El Pensamiento y La Exigencia de Discont Blanchot PDF
El Pensamiento y La Exigencia de Discont Blanchot PDF
El Pensamiento y La Exigencia de Discont Blanchot PDF
DISCONTINUIDAD
n 33
la Razón con el Estado y en la coincidencia de la Sabiduría con tinuidad que no sería, e;i verdad, más que un agradable entre-
la Universidad. tejido de rayas gruesas y delgadas. En el texto que estoy escri-
Ese último rasgo no es secundario. No deja de ser significativo biendo, las frases se siguen y se ligan más o menos como se debe;
que el Sabio acepte desaparecer en esta institución que se llama los cortes por párrafos no son más que cortes por comodidad;
llttiversitas, tal como se organiza en el siglo XIX. Entonces la hay un movimiento seguido destinado a facilitar la continuación
Universidad no es más que una suma de saberes determinados, de la lectura, pero ese movimiento seguido, sin embargo, no pue-
cuya única relación con el tiempo es la de un programa de estu- de proponerse como continuidad verdadera. Recordemos que, en
dios. El habla que enseña no es en absoluto la que nos reveló la literatura moderna, la preocupación por un habla profunda-
lu estructura maestro/discípulo como adecuada para abrirse a una mente continua fue la que primero dio lugar, en Lautréamont, en
ruptura fundamenta!, sino que se contenta con la tranquila con- Proust, después en el surrealismo, en Joyce, a obras evidente-
tinuidad discursiva. El maestro competente habla ante un audito- mente escandalosas. El exceso de continuidad molesta a! lector y
rio interesado, eso es todo. Basta con evocar la nivelación "de rela- molesta, en el lector, Jas costumbres de la comprensión regular.
ciones que ]a oposición ligeramente superior de! conferencista Cuando André Bretón abre e! espacio de nuestros libros 'a lo
frente a un grupo de estudiantes dóciles introduce en el lenguaje que llama "Id continuidad absoluta", cuando induce al que escri-
filosófico, para que se empiece a comprender cómo el filósofo be a confiar "en el carácter inagotable del murmullo", entonces
convertido en profesor—- determina un aplastamiento tan visi- molesta nuestras maneras de leer, justamente porque la mente,
ble de [a filosofía; por su parte la dialéctica no dejará de romper en su andar medido y metódico, no podría afrontar la intrusión
mu lo que le parece ser el idealismo de la palabra, a fin de llegar inmediata de la totalidad de lo real (real que es precisamente la
u las divisiones más serias de la lucha revolucionaria. imposible continuidad de lo "real" y lo "imaginario"). Como
Uno de los problemas que se plantea al lenguaje de la bús- siempre, ¡a ambición surrealista nos ayuda bastante a comprender
queda está ligado a esa exigencia de discontinuidad. ¿Cómo hablar qué es lo que permanece implícito en ese juego. La escritura
ilc modo que el habla sea esencialmente plural? ¿Cómo puede automática quisiera permitir la comunicación inmediata de cuanto
«firmarse la búsqueda de un habla plural, que no se fundamente es; no sólo lo permite, sino que resulta, en su continuidad sus-
ni en igualdad y desigualdad, ni en predominio v subordinación, tancial, la continuidad absoluta de cuanto es; lo es imaginariamen-
ni en -mutualidad recíproca, sino en disimetría e irreversibilidad, te; se trata de una maravillosa búsqueda de inmediación. (Por
do manera que, entre dos hablas, siempre esté implicada una rela- eso, tal vez, el malentendido que acercó ese movimiento al movi-
' mn de infinitud como movimiento de la significación misma? miento hegeüano, cuando no hay filósofo más hostil al prestigio
O también ¿cómo escribir para que la continuidad del movimien- de lo inmediato que Hegel; sin embargo queda el que ambos
to de la escritura pueda dejar intervenir, fundamentalmente, la buscan la continuidad: pero, para la poesía surrealista, ésta no
interrupción como sentido y la ruptura como forma? Por el roo- puede darse sino inmediatamente; para Hegel no puede ser más
nicnio, aplacemos ía aproximación a este problema. Tan sólo note- que obtenida; producida;, es un resultado.6 Pero también se intuye
nuis que cualquier lenguaje en que se trata de interrogar y no a qué postulado parece corresponder tal aspiración a la continui-
> l i responder, es un lenguaje ya interrumpido, más aún, es un dad absoluta. La realidad misma —el fondo de las cosas, lo
HDguaje en que todo empieza por la decisión (o la distracción) "cuanto es" en su profundidad esencial— sería absolutamente
(le un vacío inicial. continua, postulado tan antiguo como el pensamiento.
Pero también notaremos que la escritura •—ya sea la de ensayo Es la gran esfera parmenídica, el modelo del universo de
o de novela-— corre el riesgo de limitarse a una supuesta con- Einstein. De lo cual resultaría que sólo las modalidades de nues-
14 35
tro conocimiento, las estructuras de nuestros sentidos y de nues-
tros aparatos, las formas de nuestros lenguajes, matemáticos y no
1. O, por decirlo mejor, la poesía, la novela, es forma, palabra que en-
matemáticos, nos obligan a descifrar o a recortar esa hermosa túni- tonces, lejos de aclarar, lleva el todo de la interrogación.
ca sin costura. Pero ¿qué significa esto? ¿Habría que ver en la 2. Esto, por lo menos, es la interpretación de Clémence Rammoux (He-
discontinuidad una señal de la desgracia del entendimiento y de
la comprensión analítica y, más generalmente, un defecto de la 3. Lo que se expresa en ¡a forma trág ico -paródica, en la última carta a
Burekhardt: "Querido Señor Profesor, a fin de cuentas quisiera más
estructura humana, marca de nuestra finitud? A no ser que debié-
ramos atrevernos a una conclusión muy distinta y muy turbadora, 4. Pero, hay que añadirlo de inmediato, una de las características de la
tal vez formulable asi: ¿por qué, a! suponer que lo discontinuo filosofía tal como se manifiesta con Heídegger puede expresarse así:
sea propio del hombre y su obra, no revelaría ese hombre que Heidegger es esencialmente un escritor; y por esto también, respon-
el fondo de las cosas, al que de algún modo debe pertenecer, sable de una escritura comprometida [lo que implica, además, la me-
dida de su responsabilidad política).
tiene que ver tanto con la exigencia de discontinuidad como con
5. Ese defecto, suponiendo que lo sea, se explica en parte por este
U de unidad? Conclusión turbadora, turbia también, y que desde hecho: no disponemos de los textos de Aristóteles, sino de los apun-
ahora procuraremos aclarar añadiendo esto: cuando se habla del tes de curso, de los "cuadernos" de sus alumnos.
hombre como de una posibilidad no unitaria, no significa que per- 6. Véase más adelante el texto dedicado al "porvenir del surrealismo":
manezca en él alguna existencia bruta, alguna naturaleza oscura, parece que el requerimiento surrealista, por cuanto provoca lo desco-
irreductible a la unidad y al trabajo dialéctico: esto es algo fuera
ideología de lo continuo.
de discusión. Ello quiere decir que, por e! hombre (o sea no 7. Cuando se supone (casi siempre implícitamente) que lo "real" es con-
tanto por él sino por el saber que encierra y por la exigencia
de la palabra siempre ya previamente escrita), podría anunciarse
una relación muy distinta que encauzase al ser como continuidad,
experiencia pura, pura afirmación empírica. Pero lo "continuo" no es
unidad o concentración del ser, o una relación que se exceptuase
más que una ideología avergonzada de sí misma, igual que el empí-
de la problemática del ser y plantease un problema que no sea
problema del ser, Entonces, al interrogarnos sobre esto, saldríamos Recuerdo lo que permitió plantear la teoría de los conjuntos: con-
no sólo de la dialéctica, sino también de la ontología.7 trariamente a una larga afirmación, hay una potencia de infinito que
eleva la infinitud por encima de lo continuo, o también lo continuo