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Biografía de Andrés Bello

Andrés Bello fue un político, educador y jurista venezolano-chileno del siglo XIX. Nació en Venezuela y participó en el proceso de independencia. Más tarde se trasladó a Londres como parte de una misión diplomática, donde permaneció casi 20 años dedicándose a la traducción y la enseñanza. En 1829 emigró a Chile, donde desempeñó cargos públicos y fue fundamental en la creación de la Universidad de Chile, de la que fue su primer rector.

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Biografía de Andrés Bello

Andrés Bello fue un político, educador y jurista venezolano-chileno del siglo XIX. Nació en Venezuela y participó en el proceso de independencia. Más tarde se trasladó a Londres como parte de una misión diplomática, donde permaneció casi 20 años dedicándose a la traducción y la enseñanza. En 1829 emigró a Chile, donde desempeñó cargos públicos y fue fundamental en la creación de la Universidad de Chile, de la que fue su primer rector.

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Biografía de Andrés Bello

Andrés de Jesús María y José Bello López (Caracas, 29 de noviembre de


1781 - Santiago, 15 de octubre de 1865) fue un filósofo, poeta, traductor, filólogo,
ensayista, educador, político y jurista venezolano-chileno de la época pre-
republicana de la Capitanía General de Venezuela. Considerado como uno de los
humanistas más importantes de América, contribuyó en innumerables campos del
conocimiento.

De una profunda educación autodidacta, nació en la ciudad de Caracas, en


la entonces Capitanía General de Venezuela, donde vivió hasta 1810. Fue
maestro del Libertador Simón Bolívar y participó en el proceso que llevaría a la
independencia de Venezuela. Como parte del bando revolucionario, integró la
primera misión diplomática a Londres conjuntamente con Luis López Méndez y
Simón Bolívar, lugar donde residiría por casi veinte años. En 1829 embarca junto a
su familia hacia Chile, donde es contratado por su gobierno, desarrollando
grandes obras en el campo del derecho y las humanidades. Como reconocimiento
a su mérito humanístico, el Congreso Nacional de Chile le otorgó la nacionalidad
por gracia en 1832.

En Santiago alcanzaría a desempeñar cargos como senador y profesor,


además de dirigir diversos periódicos del lugar. En su desempeño como legislador
sería el principal impulsor y redactor del Código Civil, una de las obras jurídicas
americanas más novedosas e influyentes de su época. Bajo su inspiración y con
su decisivo apoyo, en 1842 se crea la Universidad de Chile, institución de la que
se convertirá en su primer rector por más de dos décadas. Entre sus principales
obras, se cuenta su Gramática del idioma castellano (Gramática de la lengua
castellana destinada al uso de los americanos y los esclavos españoles), los
Principios del derecho de gentes, la poesía Silva a la agricultura de la zona tórrida
y el Resumen de la Historia de Venezuela.

Biografía por etapas de su vida


Etapa Caraqueña (1781-1810)

Hijo primogénito de don Bartolomé Bello, abogado y fiscal (1758-1804) y de


doña Ana Antonia López. En su Caracas natal, el joven Andrés cursó las primeras
letras en la academia de Ramón Vanlonsten. Leyó los clásicos del siglo de oro, y
desde muy joven frecuentaba el Convento de Las Mercedes, donde aprende latín
de manos del padre Cristóbal de Quesada. A la muerte de éste (1796) Bello
traduce el libro V de la Eneida.
En 1797 comienza estudios en la Real y Pontificia Universidad de Caracas,
graduándose de Bachiller en Artes el 14 de junio de 1800. Ese mismo año, antes
de graduarse, recibe en Caracas al naturalista alemán Alexander von Humboldt y
a su compañero, Aimé Bonpland, y los acompaña a subir y explorar el Cerro Ávila.

En su ciudad natal realiza también estudios inacabados de derecho y


medicina, aprende por su propia cuenta inglés y francés, y da clases particulares,
contándose el joven Simón Bolívar entre sus alumnos. Sus traducciones y
adaptaciones de textos clásicos le proporcionan prestigio, y en 1802 gana por
concurso el rango de Oficial Segundo de Secretaría del gobierno colonial. Durante
el período entre 1802 y 1810 Bello se convierte en una de las personas
intelectualmente más influyentes en la sociedad de Caracas, destacándose al
desempeñar labores políticas para la administración colonial, además de ganar
notoriedad como poeta, al traducir la tragedia de Voltaire, Zulima.1 Al llegar la
primera imprenta a Caracas en 1808, la gran notoriedad de Bello lo hace el
candidato ideal para asumir la dirección de la recién creada Gaceta de Caracas,
una de las primeras publicaciones venezolanas.

Los sucesos revolucionarios del 19 de abril de 1810 dan inicio a la


independencia de Venezuela. En ellos participa el joven Bello, y la Junta
enseguida lo nombra Oficial Primero de la Secretaría de Relaciones Exteriores. El
10 de junio de ese año, zarpa de las costas de su patria para ejecutar una
delicada misión diplomática como representante de la naciente República: es
comisionado junto con Simón Bolívar y Luis López Méndez para lograr el apoyo
británico a la causa de la independencia. Bello es escogido por sus amplios
conocimientos y su dominio de la lengua inglesa, que había adquirido de forma
autodidacta. Sale destino a Londres en la corbeta Wellington, que puso a
disposición de la Junta Suprema de Caracas el almirante Thomas Cochrane.

Etapa Londinense (1810-1829)

La corbeta en la cual viajaba la comisión llegó al puerto de Portsmouth el 10


de julio de 1810, lugar desde el que se dirigieron hacia Londres con el fin de
establecer contactos con miembros de las altas esferas británicas. La misión
encomendada a Bello, Bolívar y López encuentra graves problemas para
desarrollar su labor, puesto que la situación política había cambiado el eje de los
intereses ingleses respecto de América. Por un lado, la invasión napoleónica a
España había acercado al Reino Unido con su tradicional enemigo, frente al
peligro común que consistía Napoleón Bonaparte. Esto significó para el gobierno
de Londres tener que ayudar a la causa hispana, otorgándole créditos y ayuda a la
Junta Suprema Central que gobernaba en nombre del "cautivo" Fernando VII. Sin
perjuicio de aquello, y utilizando un doble discurso, Londres toleraba la
propaganda independentista americana en su territorio, en especial la realizada
por el también venezolano Francisco de Miranda, al mismo tiempo que le otorgaba
a los americanos la calificación de beligerantes. Los intereses británicos con la
independencia de las colonias españolas de América no iban más allá.

Con esos antecedentes, la delegación venezolana fue recibida por el


canciller británico Richard Wellesley, hermano del duque de Wellington, en cinco
entrevistas no oficiales realizadas en su domicilio particular. La postura británica
fue clara y desde el principio dieron a entender que en esos momentos, el apoyo
político a la causa de la independencia era imposible y trataron de desviar las
negociaciones hacia acuerdos comerciales más acordes con los intereses
británicos, en un intento además de presionar a España para que les dejase
comerciar libremente con sus colonias. Otra de las razones para permitir el
recibimiento informal de la embajada venezolana, era el de evitar que los mismos
tuvieran que recurrir a la ayuda francesa, pese al escaso interés mostrado por
Bonaparte por la región. El fracaso de la misión provoca el regreso de Bolívar al
Nuevo Mundo, con el fin de sumarse a la guerra que arreciaba entonces en el
continente. Bello y López quedan entonces a cargo de la embajada, empezando a
vivir diversas penurias económicas ante el cada vez más escaso aporte realizado
por el gobierno de la naciente república.

En esta época Bello empieza a desenvolverse dentro de la sociedad


londinense, trabando una breve pero influyente amistad durante el escaso tiempo
que confluyeron en dicha ciudad con Francisco de Miranda. Pese a conocerse
desde la época en que ambos residían en Caracas, Miranda, en su rol de líder de
la causa independentista americana en Europa, aprovechó los amplios
conocimientos de Bello para sumar a distintos actores a la causa. Miranda en
aquella época residía bajo el amparo británico en Londres, con el fin de escapar
de la constante persecución española, quien lo había convertido en uno de sus
principales enemigos. Bolívar, López y Bello fueron recibidos por Miranda en su
casa de Grafton Street, a donde concurrieron reiteradamente con el fin de acceder
a las esferas de influencia que Miranda había desarrollado. Después de la partida
de Bolívar, Bello es acogido por un tiempo en casa de Miranda, en donde es
iniciado en la masonería, en una nueva logia llamada Nº 7 de Caballeros
Racionales, de la cual fueron sus fundadores Carlos de Alvear, José de San
Martín y Matías Zapiola, mientras que López Méndez ejercía de venerable y Bello
de secretario.

Otro de los personajes que ejercería una amplia influencia sería su amigo
José María Blanco White, protegido de Lord Holland. Sería este último bajo
instancias de Blanco, quien le proporcionaría cierta estabilidad a Bello al
contratarlo como su bibliotecario y profesor particular. Junto con éste se
desempeña en el periódico El Español, que no abogaba por una independencia
total de España. En tal medio se desempeñó como redactor, y en su calidad de tal
tomó contacto con personajes como Francisco Antonio Pinto, futuro presidente de
Chile, Antonio José de Irisarri, encargado de negocios de Chile y quien impulsaría
su viaje a Santiago, Servando Teresa de Mier, con quien colaboraría en El
Español, James Mill, economista y político escocés y padre de John Stuart Mill,
Jeremy Bentham, filósofo inglés, padre del utilitarismo, Vicente Salvá, filólogo
español, Bartolomé José Gallardo y Antonio Puigblanch, entre otros.

Pese a la ayuda recibida por Blanco White, la situación económica de Bello


se hace cada vez más precaria. En 1812 manifiesta su intención de regresar a
Venezuela, pese a lo cual un gran terremoto que asola Caracas el 26 de marzo de
1812 no permite que su familia pueda ayudarlo, dada la pérdida de buena parte
del patrimonio familiar. Para agravar más la situación, la derrota patriota y la caída
de la Primera República, significa el fin de todo apoyo económico desde América y
el encarcelamiento de su amigo Francisco de Miranda. Ante tales descalabros,
Andrés Bello presenta una solicitud de amnistía que tentativamente habían
anunciado el gobierno español ante el fracaso momentáneo de la independencia
americana. Tal solicitud aparece presentada en la embajada española en Londres,
fechada el 31 de junio de 1813, un curioso error en un eficiente y minucioso
funcionario público. En una parte de aquella petición Bello expresa:

El suplicante puede alegar también en su favor la notoria moderación de


sus opiniones y conducta, que aun llegaron a hacerle mirar como desafecto de la
causa de la Revolución; y cita en su abono el testimonio de cuantas personas le
hayan conocido en Caracas, de las cuales no será difícil se encuentren muchas en
Cádiz

Andrés Bello

La petición de Bello no tuvo ningún resultado. Al año siguiente traba


relación por medio de El Español con el sacerdote Servando Teresa de Mier,
destacado revolucionario mexicano quien publicaría varios textos en defensa de la
causa americana. Además se relaciona con Francisco Antonio Pinto, quien en
esos momentos se desempeñaba como agregado comercial en la capital británica.
Éste le da a conocer a Bello que los patriotas chilenos se han inspirado en el
poema épico de La Araucana de Alonso de Ercilla para su causa. Pinto, quien
anteriormente se desempeñaba como agente comercial, había sido comisionado
por el gobierno de Chile como su agente, primero en Buenos Aires y después en
Londres. En este lugar se enfrenta al igual que Bello con la caída del gobierno
patriota tras la derrota de Rancagua, que lo sume en una gran pobreza. Pese a
encontrarse en una situación similar, Bello ayuda en todo lo posible junto a Manuel
de Sarratea al infortunado diplomático. Así traban los dos una profunda amistad,
siendo Pinto uno de los escasos miembros de su círculo cercano. De regreso a
Chile, Pinto tomaría parte en las victorias patriotas en Chacabuco y Maipú,
formado parte de la cúpula política del país. En 1827, ante la renuncia del capitán
general Ramón Freire a la primera magistratura, Pinto es elegido como Presidente
de Chile. Durante su breve ejercicio del cargo, en vísperas de la guerra civil y la
derrota liberal en Lircay, en uno de sus últimos decretos nombra a Bello como
oficial segundo del Ministerio de Hacienda de Chile.

Sus penurias económicas no menguan con su matrimonio con la joven


inglesa de 20 años Mary Ann Boyland, con la que se casa en mayo de 1814. De
esta unión nacerían sus primeros tres hijos Carlos (1815), Francisco (1817) y Juan
Pablo Antonio (1820). Su vida familiar se ve constantemente afectada por la falta
de sustento, los cuales intenta mejorar solicitando un empleo al gobierno de
Cundinamarca en 1815, y al de las Provincias Unidas del Río de la Plata al año
siguiente. En este último caso, el trabajo fue concedido a Bello, pero por razones
poco claras nunca lo asumió en propiedad. Sus situación alcanza en 1816 a
mejorar un poco al recibir alguna ayuda por parte del gobierno británico, con lo
que puede realizar algunas investigaciones en la biblioteca del Museo Británico.
En este lugar se encuentra trabajando, cuando Thomas Bruce, conde de Elgin,
presenta los mármoles del Partenón, en 1819. Al año siguiente colabora con
James Mill en la transcripción en limpio de los manuscritos de Jeremy Bentham.
Su esposa se ve afectada por la tuberculosis, enfermedad de la que fallece el 9 de
mayo de 1821, seguida por su hijo Juan Pablo en diciembre de aquel año, siendo
el primero de nueve de sus hijos que viera morir en vida.

En esta época trabaría también amistad con el granadino Juan García del
Río, y más importante aún para su futuro, conoce en 1819 a Antonio José de
Irisarri, quien se había desempeñado como director supremo interino de Chile en
1814, y después de la independencia de Chile como canciller de la nueva
República. Ese mismo año escribe a Irisarri solicitándole explícitamente ayuda,
con el fin de ser contratado en la legación chilena en Londres. La respuesta
positiva se demora, pese a los intentos del embajador en acelerarlos. Tal
designación demora más de seis meses, logrando Bello finalmente ser designado
para un empleo estable, como secretario de la legación en junio de 1822.

Durante su desempeño como secretario, Bello sigue las instrucciones de


Irisarri, a quién se le encomienda lograr el reconocimiento de Chile por Francia y el
Reino Unido, además de conseguir un empréstito para la naciente república. El
encargado Irisarri responde a órdenes directas del director supremo Bernardo
O'Higgins, quien se desempeña en el mando hasta su forzada abdicación el 28 de
enero de 1823. Irisarri se ve entonces interpelado por un nuevo delegado del
gobierno, Mariano Egaña, quien mantenía una antigua disputa con Irisarri. Bello se
ve envuelto en medio de un desagradable conflicto, en el cual se enfrenta con el
titular del cargo y su superior directo (Egaña), al mismo tiempo que debe un gran
aprecio a su antiguo jefe (Irisarri). Sin embargo, las suspicacias y temores iniciales
de Egaña se disipan en el tiempo, al descubrir en Bello una mente brillante. No
escatima entonces elogios para hablar de quien se convertiría en uno de sus
grandes amigos, haciendo presente en una recomendación enviada en 1826,
cuando Bello ya no se desempeñaba en la legación, con el fin de favorecer su
contratación por parte del gobierno de Chile. Dice Mariano Egaña en su informe:

La feliz circunstancia de que existan en Santiago mismo personas que han


tratado a Bello en Europa, me releva en gran parte de la necesidad de hacer el
elogio de este literato: básteme decir que no se presentaría fácilmente una
persona tan a propósito para llenar aquella plaza. Educación escogida y clásica,
profundos conocimientos en literatura, posesión completa de lenguas principales,
antiguas y modernas, práctica en la diplomacia, y un buen carácter, a que da
bastante realce la modestia, le constituyen, no sólo de desempeñar muy
satisfactoriamente el cargo de oficial mayor, si no que su mérito justificaría la
preferencia que le diese el gobierno respecto de otros que solicitasen igual destino

Mariano Egaña.

Durante esta época Bello realiza buena parte de su trabajo como escritor y
poeta, dirigiendo y redactando en gran medida el El Censor Americano (1820), La
Biblioteca Americana (1823) y siendo el director de El Repertorio Americano
(1826). Todas estas obras constituyen por muchos la más grande manifestación
europea del pensamiento americano, en la cual se publican diversas y variadas
obras sobre ciencias eruditas, filología, estudios de críticas y análisis. En ellas se
publican dos de los grandes poemas de Bello, la Alocución a la poesía de 1823, y
la Agricultura en la zona tórrida de 1826. Se desempeña en la legación chilena
hasta 1825, cuando termina su contrato. En ese mismo año pasa a desempeñar
labores iguales en la embajada de la Gran Colombia, en las cuales sufre una gran
decepción al no ser designado titular del cargo que ha quedado vacante por parte
de Bolívar. En su intercambio epistolar Bello manifiesta su decepción por lo
sucedido, manifestando su deseo de abandonar de manera definitiva Europa. En
1828, y ante reiteradas solicitudes de Egaña, el gobierno de Chile contrata a Bello
para un puesto en el Ministerio de Hacienda, abandonado definitivamente el Reino
Unido el 14 de febrero de 1829.
Etapa Chilena (1829-1865)

Andrés Bello llega a Chile en 1829, junto con su esposa Isabel Dunn, con
quien había contraído matrimonio el 24 de febrero de 1824. Su designación titular
es de Oficial Mayor del Ministerio de Hacienda, Académico del Instituto Nacional, y
fue el fundador del Colegio de Santiago, rival del Liceo de Chile creado por José
Joaquín de Mora. Tuvo una importante participación en la actividad literaria y
cultural en el llamado Movimiento Literario de 1842. En ese mismo año con la
fundación de la nueva Universidad de Chile se le otorga el título de primer rector.

Participa en la edición del diario El Araucano entre 1840 a 1860, siendo el


medio cultural de referencia casi obligatoria en aquella época. Participa en el
debate y polémica sobre el carácter de la educación pública junto con Domingo
Faustino Sarmiento. En estos años, durante su estadía en Chile, publíca sus
principales obras sobre gramática y derecho, recibiendo distintos reconocimientos
por tal labor, siendo el más importante el recibido en 1851 al ser nombrado
miembro honorario de la Real Academia Española.

El Congreso Nacional le otorgó unánimemente la nacionalidad chilena por


gracia el 17 de octubre de 1832.2 Sin embargo, este acuerdo no fue publicado en
el diario oficial de la época, El Araucano. Posteriormente, en la edición del 7 de
diciembre de 1832 de ese periódico se publicó un “aviso oficial” que señaló: “Se
han dado cartas de naturaleza á favor de don Benito Fernandez Maqueira, de don
Carlos Eduardo Mitchall, de don Victorino Garrido, de don Andres Bello y de don
Tomas Ovejero”. En consecuencia, Andrés Bello no recibió la nacionalidad por
gracia sino que él la solicitó conforme al reglamento sobre la materia publicado el
9 de noviembre de 1832, tal como cualquier otro extranjero.3

Andrés Bello se desempeñó como senador por la ciudad de Santiago entre


los años 1837 y 1864. Fue el principal y casi exclusivo redactor del Código Civil
chileno entre 1840 a 1855, considerado una de las obras más originales de la
legislación americana. Entre su obra literaria, destaca su traducción libre de la
"Oración por todos" de Víctor Hugo,1 considerada por muchos la mejor poesía
chilena del siglo XIX. Impulsor de la Universidad de Chile, fue designado su primer
rector, desempeñando el cargo hasta su muerte.

Falleció en la ciudad de Santiago, el día 15 de octubre de 1865 y fue


enterrado en el Cementerio General de dicha ciudad.

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