Envases
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FACULTAD DE INGENIERÍA
Trabajo monográfico:
Bioprocesos y producción de metabolitos alimentarios y no alimentarios
Asignatura:
Biotecnología agroindustrial
Integrantes:
Docente:
TAMBURCO-ABANCAY-APURÍMAC
2018-I
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INTRODUCCIÓN
Pretendemos con este trabajo presentar de forma clara y detallada, tanto a fabricantes de
envases como a envasadores, los fundamentos de la teoría del cierre, para que puedan conocer a
fondo las características y tipos de cierre de los botes metálicos. La lectura atenta de este trabajo
ayudará a controlar la calidad de los cierres, así como a regular las maquinas cerradoras. El
objetivo principal es auxiliar al personal que toma las decisiones y determina la calidad del cierre.
De los juicios valorativos de estas personas depende si una línea de producción va a continuar
Se define como “cierre” o “doble cierre”, el resultado de unir el extremo del cuerpo de un
envase con su fondo o tapa. El cierre se obtiene curvando el ala del fondo alrededor de la pestaña
del cuerpo, enganchándolas entre sí, hasta producir una unión hermética. Esta unión emplea por
tanto una técnica de engatillado o agrafado doble, es decir genera una doble pared de seguridad.
Su objetivo es obtener una junta totalmente estanca. Realizar un buen cierre es una condición
la alteración del producto. Debe tener unas características mecánicas suficientes para soportar, en
El mismo se lleva a cabo en unos equipos denominados cerradores. De estas máquinas hay
una gran variedad de diseños y capacidades, desde las más simples, de operación a mano, hasta las
En este documento presentaremos como se genera el cierre, los elementos que lo componen
y los utillajes que lo realizan, así como los principales problemas que pueden presentarse durante
su ejecución También analizaremos los diferentes diseños y tamaños de los mismos, recomendados
MARCO TEORICO
DOBLE CIERRE
La tapa y el fondo en los envases metálicos se unen al cuerpo en forma particular, que ha
recibido el nombre de “doble cierre”, en esta zona hay cinco o siete láminas de hojalata dobladas
y apretadas firmemente.
Cuerpo y tapa
cuerpo. Existen latas de tres piezas con dos tapas independientes del cuerpo y latas de dos piezas
en las cuales solo hay una tapa y el resto es un molde único. Es conveniente conocer las distintas
partes del envase metálico para poder identificar mejor los defectos del cierre en las conservas. En
la siguiente figura se muestran las partes más importantes de una lata de tres piezas (figura 2).
(OROZCO GONZAGA)
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Figura 2: Partes de una lata de tres piezas. (Canadian Food Inspection Agency)
Cerradora
Hay diversos tipos de cerradoras de latas: automáticas y manuales, con rulillos fijos o
móviles, con mandril fijo o giratorio. Pero independientemente del tipo de cerradora, la formación
del cierre en el envase metálico se realiza de una forma similar, ya que las partes básicas de
porque muchos defectos. Del cierre están provocados por un mal ajuste de la misma. En la
siguiente figura se detallan las partes básicas de una cerradora manual de mandril giratorio
Mandril: disco redondo y plano que se ajusta en el interior del fondo de la tapa y fija la lata
Rulillo de la 1º operación: pieza adyacente al mandril que tiene una ranura estrecha y
profunda.
abren con la ayuda de un abrelatas, herramienta especial, que facilita el corte de la lámina en la
tapa. Otra forma de apertura del envase cilíndrico, o de base elipsoidal o rectangular es la que se
efectúa mediante una llave que traen las latas soldadas en la tapa o al cuerpo. También se utiliza
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otro tipo de tapas denominado de apertura fácil (Easy Open), importadas, elaboradas en aluminio
o en hojalata en diferentes formas. En estas tapas la apertura se realiza al tirar de un anillo, el cual
levanta una porción de lámina que ha sido debilitada previamente, mediante semicortes
adecuadamente diseñados.
Estas tapas se pueden elaborar para lograr una apertura total, donde se retira toda la tapa
(Full open) o una apertura parcial (Partial open). También se les puede obtener con otra
característica relacionada con el anillo y la porción recortada de la tapa, es decir, que estos se
Para asegurar la hermeticidad del envase es fundamental que el doble cierre se forme
correctamente. El doble cierre se forma entre el rizo de la tapa y la pestaña del cuerpo (figura 3).
Figura 3: Rizo de la tapa y Pestaña del cuerpo. (Food and Drug Administration (FDA-USA)).
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INSPECCIÓN.
El examen del cierre debe practicarse de forma visual, previo conocimiento de los defectos
típicos en los cierres (ver más adelante los tipos de cierres defectuosos), y de forma destructiva
mediante desmontaje del cierre y cálculo de los índices de calidad del mismo.
a) Puntos de inspección
reglamentación técnica se especifica que en envases redondos se han de tomar tres puntos como
mínimo separados 120º. Figura 7: Puntos de control según la forma del envase.
b) Instrumentos
tijeras curvas para metal, y tenacillas para desmontar el cierre; también son necesarios un pie de
rey y un micrómetro para obtener las distintas medidas. Existen equipos ópticos automáticos y
semiautomáticos, también llamados proyectores de cierre, que permiten realizar los cálculos
fácilmente mediante programas digitales que amplían una imagen transversal del doble cierre
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En el examen destructivo del envase es necesario desmontar el doble cierre. A la vez que
se desmonta el cierre se realizan las mediciones precisas (figura 10) para el cálculo de los índices
de control de calidad del mismo. En primer lugar, se mide la longitud de cierre, el espesor de cierre,
y la profundidad de cubeta con el pie de rey; seguidamente, abrimos la tapa con un abrelatas
intentando en lo posible no alterar el cierre (existen abrelatas especiales para control de cierre).
Posteriormente, se practica un corte transversal en el cuerpo de la lata con las tijeras para
metal con objeto de poder desenganchar fácilmente el gancho de la tapa, levantando primero y
después empujando el ribete interno con las tenacillas. A continuación, se mide la longitud del
gancho de la tapa y del gancho del cuerpo con el pie de rey. Finalmente, se miden el espesor de la
tapa y el espesor del cuerpo con el micrómetro. En la figura 10 se muestran, a modo de secuencia,
d) Índices
Una vez registradas las diferentes mediciones se procede a calcular los siguientes índices
Muestreo
Es necesario realizar un examen visual y destructivo del cierre en los siguientes casos:
2. Al inicio de la producción
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Defectos
importante conocerlos previamente para poder identificarlos, y defectos que sólo se pueden
• Droop y Vee:
• Spinner
• Falso cierre
• Cierre roto
• Droop y Vee:
Ambos defectos se aprecian como proyecciones del doble cierre hacia abajo, en distintos
puntos (figura 12). La diferencia estriba en la forma, mientras que el droop es una proyección
suave más o menos prolongada, el vee es una proyección más aguda en forma de “V”. Ambos
defectos reducen el índice de solape. El vee es un defecto más serio que el droop, y resulta siempre
en pérdida de hermeticidad. El droop, aun siendo un defecto serio, se considera un defecto menor
cuando el índice de solape esté entre el 25 y el 50%. Un droop suave coincidiendo con la costura
Cierre afilado: ocurre cuando el mandril aplasta el rizo de la tapa durante la operación de
cierre dando un aspecto aplastado y cortante a la parte superior del cierre. (Figura 13). Se detecta
mejor al tacto que visualmente. Se considera un defecto menor. El cierre afilado roto es un cierre
afilado que se ha fracturado. Es un defecto serio que puede ocasionar pérdida de hermeticidad.
Figura 13. Defectos apreciables visualmente: Cierre afilado y cierre afilado roto.
Spinner:
Este defecto se caracteriza por tener en una porción del doble cierre una altura de cierre
menor y un espesor de cierre mayor (figura 14). Es un cierre incompleto que suele estar causado
porque el mandril patina en el fondo de tapa durante la operación de cierre. Normalmente empieza
a la altura de la costura lateral del cuerpo de la lata. Es un defecto serio con posible pérdida de
hermeticidad
Mandril desgastado.
Falso cierre:
Inspection Agency)
Mandril defectuoso.
Estos defectos en el cierre sólo pueden ser detectados tras desmontar el doble cierre y
calcular los índices de calidad del cierre. Pueden ser más o menos serios en función del resultado
de la inspección del cierre. En la figura 17 se muestran los defectos típicos y sus causas.
Otra forma de definir el “cierre” es: “el sellado hermético que se realiza entre el cuerpo de
la lata y su fondo”. Se trata de un proceso de deformado del metal, que consta fundamentalmente
de dos operaciones, aunque en casos de cierres de envases de forma irregular difíciles, pueden ser
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necesarias tres operaciones. Para conseguir la estanqueidad, se precisa la utilización de una goma
– o compuesto –, que va depositada sobre la parte interna del ala del fondo, y después de realizada
Situación o colocación del fondo en posición sobre el cuerpo, y el cuerpo del envase en el
plato de compresión.
Rulinas:
El cierre se realiza por la acción de dos rulinas o rodillos de cierre, que se designan también
con diferentes nombre según la zona geográfica, (carretillas, moletas, ruedas, roldanas…). El
trabajo de las mismas se divide en una primera operación, seguida de una segunda.
Tienen una garganta, o zona de trabajo, conformada con unas siluetas de forma especial,
denominados “perfiles de cierre”. Este perfil es de forma variable según sea de primera o de
segunda operación, dependiendo de las características o especificaciones del ala o panel de cierre
del fondo de la lata, y del grosor del material que va a ser sellado. Como regla general, cuanto más
grande es el tamaño del ala del fondo y más grueso es el material, más ancho y profundo es el
perfil de la rulina, o lo que es lo mismo, es función del formato del envase y el calibre del metal
empleado en sus componentes. Esto da lugar a que puede utilizarse un mismo tipo de perfil, pero
sus dimensiones aumenten o disminuyan en función del tamaño del envase y los espesores de
metal.
Entre las rulinas de cierre de primera y segunda operación, la principal diferencia consiste
en su perfil y misión, ya que la carretilla de la primera operación tiene como fin fundamental
enrollar el ala del fondo alrededor del gancho del cuerpo, al tiempo que forma este. La carretilla
de segunda operación tiene como objetivo apretar y planchar el cierre ya iniciado, para lograr la
hermeticidad del mismo. Veamos más en detalle estos tres pasos del cierre.
Compresión:
El envase a cerrar – cuerpo y fondo - se sitúa sobre un plato regulable, que puede
desplazarse verticalmente, de forma que el envase queda retenido entre este plato y el mandril de
cierre.
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Primera operación:
suave el ala del fondo sobre la pestaña del cuerpo de la lata, al mismo tiempo que se dobla esta
última, formando unos ganchos muy holgados, permaneciendo espacio entre sus paredes. Se
Segunda operación:
Una vez realizada la primera operación de cierre, se emplea una segunda rulina de formado
para comprimir las cinco capas de metal (dos del cuerpo de la lata y tres del fondo), para dar lugar
a una costura hermética. La operación de apretado y planchado de los ganchos de fondo y cuerpo
entre sí, se realiza de forma progresiva. La figura nº 9 muestra también el principio y final de este
paso. Esta operación, da al cierre la resistencia mecánica y estanqueidad suficiente para soportar
con garantías, y en condiciones normales de uso, las diversas etapas del proceso de fabricación y
clavarse el borde del cuerpo de la lata, es decir el gancho de cuerpo, contra la junta de goma o
compuesto, material de sallado que se encuentra dentro del pliegue formado en el ala del fondo, o
gancho del fondo. El sello secundario se crea por el solapamiento y aplastamiento del gancho del
Para poder determinar una serie de factores claves para la integridad del cierre, tales como
grado de apretado, ganchos de cuerpo y fondo etc, hace falta desmontar el mismo. Hay dos
Se parte de una serie de operaciones comunes para ambos caminos, aunque después cada
uno requiere una preparación final. Los pasos a dar son los siguientes: Operaciones comunes:
Operaciones diferenciadas:
a.- Doblar hacia atrás las secciones producidas y separarlas del envase.
b.- Uniformizar los bordes de las secciones con papel de lija fina.
d.- Desprender los tramos cortados el gancho del fondo, para el estudio independiente
de ambos ganchos.
Es la operación previa al desguace o seccionado del cierre. Es una tarea necesaria para
poder acceder con facilidad al mismo. Para ello se requiere utilizar un abridor bacteriológico o en
centro del fondo, y ajustar el abridor de forma, que corte un disco con un radio tal, que deje una
franja de material sin escindir entre 6 a 12 mm, desde la pared de la cubeta hasta el filo de corte.
proyección, pero es aconsejable hacerla en cualquiera de los dos casos. Para seccionar el corte,
partiendo del envase con su panel central eliminado, se puede usar una sierra especial de corte
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fino, realizando dos cortes en el cierre. Para obtener un corte limpio, sin rebabas ni deformaciones,
hay que usar sierras específicas para este fin existentes en el mercado, que disponen de dos hojas
circulares de unos 100 mm de diámetro, con un grosor de 0.35 mm, con una paso de 24
Tiene por finalidad desprender el gancho de fondo del envase, para luego poder analizarlo
de manera separada Para ello se necesita un poco de práctica, aunque es una tarea fácil. Por medio
de las tenacillas, se tira en sentido contrario al radio del panel y alrededor de todo el tramo del
cierre. Se desgarrará una tira de metal que incluye el resto de panel y la pared de la cubeta. De esta
manera tendremos independizado el gancho del fondo del resto del envase.
Para extraer el gancho del fondo hay que golpear, suavemente y con cuidado, hacia abajo
el borde cortante del mismo con la ayuda de la parte plana de las tenacillas. Ver secuencia de
extracción en fotos 33. Así conseguiremos desunir poco a poco el gancho del fondo de su cierre.
De esta manera, desprenderemos del cierre el gancho de cuerpo con mucha precaución,
Partiendo de un envase ya previamente preparado es decir una vez cortadas dos tramos o
secciones de cierre, se debe doblar hacia atrás la sección producida y separarla del resto del envase
La superficie del tramo cortado, presentará un aspecto áspero y con rebabas por la acción
de la sierra, es necesario suavizar y uniformizar la sección con la ayuda de un papel de lija fino.
Ahora podremos llevar sobre el proyector este fragmento y visualizarlo para su evaluación.
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Con mucho cuidado, se puede desprender el gancho del fondo del fragmento de cierre, y
así poder comprobar la huella producida por las rutinas al actuar sobre el mandril, salto de rutinas,
Con el cierre preparado entramos en la fase de medición de los parámetros del mismo
Los espesores reales del metal del cuerpo y fondo se tienen que conocer, pues son datos
necesarios para posteriores cálculos. Para realizar esta medición se empleará una galga del tipo
También se puede utilizar un micrómetro con lectura digital o de dial. Sea cual sea el instrumento
Para realizar estas mediciones sobre un envase muestra, se deben cortar unos triángulos de
la forma que se indica en la figura nº 20, sobre los que determinaremos el espesor de metal.
Si las muestras triangulares están barnizadas y/o litografiadas, si se quiere tener una lectura
sin errores, se debe eliminar estos recubrimientos, aplicando un algodón impregnado con
disolvente.
MEDICIÓN DE GANCHOS
Los ganchos de fondo y cuerpo deben medirse en dos puntos opuestos en envases dos
piezas, y en la posición de las 10 y 14 horas del reloj, siendo las 12 la costura lateral, en envases
tres piezas. Las longitudes de los ganchos de cuerpo y fondo, se pueden medir por medio de un
ganchimetro si el cierre se ha desmontado, pero si deseamos obtener una medición mucho más
medias en varios puntos de ambos ganchos y luego sacar la media, con lo que obtendremos un
valor más real de su medida. Si se emplea un proyector la medida será más exacta pero solo en dos
El gancho se debe situar en el aparato de forma que se obtenga una imagen nítida sobre la
pantalla.
Traslape
del cuerpo, por la presión ejercida por las rutinas de cierre sobre el mandril. Esta indicación no es
Una forma de mejorar el agarre del mandril, es hacer moleteada la superficie del labio del
mismo, pero esta práctica no es recomendable, pues daña el barniz de protección del fondo en esta
zona. Es mejor siempre emplear un mandril liso y procurar que su ajuste sea el adecuado para
Es la presencia de una ondulación, más o menos importante, en la cara interna del gancho
de fondo, en la zona de la costura lateral. La causa de que en este punto se produzca una
ondulación, es debida a la superior presión que se genera ahí, por el mayor número de capas de
En el caso de envases con costura lateral engargolada – o engatillada –, con o sin cemento
lateral en la misma, esta ondulación será bastante mayor causada por las capas de metal que
De debe por tanto examinar el interior del gancho, y asignarle un valor como “caída en la
La “caída interna de la unión” no debe exceder del 50% de la longitud del gancho de fondo.
Un 50% de caída produce un traslape en la zona de la unión de solo el 20% del valor normal.
Es la impresión producida en la parte interna del cuerpo como reacción al doble cierre. Es
resultado de la presión ejercida por las rulinas de segunda operación durante el cerrado.
Su inspección visual permite, junto a otros factores, apreciar si el apretado del cierre es
correcto. Su ausencia total indica falta de apretado, aunque otras mediciones sean correctas.
Deberá tener un aspecto mateado ligero, uniforme, claramente visible, libre de irregularidades y
Una huella excesiva, un escalón marcado, es una indicación de que las rutinas o mandril
usados pueden ser erróneos, o de que la operación de cerrado se ha efectuado con demasiada
presión. Un mandril demasiado grande lógicamente producirá una huella del mismo excesiva.
Constituye una buena indicación de la presión de cierre pero no garantiza que haya sido
.Todas estas irregularidades se producen por falta de ajuste en el utillaje, o por no ser el
mismo idóneo, pudiendo ser de muy diversos tipos. Entre otros se encuentran:
Mandril inclinado
4ª FASE: FUGAS
DETECCIÓN DE FUGAS
Independientemente del análisis del cierre por destrucción del mismo, hay que verificar en
otras muestras complementarias, la ausencia de fugas y por tanto la estanqueidad adecuada de los
envases. La cantidad a probar será tomada según un tipo de muestreo predeterminado, con la ayuda
de las tablas correspondientes, en función del tamaño del lote y del nivel de calidad elegido.
Los procedimientos a aplicar varían según sea a bote vacío o lleno. (IPENBAL)
1ª.- Por medio de un cabezal, se suministra aire a presión dentro del envase, aplicando al
mismo tiempo con la ayuda de una brocha, agua jabonosa en los cierres. Si existe fugas de aire a
2ª.- Sumergir totalmente el envase dentro de un deposito con agua, y aplicar en su interior
aire a presión por medio de un cabezal apropiado. Si el cierre es defectuoso o presenta poros se
La presión de aire empleada en ambos casos es del orden 1.5 Kg/cm2 para envases de
costura lateral soldada eléctricamente y tamaño igual o menor de 1 Kg. Para tamaños mayores o
Estos procedimientos se usan para muestrear lotes, pero en líneas de fabricación envases
requiere una cierta especialización. También hay procedimientos más sencillos como el que
MEDICIONES
Donde:
A% = porcentaje de apriete
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Arrugas
Traslape
Longitud de traslape
LT = GT+ GC + 1,1Et - C
Donde:
Porcentaje de traslape
Donde:
T % = traslape en porcentaje %
Donde:
BIBLIOGRAFIA
OROZCO GONZAGA, Pedro, Control, evaluación y corrección del doble cierre en envases
metálicos, ITP
Pescado, 1992