Clase 2 Visiones Reduccionistas de La Sexualidad
Clase 2 Visiones Reduccionistas de La Sexualidad
Clase 2 Visiones Reduccionistas de La Sexualidad
GRUPO 1:
Problema:
Pregunta:
1. Las diferencias psicológicas entre el varón y la mujer, ¿son puro efecto estructural…,
son pura creación cultural? ¿Hasta qué punto se puede decir que “se nace hembra y se
llega a ser mujer”?
2. ¿La mujer es un medio, un objeto, una mercancía? Lo que sucede en América Latina
¿no son mecanismos destinados a perpetrar el machismo. Señala síntomas de
machismo que se detectan en nuestro país.
Teoría:
Esta interpretación no hace sino sacar las consecuencias de la primera: invita a conseguir el
máximo placer sexual, al margen de toda normal social, moral o religiosa, sin limitaciones ni
inhibiciones de ninguna clase.
Lo único que interesa son las técnicas que llevan a disfrutar al máximo del sexo. “El sexo ya no
está en función de la persona y de sus objetivos humanos, sino que la persona está en función
de las sensaciones fisiológicas e instintivas del sexo”. La escuela de Frankfurt y el pensamiento
de Reich están en esta línea.
“Según esta concepción (…) las normas que regulan las costumbres y las conductas sociales no
serían naturales y primarias, expresión de la estructura del hombre, sino (…) originadas por la
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sociedad y la cultura y, por tanto, mudables como los modelos socioculturales (…). Cualquier
norma, incluso en el terreno sexual, sería relativa”.
“Esta visión personalista (…) recibe más luz y consistencia cuando se inserta en la concepción
cristiana del hombre y su destino”.
“El sexo se vive en función del sentido que consciente o inconscientemente uno quiere dar a
su persona”
“Yo sigo mi conciencia y eso me basta”. ¿Puede haber un criterio subjetivo respecto a la
sexualidad? Hay muchas personas sinceras, pero están “sinceramente equivocadas”
¿Cuál es la línea objetiva? La adhesión a los verdaderos valores. La índole moral de una
conducta no depende solamente de la intención subjetiva…
Para hablar de una ETICA SEXUAL, deberemos partir de criterios objetivos, tomados de la
naturaleza de la persona y de sus actos. El misterio de la persona tiene que estar en la base
de toda moral y, entre todas, de la moral sexual. Es decir, que debemos enfocar el
significado humano de la sexualidad. El “quehacer” del hombre, en su aspecto ético, está
orientado por su “ser”. Encima del hacer, priorizando, está el SER del hombre.
Ahí está la NORMA, la clave, el metro que nos permite medir si un acto libre es bueno o malo.
No puedo ser progresista, revolucionario, adelantado a los tiempos tomando posturas reñidas
con la ética, con la esencia humana, con la dignidad del hombre, con la dimensión profunda
del hombre, con el sentido de su vida como por ejemplo: un hedonista y utilitaria, esa que
suelen vender los medios de comunicación social como artículos de consumo y de diversión,
esa ética “Play boy”, hija de la Revolución Sexual “permisivista”…
Tampoco volveremos atrás, a una ética estática, con normas inmutables, rígidas, centradas
en la “procreación”, que fácilmente vinculaba sexualidad con pecado.
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También está reñida con la ética, Partiremos de una ética sexual personalista, que tiene en
cuenta los datos de la biología, de la psicología, de la filosofía y otras ciencias humanas
auxiliares.
No es malo satisfacer “humanamente” los instintos, los impulsos sexuales, lo que es malo es
dejarse dominar por ellos, porque eso limita la libertad. No sucede lo mismo con las exigencias
del hambre, la sed, la necesidad de dormir. El instinto sexual es un “instinto de lujo” en el
hombre, decía Marc Oraison. Sin embargo eso es lo que piensan muchos que es una
necesidad biológica como cualquier otra…
El acto sexual no es necesario para la sobrevivencia del individuo. No se muerte por falta de
sexo, pero puede morirse por falta de afecto. Pensar que es una “necesidad” lleva a
comportamientos caprichosos e inmaduros.
La creencia de que para que sean varoncitos, tengan experiencias sexuales prematuras. Esos
hijos se convierten, a la larga, en máquinas automáticas, irracionales y sin voluntad.
El acto sexual no es una necesidad. Nuestra relación con el otro sexo es siempre sexuada,
pero no necesariamente “genital”. Varones y mujeres podemos abstenernos voluntariamente
de la actividad sexual por motivos superiores, sin comprometer nuestra realización. La
actividad sexual debe partir de la libertad, de la autonomía `personal y no de una obsesión
asfixiante, centrada en el sexo.
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3.2.3. 2. En el acto sexual la ética exige que se acepten y se respeten los datos biológicos
(genéticos, fisiológicos, anatómico)
3.2.3.3 .El Sexo es un lenguaje, una forma privilegiada de expresar el amor través del
cuerpo.
De este modo todo el cuerpo es lenguaje, interioridad que se manifiesta, epifanía del yo.
c) En los casados hay una amplia gama de contactos sexuales. Tratándose de novios el
lenguaje tiene sus límites, deben educar la sensibilidad y la sensualidad. Si adoptan
sistemáticamente formas de contacto que normalmente conducen a una fuerte excitación
sexual (con orgasmo o sin él), comprometen el sano desarrollo de la comunicación y por eso
mismo es éticamente inaceptable. El amor conyugal se empobrece si la sensualidad opaca la
relación. De ahí que en los enamorados tiene que haber un esfuerzo serio de autodominio y de
respeto al otro. La actitud interior es decisiva.