Derecho y Perspectiva de Género
Derecho y Perspectiva de Género
Derecho y Perspectiva de Género
JURÍDICA
sentencia es que por primera vez un tribunal internacional de derechos humanos tiene la
oportunidad de tratar un caso sobre población penal femenina lo cual ha permitido que se
establezcan estándares vinculantes importantes en relación a los derechos de prisioneras
en la región y un precendente mundial bajo el derecho internacional.
Palabras claves: Corte Interamericana de Derechos Humanos; Convención de Belém do Pará; Derecho de la Mujer; Violencia Sexual;
Tortura; Condiciones de Detención.
E
l 25 de noviembre de 2006 la Corte Interameri- sino que también asertó jurisdicción sobre la Convención Intera-
cana de Derechos Humanos emitió una senten- mericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra
cia histórica. Es la primera vez que el tribunal más la Mujer (o Convención de Belém do Pará), pronunciándose so-
Debates
alto en nuestra región aborda un caso aplicando bre violaciones de dicho instrumento internacional. La fecha de
un análisis de género. La Corte no sólo interpretó la Convención la sentencia es simbólica: coincidió con el Día Internacional para
Americana sobre Derechos Humanos a la luz del corpus juris la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, designado así por
TA CEJIL
existente en materia de protección de los derechos de la mujer, las Naciones Unidas en 1999.1
REVISTA
30 | RE
* LL.M. con mérito, Diplomada por la Academia de La Haya de Derecho Internacional (2000). La autora litigó el caso del Penal Miguel Castro
Castro vs. Perú a nombre propio y de 800 víctimas. monicaferiatinta@hotmail.com.
1 En diciembre de 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 25 de noviembre como el Día Internacional para la Eliminación
de la Violencia contra la Mujer (Resolución 54/134).
Mónica Feria-Tinta
Las bases temáticas del caso del Penal Miguel Cas- aplicables tanto en tiempos de paz como en tiempos de guerra.
2
tro Castro vs. Perú son sumamente importantes para la región. El caso del Penal Miguel Castro Castro contribuye en ese sentido
Por un lado, al revisar una amplia gama de prácticas de tortura a la doctrina de responsabilidad agravada de los Estados bajo el
JURÍDICA
tanto en hombres como en mujeres prisioneros/as, este caso es derecho internacional en casos de violaciones de normas de ius
sin duda uno de los más importantes en materia de derechos cogens, reconociendo en las violaciones graves del derecho de
de las personas privadas de libertad en los anales de litigación la mujer un elemento que configuraría una responsabilidad agra-
internac
internacional ante un tribunal de derechos humanos. Muchas de vada del Estado. El presente artículo discute los aspectos más
prác
estas prácticas de tortura (tales como los golpes de falanga o el importantes de esta sentencia relativos a la violencia de género.
perr entrenados y sin bozal contra personas privadas
uso de perros
de libertad en estado de indefensión) nunca antes habían sido
jurisd
objeto de jurisdicción contenciosa ante un tribunal de derechos
humanos. Otras, como la tortura posicional, la privación sensorial
Violencia de género en el contexto de un
incomunicació absoluta, las cuales sí han sido temas ante-
o la incomunicación conflicto armado
mente tratados en casos contenciosos ante el sistema euro-
riormente
L
peo y el sistema inte
interamericano, son vistas bajo una nueva luz: os hechos de la masacre del Penal Castro Castro se
e altoo número de víct
el víctimas de ambos géneros permite acceder a remontan a 1992 y suceden en el contexto del au-
e ncia que un cas
evidencia caso aislado no puede proporcionar, enrique- togolpe del 5 de abril de 1992 de Alberto Fujimori
ci
ciendo el análisis juríd
jurídico que se extrapola de los hechos. Fujimori.4 Al tiempo, el Perú se debatía en un conflicto
s
A esto se suma el hecho de que por primera vez un armado interno entre grupos armados y agentes de las fuerzas
trib
tribunal internacional dde derechos humanos tiene la oportunidad policiales y militares;5 en 1992, dicho conflicto había alcanzado
ar un caso sob
de tratar sobre población penal femenina, lo cual ha un nivel álgido. La intervención llevada a cabo por las fuerzas
pe do que se esta
permitido establezcan estándares vinculantes importan- combinadas de la Policía y las Fuerzas Armadas duró cuatro días
te en relación a los dderechos de prisioneras en la región y un
tes y tres noches, y tuvo como saldo 42 prisioneros ejecutados,
p dente mundial bbajo el derecho internacional. El precedente
precedente 185 presos heridos y la demolición parcial de dos pabellones
e el caso del Penal Miguel Castro Castro se suma por tanto a
en de la prisión. El ataque comenzó el 6 de mayo de 1992 contra
otross hitos producido
producidos en los últimos años en materia de dere- el pabellón 1A, que albergaba aproximadamente 133 mujeres
cho internacional dde los derechos de prisioneros3 y en materia prisioneras -algunas de las cuales se encontraban en estado
de género en la jus
justicia internacional. de gestación-, y concluyó el 9 de mayo con la destrucción del
En otr
otro plano, este caso constituye un precedente pabellón 4B donde las prisioneras se habían refugiado.
importante relat
relativo a la protección de la mujer como parte de El operativo había sido dirigido desde los escalones
31 | AÑO II
la población ccivil dentro del contexto de un conflicto armado. más altos del gobierno y en él se empleó armamento usual-
Nuestra regi
región se suma a los desarrollos jurisprudenciales en mente utilizado en conflictos armados abiertos. La versión ofi-
otras regio
regiones y contribuye a la jurisprudencia mundial, en la cial de los hechos fue que dicho “operativo” había tenido como
Número 3
cual los regímenes del derecho internacional humanitario y el objeto el traslado de las mujeres que se hallaban recluidas en
derech
derecho internacional de protección de los derechos humanos el pabellón 1A del Penal Miguel Castro Castro a la cárcel de
con
convergen en la formación de normas perentorias –ius cogens-, máxima seguridad de mujeres de Chorrillos.6 Los pabellones
| SEPTIEMBRE DE 2007
2 Corte IDH. Caso del Penal Miguel Castro Castro Vs. Perú. Sentencia de 25 de noviembre de 2006. Serie C No. 160.
3 Además de importantes precedentes provenientes del sistema europeo y los tribunales penales internacionales, la Corte Interamericana de Derechos
Humanos ha generado importantes decisiones concernientes a poblaciones penitenciarias enteras en nuestro hemisferio, como por ejemplo, Caso
"Instituto de Reeducación del Menor" Vs. Paraguay. Sentencia de 2 de septiembre de 2004. Serie C No. 112; y Caso Montero Aranguren y Otros
(Retén de Catia) Vs. Venezuela. Sentencia de 5 de julio de 2006. Serie C No. 150.
4 Cfr., Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 197.2.
5 Cfr., Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 197.1.
6 Cfr., Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit. , párr. 197.15.
Primer caso internacional sobre violencia de género en la jurisprudencia de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos: El caso del penal Miguel Castro Castro;
un hito histórico para Latinoamérica
1A y 4B albergaban prisioneros procesados por delitos contra a la relación entre el derecho internacional humanitario y el de-
la seguridad del Estado bajo la legislación antiterrorista perua- recho de los derechos humanos existen por tanto tres posi-
na; 90% de dichos prisioneros se encontraban en detención bles situaciones: algunos derechos pueden ser exclusivamente
JURÍDICA
preventiva. El Estado peruano mantenía a procesados y senten- asunto del derecho internacional humanitario; otros pueden ser
ciados en dichos pabellones sin diferenciación alguna, en los exclusivamente asunto de derechos humanos; pero se da tam-
mismos ambientes, y tampoco separaba a aquellas personas bién el caso que otros pueden ser materia de ambas ramas del
consideradas de peligrosidad de aquellas que eran procesadas derecho internacional”.11 El caso del Penal Miguel Castro Castro
por primera vez o eran acusadas de delitos menores. Era co- estaría precisamente en este tercer supuesto. Es en ese con-
nocido que en dichos pabellones se encontraban connotados texto en el que la Corte tendría que analizar el uso de la fuerza
dirigentes de Sendero Luminoso, un grupo que era considera- ejercido por el Estado peruano.12
do por el Estado como una de las guerrillas más sangrientas en En lo que respecta a la violencia de género, la Corte
la historia de Latinoamérica. se encontró por primera vez con alegatos que planteaban un
De acuerdo a la jurisprudencia en derecho interna- análisis de género que atravesaba a todos los hechos. La Corte
cional, “un conflicto armado existe cuando se recurre al uso estableció que, pese a que las autoridades habían argüido que
armado de fuerza entre dos Estados o violencia armada pro- las mujeres se habían “amotinado” como justificativo del uso de
longada entre autoridades gubernamentales y grupos armados fuerza por parte de los agentes estatales, los hechos demostra-
7
organizados o entre tales grupos dentro de un Estado”. El caso ban que “el objetivo real del «operativo» no fue el referido trasla-
del Penal Miguel Castro Castro, se suma a otros precedentes do de las internas, sino que se trató de un ataque premeditado,
importantes en la jurisprudencia de la Corte, tales como los ca- un operativo diseñado para atentar contra la vida e integridad
8
sos de la Masacre de Mapiripán y las Masacres de Ituango, de los prisioneros que se encontraban en los pabellones 1A y
Debates sobre Derechos Humanos y el Sistema Interamericano
ambos versus Colombia,9 en los que el derecho internacional 4B del Penal Miguel Castro Castro”.13 La Corte estableció que
humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos no había existido un motín ni otra situación que ameritara el uso
confluyen para la construcción del derecho a la vida y el derecho legítimo de la fuerza contra los prisioneros.14
a la integridad de la persona. La Corte notó también que los actos de violencia
Tal como lo reconoció la Corte Internacional de Jus- extrema del llamado “Operativo Mudanza I” habían sido diri-
ticia en Legality of the Threat or Use of Nuclear Weapons, la gidos, en primer término, contra las internas recluidas en el
protección internacional de los derechos humanos no se limita pabellón 1A y lo consideró como un elemento a tomar en
a situaciones de paz. Recientemente, la misma Corte lo ha re- cuenta al analizar la responsabilidad internacional del Estado.15
afirmado en Legal Consequences of the Construction of a Wall La Corte identificó tres ángulos para abordar el caso desde
in the Occupied Palestinan Territory: “la protección ofrecida por una perspectiva de género. Primero, la Corte reconoció que las
las convenciones de derechos humanos no cesa en casos de mujeres se habían visto afectadas por los actos de violencia de
conflictos armados, salvo en el caso de provisiones sujeto de manera diferente a los hombres; segundo, que algunos actos
10
derogación”. En dicho caso señaló: “en lo que corresponde de violencia se habían encontrado dirigidos específicamente a
7 ICTY. Prosecutor v Tadic. Case IT-94-1-A, Decision on the defence Motion for Interlocutory Appeal on Jurisdiction. Judgement of October 2,
1995, para. 70 [traducción no oficial].
32 | REVISTA CEJIL
8 Corte IDH. Caso de la "Masacre de Mapiripán" Vs. Colombia. Sentencia de 15 de septiembre de 2005. Serie C No. 134.
9 Corte IDH. Caso de las Masacres de Ituango Vs. Colombia. Sentencia de 1 de julio de 2006 Serie C No. 148.
10 ICJ. Legal Consequences of the Construction of a Wall in the Occupied Palestinan Territory. Advisory Opinion of July 9, 2004, p. 106 [traducción no
oficial].
11 ICJ. Legal Consequences of the Construction of a Wall in the Occupied Palestinan Territory. Cit. p. 106.
12 La Corte señaló que el entorno político e histórico en el que se desarrollaron los hechos fue “determinante para el establecimiento de las consecuencias
jurídicas en el caso”. Cfr., Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit. , párr. 202.
13 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 197.16.
14 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párrs. 218 y 219.
15 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 222.
Mónica Feria-Tinta
JURÍDICA
peruano señaló que los hechos del 6 al 9 de mayo de 1992, Convención Americana sobre Derechos
habían sido aplicados por el Estado dentro de “una lógica de
guerra al adversario”.17 Las mujeres que se encontraban en el Humanos
pabellón 1A eran consideradas parte de ese “adversario”. Como
M
ha sido reconocido ampliamente por la literatura concerniente uchas veces se concibe y traduce erróneamen-
a violencia de género, en contextos de conflicto armado a me- te la noción de “género”
énero” como/por la noción de
nudo las mujeres pueden ser consideradas como portadoras “sexo”. Sinin embargo el término “género”
g no se
“simbólicas” de una identidad y las productoras de las futuras refiere a un “sexo
xo biológico”
co sino a la constru
construc-
ción social y cultural de lo
l femenino
menino o masculino en oposición a
feme
generaciones de la comunidad. “En tales situaciones las muje-
las experiencias determinadas
iencias de etermiinadas por un sexo biológico (Refugee
res pueden ser vulnerables a ataques o amenazas de su propia
Womens’ Legal Gro
ns’ Lega Group
up 1998).
comunidad por no conformar con su rol o al contrario pueden
ser atacadas por el enemigo para destrozar o subvertir su rol”
(CICR 2001, 28).
La Corte aceptó la contención de la
La participación de muchas mujeres dentro de los
grupos alzados en armas en el Perú había generado concep- representante de las víctimas sobre que el
ciones dentro de la sociedad peruana donde se adjudicaba a la elemento de género atravesaba la violencia
mujer “mayor maldad” considerándola “ser la que daba el tiro de infligida en ellas de manera general: “el
gracia”. Por tanto, a la transgresión de las normas de la socie- elemento de género lo invadía todo”.
dad (transgresión en la que sus contrapartes masculinos tam-
bién habían incurrido) que había llevado a su detención, a estas
mujeres se les adjudicaba una “transgresión” adicional: la de su
género. Dichas mujeres eran vistas como transgresoras del rol
La sente
sentencia
encia del
d caso del Penal Miguel uel Castro
Cas Castro
que la sociedad peruana asigna a la mujer, la personificación de
refleja estas diferencias,, al dec
declarar
eclarar que la violencia
cia de género
lo opuesto a lo que era concebido como “femenino”.
no se reduce a “violencia sexual”
violencia sexual
al” o a suss subcategorías
subcategorías. Si bbien
La singularización del pabellón 1A al inicio del ata-
se determinó la existencia
cia de hechos de violencia i dde género
é es-
que había sido llevada a cabo por tanto como un castigo ejem-
pecíficos (distintas formas de violencia
encia sexual) aplicados contra
plarizante a la mujer “terrorista” o sospechosa de serlo. Es así
las prisioneras, la Corte aceptó la contención de la representante 33 | AÑO II
que la Corte Interamericana consignó en la sentencia lo que los
de las víctimas sobre que el elemento de género atravesaba la
propios órganos estatales peruanos habían reconocido: “que el
violencia infligida en ellas de manera general: “el elemento de
involucramiento de las mujeres en el conflicto armado cambió la
género lo invadía todo”.19
Número 3
16 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párrs. 223 y 224.
17 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 235.
18 Defensoría del Pueblo del Perú, “Violencia Política en el Perú”, Informe Defensorial 80 (1980-1996), p. 33, cit. en Corte IDH. Caso del “Penal
Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 270.
19 Alegatos finales en el caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú” de la representante legal Mónica Feria Tinta, 3 de agosto de 2006, p. 53.
Primer caso internacional sobre violencia de género en la jurisprudencia de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos: El caso del penal Miguel Castro Castro;
un hito histórico para Latinoamérica
daño físico y mental en ellas” y “atacar la identidad femenina de reconocer por primera vez en la historia de la jurisprudencia
misma de la mujer, que el Estado concebía había transgredi- de la Corte que los estándares reflejados en la Convención de
do un orden social de roles” (cfr., ONU 1997, 314).20 Como Belém do Pará eran relevantes para la construcción de las nor-
JURÍDICA
ejemplos del carácter integral del género en el tipo de tortura mas contenidas en la Convención Americana. Como el propio
utilizado y en las secuelas sufridas por las mujeres, la repre- Preámbulo de la Convención de Belém do Pará específicamente
sentante destacó el tipo de insultos dirigidos a las prisioneras indica, los derechos reconocidos allí no son “nuevos” derechos
(“ustedes no son mujeres sino lesbianas”, “terrucas feas”), la conferidos en la mujer, sino más bien la declaración reiterada
manera como eran golpeadas (mujeres embarazadas golpea- de derechos universalmente reconocidos, ya presentes en los
das en sus estómagos) y el régimen de prisión que les negó instrumentos del sistema interamericano, con particular foco en
acceso a artefactos propios del cuidado femenino.21 Citando a la mujer. Es así que la relevancia de los artículos 1, 2.c, 3, 4 y
lega recalcó asimismo que
Barbara Chester, la representante legal 7 de la Convención de Belém do Pará para la interpretación de
urador usa cada
“el torturador cad aspectoo de la persona.
persona En el caso de la las obligaciones del Estado peruano vis a vis las víctimas mu-
op identidad femenina
mujer, su propia femen
enina ess usada co
como un arma”
jeres en el caso, fue enfatizada por la representación del grupo
22
(Chester 1992).
mayoritario de éstas.
Fue alegado en el presente caso que el Estado pe-
El reconocimiento por parte de la Corte de ruano había violado estos derechos y practicado la violencia
contra la mujer de manera sistemática. En ese sentido, se alegó
esta dimensión de la Convención Americana,
ante la Corte que las conductas consideradas violaciones de la
que incorpora el universo femenino dentro de Convención de Belém do Pará constituyen también violaciones
su conceptualización de “dignidad humana”, bajo la Convención Americana. El reconocimiento por parte de
stemaa Interamericano
fue tanto un reconocimiento del estado la Corte de esta dimensión de la Convención Americana, que
del derecho actual como de la seriedad que incorpora el universo femenino dentro de su conceptualización
revisten los actos de violencia contra la mujer de “dignidad humana”, fue tanto un reconocimiento del estado
del derecho actual como de la seriedad que revisten los actos
Sistema I
interpretación
terpretación de los artícu
artículos 4 (derecho
(dderecho a la vida) y 5 (dere- sociedad [. . .] y afecta negativamente sus propias bases”.
cho al trato humano) de la Convención AAmericana, tomando en Además de la Convención de Belém do Pará, fue
cuenta todo el corpus juris relat
relativo al derecho de la mujer para enfatizada la relevancia de la Convención sobre Eliminación de
establecer el contenido de dichas provisiones. No se trataba de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW),24
aplicar retroactivamente al Estado peruano derechos que no ratificada por Perú el 13 de septiembre de 1982 y vigente en
habían sido reconocidos por él al tiempo de los hechos,23 sino la época de los hechos. Se señaló que las condiciones de pri-
sión impuestas a las sobrevivientes de la masacre no se habían
34 | REVISTA CEJIL
20 En su Recomendación General No. 19, el Comité de CEDAW definió “gender-based violence” (violencia por razones de género) como “violencia
dirigida contra la mujer porque es una mujer” “o que afecta a la mujer desproporcionadamente, como discriminación”.
21 Véase en ese sentido que la CVR en el Perú ignoró totalmente un adecuado análisis de la violencia de género ocurrida durante el conflicto armado
en el Perú. A pesar de que el reporte de la CVR en el Perú habla de “género”, la aplicación de tal noción en la práctica en el acápite pertinente
se redujo a entender por “género” sexo, pues no fue más allá de reconocer a la violación sexual (y de pasada algunos otros tipos de violencia
sexual) como violencia ejercida contra la mujer.
22 Alegatos finales en el caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú” de la representante legal Mónica Feria Tinta, 3 de agosto de 2006, pp. 53-54.
23 La Convención de Belém do Pará fue ratificada por el Perú en 1996. Los hechos del caso se remontan a 1992.
24 CCEDAW, Recomendación General Nº 24 (20° período de sesiones, 1999), artículo 12 de la Convención sobre la eliminación de todas las
formas de discriminación contra la mujer - La mujer y la salud.
Mónica Feria-Tinta
conformado con lo que el artículo 12 de dicho instrumento pro- Las mujeres embarazadas que estén privadas de libertad
vee, específicamente que “los Estados partes deben asegurar a deben ser objeto de un trato humano y debe respetarse su
dignidad inherente en todo momento y en particular durante
la mujer servicios apropiados en conexión con su situación de
el alumbramiento y el cuidado de sus hijos recién nacidos.
JURÍDICA
embarazo, confinamiento y el período post-natal así como con
Los Estados Partes deben indicar qué servicios tienen para
nutrición adecuada durante el embarazo y lactancia”. Igualmente garantizar lo que antecede y qué formas de atención médica y
relevante para el caso fue el artículo 5 de dicha Convención que de salud ofrecen a esas madres y a sus hijos.26
requiere a los Estados observar “un entendimiento cabal de la
maternidad como una función social”. También requiere que los Estados reporten sobre si
En lo concerniente a la salud reproductiva, la re- las mujeres privadas de libertad son mantenidas bajo el res-
presentante de las víctimas señaló la relevancia de la Reco- guardo de personal de seguridad femenino. Se debe tomar
mendación General 24 del Comité de la CEDAW, en la que se en cuenta por otro lado que el artículo 4 de la CEDAW aclara
reafirma que el acceso a la atención de la salud, incluida la que “igual disfrute de derechos debe ser protegidos durante
salud reproductiva, es un derecho básico previsto en la Con- un estado de emergencia”.27 El derecho al trato humano no es
vención (párr. 1) y que es discriminatorio que un Estado parte pues derogable.
se rehúse a proveer ciertos servicios reproductivos para la mujer La Corte reconoció en su sentencia que “[E]l Estado
(párr. 11).25 Dicho comentario también indica que los Estados es responsable, en su condición de garante de los derechos
partes deben considerar “factores biológicos” que difieren en consagrados en la Convención, de la observancia del derecho a
la mujer en comparación con los hombres, tales como el ciclo la integridad personal de todo individuo que se halla bajo su cus-
menstrual, la función reproductiva y la menopausia (párr. 12). todia”.28 La Corte reafirmó también el carácter inderogable del
Se destacó que las condiciones insanitarias para mujeres en derecho de las personas privadas de libertad a ser tratadas con
período de menstruación, tanto como los riesgos a la salud para el respeto ameritado por la dignidad inherente del ser humano,
mujeres lactantes y embarazadas, pueden constituir violaciones de conformidad con los artículos 5.2 y 27.2 de la Conven-
a los derechos de la mujer. ción.29 En cuanto a las alegaciones de violencia contra la mujer,
Por tanto, la representante de las víctimas sostuvo la Corte tomó en consideración las disposiciones pertinentes de
que, para satisfacer los estándares de trato humano del artí- la Convención de Belém do Pará, ratificada por el Perú el 4 de
culo 5 de la Convención Americana, el Estado debió haber junio de 1996, y la CEDAW, como referencia de interpretación
observado estas necesidades específicas de la mujer. Por otro del artículo 5 de la Convención Americana, subrayando “que es-
lado, fue igualmente notado en los alegatos de parte que el tos instrumentos complementan el corpus juris internacional en
Comentario General 28 del Comité de Derechos Humanos es- materia de protección de la integridad personal de las mujeres,
pecíficamente dispone: del cual forma parte la Convención Americana”.30
35 | AÑO II
Número 3
| SEPTIEMBRE DE 2007
25 En el caso de la situación de las presas en la prisión de alta seguridad de Chorrillos, éstas no contaron durante el espacio de tiempo materia
temporis del caso, con atención ginecológica. A meses de la masacre muchas adujeron tener problemas con espirales que debían ser extraídos
de sus cuerpos. Asimismo pruebas como “smear tests” (para la detección temprana del cáncer) no existirían en absoluto como requerimientos
del cuidado de salud para dichas presas.
26 CDH, Comentario General No. 28: Igualdad de derechos entre hombres y mujetes (artículo 3), 29/03/2000. CCPR/C/21/rev.1/Add.10, párr. 15.
27 CDH, Comentario General No. 28: Igualdad de derechos entre hombres y mujetes (artículo 3), párr. 7.
28 Cfr., entre otros, Corte IDH. Caso ” Ximenes Lopes vs. Brasil”. Sentencia de fondo 4 de julio de 2006. Serie C No. 149, párr. 138.
29 Cfr., entre otros, Corte IDH. Caso “Montero Aranguren y otros (Retén de Catia) vs. Venezuela”. Cit., párr. 85.
30 Cfr., entre otros, Corte IDH. Caso de los Hermanos Gómez Paquiyauri Vs. Perú. Sentencia de 8 de julio de 2004. Serie C No. 110, párr. 166.
Primer caso internacional sobre violencia de género en la jurisprudencia de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos: El caso del penal Miguel Castro Castro;
un hito histórico para Latinoamérica
Temas de violencia de género relativos a rockets, granadas de fragmentación, dinamita, explosivos plás-
ticos de demolición, lanzallamas, bombas incendiarias (incluido
la masacre gases de fósforo blanco), gases asfixiantes y helicópteros artilla-
JURÍDICA
F
ue establecido como parte de los hechos en el caso cuya tarea era especialmente “el tirar a matar”. Los certificados
que el uso de la fuerza por parte de las autoridades de defunción y las observaciones del perito Nizam Peerwani
estatales había sido unilateral y había singularizado al dieron cuenta de que los disparos no habían sido de naturaleza
pabellón de las mujeres como blanco del ataque. Es así disuasiva, sino que se habían dirigido a órganos vitales con el fin
que según los hechos probados, cientos de unidades de élite de de causar la muerte. Varias mujeres perdieron la vida asesinadas
la Policía y unidades especiales de la Marina y el Ejército habían por francotiradores ese primer día -entre ellas, una mujer de 63
rodeado el penal y habían logrado acceso, al volar una pared del años que no pudo tener la agilidad de cubrirse de las balas del
patio del pabellón 1A. bombardeo por aire del pabellón 1A-. Las mujeres gestantes en
Como lo recordaron algunas sobrevivientes, estos el pabellón que eran cuatro, fueron sometidas al mismo trato:
efectivos habían empezado a abrir fuego con armas de largo
alcance contra el pabellón y el uso de fuerza letal por parte Las autoridades sabían que yo estaba embarazada porque yo
de las fuerzas del Estado se incrementó a medida que pasa- había salido a un chequeo en el tópico con el médico de la
ban las horas. Las sobrevivientes dieron cuenta de la intención prisión [. . .] Cuando el ataque empezó yo me encontraba dur-
miendo en el 4to piso del pabellón 1A [. . .] Hicieron huecos
claramente letal de las fuerzas que estaban interviniendo en el
con explosivos por todo el techo. Mi hijo no se movía. Mi vien-
operativo: amenazas como “¡Terruca vas a morir como perra!
tre estaba duro como si tuviese una contracción y sentía dolor
¡Hoy día es tu día!”31 y “van a morir como ratas” se intercalaban en el bajo vientre. El siempre se movía y ese día no se movía
con el tiroteo.
Debates sobre Derechos Humanos y el Sistema Interamericano
inicio del ataque por parte de las fuerzas del Estado. Entre ellas, caer herido o muerto era alto en ese contexto. El perito Peerwani
rifles AKM, G3 (con mira telescópica) y FAL, bazucas, instalazas, dejó claro que este tipo de armas han sido diseñadas para ser
31 Escrito de solicitudes, argumentos y pruebas de la representante legal Mónica Feria ante la Corte Interamericana en el caso del “Penal Miguel Castro
Castro vs. Perú”, 10 de diciembre de 2005, Anexo: exhibición 129.
32 Escrito de solicitudes, argumentos y pruebas de la representante legal Mónica Feria. Cit., Anexo: exhibición 108.
33 Escrito de solicitudes, argumentos y pruebas de la representante legal Mónica Feria. Cit., Anexo: Affidavit de Eva Challco, junio 2006.
Mónica Feria-Tinta
usadas en un espacio abierto, y no contra personas privadas A la luz de estos hechos, la Corte determinó que el
de libertad, sin medio de escape y en estado de indefensión. trato recibido por los prisioneros sobrevivientes de la masacre
Fue probado también el uso de gas de fósforo blanco. Éste fue no sólo constituyó una violación del artículo 5 sino que, más aún,
JURÍDICA
descrito por un gran número de testigos como un gas cuyos constituyó una “tortura psicológica inferida en agravio de todos
efectos era el de producir una súbita asfixia acompañada de los miembros del grupo [...] en violación de los artículos 5.1 y
un dolor excruciante en el sistema respiratorio el cual quemaba 5.2 de la Convención Americana, y 1, 6 y 8 de la Convención
químicamente, al aspirar su humo. Inhalar dicho gas producía Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura”. Dentro de
una sensación de que la piel y los órganos internos quemaban esa calificación, la Corte consideró deró también las agravantes con-
al mismo tiempo, que no había oxígeno. cernientes a la violencia cia de género, destacando
estacando que “laslas mmu-
Por tanto, el tipo de armas usadas contra los pri- jeres embarazadas vivieron
das que vivie eron el ataque experimentaron un
sioneros desde el primer día del ataque era inconsistente con sufrimiento psicológicoo adicio
adicional,
onal, ya que además dde haber visto
un alegado objetivo legítimo de traslado de prisioneras, ya que lesionadaa su propi
propiaa ide
identidad
entidad física, padecieron
ecieron sentimiento
sentimientos de
buscaban infligir máximo daño y causar sufrimiento innecesario. angustia,
stia, dese
desesperación
speraación y miedo por el peligro
ligro que corría la vida
35
Asimismo, tanto el grado de fuerza usado desde el primer día, de sus hijos
hijos”..
como su escala masiva, no había sido ejercido con ninguna
consideración por la vida humana; por el contrario, su intención
había sido el asesinato en masa de los reos. Es así que al tercer Amenazas como “¡Terruca vas a morir como
y cuarto día se produjo un asalto final que usó cañones, morte- perra! ¡Hoy día es tu día!” y “van a morir como
ros y tanques de guerra para destruir el pabellón donde las mu- ratas” se intercalaban con el tiroteo.
jeres buscaron refugio. Dentro de ese contexto, el ensañamiento
con las mujeres se vio reflejado en las muertes de varias de ellas
y en el trato dado a las heridas:
F
estaba casi destrozada y la otra pierna también estaba herida, ue reconocido
conocido igualmente
igua
ualmente
te que, al término de la ma-
es así como uno de ellos me coge del cuello de la casaca y sacre, agentes
tes del Estado peruano infligieron violencia
comienza a arrastrarme un largo trecho, yo gritaba de dolor; mi física y psicológica seria que, en su conjunto, constituyó
pierna, mi pierna me seguía arrastrando, me dejó tirada en un tortura en las sobrevivientes de la masacre ((además
d de
lugar que se llama “tierra de nadie”.34 otras formas de violencia).
37 | AÑO II
La violencia ocurrida inmediatamente luego de la masacre sin-
Violencia sexual
gularizó a varias mujeres -entre ellas, la interna Julia Marlene
Basándose en la jurisprudencia internacional, la Corte reconoció
Olivos, a quien seleccionaron por haber voceado el pedido de
Número 3
34 Escrito de solicitudes, argumentos y pruebas de la representante legal Mónica Feria. Cit., Anexo: Exhibición 116.
35 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párrs. 282-6, 288 y 290-3.
36 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 306. Cfr., también, ICTR. Case of Prosecutor v. Jean-Paul Akayesu.
Judgement of September 2, 1998, para. 688.
Primer caso internacional sobre violencia de género en la jurisprudencia de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos: El caso del penal Miguel Castro Castro;
un hito histórico para Latinoamérica
El desnudo forzado como forma de violencia sexual agarraron de las piernas y en cuestión de segundos estaba
sangrando, me dejaron sangrando y sangre por la vagina.
contra la mujer Luego fui, no fui atendida, y después me seguían agarrando
La Corte constató, por ejemplo, que todos los heridos y despu[é]s sentí que varios dedos entraban, uno después
JURÍDICA
conducidos al hospital de la Policía en condiciones deplorables, de otros y lo único que veía eran caras, caras encapucha-
fueron sometidos a un prolongado período de desnudez forzada das, varias alrededor de la camilla, al frente, a los costados.
-al mismo tiempo de estar resguardados por agentes armados-, Miraba hacia atrás, algunos se reían, me agarraban de las
piernas, yo seguía gritando “no, no” pero duró eso un rato
y que esto fue un trato violatorio de su dignidad personal. En lo
hasta que alguien me tiró una sábana.40
referente a las mujeres que se encontraban en esa situación,
el tribunal consideró que en ellas “esta desnudez forzada tuvo
La representación del grupo mayoritario de víctimas recalcó
características especialmente graves”.37
que ya la jurisprudencia del Tribunal Internacional Criminal para
El tribunal consideró en ese sentido que las mujeres
Ruanda en el caso Akayesu había definido “violación sexual”
que sufrieron dichas violaciones “se hallaban sujetas al completo
como: “una invasión física de naturaleza sexual, cometidas en
control del poder de agentes del Estado, absolutamente indefen-
una persona en circunstancias que son coercitivas”.41 Dicho
sas, y habían sido heridas precisamente por agentes estatales
tribunal además notó “que mientras violación sexual ha sido
de seguridad” y concluyó que “[l]o que califica este tratamiento
históricamente definida en las jurisdicciones nacionales como
de violencia sexual es que las mujeres fueron constantemente
relaciones sexuales no consentidas, variaciones en la forma de
observadas por hombres”.38 Asimismo, el tribunal estimó que
violación sexual pueden incluir actos que envuelven la inserción
“[d]ichos actos de violencia sexual atentaron directamente con-
de objetos y/o el uso de orificios del cuerpo no considerados
tra la dignidad de esas mujeres”.39
intrínsicamente sexuales”.42
Debates sobre Derechos Humanos y el Sistema Interamericano
37 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit. párr. 306. La Corte notó que para utilizar los servicios sanitarios debían hacerlo
acompañadas de un guardia armado quien no les permitía cerrar la puerta y las apuntaba con el arma mientras hacían sus necesidades fisiológicas.
38 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párrs. 306-7.
39 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 308.
40 Escrito de solicitudes, argumentos y pruebas de la representante legal Mónica Feria. Cit., Anexo: Exhibición 263-G.
41 ICTR. Case of Prosecutor v. Jean-Paul Akayesu. Cit., para. 688 [traducción no oficial].
42 ICTR. Case of Prosecutor v. Jean-Paul Akayesu. Cit. para. 686.
Mónica Feria-Tinta
La Convención contra la Tortura y Otros Tratos Crueles, Inhuma- res,49 la Corte reconoció que la violencia sexual contra la mujer
nos, y Degradantes o Castigos no cataloga actos específicos tiene consecuencias físicas, emocionales y psicológicas devas-
en su definición de tortura, centrándose más bien en el marco
tadoras para ellas,50 que se ven agravadas en los casos de mu-
conceptual de violencia proveniente o aceptada por el Estado.
JURÍDICA
jeres detenidas.51
Esta aproximación es más útil en derecho internacional. Como
la tortura, la violación sexual es usada para propósitos tales La importancia de tal dictum no puede dejar de no-
como intimidación, degradación, humillación, discriminación, tarse. Es la primera vez que la Corte falla a favor de una víctima
castigo, control o destrucción de la persona. Como la tortura, de violación sexual en más de 25 años y que un Estado es de-
la violación sexual es una violación de la dignidad personal y la clarado internacionalmente responsable dentro de la jurisdicción
violación sexual constituye tortura cuando es infligida por, o a de la Corte por una violación del derecho de la mujer tan seria
la instigación de, o con el consentimiento o condonación de un
como es la violación sexual.
oficial público u otra persona actuando en capacidad oficial.43
Relatora especial de la ONU para la violencia contra las muje- pre y post natal a las mujeres embarazadas, así como las con-
| SEPTIEMBRE DE 2007
43 ICTR. Case of Prosecutor v. Jean-Paul Akayesu. Cit. para. 597 [traducción no oficial].
44 ECHR, Case of Aydin v Turkey. Judgement of September 25, 1997, para. 83.
45 CIDH. Caso 10.970. Raquel Martín de Mejía. Perú. Informe de fondo No. 5/96 de 1 de marzo de 1996.
46 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 312.
47 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 311.
48 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 311.
49 Cfr., ONU, Comisión de Derechos Humanos. Integración de los derechos humanos de la mujer y la perspectiva de género. Informe presentado por la
Sra. Radhika Coomaraswamy, Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, con inclusión de sus causas y consecuencias, de conformidad con
la resolución 1997/44 de la Comisión. Doc. E/CN.4/1998/54 del 26 de enero de 1998, párrs. 12 y 13.
50 Cfr., ONU. Comisión de Derechos Humanos. Integración de los derechos humanos de la mujer y la perspectiva de género. Cit. párr. 14.
51 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párrs. 315.
Primer caso internacional sobre violencia de género en la jurisprudencia de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos: El caso del penal Miguel Castro Castro;
un hito histórico para Latinoamérica
diciones de detención insalubres, atentaron contra su dignidad senos y otras áreas del cuerpo (valiéndose de batones eléc-
humana. Estas privaciones fueron intencionales: para infligir su- tricos), eran artefactos de tortura populares entre los agentes
frimiento físico y ppsicológico severo. A menudo los agentes del del Estado. Caminar encima de ellas como si fueran “alfom-
JURÍDICA
52 Cfr., Corte IDH. Caso García Asto y Ramírez Rojas Vs. Perú. Sentencia de 25 de noviembre de 2005. Serie C No. 137, párr. 221; Caso Raxcacó
Reyes vs. Guatemala. Sentencia de fondo de 15 de septiembre de 2005. Serie C No. 133, párr. 95; y Caso Fermín Ramírez vs. Guatemala. Sentencia
de fondo de 20 de junio de 2005. Serie C No. 126, párr. 118.
53 Corte IDH. Caso García Asto y Ramírez Rojas Vs. Perú. Cit., párr. 221; Caso Raxcacó Reyes vs. Guatemala. Cit., párr. 95; y Caso Fermín Ramírez
vs. Guatemala. Cit. párr. 118.
54 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párrs. 319-29.
Mónica Feria-Tinta
La Corte enfatizó que la incomunicación severa tuvo miliares como testigos, las fuerzas de seguridad no podrían
efectos particulares en las internas madres porque se vieron matar a los presos. Pero se equivocaron. Al mismo tiempo
impedidas de mantener una relación con sus hijos, lo cual causó que el ataque se desarrollaba, las mujeres, madres, hermanas
JURÍDICA
56
un sufrimiento adicional a dichas internas. De conformidad con y esposas de los prisioneros fueron sometidas a violencia: se
el derecho internacional, el Estado está bajo la obligación de rea- les arrojó agua de rochabuses, aventó bombas lacrimógenas
lizar arreglos especiales para las detenidas en período mestrual, y reprimió con balas y golpes mientras se les decía “terroristas
57
embarazadas o acompañadas por hijos. La Corte reconoció perras” y “madres de terroristas”.
que la inobservancia de estas obligaciones causó un sufrimiento Es sabido que el torturador usa siempre técnicas de
especial a las mujeres detenidas y, en caso de las embarazadas, tortura que incluyen elementos que son puestos intencional-
una violación adicional a su integridad personal.58 mente allí para que la víctima asocie la tortura con ese elemento
La Corte concluyó que este conjunto de condiciones y la “reviva” cada vez que se tope -incluso años más tarde- con
aplicados a los sobrevivientes de la massacre, constituyó tortura el mismo elemento. La tortura está pues orientada a dejar sin-
física y psicológica en violación del artículo 5.2 de la Convención tomatología que subsista y sea estimulada por elementos de la
Americana y los artículos 1, 6 y 8 de la Convención Interameri- vida cotidiana del sobreviviente “para que uno siempre recuer-
cana para Prevenir y Sancionar la Tortura. 59 de”. Como lo señala la neuróloga Inge Genefke “el daño [de la
tortura] queda grabado siempre en el cerebro”.60
De la misma manera se perpetró la masacre del Pe-
nal Castro Castro: de manera que cada Día de la Madre, dichas
Los familiares de las víctimas como vícti- mujeres revivieran el sufrimiento infligido. La elección de la fecha
mas de algunos hechos violatorios para la masacre creó una asociación perversa entre un día en
que ese aspecto de la identidad misma de la mujer es celebrado
L
a masacre de la prisión Castro Castro ocurrió a ojos en el mundo (la maternidad), con el ataque frontal que la víctima
vistas del mundo. Fue significativo el hecho de que se sufrió. La violencia contra las madres había sido cuidadosamente
eligiera precisamente el día de la visita femenina a la planeada y dirigida a ellas. Las madres simbolizaban la “causa”:
prisión para lanzar dicho ataque. Era obvio que un día las que habían parido al “enemigo” del Estado, “el terrorista” y,
así la visita femenina se iba a encontrar en las afueras de la pri- por tanto, debían “pagar por ello”. De allí la constante referencia
sión. Y, sin embargo, la violencia del Estado peruano había sido de los perpetradores a “madres terrucas” y “madres de terroris-
planeada de forma que el castigo ejemplarizante de las prisione- tas”. Además, se consideraba que los métodos aplicados por la
ras (su destrucción humana) y el de los prisioneros varones –que, “guerra de baja intensidad” del Estado peruano “influía para que
era predecible, iban a intentar auxiliar a las presas-, fuera presen- las madres o las esposas se nieguen a que sus hijos se integren
41 | AÑO II
ciado por sus propias madres y hermanas. Más aún, el ataque a las filas senderistas [. . .] [E]ran elementos de guerra que
fue realizado precisamente la semana del Día de la Madre. buscaban la «disuasión»” (Jara 2003, 79).
Los testimonios recogidos de las madres, hermanas Los testimonios de los cientos de familiares que fue-
Número 3
y demás familiares de las personas que se encontraban priva- ron testigos de lo ocurrido dieron fe del profundo sufrimiento
das de libertad en los pabellones 1A y 4B fueron dramáticos. que experimentaron a consecuencia de los hechos. Al hecho
Durante los cuatro días del ataque estuvieron en las afueras mismo de presenciar la masacre, se adicionó el no saber la
| SEPTIEMBRE DE 2007
del penal con la esperanza de que, si estaban allí tantos fa- suerte corrida por su ser querido, el recorrer morgues y hospi-
55 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párrs. 319 y 333.
56 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 330.
57 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 331.
58 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., parr. 332
59 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 333.
60 Tristan, Rosa, “La tortura, el peor trauma para el cerebro humano”, Diario El Mundo, 2 de marzo de 2006.
Primer caso internacional sobre violencia de género en la jurisprudencia de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos: El caso del penal Miguel Castro Castro;
un hito histórico para Latinoamérica
tales en busca de éste, estando expuestos a escenas horribles El alegato de la representante del grupo mayoritario de
que traumatizaron a todos ellos, además del sufrimiento pos- las víctimas en el caso de que dicha Convención era directamente
terior debido a la incomunicación y el régimen aplicado a su aplicable al Perú, puso ante la Corte la necesidad de pronunciarse
JURÍDICA
familiar. La Corte reconoció dicho sufrimiento y consideró que sobre su aplicabilidad directa al caso y, por ende, de interpretar el
los familiares de los prisioneros habían sufrido un daño a su artículo 12 y el alcance de su propia competencia. En particular, se
integridad física, psíquica y moral a consecuencia de los actos alegó la negación de justicia que se había dado y que continuaba
61
del Estado peruano. a la fecha de litigación del caso (artículo 7.b). Fue una víctima, en
La Corte reconoció que, en lo relativo a las madres, su capacidad de representante legal del grupo mayoritario de víc-
un elemento más de sufrimiento fue la situación de incertidum- timas y a nombre propio, y no la Comisión Interamericana, quien
bre y desesperación por la suerte corrida por su ser querido alegó violaciones del derecho de la mujer.
62
“precisamente el día de la madre”. La Corte consideró también Reiterando su posición en casos previos, como el
que el régimen de estricta incomunicación fue una fuente de caso Cinco Pensionistas o el caso Hermanos Gómez Paquiyauri,
sufrimiento que implicó una violación a la integridad psíquica de la Corte reafirmó el derecho de las víctimas de invocar derechos
63
tales familiares, y causó una particular afectación en los niños distintos de los comprendidos en la demanda de la Comisión,
por la privación del contacto y relación con sus madres.64 incluidos los contenidos en otros instrumentos que otorguen
competencia a la Corte, siempre que versen sobre los mismos
hechos objeto de la demanda.66 La Corte Interamericana ejerció
su competencia para aplicar la Convención de Belém do Pará
La jurisdicción contenciosa de la Corte con respecto a los hechos violatorios posteriores a la ratificación
Interamericana sobre la Convención de de dicho convenio por el Perú. Como lo señaló el juez Cançado
Debates sobre Derechos Humanos y el Sistema Interamericano
“
Siempre me ha parecido sorprendente, si no enigmáti-
“de acuerdo con las normas y los requisitos de procedimiento
co, que hasta hoy, más de una década de la entrada en para la presentación y consideración de peticiones estipulados
vigor de la Convención de Belém do Pará, la Comisión en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y en
Interamericana no haya jamás, hasta la fecha, buscado el Estatuto y el Reglamento” de la Comisión [...] Ocurre que,
la hermenéutica de esta Corte sobre dicha Convención como entre dichas normas para la consideración de peticiones, figu-
ésta última expresamente le faculta”, señalaría el juez Cançado ra el artículo 51(1) de la Convención Americana, que prevé
expresamente el envío por la Comisión de casos no por ésta
Trindade en su voto razonado.65 Hasta el caso del Penal Miguel
solucionados a la Corte para su decisión. La Corte tiene, pues,
Castro Castro, existía una visión generalizada -reflejada en los
jurisdicción sobre dichos casos y puede y debe pronunciarse
escritos de varios publicistas en la materia- de que la Corte In- sobre alegadas violaciones de los derechos humanos de la
teramericana no podía ejercer jurisdicción contenciosa sobre la mujer,- con el necesario análisis de género planteado en el
Convención de Belém do Pará porque dicha Convención sólo presente caso- bajo la Convención de Belém do Pará en tales
mencionaba a la Comisión Interamericana en el artículo referido circunstancias, dándole a esta última el debido effet utile.67
a la jurisdicción contenciosa. La base para tal posición era la
interpretación errónea que se hacía de su artículo 12.
42 | REVISTA CEJIL
61 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 336.
62 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 338.
63 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 340.
64 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 341.
65 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit. Voto razonado del juez A.A. Cançado Trindade, párr. 67.
66 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 265.
67 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit. Voto razonado del juez A.A. Cançado Trindade. párr. 73.
Mónica Feria-Tinta
El pleno de la Corte asumió tal jurisdicción por unanimidad, es- primer término a agentes estatales [. . .] [y] en menor medida
tableciendo que el Estado del Perú había violado el artículo 7.b a miembros de los grupos subversivos»”.71 La Corte consignó
de la Convención de Belém do Pará. El caso del Penal Miguel que según la CVR el 83 % de los casos de violación sexual
JURÍDICA
Castro Castro inaugura en ese sentido una nueva era en rela- contra mujeres víctimas durante ante la guerra interna en el Perú fue
ción a los derechos de la mujer ante el sistema interamericano, cometida por agentes es estatales.72 Sin embargo,
embargo la impunidad
abriendo la posibilidad de que nuevas víctimas encuentren justi- por dichos hechoshos al día dee hoy ess total:
t no ha existido un sólo
cia ante la Corte bajo la Convención de Belém do Pará. caso de violación
olación sexual
sexxual ocurrido
occurrido durante esa guerra que haya
recibido justicia eenn un tribunal peruano
peruano.
Las violaciones a los Derechos Humanos El caso del Penal Miguel Castro Castro
de la Mujer como Crímenes de Lesa Hu- inaugura en ese sentido una nueva era en
relación a los derechos de la mujer ante el
manidad y como un elemento que con-
sistema interamericano, abriendo la posibilidad
figura la responsabilidad agravada de un de que nuevas víctimas encuentren justicia ante
Estado bajo el Derecho Internacional la Corte bajo la Convención de Belém do Pará.
L
a Corte tipificó al conjunto de violaciones a la vida y a la
prohibición de la tortura en el caso como “crímenes de
lesa humanidad”.68 En el capítulo relativo a la respon- De igual manera
m a, no existe una provisión en el siste-
manera,
sabilidad internacional del Estado, la Corte consideró, ma penal peruanoano que recconozcaa a la violación sexual y otras
reconozca
entre los elementos agravantes, la violencia contra la mujer de formas severas de violencia contra la mujer como crímenes de
las características que se habían dado en el caso.69 La Corte en- lesa humanidad. La decisiónn de la Corte Interamericana que re-
fatizó que la prohibición de cometer crímenes de lesa humani- quiere la investigación penal de la torturaa -que
que tomó la fforma
dad es una norma de ius cogens y que, como consecuencia, “el de violencia contra la mujer (violencia sexual y condiciones de
Estado tiene el deber de no dejar impunes estos delitos y para prisión)- bajo la tipología de crímenes de lesa humanidad en el
ello debe utilizar los medios, instrumentos y mecanismos na- caso del Penal Miguel Castro Castro, sienta un principio impor-
cionales e internacionales para la persecución efectiva de tales tante en la esfera doméstica en el Perú y abre la puerta para que
conductas y la sanción de sus autores con el fin de prevenirlas los casos de violación sexual de otras víctimas que constituyeron
y evitar que queden en la impunidad”.70 torturas y violencia de género durante la guerra interna, no que- 43 | AÑO II
La aserción de estos principios tiene un efecto im- den en la impunidad.
portante en el ámbito peruano en materia de justicia de género.
Número 3
68 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 404.
69 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párrs. 200, 222 y 223.
70 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 404.
71 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 225.
72 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 206.
Primer caso internacional sobre violencia de género en la jurisprudencia de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos: El caso del penal Miguel Castro Castro;
un hito histórico para Latinoamérica
Dos observaciones sobre las consecuen- militares, para evaluar la situación del penal y determinar las
acciones a seguir”.73 También fue parte de los hechos probados
cias legales en el caso que “el día 10 de mayo Fujimori se presentó en el
JURÍDICA
de lesa humanidad.
hos Huma
Debates sobre Derechos
El tema de Fu
Fujimori
Las consecuencias legales der
derivadas
erivadas del cas
caso del Penal Miguel
Castro Castro en relación a la situación
situació de Alberto Fujimori Fu-
jimori
mori son un aspecto imp
importante de éste. La Corte estableció
que había sido de dominio público al tiempo de los hechos
“que el entonces Presidente de la República, Alberto Fujimori,
se reunió en las instalaciones de la Comandancia General del
44 | REVISTA CEJIL
73 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 216.
74 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit.
75 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr 406.
76 Corte IDH. Caso del “Penal Miguel Castro Castro vs Perú”. Cit., párr. 407 (cursiva no corresponde al original).
Mónica Feria-Tinta
L
os hechos referidos en la sentencia del Penal Miguel
JURÍDICA
Castro Castro pertenecen a un período de la historia La sentencia de la Corte en el caso del Penal Miguel
del Perú en el que un régimen dictatorial se ubicó so- Castro Castro es la afirmación de la recta ratio por sobre una
bre la ley para aplicar una guerra “sin ética y sin moral” lógica que pretende desdeñar el hecho de que existen reglas
(Jara 2003, 63),77 que puso fin a la guerrilla más sangrienta de de derecho también en las guerras y que existen normas de ius
su historia. Pero así como episodios de este tipo se considera- cogens que no son derogables ni en el caso extremo de una
ron un mal “necesario” dentro de la guerra librada por el Estado situación de conflicto armado, y que no descansan en principios
peruano, siguiendo una lógica similar, el representante del jefe de reciprocidad.
REFERENCIAS
-Chester, Barbara, “Women and political torture: work with refugee survivors in exile”, Women & Therapy, 13, 1992.
-Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Women Facing War: ICRC Study on the Impact of Armed Conflict on Women, 2001.
Consultado el 11/06/2007 en: http://www.icrc.org.
-Jara, Umberto, Ojo por ojo, La verdadera historia del Grupo Colina, Editorial Norma, Lima, 2003.
-Organización de las Naciones Unidas (ONU), Manual on Human Rights Reporting, Geneva, 1997.
-Refugee Women’s Legal Group, Gender Guidelines for the Determination of Asylum Claims in the UK, Londres, 1998. Consultado
el 9/06/2007 en http://www.amre.fsnet.co.uk/rwlg/genderguidelines.pdf.
45 | AÑO II
Número 3
| SEPTIEMBRE DE 2007
77 Como describió a la guerra contrasubversiva librada por el Estado peruano, el ex Mayor del Servicio de Inteligencia del Ejército y Jefe del grupo
Colina Santiago Martín Rivas en declaraciones a Umberto Jara.
78 Declaraciones de Manuel Fajardo, abogado de Abimael Guzmán, “Perú: Abogado del fundador de Sendero Luminoso pide Amnistía para los
terroristas que actuaron los últimos 20 años”, Indymas, 28 de agosto de 2006.
79 Véase también cómo dicho lenguaje coincide con el usado por políticos en el lado opuesto, como señala Salomón Lerner en la entrevista
realizada por Mariella Barbi para el diario El Comercio.