Tipos de Suelos
Tipos de Suelos
Tipos de Suelos
Las tierras no son todas del mismo color, algunas se presentan de color amarillento, otras de aspectos rojizos algunas
bastantes oscuras casi negras. De igual manera encontramos variedad en la vegetación sitios realmente fértiles, como
otros bastantes áridos.
El tipo de roca mediante la cual el suelo se originó, las características topográficas del área, el clima, el tiempo y la
actividad humana son los cinco factores principales que determinan los tipos de suelos.
Suelos arenosos: son aquellos que están formados principalmente por arena. Este tipo
de suelo no retiene el agua y, al poseer poca materia orgánica, no es apto para la
agricultura.
Suelos calizos: son aquellos que poseen abundantes sales calcáreas. Este tipo de suelo
es de color blanco, seco y árido, por ende no es apto para la agricultura.
Suelos humíferos (también llamados tierra negra): son aquellos que poseen gran
cantidad de materia orgánica en descomposición. Este tipo de suelo es de color oscuro,
retiene el agua y es excelente para la agricultura.
Suelos arcillosos: son aquellos que están formados principalmente por arcilla, de
granos muy finos color amarillento. Este tipo de suelo retiene el agua formando
charcos, y si se mezcla con humus puede ser apto para la agricultura.
Suelos pedregosos: son aquellos formados por rocas y piedras de todos los tamaños.
Este tipo de suelo no retiene el agua, por ende no son buenos para la agricultura.
Suelos mixtos: son aquellos suelos que tienen características intermedias entre los
suelos arenosos y los suelos arcillosos, es decir, de los dos tipos.
Suelos limosos: Se trata de los suelos compuestos por pequeñas partículas que son
mucho más suaves al tacto que la tierra arenosa. Se distingue por su color marrón
oscuro y por estar conformado por arcilla y arena fina que juntos forman un tipo de
barro en combinación con restos de vegetales y lodo. Es una tierra muy fértil, ya que
presentan un excelente grado de humedad y llegan a tener activos muchos nutrientes.
Se caracteriza por ser una tierra de color oscuro, pedregosa, por ser muy fértil, y
porque la materia orgánica se logra descomponer con gran rapidez en ella.
Suelos salinos: Se trata de la tierra que contienen un gran nivel de sales, lo cual evita
que sirva para el cultivo, ya que por la cantidad de sales retrasa mucho el crecimiento
de las plantas. Se distingue porque el cultivo sembrado en él son muy raquíticos y a la
vez débiles, además en toda la superficie se observan costras blancas de sal.
Litosoles: Se considera un tipo de suelo que aparece en escarpas y afloramientos rocosos, su espesor es menor a 10 cm
y sostiene una vegetación baja, se conoce también como leptosoles que viene del griego leptos que significa delgado.
Cambisoles: Son suelos jóvenes con proceso inicial de acumulación de arcilla. Se divide en vértigos, gleycos, eutrícos y
crómicos.
Acrisoles: Presentan un marcado horizonte de acumulación de arcilla y bajo saturación de bases al 50%.
Gleysoles: Presentan agua en forma permanente o semipermanente con fluctuaciones de nivel freático en los primeros
50 cm.
Fluvisoles: Son suelos jóvenes formados por depósitos fluviales, la mayoría son ricos en calcio.
Vertisoles: Son suelos arcillosos de color negro, presentan procesos de contracción y expansión, se localizan en
superficies de poca pendiente y cercanos escurrimientos superficiales.