De La Comunidad Al Sujeto Social Comunitario Germán Rozas
De La Comunidad Al Sujeto Social Comunitario Germán Rozas
De La Comunidad Al Sujeto Social Comunitario Germán Rozas
Universidad de Chile
Resumen
Summary
Tal vez hoy día la propuesta más importante para entender la comunidad es la
perspectiva construccionista. La comunidad se construye, pero, lo que interesa ahora es la
construcción desde lo subjetivo. Esto quiere decir que su conformación pasa por las
interacciones sociales que establece una población determinada consigo misma y con
otros. En esta interacción dinámica se configura un nosotros, una identidad, un proyecto y
quienes son los miembros participantes de esta construcción. Vale recalcar que esta
conformación no sólo se establece con sus propios integrantes sino en base a terceros que
son un referente o así mismo una presión, para ello. Igualmente esta conformación está
determinada por las agencias económicas y productivas de una sociedad determinada.
Lo popular es sin duda una categoría muy amplia. Podemos usarla, pero corre el
peligro constante de aludir a un sector de la población de manera vaga, imprecisa y muy
general. Y ello porque en el sector popular hay campesinos, indígenas, obreros,
pescadores, mineros y etc, etc. Es decir variados grupos sociales, todos populares. E
incluso es factible decir que muchos de ellos conforman comunidades, son diferentes
comunidades de campesinos, pescadores, indígenas, etc.
Una de las características del sujeto social o el actor social, es que son precisamente
figuras que entran en el juego del poder y de lo político. Es decir en algún momento son
figuras reconocidas, que están allí presentes y que por lo mismo son participes del proceso
de construcción de la sociedad.
Igualmente como es posible señalar que un sujeto social tiene una parte de su
composición que se encuentra en la vanguardia, otra parte se encuentra abocada a otras
dimensiones de lo social, ya sea lo cultural, la educación, la producción, etc, Es decir
hay componentes que tienen puesta su atención en otros aspectos que no necesariamente
son políticos. Entendido lo político como la lucha por el poder.
También es claro que la constitución de un sujeto social político o no político se
conforma por la determinación de sus miembros en función de necesidades particulares.
No existe una formación esencialista, determinada de modo fijo hasta la eternidad. Los
sujetos son precisamente sociales, es decir se conforman en relación a otros en un escenario
de alianzas, disputas, y articulaciones de poder. Y en este escenario también cambian y se
vuelven a constituir bajo otras variables.
Vale aquí hacer referencia a lo que deberíamos entender por popular, y sujeto
popular. Tema muy interesante dado que habitualmente se encuentra en los debates sobre
que es el pueblo, las clases sociales, la clase popular.
Por otro lado tampoco corresponde plantear que la cultura popular es algo que
puede estar al margen de la cultura de la sociedad, al margen de la influencia de los
sectores en el poder. En el sentido que existiese una especie de reserva, de realidad
congelada, allí,,,,en espera, de su rescate o de su activación y estimulación para salir a
flote e involucrarse en una disputa social o en un proceso que haga valer sus lógicas.
El Concepto de cultura popular que aquí adscribimos es el planeado por Hall como
“las relaciones que definen a la cultura popular en tensión continua (relación, influencia y
antagonismo) con la cultura dominante” (Hall, S. 1984, pág. 102). En otra parte del mismo
texto Hall agrega y critica “…quiero afirmar que, por el contrario, no hay ninguna <cultura
popular> autónoma, auténtica y completa que esté fuera del campo de fuerzas de las
relaciones de poder cultural y dominación”, (Hall, S. 1984, pág. 100)
Como hace, entonces, el sector popular para presionar y plantear sus necesidades,
es decir bajo que figura lo realiza, ¿Cuál es su tipo de constitución , su grupo, su
organización para estos efectos? ¿Cómo se define la lucha social? Siguiendo a Hall aquí
más bien se alude a la alianza de clases y diferentes grupos que constituyen las clases
populares “La cultura de los oprimidos, las clases excluidas: este es el campo que remite al
termino popular” (Hall, S. 1984, pág. 108) y más adelante agrega y complementa “la
cultura popular, especialmente está organizada en torno a la contradicción: las fuerzas
populares contra el bloque de poder” (Hall, S. 1984, pág. 108).
Por tanto la constitución del sujeto popular no esta definido en si mismo, sino se
constituye en relación con otro, el bloque de poder, quién lucha por desconfigurar lo
popular, y lo popular lucha por hacer valer sus reivindicaciones asociadas a su constitución
como sujeto.
Al decir de Hall “El pueblo (el sujeto popular) no está ahí al fondo, donde siempre
ha estado, con su cultura…..suponiendo que pudiéramos <descubrirlo> y hacerlo salir al
escenario….la capacidad para constituir clases e individuos como fuerza popular (esa dada
por) la naturaleza de la lucha política y cultural” (Hall, S. 1984, pág 109)
Por una parte la maternidad liberal. Tal como planteaba D. Faustino Sarmiento,
segunda mitad del siglo XIX, en el proceso de constitución de la Nación, momento en que
para los liberales, no se podía escapar esta dimensión tan importantes como era la quien
tenía en sus manos el futuro de la nación, es decir las mujeres a través de la crianza. Por
ello en sucesivas interpretaciones la identidad de la mujer fue asociada a quien pertenece al
hogar, a la familia, al mundo de lo privado y dedicada a las labores de madre, fuera de la
política. Se agrega a estas características de identidad de la mujer, la relevancia del cuerpo.
Lo corporal principalmente asociada a la mujer, a diferencia y en un polo opuesto a lo que
ocurre con el hombre en quien más bien se valoraba el pensamiento, las ideas, la política y
lo público.
Y la tercera fase, tal vez la más complicada. Dado por supuesto la aceptación del
potente argumento del genero y los derechos de las mujeres en múltiples dimensiones,
queda por definir que es ser mujer. ¿Cuál es la identidad de la mujer?
Complejo, en tanto cuanto, históricamente todas las identidades de mujer han sido
construidas por los hombres. Todas las conceptualizaciones, atribuciones,
caracterizaciones, definiciones son conformadas desde la mirada masculina.
Si, existe un sujeto social mujer, liderado por los grupos feministas, dentro del cual
existe subgrupos que ponen el acento de diferentes dimensiones, pero dentro de todos
ellos, se vive un proceso de incertidumbre en el cual todavía no está clausurada la
definición de que es ser mujer.
El Sujeto Social Indígena:
En América Latina hay una gran diversidad cultural, existen pueblos originarios, población
indígena, población negra, migraciones europeas o del medio oriente/ Cultura campesina,
popular y juvenil.
Subercaseaux, B., (2002), plantea que la diversidad cultural es diferente, en mayor o menor
medida según los países del continente. Ello tiene que ver con la situación de mayor
consolidación histórica de cada uno de ellos.
Por ejemplo en Chile hay poca diversidad cultural según Subercaseaux, B., (2002),
y si hay gran diversidad en Paraguay donde pesa la importancia de la etnia Guaraní, que
aunque demográficamente corresponde al 2% de la población, no obstante el 50% ( y más)
de la población del país habla la lengua.
Igualmente en otros países como México, Brasil, Ecuador, Guatemala, etc., la pluralidad
y la diversidad cultural ha sido un factor importante de contribución a la identidad
nacional.
Vale señalar cuatro apreciaciones sobre los indígenas e incluso políticas al respecto, desde
el siglo XIX hacia adelante. La primera asociada a la constitución de la República, donde
los indígenas no estaban considerados, dado la importancia de perseguir la idea de la
unidad en la nación, en la patria y en el progreso. De alguna forma los indígenas y sus
diferencias eran un atentado a esta idea. Lo mismo ocurría con las poblaciones negras. Por
otro lado en esta perspectiva el indígena era más bien percibido como salvaje, bárbaro, no
“redimible”, no educable, inferior y por lo mismo ello justificó las políticas de
exterminio.
Un segundo enfoque, inicio del siglo XX, surge el discurso indigenista integracionista
(Zapata, C. 2009), donde frente a la perspectiva de la exterminación se opone la idea de la
integración. Este concepto parte con una imagen del sujeto indígena como sinónimo de
ruralidad, de pobreza, como un sujeto desvalido. Y por lo tanto es una expresión de la
desigualdad presente en la sociedad.
Si bien se plantea la idea que existe una heterogeneidad cultural en América Latina, pero
ésta es asociada con la desigualdad, por lo tanto si se quiere eliminar la desigualdad hay
que eliminar la heterogeneidad. La gran propuesta en definitiva es la integración y una de
sus formulas es el mestizaje.
Un tercer enfoque, hacia los años 60, (Zapata, C. 2009) se refiere a los indígenas como
sujeto colectivo, comunidades, comunidades indígenas. Surge el concepto de
cosmovisión desde la antropología. Se asocia a las comunidades indígenas al mundo
rural, con prácticas de una economía campesina, son grupos homogéneos, no capitalistas,
en aislamiento geográfico, escasamente intervenido por el mundo occidental.
Posterior a la década de los 60, y como un cuarto enfoque, surge la migración hacia la
ciudad, la cual ya venía desde antes, llegando a la situación en que el 60% de la población
indígena se encuentra viviendo en las ciudades. De modo que afectados por la
urbanización, integrados a la educación nacional, comienzan una relación con la política
nacional y con el Estado.
A partir de este momento se genera o comienza a establecerse una relación con el Estado,
en tanto interlocutor. Se comienza a producir una mayor alianza entre indígenas de
diversas etnias y a percibir como valorable alianzas con otros sujetos sociales de la
sociedad en función de reivindicaciones mayores, entre las cuales la más relevante es la
exigencia de autonomía. En este plano algunos movimiento plantean la consideración,
reconocimiento y plena participación en el estado, como ocurre en México, “nunca más un
México sin nosotros”, señalando que la Nación no es homogénea sino pluriétnica y
pluricultural hasta reivindicaciones más independentistas como la esgrimida por algunos
sectores Mapuches que plantean la Autonomía Nacional Mapuche.
Por otro lado el concepto de Sujeto Histórico, sería aquel constituido por un sector social
que por su ubicación en la estructura social en relación a un proyecto político, no sólo es
un sujeto social, sino que además, es quien puede en un momento determinado, un
momento histórico, desarrollar el cambio social. Es un sujeto que dispone de las
características para ello, como así mismo es representativo de las necesidades principales
que lo convocan a una acción política.
Al decir de Díaz Polanco “..se trata de aquella figura social que dada su cualidad, un
contenido particular e históricamente específico, al proyecto revolucionario y democrático
en una dirección ineludible: en la dirección del socialismo” ….define los fundamentos en
términos de los cuales las demás clases sociales, categorías o capas sociales devienen en
sujetos sociales, fuerzas conscientes y políticamente activas , energía motriz del proceso de
cambio” (Díaz-Polanco, H., 1991, pág. 131).
Finalmente Sujeto Político, es una organización política y dirigente, que es la llamada a
hacer tomar consciencia a los distintos sectores sociales respecto de la situación social y
política determinada y a proponer caminos y estrategias que permitan orientación sobre el
quehacer social. Díaz-Polanco señala que “la idea de que las transformaciones
sociopolíticas pueden conducirse…sin “vanguardia” …sin un sujeto político, sigue siendo
un absurdo….Es necesario …que sectores “intelectuales” orgánicamente identificados
como sujeto histórico actúen como sujeto político , trabajando en dar significado a las
condiciones estructurales…..(Díaz-Polanco, H., 1991, pág. 132)
El análisis de la pertinencia del Sujeto Social, histórico y político es, sin duda, objeto de
debate. No obstante, resulta necesario comprender las relaciones y asociaciones que
dispone el concepto de sujeto social. Tal vez de los tres el concepto más relevante hoy en
día, probablemente el que más fruto político puede dar en la época actual. Por lo mismo se
requiere profundizar sus diferentes dimensiones y una de ellas es el aspecto comunitario.
Por esta razón resulta muy interesante preguntarse por la emergencia de un actor
social que podríamos denominar sujeto social comunitario.
Pero siguiendo esta línea de pensamiento tal vez no correspondería hacer una distinción
entre comunidad por un lado y sujeto social por otro. Al revisar los distintos elementos y
componentes presentes en un sujeto social, encontramos que un sujeto social no es un
agregado de personas, un simple suma de personas, más bien es un conjunto de
individuos que se encuentran articulados de cierta manera, donde hay cohesión social,
identidad, metas colectivas, consciencia social. Y en estos elementos es que se comienza
a observar el traslape entre sujeto social y comunidad.
Es decir sujeto social está constituido por comunidades, entre las cuales, existen aquellas
que tienen un mayor nivel de conciencia social que otras, aquellas que tienen más
organización y más capacidad de movilización y otras no.
Hablar de sujeto social comunitario, no haría referencia a que todas las comunidades son
sujeto social, sino aquellas que tienen un acumulado mayor de experiencias de
organización y de movilizaciones cercanas a las políticas, que tienen más consciencia de
representar ciertas necesidades y motivaciones que deben de reconocidas, y tomadas en
cuenta por las políticas públicas y las autoridades. Aquella con mayor nivel de conciencia
sobre su calidad como sujeto social.
Por otro lado este sujeto social comunitario, puede constituirse como un actor secundario,
pero, de relevancia, en tanto puede formar parte de un conglomerado mayor, un
movimiento comunal, un movimiento de obreros u otro sujeto netamente político que
busca resolver reivindicaciones a nivel nacional.
Como parte de estos cambios Carvajal C. y Valdés, N., (2002), plantean que
igualmente surgen nuevos fenómenos como le efemerización del trabajo, la inmaterialidad
de los bienes y el desaparecimiento del cuerpo humano. Del mismo modo estos autores
señalan el surgimiento de múltiples identidades y la pertenencia parale a variadas
comunidades y grupos sociales.
En este sentido, y muy coincidente con Carvajal, C. y Valdés, N., Jorge Larraín
(1996) indica que en la posmodernidad la realidad ha dejado de ser algo simple, se ha
producido un estallido de una multiplicidad de racionalidades locales, étnicas, sexuales,
religiosas, culturales, estéticas, y que en este proceso se diluye la tradicional relación
centro-periferia.
Otro de los factores que estimulan la emergencia de esta propuesta dice relación con
el planteamiento de Donati, P., (2004) sobre la crisis de la modernidad que incluye la
crisis de la sociedad industrial y del estado nación, donde el estado de Bienestar ha
entrado en una fase histórica de crisis, que exige replanteamientos y reformas en
profundidad. Este autor propone que hoy es posible una verdadera innovación de las
políticas sociales si se adopta una nueva visión del Estado social que denomina Estado
Relacional.
Volviendo al tema de las políticas, Herrera y Gastón (2003) plantean que en general
las políticas sociales han buscado históricamente resolver necesidades sociales de carácter
básico sin embargo con la postmodernidad, las mismas han cambiado significativamente de
modo que junto con la emergencia de nuevos sujetos sociales, han surgido necesidades
centradas en los derechos humanos. En este sentido las políticas sociales relacionales
vienen a atender estas nuevas necesidades, ya no básicas sino demandas fruto de las
sociedades complejas.
Herrera y Gastón (2003) señala una evolución de las políticas desde políticas de
corte asistencial, políticas de control social y centradas en la fuerza de trabajo hacia
políticas basadas en la realización de los derechos sociales de la ciudadanía, es decir las
políticas sociales relacionales.
Concibe al destinatario como un ente activo y participe del proceso de acción social.
La política social busca ser la expresión y la realización de todas las fuerzas de la
sociedad, de los derechos legitimados por el Estado, dada su concepción más amplia y
comprensiva que las anteriores, es una expresión más madura de la Política Social.
En este sentido el objeto de las políticas sociales relacionales no son las entendidas
para los pobres y menesterosos (centrado en las carencias). No “repara en si las
condiciones de las personas, objeto de política, son <normales> o de riesgo o tienen
desviaciones o elementos patológicos sino como un forma de acción reflexiva de la
sociedad sobre si misma” (Donati, P., 2004, pág 44)
No se busca estandarizar las situaciones ni los comportamientos sociales, sino que
la normalidad debe redefinirse, se valora el reconocimiento de la especificidad. La
normalidad resulta de una adecuación al caso concreto.
Busca generar una nueva cultura del <hacer sociedad>, la idea es que las personas
puedan actuar “en esferas concretas y personalizadas…en donde sea posible tener una
<comunidad societaria>, es decir orientaciones de valores comunes con referencia a algo
universal…” (Donati, P., 2004, pág 24) busca “perseguir el bien común en relación a
sujetos libres y responsables ….la idea es reforzar a los sujetos sociales del mundo vital
para que sean autónomos y responsables....La idea es estimular a las personas y a los
grupos sociales a emprender iniciativas para salir de su estado de necesidad” (Donati, P.,
2004, pág 22).
Más que en las necesidades básicas, se centra en las nuevas condiciones de vida y
en los estilos de vida. Su objeto de trabajo es la ciudadanía, pero una ciudadanía, carácter
inclusivo universalista, teniendo en cuenta condiciones de vida (edad, genero, familia, etc)
no sólo asociado al mercado de trabajo. En este sentido trabaja, tal como se decía más
arriba con sujetos, entendidos como sujetos sociales, es decir con pertenencias socio-
culturales y vistos como esferas de cohesión social capaces de producir bienes
relacionales.
El tema es sin duda complejo, esto es vincular las políticas sociales relacionales y el
concepto de sujeto social comunitario. Complejo por cuanto al referirse a sujeto social la
lógica fundamental que está presente es un sujeto social que lucha contra el Estado, cuyo
principal interés es cambiarlo y con ello cambiar las estructuras social que hace que los
sujetos populares se encuentren en desmedro, desfavorecidos, marginados y no incluidos
en relación a lo ocurre con otros sectores sociales, en cuanto a su posición en la estructura
social
Una de ellas es el concepto de Estado que tenemos por delante. En este sentido lo
que habitualmente se ha entendido es un estado controlado por las elite, las aristocracias,
las oligarquías, las burguesías. Pero ello cambia cuando hacemos la distinción entre
Estado y Gobierno. Es decir, quien se encuentra en el poder en un momento determinado,
es el gobierno. No el estado, este último desde un concepto amplio se encuentra
conformado por instituciones que no todas están en manos de la clase hegemónica,
pudiendo ser instituciones como universidades, organizaciones productivas, medios de
prensa, municipalidad y organismos públicos controlados por sectores de oposición,
iglesias progresistas, etc.
Por otro lado si bien las políticas sociales pueden ser dirigidas por el gobierno , desde la
perspectiva relacional estas políticas están más bien localizadas a nivel del Estado, es decir
en manos de distintos y diversos sectores sociales. Estamos pensemos siempre en un
Estado de concepto amplio. Y si además señalamos que el estado hoy en día es la arena de
la lucha social.
La lucha social de hoy día se libra en el estado, pero el estado es el terreno de la cultura,
en el terreno de las interpretaciones, en las comunicaciones, en la definición de la realidad.
Al decir de Diez, M.L. “Cultura es entonces, la arena social de lucha por el control de la
producción de verdades y la hegemonía política y cultural” (Diez, M.L., 2004, pag 195)
Dados estos alcances, es posible hacer una vinculación entre política social
relacional y sujeto social y sujeto social comunitario. Entendiendo ambos como
imbricados. El sujeto social cualquiera que este sea, está constituido por comunidades,
con sus características de cohesión social dan consistencia al sujeto social. Las
comunidades tienen historia, raíces culturales. Así mismo las comunidades modernas,
igualmente se han conformado bajo la lucha vital por su existencia, (comunidades de
barrio, campesinas, pescadores, de profesionales). Todas ellas configuran, enriquecen,
matizan componen, dan figura y forma al sujeto social. El sujeto social comunitario es
aquel conformado por comunidades más conscientes, más activas, con mayores elementos
políticos. No toda comunidad es un sujeto social.
Esto hace que desde la acción social, vale fortalecer y desarrolla al sujeto social
comunitario. De manera que en su calidad de sujeto social, entregue su versión de las
necesidades sociales y en este campo de la batalla por la hegemonía cultural, desarrolle
una subjetividad y subjetividades que impliquen una nueva definición de la realidad y de
otra forma de hacer las cosas.
V.- Conclusiones:
El Sujeto Social Comunitario es una propuesta, que requiere sin duda, mayor
discusión. Esa sería una primera conclusión. Sin embargo los diferentes autores trabajados
incorporan la comunidad al funcionamiento del sujeto social.
Por otro lado se concluye que las comunidades son parte de los diferentes sujetos
sociales, obreros, mujeres, indígenas, otros. Es decir son elementos constitucionales dado
que la comunidad es un fenómeno social ineludible, y si bien no tiene la envergadura de un
sujeto histórico, si es un componente que pone sustancia al desarrollo del sujeto social.
Por otro lado hemos trabajado en este texto el tema de las políticas sociales
relacionales. Esto no es casual, corresponde un tipo de quehacer social hoy presente en el
contexto del estado, pero lo relevante aquí, en este tipo de políticas sociales es que
consideran explícitamente a las comunidades como actores social. Por ello su nombre,
busca definir las políticas desde la relación, desde la negociación que se establece desde la
interacción de diferentes actores sociales.
Este tipo de políticas se ajusta a las sociedades de hoy definidas como sociedades
complejas en parte debido al fenómeno de la globalización y las comunicaciones. Por otro
lado estas políticas están más asociadas al estado, concepto amplio, que al gobierno. De
modo que el estado constituido por diferentes actores, incluso opuestos entre sí son el
espacio donde se construye la política social.
De aquí se desprende la relevancia de los sujetos sociales, son estos los llamados
participar de esta arena social, son los llamado a entrar al juego del poder, del poder a
través de la hegemonía cultural.
VI.- BIBLIOGRAFÍA
Carvajal, C y Valdés, N (2002) “La Cibercultura frente a la Posmodernidad” en Revista Persona y Sociedad
Vol XVI N°3 Universidad Alberto Hurtado e ILADES
Díaz-Polanco, H., Cap. V: "Las nuevas luchas étnicas y los cambios teórico-políticos", en: Autonomía
regional. La autodeterminación de los pueblos indios, México: Siglo XXI, editores, 1999, pp. 111-149.
Grez Toso, Sergio, "Transición en las formas de lucha: motines peonales y huelgas obreras en Chile (1891-
1907)", en Historia, vol. 33, Santiago, 2000, pp. 1-68.
Hall, S. (1884) “Notas sobre la deconstrucción de <lo popular>” en Samuel, R. (ed.) Historia popular y
teoría socialista. Barcelona: Crítica
Herrera y Gastón (2003) “La Política Social desde la Primera Industrialización a las sociedades complejas”
en Libro “Las Políticas Sociales en las Sociedades Complejas”
Larraín, J., (1996) “El postmodernismo y el problema de la Identidad”, Revista Persona y Sociedad, Vol X,
Nº1 ILADES
Panzetta (1991), en Sánchez Vidal, A. Psicología Comunitaria 1991, Barcelona, 1991, Ed PPU
Zapata, C. (2007) “Memoria e Historia. El Proyecto de una Identidad Colectiva entre los Aymaras de Chile”
Vol 39, nº2 Pags 171-183, Chungara, Revista de Antropología Chilena
Zapata, Claudia, "Identidad, nación y territorio en la escritura de los intelectuales mapuches", en Revista
mexicana de sociología, nº 3, año 2006, pp. 467-509.
Zapata, Claudia, “Discursos indianistas en México. Hacia una nueva representación del Estado Nación, 1974-
2000”, en: Grínor Rojo et al., Estado, nación y cultura en América Latina, Santiago: Ed. Facultad de Filosofía
y Humanidades, Universidad de Chile, 2003, pp. 297-327.
Zax y Specter (1991), en Sánchez Vidal, A. Psicología Comunitaria 1991, Barcelona, 1991, Ed PPU