02 y 03 El Lenguaje
02 y 03 El Lenguaje
02 y 03 El Lenguaje
LA COMUNICACIÓN HUMANA
Elementos de la comunicación
Emisor, receptor, mensaje, código, canal, contexto, retroalimentación. (Investigar el concepto de cada uno)
¡Amor mío!
Nadie dirá que éste no es un buen comienzo de párrafo. Menos mal que no se puede colegir ni
sospechar a quién va dirigido este suspiro verbal. De puro ser indiscreto, lazar esta expresión ante un
auditorio de más de mil personas hace de ella misma la discreción misma; más aún, la hace
ultradiscreta. Porque la discreción consiste en callar lo que hay que callar. Esas dos palabras, a pesar de
tener el aspecto de palabras y poseer un vago sentido, algo así como una significación, no son un decir,
no dicen nada. ¿Por qué, si un sonido está íntegro y correctamente pronunciado? No dicen nada porque
no llevan en sí dirección a un consignaratio; tienen un emisor que soy yo, pero carecen de un receptor,
y por eso, una vez en el aire, como la paloma que ha perdido su rumbo e, indecisa aletea sin saber
hacia dónde va, no rinden viaje, no llegarán a nadie, no dicen. Las palabras amor mío están, en efecto,
ahora en el aire, y se han quedado en él exactamente como están en el diccionario. Las palabras son
posibles significaciones, pero no dicen nada. Son curiosos estos obesísimos libros que llamamos
diccionarios, vocabularios, léxicos: en ellos están todas las palabras de una lengua y, sin embargo, el
hombre que las escribe es el único que cuando las escribe no las dice. Cuando, escrupuloso, anota los
vocablos estúpido o mamarracho no los dice de nadie ni a nadie, lo cual nos pone delante de la más
imprevisible paradoja: que el lenguaje, es decir, un vocabulario, el diccionario, es todo lo contrario del
lenguaje y que las palabras no son palabras sino cuando son dichas por alguien a alguien.
José Ortega y Gasset
En: Universidad Nacional Abierta (1995) Lengua y comunicación I. Pp. 48.
Formas de comunicación:
Directa
Indirecta
Indirecta/personal
Indirecta/colectiva
Interpersonal
Intrapersonal
CONCEPTOS FUNDAMENTALES
El Lenguaje es el medio de comunicación entre los seres humanos a través de signos orales y escritos que poseen
un significado (signos, símbolos o señales). En un sentido más amplio, es cualquier procedimiento que sirve para
comunicarse: los gestos, las posiciones del cuerpo, los ademanes, la configuración del rostro, las señales de humo, los
indicadores de tráfico, etc.
EL SIGNO LINGÜÍSTICO
Un signo lingüístico es una realidad perceptible por uno o varios sentidos humanos que remite a otra realidad que
no está presente. Consta de un significante, un significado y un referente produciéndose una relación inseparable entre ellos
denominada significación.
Significante y significado
El signo lingüístico proviene de la combinación de significante y significado, de forma que constituyen como las
dos caras de una moneda.
El significante del signo lingüístico es una "imagen acústica" (cadena de sonidos) y constituye el plano de la
expresión. También es el conjunto de letras con el cual escribimos. El significante también consta de una imagen
gráfica, que es lo que se obtiene por medio de los sentidos, esta podría ser las letras o la palabra en sí. Ejemplo:
pelo p/e/l/o
El significado es el concepto y construye el plano del contenido. Es la idea principal que tenemos en la mente de
cualquier palabra.
EL LENGUAJE Y LA SOCIEDAD
(Investigar qué se entiende por dialecto, registro, jerga)
La sociolingüística es la disciplina que estudia la lengua en relación con los factores de tipo social ( Nivel
socioeconómico, edad, sexo, nivel de instrucción formal, grupo étnico, religión, situación pragmática,…) Es decir, la
variación lingüística es el objetivo central de su estudio. Esta variación lingüística está relacionada con los
condicionamientos que los contextos socioculturales ejercen sobre las formas y la eficacia de la comunicación. Estos
condicionamientos son de diverso tipo y pueden afectar a la totalidad del lenguaje o solamente a una parte de él, como el
léxico o la pronunciación. Los principales factores que producen esta variación son etarios (cronolecto), geográficos
(geolecto) y sociales (sociolecto).
De este modo, la utilización de esas variedades lingüísticas puede ser realizada para categorizar a los individuos en
clases sociales o socioeconómicas, aunque el mismo individuo puede utilizar diferentes variedades de la lengua de acuerdo
con la situación social y el contexto en que tenga lugar la interacción. Esto sucede a que existe la necesidad de adaptar el
lenguaje a la situación comunicativa en que uno se encuentra. Así, cuando un sujeto está en una situación formal se expresa
formalmente. Por el contrario, si la situación es coloquial (informal) habla de manera informal. Estas diferentes formas de
expresarse se denominan registros del habla. Las Situaciones formales implican relaciones jerárquicas o asimétricas
entre los participantes de ella. Por ejemplo, una situación formal se da cuando un empleado se entrevista con el jefe. En este
caso, el registro formal y la relación son asimétricos porque hay una jerarquía entre el jefe y el empleado. Las Situaciones
informales se dan entre sujetos que tienen relaciones simétricas. Un ejemplo de lo anterior, es cuando dos amigos
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conversan en un café sobre sus vacaciones. Hay una relación entre pares que supone informalidad en la manera de
comunicarse. Sin embargo, es posible que uno utilice un registro informal en situaciones donde la relación entre los
hablantes es asimétrica. Por ejemplo, muchas personas se vinculan coloquialmente con sus papás, sin embargo, la relación
no es simétrica, es decir, que la formalidad informalidad depende en gran medida de la confianza que exista entre los
interlocutores.
Entonces tenemos que algunos de los fenómenos que intervienen en determinados usos del lenguaje son: dialecto,
registro (usted, tú), la edad, el sexo, la ideología (religiosa, política,…) el nivel de estudio, nivel socioeconómico.
Las Variedades de la lengua son las diversas realizaciones orales que materializan los hablantes de su lengua. Esto
se debe a que cuando nos comunicamos lo realizamos en situaciones y con intenciones diferentes, además, de las diferencias
culturales y sociales de cada uno de los hablantes.
Todo esto, de una u otra manera, produce que existan las siguientes variedades lingüísticas: sociales, geográficas, históricas
y de situación.
1. Variedades Sociales
Son las variedades de lengua relacionadas con la distribución y estratificación de los hablantes, diferencias de
expresión observadas en los individuos pertenecientes a las distintas clases sociales. No obstante, el uso de un nivel de
lengua no depende tanto del nivel socioeconómico como del grado de instrucción o de cultura del hablante, que es el que
determina su competencia lingüística.
Nivel Culto:
El nivel culto utiliza la lengua con toda la expansión de sus posibilidades, cuidándolo en todos sus planos. Se
caracteriza por una forma de expresión elaborada y cuidada, selección de los signos lingüísticos, corrección sintáctica y
propiedad léxica, de acuerdo con la norma culta. Busca la originalidad y el rigor en la expresión.
Nivel Vulgar:
El nivel vulgar es el utilizado por los hablantes cuyo conocimiento de la norma lingüística es muy deficiente. El
rasgo peculiar de este nivel es la alteración de las normas de la lengua y la utilización de particularidades lingüísticas que se
conocen como vulgarismos.
La comunicación No Verbal se refiere a los medios que no constituyen el lenguaje en su forma hablada o escrita,
pero que sirven igualmente para comunicar mensajes. En la comunicación verbal se pueden incluir desde aspectos
paralingüísticos como el tono de voz (entonación) o la velocidad del habla, hasta los aspectos como el vestuario o el gesto, e
incluso los silencios y las pausas.
Cuando el lenguaje no verbal se apoya casi exclusivamente en los gestos es con la finalidad de apoyar, reemplazar
o contradecir la comunicación verbal.
Elementos Suprasegmentales
En español nos encontramos con dos elementos suprasegmentales (acento y entonación) que afectan a unidades
lingüísticas mayores que el fonema. Estos elementos tienen capacidad de distinguir palabras:
Cortes / cortés
Tú vienes / ¿Tú vienes? / ¡Tú vienes!
a) El acento.-
En principio debemos distinguir entre acento prosódico y ortográfico. El acento prosódico es la mayor intensidad con que
pronunciamos una sílaba dentro de una palabra. Según el lugar que ocupe ese acento nos encontraremos con diferentes tipos
de palabras: agudas (última sílaba), llana (penúltima sílaba), esdrújula (antepenúltima) y sobreesdrújula (anterior a la
antepenúltima).
Debemos tener en cuenta que en español hay ciertas palabras que siempre son portadoras de acento prosódico (verbos,
sustantivos, adjetivos, adverbios, determinantes y pronombres), frente a otras que nunca o casi nunca lo llevan
(preposiciones, conjunciones, relativos, artículos, posesivos apocopados).
b) La entonación.-
Podemos definirla como la línea melódica con la que se pronuncia un determinado mensaje.
La entonación no forma una línea continua, sino que queda interrumpida por las pausas. Al conjunto de sílabas situadas
entre dos pausas lo llamamos grupo fónico.
En principio, podemos decir que contamos con tres esquemas entonatorios básicos:
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LA LENGUA ORAL
1. Es la primera manifestación del lenguaje humano.
2. La adquieren y la desarrollan todos los hablantes por el sólo hecho de convivir con una determinada comunidad
lingüística.
3. Se manifiesta por medio de sonidos articulados producidos por el aparato fonador.
4. Utiliza como canal o vía de transmisión el aire.
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5. El mensaje se codifica, por lo tanto, haciendo uso de las cualidades físicas del sonido: timbre, tono, intensidad y
cantidad. Esto es, el mensaje se refuerza con recursos adicionales como pausas, cambios de ritmo, de entonación,
de tono. La información se complementa con gestos, ademanes, movimientos (códigos extralingüísticos).
6. Es de mayor uso, práctica y frecuencia que la lengua escrita.
7. Es fugaz y, por consiguiente, posee poca duración en el tiempo.
8. Tiene un número limitado de receptores.
9. Permite una modificación inmediata del mensaje y está sujeta a interrupciones. Por ende, debido a que
generalmente el interlocutor está presente, permite una interacción continua y un proceso permanente de feed back
(señal retorno o realimentación): un simple gesto del interlocutor, por ejemplo, le puede indicar al hablante que
debe replantear lo que está diciendo.
10. Con frecuencia, su planeación y organización son simultáneas con su producción. Por esto, no demanda una
esmerada organización gramatical.
11. Es menos refinada, más espontánea y más descuidada que la lengua escrita; esto conlleva a que los errores
cometidos durante su emisión posean poca censura social.
12. Siempre tiene lugar en un contexto situacional, es decir, está enmarcada por un conjunto de circunstancias de
carácter social, psicológico, cultural, espacial, etc. Este contexto situacional determina el acto lingüístico, y es por
ello que gran parte de la significación en la lengua oral se encuentra por fuera del texto. En muchas ocasiones,
cuando hablamos, no necesitamos ser demasiado explícitos, ya que parte de la significación de lo que decimos está
en el contexto situacional.
13. Es más dinámica e innovadora que la lengua escrita, debido a que facilita el uso de palabras nuevas (neologismos)
y de expresiones coloquiales.
14. Cuando hablamos, no tenemos la manera de operar una reflexión metódica sobre lo que decimos. La lengua oral
no nos permite autoanalizar nuestro propio pensamiento.
LA LENGUA ESCRITA 1
1. Aunque aceptamos que no es la primera manifestación del lenguaje humano sino un “sistema secundario de
modelado”, queremos advertir con toda claridad que la lengua escrita NO ES UN SIMPLE SUCEDÁNEO de la
lengua oral.
2. Se adquiere a partir de una instrucción especial. Para aprender a escribir, es necesario someterse a un largo
proceso de formación, de entrenamiento y de práctica. Ese largo proceso exige dedicación y constancia. En
contraste con la lengua oral, la lengua escrita es completamente artificial, no hay manera de escribir
“naturalmente”.2 Esto se debe a que la lengua escrita está regida por unas reglas que han sido ideadas
conscientemente y que son, por tanto, definibles.
3. Se manifiesta por medio de signos gráficos: grafemas y signos de puntuación.
4. Normalmente utiliza el papel como canal o medio.
5. El mensaje se codifica mediante esos signos gráficos, esos grafemas y signos de puntuación que se trazan en el
papel. Los elementos de los que se dispone para construir el mensaje son de carácter estrictamente lingüístico
(grafemas) o paralingüístico (signos de puntuación, espacios, sangrías, negrilla, subrayado, etc.). La información
que se trasmite no se puede complementar con el recurso de códigos extralingüísticos.
6. Es de menor uso, práctica y frecuencia que la lengua oral.
7. Es duradera o estable porque se conserva a través del tiempo y del espacio. Ha permitido fijar la comunicación.
8. Puede tener un número ilimitado de receptores.
9. Si el mensaje ya ha sido emitido, no permite una corrección inmediata, pues la relación entre el emisor y el
receptor es indirecta y mediata.
10. Demanda una esmerada organización gramatical. Está mejor estructurada que la lengua oral. He aquí la
explicación de por qué nadie puede pretender escribir de la misma forma como habla. Por eso, escribir exige una
planeación previa y una organización cuidadosa. Su ejecución siempre debe ser posterior a unas etapas previas de
planeación. La planeación debe considerar no únicamente lo que se va a decir, sino también cómo, para qué y a
quién se le va a decir. Lo anterior nos recuerda que la lengua escrita es un proceso semiótico complejo que
requiere de unas fases o subprocesos cíclicos, de unos momentos creativos que no siguen una secuencia lineal.
Esas fases pueden denominarse: invención, redacción de borradores, evaluación, revisión y edición.
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Insistimos en que para nuestra comodidad, con la expresión lengua escrita hacemos alusión tanto al sistema semiótico
visual y espacial como al proceso que permite producir diversos tipos de textos lingüísticos.
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“Afirmar que la escritura es artificial no significa condenarla sino elogiarla. Como otras creaciones artificiales y, en
efecto, más que cualquier otra, tiene un valor inestimable y de hecho esencial para la realización de aptitudes humanas más
plenas, interiores” (Ong, 1987: 85).
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11. Por ser más refinada y más estructurada que la lengua oral, los errores que se cometen en la elaboración de textos
escritos tienen una censura social mucho mayor.
12. Carece de un contexto situacional, es preciso crearlo lingüísticamente. La escritura establece lo que se ha llamado
un lenguaje “libre de contextos” o un discurso“autónomo”. 3 El escritor sabe que por estar aislado de su lector en el
tiempo y en el espacio, debe ser lo suficientemente explícito, pues la significación de lo que desea comunicar
radicará enteramente en el texto, el cual deberá concentrar, mediante el código lingüístico, todas las pistas que
permitan al lector interpretar debidamente la finalidad comunicativa del escritor.
13. Es más conservadora y menos dinámica que la lengua oral. El hecho de ser más estable y selectiva en el empleo de
palabras y expresiones, hace que la lengua escrita se caracterice por su discreción para aceptar neologismos y
formas coloquiales.
14. Para terminar, vamos a referirnos a una característica de la lengua escrita que consideramos de trascendental
importancia: sólo la lengua escrita nos permite autoanalizar nuestro propio pensamiento y, por tanto, sólo ella nos
conduce a la conquista de nuestro propio YO.
La escritura ha transformado la conciencia humana, la ha vigorizado. En palabras de Walter Ong : “ Para vivir y
comprender totalmente, no necesitamos sólo la proximidad, sino también la distancia. Y esto es lo que la escritura
aporta a la conciencia como nada más puede hacerlo”.
Cuando pretendamos saber qué tanto hemos comprendido un texto, el mejor reto será escribir sobre él, porque la
escritura nos orienta, nos interroga una y otra vez, discute y dialoga con nosotros mismos, nos exige retornar al texto.
Esta posibilidad que nos brinda la escritura de problematizar el acto mismo de escribir, está estrechamente relacionada
con la liberación del hombre: función primordial de la educación en general.
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La autonomía del discurso escrito radica, precisamente, en que hace explícitas, mediante un proceso de expansión, las
circunstancias del contexto situacional. Además, en su estructura se plasman las condiciones sociales de los participantes y
se tiene en cuenta el nivel de conocimiento de los lectores potenciales.