5 Milagros de San Antonio de Padua
5 Milagros de San Antonio de Padua
5 Milagros de San Antonio de Padua
1. La mula de rodillas
Entonces san Antonio ordenó al animal: “En virtud y en nombre del Creador, que
yo, por indigno que sea, tengo de verdad entre mis manos, te digo, oh animal, y
te ordeno que te acerques rápidamente con humildad y le presentes la debida
veneración, para que los malvados herejes comprendan de este gesto claramente
que todas las criaturas están sujetas a su Creador, tenido entre las manos por la
dignidad sacerdotal en el altar”.
Mientras hablaba, los peces empezaron a unirse y a acercarse a él, sacando sus
cabezas fuera del agua para escuchar atentos las palabras del fraile que los
invitaba a alabar a Dios, creador del agua en la que encontraban su alimento y
vivían en serenidad.
4. El pecador arrepentido.
Entonces el Santo hizo llevar en tribunal el cadáver del muerto y entre el susto
de los presentes, lo volvió a llamar en vida y le preguntó: ¿Ha sido mi padre a
matarte?". El resucitado, sentándose sobre su cama, contestó: "No, no ha sido
tu padre" y recayó supino, volviendo cadáver. Entonces el juez, convencido de
la inocencia de aquel hombre, lo dejó ir.