Deng Xiaoping
Deng Xiaoping
Deng Xiaoping
1) Biografía
(Teng Hsiao-P'ing o Deng Xixian) Dirigente político de la República Popular China
(Xiexing, Sichuán, 1904 - Pekín, 1997). Hijo de un terrateniente, Deng recibió una
educación moderna, que completó con estancias en París y Moscú. Tras afiliarse al
Partido Comunista en 1924, colaboró en varias misiones políticas y militares durante la
guerra civil en el Sur (1930-34). En 1945 entró en el Comité Central del Partido
Comunista. En 1954 ascendió a la vicepresidencia del Gobierno y en 1955 se convirtió
en secretario general del Partido y miembro del Politburó. Deng se distinguió pronto
como un líder moderado y pragmático, frente al radicalismo auspiciado por Mao en los
años del «Gran Salto Adelante» (1958-61); contra el dogmatismo ideológico maoísta
lanzó su famosa sentencia de «gato negro o gato blanco, poco importa si caza
ratones»..
Después la muerte de Mao, Deng se volvió el ‘’hombre fuerte’’ de china tras la lucha por
el poder contra la Banda de los Cuatro (1977). Tras eliminar del aparato del Estado a los
continuistas, inició una audaz política de reformas bajo el lema de las «cuatro
modernizaciones» (agrícola, industrial, científico-técnica y de defensa). Liberalizó la
economía china abriendo espacios para la iniciativa privada y para la inversión extranjera;
esto le obligó a mejorar sus relaciones con los países occidentales, haciendo concesiones
en materia de política exterior y de respeto de los derechos humanos; todo ello aceleró el
crecimiento económico, mejoró el nivel de vida e hizo aparecer una nueva clase
empresarial.
b) China entierra
oficialmente el
legado de Deng Xiaoping
link:(EL MUNDO, 2018)
http://www.elmundo.es/internacional/2018/03/11/5aa4e33f468aeb20768b45
8b.html
En marzo, el parlamento chino ha firmado la reforma constitucional que
consiste en acabar con el límite de tiempo de dos mandatos
presidenciales de 5 años, esto ha finalizado la norma política que
estableció Deng Xiaoping en 1982, por lo tanto, esto ha dejado abierta la
posibilidad de que el actual jefe de estado, Xi Jinping, pueda permanecer en
el cargo de por vida. La decisión confirma el poder que tiene el mandatario, al
que un diputado llegó a comparar con una deidad budista, así se ha recuperado
un culto a la personalidad que no se conocía en China desde la era maoísta.