Estrategias para La Comunicación - Administración
Estrategias para La Comunicación - Administración
Estrategias para La Comunicación - Administración
Imaginémonos una organización en la que sus integrantes no compartieran información con quienes dependen de ella para
lograr sus objetivos; en la que no existieran canales formales de comunicación, y las noticias pasaran de boca en boca a través
de la red informal; en la que los jefes nunca le dijeron a sus colaboradores lo que se espera de ellos, ni cómo van a ser
evaluados, ni les dieran retroalimentación, ni nada que pudiera servirles para desempeñar sus trabajo adecuadamente; en suma,
en la que la comunicación fuera completamente rudimentaria, con graves deficiencias, distorsiones y omisiones dicha
organización desaparecería, inevitablemente, al corto plazo.
La comunicación en la empresa es un aspecto clave y necesario para que la empresa pueda desarrollarse y llegue a alcanzar un
determinado éxito ya que la función que cumple es la de apoyar la estrategia de la empresa para que de una manera coherente
se produzca la integración entre los planes, los objetivos y las distintas acciones formativas de la empresa y que se produzca a
todos los niveles de una empresa.
RESUMEN
Dentro de la comunicación en la empresa, podemos distinguir entre: interna y externa. La comunicación interna es la que se
produce en el interior de la empresa, entre los miembros que forman parte de ella, tanto a través de los canales formales
establecidos para ello (reuniones internas, correo electrónico, intranet, redes sociales corporativas), como a través de las
diferentes redes sociales y relaciones personales entre los miembros de la misma. Aunque, en muchos casos, no se le da la
importancia que merece, resulta vital para fomentar la participación y el compromiso de las personas que forman parte de la
organización. Es importante fortalecer una identidad corporativa interna, en la que todos los integrantes de la empresa se
sientan identificados con la marca, antes de poder lanzar a los clientes una imagen corporativa consistente.
En cuanto a la comunicación externa, su trascendencia se encuentra en la capacidad que la empresa tenga para proyectar y
reforzar su imagen dentro de los diferentes grupos de interés de la organización (potenciales clientes, ciudadanía,
administración pública), dando a conocer los proyectos o actividades a las personas a las que en verdad quieren dirigirse, para
conseguir, de alguna forma, la interacción de los mismos con la marca. Resulta una herramienta estratégica vital para que la
empresa se posicione en el mercado, pero ya no se debe limitar al mensaje publicitario en sí, sino que se debe construir en base
a una comunicación integral, basada tanto en la agilidad de respuesta ante opiniones y menciones positivas externas, como en
la sensibilidad y empatía ante las diferentes crisis de marca que se puedan producir en casos concretos.
En las empresas, los efectos positivos de la comunicación son evidentes: mejora la competitividad de la organización, así como
la forma en la que se puede adaptar a los cambios que se produzcan en su entorno, con el fin de conseguir los objetivos que se
hayan propuesto inicialmente. Al mismo tiempo, la existencia de una comunicación en la empresa eficaz, fomenta la
motivación de los empleados, así como el compromiso y la implicación en las tareas corporativas, creando un clima de trabajo
integrador.
Comunicación vertical ascendente: es aquella en donde el mensaje surge en un nivel jerárquico inferior (un
subordinado, un operario, etc.), y va dirigido a un nivel jerárquico superior (a la dirección, a un jefe, etc.). Se
presenta bajo la forma de sugerencias, propuestas, reclamos, etc.
Los instrumentos recomendados para la comunicación vertical ascendente son:
Entrevistas
Intranet de la empresa
Plataformas de gestión de tareas
Correo electrónico
Reuniones periódicas
2. Comunicación horizontal: es aquella que se da entre integrantes de un mismo nivel jerárquico. Tiene como
principal función la de facilitar la coordinación de actividades.
La mayoría de esta comunicación es informal y los instrumentos recomendados son:
Reuniones de departamento o equipo
Correo electrónico
Redes sociales
Comité informativo
La comunicación interna es la comunicación dirigida al cliente interno, es decir, al trabajador. Nace como respuesta a las
nuevas necesidades de las compañías de motivar a su equipo humano y retener a los mejores en un entorno empresarial donde
el cambio es cada vez más rápido. No olvidemos que las empresas son lo que son sus equipos humanos, por ello, motivar es
mejorar resultados.
Es un error pensar que la comunicación interna es «un lujo» y algo exclusivo de las grandes empresas y máxime en la etapa
que estamos atravesando que viene marcada por unos resultados un tanto inciertos a todos los niveles. De ahí que se esté
convirtiendo en uno de los grandes retos profesionales del siglo XXI, donde todavía son pocas las entidades que desarrollan
una adecuada política de comunicación interna que contribuya a implantar los cambios y a lograr los objetivos corporativos y
estratégicos de la compañía.
Sin duda, estos objetivos globales no serán los únicos que se planteen a nivel de Comunicación Interna, sino que servirán de
guía y de marco de referencia a otros objetivos específicos o particulares, que se podrán establecer en función de las
características de la organización y de la situación en que se encuentre la compañía.
1. Más allá de la difusión de información: Durante muchos años se han creado estrategias de comunicación interna
para difundir la información sobre la empresa entre los trabajadores. Hoy en día conviene dar un paso más allá y
crear estrategias que fomenten el sentimiento de orgullo y de pertenencia.
Las corporaciones no solo han de fijar sus estrategias de comunicación en el público objetivo que forma el grupo de
clientes – usuarios – consumidores, sino también han de ganarse la confianza de sus trabajadores, colaboradores y
proveedores. El conjunto refuerza los valores de la marca, de su branding.
2. Plan de comunicación interna: Las empresas que deseen lograr la fidelización de sus colaboradores han de
desarrollar un plan de comunicación interna que esté vinculado a su misión, a su visión y a sus valores. Así
conseguirán embajadores de marca comprometidos y capaces de difundir, por sus propios medios y canales, los
valores de la marca. Para ello, hay que asegurarse de que la información es recibida de manera correcta y que genera
el impacto deseado.
Es muy importante controlar el flujo de información dentro de la empresa, crear espacios en los que participen los
empleados directamente, opinen y aporten. Se necesitan líderes del siglo XXI, humildes y capaces de guiar equipos
humanos que se sientan implicados e importantes. El feedback de la escucha activa es clave para conseguir buenos
resultados en un plan de comunicación interna.
3. Agentes que participan en la comunicación interna de las empresas: En el marco de la comunicación interna se
abre el debate sobre qué departamento debe dirigir el plan, si el de recursos humanos o el de comunicación. En
realidad, ambos deben colaborar entre sí para que la estrategia responda a los objetivos de la corporación. Hay que
lograr la alineación entre las acciones y las metas, crear una estrategia que sitúe al público objetivo interno en el
centro. Para ello, es imprescindible la implicación de los líderes y de la cúpula directiva. Han de crearse
herramientas de participación que favorezcan la implantación de una nueva cultura empresarial basada en el people
engagement. El trabajador o el colaborador se convierten en embajador de la marca, en employer branding. La
comunicación interna ha de ser coherente con la externa, por eso es tan importante la coordinación entre el área de
recursos humanos y la de comunicación.
4. Objetivos de la comunicación interna: La comunicación interna está dirigida a los empleados y a los
colaboradores de la compañía. Persigue conseguir embajadores de marca internos que, a su vez, se conviertan
prescriptores frente a otros stakeholders. Si los trabajadores se sienten implicados y motivados, trasladan ese
sentimiento a clientes, proveedores y otros públicos de la propia empresa. Brindan una ventaja competitiva natural y
de confianza que refuerza las campañas de comunicación externa.
5. Las tendencias más actuales: Para conseguir motivar, desarrollar el talento y fidelizar al equipo humano, es preciso
crear estrategias de engagement. La tendencia en las corporaciones se centra en optimizar las herramientas online,
los canales de social media y la tecnología.
La comunicación interna se desarrolla en tiempo real e involucra a todos los actores de la empresa de manera
transversal, desde la cúpula directiva hasta el último empleado. Todos son importantes. Las corporaciones han de
aprovechar al máximo las ventajas que brinda la tecnología. Han de crear contenidos audiovisuales, multimedia e
interactivos que maximicen el impacto de cada acción para conseguir los objetivos de comunicación planteados.
6. Beneficios de la comunicación interna: Se ha demostrado que la comunicación estratégica ha de centrar gran parte
de sus acciones en la comunicación interna. Es clave para lograr los objetivos de negocio, la mejora de la
productividad, la eficiencia, la competitividad y el posicionamiento de la firma.
En este sentido, cabe destacar que un buen plan de comunicación interna no solo ha de perseguir la mejora de estos
indicadores, sino que ha ser capaz de trasladar a todo el equipo la importancia que tienen. Los empleados han de
hacer suyos los objetivos de negocio y, para eso, primero deben sentirse importantes, relevantes en la organización,
implicados y comprometidos.
Con una buena comunicación interna, las empresas consiguen atraer y retener el talento. Trabajan optimizando la
gestión de las personas, lo que implica la colaboración del área de recursos humanos y de comunicación. Las
acciones de formación, de mejora de las habilidades, de participación y comunicación son fundamentales en las
actuales organizaciones.
1. La escucha activa: La escucha activa capta el feedback interno. Hay que realizar un estudio del clima cualitativo y
cuantitativo. Un análisis que mida la temperatura y marque las líneas de un plan de acción que dé respuesta a las
necesidades existentes y a los objetivos planteados.
2. Planificación estratégica: La empresa ha de crear estrategias en función del público objetivo al que se dirige. Los
mensajes y los contenidos para los empleados no son los mismos que se crean para los clientes o los proveedores.
Cada público ocupa su lugar en el mapa de stakeholders de la corporación, cada uno exige una estrategia de
comunicación concreta.
3. Compromiso transversal : Para lograr la implicación del equipo de base, antes ha de conseguirse la del equipo
directivo de la empresa. Los líderes marcan el camino que el resto sigue. La política de liderazgo actual se basa en la
humildad y en las acciones de motivación que permiten crear equipos fuertes, productivos, innovadores y
competitivos.
Es importante disponer de redes de colaboradores internos que faciliten la comunicación entre los grupos de personas
que integran la organización. Todos han de compartir un objetivo común. Los trabajadores no solo han de conocer la
misión y la visión de la empresa, sino que han de vivir sus valores y sentirlos propios.
4. Transparencia y asertividad: Para ganarse la confianza de las personas, es imperativo mantener una gestión
transparente. Los directivos han de contar lo que pasa a sus respectivos equipos. El asertividad cobra protagonismo en
este tipo de organizaciones. Las personas son conscientes de la importancia de sus derechos, pero también de sus
obligaciones, del respeto y de la libertad individual.
4. Crear una cultura colaborativa: La empresa ha de favorecer la creación de una cultura colaborativa y de cooperación
que sea reconocida. De esta manera, conseguirá reforzar la confianza y la autoestima de cada miembro del grupo. La
colaboración se consigue a partir de la participación.
5. No temer al cambio: El ecosistema empresarial evoluciona constantemente y los trabajadores han de ser verdaderos
actores del cambio. La empresa ha de ser flexible y no enrocarse en patrones conservadores que limiten la innovación.
6. Incluir la estrategia de comunicación interna en los programas de la empresa
La estrategia de comunicación interna ha de estar incluida y adaptada a los diferentes programas de la corporación: de
acogida de empleados, de formación, de voluntariado, entre otros.
7. Optimizar la tecnología: La empresa ha de crear contenidos que sean atractivos para sus trabajadores, fáciles de
asimilar y ver. Los vídeos virales o documentos multimedia son buenos recursos para conseguirlo. Las corporaciones
han de nutrirse de estrategias digitales y utilizar los canales que les permitan crear comunidad.
8. Sencillez y claridad para conseguir el impacto deseado: Los mensajes que lance la empresa a su equipo humano han
de ser sencillos y claros para no crear dudas o confusión. Para ello, han de responder a los objetivos de informar,
persuadir, recordar, conversar y aportar.
L. Niveles de comunicación
Se entiende la comunicación como el acto que permite la transmisión e intercambio de ideas, pensamientos y sentimientos
entre las personas. Se considera una relación interactiva y dinámica y se define como el proceso mediante el cual dos o más
personas intercambian ideas, conocimientos, informaciones y opiniones por diferentes medios, con la finalidad de lograr
comprensión, dando origen a un intercambio permanente de significados entre ellas. Hay tres niveles de comunicación:
Nivel Cultural: La comunicación se establece entre distintas instituciones de la sociedad. Los códigos utilizados son la
lengua, el dialecto e incluso el acento.
Nivel Organizacional: El ámbito de la comunicación con este nivel es de las organizaciones de producción. Se utilizan
códigos específicos como los términos técnicos o la jerga propia de la profesión.
Nivel interpersonal: La comunicación se establece entre las personas dentro de los grupos. A través de este sistema el
individuo presenta sus propia imagen de los demás.
Notas de prensa o comunicados. Las notas de prensa reflejan las informaciones que la empresa envía directamente a
los medios de comunicación y, a través de los cuales, da a conocer hechos novedosos y de cierto interés periodístico
sobre la compañía: nuevos productos, incorporación de tecnologías, designaciones de cargos, etc. En el caso de los
comunicados, aunque son muy similares, se emplean para transmitir a los medios una valoración sobre algún
acontecimiento sucedido, como puede ser en un caso de crisis de comunicación (un accidente laboral de un trabajador,
varios despidos, acusaciones…).
Publicidad. Otro de los formatos clásicos de la comunicación externa es la publicidad, aunque hoy en día no hay que
limitarse a los anuncios tradicionales en radio, televisión, prensa o catálogos, sino que hay que abrir la mente a nuevas
posibilidades, como los espacios patrocinados digitales o el ‘street marketing’.
Web corporativa. Ya también se ha convertido en un imprescindible de toda compañía, cualquiera que sea su tamaño.
A través de esta plataforma, la empresa puede informar al usuario sobre sus productos y servicios, propósito
empresarial, política y valores, agenda de actividades, organigrama, etc. La navegabilidad, legibilidad y transparencia
son los tres requisitos de toda web corporativa.
Blog. Más recientemente se han incorporado los blogs a la comunicación externa corporativa. Se trata de ‘microsites’
donde las informaciones que publica la empresa ya no son meramente institucionales, sino que aportan un valor
añadido, abordando temas de interés general para el público objetivo de la marca.
Redes sociales. Contar con perfiles en las redes sociales permite a la firma llegar a un público muy amplio, tanto
general como especializado. Por ejemplo, a través de LinkedIn se puede desarrollar una estrategia de employer branding
para atraer a los mejores talentos. Estas herramientas, además, siguen incorporando nuevas formas de comunicación,
como es el caso de las aplicaciones para realizar retransmisiones en directo,habilitadas en las principales redes sociales.
Boletines digitales. Una manera de mantener informadas a las personas interesadas en la empresa son los boletines
digitales. Se trata de emails en los que la compañía recoge temas de interés para los destinatarios: descuentos,
promociones, resúmenes de noticias o entradas al blog…
Llamadas telefónicas. Los ‘call centers’ son uno de los canales más complejos, pues se trata de un contacto directo y,
en la mayoría de ocasiones, no solicitado, que puede perjudicar la imagen de empresa. Por ello, es importante cuidar
todos los detalles para evitar que provoque el efecto contrario al deseado.
1. Crear un gabinete de comunicación o desarrollar una estrategia de comunicación. Sea cual sea la opción elegida,
está claro que hay que tener un plan para poder desarrollar una comunicación externa efectiva en la empresa. Si la
empresa se lo puede permitir, puede ser interesante contar con un gabinete de comunicación, pero en caso de que esto
no sea posible se debe estudiar una buena estrategia de comunicación que determine cómo serán las comunicaciones
de la empresa en cualquier momento.
2. Comunicar las crisis a tiempo. Muchos negocios piensan que por no comunicar las crisis es como si no existieran,
pero la realidad es que hay que comunicarlas lo antes posible, ya que en caso contrario empezarán los rumores que
después no podrán ser controlados. En primer momento hay que comunicarlo a los empleados y socios
tranquilizándolos y explicando la situación; y después, tras haber estudiado muy bien cómo se hará, se debe
comunicar a los medios indicando las medidas que se van a tomar para que la crisis sea sólo algo puntual. Además de
trabajar para vencer las crisis, hay que saber comunicarlas para evitar que las comunicaciones sobre ellas se salgan de
las manos de la empresa.
3. Comunicar todo lo que se considere necesario. La empresa debe optar por una estrategia en que la comunicación es
clave, comunicando aquellas cosas que considere relevantes tanto a los empleados y socios como a nivel externo. Para
ello pueden utilizar los diferentes medios de comunicación, entre los que se pueden encontrar también los blogs
corporativos y redes sociales.
4. Crear notas de prensa siempre que se tenga algo relevante que comunicar. Las notas de prensa eficaces son un
medio muy efectivo de darse a conocer y ganar visibilidad, aunque si no se hacen bien o se abusa de ellas pueden
acabar perdiendo su valor. Es importante saber cómo hacer que se extiendan lo máximo posible comunicándose con
responsables de elementos de comunicación a los que puedan interesar y utilizando medios de distribución de notas de
prensa.
5. Crear un buen plan de marketing y promoción empresarial. El marketing y la promoción son dos aspectos
realmente muy importantes en la empresa, ya que si esta no se conoce ni tiene clientes ni ventas ni ganancias ni nada.
Es especialmente importante en negocios no muy bien ubicados o en internet, pero cualquier negocio necesita un buen
plan de marketing y promoción, aunque también consigan nuevos clientes con el boca a boca.
6. Tener perfil en las redes sociales. Contar con un perfil activo en las redes sociales ayuda a que las empresas se
comuniquen, se den a conocer, mejoren su imagen corporativa y puedan conseguir nuevos clientes (incluso pueden
encontrar proveedores o iniciar allí un proceso de selección de personal).
7. Tener buenos contactos con personas relevantes en el sector. Si se tienen buenos contactos pueden ser aprovechados
en el momento en que sean necesarios, y además es bueno mantenerlos para tener buenas relaciones con personas del
sector que pueden ser de interés.
8. Darse a conocer en algunos blogs influyentes en el sector. Si la empresa o negocio se da a conocer en algún blog
influyente del sector llegará a una buena cantidad de audiencia interesada en ella, por eso hay que buscar la forma de
aparecer allí como en otros medios.
9. Mejorar la comunicación interna en la empresa. Para mejorar la comunicación externa, hay que empezar por mejorar
la comunicación interna, y para ello no hay nada mejor que crear un buen plan, apreciar e informar a los empleados y
trabajar constantemente en favorecer la comunicación de la empresa.
10. Intentar mejorar la reputación corporativa de la empresa. Cuanta mejor sea la reputación de la empresa mejor
pueden ser sus resultados, y además la información que aporten será mejor considerada. Por ello, hay que trabajar en
la mejora continua y en dar una mejor imagen.
CONCLUSIONES
La comunicación interna ocupa uno de los lugares más importantes de la estrategia empresarial. Con su correcta gestión se
consiguen equipos humanos comprometidos con la misión, visión y valores de una organización. En el mapa de stakeholders
de una empresa, hay que poner el foco en los trabajadores para mejorar la productividad, la imagen, la competitividad y el
posicionamiento. La reputación de la empresa empieza con su comunicación interna.
Hoy en día la comunicación se ha convertido en una herramienta estratégica dentro de toda empresa que quiera estar bien
posicionada en el mercado. Esto no quiere decir que la comunicación sea la clave del éxito, pero sí que forma parte de él, y
de hecho a través de ella vamos a acercar al mercado la imagen que queremos que se tenga de nuestra empresa, lo que nos va
a permitir posicionarnos de manera más competitiva.