El poema expresa la nostalgia del autor por su ciudad natal después de 10 años viajando por el mundo. Añora tener raíces y descansar junto a sus seres queridos, compartiendo sus experiencias de viaje. Prefiere ser como un árbol con raíces profundas en lugar de una nube o un río que pasa sin dejar huella. Se siente cansado de tanto viajar y desea volver a su terruño natal.
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El poema expresa la nostalgia del autor por su ciudad natal después de 10 años viajando por el mundo. Añora tener raíces y descansar junto a sus seres queridos, compartiendo sus experiencias de viaje. Prefiere ser como un árbol con raíces profundas en lugar de una nube o un río que pasa sin dejar huella. Se siente cansado de tanto viajar y desea volver a su terruño natal.
El poema expresa la nostalgia del autor por su ciudad natal después de 10 años viajando por el mundo. Añora tener raíces y descansar junto a sus seres queridos, compartiendo sus experiencias de viaje. Prefiere ser como un árbol con raíces profundas en lugar de una nube o un río que pasa sin dejar huella. Se siente cansado de tanto viajar y desea volver a su terruño natal.
El poema expresa la nostalgia del autor por su ciudad natal después de 10 años viajando por el mundo. Añora tener raíces y descansar junto a sus seres queridos, compartiendo sus experiencias de viaje. Prefiere ser como un árbol con raíces profundas en lugar de una nube o un río que pasa sin dejar huella. Se siente cansado de tanto viajar y desea volver a su terruño natal.
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Nostalgia - JOSE SANTOS CHOCANO
Hace ya diez años
que recorro el mundo. ¡He vivido poco! ¡Me he cansado mucho!
Quien vive de prisa no vive de veras,
quien no echa raíces no puede dar frutos.
Ser río que recorre, ser nube que pasa,
sin dejar recuerdo ni rastro ninguno, es triste y más triste para quien se siente nube en lo elevado, río en lo profundo.
Quisiera ser árbol mejor que ser ave,
quisiera ser leño mejor que ser humo; y al viaje que cansa prefiero terruño; la ciudad nativa con sus campanarios, arcaicos balcones, portales vetustos y calles estrechas, como si las casas tampoco quisieran separarse mucho... Estoy en la orilla de un sendero abrupto.
Miro la serpiente de la carretera
que en cada montaña da vueltas a un nudo; y entonces comprendo que el camino es largo, que el terreno es brusco, que la cuesta es ardua, que el paisaje es mustio... ¡Señor! ¡Ya me canso de viajar! ¡Ya siento nostalgia, ya ansío descansar muy junto de los míos!... Todos rodearán mi asiento para que les diga mis penas y mis triunfos; y yo, a la manera del que recorriera un álbum de cromos, contaré con gusto las mil y una noches de mis aventuras y acabaré en esta frase de infortunio: —¡He vivido poco! ¡Me he cansado mucho!