Curso Técnico Fútbol

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Autor: Paco Arias.

Técnico Deportivo Superior.

Entrenador Nacional de Fútbol.

Página Web: www.futboltrainer.com

Email: pacoariasfutbol@hotmail.com

Índice:

Cualidades que ha de tener un entrenador para triunfar (o

Simplemente para ser un buen técnico)............................ 2

Otras cualidades importantes............................................ 5

Misiones del entrenador.................................................... 7

Equipo de colaboradores................................................... 9

Consideraciones finales...................................................10

Bibliografía...................................................................... 11

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Cualidades que ha de tener un entrenador para triunfar (o
Simplemente para ser un buen técnico).

Son tantas que es prácticamente imposible que una sola persona por
muy buen entrenador que sea y por muchos títulos que haya
conseguido pueda reunirlas todas. Es evidente que cuantas más
cualidades posea de las que a continuación se nombran, mejor
entrenador será. He tratado de recopilar las que a juicio de unos y
otros entrenadores de los que tengo conocimiento son importantes y
a parte las que a mi particularmente me parecen primordiales.
No se enumeran en ningún orden de preferencia pues en algunos
casos no sabría determinar cuales son más importante que otras, lo
que si tengo claro es que hay algunas cualidades que son
imprescindibles para un entrenador.

Liderazgo: Tener capacidad para manejar y dirigir un grupo y al


mismo tiempo controlar el entorno que lo rodea.

Vocación: Tiene que gustarle el oficio, aunque esto es válido para


desarrollar con éxito cualquier profesión que se elija.

Autocontrol: Para afrontar con serenidad y sosiego situaciones


complicadas que van a presentar a lo largo de la competición en las
que el entrenador por el puesto que ocupa debe ser el primero en
mantener la calma.

Motivador: Ha de saber motivar a sus jugadores para que


desarrollen todo su potencial deportivo aplicando para ello los
métodos mas adecuados.

Psicólogo: Tiene que conocer las diferentes personalidades de cada


jugador para saber tratarlos a nivel individual. En deportes de equipo
no sólo hay que estudiar la psicología del grupo en su conjunto,
también hay que preocuparse de las individualidades ya que cada
futbolista es diferente y hay que saber tratarlos según su forma de ser.
Los hay de todas clases, tímidos, conflictivos, inseguros, vagos,
indisciplinados etc.

Organizador: Hay que tener capacidad para saber planificar y


organizar el trabajo y llevarlo a la practica de una forma metódica y
controlada.

Ambicioso: El entrenador ha de aspirar siempre a lo máximo. Y no


conformarse con éxitos parciales cuando se pueden conseguir metas
superiores.

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Decidido: Hay que atreverse en cada momento a tomar las
decisiones más convenientes para el equipo aunque estas no sean en
esos momentos las más populares o más del agrado del equipo,
directiva, afición etc.

Extrovertido: Para entusiasmarse con su trabajo y saber contagiar


ese entusiasmo a sus futbolistas.

Receptivo: Saber escuchar y aceptar criticas constructivas para


corregir posibles errores. El entrenador no debe de creer nunca que lo
sabe todo o que siempre está en posesión de la verdad, aunque al
final es siempre quien tiene la última palabra a la hora de tomar
decisiones que solamente son de su competencia.

Carismático: Que los futbolistas a los que dirige tengan plena


confianza en él y en su trabajo y que lo valoren por su capacidad y
prestigio.

Receptivo: Para saber aceptar la crítica constructiva que se le haga y


rectificar cuando toma decisiones equivocadas o cometa errores. El
entrenador no debe de creerse en posesión de la verdad y pensar que
siempre tiene razón. Debe de saber escuchar otras opiniones aunque
al final tenga la última palabra en lo relacionado a las funciones que
solamente son de su exclusiva competencia y de nadie más.

Perseverante: Para creer el trabajo que realiza. Ser constante en


sus planteamientos cuando está convencido de ellos y que el camino
trazado es el más conveniente aunque a veces los resultados digan lo
contrario.

Firme: Saber en todo momento el terreno que pisa y mostrar la


firmeza necesaria en su forma de dirigir al equipo y no demostrar en
ningún momento la inseguridad propia del que a veces no sabe por
donde anda.

Comunicador: Para saber transmitir sus conocimientos. No basta


con ser un experto en la materia, hay que saber hacer llegar esos
conocimiento a su destinatario. Hay exfútbolistas, por ejemplo, que
habiendo sido grandes figuras o excelentes profesionales en el
terreno de juego, cuando se convierten en entrenadores no saben
hacer llegar a sus discípulos lo que ellos sabían desarrollar
estupendamente en la practica cuando estaban en activo.

Para comunicar no solamente se debe de emplear la palabra, también


se utilizan gestos, miradas, movimientos de manos, la forma de
hablar, buscando un lenguaje que se entienda y que conecte con la
persona a la que se le está transmitiendo algo. Hay que saber dar

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tranquilidad cuando hace falta, bajar el tono de voz o subirlo según las
necesidades del momento. En definitiva, lo que se transmite tiene que
ofrecerle seguridad al jugador para conseguir el objetivo marcado,
convicción en el sistema de juego empleado y credibilidad para saber
que la dirección elegida es la correcta para conseguir el objetivo
establecido.

Exigente: Nunca hay que dejar que el futbolista se acomode. Es


necesario exigirle al máximo de sus posibilidades, aunque tampoco se
le puede pedir más de lo que puede dar.

El entrenador debe de mostrar siempre vigor a la hora de realizar su


trabajo, que ningún futbolista actúe con desgana o se muestre
excesivamente conformistas y mucho menos que eso y otros aspectos
negativos como pueden ser el pesimismo o el desánimo los contagie al
resto del equipo, ahí es donde el entrenador debe de mostrar su
fuerza como director del grupo.

Observador: Ser consciente de todo lo que le rodea. Saber ver lo que


sucede no sólo dentro del equipo, también alrededor de él. Sacar
continuamente conclusiones de todo lo que observa, de sus jugadores,
del equipo contrario, de otros entrenadores etc.

Profesional: Tanto a la hora de entrenar como en el momento de


dirigir al equipo en los partidos, el entrenador debe de tenerlo todo
controlado, hasta el más mínimo detalle. No dejar nada a la
improvisación demostrando en todo momento su total
profesionalidad.

Un entrenador tiene que saber manejar siempre todos los


mecanismos de su profesión y tener los recursos suficientes para
desenvolverse en situaciones comprometidas.

Preparación: El entrenador necesita todo un arsenal de


conocimientos. Debe de estar plenamente actualizado. Como se suele
decir "estar al día". Siempre pendiente de todas las novedades que se
produzcan en el desarrollo de su actividad. Ha de estar continuamente
reciclándose e incrementando sus conocimientos, por eso es
fundamental su capacidad para aprender y mejorar.

Debe de examinar y leer todo aquel material que en forma de libros,


revistas especializadas, artículos, trabajos, informes, dossier, etc.
caiga en sus manos y que considere interesante, También ha de
moverse por esa fuente inagotable de documentación que es Internet
y visionar igualmente material en otro tipo de formatos como vídeo,
DVD, CD.Rom, etc.

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Procurará asistir a charlas, clínic, seminarios, reuniones, jornadas,
congresos y otros eventos relacionados con su actividad para
incrementar sus conocimientos y realizar siempre que pueda cursos
de perfeccionamiento y actualización para estar a la altura de las cada
vez mayores exigencia que demanda su trabajo.

Cuando se tiene una vocación auténtica por ser entrenador uno es


consciente de que nunca sabe lo suficiente y de que jamás termina de
aprender.

Otras cualidades importantes


No tener animadversión contra ningún jugador. A veces el entrenador
le coge manía a un futbolista y eso hace que no sea ecuánime a la hora
de alinearlo.

Tener un aspecto adecuado con arreglo a la profesión que


desempeña. Muchas veces el entrenador descuida su forma física y su
aspecto con exceso de peso proyectando una imagen negativa antes
sus jugadores, ¿Cómo les vas a pedir a tus futbolistas que corran y se
esfuercen cuando tú eres incapaz de mantenerte mínimamente en
forma?

Saber inculcarle al futbolista el concepto de progresión en el trabajo.


Ya sabemos que a nivel profesional sólo vale ganar, pero también es
muy importante trazarse el objetivo de mejorar día a día sobre todo en
categorías inferiores.

Saber aplicar en todo momento refuerzos positivos a la hora de


motivar al futbolista. Cualquier mejora, cualquier avance que se
produzca por pequeño que sea debe de hacerlo patente para que al
jugador le sirva de estímulo sobre todo si se trata de alguien que se está
iniciando en el fútbol.

Saber corregir principalmente cuando se trabaja con futbolistas


jóvenes. No se trata sólo de entrenar y cumplir un plan establecido, a
nivel individual hay que estar pendiente de los errores que se cometen
y hacérselos ver al jugador para que no vuelva a repetirlos, tratando
también de ser comprensivo con esos fallos sobre todo cuando quien los
comete hace todo lo posible por intentar hacerlo bien.

No ser un dictador. Las cosas no se hacen "por que a mí me da la gana",


hay que explicar detalladamente el trabajo que se va a realizar, que se
pretende conseguir y sobre todo convencer de su eficacia. Igualmente
en otro tipo de decisiones el entrenador será mucho más eficaz en su
trabajo si a la hora de tomar decisiones aplica el famoso dicho de utilizar
la fuerza de la razón y no la razón de la fuerza.

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Tener las ideas claras. No confundir a los futbolistas con cambios
continuos que los lleven a la desorientación. No estar continuamente
cambiando en función del contrario. Hay que preocuparse más de cómo
está nuestra propia casa que la del vecino. Por eso es muy importante
dotar al equipo de un estilo propio e ir perfeccionándolo cada día. Eso
siempre es mucho mejor que estar realizando cambios continuos y
empezando cada vez de cero.

Saber concretar a la hora de dar instrucciones a los jugadores


especialmente en los partidos. No se debe de agobiar al futbolista con
un exceso de información ya que muchas veces se consigue el efecto
contrario a lo que se pretende y en vez de aclarar lo que se consigue es
confundir. Hay que ser concreto e ir al grano dejándole claro lo que nos
interesa conseguir de él.

Si se tiene la suerte de estar una temporada entera en un equipo (En


España eso por desgracia para los entrenadores no suele ser lo más
habitual), tiempo habrá para ir poco a poco suministrándole al jugador
las consignas necesarias para que las vaya asimilando de forma
progresiva.

Ser realista a la hora de fijar objetivos. Hay que tener siempre los pies
en el suelo y no marcarse metas imposibles de cumplir. A nivel
individual es muy importante indicarle al futbolista cuales son sus
límites, para que sepa lo que puede y lo que no debe de hacer.

Ser un entrenador creíble. Al futbolista no hay que engañarlo con falsa


promesas y decirle el lunes que va a jugar el domingo para tenerlo
contento ó que si estuvo de reserva en un partido ó no fue convocado,
que va a tener su oportunidad en el siguiente cuando en realidad no es
así. Cuando se promete algo hay que cumplirlo en caso contrario es
mejor no decir nada por que si el entrenador pierde su credibilidad ante
el jugador eso le va a perjudicar enormemente en su trabajo.
Existen más cualidades que benefician la figura del entrenador como
son:
- El dinamismo para estar continuamente buscando nuevas fórmulas
e ideas para mejorar el equipo.En este aspecto el técnico que pretenda
mejorar a su equipo nunca debe de quedarse parado.
- El optimismo para ver siempre el lado positivo de las cosas, sobre
todo en las derrotas o cuando las cosas no salen todo lo bien que uno
quisiera.
- La iniciativa, para atreverse realizar planteamientos diferentes que
en ocasiones llevan su cuota de riesgo.
- La humanidad, para saber tratar a los futbolistas con las dosis de
afecto y comprensión que como personas se merecen.

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El entrenador no es un Sargento de Marines ni un Hombre de hielo, es
una persona y para que sus jugadores los respeten no hace falta que se
muestre como un ser frío y distante (aunque esto va un poco
relacionado con la forma de ser de cada uno), solamente debe de saber
estar en su puesto siempre.

Misiones del entrenador


O
L
.ir
c
e

Hay una serie de funciones que están especificadas en su contrato y


que podríamos decir que son sagradas y que forman parte de sus
derechos como entrenador y que están otorgados por ley.

Todos los entrenadores hemos firmado contratos y sabemos lo que


ponen y nunca debemos renunciar a lo que nos pertenece por muchas
presiones que recibamos.

Ya sabemos que en el mundo del fútbol hay personajes que les


encanta ser entrenadores cuando no lo son, porque ni tienen la
titulación correspondiente y mucho menos los conocimientos
necesarios.

Una vez realizada esta pequeña introducción sobre las misiones del
entrenador diríamos lo siguiente con relación a toda la labor que ha de
realizar en un equipo.
 Fijar los objetivos a cumplir por el equipo.
 Planificar y dirigir las sesiones de entrenamiento.
 Establecer unas normas de comportamiento para el grupo y
saber aplicar las sanciones correspondientes cuando estas se
incumplan.
 Premiar siempre las acciones positivas que vayan encaminadas
a beneficiar al equipo.
 Saber sacarle a la plantilla todo el rendimiento que es capaz de
dar, tanto a nivel individual como colectivo.
 Colocar a cada jugador en el puesto que pueda rendir más y
también saber adaptarlo con arreglo a sus condiciones individuales a
otras demarcaciones donde pueda aportar un buen trabajo en
beneficio del equipo.
 Elegir a los mejores jugadores para cada partido y eso no quiere
decir que los mejores sean siempre los más dotados técnicamente,
sino los que en ante la inminencia de un partido están en un momento
óptimo de forma para hacer los más rentable posible su aportación al
equipo.
 Entrenar tanto a nivel colectivo como individual, ya que a veces
solamente se realiza un trabajo especifico con los porteros y también
existen otras demarcaciones que son susceptibles de mejora si se
trabajan de forma individualizada ó en pequeños grupos.

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 Conseguir que los entrenamiento sean reales, es decir, lo más
parecido a los partidos y para eso las sesiones de trabajo han de tener
unos niveles de intensidad y exigencia mínimos. Hay una frase muy
conocida en el fútbol y que es absolutamente cierta que dice: Se juega
como se entrena.
 Estar con el equipo tanto cuando se gana como cuando no. Si se
pierde es cuando más hay que apoyar al futbolista, animándole y
enseñándole a asumir las derrotas para que sepa procesarlas y sacar
conclusiones de ellas que le sirvan de ayuda para los siguientes
partidos.
 No dejar nunca que el mal comportamiento de un futbolista
pueda desestabilizar al grupo.
 Saber manejar y dirigir al equipo tanto a nivel individual como
colectivo en los entrenamientos y en los partidos por igual. Si se
entrena bien pero se dirige mal no vale y viceversa tampoco.
 Saber controlar el exceso de euforia cuando los buenos
resultados se producen de forma continuada. Hay que saber preparar
al equipo para cuando la derrota aparezca por que tarde ó temprano
llega.
 Es muy importante trabajar con los futbolistas el aspecto de la
concentración tanto en los entrenamientos como en los partidos.
Muchas veces el jugador se distrae charlando con el compañero
durante una sesión de entrenamiento ó durante un partido se
preocupa más de lo que el público le dice que de la misión que debe de
realizar en el terreno de juego. Estos aspectos y otros semejantes han
de tenerlos muy en cuenta el entrenador para lograr que el futbolista
esté plenamente concentrado en su trabajo y evite todo tipo de
distracciones que perjudiquen la labor que ha de realizar.
 Conseguir una total implicación de los futbolistas en el trabajo
que se realiza. Que nadie se encuentre al margen del equipo. Hay que
inculcarles a todos los jugadores la idea de grupo, la importancia de la
palabra equipo y todo lo que significa. Que todos tengan muy claro
que el los objetivos que se establecen sólo se pueden conseguir con
las suma de los esfuerzos de todos los componentes de la plantilla y
que si hay alguien que no asume sus responsabilidades o se esconde
a la hora de dar lo mejor que lleva dentro, a parte de perjudicarse a si
mismo, también perjudica a sus compañeros que es mucho peor.
 El jugador tiene que saber siempre que el equipo es su mejor
compañero, el que en todo momento está ahí para apoyarlo, el que
nunca le va a fallar por que es el compañero más fuerte (su fuerza
viene dada por la suma del esfuerzo colectivo), por lo tanto el
futbolista ha de ser reciproco con el equipo y aportar todo lo que lleva
dentro en beneficio del bien común.
 Antes de los partidos hay que ser lo suficientemente previsor
para tener alternativas disponibles a determinadas situaciones que se
pueden plantear durante el desarrollo del juego:
1. Cambios por lesiones, sanciones, bajo rendimiento etc.

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2. Variantes o cambios en el sistema de juego utilizado
3. Situaciones diversas, ejemplo, quedarse sin portero y tener
que utilizar un jugador de campo...
4. Otras posibles.
 Disponer de la información más detallada posible de la plantilla.
Datos completos de los jugadores , físicos, técnicos, psicológicos
etc...
 Información sobre los equipos contrarios. Todo aquello que se
pueda considerar necesario para utilizarlo en la planificación y
planteamiento de los partidos a disputar.

Equipo de colaboradores
Un entrenador siempre ha de estar rodeado de un buen equipo de
colaboradores para conseguir que su trabajo sea lo más eficaz
posible.

Cuando hablamos de nivel profesional el equipo de trabajo que rodea


al entrenador suele estar formado por el segundo entrenador, un
técnico que prepara específicamente a los porteros, el preparados
físico, el médico, el fisioterapeuta y en algunos equipos también un
psicólogo.

Obviamente no en todo los clubs el entrenador dispone de semejante


colaboración. Todo depende de la categoría del equipo y sobre todo
del potencial económico que disponga y si hablamos de categorías
amateurs o de iniciación posiblemente la colaboración se reduzca a un
SEGUNDO ENTRENADOR y gracias, por eso me quiero referir en este
capítulo a las personas que realizan esta misión.

Siempre ha de ser una persona de total confianza elegida por el


primer entrenador y nunca impuesta por el club.

Debe de ser alguien que en base a esa confianza que se tiene en él, se
le da la responsabilidad y atribuciones suficientes para realizar su
trabajo, haciéndole que se sienta importante dentro del grupo y sobre
todo no desautorizándolo nunca en público.

De ahí la importancia de la conexión que debe de existir siempre


entre el primer y el segundo técnicos para funcionar en equipo y estar
en perfecta sintonía el uno con el otro.

La misión del segundo entrenador es muy amplia y sirve entre otras


cosas para descargar de trabajo al primero, que delega en él
determinadas funciones que son de una gran importancia para el
correcto funcionamiento del equipo.

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Antiguamente el segundo entrenador se limitaba en los
entrenamientos a pitar los partidos, repartir los petos y entrenar a los
porteros. Hoy en día eso ha cambiado y el trabajo a dúo con el primer
entrenador ha significado una mejora importante en la preparación
del equipo.

Las misiones específicas del segundo entrenador pueden abarcar los


siguientes apartados:
 Ayudar a controlar el vestuario y servir de enlace entre los
jugadores y el primer entrenador.
 Trabajo especifico con los porteros.
 Trabajo individual con determinados jugadores que necesiten
mejorar sus condiciones técnicas. Esto es importante sobre todo en
categorías inferiores.
 Trabajo en grupos repartiéndose el equipo con el primer
entrenador.
 Entrenamiento y recuperación con jugadores que por diversos
motivos deben de trabajar a parte del grupo principal por que han
salido de una lesión o están cortos de preparación por diversos
motivos.
 Dirigir los calentamientos, estiramientos (inicio y final) y
relajación (final) en las sesiones de entrenamiento. Esto lo realiza
habitualmente el preparador físico, pero no todos los equipos
disponen de un profesional de estas características, sobre todo los
clubs no profesionales.
 Llevar controles estadísticos sobre la plantilla relacionada con
entrenamientos realizados y partidos disputados entre otros
aspectos.
 Realizar informes sobre los equipos contrarios.
 Crear un buen ambiente en el vestuario.
 Sustituir con garantía al entrenador principal cuando haga falta
por necesidades de trabajo ó simplemente si éste se pone enfermo.
Etc.

Consideraciones finales
El entrenador, sobre todo a nivel profesional depende de los
resultados, por lo tanto, salvo en casos excepcionales ha de
procurar planificar siempre a corto plazo por que
desgraciadamente no va a tener demasiado tiempo para que
su trabajo sea efectivo.

A parte de los conocimientos que continuamente ha de adquirir, la


labor del entrenador se apoya mucho en la observación y la
experiencia y eso bien canalizado redundará positivamente en el
ejercicio de su profesión.

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Los entrenadores que trabajan con los más pequeños y con los
jóvenes han de procurar siempre no incrementar su tensión
emocional con exigencias excesivas ya que a estas edades los
jugadores también suelen estar sometidos a situaciones que suelen
generar estrés como exámenes, dificultad de entendimientos con los
padres y en general otro tipo de inconvenientes propios de la
adolescencia.

Bibliografía.

Libro "El Entrenador". (R.Martens, R.W.Christina, J.S.Harvey,


B.J.Sharkey).

Libro "Hombres para El Fútbol". (Santiago Coca).

Curso Entrenamiento Psicológico en el Deporte.(Centro Codex


de Formación en Psicología).

Revista "El Entrenador Español de fútbol".

Artículos:

"Clases de Entrenador" (Miguel García Arroyo).

"El Entrenador, diferencias individuales en estilos de


personalidad y liderazgo" (José Luis Fernández Seara).

"El papel del entrenador auxiliar". (Carlos Marín López).

"De la dinámica personal a la dinámica de grupo" (Santiago


Coca).

"El entrenador siempre está sólo". (Francisco Álvarez Arias).

Revista "Training fútbol".

"El papel del entrenador" (Angel Cappa Polchi).

"El entrenador de fútbol" (Miguel Ángel Lotina Oduechevarría).

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