumbrar
condiciones muy especiales los que llevaron a esto. Y cundo ni cmo suceder esto, hemos de denominar
de todas estas formas puede afirmarse lo que de la con el formidable nombre de Mosc uno de los dos
kwutza dijo un representante de ella: que es una polos del socialismo entre los cuales tiene que recaer la
creacin tpicamente palestinense. eleccin. Al otro polo, yo, a pesar de todo, me atrevo
Mas si en una ocasin tuvo cierto xito un ensayo a denominarlo "Jerusaln".
hecho bajo determinadas premisas y condiciones, en-
tonces tambin puede intentarse, varindolo, cuando
las premisas y condiciones sean menos favorables.
En la crisis mundial, de la que la segunda guerra
mundial ha sido el preludio, las naciones occidentales
se vern colocadas directamente ante la necesidad de
socializaciones radicales, sobre todo ante la de la ex-
propiacin del suelo. Entonces resultar de importan-
cia absolutamente decisiva quin sea el sujeto real de
la economa transformada y propietario de los medios
sociales de produccin: el poder central de un Estado
completamente centralizado o las unidades sociales de
los trabajadores rurales y urbanos, que vivan y pro-
duzcan juntos, a travs de sus corporaciones repre-
sentativas, de suerte que los, rganos del Estado trans-
formados no tengan que desempear otras funciones
que las de conciliacin y administracin. De esas
decisiones, a las cuales seguirn luego otras anlogas
en las naciones mayores, depender en gran medida
la formacin de una nueva sociedad y de una nueva
cultura. Est en juego la decisin sobre la base: re-
estructuracin de la sociedad como federacin de fe-
deraciones y reduccin. del Estado a la funcin de
unificador, o absorcin de la sociedad amorfa por el
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serio y consciente de la responsabilidad es el conoci-
miento que de nosotros se exige, puesto que aunque
lo que importa es el hecho, solamente el hecho escla-
XI recido en el conocimiento contribuir a vencer la cri-
EN LA CRISIS- sis. En la poca de una gran crisis no basta mirar
retrospectivamente el pasado prximo para acercar a
Hace tres dcadas tenemos la sensacin de que vivimos una solucin el enigma del presente: es preciso con-
en los umbrales de la crisis ms grande que hasta ahora frontar la fase del camino a la cual ha llegado el
haya conocido el gnero humano. Se nos hace cada hombre con sus principios, siempre que sea posible
vez ms patente que aun los formidables aconteci- representrselos. Lo esencial de todo aquello que
mientos de los ltimos aos slo pueden entenderse ayud al hombre a salir, por decirlo as, de la natu-
como seales de esta crisis. En modo alguno atae la raleza y, a pesar de su debilidad como ser natural, a
crisis slo a un sistema econmico -y social que sea mantenerse frente a ella, ms esencial an que el ha-
reemplazado por otro, hasta cierto punto ya pronto, cer un mundo "tcnico" de cosas especficamente con-
sino que todos los sistemas, los antiguos y los nuevos, figuradas, era que se uniera con sus semejantes para
estn igualmente en crisis. Lo que sta pone sobre la defensa y la caza, para cosechar y trabajar, y eso
el tapete es nada menos que el ser del hombre en el de suerte que, hasta cierto punto desde el principio,
mundo. En tiempos remotos, que no podemos medir, y luego cada vez ms, considerara a los dems, a cada
esta criatura, "el hombre", empez su trayectoria; individuo, como seres independientes con respecto a
visto desde la naturaleza, constituye una anomala en l, entendindose as con ellos, dirigindoles la pala-
el fondo apenas comprensible; visto desde el espritu, bra y aceptando que ellos se la dirigieran. Esta for-
una encarnacin no ms fcil de comprender, acaso macin de un mundo "social" a base de personas al
la nica; visto desde ambos lados, una existencia que propio tiempo dependientes e independientes entre s
por su esencia se halla a cada momento amenazada se distingua por su ndole de todas las empresas se-
desde fuera y desde dentro, y que est expuesta a mejantes de los animales, del mismo modo como el
crisis cada vez ms profundas. En las pocas de su trabajo tcnico del hombre se distingua por su ndole
camino terrenal, el hombre ha acrecentado cada vez de todas las obras anlogas de los animales. Tambin
ms y con aceleracin creciente lo que se suele deno- los monos se sirven de bastones que encuentran, utili-
minar su poder sobre la naturaleza, y ha conducido zndolos como palancas, punzones o armas; pero eso
de triunfo en triunfo lo que se suele denominar la sucede de modo puramente ocasional, no- son capaces
creacin de su espritu. Mas de una crisis a otra ha de concebir y fabricar una herramienta como un ob-
logrado sentir cada vez ms profundamente cun en- jeto que tenga tales condiciones y no otras y sea de
deble es toda su grandeza, y en horas de clarividencia empleo permanente. Y, asimismo, muchos insectos
logr entender que, a pesar de todo lo que l suele viven en sociedades organizadas con estricta divisin
denominar progreso de la humanidad, no camina a del trabajo; pero es precisamente esa divisin del tra-
sus anchas por carretera abierta, sino que tiene que bajo lo que determina totalmente sus relaciones mu-
poner un pie tras otro por un angosto sendero entre tuas: todos ellos son propiamente instrumentos, con la
abismos. Cuanto ms grave sea la crisis, tanto ms particularidad de que es su propia sociedad la que se
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sirve de ellos para sus fines "instintivos"; .,falta la y seguridad comunes; pero a la esfera poltica en sen-
improvisacin la medida de independencia mutua, tido estricto el Estado, con su poder policial y su bu-
mor modesta que sea, lisibildad de conSiderarse rocracia se enfrentaba la sociedad articulada de
siem re de nuevo "fibres enfilif y, por consigmen- modo orgnico-funcional, una sociedad organizada _a
te, a relacin cle_persona a 1:,)ers11'1'`'":All Crea= base de diversas sociedades, en la que se viva y traba-
cin tcnica especliCiXel lim nl51-significa la conce- jaba, en la que se luchaba .y se ayudaban unos a otros.
sin de autonoma a las cosas, as su creacin social Eri cada una de las pequeas y grandes agrupaciones
especfica significa la concesin de autonoma a seres de que estaba compuesta la gran sociedad, en cada
de su especie. A base de esta peculiaridad exclusiva una de esas comunidades y asociaciones, la persona hu-
del hombre hay que comprender su camino con todos mana, a pesar de todas las dificultades y eonflictos,
sus altibajos y, en consecuencia, nuestro propio punto se senta pertenecer como en su clan, se senta afir-
en este camino, nuestra gran crisis , particular. mada y confirmada en su propia autonoma y res-
En el actual desarrollo del gnero humano como ponsabilidad funcionales.
tal prevalece esta lnea, la lnea de la formacin y Esto se ha modificado en la medida en que el prin-
transformacin de comunidades a base de una cre- cipio poltico centralista, subyug al social descentra-
ciente autonoma personal, de su mutuo reconocimien- lista. Con todo, lo decisivo no fue que el Estado, es-
to y de la cooperacin sobre esta base. Los dos pasos pecialmente en sus formas ms o menos totalitarias,
ms , importantes que el hombre de los tiempos primi- debilitara y relegara cada vez ms a las federaciones
tivos dio hacia la sociedad humana an pueden de- libres, sino que el principio ; penetrara con su
terminarse hasta cierto punto. Uno consiste en que afn centralista en las federaciones, transformara
dentro de cada clan, en un modo primitivsimo de di- su estructura y su vida interna y de esta suerte politiza-
visin del trabajo, las personas eran reconocidas y ra cada vez ms .a la sociedad misma. El hecho de que
utilizadas en la aptitud especial de cada una, con lo la sociedad se acomodara de tal modo al Estado fue
cual el clan adquiri cada vez ms el carcter de unin fomentado por la circunstancia de que, a consecuen-
siempre renovada de agentes de distintas funciones; cia del desarrollo de la economa moderna con su caos
y el segundo: que distintos clanes se unieron entre s organizado y de la lucha de lodos contra todos para
con ciertas condiciones y requisitos para procurarse tener acceso a las materias primas y un sitio mucho
alimentos y emprender expediciones guerreras en con- ms ancho en el mercados en vez de los antiguos anta-
junto, condensando su ayuda mutua en costumbres y gonismos entre los. Estados aparecieron antagonismos
leyes cada vez ms fijas, y que en ellos, lo mismo que entre las sociedades mismas. La sociedad individual,
antes entre personas, se conoci y reconoci entre las que ya no slo se senta amenazada por los vecinos,
comunidades una diferencia de esencia y funcin, sino tambin por el estado general de las cosas, no
Desde entonces, siempre cuando se desarroll una au- supo encontrar otra salvacin que sometindose total-
tntica comunidad humana, se hizo sobre las bases de mente al principio del poder centralizado; convirti
la autonoma funcional, del reconocimiento mutuo y a ese principio, en las formas democrticas no mucho
de la mutua responsabilidad, individual y colectiva. menos que en las totalitarias, en el suyo propio. Por
Es verdad que se formaron centros de poder de di- todas partes ya slo importaba la- organizacin cora-
versa ndole que organizaron y garantizaron el orden pleta de las fuerzas, la observancia indiscutible de das
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consignas, la imposicin del inters real o supuesto planetario ilithitado, que deVere a toda- comunidad
del Estado' en toda la sociedad. Y con eso corre pare- libre. Todo depende de que no entreguemos al prin-
jas un desarrollo interno. En el caos enorme de cipio poltico la labor de explotar la tierra.
la vida moderna, apenas paliado por el aparato de la
La explotacin- en comn slo es posible si es so-
economa y del Estado que funciona con seguridad, cialista Vero si la cuestin del destino de la hunia-
el individuo se ase a lo colectivo. La pequea cornil- ctual consiste en saber si sta podr decidirse
nidd en que se hallaba incluido no puede ayudarle; y educarse para una explotacin socialista en comn;
slo pueden hacerlo cree l las grandes colectivi- lo esencial de esta cuestin se refiere al socialismo
dades, y con harta satisfaccin se deja arrebatar la
mismo: cmo - ser el socialismo en cuyo signo se_le-
responsabilidad personal; lo nico que quiere es obe- grar, si s logra, la explotacin en comn por parte
decer. Y as se pierde el bien ms precioso: la vida de la humanidad.
1
entre memore y hombre; las conexiones autnomas La ambigedad 'de los conceptos utilizados es ma-
pierden importancia, las relaciones personales se agos- yor aqu que en parte alguna. Se dice, por ejemplo,
tan, el espritu mismo busca empleo como funciona- que el socialismo s el paso del poder sobre los medios
rio. La persona humana se convierte de miembro de de produccin de manos de los empresarios a ma-
una corporacin comunitaria en engranaje de la m- nos de la colectividad; pero todo depende de lo que se
quina de lo "colectivo". As como en la tcnica de e- entienda por colectividad. Si es-lo que solemos lleno=
nerada el hombre est a unto de erdera sensacin minar Estado, es decir, una institucin en la . cual una
multitud esencialmente inarticulada deja ques sus asun-
egenera a e sentimientiislenonmnickd .y____e_s. u291- tos sean llevados por una llamada representaCin, en-
samente mientras est imbudo de la ilusin de vivir tonces, en una sociedad socialista, eso se habr:modi-
c.mp e en e en rega o a su comuni a ficado, sobre todo, en el sentido de que los obreros se
Una crisis de esta ndole no puede subsanarse as- sentirn representados`por los'titulares del poder sbre
pirando a volver a un punto anterior del camino, sino los medios de produccin. Pero qu es representa-
tratando de dominar sin rebaja alguna la problem- cin? Acaso la peor deficiencia de la sociedad mo-
tica presente. No podemos volver atrs, slo podemos derna no consiste precisamente en que nos dejamos
abrirnos paso. Pero slo podremos abrirnos paso a representar demasiado? Y, en una sociedad "socia-
condicin de que sepamos a dnde queremos lle ar. lista", no suceder que el pueblo se deje representar
empezar esta mien o no slo poltica, sino tambin econmicamente, de
una paz vital que arrebate al principio poltico la suerte que imperar casi ilimitado el principio de de-
soberana sobre lo social. Y, una vez ms, este primer . jarse representar y, con l, la acumulacin- casi ili-
objetivo no puede alcanzarse mediante artes de orga- mitada de poder central? Pero, en la medida en que
nizacin poltica, sino slo mediante una fuerte un grupo"humano se deja representar en la decisin
Voluntad de los pueblos de explotar y administrar con- sebre cuestiones comunes, sobre todo por representan-
juntamente el planeta Tierra, atendiendo a los territo-
tes ajenos a l, en 'esa misma medida carecer de vida
rios, yacimientos de materias primas y poblaciones. comunitaria, tanto menos contenido comunitario ten-
Mas precisamente de ah nos amenaza un peligro ma- dr, puesto que la comunidad no la primitiva, sino
yor que todos los anteriores: el de un centralismo la posible y adecuada para nosotros los actuales se
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viva. Aguarda aqu una nueva forma` de manifesta-
pone de manifiesto, sobre todo, en el comn trata-
miento activo de lo comn y no puede existir sin ese cin a los "guardias" platnicos.
tratamiento. Representacin de la idea, digo; no de un prin-
cipio rgido, sino de la figura viva que quiere tor-
La esperanza primordial de toda la historia se narse tangible precisamente en la materia de esta vida
endereza a una autntica comunidad del gnero hu- terrenal. Tampoco la comunidad" puede <convertirse
mano, o sea a una comunidad de contenido comuni- en dogma; tambin ella, cuando aparezca, tiene que
tario en todos aspectos. Sera ficticio, engaoso, una satisfacer, no a un concepto, sino a una situacin. La
mentira tan_ grande como el planeta una comunidad realizacin -de la idea de comunidad, como la de cual-
que no se edificara a base de una verdadera vida co- quier otra idea, no es algo que exista de una vez 'por
munitaria de grupos mayores o menores, que vivieran todas y con validez universal, sino que siempre es
o trabajaran juntos, y a base de sus relaciones rec- slo una respuesta del momento a una pregunta del -
procas. Por lo tanto, todo depende, de que la colecti-
vidad a cuyas manos pase el .poder sobre los medios momento.
A causa de este su sentido vital, es preciso apartar
de produccin haga posible y fomente, en virtud de de la idea de comunidad toda sentimentalidad, toda
su estructura e instituciones, la verdadera vida de co- eXageracin y exaltacin. La comunidad no es nunca
munidad de los diversos grupos, precisamente hasta estado de nimo, y aun en el caso de que sea senti-
que stos mismos pasen a ser ,los genuinos sujetos del
miento, es siempre sentimiento de una organizacin.
proceso de produccin; de tal modo que la multitud Comunidad es la organizacin interior de ua vida
as articulada y en sus miembros ..(las "comunas" de comn que conoce y abarca el "clculo" seco, el "azar"
diversa ndole) sea tan poderosa como permita la ex- rebelde, la "preocupacin" amenazante. Es comuni:
plotacin comn por parte de la humanidad; de tal dad de afliccin y, slo a partir de eso, comunidad de
modo que el dejarse representar centralista slo llegue espirita; es comunidad de esfuerzo y, slo desde ah,
hasta donde lo requiera imperativamente el nuevo comunidad de salvacin. Aun aquella comunidad la
orden. La cuestin del destino interno no tiene la religiosa que llama seor al espritu y- salvacin a
forma de un dilema radical: es la cuestin acerca de su objeto, es slo comunidad cuando sirve a su seor
la lnea de demarcacin legtima, que es preciso trazar en la realidad llana; ordinaria, escueta, una realidad
siempre de nuevo, acerca de los muchos, lmites entre que ella no se ha elegido, que ms bien, cabalmente,
los sectores que hay que centralizar necesariamente le ha sido impuesta; solamente cuando prepara el
y los que pueden dejarse rlibres, entre la medida del camino hacia su objeto a travs de la maleza de su
gobierno y la: de la autonoina, entre la ley de la uni- hora intransitable. Ciertamente, lo que vale no son
dad y la- exigencia de la comunidad. El incesante las "obras", sino que vale la obra de la fe. La comu-
examen del estado de las cosas desde el punto de la nidad de fe slo lo es verdaderamente cuando es co-
exigencia de la comunidad, expuesta siempre a vio- munidad de labor.
lacin por parte del poder central, la guardia sobre la Sin duda, la esencia genuina d la comunidad debe
verdad de los lmites, variable a tenor de las premi- buscarse en el hecho notorio o ignoto de que tie-
sas histricas variables, incumbira a la conciencia ne un centro. La 'gnesis de la comunidad slo puede
espiritual de la humanidad, a una instancia peculia- comprenderse teniendo en- mienta que sus miernbros
rsima, a la" incorruptible de la idea
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tienen una relacin comn con el centro superior a no volver. La ciudad moderna no tiene gora ni el
todas las dems relaciones: el crculo es trazado por
los radios, no por los puntos de la periferia. Y la hombre moderno tiempo- para deliberaciones, de -las
cuales se encargan los representantes elegidos. Una
pristinidad del centro no puede conocerse si no se convivencia concreta queda destruida ya por el apre-.
reconoce como transparente hacia lo divino. Pero
cuanto ms terrenal, cuanto ms criatural, cuanto ms rnio de la cantidad 'y de la forina de organizacin. El
trabajo vincula con otras personas que el ocio; el
ligado se representa el centro, tanto ms verdadero, deporte con otras que la poltica; la jornada y el lma.:
tanto ms transparente es. Lo "social" pertenece a estn ntidamente subdivididas.- las vinculaciones no
este mbito. No como seccin, sino como el mundo son-- ms que objetivas, s gestionan conjuntamente .
de la verificacin:- aqul en que se acredita la verdad
del centro. A los cristianos primitivos no Jes bastaba los intereses y- tendencias comunes y no hay lugar para i
la- comuna que estaba- alejada del mundo o por encima la- "inmediatidad". La colectividad- no: es una especie
de l, y se iban al desierto para slo tener comunidad de reunin agradable, sino una gran federacin de :
con Dios y no tener ya ningn mundo perturbador. fuerzas econmicas - o polticas, poco feunda para .el
juego de imaginacin romntico, pero comprensible
Mas se les hizo ver que Dios no quera que el hombre numricamente; se manifiesta en acciones y efectos
estuviera a solas con l; y por encima de la santa y el individuo puede pertenecer a ella sin intimidades;
incapacidad de la soledad creci la orden fraternal. pero con la conciencia de su aportacin energtica..
Por ltimo, rebasando el dominio de San Benito, San Las "ligas" que se resisten contra la inevitable evo=
Francisco concert la unin con todas las criaturas. lucin tendrn 'que desvanecerse. Bien es verdad que
Pero una- cmuniclad en modo alguno necesita ser todava existe la familia, que como comunidad do
"fundada". Alli donde el destino histrico puso un mestica parece requerir y garantizar un mnimo `de
grupo humano en un espacio comn de naturaleza , y convivencia; pero tambin ella saldr de su crisis - en
vida, hubo margen para la formacin de una genuina fornia de federacin =con una finalidad, o bien des-
comuna; y no se necesitaba un altar de un dios de la
ciudad si los ciudadanos se saban en derredor del aparecer. =-
Frente a - esa amalgama de conocimientos verda-
innominable y unidos por l. Se haba dado una deros' y conclusiones errneas, me pronuncio por el
convivencia viva y continuamente renovada, que,slo renacimiento de la comuna. : Renacimiento,` no recupe-
quera que fuese desarrollada en lo inmediato de to-
das las relaciones. Los asuntos , comunes eran delibe- racin. " De hecho - no cabe recuperarla,- aunque se'rrie
rados y decididos ;en comn en lbs casos-ms felices, antoja que'todo asomo de fraternidad- n los edificios
de ;apartamento,,Ioda ola de"camaradera clida en
no por representantes, sino en lau.samblea _de la plaza las pausas d la fbrica, significan un crecimiento
del mercado, y la solidaridad experimentada en del contenido de comunidad 'del mundo; -y aunque= a'
pblico_ irradiaba en todo contacto personal. Poda veces"-me parezca ms real unacomunidad aldeana
amenazar el peligro de aislarse: el espritu lo , domi-
que un parlamento, la comuna no- puede recuperarSe,,
naba,. l, que prosperaba 'aqu. corno-en ninguna parte, Pero considero que-la suerte del gnero liumano-dez
y que con vistas al pueblp, -a .la humanidad y al. cos- pendo de la posibilidad de. que la-:Coniina-renazea de
mos abra grandes ventanas Jos angostos muros. (- las_laguas y del 'espritu de la, inminente transfor-:
. Pero eso precisamente_se me replica pas para macin,de la:sociedad. Un ente conmnitario orgniCO:
-1-9$
195:
y slo sos pueden formar una humanidad confi- que aspiran a la comunidad. En la estructura de so-
gurada y articulada no se integrar nunca a base ciedad que yo me imagino, deber haber tambin un
de individuos, sino de comunidades" pequeas e n- sistema de representacin; pero no se traducir, como
fimas: una nacin es comunidad en la medida; en que losffrfales, li pseudo representantes de masas amor-
tiene 'contenido comunitario. Si la familia. no sale fasd-eterdrWs-iiirjinos representantes acredirns
purificada y remozada de la crisis que hoy parece en tra ajo e as comume es a explotadoras. os
ruina, la organizacin estatal, -por aadidura, no ser ~eilads estarn unidos con sus representantes,
ya sino un aparato que se alimentar con los cuerpos no como hoy en vacua abstraccin mediante la fiW
ta-
de las generaciones. La comuna que de esta suerte seo opa. e un programa
podra renovarse, existe ya slo como residuo. Cuan- mente, mediante a actuacin comnc eriencia
do yo hablo de su renacimiento, no pienso en una comu
situacin mundial que perdure, sino .en una situacin Pero lo ms esencial es que el proceso de la for-
modificada. Cuando hablo de las nuevas comunas macin de comunidades prosiga en las relaciones
aunque se las llame las nuevas cooperativas, me de las comunidades entre s. Slo una comunidad de
refiero a los sujetos de la economa transformada, a comunidades podr calificarse de ente comunitario.
las colectividades a cuyas manos deber pasar el poder El boceto que aqu he diseado a grandes rasgos
sobr los -medios de produccin. Una vez ms: todo deber agregarse a las actas del "socialismo utpico"
depende de que estn prontas, preparadas. hasta que la tempestad abra sus hojas. As como no
Qu cantidad de autonoma econmica y poltica creo en la "incubacin" de la nueva estructura de
puesto que necesariamente sern a la vez unidades Marx, tampoco creo en la partenognesis de Bakunin
polticas y econmicas habr que concederles, es desde el seno de la revolucin. Pero creo en el e -
una cuestin tcnica que habr que plantear y resol- cuentro de imagen y destino en la ora plstica.
ver siempre de nuevo, pero partiendo del conocimiento
(que est por encima de la tcnica) de que la potencia
interna de una comunidad depende al propio tiempo
de su potencia externa. Las relaciones entre centra-
lismo-y descentralizacin son un problema que, como
hemos dicho, no debe tratarse como principio, sino
como todo lo que afecta al comercio de la idea con la
realidad, con "el gran tacto del espritu, ponderando,
sin cansarse nunca, la medida legtima. Centraliza.-
cin, s, pero nunca ms de lo que sea preciso se-
gn las condiciones de, lugar y tiempo; si la instan-
cia llam
ada a: trazar y a volver a trazar las lneas de
demarcacin permanece alerta en su conciencia, la
distribucin entre la base y el vrtice de la pirmide
ser totalmente diferente de lo que es en la actua-
lidad aun en Estados que se llaman comunistas, o sea:
200 201
NDICE.
Prlogo 7
I. El concepto 9
II. El asunto 17
III. Los primeros 28
IV. Proudhon 38
V. Kropotkin 56
VI. Landauer 67
VII. Intentos 82
VIII. Marx y la renovacin de la sociedad . 112
IX. Lenin y la renovacin de la sociedad . 137
X. Otro experimento 176
XI. En la crisis 190
203
Este libro se termin de imprimir el da
15 de junio de 1955 en los talleres de Gr-
fica Panamericana, S. de R. L., Parro-
quia, 911 (esq. Nicols San. Juan), Mxi-
co 12, D. F. De l se imprimieron 10,000
ejemplares y en su composicin se utilizaron
tipos Bodoni 10:10 y 8:8 puntos. La edi-
cin de la obra estuvo bajo el cuidado de
Joaqun Gutirrez Heras.