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ENUNCIADO

USO DE LAS RUTINAS DE DESARROLLO EN ALUMNOS DE EDUCACIÓN


INICIAL 3 AÑOS EN LA I.E. “PASITOS” CON DEFICIENCIAS DE DESARROLLO
DE AUTONOMÍA, AREQUIPA, 2018
ESTRUCTURA DE UN PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

I. ASPECTOS INFORMATIVOS
1.1. TÍTULO DEL PROYECTO
USO DE LAS RUTINAS DE DESARROLLO EN ALUMNOS DE EDUCACIÓN
INICIAL 3 AÑOS EN LA I.E. “PASITOS” CON DEFICIENCIAS DE DESARROLLO
DE AUTONOMÍA, AREQUIPA, 2018

1.2. PERSONAL INVESTIGADOR


Autor: Leyla Torres Ponce
Asesor: Yhony

1.3. TIPO DE INVESTIGACIÓN

Tipo de investigación: Aplicada

a) Campo : Ciencias de la Educación


b) Área : Educación Inicial
c) Línea : Estimulación Temprana

1.4. ESTUDIOS ANTERIORES


Después de haber consultado en las fuentes bibliográficas para la presente
investigación, nosotras recurrimos a otras investigaciones como tenemos:

a) Cabría, C. (2012) en su proyecto de fin de Grado: “La importancia de la


transmisión de hábitos y rutinas en educación infantil” de la ciudad de Valladolid
(España). Año 2012.” llegó a las siguientes conclusiones:
Los hábitos constituyen un factor decisivo en la construcción de la personalidad del
niño. Además, le identifican con el grupo social en el que han crecido, con sus valores
y su cultura, y le proporcionan una trama sólida a partir de la cual consolidan los
procesos de desarrollo del pensamiento. Los hábitos y rutinas son asimismo una
fuente inmejorable para la consolidación de conductas autónomas.

Es necesario que los hábitos sean estables y se constituyan en marco de referencia


para que determinadas situaciones operen como contextos familiares, próximos, en
los que los niños se encuentren cómodos y seguros. Adquirir buenos hábitos durante
esta etapa les convertirá en personas más seguras y con mayores niveles de autonomía
y autoestima.

Los niños necesitan seguir determinadas rutinas, pautas y normas de comportamiento


para sentirse seguros, confiados y tranquilos en su ambiente. Asimismo, los hábitos
ayudan a alcanzar ciertos niveles de equilibrio emocional, que les proporcionarán los
mecanismos necesarios para su educación y la construcción de su personalidad. Toda
la literatura científica avala que las edades tempranas operan como un momento
decisivo para incorporar y afianzar nuevos hábitos.

b) Bedoya, L. ,Giraldo, A. ,Montoya, N. ,Ramírez, L. (2013) en su trabajo de grado:”


La autonomía en la primera infancia desde el trabajo por proyectos” llega a las
siguientes conclusiones:

Durante la primera infancia, los niños están en capacidad de introducir


procedimientos ordenados para alcanzar metas; comprender las características de los
objetos y las acciones, construir explicaciones del mundo, los fenómenos y
acontecimientos. Trata en mayor medida de formular hipótesis sobre su entorno y su
interacción con este, intentando dar respuesta.

Previo a esto es importante mencionar que el Trabajo por proyecto al interior del
Aula genera una serie de experiencias y vivencias que le sirven al niño - niña- para
configurar su mundo socio-cultural. Dentro de la Fundación Senderos de Paz no es
denominado trabajo por proyectos, sino Proyectos de Exploración, estos proyectos
nacen de la vida diaria, de los intereses y necesidades de los niños, donde el maestro
debe estar en
la capacidad de hacer lectura permanente de la realidad.
Estas acciones permiten ver procesos autónomos en los niños, participación en la
toma de decisiones frente lo que es correcto e incorrecto, uso de su lenguaje para
comunicarse y su responsabilidad frente a lo que hace.

1.5. FUENTE DE INVESTIGACIÓN


En el presente trabajo de investigación se hizo uso del diseño cuasi experimental, con pre
test y post test cuyo esquema es el siguiente:

G.E: A1 -------- X -------- A2


G.C: A3 A4

Dónde:
G.E: Es el Grupo Experimental.
A1: Grupo Experimental a quien se aplicó el pre test.
X: Programa de rutinas.
A2: Grupo experimental a quien se aplicó el post test.
G.C: Es el Grupo Control.
A3: Grupo control a quien se aplicó el pre test.
A4: Grupo control a quien se aplicó el post test.

1.6. DURACIÓN

Inicio: Junio 2018 Término: Setiembre 2018

II. ASPECTOS DE LA PROBLEMÁTICA


En la I.E. “Pasitos” el problema que observamos en el aula de 3 años mediante las
experiencias adquiridas es la carencia de la aplicación de rutinas diarias por parte de
las docentes con los niños/as, originando así la falta desarrollo personal y la
adquisición de la autonomía. Los niños presentan falta de interés al momento de
relacionarse con sus compañeros/as, delimitado diálogo con la docente, y de ser
partícipes ante cualquier actividad diaria que se presentará en el aula.
Es ahí, donde tomamos como base nuestro problema de investigación, ver cuán
importante es el uso de las rutinas para el desarrollo personal y Autonomía de los niños,
planteamos realizar un programa de rutinas las que se aplicarían en 3 días por semana;
días en las cuales evaluaríamos ciertas dimensiones en relación a ellos/as como son:
reconocimiento de características físicas, reconocimiento de actitudes y valores,
expresión de habilidades, emociones y sentimientos, el saber valerse por sí mismos/as y
la toma de decisiones, con el objetivo de mejorar el problema planteado.

2.1. REALIDAD DEL PROBLEMA


En la I.E. “Pasitos” el problema que observamos en el aula de 3 años mediante las
experiencias adquiridas es la falta de la adquisición de la autonomía. Presentando los
niños falta de interés al momento de relacionarse con sus compañeros/as, delimitado
diálogo con la docente, y de ser partícipes ante cualquier actividad diaria que se presentará
en el aula.

Es ahí, donde tomamos como base nuestro problema de investigación, ver cómo se puede
solucionar la falta de autonomía mediante el uso de las rutinas para el desarrollo personal
y autonomía de los niños, planteamos realizar un programa de rutinas las que se aplicarían
en 3 días por semana; días en las cuales evaluaríamos ciertas dimensiones en relación a
ellos/as como son: reconocimiento de características físicas, reconocimiento de actitudes
y valores, expresión de habilidades, emociones y sentimientos, el saber valerse por sí
mismos/as y la toma de decisiones, con el objetivo de mejorar el problema planteado.

2.2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA


2.1.1. Casuística:
Se ha logrado diferenciar la cantidad de alumnos que tienen estas
deficiencias en el desarrollo de su autonomía mediante la simpe
observación, notándose que se presenta en aproximadamente la mitad de
los alumnos de 3 años de esta institución educativa “Pasitos”
2.3. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA
Entendemos por rutinas aquellas actividades que realizamos diariamente de forma
regular, periódica y sistemática con un carácter ineludible. Es por ello que, instaurar
rutinas y hábitos adecuados durante la etapa de educación infantil permite
desempeñar importantes funciones en relación a la configuración del contexto
educativo mediante la secuenciación espacio – temporal de las aulas a través de la
repetición de actividades y tareas. Debemos considerar las rutinas como puros
aprendizajes que contribuyen a una mejora de nuestra capacidad cognitiva, por lo que
se trata de procesos que el alumnado debe aprender en el seno del aula y la familia
deberá tenerlo en cuenta para establecer unas rutinas en el hogar.

Según UNICEF (1995), nos manifiesta que la educación inicial en sudamérica, que
las rutinas permiten que los niños no vivan la organización del tiempo como azarosa
o aleatoria. Las rutinas las cuales se aplican son como: Los saludos, los registros de
asistencia, el calendario, el estado del tiempo, las rondas de intercambio, los
momentos de colación, los desplazamientos y el juego en el patio son actividades que
suelen llamarse “cotidianas o de rutina”. Las actividades cotidianas implican un
progresivo aprendizaje por parte de los niños y “experimentan” modificaciones
durante el año escolar.

2.4. EL OBJETO
El objeto de estudio serían todos los alumnos de la I.E. “Pasitos”, incluyendo dentro
de estos a los alumnos que presentan deficiencia en el desarrollo de autonomía y los
que no lo hacen.

2.5. LA JUSTIFICACIÓN
La razón que nos llevó a realizar la presente investigación se dio a raíz de las
experiencias observadas través de nuestras experiencia educativa en la I.S. “Pasitos”,
en la cual detectamos que dentro del aula existe una escasez o poca importancia al
uso de las rutinas por parte de las docentes lo que se evidencia en la falta de desarrollo
de la autonomía. Tomamos en cuenta que las rutinas en los niños/as les ayuda de una
manera más significativa a que ellos/as puedan desarrollar una mejor identidad
personal y un mejor desarrollo de su autonomía, ya que en esas horas aprovechadas
para esa actividad, los niños/as pueden interactuar entre ellos y con la docente, de
esta manera ejecutaran diferentes actividades con autonomía lo cual les permitirá ser
más independientes, como también se busca formar en ellos ciertos hábitos para lo
realicen con propia autonomía.

Como punto primordial a nuestra investigación sabemos que es importante en los


niños/as poder desarrollar una buena identidad personal y autonomía siendo uno de
los propósitos y principios de la educación inicial. La propuesta que presentamos
para el desarrollo de la identidad personal y autonomía la denominamos “El uso de
las rutinas”, mediante la cual se busca realizar diversas actividades con duración de
15 minutos durante el día, para que los niños/as puedan adquirir el reconocimiento
de características físicas, desarrollo de actitudes y valores, expresión de habilidades,
emociones y sentimientos, saber valerse por sí mismos y la toma de decisiones, para
así poder lograr en cada uno de ellos su identidad personal y autonomía, demostrando
en cada actividad propuesta su independencia , libre toma de decisiones al interactuar
en su medio contextual.

2.6. OBJETIVOS
2.6.1. General
 Determinar en qué medida el uso de las rutinas desarrollará significativamente
la identidad personal y autonomía de los niños de 3 años de la I.E. ¨Pasitos” del
distrito de Yanahuara, Arequipa 2018.

2.6.2. Objetivos Específicos

 Identificar el nivel de desarrollo de la identidad personal y autonomía de los


niños de 3 años de la I.E. ¨Pasitos” del distrito de Yanahuara, Arequipa 2018,
antes y después de aplicar la investigación.
 Aplicar el programa de rutinas para el desarrollo de la identidad personal y
autonomía de los niños de 3 años de la I.E. ¨Pasitos” del distrito de Yanahuara,
Arequipa 2018.

 Analizar los resultados obtenidos en el pre-test y pos-test del grupo


experimental y grupo control, según las dimensiones propuestas.

 Comparar los resultados obtenidos en el pre-test y pos- test, según las


dimensiones propuestas a los grupos control y experimental.

 Demostrar que el programa de rutinas desarrolla en los niños una mejora


significativa de su desarrollo de identidad personal y autonomía.

2.7. CAMPO DE ACCIÓN


Institución Educativa: I.E. ¨Pasitos” del distrito de Yanahuara
III. MARCO TEÓRICO

3.1. BASES TEÓRICAS

LAS RUTINAS

• Etimología

Para Soca, R. (2012), el verbo latino rumpere dio lugar a un vasto conjunto de palabras
de nuestra lengua, además de romper. Con el prefijo ex-, se formó eruptio, -onis,
derivado de erumpere, que dio lugar aerupción, en el sentido de salida brusca e
impetuosa‟ pero también a irrupción. En efecto, los latinos decían in provinciam
eruptionem facere „hacer una irrupción en la provincia‟.

Otra palabra que proviene del verbo latino es ruta, que nos llegó a través del
francésroute. El lector podrá preguntarse cuál puede ser la relación entre romper y ruta,
pero lo cierto es que en el latín vulgar de la Galia se decía rupta via „camino roto‟ con
el mismo sentido con que hoy decimos en castellano „romper camino‟, es decir, „cortar‟,
„romper‟ los matorrales para abrir un camino.

Y una vez que el camino está abierto y es recorrido muchas veces se convierte en una
rutina, que se refería, inicialmente, a una „ruta muy frecuentada‟, pero que hoy ya denota
hábito adquirido‟, costumbre de hacer las cosas sin necesidad de pensar en ellas‟.

• Definición

Según el Ministerio De Educación (1980) en la Guía Metodológica de aprestamiento a


la comunicación nos dice que las rutinas son los patrones y hábitos que cada familia
establece en su vida diaria, esto es, horas fijas y maneras precisas para efectuar ciertas
actividades Intuitivamente, y a veces sin conocer la importancia de establecer rutinas
para el cuidado y bienestar del niño, las madres acostumbran por ejemplo bañarlo y
asolearlo a la misma hora; así mismo, lo mecen y arrullan siempre de la misma forma y,
en general, son las mismas personas las que cada día lo atienden y satisfacen sus
necesidades, por lo cual estos cuidadores se van convirtiendo para el niño en personas
significativas con quienes establece relaciones afectivas y protectoras. Lo anterior
implica comprender el desarrollo del niño en interacción con el medio ambiente, para lo
cual es necesaria una atención sostenida de sus necesidades: alimento, sueño, vigilia y
aseo, entre otras, por lo cual es claro que son muchas las ventajas para el desarrollo
físico y psicológico del niño que se establezcan para cada día rutinas precisas y
constantes.
Para Menigno H. (2007); nos dice que “las rutinas forman parte del modelo formativo y
productivo del desarrollo de una clase.

• Clasificación de rutinas

Según Molina, C. (1997) nos dice que las rutinas tienen un determinado orden y que
requieren ser organizadas en un horario determinado, entre ellas tenemos:

• Rutinas de inicio

Es el punto de partida para el desarrollo de las distintas actividades del día; se inicia el
intercambio más cercano entre la educadora y el grupo. Algunas de ellas se caracterizan
por el uso de carteles a la altura de los niños, para que ellos mismos puedan registrar
su asistencia, el tiempo, el calendario, mis propósitos, el saludo, la noticia del día etc.
La hora de ingreso debe ser puntual así las rutinas tendrán continuidad en el tiempo; los
niños y padres de familia vivenciarán claramente este valor.

• Rutinas de alimentación

Este es un momento de la rutina diaria fundamental para la formación de adecuados


hábitos nutricionales, de salud y sociales, ya que permite realizar de manera concreta
prácticas que benefician la autonomía y la cooperación entre los niños y las niñas. La
educadora debe prestar atención a las reglas de higiene acordadas antes y después de
tomar la merienda, tanto con relación al niño y la niña, como a los alimentos y al espacio
dispuesto para estos fines.

• Rutinas de higiene

Mediante las rutinas de aseo, por ejemplo, se proveen cuidados físicos que no solo
tienden a mantener la salud, sino que, además, paulatinamente llevan al niño a adquirir
conciencia de su propio cuerpo. Pero esos cuidados físicos son también la base del
sentimiento de identidad en la medida en que le van permitiendo una diferenciación
entre él y los demás, ya que inicialmente el niño no se sabe diferente, sino que siente
que es uno con su madre y con su medio.

Una atención sostenida se refiere a maneras y personas constantes, es decir, teniendo


en cuenta que cada madre o cuidador “acuna” o lleva y acompaña al niño de diferentes
formas, para lo que es necesario que haya constancia en cuanto a la manera de
atenderlo y mucho más en cuanto a la presencia de esa persona, ya que estos
elementos producen en el niño una sensación de continuidad.
• Rutinas de recreación

Sucede con frecuencia que no nos animamos a usar el espacio exterior con las tantas
posibilidades que nos ofrece, desperdiciando quizás los momentos más espontáneos
de los niños y niñas. A pesar del clima maravilloso que tenemos, no somos capaces de
aprovecharlo y les restamos oportunidad a los niños y niñas que disfruten de él.

Por esto, es importante que aprovechemos este periodo, de tal manera que convirtamos
el patio de recreo en espacio funcional para que los niños y niñas puedan jugar y
moverse libremente. EI entorno del patio de recreo se puede preparar de modo que
estimule el interés por la naturaleza, los juegos espontáneos y otras actividades que
permitan al niño y la niña usar su imaginación, fantasía y creatividad

• Rutinas de salida

Se acerca el fin del día en el Centro, y es importante hacer este final tan valioso e
interesante como los demás periodos de la rutina. Este periodo es propicio para inducir
el diálogo con los niños y las niñas a partir de las experiencias del día. Es el momento
de rescatar la creatividad de los niños y niñas en las actividades individuales y grupales.
Es el momento de manifestarles a los niños y las niñas qué bien nos sentimos con su
presencia. Una despedida cordial, afable e interactiva contribuye para que se mantenga
el deseo de los niños y niñas en llegar de nuevo al Centro

• La importancia de los hábitos en el nivel inicial

Para Carrillo, M. (1990) nos dice que, la vida cotidiana es la situación más cercana y
más estable para los seres humanos, especialmente para los niños, y por ello es uno de
los grandes recursos con los que deben contar sus educadores, padres y profesores:
en lo que acontece cada día es donde se realiza su desarrollo. Nadie duda de la
importancia que tiene para el niño la vida de cada día y lo que en ella es habitual. Por
eso, hay que darle también mucha importancia a la creación de hábitos y rutinas, que
son los que le dan al niño la seguridad de saber qué hacer en cada momento y de
conocer las costumbres del grupo social. Deberíamos, primero, establecer la diferencia
que hay entre rutina y hábito. La rutina, que puede desaparecer, es una costumbre
personal establecida por conveniencia y que no permite modificación, es decir, es
inflexible; por ejemplo, colgar la bata en la percha antes de salir de clase. El hábito, sin
embargo, es un mecanismo estable que crea destrezas y que además podemos usar
para distintas situaciones: por ejemplo, abrocharse. Tanto las rutinas como los hábitos
aportan un componente importantísimo de constancia y regularidad y, por ello, son
fundamentales tanto para la vida familiar como la escolar.

Según Fernández, E. (2003) nos dice que los hábitos “Son costumbres, actitudes,
formas de conducta o comportamientos que con llevan pautas de conducta y
aprendizajes. El hábito bien adquirido y usado nos permite hacer frente a los
acontecimientos cotidianos”.

En la etapa infantil, a la hora de educar, es de mayor interés la creación de buenos


hábitos que llegar a poseer unos conocimientos amplios. Los hábitos se forjan con
mucha más facilidad y eficacia en los primeros años de vida; es entonces cuando los
niños los adquieren porque es el período más crítico, dinámico y potencial de la vida
para aprender. Además, los hábitos que se adquieren en estos primeros años se van
adaptando a la personalidad de cada uno, convirtiéndose así en valiosos recursos de
identidad personal.

La adquisición de hábitos en los niños requiere una labor continuada y metódica por
parte del adulto; es una tarea que necesita exigencias de corrección, normas, valores y
conductas globales. Por ello, se debe plantear qué hábitos se van a trabajar con los
niños cada día y procurar establecerlos en todos los ambientes que rodean al niño: la
familia y el colegio.

En la educación de los hábitos sucede que, con frecuencia, los adultos estamos
tentados a pensar que sólo pueden adquirirse cuando se ha cumplido determinadas
edades. No obstante, si analizamos nuestra forma de desenvolvernos habitualmente,
podemos comprobar que muchos hábitos nos los enseñaron y exigieron muy pronto. Y
si no lo hicieron así, es posible que reconozcamos que hemos gastado demasiados
esfuerzos y energía para conseguirlos más tarde.

Desde el punto de vista escolar, cada vez son más los alumnos que, teniendo una
inteligencia normal, no obtienen buenos rendimientos académicos debido a la ausencia
de hábitos básicos: la inteligencia está constituida en gran parte por hábitos y destrezas
de muchas capacidades que, desarrollados a tiempo, facilitan el éxito de los escolares
en la educación obligatoria. Expuesta la importancia que tiene para los niños la
adquisición de hábitos, sólo nos resta recordar a todos que es una tarea de competencia
mixta entre padres y educadores y que plantea la necesidad de que exista, por tanto,
una estrecha colaboración para llevar a cabo acciones conjuntas y coordinadas. El
intercambio de información entre padres y profesor-tutor se revela como fundamental.
Ambas instituciones, escuela y familia, no deben ser agentes estancos e incomunicados
que sólo interactúan en ocasiones muy especiales (periodo de adaptación, reuniones,
fiestas, entrega de boletines). Por ello, el centro escolar debe potenciar la participación
activa de la familia en la educación escolar del niño, haciéndole sentir responsable a
través de los diferentes medios pedagógicos que se programen a nivel de centro. Pero
no sólo dentro del centro, la educación en casa debe ser consensuada entre ambos,
ofreciendo el profesorado pautas científicas y utilizando a la familia como principal medio
de información sobre cómo se está produciendo el desarrollo del niño fuera del centro.
Ambas instituciones, familia y escuela, son esenciales en la adquisición de valores,
hábitos y actitudes del alumno.

• Importancia de las Rutinas en el preescolar

Con el paso del tiempo, los tres primeros meses, para ser más puntuales, todo comienza
a verse más claro en la relación entre el recién nacido y sus padres, se va ganando un
orden que al principio parecía perdido. En esta regulación es necesario empezar a incluir
rutinas y pausas de crianza que son fundamentales porque garantizan, en gran medida,
la armonía, el equilibrio y la disciplina en la cotidianidad del hogar.

Según asegura Collantes, B. psicóloga de Ciepse EE.UU. (Centro de Investigación y


Evaluación Psicológica Educativa en 1999), las rutinas hacen parte de un principio de
organización mental de esquemas que permiten que el niño entienda y aprenda que
existe un momento y un espacio para cumplir determinada conducta, como por ejemplo
comer, dormir, bañarse o lavarse los dientes.

Para Molina, C. (1997). Es en los primeros años de vida donde se tiene mayor
receptividad y se da un aprendizaje duradero, por esto la importancia de enseñarles a
través de actos repetitivos y constantes. “Mediante las rutinas interiorizan tareas
elementales y también complejas. Aprenden a guardar sus juguetes después de
haberse divertido con ellos, a tocar instrumentos, a practicar deportes e incluso a
predecir lo que va a suceder luego de determinada situación, es decir, a relacionar una
acción con su consecuencia”. En otras palabras, las rutinas son una forma de enseñarle
a un niño, joven y más adelante adulto, cuáles son sus derechos y sus deberes, a
respetar los límites, a contar con la seguridad necesaria para obtener de manera
responsable lo que desea, a ser disciplinado, organizado y a vivir sanamente en una
sociedad.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que todas las personas tienen unos rasgos
temperamentales que los identifican y que reflejan la forma en la que pueden llegar a
reaccionar con respecto a una situación determinada. Dicho lo anterior, es importante
que los padres identifiquen cuál es el tipo de carácter de sus hijos y cuál será entonces
la mejor manera de aplicar dichas rutinas y pautas educativas. “A algunos les parece
divertido lo que han hecho por lo que disfrutan poniéndolo en práctica y logran
aprenderlo más rápido. Otros, en cambio, rechazan de inmediato la actividad porque no
se sienten cómodos con esta y, por lo tanto, necesitarán de más paciencia, constancia
y persistencia para lograr que la asimilen y la lleven a cabo de forma automática”,
comenta María Fernanda Hurtado, psicóloga y directora de vivirlafamilia.com.

Lo importante, sea cual sea el caso, es hacer de todas las rutinas (de alimentación,
descanso, higiene, juego y tareas propias de la vida escolar) rituales amorosos y
divertidos y no obligaciones impuestas. Todas necesitan ser ejemplares y coherentes,
todas deben llevarse a cabo con la misma constancia e intensidad para que puedan ser
interiorizadas exitosamente.

“La rutina diaria es para los niños lo que las paredes son para una casa, les da fronteras
y dimensión a la vida. Ningún niño se siente cómodo en una situación en la que no sabe
qué esperar. La rutina da una sensación de seguridad. La rutina establecida da un
sentido de orden del cual nace la libertad.”

Por todo lo visto anteriormente una de la cosas en las que hay que fijarse para elegir un
buen preescolar es ver si le tienen a los niños una rutina establecida, ya que es un lugar
nuevo para ellos y es de suma importancia que también les marquen una rutina para
que sepan predecir lo que pasa, ya que se sienten inseguros en un lugar nuevo que no
es su casa siendo que los primero años la pasaron en su casa. Por esto es tan
importante la rutina en el preescolar ya que la personalidad del niño se está formando
en esta etapa y hay que hacer crecer a niños seguros.

• Rutinas y Hábitos: Aprendizaje fundamental en preescolar

Para Zabalza, M. (2010) desde un punto de vista genérico, entendemos por rutinas
aquellas actividades que realizamos diariamente de forma regular, periódica y sistémica
con un carácter ineludible.
En cuanto a los hábitos, consideramos que son modos de actuar que aprendemos y/o
adquirimos con la intención de satisfacer nuestras rutinas y que, a través de ellos, nos
sentimos más seguros en el modo de obrar ante distintas situaciones.

Es por ello que, instaurar rutinas y hábitos adecuados durante la etapa de Educación
Infantil permite desempeñar importantes funciones en relación a la configuración del
contexto educativo mediante la secuenciación espacio- temporal de las aulas a través
de la repetición de actividades y tareas. De hecho, el Real Decreto 1630/2006, de 29 de
diciembre, por el que se establecen las enseñanzas mínimas del segundo ciclo de
Educación Infantil establece como una de las tres áreas curriculares a trabajar el
conocimiento de sí mismo y la autonomía personal.

Por tanto, para promover la adquisición progresiva de la autonomía en las actividades


habituales del alumnado, y siguiendo a Zabalza, M. (2010), las principales funciones
que desarrollaríamos al trabajar rutinas y hábitos en el entorno infantil serían:

• Ofrecer un marco de referencia. Una vez que se ha aprendido la correspondiente


rutina, el niño o niña es capaz de concentrarse en lo que está haciendo sin pensar ni
preocuparse en lo que vendrá después.

• Generar seguridad, dado que se trata de una actividad conocida por quien la realiza.

Actuar como indicador temporal, puesto que aporta una percepción sensorial de los
distintos momentos en los que debe efectuarse la actividad permitiendo saber qué es lo
que hay que hacer antes y qué después.

• Potenciar procesos de captación cognitiva, referida a las distintas estructuras que


presentan las diferentes actividades a realizar.

• Desarrollar virtualidades cognitivas y afectivas a nivel metodológico con motivo de


las posibilidades de aprendizaje posterior que tendrán los niños y niñas respecto a la
adquisición de estrategias de planificación y organización de los aprendizajes.

De este modo, debemos considerar las rutinas como puros aprendizajes que
contribuyen a una mejora de nuestra capacidad cognitiva, por lo que se trata de
procesos que el alumnado debe aprender en el seno del aula y la familia deberá tenerlo
en cuenta para establecer unas rutinas en el hogar que a buen seguro contribuirán al
desarrollo psicológico de sus hijos.
Ahora bien, como todo aprendizaje, y más tratándose de niños y niñas de Educación
Infantil, resulta necesario fijar unas pautas metodológicas que contribuyan a organizar y
sistematizar estos aprendizajes adecuadamente siguiendo siempre el mismo orden en
las actividades y mencionando claramente y con cierta frecuencia por parte del
profesorado el nombre de la rutina a trabajar. Igualmente, podría ser interesante
establecer un signo explícito que marque la transición de una fase a otra para que los
pequeños y pequeñas identifiquen claramente el cambio de actividad que va a
producirse

2. 2 IDENTIDAD PERSONAL

• Etimología de Identidad

Según Lagarde, M (1980) La palabra identidad proviene del latín Identitas y este de Idem
(Lo mismo, ver: idem), que encontramos en frases del latín clásico. La palabra identidad
tiene una dualidad; por una parte, se refiere a características que nos hacen percibir que
una persona, es única (una sola y diferente de las demás). Por otro lado, se refiere a
características que poseen las personas que nos hacen percibir que son lo mismo (sin
diferencia) que otras personas.

• Definición de Identidad

Según Ministerio de Educación (2013), Rutas de Aprendizaje fascículo I “Desarrollo


personal, social y emocional”, entendiéndose la identidad como el complejo proceso de
convertirse en persona singular. Es así que por medio de sus diferentes experiencias
cotidianas, el niño irá encontrando respuestas a las preguntas: “¿Quién soy?” y “¿Quién
soy frente al otro?”, es decir, se irá constituyendo como un individuo singular, diferente
de las otras personas, en razón de su propia historia. Esta competencia involucra 3
capacidades: AUTOESTIMA, CONCIENCIA EMOCIONAL Y AUTONOMÍA.

Para Laing, A. (1961). La identidad es considerada como un fenómeno subjetivo, de


elaboración personal, que se construye simbólicamente en interacción con otros. La
identidad personal también va ligada a un sentido de pertenencia a distintos grupos
socio- culturales con los que consideramos que compartimos características en común.
Ello, en correspondencia con un proceso dialéctico de formación de la propia identidad,
a partir de la representación imaginaria o construcción simbólica de ella (autodefinición)
y la identidad social que se elabora a partir del reconocimiento, en la propia identidad,
de valores, de creencias, de rasgos característicos del grupo o los grupos de
pertenencia, que también resultan definitorios de la propia personalidad. Es una especie
de acuerdo interior entre la identidad personal que se centra en la diferencia con
respecto a los otros y la identidad social o colectiva que pone el acento en la igualdad
con los demás.

• Definición de Identidad Personal

De la Torre, C. (2001); afirma que la identidad personal es la piedra angular sobre la


cual se construye la convivencia. Es decir, la convivencia democrática se da cuando
“soy aceptado como persona”. Ambos procesos se desarrollan en un entorno de
interacciones con adultos significativos (mamá, papá o cuidador, maestra) y con otros
niños (hermanos, compañeros, amigos). Estas interacciones con el otro son vitales para
que el niño desarrolle la conciencia de sí mismo, la conciencia del otro, y la
internalización de las normas y los límites. Es decir, para que comprenda que no todo
está permitido, que tiene que aprender a autorregularse e interesarse por las demás
personas, según rutas de aprendizaje.

De la Torre, C. (2001); nos plantea la siguiente definición de identidad personal: “Cuando


se habla de la identidad de un sujeto individual o colectivo hacemos referencia a
procesos que nos permiten asumir que ese sujeto, en determinado momento y contexto,
es y tiene conciencia de ser él mismo, y que esa conciencia de sí se expresa (con mayor
o menor elaboración) en su capacidad para diferenciarse de otros, identificarse con
determinadas categorías, desarrollar sentimientos de pertenencia, mirarse
reflexivamente y establecer narrativamente su continuidad a través de transformaciones
y cambios.

La identidad es la conciencia de mismidad, lo mismo se trate de una persona que de un


grupo. Si se habla de la identidad personal, aunque filosóficamente se hable de la
igualdad consigo mismo, el énfasis está en la diferencia con los demás; si se trata de
una identidad colectiva, aunque es igualmente necesaria la diferencia con “otros”
significativos, el énfasis está en la similitud entre los que comparten el mismo espacio
socio-psicológico de pertenencia.”

Lagarde, M. (1980). Define a la identidad personal enfatizando el carácter activo del


sujeto en su elaboración, que toma lo que considera necesario y deja a un lado lo que
no precisa, del siguiente modo: “la identidad tiene varias dimensiones: la identidad
asignada, la identidad aprendida, la identidad internalizada que constituye la auto-
identidad. La identidad siempre está en proceso constructivo, no es estática ni
coherente, no se corresponde mecánicamente con los estereotipos. Cada persona
reacciona de manera creativa al resolver su vida, y al resolverse, elabora los contenidos
asignados a partir de su experiencia, sus anhelos y sus deseos sobre sí misma y como
va actuar ante ella.

• Desarrollo de la identidad personal según Erickson

Según Erikson. E (1968) sostuvo que los niños se desarrollan en un orden


predeterminado. En vez de centrarse en el desarrollo cognitivo, sin embargo, él estaba
interesado en cómo los niños se socializan y cómo esto afecta a su sentido de identidad
personal. La teoría de Erikson del desarrollo psicosocial está formada por ocho etapas
distintas, cada una con dos resultados posibles. Según la teoría, la terminación exitosa
de cada etapa da lugar a una personalidad sana y a interacciones acertadas con los
demás. El fracaso a la hora de completar con éxito una etapa puede dar lugar a una
capacidad reducida para terminar las otras etapas y, por lo tanto, a una personalidad y
un sentido de identidad personal menos sanos. Estas etapas, sin embargo, se pueden
resolver con éxito en el futuro.

• Confianza frente a desconfianza

Desde el nacimiento hasta la edad de un año, los niños comienzan a desarrollar la


capacidad de confiar en los demás basándose en la consistencia de sus cuidadores
(generalmente las madres y padres). Si la confianza se desarrolla con éxito, el niño/a
gana confianza y seguridad en el mundo a su alrededor y es capaz de sentirse seguro
incluso cuando está amenazado. No completar con éxito esta etapa puede dar lugar a
una incapacidad para confiar, y por lo tanto, una sensación de miedo por la
inconsistencia del mundo. Puede dar lugar a ansiedad, a inseguridades, y a una
sensación excesiva de desconfianza en el mundo.

• Autonomía frente vergüenza y duda

Entre el primer y el tercer año, los niños comienzan a afirmar su independencia,


caminando lejos de su madre, escogiendo con qué juguete jugar, y haciendo elecciones
sobre lo que quiere usar para vestir, lo que desea comer, etc. Si se anima y apoya la
independencia creciente de los niños en esta etapa, se vuelven más confiados y seguros
respecto a su propia capacidad de sobrevivir en el mundo. Si los critican, controlan
excesivamente, o no se les da la oportunidad de afirmarse, comienzan a sentirse
inadecuados en su capacidad de sobrevivir, y pueden entonces volverse excesivamente
dependiente de los demás, carecer de autoestima, y tener una sensación de vergüenza
o dudas acerca de sus propias capacidades.
• Iniciativa frente a culpa

Alrededor de los tres años y hasta los siete, los niños se imponen o hacen valer con
más frecuencia. Comienzan a planear actividades, inventan juegos, e inician actividades
con otras personas. Si se les da la oportunidad, los niños desarrollan una sensación de
iniciativa, y se sienten seguros de su capacidad para dirigir a otras personas y tomar
decisiones. Inversamente, si esta tendencia se ve frustrada con la crítica o el control, los
niños desarrollan un sentido de culpabilidad. Pueden sentirse como un fastidio para los
demás y por lo tanto, seguirán siendo seguidores, con falta de iniciativa.

• Laboriosidad frente a inferioridad

Desde los seis años hasta la pubertad, los niños comienzan a desarrollar una sensación
de orgullo en sus logros. Inician proyectos, los siguen hasta terminarlos, y se sienten
bien por lo que han alcanzado. Durante este tiempo, los profesores desempeñan un
papel creciente en el desarrollo del niño.

• Identidad personal del niño en preescolar

Por medio de sus diferentes experiencias cotidianas, el niño irá encontrando respuestas
a las preguntas: “¿Quién soy?” y “¿Quién soy frente al otro?”, es decir, se irá
constituyendo como un individuo singular, diferente de las otras personas, en razón de
su propia historia. Observamos que los niños pequeños comienzan a diferenciarse de
los adultos significativos (mamá, papá o cuidador principal) cuando dicen o realizan
acciones que expresan sus propias necesidades, su forma de ser. Estas les permiten ir
comprendiendo que forman parte del mundo y que su mamá, por ejemplo, es una
persona distinta de ellos.

Para Gonzales de Rivera, J. (2006); afirma que en el proceso de diferenciarse de los


adultos y afirmar su personalidad, aparecen expresiones de aceptación, como la
sonrisa; de negación, como el “no”; de posesión, como el “mío” o el “tuyo”; hasta llegar
al “yo”, “tú”, “nosotros” y “ellos”, como una manifestación de ser uno mismo y, al mismo
tiempo, de sentirse miembro activo de un grupo: su familia, sus compañeros de aula,
sus amigos, etc.

Decir “yo” es el resultado de un apasionante proceso de convertirse en persona singular,


que no implica únicamente repetir la palabra. Por eso, no se puede enseñar a decir “yo”,
sino que es una conquista del niño, luego de ir comprendiendo cómo funciona su entorno
y quién es él dentro de su mundo.
En la construcción del habla infantil, la tercera persona (“él”, “ella”) es la primera figura
que aparece, pues el niño está atento a su entorno y a las personas de su medio, a
quienes observa primero, antes que a sí mismo. Por esa razón, se puede decir que
primero aprende a reconocer al otro. De esta manera, en la medida en que va tomando
conciencia de los demás y de lo que él vive, el niño irá construyendo la conciencia de
sí, y la expresará verbalmente cuando dice: “Yo” o “mío”, así como la conciencia del otro
cuando se refiere a ese otro como “tú”. Algunos niños usarán el “TÚ”, antes de decir
“Yo”.

El niño se afirmará en el proceso de convertirse en persona, en la medida en que vive


experiencias consigo mismo, acompañado por otra persona (par o adulto) que también
tiene intereses y necesidades, diferentes o semejantes a él. En este encuentro con los
demás, toma conciencia de sí mismo: comienza a sentir que es una persona diferente,
que tiene gustos, preferencias, ideas. Es decir, construye su propia vida, que está
relacionada a los demás porque somos seres sociales.

• Importancia del desarrollo de la identidad personal en preescolar

Las rutinas son importantes porque se refiere a las actitudes y capacidades relacionadas
con el proceso de construcción de la identidad personal y de las competencias
emocionales y sociales. Es la preparación previa en todas sus dimensiones en el niño
para el inicio de su escolaridad.

Según Laporte, D. (2006) dice que los procesos de construcción de la identidad,


desarrollo afectivo y de socialización en los niños se inician en la familia. Pero a medida
que su niño crezca y pase a la educación inicial, su mundo empezará a abrirse. Se
volverá más independiente y prestará más atención a los adultos. Querrá explorar sus
alrededores y tendrá muchas preguntas. Las interacciones con su familia y otras
personas de su entorno influirán en el desarrollo de su personalidad y su manera
individual de pensar y hacer las cosas.

En estos procesos aprenden formas diferentes de relacionarse, desarrollan nociones


sobre lo que implica ser parte de un grupo, y aprenden formas de participación y
colaboración al compartir experiencias.

La educación inicial es la que se encarga de la formación integral de los niños y niñas


mediante el proceso de interacciones y relaciones sociales de calidad, potenciar sus
capacidades y desarrollar competencias para la vida. Por ello debe trabajar en la parte
cognitiva, comunicativa, estética, socio afectiva y físico.
• Cognitiva: son las habilidades del lenguaje de cada ser humano esto incluye
vocabulario, raciocinio, habilidades para expresarse, que le permite representar
mentalmente, expresar y dar nombre a lo que perciben, sienten y captan de los
demás.

• Comunicativa: ayuda a los niños y niñas a expresarse, ya sea para satisfacer


necesidades, formar vínculos afectivos como expresar emociones y sentimientos,
también les permite identificar en los demás diferentes estados emocionales.

• Estética: desarrollar la creatividad de los niños y niñas en dibujo, canto, trabajo


manual, dramatizaciones, entre otras actividades.

• Socio-afectiva: se refiere a las habilidades de cada individuo para interactuar con


otros nuestros sentimientos hacia los demás, que permite un ambiente de cordialidad
y respeto por el otro.

• Físico: ayuda a conocer a los niños y niñas su anatomía, se le enseña a diferenciar


la dimensión física entre hombres y mujeres.

LA AUTONOMÍA

• Etimología

La autonomía es, como se sabe, una palabra compuesta. Su raíz etimológica nos remite
a dos palabras griegas a saber: autós, que significa sí mismo, y nómos, que significa
ley. De allí que, desde la antigüedad griega, este fonema tan particular – y tan asociado
a la vida de los universitarios- haya sido usado para significar a todo ente que “vive de
acuerdo a su propia ley” o que “se gobierna a sí mismo”.

Pero, al develar los conceptos de “ley” y “gobierno” como constitutivos de este vocablo,
la etimología nos muestra, además, cómo la autonomía se despoja de su sofisticado
manto filosófico, para mostrarnos, en impúdica pose, sus mundanos contornos políticos.
De suerte que, al desnudar sus raíces políticas, la autonomía se nos revela entonces
como un significante que emergió del sistema de significación de la discursividad política
y cuya función semántica ha sido la de significar una cualidad política: la cualidad del
autogobierno. Por lo que puede decirse -ahora en sentido filológico- que la autonomía
reenvía su significación al ámbito de la política, de allí que ésta se muestre como una
forma más de nombrar la libertad en el campo controversial de la acción moral.
Es por ello que en Kamii, C. (1968) la autonomía constituye el fundamento de

la praxis moral, dado que – como sostuvo el filósofo - si la voluntad no es autónoma no


puede entonces darse a sí misma la ley moral. Así por ejemplo, en la Fundamentación
de la metafísica de las costumbres, Emmanuel Kant nos muestra cómo el único principio
verdaderamente sólido de la moralidad lo constituye precisamente la autonomía de la
voluntad, ya que, es sólo a partir de la autonomía de la voluntad, que puede fundarse el
imperativo categórico, como el único comportamiento moral equivalente a la certidumbre
de la ley científica. Es en razón de lo anterior que Kant va a sostener, en la Crítica de la
razón pura (1960) que: “es la autonomía de la voluntad el único principio de todas las
leyes morales y de los correspondientes deberes”.

Piaget, J . (1967) decía: “Si para aprender física o lenguaje es necesario hacer
experimentos y analizar textos, para aprender a vivir en colectividad se necesita tener
experiencias de vida en común”. Consideramos que a los niños se les puede plantear
diversas actividades en las que a través de la estimulación cognitiva de la práctica en
actividades programadas y de las vivencias reales, puedan experimentar situaciones de
relación social.

• Definición

La autonomía personal se define como la manera de pensar por sí mismo, su decisión.


Ambas están relacionadas con el paradigma de la vida independiente tal como es
promovido por los colectivos de personas con discapacidad. La autonomía personal
implica al derecho de cada persona de poder tomar las decisiones que afectan a su vida
personal, y especialmente el de poder vivir en el lugar que uno quiera y ser atendido por
las personas (asistencia personal) que uno desee. Para ello las personas con
discapacidad reivindican el pago directo, la asistencia personal y las ayudas técnicas.

En la ley española (ley 39/2006 de promoción de la autonomía personal y atención a las


personas en situación de dependencia), autonomía personal se define del siguiente
modo: "Es la capacidad de controlar, afrontar y tomar, por propia iniciativa, decisiones
personales acerca de cómo vivir de acuerdo con las normas y preferencias propias así
como de desarrollar las actividades básicas de la vida diaria".

Para Hurlock, E. (1985) La autonomía hace referencia a la libertad que poseemos para
tomar decisiones por nosotros mismos. La autonomía se ejerce sin presión, se debe
seguir por deber no por convivencia. Se trata de lo propio que podemos formar a lo largo
de nuestras vidas, ya sea como complementación de uno ajeno o generado por nosotros
mismos.

• La Autonomía en la infancia

Según Ministerio de Educación (2013), Rutas de Aprendizaje fascículo I “Desarrollo


personal, social y emocional” la etapa que abarca la Educación Infantil tiene una decisiva
importancia en el desarrollo pleno y armónico de los niños, ya que en ella amplían sus
interacciones con los demás, actualizando sus instrumentos cognitivos, afectivos y de
relación. El instrumento fundamental con que cuenta el niño para relacionarse con el
medio es el propio cuerpo. El conocimiento y control del cuerpo es una tarea que ocupa
a l niño desde su nacimiento y durante toda la Etapa de Infantil. Mediante el
conocimiento y manejo de su cuerpo el niño será capaz de reconocer su propia
individualidad frente a los demás.

Un trabajo sistemático con el propio cuerpo conseguirá avanzar en la coordinación y el


control dinámico general que permitan al niño realizar actividades relacionadas con el
juego físico, desarrollando su capacidad global de movimiento.

El concepto de uno mismo se forma en gran parte por la interiorización de las


valoraciones positivas o negativas que proceden de las interacciones sociales con sus
iguales, con los padres y el profesor. Se van configurando así la autoestima y la propia
identidad, que posibilitan el logro de la autonomía. La función del docente es
fundamental, ya que se erige en figura privilegiada para los niños.

• La Autonomía en los de niños de 0-5 años

Hoy tenemos la necesidad de hablar de autonomía en los niños y niñas. La autonomía


no es algo que no tiene ninguna relación con el resto de dimensiones que forman la
personalidad del niño, no es algo aparte; precisamente, los niños todos lo viven de forma
global, y, por supuesto, así se desarrollan, en globalidad.

Según el psicólogo suizo Piaget, hay que diferenciar dos etapas o momentos en el
desarrollo del niño: la etapa sensomotora y la preoperatoria.

En la primera etapa, en la sensomotora (0-2 años), el niño o niña aprende mediante


ensayo y error. Aunque el niño/a aprenda, tiene que explorar su entorno, observar, tocar,
sentir los objetos que ahí encuentra.
En la segunda etapa, en la preoperatoria (2-6 años), en cambio, el niño/a tiende al
simbolismo. En este segundo momento o etapa de desarrollo, desarrollará
principalmente aspectos como el lenguaje, el pensamiento intuitivo, la autoestima, la
sociabilidad. Así mismo, las realidades y vivencias del niño/a suelen ser bastante
egocentristas.

La autonomía es un proceso que se produce en el desarrollo personal del niño/a: ser


capaz de poner distancia o independencia emocional respecto a las personas que más
ama. ¡Pero no es sólo eso! La autonomía también está estrechamente relacionada con
la seguridad que tiene uno consigo mismo, con la aceptación de las normas, con la
capacidad de superar la frustración y con saber aceptar responsabilidades.

En esa vía de desarrollo, como hemos citado al principio, el niño/a vive más de una
etapa. Sin embargo, eso no significa que todos los niños/as pasen por dichas etapas del
mismo modo y al mismo tiempo. A pesar de que el entorno donde vive el niño influye en
él, también tiene una importante incidencia la educación que sus padres le dan.

Según Palacios, J (1995) nos clasifica los hábitos según las edades. DE 3-5 AÑOS.

• HIGIENE

Todo lo referido a la higiene y autocuidado personal: control de esfínteres, lavarse las


manos sólo, cepillado de dientes, el baño, lavarse la cabeza, peinarse, usar los
productos de higiene.

• VESTIDO

Todo lo que se refiere al uso de prendas y su cuidado: ponerse distintas prendas


(pantalones, calcetines, abrigos, zapatos, cremalleras, botones…), guardarlas en el
lugar adecuado, elegir la propia indumentaria.

• COMIDA

Relacionado con la conducta alimentaria: comer solo, uso de los distintos instrumentos,
respetar unas normas básicas de educación en la mesa, prepararse una merienda.

• VIDA EN SOCIEDAD Y EN EL HOGAR

Son hábitos referentes a la relación con los demás, el uso de algunos servicios
comunitarios y la conducta en el hogar: van desde saludar a la gente conocida,
escuchar, pedir por favor y dar las gracias; respetar los turnos en juegos, pedir prestado,
conocer los lugares para cruzar la calle, evitar peligros (enchufes, productos tóxicos),
ordenar sus pertenencias, usar el teléfono, comprar, usar el transporte público o disfrutar
de servicios de ocio (ir al cine).

3.1.1. Antecedentes Bibliográficos

a) Cabría, C. (2012) en su proyecto de fin de Grado: “La importancia de la transmisión


de hábitos y rutinas en educación infantil” de la ciudad de Valladolid (España). Año
2012.” llegó a las siguientes conclusiones:

Los hábitos constituyen un factor decisivo en la construcción de la personalidad del niño.


Además, le identifican con el grupo social en el que han crecido, con sus valores y su
cultura, y le proporcionan una trama sólida a partir de la cual consolidan los procesos
de desarrollo del pensamiento. Los hábitos y rutinas son asimismo una fuente
inmejorable para la consolidación de conductas autónomas.

Es necesario que los hábitos sean estables y se constituyan en marco de referencia


para que determinadas situaciones operen como contextos familiares, próximos, en los
que los niños se encuentren cómodos y seguros. Adquirir buenos hábitos durante esta
etapa les convertirá en personas más seguras y con mayores niveles de autonomía y
autoestima.

Los niños necesitan seguir determinadas rutinas, pautas y normas de comportamiento


para sentirse seguros, confiados y tranquilos en su ambiente. Asimismo, los hábitos
ayudan a alcanzar ciertos niveles de equilibrio emocional, que les proporcionarán los
mecanismos necesarios para su educación y la construcción de su personalidad. Toda
la literatura científica avala que las edades tempranas operan como un momento
decisivo para incorporar y afianzar nuevos hábitos.

b) Bedoya, L. ,Giraldo, A. ,Montoya, N. ,Ramírez, L. (2013) en su trabajo de grado:” La


autonomía en la primera infancia desde el trabajo por proyectos” llega a las siguientes
conclusiones:

Durante la primera infancia, los niños están en capacidad de introducir procedimientos


ordenados para alcanzar metas; comprender las características de los objetos y las
acciones, construir explicaciones del mundo, los fenómenos y acontecimientos. Trata
en mayor medida de formular hipótesis sobre su entorno y su interacción con este,
intentando dar respuesta.
Previo a esto es importante mencionar que el Trabajo por proyecto al interior del Aula
genera una serie de experiencias y vivencias que le sirven al niño - niña- para configurar
su mundo socio-cultural. Dentro de la Fundación Senderos de Paz no es denominado
trabajo por proyectos, sino Proyectos de Exploración, estos proyectos nacen de la vida
diaria, de los intereses y necesidades de los niños, donde el maestro debe estar en

la capacidad de hacer lectura permanente de la realidad.

Estas acciones permiten ver procesos autónomos en los niños, participación en la toma
de decisiones frente lo que es correcto e incorrecto, uso de su lenguaje para
comunicarse y su responsabilidad frente a lo que hace.

3.2. TEORIAS CIENTÍFICAS

Así las cosas, cuando Piaget habla de autonomía del agente moral la sitúa, según su
interpretación, en el respeto por la regla, en tanto se constituye en una obligación que
debe interiorizarse.

Por el contrario, en caso de no respetarse las reglas -lo que se espera no suceda-,
daría lugar a un conjunto de efectos negativos que afectan la vida colectiva de los
individuos en la sociedad. Esta idea piagetiana de la autonomía reconoce la objetividad
de la regla como algo externo a los agentes morales. Por tanto, parece como si la noción
de autonomía en Piaget consistiera en la capacidad que tiene el agente para reconocer
y dar cuenta de las reglas acordadas en determinadas situaciones de la vida práctica
en una relación determinada por el mundo exterior.

Por el contrario, Kant plantea que cada uno de los individuos de la sociedad es un ser
moral regido por su condición innata para ello, a saber la razón práctica.

Esta última garantiza objetividad a la moralidad; esto es, no hace depender los
principios morales de un mundo moral externo que precede a los individuos; sino que
son derivados de un concepto universal que, en general, sólo la razón práctica de un
ser racional posee. Kant señala que en tanto contamos con el IC, la formación del
criterio moral en el niño no puede desligarse de él y ello se encuentra asociado a la idea
de autonomía, a saber: “…no elegir sino de tal modo que las máximas de la propia
elección estén comprendidas a la vez en el mismo querer como ley universal” (Kant,
1999 pág. 211).

3.3. VARIABLES
• Variable independiente: Uso de las rutinas

• Variable dependiente: Desarrollo de la identidad personal y autonomía

IV. MARCO METODOLOGICO


4.1. TIPO Y NIVEL DE INVESTIGACIÓN
• Tipo de investigación: Aplicada
• Nivel de investigación: Correlacional

4.2. DISEÑO DE INVESTIGACIÓN

En el presente trabajo de investigación se hizo uso del diseño cuasi experimental,


con pre test y post test cuyo esquema es el siguiente:

Ge: A1 ---------------------- X --------------------------- A2

Gc: A3 A4

Dónde:

G.E: Es el Grupo Experimental.

A1: Grupo Experimental a quien se aplicó el pre test.

X: Programa de rutinas.

A2: Grupo experimental a quien se aplicó el post test.

G.C: Es el Grupo Control.

A3: Grupo control a quien se aplicó el pre test.

A4: Grupo control a quien se aplicó el post test.

4.3. POBLACIÓN Y MUESTRA

4.3.1. Población
• Población Universal

La población universal estuvo conformada por 119 alumnos de 2 años, 3 años “A”, 3
años “B”, 4 años “A”, 4 años “B”, y 5 años “A”, 5 años “B” de la I.E.E. “Pasitos” del distrito
de Yanahuara - Arequipa

3 años “A” 3 años “B” 5 años “A” 5 años “B”


AULAS
Niños 8 8 11 12
Niñas 7 9 7 6
Total 15 17 18 18

4.3.2. Muestra

La muestra de la presente investigación se conformó a través del muestro


intencional y estuvo constituida por todos los niños/as de 3 años matriculados en
la I.E.E. “Pasitos” cuyo número asciende a 32 niños/AS, distribuidos de la
siguiente manera el aula de 5 años “A” será el grupo control y el aula de 5 años
“B” será el grupo experimental siendo 15 y 17 niños respectivamente,
agrupándolos de la siguiente manera:

3 años “A” Grupo 3 años “B” Grupo

Aulas Control Experimental %


Niños 8 8 50 %
Niñas 7 9 50 %
Total 15 17 100 %

4.4. MÉTODOS

4.5. TÉCNICAS DE RECOLECCIÓN

4.6. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN


• Procedimientos a seguir

• Recopilación bibliográfica adecuada

• Recopilar datos informativos

• Aplicación del instrumento a la muestra escogida

• Procedimientos estadísticos

• Construcción de cuadros estadísticos

• Construcción de gráficos estadísticos

V. ASPECTOS ADMINISTRATIVOS

5.1. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES DETALLADO

5.2. PRESUPUESTO

5.2.1. Bienes

5.2.2. Servicios

5.3. FINANCIAMIENTO

VI. BIBLIOGRAFÍA GENERAL

6.1. REFERENCIAS

6.2. BIBLIOGRAFÁ BÁSICA

6.3. REVISTAS

6.4. INFORMACIÓN POR INTERNET

6.5. INFORMACION EN OTRO IDIOMA

ANEXOS

FICHA DE INVESTIGACIÓN
CUESTIONARIO

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