El Coleccionista de Insultos
El Coleccionista de Insultos
El Coleccionista de Insultos
-Pues lo mismo vale para la envidia, la rabia y los insultos añadió el maestro-.
Cuando no son aceptados, continúan perteneciendo a quien los cargaba consigo.
Objetivo: Pensar por sí mismos las respuestas para que elaboren cognitivamente
los contenidos.
Preguntas explicitas:
Preguntas implícitas
EL coleccionista de insultos
Cerca de Tokio vivía un gran samurái, ya anciano, que se dedicaba a enseñar el
budismo zen a los jóvenes.