Conceptos Fundamentales
Conceptos Fundamentales
Conceptos Fundamentales
Después del XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética PCUS (febrero
1956), en plena desestalinización, se publicó en ruso la Historia de la Filosofía (История
философии, seis volúmenes, 1957-1961) dirigida por Miguel Alejandro Dynnik (Михаил
Александрович Дынник, 1896-1971), editada en español por Grijalbo (Historia de la
Filosofía, desde la antigüedad hasta nuestros días, México 1960-1962, 7 volúmenes), en
versión firmada por Adolfo Sánchez Vázquez y José Laín Entralgo.
El Instituto de Filosofía de la Academia de Ciencias de la URSS dispuso en 1960 un
compendio de esa Historiacolectiva (Краткий очерк истории философии, Breve resumen
de la historia de la filosofía, Соцэкгиз, Москва 1960, Sotsekgiz, Moscú 1960, 815 páginas,
100.000 ejemplares), bajo la dirección de Miguel Trifonovich Iovchuk (Михаил Трифонович
Иовчук, 1908-1990), Teodoro Ilich Oizerman (Теодор Ильич Ойзерман, 1914) e Ivan
Yakovlevich Schipanov (Иван Яковлевич Щипанов, 1904-1983), donde «se demuestra
que el surgimiento y desarrollo del materialismo dialéctico e histórico, desarrollado de
manera creativa por el Partido Comunista de la Unión Soviética y otros partidos marxistas-
leninistas, representa la superioridad de la filosofía marxista sobre todas las filosofías
anteriores, y se ofrece la crítica a las tendencias actuales de la filosofía burguesa
reaccionaria.
Concepto de filosofía
El origen histórico de la filosofía señala, que ésta surge en el siglo VI a.C. en Grecia, como
resultado de los diferentes cuestionamientos que el hombre comenzó a hacerse sobre las
cosas que le rodeaba; es por esto que la filosofía nace como un forma racional de explicar
los fenómenos que suceden en la naturaleza, a través de la promoción de las propias
capacidades humanas y marcando distancia de las explicaciones míticas, que para esa
época, predominaban en esa cultura.
Algunas de las ramas centrales de la filosofía en la actualidad son:
Metafísica: se encarga del estudio de la naturaleza, de cómo se encuentra estructurada,
qué la compone y los principios esenciales de la realidad. Su objetivo es alcanzar una mayor
comprensión empírica del mundo, tratando de conocer la verdad más amplia del por qué
de las cosas. La metafísica se apoya en tres interrogantes: ¿Qué es ser? ¿Qué es lo que
hay? ¿Por qué hay algo, y no más bien nada?
Gnoseología: la gnoseología se encarga de analizar el origen de la naturaleza, así como el
alcance del conocimiento humano. No sólo investiga los conocimientos particulares como
el de la física o la matemática, sino que se encarga del conocimiento en general.
¿Qué es filosofía?
La filosofía (del griego antiguo φιλοσοφία < φιλεῖν fileîn, «amar» y
σοφία sofía «sabiduría», amor a la sabiduría; trans. en latín como philosophĭa) es el
1 2
La Religión (fe) tiene unas verdades que hay que creer, unas normas de
conducta que se deben cumplir y unas manifestaciones exteriores, llamadas culto, con las
que se honra a la divinidad, pero su fuente predominante es la Fe, la cual le permite al
individuo aceptar Dogmas, aún sin ser comprendida por la razón. La Teología, ciencia que
estudia a Dios, se mueve entre lo sagrado, lo profano y el misterio de la divinidad. La razón
no puede comprender estos postulados, por lo que la filosofía tiende a ser vista como sierva
de la teología. El fin último de la religión transciende hasta alcanzar la perfección para un
mundo sobrenatural más allá de la vida y la muerte.
1. ÉPOCA CONTEMPORÁNEA
1.1. En este periodo los avances de la ciencia desplazan los pensamientos filosóficos.
1.1.1. Immanuel Kant: contrapone los conceptos de naturaleza y persona. La persona
posee conciencia moral y es el único ser que la posee. Kant define a la persona como “la
libertad e independencia frente al mecanicismo de la naturaleza entera”. La persona es el
único ser del universo sometido a leyes propias, es decir, sometido a leyes puras, prácticas
establecidas por su propia razón. “La persona es la libertad de un ser racional sometido a
leyes morales”. Estas leyes morales de las que habla Kant se las da el ser racional a sí
mismo, lo cual no quiere decir que sean arbitrarias.
2. EDAD MODERNA
2.1. Algunos filósofos reinterpretan la antropología platónica y reafirman la tesis dualista
que sostiene la diferencia radical entre el alma y el cuerpo.
2.1.1. Descartes: es el iniciador de una teoría del racionalismo, plantea que a nosotros se
nos permite saber cuando un conocimiento es verdadero o no lo es. “Una idea es verdadera
cuando es evidente a la razón”. Él cree que lo que distingue al hombre de los animales no
es el cuerpo sino el alma. Él argumenta que el alma es una verdad existente a la razón y
por lo tanto no se puede dudar de su existencia, identifica el alma con nuestro pensamiento.
Todos los hombres tienen conciencia de sí mismos y a esa conciencia se le llama alma.
3. Antropología Cultural: estudia los aspectos del hombre que lo determinan por su lenguaje
y tradiciones. Antropología Física: se ocupa del hombre en cuanto a especie biológica.
4. Las interrogantes que se plantean apuntan a determinar qué es el hombre, qué diferencia
al hombre de las demás entidades que existen en la realidad, cuáles son los componentes
fundamentales de su ser; no en el sentido material o funcional físico con que pueden
estudiarlo sea la anatomía o la fisiología, sino con referencia a lo que constituye lo más
diferencial y personal de su ser, los determinantes de su condición espiritual y racional.
Elementos de la lógica
La Filosofía se ha interesado prácticamente desde sus orígenes por los aspectos formales
del razonamiento. Aristóteles fue el primero en desarrollar una teoría de la argumentación
deductiva, por lo que se le considera con justicia el creador de la lógica como disciplina. La
lógica permaneció esencialmente en el mismo estado en que la dejó Aristóteles hasta
mediados del siglo xix, cuando inició un nuevo desarrollo, basado en gran medida en su
capacidad para analizar con ayuda de métodos matemáticos formas de razonamiento de
las que la lógica aristotélica no podía dar cuenta, en particular, aquellas en que intervienen
expresiones cuantificacionales múltiples y expresiones relacionales. Para el tratamiento
sistemático de estas formas de razonamiento, se desarrollaron a finales del siglo xix y
principios del xx la teoría de las relaciones y la de la cuantificación. Estas dos teorías, junto
con el cálculo proposicional, cuyo estudio iniciaron los lógicos megáricos y estoicos,
constituyen el cuerpo básico de conocimientos de la lógica, una disciplina que a lo largo del
siglo xx se ha desarrollado considerablemente y que está todavía en expansión. Elementos
de lógica formal es un manual de introducción a la lógica, escrito especialmente para
estudiantes de filosofía, pero también para aquellas personas con formación humanística
interesadas en materias que requieran conocimientos lógicos. En él se exponen los
conceptos y resultados básicos de la lógica contemporánea sin presuponer ningún
conocimiento técnico especial por parte del lector. Los elementos de teoría de conjuntos
necesarios para presentar con rigor la lógica proposicional y, sobre todo, la cuantificacional
se introducen de forma pausada en los primeros capítulos del libro. El concepto de infinitud,
que tradicionalmente ha sido objeto de reflexión filosófica, es un concepto propio de la teoría
de conjuntos que el lector también encontrará caracterizado con rigor en estos capítulos.
La lógica
Definición
Parte de la filosofía que estudia las formas y principios generales que rigen el conocimiento
y el pensamiento humano, considerado puramente en sí mismo, sin referencia a los objetos.
"los problemas principales de la lógica son las doctrinas del concepto, del juicio, del
silogismo y del método"
Campo de la lógica
La lógica es una ciencia formal que estudia los principios de la demostración e inferencia
válida.
Acepciones
Ciencia argumentativa y propedéutica
El término «lógica», se encuentra en los antiguos peripatéticos y estoicos como una teoría
de la argumentación o argumento cerrado. De este modo la forma argumentativa responde
al principio de conocimiento que supone que representa adecuadamente la realidad. Por
ello, sin perder su condición de formalidad, no son formalistas y no acaban de desprenderse
de las estructuras propias del lenguaje.
Con el nombre de Dialéctica, en la Edad Media, la Lógica mantiene la condición de ciencia
propedéutica. Así se estudia en la estructura de las enseñanzas del Trivium como una de
las artes liberales.
En la Edad Moderna la lógica tradicional aristotélica adquiere un nuevo enfoque en las
interpretaciones racionalistas de Port Royal, en el siglo XVII, pero tampoco supusieron un
cambio radical en el concepto de la Lógica como ciencia.
Ciencia del pensar
Gottfried Leibniz (1646-1716).
Los filósofos racionalistas, sin embargo, al situar el origen de la reflexión filosófica en la
conciencia, aportaron, a través del desarrollo del análisis como método científico del pensar,
los temas que van a marcar el desarrollo de la lógica formal. Son de especial importancia
la idea de Descartes de una Mathesis universalis6 y de Leibniz que, con su Characteristica
Universalis supone la posibilidad de un lenguaje universal, especificado con precisión
matemática sobre la base de que la sintaxis de las palabras debería estar en
correspondencia con las entidades designadas como individuos o elementos metafísicos,
lo que haría posible un cálculo o computación mediante algoritmo en el descubrimiento de
la verdad.
Aparecen los primeros intentos y realizaciones de máquinas de cálculo, (Pascal, Leibniz) y,
aunque su desarrollo no fue eficaz, sin embargo la idea de una Mathesis Universal o
Característica Universal, es el antecedente inmediato del desarrollo de la lógica simbólica
a partir del siglo XX.
A demás se considera que las lógicas modernizantes nunca lograron la precisión de estos
estudios. Sander Pierce, Gottlob Frege, Saussure y Witgeinstein siguieron criterios
neoescolásticos para formular sus teorías lógicas, más acabadas.
El concepto
El concepto es una representación mental de algo sin afirmar o negar nada. El concepto
es la primera forma lógica y surge de un proceso de pensamiento llamado simple
aprehensión o abstracción, es un acto de la mente por el cual aprehende, abstrae de la
realidad, los rasgos esenciales de una determinada clase de objetos. Los conceptos,
entonces, son universales, porque hacen referencia a toda una clase de objetos, son
intelectuales porque se captan con el intelecto y, al presentar las carácterísticas
primordiales no afirman ni niegan nada acerca de los objetos que las poseen. Los conceptos
tienen dos propiedades fundamentales: la extensión o denotación y la comprehensión o
connotación. La extensión se refiere a la cantidad de objetos que poseen el conjunto de
carácterísticas contenidas en el concepto. La comprehensión se refiere a las notas
carácterísticas que recoge el concepto, en tanto carácterísticas esenciales y definitorias de
una clase determinada de objetos. Existe la ley que dice que: A mayor extensión, menor
comprehensión y viceversa.
Por otro lado, los conceptos pueden clasificarse con base en sus propiedades
fundamentales. Por su extensión se clasifican en singulares, universales, particulares y
colectivos. Por su comprehensión en simples, compuestos, complejos, abstractos y
concretos. Por su perfección, se clasifican en claros, confusos y distintos. Los predicables
son los diferentes modos de nombrar un concepto. Hay cinco, tres esenciales y dos no-
esenciales. Los esenciales son: La especie, el género y la diferencia.
Las categorías
social, o lugar que ocupa una determinada persona o cargo institucional, generalmente
relacionada con el ejercicio del poder en todos sus campos;
taxonómico: nivel de importancia de cualquier cosa respecto a las demás.
En filosofía, una categoría es una de las nociones más abstractas y generales por las
cuales las entidades son reconocidas, diferenciadas y clasificadas. Mediante las
categorías, se pretende una clasificación jerárquica de las entidades del mundo. Entidades
muy parecidas y con características comunes formarán una categoría, y a su vez varias
categorías con características afines formarán una categoría superior.
Palabra o termino
En el ámbito de la gramática o de la lengua, un término es lo mismo que referir una palabra,
o un segmento del discurso. Te pido por favor que no uses esos términos cuando hables
conmigo, me molestan; la profesora de lengua nos tomó un dictado de 30 términos.
Por otra parte, la palabra término implica el final de algo, es decir, se trata del último punto
hasta el cual algo llega o el último momento de una existencia. Juan le puso un término a
su sufrimiento. Al término de la carretera encontrarán la ruta que los lleva directo a mi casa.
Al término de la película se puede ver algo del backstage.
También, la palabra término permite referir el límite o el extremo que ostenta algo inmaterial.
Pórtate bien, llevaste a término mi paciencia.
Por otra parte, en el ámbito de las matemáticas, el término puede ser: cada una de las
partes vinculadas entre sí a partir del signo de la suma o de la resta en una expresión
analítica; el numerador o denominador de una fracción y el término medio que es la cantidad
que resulta de sumar otras varias y dividir la suma por el número de ellas.
El juicio
La relación de dos conceptos da lugar a la formulación de un juicio. Si se da entre ambos
una relación de conveniencia decimos que el juicio es afirmativo, y en caso contrario,
negativo. El sujeto del juicio es el concepto del que se afirma o niega algo; el predicado es
el concepto que se afirma o niega del sujeto. Aristóteles distingue en los juicios la materia
y la forma. La materia o contenido del juicio son los conceptos que se relacionan; la forma
es la relación que se establece entre ellos a través del verbo ser. Aristóteles representa el
sujeto del juicio con un signo (S) y el predicado con otro (P) para intentar separar la materia
de la forma: así, la forma del juicio "Juan es alto" se representaría como "S es P", y la forma
del juicio "Juan no es alto" como "S no es P".
Los juicios se clasifican en varios grupos, atendiendo a la cantidad (según la extensión del
sujeto: universales, particulares, singulares), la cualidad (según la cualidad de la cópula:
afirmativos y negativos), la relación (según la relación entre el sujeto y el predicado:
categóricos, hipotéticos y disyuntivos) y la modalidad (según el modo en que expresan la
relación entre el sujeto y el predicado: apodícticos, asertóricos y problemáticos).
Clasificación de los juicios
a) Por su cantidad: el número de individuos que el juicio abarca.
Universales: Se afirma o niego de todo el conjunto de individuos comprendidos en el
universo del juicio.
Todo hombre es mortal. Ninguna gallina vuela.
Particulares: Se afirma o se niega sólo de una parte del conjunto, o de algunos miembros:
Algún alumno es responsable. Algunos maestros no son simpáticos.
b) Por su cualidad:
Afirmativos: afirman la relación de dos conceptos, algo x es y, todo x es y.
Negativos: niegan la relación de dos conceptos: ningún x es y
algún x no es y
Juicios Problemáticos: Expresan sólo una categoría de posibilidad, indican que algo puede
suceder, ocurrir o conocerse.
Es posible que llueva en la tarde.
El cáncer puede ser originado por un virus.
Es probable que designen un nuevo secretario de hacienda.
Tal vez consiga libertad condicional.
Juicios Asertóricos: Enuncian un saber real, pero subjetivo, es decir lo que cada ser humano
puede opinar y/o sentir sobre algo y que, por tanto, es sujeto de discusión y de un juicio
contrario con igual validez.
Cien años de soledad es el mejor libro que he leído.
Las pinturas de Picasso no me gustan.
La pena de muerte es un castigo justo.
La tortura es mala.
Los juicios, como las ideas, se pueden dividir desde muchos puntos de vista. La
lógica tradicional acepta los siguientes criterios de clasificación del juicio: por su cualidad,
por razón de la materia, por su extensión o cantidad, por su comprehensión, por el modo
en que conocemos el nexo y por su relación.[1] No hay que entrar en pánico, estas
divisiones no son tan difíciles como sus nombres hacen suponer.
Por su cualidad
El siguiente cuadro, llamado de oposición, resume las leyes de oposición entre este tipo de
proposiciones. En él se llevan a cabo las llamadas transformaciones.
El cuadro de oposición está conformado por las primeras cuatro vocales A, E, I, O. Cada
una de ellas representa un tipo de proposición:
Razonamiento deductivo
En lógica, un razonamiento deductivo es un argumento donde
la conclusión se infiere necesariamente de las premisas.1 En su definición formal, una
deducción es una secuencia finita de fórmulas, de las cuales la última es designada como
la conclusión (la conclusión de la deducción), y todas las fórmulas en la secuencia son, o
bien axiomas, o bien premisas, o bien inferencias directas a partir de fórmulas previas en la
secuencia por medio de reglas de inferencia.
silogismo categórico
Razonamiento inductivo
El propósito del razonamiento inductivo o lógica inductiva es el estudio de las pruebas
que permiten medir la probabilidad de los argumentos, así como de las reglas para construir
argumentos inductivos fuertes. A diferencia del razonamiento deductivo, en el razonamiento
inductivo no existe acuerdo sobre cuándo considerar un argumento como válido. De este
modo, se hace uso de la noción de "fuerza inductiva", que hace referencia al grado de
probabilidad de que una conclusión sea verdadera cuando sus premisas son verdaderas.
Así, un argumento inductivo es fuerte cuando es altamente improbable que su conclusión
sea falsa si las premisas son verdaderas1
Tradicionalmente se consideraba (y en muchos casos todavía se considera) que
el razonamiento inductivo es una modalidad del razonamiento que consiste en
obtener conclusiones generales a partir de premisas que contienen datos particulares o
individuales. Por ejemplo, a partir de la observación repetida de objetos o eventos de la
misma índole se establece una conclusión general para todos los objetos o eventos de
dicha naturaleza.234
Sin embargo, esa definición, en el presente y en lógica, ya no está en uso: “Como ya
mencionamos, a veces se expresa la diferencia entre deducción e inducción diciendo que
la segunda, contrariamente a la primera, “va de lo particular a lo general”. Si con ello se
quiere decir que en un argumento inductivo válido las premisas son siempre todas
afirmaciones particulares y la conclusión es una afirmación general (esto es,
cuantificacional).56 Lo anterior, es dado porque es posible tanto
enunciar proposiciones inductivas en forma "deductiva"7 como de manera que no
corresponden formalmente a lo que clásicamente se consideraba razonamiento inductivo.
Consecuentemente, en el presente, “mucho de la inferencia sintética o contingente ahora
se toma como inductiva, algunas autoridades van tan lejos como a considerar toda
inferencia contingente como inductiva. (ver Juicios analíticos y sintéticos10 y Peirce en la
inducción como probabilidad más abajo).
Esto supone que, tras una primera etapa de observación, análisis y clasificación de los
hechos, se logra postular una hipótesis que brinda una solución al problema planteado. Una
forma de llevar a cabo el método inductivo es proponer, mediante diversas observaciones
de los sucesos u objetos en estado natural, una conclusión que resulte general para todos
los eventos de la misma clase.
En concreto, podemos establecer que este citado método se caracteriza por varias cosas y
entre ellas está el hecho de que al razonar lo que hace quien lo utiliza es ir de lo particular
a lo general o bien de una parte concreta al todo del que forma parte.
FUNDAMENTO LOGICO DE LA INDUCCION.
Es, en líneas generales, aquello en que se apoya o de que depende cualquier cosa, de
manera necesaria. A veces, se usa este término como sinónimo de «principio» (v.); en otras
ocasiones, equivale a «razón de ser» o causa (v.) de una realidad determinada.
«Fundamento» se presenta principalmente en una triple perspectiva: lógica, moral y
metafísica.
1. El fundamento de la inducción. Es éste el título de una obra de J. Lachelier, que trata
de centrar el problema del paso desde los hechos a las leyes que rigen tales hechos. La
inducción, para Aristóteles es, por oposición al silogismo (v.), «el camino que conduce de
las cosas singulares a lo universal» (Tópicos, 1,12, 105 a 13). La palabra «inducción» (v.)
se ha usado además con significaciones ligeramente diferentes, pero siempre vinculadas a
su sentido primitivo. Si desde la enumeración de un conjunto de casos concretos resulta
posible llegar a una fórmula general o universal, es lógico que surja la pregunta por la
«razón» de ese «salto», por el f. de la inducción, problema distinto de aquel otro que se
plantea cuando se intentan fijar las condiciones concretas (metodológicas) para la
realización de las experiencias.
El f. de la inducción es el principio de la uniformidad de la naturaleza. Indudablemente,
este principio es un presupuesto general de toda labor científica. Esta convicción común
admite, sin embargo, explicaciones diversas, de acuerdo con las distintas perspectivas
metafísicas. Así, p. ej., para Stuart Mill, la uniformidad de la naturaleza es un principio de
origen empírico, al mismo tiempo ejemplo y fruto de la inducción. Lachelier considera que
la posición de Mill conduce al escepticismo. Para él, el principio de la uniformidad de la
naturaleza es una exigencia intrínseca y a priori del pensamiento mismo. Los
neopositivistas estiman que la cuestión del f. de la inducción es un pseudoproblema,
porque, cualquiera que sea la solución que se le dé, o es fruto de la inducción o no es
verificable, y en cualquiera de los dos casos mal puede fundamentar nada.
Para los aristotélicos, la uniformidad de la naturaleza o universo, o lo que es igual, el
principio de que «las mismas causas producen los mismos efectos», depende del carácter
universal de la esencia, sustancia o naturaleza de las cosas. «No son los individuos de una
colección tomados como tales, es la naturaleza universal comunicable a cada uno de ellos
la que representa el papel esencial en el raciocinio (sea como término medio en el silogismo,
sea como sujeto de la conclusión en la inducción)». (J. Maritain, o. c. en bibl. 346). «Si ha
de mantenerse un realismo moderado en la ciencia no hay más camino que aceptar la visión
directa de lo universal en lo sensible... Luego la generalización inductiva es un caso más
del conocimiento intelectual...» (A. Gómez Izquierdo, o. c. en bibl. 11,285).
El problema del conocimiento
Podemos decir que el conocimiento es la relación dinámica que se establece entre el sujeto
cognoscente y el objeto-cosa conocido.
Los filósofos han discutido desde los inicios de la filosofía la naturaleza exacta de esta
relación entre sujeto y objeto que hemos denominado conocimiento. Aunque existen
muchos problemas asociados al conocer los tres principales son: ¿en el acto del
conocimiento qué elemento tiene el papel preponderante, el sujeto o el objeto?; ¿es posible
un conocimiento cierto e indubitable en algún grado?; y ¿con qué facultad conocemos la
realidad prioritariamente, con el intelecto o con los sentidos? Hoy en día estos mismos
problemas preocupan a los epistemólogos o filósofos de la ciencia que investigan el
funcionamiento y la realidad del conocimiento científico.
Por cada uno de los tres problemas enunciados se han dado dos respuestas fundamentales
que han constituido, a su vez, a escuelas filosóficas confrontadas. Estas respuestas y las
propuestas de sus diversas escuelas es lo que veremos a continuación.
¿Objetividad o Subjetividad?
En la filosofía moderna se entiende por realismo aquella perspectiva filosófica que
considera que las cosas comunes son en mayor o menor grado “tal cual” se nos presentan
a los sentidos y, además, tienen la propiedad de existir fuera del acto de conocimiento. Para
el realismo el sujeto actúa como foco pasivo en el conocer pudiéndosele considerar incluso
como un mero espejo que refleja la realidad exterior a sí mismo con bastante fidelidad.
El idealismo, por el contrario, sostiene que la realidad de las cosas externas al sujeto
depende del sujeto mismo y que por lo tanto el polo positivo y activo del conocer es el sujeto
mismo y no el objeto. Un idealista tenderá a no considerar que los objetos existan fuera del
acto cognitivo sino que sólo adquieren realidad cuando son conocidos. Un idealista se
preguntaría ¿cómo es posible conocer un objeto que no está siendo conocido? La respuesta
sería que esto no es posible por lo que no podemos estar seguro que el objeto exista
independientemente del sujeto que lo conoce; este rasgo de “existir fuera del sujeto” no se
percibe en ningún objeto por lo tanto es una propiedad que atribuimos nosotros
gratuitamente a la realidad.
Podemos ver lo que querían decir tanto idealistas como realistas gracias al famoso dibujo
del Cubo de Necker que aparece a continuación:
Intentemos ver este cubo con el cuadradito que está en el centro en la esquina izquierda
posterior del cubo; después veámoslo en la esquina izquierda superior como si la cara que
antes estaba delante ahora estuviese abajo sosteniendo el cubo. ¿Qué es lo que ha
cambiado la posición del cuadradito? Nuestra percepción es lo único que ha cambiado
aunque pensemos que ha cambiado el objeto la transformación es sólo fruto de nuestra
mente. Este ejemplo mostraría para el idealista la importancia del sujeto en el acto cognitivo:
el individuo es el que impone categorías a una realidad amorfa y de significada. El realista
vería este hecho de modo distinto: lo único objetivo y real son rallas y cuadrados en el papel,
eso es “lo objetivo”, todo lo demás (el cubo de un lado o de otro, el cuadradito etc.) son
insignificantes juegos de nuestro intelecto. Estas elucubraciones sobre donde está el
cuadrado pueden tener mayor o menor importancia pero no se refieren a “lo real”.
Generalmente en los autores más relevantes se dan posiciones intermedias o muy
matizadas; una excepción a esta tendencia a la conciliación es el idealismo radical que tuvo
bastante éxito en el romanticismo alemán del XIX, conocido como solipsismo. Para el
filósofo solipsista lo únicamente real es la conciencia del propio sujeto entendiendo como
“el propio sujeto” a sí mismo. Comprobamos que la realidad del mundo externo es muy
controvertida y que en innumerables ocasiones lo que hemos creído más cierto se convirtió
en falso; no podemos creer en la objetividad del mundo que, por otra parte, sólo es percibido
cuando es percibido por el sujeto (¿quién nos garantiza que el mundo no es más que una
mera recreación de la imaginación personal?). Pero tampoco podemos creer en la realidad
de las otras conciencias, nada nos garantiza que las otras personas que vemos en el mundo
posean pensamientos, sentimientos o sensaciones ¿por qué no podrían ser meros
autómatas o meros constructos de mi fantasía? Ante esto el filósofo solipsista concluye que
sólo sabe que existe el flujo de la conciencia que él denomina Yo pero que más allá de ese
Yo solipsista no existe nada más que la incertidumbre.
Pero, como ya se señaló, los autores no suelen ser tan radicales, de hecho Immanuel Kant
(1724-1804) propuso a finales del XVIII una reconciliación entre ambas escuelas. Según
Kant está claro que no podemos saber que existe fuera del sujeto y cuáles son las
propiedades, si lo conociéramos sería un acto del sujeto y por lo tanto ya no sería un saber
desubjetivizado. Es imposible, concluía Kant conocer lo externo al sujeto sin el sujeto por
propia definición. Sin embargo, observamos que si existe cierta objetividad que nos permite
crear ciencia, literatura, filosofía, en definitiva: comunicación ¿a qué objetividad hacía esto
referencia? A la objetividad de nuestra subjetividad, diría Kant. Efectivamente, aunque no
conocemos el mundo externo objetivamente si lo conocemos subjetivamente a través de
nuestras estructuras de la sensación y de la razón; como hombres que somos es posible el
acuerdo y el diálogo en tanto que poseemos unas estructuras confirmativas de la realidad
idéntica unos de otros. La objetividad es la objetividad de nuestros esquemas cognitivos
pero no la objetividad de lo real. De este modo Kant pretendió reconciliar subjetividad y
objetividad.
¿Qué es la verdad?
El segundo problema del conocimiento que expusimos más arriba era el que se planteaba
si era posible establecer verdades ciertas sobre algo. Para el dogmatismo la respuesta es
que sí, el conocimiento cierto e indubitable es algo posible y alcanzable con mayor o menor
dificultad. La palabra “dogmático” tiene hoy en día un matiz peyorativo en el lenguaje vulgar
que no tiene en la filosofía. Un filósofo dogmático es aquel que cree que no absolutamente
todo depende de la opinión sino que existen verdades absolutas.
El dogmatismo ético es aquel, por ejemplo, que admite que ciertas afirmaciones éticas son
fundamentalmente ciertas como, por ejemplo: “la vida humana es valiosa”; “no debes dañar
a alguien por el placer de hacerlo”; etc. La creencia de que existen cosas justas y cosas
injustas más allá de las opiniones particulares es otro ejemplo de creencia dogmática. La
gran mayoría de los filósofos han sido dogmáticos es decir, han creído en la capacidad del
hombre para descubrir la verdad.
En el polo contrario del dogmatismo está el escepticismo. Para el escéptico el conocimiento
cierto e indubitable de la realidad no es posible, nada de lo que conozcamos o podamos
conocer es absolutamente fiable sin ningún género de dudas. Desde los orígenes de la
filosofía han existido corrientes escépticas en su seno que, por lo general, han sido
fuertemente criticadas desde las posturas dogmáticas. Una crítica usual al escepticismo es
que es auto contradictorio: si un escéptico afirma que nada se puede conocer con certeza
¿no está admitiendo que, al menos, se puede conocer que “no se puede conocer nada con
certeza”? Por lo tanto, argumentan los dogmáticos, sólo hay dos posibilidades: que el
escéptico sea en realidad un dogmático sobre la imposibilidad de conocer o que
sencillamente se contradiga. La respuesta escéptica suele ser que ellos cuando afirman
que nada se puede conocer están diciendo que no se puede conocer ni siquiera que nada
se pueda conocer, puede que sí o puede que no pero no lo podemos saber.
Un argumento escéptico a favor de la imposibilidad es el conocido como el argumento de
“la regresión infinita”. Según este argumento para conocer la verdad sobre un objeto
deberíamos establecerla con un observador externo que comparase nuestro pensamiento
y el objeto al que se refiere nuestro pensamiento; si ambos coinciden el pensamiento sobre
ese objeto es verdadero y si no coincide, es falso. El problema es que ¿cómo sabemos que
este segundo observador tiene en su mente un pensamiento concordante con la realidad
que pretende observar? Necesitaríamos a un tercer observador que comparase el
pensamiento del segundo observador y el acto del primer observador y su objeto para
corroborar que entre ese pensamiento y esos hechos existe una concordancia. Se
comprende que continuando así se necesitarían infinitos observadores. Como esto es
obviamente imposible podemos decir que no podremos conocer la verdad sobre algo por
muchas corroboraciones que hagamos. (Véase dibujo)
En el escepticismo radical, denominado nihilismo (del latín nihil = nada), se sostiene la
imposibilidad de conocer con certeza cualquier cosa. Como dijo Nagarjuna “Todo está
vacío”, el bien, el mal, lo bello o lo feo son sólo construcciones personales o sociales que
nada tienen que ver con el mundo real. Toda pretensión de conocer es fruto de la soberbia
humana; los sistemas de valores, de códigos o de verdades no tienen mayor solidez que la
de un castillo de arena a la orilla de un mar mientras sube la marea. La historia y la
experiencia muestran que las ideas que creíamos más ciertas eran en realidad quimeras y
las verdades ciertas y firmes de hoy no serán mañana más que ruinas y olvido. Como es
obvio, los dogmáticos atacan ferozmente esta concepción nihilista y sobretodo sus
consecuencias prácticas.
De todos modos, no es usual un escepticismo radical sino más bien una postura intermedia
entre el dogmatismo y el escepticismo o sino, un escepticismo relativo. Ejemplo de esto es
Carnéades (c. 214-129 a.C.), fundador de la Academia Nueva, que sostuvo que ningún
conocimiento es totalmente cierto pero que sí existen grados de probabilidad entre unos
conocimientos y otros.
También en esta problemática intentó Kant mediar analizando los límites de nuestro
conocimiento. Como ya vimos para Kant podemos conocer el mundo de los fenómenos de
la experiencia tal y como se nos presentan pero no tal y como realmente son; igualmente
sobre conceptos como Dios, el alma o el Universo no podemos tener ningún conocimiento
verdadero ya que no son objetos de nuestra experiencia sino sólo de nuestra razón. Con
esto no quiere decir Kant que Dios o el alma no existan sino simplemente que no podemos
conocer nada de ellos, ni siquiera su existencia o inexistencia. Kant creyó en la posibilidad
del conocimiento empírico (ciencias positivas) y en esto podría ser considerado dogmático
pero negó la posibilidad de un conocimiento que fuera más allá de esta experiencia y en
esto otro, puede ser considerado un escéptico.
¿Razón o experiencia?
El tercer y último problema sobre el conocimiento que vamos a tratar es el de si conocemos
la realidad prioritariamente por los sentidos o por el intelecto. Por ejemplo, al ver una rosa
y al identificarla como tal ¿qué es lo prioritario el concepto rosa en el que subsumimos la
percepción o esa realidad-objeto a la que denominamos rosa?
El racionalismo responde que lo prioritario son los conceptos de la razón frente a los datos
de los sentidos. El lenguaje es el instrumento básico de la supervivencia del hombre, este
instrumento trabaja con conceptos o ideas: “rosa”, “mujer” o “caballo” son conceptos que
engloban una pluralidad casi infinita de objetos dispares; gracias a estos conceptos
podemos percibir esa realidad agrupada en conjuntos homogéneos. Ya que la realidad es
un puro fluir de percepciones de objetos disímiles entre sí la razón es la herramienta
fundamental que nos permite captar esa realidad en continuo cambio y comprenderla. La
ciencia actual aprehende la realidad a través de un potente aparato matemático, es esta
construcción matemática la que sustenta la realidad cambiante ya que sin este fundamento
fijo la realidad sería un caos inasible por nuestro intelecto. El mundo de los sentidos es un
mundo aparente pero gracias a la razón y a sus conceptos unificadores podemos
comprender la verdadera esencia de lo real.
Los filósofos racionalistas, desde Platón hasta hoy, siempre han sentido una peculiar
atracción por las matemáticas como forma de conocimiento privilegiada. El hecho de que
las matemáticas sean un conocimiento asentado, analítico y de resolución calculística es lo
que las hace tan atractivas a los racionalistas. El deseo de un conocimiento estático se ve
de sobra colmado por las matemáticas. Pitágoras, Descartes o Russell no sólo han pasado
a la historia de la filosofía sino también a las de las matemáticas por sus aportaciones.
La idea de que el hombre posee ciertas estructuras y conocimientos innatos es una idea
también cara a los racionalistas. Los conceptos estáticos gracias a los cuales podemos
percibir la realidad no están en la realidad misma… entonces ¿dónde se encuentran? Para
los racionalistas suele estar claro: dentro de la mente del individuo antes de su propio
nacimiento ya que no han podido ser aprendidos de una experiencia en cambio continúo.
Este debate sobre si el hombre posee estructuras innatas en su cerebro es una controversia
aún muy actual entre diferentes escuelas de psicología.
Frente al racionalismo se sitúa el empirismo como la escuela filosófica que pretende que
todo el conocimiento que poseemos proviene de la experiencia. El hombre al nacer es una
“tabula rasa”, es decir, como una pizarra en blanco sobre la que la experiencia lo escribe
todo. Aunque no todos los empiristas negaban absolutamente la existencia de ideas innatas
sí se mostraban cautos en admitir su existencia, si es que lo hacían. Sólo la reiteración de
las experiencias hace que nos formemos los conceptos en nuestra mente por lo tanto, los
conceptos no son más que constructos de nuestra sensación. No existe “rosa” sino que sólo
existe “esta rosa”; el objeto concreto que percibimos es el que posee realidad mientras que
el nombre-concepto es sólo una construcción artificiosa de nuestro intelecto. Desde esta
posición Hume llegó a plantear que los conceptos de sustancia o de causa-efecto no eran
más que imposiciones de nuestra fértil imaginación a la realidad. ¿Percibimos por los
sentidos que este folio tenga la propiedad de existir fuera de nuestra percepción?
¿Percibimos que si una bola de billar choca contra otra la mueve o más bien una serie de
hechos concurrentes en el tiempo? Para Hume estaba clara la respuesta: observamos
hechos que son reales y les endosamos etiquetas o relaciones que pertenecen a nuestra
imaginación pero no a los objetos mismos.
El empirismo tuvo especial importancia en el ámbito anglosajón; no sólo en la época
moderna con autores como Hume o Locke sino que ya desde la edad media con el inglés
Roger Bacon, el mundo anglosajón mostró una acusada tendencia hacia la experimentación
y la supeditación de la teoría a la experiencia. Probablemente esta mentalidad propició que
el que se considera fundador de la ciencia moderna Isaac Newton naciera en Inglaterra.
Kant propuso en su filosofía una conciliación entre la experiencia y la razón o, si se prefiere,
entre el racionalismo y el empirismo. Para Kant es indudable que los datos de nuestro
conocimiento proceden de la experiencia; el conocimiento sin experiencia es como un
engranaje que rueda en el vacío inútilmente. Pero también reconoce Kant que la mera
experiencia no produce conocimiento sino que sólo sería acumulación de hechos sin
ligazón alguna. La razón es la encargada de “procesar” esos input de datos dándoles un
sentido y construyendo realmente el conocimiento.
CONOCIMIENTO
El conocimiento suele entenderse como:
Libro del Conocimiento de todos los Regnos et Tierras et Señoríos que son por el Mundo,
et de las señales et armas que han. Autor anónimo, siglo XIV.
Según estos postulados todos los seres vivos adquieren información de su entorno por
medio de sus facultades o funciones del alma:
Vegetativa en los vegetales para realizar las funciones mínimas vitales de manera
innata, nutrición y crecimiento, reproducción y muerte.
Sensitiva, en los animales que produce adaptación y auto movimiento local e incluye
las facultades anteriores. En el grado de perfección superior aparece
la memoria, aprendizaje y experiencia, pero en su grado no se puede llegar al
"verdadero conocimiento" de la realidad.1
Racional en el ser humano que, además de las funciones anteriores, produce el
conocimiento por conceptos que hace posible el lenguaje y la conciencia de la verdad.
Los seres meramente materiales, inertes, sin vida y sin alma, no tienen conocimiento ni
información alguna acerca del entorno, como seres completamente pasivos, solamente
sometidos a la causalidad mecánica material.2
La experiencia, que es común con los animales dotados de memoria, no ofrece aún una
garantía de verdad porque:
En la actualidad
CONCEPTO DE VERDAD
El término verdad se usa informalmente para significar la coincidencia entre una afirmación
y los hechos, o la realidad a la que dicha afirmación se refiere1 o la fidelidad a una idea.1
El término se usa en un sentido técnico en diversos campos como la ciencia,
la lógica y matemáticas o la filosofía.
El uso de la palabra verdad abarca asimismo la honestidad, la buena fe y la sinceridad
humana en general; también el acuerdo de los conocimientos con las cosas que
se afirman como realidades: los hechos o la cosa en particular;2 y, finalmente, la relación
de los hechos o las cosas en su totalidad en la constitución del Todo, el Universo.3
Las cosas son verdaderas cuando son «fiables», fieles porque cumplen lo que ofrecen.45
El término no tiene una única definición en la que estén de acuerdo la mayoría de los
estudiosos y las teorías sobre la verdad continúan siendo ampliamente debatidas. Hay
posiciones diferentes acerca de cuestiones como:
Esta pregunta resulta de la relación que se establece entre sujeto y objeto; es decir, ¿es
posible que el sujeto aprehenda las cualidades del objeto?
Dogmatismo
Plantea que sí es posible. Afirma que el sujeto puede captar las cualidades del objeto sin
alterarlo.
Representante: Renato Descartes.
Ejemplo: Una persona puede conocer un objeto tal como es.
Escepticismo
Plantea que no es posible el conocimiento. No niega actos del conocimiento, sino que
rechaza los juicios producto de este acto. Existen las siguientes variantes:
Relativismo
Plantea que es posible un tipo de conocimiento relativo a un determinado grupo social o
cultural, pero niega el conocimiento absoluto o universal.
Representantes: Spencer
Ejemplo: Las creencias y costumbres varían en cada grupo social.
DOGMATISMO
El dogmatismo es una corriente filosófica opuesta al escepticismo y al idealismo, que
haciendo derivar el pensamiento del ser, presupone la supremacía del objeto respecto al
sujeto, de la realidad de las ideas, de la naturaleza del espíritu. Dios mismo es concebido
eminentemente en la naturaleza, e identificado por tanto como un todo que contiene hasta
lo último (panteísmo). No se trata de un simple materialismo, puesto que Dios es naturaleza,
por tanto unidad indisoluble, también visto como una unidad complementaria: la naturaleza
soltando manifestación concreta y tangible del Dios, que sin embargo vive exclusivamente
en ella, siendo esencial para conforme a objeto convertido de si igual, que está al objeto. El
tema en hecho se forma solamente como tales la conexión con un objeto. Y el objeto en su
vuelta es siempre solo objeto de un tema. De él alcanza la correspondencia entre las
estructuras íntimas de la verdad, y eso del intelecto. El mayor exponente del dogmatismo
se considera Spinoza. Se encuentra otra vez también en el estoicismo
ESCEPTICISMO
El escepticismo es generalmente cualquier actitud de duda hacia el conocimiento, sea éste
hechos, opiniones o creencias declaradas como hechos o de duda respecto de
afirmaciones que son tomadas por supuestos en otra parte.
El escepticismo filosófico es un acercamiento general que exige que toda la información
sea bien apoyada por la evidencia. 3 El escepticismo filosófico clásico deriva de 'Skeptikoi',
una escuela que "no afirmó nada".4 Adherentes del pirronismo (y más recientemente,
sinónimo parcial con falibilismo), por ejemplo, suspenden el juicio en las investigaciones.5
Los escépticos pueden incluso dudar de la fiabilidad de sus propios sentidos.6
El escepticismo religioso, por el otro lado, es una "duda respecto de los principios religiosos
básicos (tales como la inmortalidad, la providencia, la revelación o la existencia de la
deidad)".7 El escepticismo científico consiste en examinar científicamente la veracidad de
las creencias al someterlas a una investigación sistemática a través del método
científico para descubrir las pruebas empíricas que las apoye.
SUBJETIVISMO
El subjetivismo es la postura filosófica que toma como factor primario para toda verdad y
moralidad a la individualidad psíquica y material del sujeto particular, siempre variable e
imposible de trascender hacia una verdad absoluta y universal.
El subjetivismo limita la validez de la verdad al sujeto que conoce y juzga principalmente
según su entendimiento y en consideración a su realidad específica (entorno e interacción
social) entendida no como un hecho "externo" sino como parte constitutiva del sujeto, es
decir, afirma que el conocimiento solo es posible de manera limitada.
No debe confundirse el subjetivismo con el relativismo. El relativismo, que se asemeja
mucho al escepticismo filosófico, tampoco admite ninguna verdad absoluta que tenga
validez universal, pero mientras el subjetivismo hace depender el conocimiento humano de
factores que residen en el sujeto cognoscente, el relativismo subraya la dependencia casi
exclusiva de factores externos. Como tales considera la influencia del medio, del espíritu,
del tiempo, de la pertenencia a un determinado círculo cultural o clase social, y los factores
determinantes contenidos en ellos.
Una variante del subjetivismo es el subjetivismo ético, el cual afirma que lo bueno o lo malo
en la moral depende de las actitudes morales individuales. Por lo tanto cuando alguien
siente que "P" es bueno de manera sincera entonces "P" es buena por lo tanto, de acuerdo
con los subjetivistas, no puede estar equivocado moralmente.
RELATIVISMO
El relativismo es el concepto que sostiene que los puntos de vista no tienen verdad ni
validez universal, sino que solo poseen una validez subjetiva y relativa a los diferentes
marcos de referencia. En general, las discusiones sobre el relativismo se centran en
cuestiones concretas; así, el relativismo gnoseológico considera que no hay verdad
objetiva, dependiendo siempre la validez de un juicio de las condiciones en que este se
enuncia; o el relativismo moral, que sostiene que no hay bien o mal absolutos, sino
dependientes de las circunstancias concretas. Similares postulados se defienden tanto en
el relativismo lingüístico como en el relativismo cultura
PRAGMATISMO
El pragmatismo valora la insistencia en las consecuencias como manera de caracterizar la
verdad o significado de las cosas. El pragmatismo se opone a la visión de que los conceptos
humanos y el intelecto representan el significado real de las cosas, y por lo tanto se
contrapone a las escuelas filosóficas del formalismo y el racionalismo. También el
pragmatismo sostiene que solo en el debate entre organismos dotados de inteligencia y con
el ambiente que los rodea es donde las teorías y datos adquieren su significado. Rechaza
la existencia de verdades absolutas, las ideas son provisionales y están sujetas al cambio,
a la luz de la investigación futura.
John Dewey
El pragmatismo, como corriente filosófica, se divide e interpreta de muchas formas, lo que
ha dado lugar a ideas opuestas entre sí que dicen pertenecer a la idea original de lo que es
el pragmatismo. Un ejemplo de esto es la noción de practicidad: determinados pragmáticos
se oponen a la practicidad y otros interpretan que la practicidad deriva del pragmatismo.
Esta división surge de las nociones elementales del término pragmatismo y su utilización.
Básicamente se puede decir que, ya que el pragmatismo se basa en establecer un
significado a las cosas a través de las consecuencias, se basa en juicios a posterioridad y
evita todo prejuicio. Lo que se considere práctico o no, depende del considerar la relación
entre utilidad y practicidad.
Una mala comprensión del pragmatismo da lugar a generar prejuicios cuando es todo lo
contrario. En política se suele hablar de pragmatismo cuando en verdad el pragmatismo
político se basa en prejuicios y apenas observa las consecuencias que no encajen con los
prejuicios de base, que es muchas veces lo opuesto al sentido original del pragmatismo
filosófico.
Para los pragmatistas, la verdad y la bondad deben ser medidas de acuerdo con el éxito
que tengan en la práctica. En otras palabras, el pragmatismo se basa en la utilidad, siendo
la utilidad la base de todo significado.
Además hay otro autor del pragmatismo que se llama George H. Mead que introduce dos
conceptos a esta corriente filosófica:
- "Self" (sí mismo): la capacidad que tiene uno mismo de verse desde fuera, de hacernos
una idea de cómo nosotros actuamos o qué efectos podemos repercutir por encima de otras
personas. El proceso de construcción del "Self" sería: primero nos imaginamos cómo somos
delante de los otros, después qué opinión creemos que tienen los demás de nosotros. Y
por último el desarrollo de un sentimiento de nuestra persona.
- "Otro Generalizado": imágenes e ideas de cómo son los otros; generalizaciones que
organizan el "self" de los otros que recogemos por etiquetarnos a nosotros y a otros.
Principales rasgos del pragmatismo:4
PERSPECTIVISMO
El hombre es susceptible del medio que lo rodea; por lo que experimenta de un modo
sensible o intuitivo; por ello el conocimiento se obtiene por: La experiencia o la razón.
LA RAZON: Capacidad reflexiva del ser humano; por la cual la experiencia es completada
e integrada, mientras la experiencia es sensorial, la Razón va más allá; es decir que es la
facultad de discurrir, reflexionar o meditar.
FORMAS DE RAZONAR
Fundamento; radica en que “no hay experiencia sin razón, ni razón sin experiencia”; para
obtener un cúmulo de conocimientos.
El escepticismo es una Doctrina filosófica que niega la existencia de una auténtica verdad
sobre el conocimiento.
Formas de Escepticismo
b) Escepticismo Relativo: Afirma que el conocimiento existe pero en forma relativa; limitada;
no hay verdad absoluta universal, sino muchas verdades, tantas como hombres existen. Es
falsa al negar las grandes verdades universales como el honor y la justicia.
EL DOGMATISMO
EMPIRISMO
RACIONALISMO
APRIORISMO KANTIANO
El apriorismo es la tendencia a razonar por hipótesis sin considerar los hechos reales, ni
tener conocimiento adecuado del asunto, bajo influencias tendenciosas y basadas en
preconceptos.
El apriorismo Kantiano:
Según Kant:
Intelectualismo:
Aristóteles sostenía que nuestro conocimiento comienza con los sentidos (experiencia), que
luego son procesados por nuestro intelecto que creará conceptos que nos llevarán
finalmente al conocimiento.
Otro representante de esta corriente fue Santo Tomás de Aquino, que continuó con las
enseñanzas de Aristóteles enfatizando la generación de conocimiento bajo la cooperación
del cuerpo (experiencias, sentidos) y el alma (pensamiento, razón).
Se llama intelectualismo moral o ético a aquel que afirma que la experiencia moral y ética
tienen como base el conocimiento del bien, es decir, que solo se puede actuar bien y con
justicia si se tiene conocimiento de qué es el bien y la justicia.
Sócrates, su representante más destacado, predicaba que la consulta sobre asuntos
morales y políticos debía ser hecha a personas expertas que tuviesen ese conocimiento.
Este tipo de afirmación crea interpretaciones que pueden ser consideradas
antidemocráticas, por lo cual es una corriente controversial.
TRASCENDENTE
El sentido más inmediato y general de "trascendencia" se refiere a una metáfora espacial.
Trascender (de trans, más allá, y scando, escalar) significa pasar de un ámbito a otro,
atravesando el límite que los separa. Desde un punto de vista filosófico, el concepto de
trascendencia incluye además la idea de superación o superioridad. En la tradición filosófica
occidental, la trascendencia supone un «más allá» del punto de referencia. Trascender
significa la acción de «sobresalir», de pasar de «dentro» a «fuera» de un determinado
ámbito, superando su limitación o clausura
Realismo
Defiende que el conocimiento es la copia de la realidad o del objeto. Esta doctrina manifiesta
que existe una realidad independiente del sujeto y nosotros conocemos el mundo exterior
tal como es, en consecuencia la esencia del conocimiento es la realidad. Representante:
Aristóteles, para Aristóteles el conocimiento se encuentra en la esencia de la naturaleza.
Idealismo
Defiende que el conocimiento es la proyección del sujeto. Doctrina según la cual el mundo
exterior se reduce a las ideas que el hombre tiene de él, en consecuencia la esencia del
conocimiento es la realidad. Representante: Platón, F. Hegel y otros. Para Platón las ideas
son paradigmas que no cambian.
Certeza
Lo primero que vamos a hacer es determinar que el término certeza procede del latín. Así
al proceder a estudiar a fondo a aquel nos encontramos que su origen etimológico se
encuentra en la suma de dos partes latinas claramente diferenciadas: el adjetivo certus, que
puede traducirse como “preciso o seguro”; y el sufijo –eza, que es equivalente a “cualidad
de cierto”.
La certeza es el conocimiento claro y seguro de algo. Quien tiene una certeza está
convencido de que sabe algo sin posibilidad de equivocarse, aunque la certeza no implica
veracidad o exactitud. Esto quiere decir que una persona puede afirmar que tiene una
certeza y, sin embargo, la información que maneja es falsa o errónea.
Por ejemplo: “No puedo darte la certeza, pero creo que el mes que viene podremos comprar
el coche nuevo”, “Carla me dio la certeza de que mañana traerá el dinero”, “Tengo la certeza
de que no me estoy equivocando”
El materialismo es la idea que postula que la materia es lo primario y que la conciencia
existe como consecuencia de un estado altamente organizado de ésta, lo que produce un
cambio cualitativo.
En cuanto a la relación del pensamiento humano y el mundo que nos rodea y la
cognoscibilidad de ese mundo, el materialismo afirma que el mundo es material y que existe
objetivamente, independientemente de la conciencia. Según esta concepción, la conciencia
y el pensamiento se desarrollan a partir de un nivel superior de organización de la materia,
en un proceso de reflejo de la realidad objetiva.
El materialismo también sostiene que la materia no ha sido creada de la nada, sino que
existe en la eternidad y que el mundo y sus regularidades son cognoscibles por el humano,
ya que es posible demostrar la exactitud de ese modo de concebir un proceso natural,
reproduciéndolo nosotros mismos, creándolo como resultado de sus mismas condiciones y
además poniéndolo al servicio de nuestros propios fines, dando al traste con la “cosa en sí,
inasequible”.
RESUMEN
ESCEPTICISMO
SUBJETIVISMO
El subjetivismo es la postura filosófica que toma como factor primario para toda verdad y
moralidad a la individualidad psíquica y material del sujeto particular, siempre variable e
imposible de trascender hacia una verdad absoluta y universal.
RELATIVISMO
El relativismo es el concepto que sostiene que los puntos de vista no tienen verdad ni
validez universal, sino que solo poseen una validez subjetiva y relativa a los diferentes
marcos de referencia.
PRAGMATISMO
El pragmatismo valora la insistencia en las consecuencias como manera de caracterizar la
verdad o significado de las cosas. El pragmatismo se opone a la visión de que los conceptos
humanos y el intelecto representan el significado real de las cosas, y por lo tanto se
contrapone a las escuelas filosóficas del formalismo y el racionalismo. También el
pragmatismo sostiene que solo en el debate entre organismos dotados de inteligencia y con
el ambiente que los rodea es donde las teorías y datos adquieren su significado. Rechaza
la existencia de verdades absolutas, las ideas son provisionales y están sujetas al cambio,
a la luz de la investigación futura.
PERSPECTIVISMO