1 SM
1 SM
1 SM
Resumen
Este artículo hace un recorrido por las obras de Michel Foucault que incursionan en la
construcción de la subjetividad y su relación con el cuerpo humano. En Foucault esto se
realiza a través de las ‘Tecnologías de Si,” que incluyen la inquietud y el cuidado de Sí,
durante los períodos históricos que inician en tiempos greco-romanos y terminan en los
albores de la modernidad.
Palabras clave: Foucault, tecnologías de si, subjetividad, genealogía, cuerpo.
Abstract
This article runs through the works of Michel Foucault that deal with the construction of
subjectivity and its relationship with the human body. In Foucault, this is done through
the “Technologies of Self,” that include self questioning and care oneself, during the
historical periods that start in greco-roman times and end with the beginning of
modernity.
Key Words: Foucault, technologies of the self, subjectivity, genealogy, body.
9
GIL: Hacia una construcción del sujeto en Michel Foucault
Introducción
El ser humano y su circunstancia son el punto focal de los temas que Foucault
aborda sobre la identidad, la existencia, el cuerpo y la verdad. Un ser “sapiente” que se
cuestiona sin cesar sobre su existencia, su propósito, su finitud y su salvación.
10
Wimblu, Rev. Estud. Esc. de Psicología UCR, 13(1) 2018 (marzo-junio): 9-26 /ISSN: 1659-2107
11
GIL: Hacia una construcción del sujeto en Michel Foucault
En el momento Greco-Romano
Durante los años 80, Foucault se aleja de la modernidad para remontarse siglos
atrás. Incursiona en el análisis de la subjetividad en El Acibíades de Platón y se va a
preocupar más sobre la construcción del sujeto como un proyecto de soberanía
individual. Hablará sobre el cuido de sí, la inquietud de sí, la cultura de sí, y el gobierno
de sí, dentro de una serie de prácticas o tecnologías ascéticas, corporales y sexuales,
dirigidas la búsqueda personalizada de la verdad en el sí mismo.
Foucault enmarca la subjetividad, dentro de un análisis que es tanto genealógico
como arqueológico, donde la arqueología viene a ser el análisis de lo que existe, de lo
que es, dentro de una práctica discursiva con el hombre como principal objeto de
estudio. En la época de Alcibíades esta práctica tiene que ver con un viaje dirigido a que
el sujeto, con la mediación de un maestro que le siembra una inquietud, aprenda el
gobierno de sí mismo y se convierta en lo que es, en su verdad. En la cultura griega la
“epimeleiaheautou” o la Inquietud de Sí, va siempre ligada a la subjetividad o
12
Wimblu, Rev. Estud. Esc. de Psicología UCR, 13(1) 2018 (marzo-junio): 9-26 /ISSN: 1659-2107
13
GIL: Hacia una construcción del sujeto en Michel Foucault
14
Wimblu, Rev. Estud. Esc. de Psicología UCR, 13(1) 2018 (marzo-junio): 9-26 /ISSN: 1659-2107
En la época helénica
Este es el Período del Alto Imperio, que se da en los siglos I y II d.c. con las
filosofías cínica, epicúrea y estoica. Para Foucault (1982) es la Edad de Oro de la
Inquietud de Sí, que pasa de la formación/saber en El Alcibíades a la corrección/
liberación en los estoicos. La Inquietud de Sí se transforma en un imperativo universal,
dentro de un enfoque más vasto y crítico, donde el sujeto debe ocuparse de sí mismo
como fin último de su existencia. El Yo es el objeto sobre el cual se desvela,
ocupándose del gobierno de Sí y no del gobierno de los demás. Aprender a preocuparse
y cuidar de sí mismo como objeto es una actividad adulta, continua y regulada, donde el
Sí Mismo es el objeto de atención constante. Según el autor, en Platón la subjetividad se
relaciona dialécticamente por medio del diálogo, mientras en este período hay temas
relacionados a escuchar la verdad para encontrar la verdad dentro del Yo. Esta gran
15
GIL: Hacia una construcción del sujeto en Michel Foucault
16
Wimblu, Rev. Estud. Esc. de Psicología UCR, 13(1) 2018 (marzo-junio): 9-26 /ISSN: 1659-2107
dentro del cristianismo. Es entrenarse dentro de una técnica adulta que contiene cuatro
expresiones o funciones: función crítica o deshacerse de malos hábitos, función de lucha
o combate permanente, función curativa o dispensario del alma y función ilimitada del
maestro como guía. “Es el ejercicio que involucra absorber una verdad dada por una
enseñanza convertida en un principio interno, que es siempre permanente y siempre
vigente en acción” (Foucault, 1982, p.474.) Para que la Práctica de Sí llegue a ese Yo al
que apunta, éste debe constituirse como objeto y en este proceso siempre se necesita del
otro en magisterio: magisterio del ejemplo, magisterio de los mayores, magisterio de la
competencia, magisterio de saberes, magisterio del diálogo y de la turbación. Ya no es
el maestro el que ilumina al otro con lo que debe conocer como sucedía entre Sócrates y
Alcibíades, ahora tal y como está plasmado en las obras de Séneca y Marco Aurelio,
existe un mediador en la formación del individuo como sujeto.
En este entorno, surge la salvación como algo fundamental y diferente a como se
entendía el concepto dentro del cristianismo. Salvarse a sí mismo, se convierte en el
objetivo principal de la vida y de la práctica filosófica. La salvación vista dentro de las
Tecnologías de Sí, significa recuperar derechos, libertad e independencia. Salvarse es
escapar de un riesgo que está siempre presente, es mantenerse en un estado continuo e
inalterable de auto observación que asegura la felicidad y la serenidad. Es un estado que
permite transitar de la muerte a la vida y del mal hacia el bien, donde el Yo, es el motor,
el objeto, el instrumento y la finalidad de la salvación. “Quien se salva es aquel que se
encuentra en un estado de alerta, en un estado de resistencia, en un estado de dominio y
soberanía de sí que le permite rechazar todos los peligros, todos los ataques y todos los
insultos.” (Foucault, 1982, p. 183.)
Para Foucault la salvación es la liberación con respecto a aquello de lo que no
somos amos, para llegar a aquello de lo que sí podemos serlo. Nos libera desviándonos
de nosotros mismos, en un proceso donde sin perdernos de vista, logramos mirar la
totalidad de la existencia. Es un saber útil que el Yo aprende apartándose en su silencio
y soledad, para luego retornarse, logrando la soberanía que brinda el acceso a una
verdad que luego es compartida. Para Séneca: “lo grande es tener el alma al borde de los
labios y presta para partir; entonces somos libres no por derecho de ciudadanía, sino por
derecho de naturaleza.” (Foucault, 1982, p. 422.)
Ese recorrer el gran ciclo del mundo, con el alma lista para partir, convierte a la
vida misma en una continua prueba donde el ser humano, dentro de un contínuum se
torna sujeto para sí mismo en libertad. Es el acto de retornarse, de subjetivarse, luego de
17
GIL: Hacia una construcción del sujeto en Michel Foucault
contemplar la tierra desde ese punto en las alturas, donde la naturaleza le confirma al Sí
Mismo que observado desde allí, es sólo es un pequeño punto en la vastedad del
universo, donde al unísono se arraiga en su pertenencia. “En el estoicismo este recorrido
es un pasaje de la sombra a la luz, donde se da una especie de modalización espiritual
del sujeto, dentro de una “espiritualidad del saber” y una “práctica y ejercicio de la
verdad” (Foucault, 1982, p. 305.) Esta práctica se logra en el silencio de la escucha y la
distancia que eventualmente permite compartir las experiencias percibidas, dentro de
una ética de la verdad sin cabida alguna para la retórica y la adulación.
Para Séneca, en primera instancia no se trata de descubrir la verdad en el sujeto, sino de
recordar la verdad, de recobrar una verdad que ha sido olvidada. En segundo lugar, el
sujeto no se olvida de sí mismo, ni de su naturaleza, su origen o su afinidad
sobrenatural, sino de las reglas de conducta, lo que tenía que haber hecho. Tercero, el
recuerdo de los errores cometidos durante el día, permite medir la diferencia entre lo
que se ha hecho y lo que tendría que haberse hecho. Cuarto, el sujeto no es el punto de
partida en el proceso de desciframiento, sino el punto donde las reglas de conducta se
reagrupan en la memoria. El sujeto constituye la interacción entre los actos que han de
ser regulados, y las reglas sobre lo que ha de hacerse. Esto es bastante distinto a la
concepción platónica y a la concepción cristiana de la consciencia. (Foucault, 1990, p.
47.)
La figura del saber espiritual en Marco Aurelio correlaciona en cierto modo con
la figura del saber en Seneca, pero en del Las Meditaciones, la práctica de este saber se
realiza desde un sendero a la inversa. El movimiento espiritual del sujeto se da a partir
del punto en que se encuentra en el mundo y en vez de proyectarse hacia lo alto, se
hunde dentro del mundo, logrando de esta forma, examinar hasta el menor de los
detalles. Este es el saber que se adquiere desde lo interno de la persona, donde el único
instante de realidad, el único momento que importa en el proceso de subjetivación, es el
presente. Es el instante de encuentro consigo mismo en que el Sí se topa con la
impactante libertad de interiorizar lo que descubre sobre sí mismo en ese preciso e
irrepetible momento. Es el acto de entrar al corazón de las cosas para adquirir la
posibilidad de captarlas en su verdad y su valor real, en un proceso que se repite a lo
largo de toda la vida. Este es el desplazamiento de la Conversión de Sí hacia el Sí
Mismo que no es una renuncia de sí. Y es precisamente a partir de este proceso que
profundiza en el conócete y cuídate a ti mismo, donde Foucault se hace una serie de
preguntas conducentes a los albores del cristianismo, al poder pastoral y la modernidad.
¿No encontramos allí, en ese precepto helenístico y romano de la Conversión de Sí, el
punto de origen, la raíz primordial de todas esas prácticas y conocimientos que se
desarrollarán a continuación en el mundo cristiano y en el mundo moderno? ¿No
encontraríamos allí la primera forma de lo que luego podría llamarse ciencias del
18
Wimblu, Rev. Estud. Esc. de Psicología UCR, 13(1) 2018 (marzo-junio): 9-26 /ISSN: 1659-2107
19
GIL: Hacia una construcción del sujeto en Michel Foucault
En la Modernidad
20
Wimblu, Rev. Estud. Esc. de Psicología UCR, 13(1) 2018 (marzo-junio): 9-26 /ISSN: 1659-2107
El cogito moderno no conduce a una afirmación del ser, sino que se abre justamente a
toda una serie de interrogaciones en las que se pregunta por el ser (p.316,) el papel del
pensamiento, su iniciativa propia, será acercarlo más al Sí Mismo; todo el pensamiento
moderno está atravesado por la ley de pensar lo impensado, en reflexionar en la forma
del Para Sí los contenidos En el Sí, de desenajenar al hombre reconciliándolo con su
propia esencia.” (p.318.) (Foucault, 1966.)
21
GIL: Hacia una construcción del sujeto en Michel Foucault
reflexiva porque se ejerce por medio de la razón. Si nos vamos a gobernar a nosotros
mismos debemos saber cómo somos gobernados y qué posibilidades tenemos de
construir una autonomía que nos permita ir hasta los límites de esa sujeción para luego,
romperlos. Para Foucault en el poder del Estado, la sujeción y la dominación se
entrecruzan con la explotación por medio del poder pastoral, que ejerce su poderío
penetrando y hurgando en la vida del sujeto durante toda su existencia utilizando los
binarios que categorizan a las personas y las colocan en puestos inamovibles que habría
que romper para lograr la individualidad. Este poder necesita llegar a la verdad de una
forma muy diferente a como se hacía en las épocas antiguas, necesita hurgar y conocer a
su rebaño al interior y al exterior, para dirigir las conciencias que lo componen
subyugándolas y clasificándolas. (Drayfus y Rabinow, 2001, p. 244 - 259.) En este
sentido Foucault afirma:
Con el propósito de entender de qué se tratan las relaciones de poder, tal vez deberíamos
investigar las formas de resistencia y los intentos hechos para disociar estas relaciones.
Como punto de partida, tomemos una serie de oposiciones que se han desarrollado en
los últimos años: la oposición del poder del hombre sobre la mujer, la de los padres
sobre los niños, la de la psiquiatría sobre la enfermedad mental, la de la medicina sobre
la población, la de la administración sobre la forma de vivir de la gente. (Foucault,
2001, p. 3.)
22
Wimblu, Rev. Estud. Esc. de Psicología UCR, 13(1) 2018 (marzo-junio): 9-26 /ISSN: 1659-2107
Contrario a épocas anteriores, para él, los cuerpos modernos y por ende las
identidades, están sometidos, normalizados, objetivizados, divididos, envueltos en
continuas prohibiciones. Sobre la fragmentación que sufre el ser humano en la
modernidad afirma:
En la segunda parte de mi trabajo he estudiado los modos de objetivación a los
que yo llamaría “prácticas divisorias. El sujeto está dividido tanto en su interior
como dividido de los otros. Este proceso lo objetiva. Los ejemplos son el loco y
el cuerdo, el enfermo y el sano, los criminales y los buenos. (Foucault, 2001,
p.1.)
Las personas diferentes son consideradas anormales y por tanto hay que
controlarlas y subyugarlas. En este sentido, “la familia indefinida y confusa de los
anormales, el temor de los cuales asediará el siglo XIX, se formó en correlación con
todo un conjunto de instituciones de control, toda una serie de mecanismos de vigilancia
23
GIL: Hacia una construcción del sujeto en Michel Foucault
Conclusiones
Al incursionar en el tema de la construcción de la subjetividad en algunos textos
y discursos de la extensa obra de Michel Foucault, hemos visto como la construcción
del sujeto, se realiza en formas muy distintas en cada una de las épocas recorridas. En el
momento greco/romano el sujeto joven emprende un viaje hacia Sí Mismo dentro del
proceso del cuido de sí y la búsqueda de la verdad con la mediación de un maestro. En
24
Wimblu, Rev. Estud. Esc. de Psicología UCR, 13(1) 2018 (marzo-junio): 9-26 /ISSN: 1659-2107
Referencias bibliográficas
25
GIL: Hacia una construcción del sujeto en Michel Foucault
26