Sermon 05 Doctrina
Sermon 05 Doctrina
Sermon 05 Doctrina
PROPÓSITO:
Que, Dios Padre, Hijo y Espíritu santo, participan en el momento en que una persona decide de
todo corazón abrir su corazón en arrepentimiento pidiendo perdón por su pecados.
INTRODUCCIÓN:
Jesucristo quiere llevarnos al paraíso que Adán y Eva, perdieron al pecar, en San Juan 3:3 y 5.
Jesús nos dice que para entrar a ese paraíso, es necesario nacer de nuevo.
No, se refiere a un nacimiento físico o biológico. Sino que Jesucristo se refiere a un nacimiento
espiritual, que tiene tres pasos a dar.
Gén 1:26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a
nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las
bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
Gén 11:6 Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo
lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han
pensado hacer.
Gén 11:7 Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que
ninguno entienda el habla de su compañero.
Gén 11:8 Así los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron
de edificar la ciudad.
La trinidad participó en el bautismo de Jesús. “El espíritu santo semejante a una paloma, La voz,
…”
Mat 3:16 Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los
cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y
venía sobre él.
Mat 3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien
tengo complacencia.
Así creemos los wesleyanos según los pasajes específicos de la Biblia, que hemos leído, vemos
que,
La trinidad participa en la salvación completa del hombre.
Jesús justificando al pecador arrepentido:
El Espíritu Santo Regenerando ha dicho pecador arrepentido:
El Padre adoptando a este pecador arrepentido:
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Vamos a desarrollar esta temática procurando entender el triple componente de la obra
redentora, y los tres personajes divinos involucrados en la salvación.
VIII. EL ARREPENTIMIENTO
8. Creemos que el arrepentimiento, que es un cambio sincero y completo de la mente respecto
al pecado, con el reconocimiento de culpa personal y la separación voluntaria del pecado, se
exige de todos los que por acción o propósito han llegado a ser pecadores contra Dios. El Espíritu
de Dios da a todos los que quieran arrepentirse la ayuda benigna de la contrición de corazón y la
esperanza de misericordia para que puedan creer a fin de recibir perdón y vida espiritual.
(2 Crónicas 7:14; Salmos 32:5-6; 51:1-17; Isaías 55:6-7; Jeremías 3:12-14; Ezequiel 18:30-32;
33:14-16; Marcos 1:14-15; Lucas 3:1-14; 13:1-5; 18:9-14; Hechos 2:38; 3:19; 5:31; 17:30-31;
26:16-18; Romanos 2:4; 2 Corintios 7:8-11; 1 Tesalonicenses 1:9; 2 Pedro 3:9)
IX. La justificación:
9. Creemos que la justificación es aquel acto benigno y judicial de Dios, por el cual Él
concede pleno perdón de toda culpa, la remisión completa de la pena por los pecados
cometidos y la aceptación como justos de los que creen en Jesucristo y lo reciben como
Salvador y Señor.
Cuando Adán y Eva pecaron. Perdieron la comunicación con Dios, (Ya estaban
enemistados), porque en la vida práctica, cuando dos amigos tienen un problema de
relaciones interpersonales, se separan, se dejan de hablar, y ya no se frecuentan. Así, fue
lo que ocurrió entre Dios y la primera pareja humana, nuestros progenitores.
Dios los había creado a su imagen, para compartir con ellos su gloria, pero ellos tomaron la
decisión de desobedecer a Dios.
Por causa del pecado de la desobediencia, Dios los desalojo del huerto de Edén, y que San
Pablo en Romanos 3:23, dice:
Por causa del pecado que nos heredó Adán y Eva, y también de lo malo que nosotros
hacemos diariamente, somos doblemente pecadores, por lo tanto somos Culpables: Lev.
5:17:
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“Finalmente, si una persona pecare, o hiciere alguna de todas aquellas cosas que por
mandamiento de Jehová no se han de hacer, aun sin hacerlo a sabiendas, es culpable, y
llevará su pecado”
“Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo”
Jesucristo el Dios encarnado, el Salvador, el cordero de Dios. Pagó el precio de la salvación
con su sacrificio en la cruz.
“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los
hombres, en que podamos ser salvos”.
La Justificación, es un acto benigno de Dios, por el cual los pecadores que se han
arrepentidos de sus pecados y se han apartado, pidiendo perdón a Dios por sus pecados.
Él, Jesucristo les declara sin culpa, delante de Dios.
Entonces en este primer asunto queda claro que, Jesús justifica al pecador arrepentido:
Cuando el Espíritu Santa regenera a una persona, esa persona nunca más será el mismo.
Habrá un cambio en su vida que aun él mismo se sorprenderá.
Dios el Espíritu regenera a los que creen en Cristo (Jn. 3:3-5; Tito 3:3-6).
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Entonces en este segundo asunto queda claro que, El Espíritu Santo Regenera al pecador
arrepentido, y que ha sido justificado por nuestro señor Jesucristo:
La gente está equivocada, cuando dice que todos somos hijos de Dios, pues aquí, en este
pasaje el Apóstol San Pablo, deja escrito en la Biblia la palabra de Dios, que toda la
humanidad, si no se arrepiente de sus pecados y se aparta de ellos:
“Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis
hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad,
porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es
mentiroso, y padre de mentira”.
Dice que el diablo es homicida, y es el padre de la mentira. Y todos los que hacen los deseos
de la carne y voluntad de sus mentes, son hijos del diablo y por ende hijos de la Ira de Dios.
Efesios: 2:2.
Pero Dios el Padre amó al mundo y envió al Salvador Jn. 3:16; Tito 3:3-6).
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5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu
Santo,
6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
12 Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de
ser hechos hijos de Dios;
13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de
varón, sino de Dios.
Entonces en este tercer asunto queda claro que, El Padre adopta a este pecador
arrepentido que por haberse arrepentido de todo corazón ha sido justificado por nuestro
señor Jesucristo, y Regenerado por El Espíritu Santo.
Entonces: para ser hijo de Dios tienes que nacer de Dios, y para nacer de Dios, tienes que
arrepentirte de todos tus pecados, aceptar a Jesucristo como el salvador personal de tu vida, y
entonces, tú, experimentarás en un proceso instantáneo, en el que:
1. Jesucristo te Justificará
2. El Espíritu Santo te Regenerará
3. El Dios padre te adoptará como su hijo en la familia de Dios.
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