Introducción
Introducción
Introducción
Por todas estas razones se está intentado por todos los medios posibles la reducción de los
gases de escape y sus emisiones contaminantes.
El aire está compuesto básicamente por dos gases: nitrógeno (N2) y oxígeno (02). En un
volumen determinado de aire se encuentra una proporción de nitrógeno (N2) del 79 %
mientras que el contenido de oxígeno es aproximadamente de un 21 %..
El nitrógeno durante la combustión, en principio, no se combina con nada y tal como entra en
el cilindro es expulsado al exterior sin modificación alguna, excepto en pequeñas cantidades,
para formar óxidos de nitrógeno (NOx). El oxígeno es el elemento indispensable para producir
la combustión de la mezcla.
Oxígeno (O2)
Es un gas incoloro, inodoro e insípido. Es el componente más importante del aire que
respiramos (21 %). Es imprescindible para el proceso de combustión, con una mezcla ideal el
consumo de combustible debería ser total, pero en el caso de la combustión incompleta, el
oxígeno restante es expulsado por el sistema de escape.
Agua (H2O)
Es aspirada en parte por el motor (humedad del aire) o se produce con motivo de la
combustión “fría“ (fase de calentamiento del motor). Es un subproducto de la combustión y es
expulsado por el sistema de escape del vehículo, se lo puede visualizar sobre todo en los días
más fríos, como un humo blanco que sale por el escape, o en el caso de condensarse a lo largo
del tubo, se produce un goteo. Es un componente inofensivo de los gases de escape.
Se produce al ser quemados los combustibles que contienen carbono (p. ej. gasolina, gasoil). El
carbono se combina durante esa operación con el oxígeno aspirado. Es un gas incoloro, no
combustible.
El dióxido de carbono CO2 a pesar de ser un gas no tóxico, reduce el estrato de la atmósfera
terrestre que suele servir de protección contra la penetración de los rayos UV (la tierra se
calienta). Las discusiones generales en torno a las alteraciones climatológicas (efecto
“invernadero “), el tema de las emisiones de CO2 se ha hecho consciente en la opinión pública.
Son combinaciones de nitrógeno N2 y oxígeno O2 (p. ej. NO, NO2, N2O, ...). Los óxidos de
nitrógeno se producen al existir una alta presión, alta temperatura y exceso de oxígeno
durante la combustión en el motor. El monóxido de nitrógeno (NO), es un gas incoloro,
inodoro e insípido. Al combinarse con el oxigeno del aire, es transformado en dióxido de
nitrógeno (NO2), de color pardo rojizo y de olor muy penetrante, provoca una fuerte irritación
de los órganos respiratorios.
Las medidas destinadas a reducir el consumo de combustible suelen conducir
lamentablemente a un ascenso de las concentraciones de óxidos nítricos en los gases de
escape, porque una combustión más eficaz produce temperaturas más altas. Estas altas
temperaturas generan a su vez una mayor emisión de óxidos nítricos.
El dióxido de azufre o anhídrido sulfuroso propicia las enfermedades de las vías respiratorias,
pero interviene sólo en una medida muy reducida en los gases de escape. Es un gas incoloro,
de olor penetrante, no combustible. Si se reduce el contenido de azufre en el combustible es
posible disminuir las emisiones de dióxido de azufre.
Plomo (Pb)
Ha desaparecido por completo en los gases de escape de los vehículos. En 1985 se emitían
todavía a la atmósfera 3.000 t, debidas a la combustión de combustibles con plomo.
HC – Hidrocarburos
Son restos no quemados del combustible, que surgen en los gases de escape después de una
combustión incompleta. La mala combustión puede ser debido a la falta de oxígeno durante la
combustión (mezcla rica) o también por una baja velocidad de inflamación (mezcla pobre), por
lo que es conveniente ajustar la riqueza de la mezcla.
Son generadas en su mayor parte por los motores Diesel, se presentan en forma de hollín o
cenizas. Los efectos que ejercen sobre el organismo humano todavía no están aclarados por
completo.
Evolución general
En Europa, así como a nivel mundial, se han emitido decretos y disposiciones legales con miras
a la reducción de las emisiones contaminantes que se expulsan al medio ambiente. Dentro de
los sectores que contribuyen activamente a la contaminación atmosférica, esta el sector del
automóvil y en general el tráfico rodado en carretera. A raíz de ello, y motivada por las
normativas más estrictas sobre las emisiones contaminantes en Europa y también EEUU, la
industria del automóvil ha desarrollado tecnologías nuevas y mejoradas para reducir y evitar
sustancias contaminantes en los gases de escape.
Sin embargo, existe una excepción en esta evolución: el dióxido de carbono CO2. Las
emisiones de dióxido de carbono CO2 se hallan en una relación directa con el consumo de
combustible del vehículo. Si bien, las nuevas tecnologías han logrado reducir el consumo, por
otro lado, tenemos que el incremento del parque automovilístico y la tendencia a adquirir
vehículos cada vez más potentes y pesados, han actuado en contra de la reducción de CO2.