El Control Climático en Invernaderos
El Control Climático en Invernaderos
El Control Climático en Invernaderos
Existen varios métodos para mantener la temperatura deseada en el interior de los invernaderos.
Normalmente, 2-3 horas antes de la salida del sol, se incrementa la temperatura de 1 a 2 °C
por hora, de forma que la transpiración que provoca la insolación a primera hora de la mañana
en el cultivo, es recibida en un aire a mayor temperatura. Al atardecer se procede de igual
forma, pero en este caso con una velocidad de cambio negativa. La temperatura del aire es
también modificada según la disponibilidad de luz, así a mayores niveles de luz, mayores son
las temperaturas de trabajo con objeto de obtener del cultivo un mejor rendimiento.
Control de calefacción
Para el control de las temperaturas del aire a través de la calefacción, se emplea un proceso
que en las instalaciones con agua caliente integra la temperatura del aire con la temperatura
del agua en el circuito de calefacción. Este control es proporcional integral. Para ello se
definen las temperaturas máximas y mínimas en el circuito de calefacción, y el controlador,
actua sobre la válvula mezcladora de 3 vías.
Otro sistema de control consiste en tener en cuenta la temperatura del aire exterior, la
velocidad del viento y la radiación solar. Conocida la constante global térmica del invernadero
(el salto térmico entre el interior y el exterior) y la velocidad del viento, la temperatura del
circuito de calefacción puede definirse, así como la carga térmica demandada de la
instalación.
En los sistemas de generadores de aire caliente, el control es simple, estos son conectados y
desconectados según una banda de histéresis de unos 2-3 °C, para su conexión y
desconexión. Si la instalación cuenta con varios equipos distribuidos a lo largo de la superficie
del invernadero, se puede establecer un arranque secuencial siguiendo una distribución
espacial de mayor a menor número.
Control de pantallas
En cuanto a pantallas térmicas, se cierran durante la noche cuando la temperatura exterior
excede de un valor respecto de la interior, o cuando la temperatura en el circuito de
calefacción excede de un umbral, cerrándose completamente. Si la humedad relativa excede
de un valor determinado, éstas son forzadas a abrirse proporcionalmente a un rango
establecido, entre 1 y 30 centímetros, para reducir la humedad por condensación sobre el
techo que está frío, o para la renovación del aire al abrir la ventilación un poco.
Una segunda opción en su uso consiste en cerrarlas no durante la noche, sino en un momento
anterior al amanecer, por horario o por nivel lumínico (lux), de forma que la pantalla es
después abierta gradualmente para evitar descensos bruscos de temperatura en el
invernadero por las necesidades de ventilación.
Hablando de pantallas de sombreo, la apertura de estas pantallas depende de programa
horario y de la consigna de dos niveles de radiación y temperatura interior, uno para abrir y
otro para cerrar. Aún cerrándose la pantalla, la temperatura del invernadero puede subir, en tal
caso la pantalla es abierta hasta cierto grado de forma que sea beneficiada la ventilación.
En cuanto a las pantallas de fotoperiodo, son utilizadas para aumentar la duración de la
“noche” en cultivos de flor con el objeto de su forzado. La pantalla ha de cubrir por completo el
invernadero. Su regulación se realiza según programa horario.
El uso de pantallas es también un elemento recurrente a la hora de controlar la temperatura.
Conclusiones
- Para la operación y control del clima de un invernadero se
precisa de controladores que a partir de distintos cálculos y
directrices manejen de forma efectiva los distintos parámetros
implicados, y las instalaciones relacionadas con los mismos.
- El registro de la evolución de los distintos parámetros implicados
ha de ser posible, de cara a la adopción de mediadas y el
establecimiento de las referencias y puntos de consigna adecuados
para un control más eficiente.
- Las paradojas y contradicciones en el control se dan en ciertos
casos. Si bien los controladores están hechos con gran fundamento
y amplios conocimientos, el éxito de estos depende en gran
manera de nuestro cultivo que hay que supervisar y manejar para
que mediante su correcto desarrollo, se integre en nuestra
estrategia de control climático, sobre todo en épocas
agroclimáticas adversas (baja insolación, excesiva temperatura,
etc.).
- La tendencia futura es la de integrar la física del invernadero, con
la medición de parámetros fisiológicos del cultivo, temperatura de
la planta, tasa fotosintética, etc.
Control de humedad en invernaderos
Las plantas saludables pueden transpirar grandes cantidades de agua, dando como
resultado un incremento en la humedad relativa del aire en un invernadero. Por esta
razón, si no se maneja el incremento de humedad adecuadamente, las plantas y sus
cultivos pueden llegar a sufrir daños y enfermedades. A continuación les ofrecemos
algunas recomendaciones de control y manejo para evitar problemas de humedad en
sus invernaderos.
Medición adecuada
Un sensor de humedad relativa no nos indica nada de la cantidad absoluta de agua
que el aire puede retener; es por esto que se debe conocer la temperatura para
determinar la cantidad de agua que el aire puede retener; una medición diferentes
utilizada para describir el estado de la humedad absoluta del aire es el déficit de
presión de vapor (VPD por sus siglas en inglés).
Este indicador mide la diferencia de humedad que existe entre la humedad que hay en
un periodo de tiempo y la cantidad de humedad que puede retener el aire a una
temperatura cuando el aire se satura (cuando inicia la condensación) y muestra la
facilidad que tiene el cultivo para transpirar.
Manejo de temperaturas
El manejo de la temperatura se basa en la estructura y diseño del invernadero así
como el grado de tecnificación que éste posea. Haciendo referencia al grado de
tecnificación, los invernaderos industriales o de gran tamaño son en los cuales, por lo
general, se instalan sensores para el monitoreo de las condiciones ambientales
internas, ya que al ser grandes extensiones de cultivo el monitoreo por parte de
personas no es preciso ni económica mente viable.
Por otra parte la estructura y diseño del invernadero, junto con el lugar de instalación,
proveen de la ventilación e insolación necesaria para mantener el invernadero bajo
condiciones ambientales óptimas para el cultivo, permitiendo que el flujo de aire
caliente y frío dentro del invernadero sea controlado de forma mecánica sin necesidad
de utilizar dispositivos extra para mantener bajo control el ambiente interior del
invernadero.
Humidificación
La humedad es una característica ambiental vital para las plantas, ya que un nivel
adecuado de esta variable propicia de forma extensiva el desarrollo del cultivo. El
exceso o falta de humedad en el cultivo propicia la degradación o suspensión de la
fotosíntesis — la conversión de materia inorgánica en materia orgánica mediante la
energía que aporta la luz solar. Como es el principal sistema de alimentación de las
plantas, si este sistema se ve afectado la planta deja de desarrollarse y comienza a
morir.Para mantener los niveles adecuados de humedad se utilizan sensores de
humedad y sistemas de humidificación (humidificadores).
Los humidificadores son dispositivos diseñados para aumentar la humedad del lugar
donde son instalados. Éstos son utilizados especialmente en lugares donde el calor
producido por el sol genera estaciones de sequías. En los invernaderos es útil debido
a que las condiciones externas de clima también afectan a las condiciones
ambientales del invernadero.
Las plantas saludables pueden transpirar grandes cantidades de agua, dando como
resultado un incremento en la humedad relativa del aire en un invernadero. El
aumento de la humedad relativa en el invernadero, alcanzando niveles entre el 80 y
85%, debe ser evitado debido a que este nivel de humedad puede causar
enfermedades en las plantas y reduce su transpiración, así también pueden generar
precipitaciones que no son deseadas en el invernadero causando que éste se puede
inundar.