Valor Es
Valor Es
Valor Es
personas. La amistad es una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de las personas
tienen en la vida.
La amistad se demuestra en la preocupación por el amigo, interesándose por su bienestar, por sus problemas y
logros. Por esto procura reunirse, comunicarse o convivir con él.
Un amigo es el que está en todo momento, el que te levanta cuando
estás decaído. Es en la turbación donde la amistad se pone a prueba
La amistad es un vínculo que nos proporciona la posibilidad de
compartir experiencias, conocimientos e incluso medios
económicos. Los lazos de amistad se potencia recíprocamente y no
puede existir por separado. La realidad de la amistad es
dual. Implica la existencia de al menos dos personas. La amistad
necesita a un interlocutor para compartir, crecer mutuamente y
descubrir (se) en él sus valores y también sus deficiencias.
El amor en la familia no es algo que se tenga que dar porque si, esta
sentimiento tiene dos cometidos fundamentales:
Enseñar el amor, aprender a amar, cuidarlo y comunicarlo, así como proyectarlo a la sociedad: Es en el
seno familiar donde se deben cultivar los valores del ser humano, enseñarlo a pensar, a profundizar, a
reflexionar, hacerle ver y sentir que el respeto es el guardián del amor, así como la honradez, la generosidad, la
responsabilidad, el amor al trabajo, la gratitud, etc. Es ahí en la familia, donde nos invitan a ser creativos en el
cultivo de la inteligencia, la voluntad y el corazón, para poder contribuir y abrirnos a la sociedad preparados e
íntegros. El amor de la familia por tanto debe también trasmitirse a
la sociedad.
El respeto es la virtud por la cual reconocemos y tenemos presente de manera habitual la dignidad de las
personas, como seres únicos e irrepetibles, creados a imagen de Dios, con inteligencia, voluntad, libertad y
capacidad de amar; así como sus derechos según su condición y circunstancias.
Ayudar a los niños a descubrir y comprender que toda persona por el hecho de serlo, es merecedora de respeto,
independiente de su edad, sexo, educación o cultura, desde el momento de la concepción hasta la muerte.
Ayudarles a percibir y vivir el respeto que merecen las personas por sus circunstancias, condiciones y autoridad
que ejercen, por ejemplo los padres, maestros, autoridades civiles, los ancianos, etc.
Ayudarles a aceptar que toda persona tiene la misma dignidad y merece el mismo respeto en cualquier momento
o circunstancia de su vida; y comprometerse al mismo tiempo en el trabajo de enriquecimiento y
ennoblecimiento de la dignidad personal propia y de los demás, viviendo de acuerdo con ella y respetándola en
toda circunstancia.
Vivir el respeto significa
Ver a la otra persona como otro yo. Tratar a las personas como a mí me gusta que me traten.