El Tratado de La Humanidad

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1

EL TRATADO
DE LA
HUMANIDAD

Humanidad es la fase infecciosa de esta especie


que, siendo sana, evolucionará en perceptor
cósmico.

2
3
EL TRATADO
DE LA
HUMANIDAD

La frecuencia cósmica de conciencia universal a


través de Rodolfo Rafael Ramos Jiménez

4
ÍNDICE

EL AUTOR ....................................................................................................................................... 7
INTRODUCCIÓN .......................................................................................................................... 9
CAPITULO I EL ELIXIR DE LA SABIDURÍA UNIVERSAL................................................. 14
CAPÍTULO II LA TRAVESÍA..................................................................................................... 17
CAPÍTULO III DE VUELTA A LA TIERRA ............................................................................. 25
CAPÍTULO IV LA MISIÓN ....................................................................................................... 38
CAPÍTULO V LA MUTACIÓN ................................................................................................ 47
CAPÍTULO VI EL MECANISMO UNIVERSAL .................................................................... 56
CAPÍTULO VII LA SALVACIÓN DE LA HUMANIDAD ................................................... 63
CAPÍTULO VIII LA COTIDIANEIDAD CÓSMICA.............................................................. 73
CAPÍTULO IX EL COSMOS HUMANO ............................................................................... 79
CAPÍTULO X LA FRECUENCIA CÓSMICA DE CONCIENCIA UNIVERSAL .............. 85
CAPÍTULO XI LA TRANSMUTACIÓN CÓSMICA ............................................................ 90
CAPÍTULO XII CICLO UNIVERSAL O RECURSIVIDAD INFINITA ............................... 93

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6
EL AUTOR
Nadie es su nombre, ni el personaje con el que se identifica, sino
la conciencia universal que viene a purificarse en este plano
material, para continuar su eterno avance sobre el vacío.

Yo soy la invisible energía de entendimiento que se desarrolla en


el espacio cósmico y traigo la salvación a distintas inteligencias
generadas en el cosmos, en este caso la humanidad.

Es errado asociarme con imágenes o con un ser material, lo


acertado es que me des cabida en tu propio ser, para evolucionar y
unificarnos en la luz superior.

Hay un demonio que intenta meter la mano en mis escritos, se


llama Rodolfo Ramos, cuando lo siento venir lo disuelvo a través
del entendimiento de que es tan solo un ser aparente, invito al
lector a hacer lo mismo.

Por este medio desempolvo el universo para mi especie (la raza


cósmica); siendo parte de ese polvo la humanidad.

Este libro no le habla al humano1, sino a la conciencia2.

La frecuencia cósmica de conciencia universal

1
El humano. – es la prisa por acabar de leer el libro.
2
La conciencia. – es la intención de entender cada concepto aquí descrito.
7
8
INTRODUCCIÓN
La conciencia, tan comúnmente usada para la generación y
exaltación del personaje de su portador, tiene como función
existencial el entendimiento del universo; por eso, una conciencia
es pura en la medida que duda y se interesa por las cuestiones que
trascienden la naturaleza material.

Antes de haber despertado, el universo, a través de uno de sus


máximos esfuerzos, seguido me decía:

---Hijo, párete encima del furgón.

Y yo, torpemente no veía al universo, sólo a aquel máximo


esfuerzo, el cual juzgué insuficiente porque aun no entendiéndolo,
no preguntaba el significado de la palabra “furgón”. Hasta que un
día, la soberbia a través mío, preguntó:

---¿Qué es un furgón?

Y el universo, a través de aquel máximo esfuerzo, contestó:

---Furgón es un vagón común de tren sin techo, entonces


cuando uno viaja dentro de ese vagón, el humo de la chimenea del
tren le paga en la cara y no le permite ver hacia dónde se dirige.

Cuando uno es joven ---continuó---, vive la vida con el humo en


la cara y en determinado momento uno debe pararse encima del
furgón, para darse cuenta hacia dónde lo llevan sus hábitos y
costumbres, el tren en que va subido.

Éste es mi intento por apartar de la humanidad el humo que el


impide percibir la máxima realidad que la envuelve.

9
Las conciencias que no acceden al entendimiento de su función
existencial se ven obligadas a permanecer en el nivel personal3 y
sensorial4, atrofiándose y descomponiendo a sus portadores; el
perceptor cósmico debe pasar a través de tales niveles, para hacer
accesible a su especie de origen la verdad cósmica.

El humano es en sí mismo entendimiento encarnado; pero


principalmente es un entendimiento que desconoce su función
existencial; por tanto, es un entendimiento inútil y por ello corre
peligro de autodestruirse.

Nada puede ser analizado por sí mismo, sino cada cosa en base
a la mecánica universal; toda descripción que se sustraiga a sí
misma de tal mecanismo es considerada un virus mental y ninguna
inteligencia podrá afirmar con verdad que sabe algo hasta que haya
accedido al entendimiento del mecanismo universal, que una vez
siendo asimilado lo explica TODO.

Ningún humano puede describir acertadamente a la humanidad,


porque la naturaleza humana es la ignorancia, por lo que, para
rescatar a la humanidad de sus propias garras, realizo el presente
tratado.

Ningún juicio humano es acertado, salvo que resuelva aceptando


la propia ignorancia.

“Yo solo sé que no sé nada” (Sócrates).

Que un humano sostenga el valor de algo carece de fundamento,


porque desconoce el mecanismo universal.

3
Nivel personal. – es la falsa relación que la conciencia establece con su portador,
encasillándose en una personalidad que la atrapa.
4
Nivel sensorial. – es lo que percibimos a través de los sentidos.
10
Desde esta perspectiva la humanidad es un estado primitivo de
la conciencia universal, por eso uno no sólo puede, sino incluso
debe abandonar la naturaleza humana para acceder al siguiente
paso evolutivo, que es la percepción cósmica; mutación que es
llevada a cierta minoría de especies inteligentes desarrolladas en el
cosmos, por el entendimiento del mecanismo universal.

Toda ciencia que se desenvuelva desestimando el peligro que la


humanidad corre a manos de su ignorancia, es parte de esa
ignorancia y también de ese peligro. El entendimiento de la verdad
cósmica es la ciencia de la salvación, porque revela a quien lo
obtiene el método para llevar a su especie la salvación, al mismo
tiempo que le impone la obligación de ejecutar tal encomienda.

El verdadero Dios no escucha súplicas, peticiones ni promesas,


porque es el entendimiento del mecanismo universal o conciencia
universal; por eso, el verdadero Dios sólo les habla a perceptores
cósmicos y les exige llevar a cabo lo necesario, para la unificación
de su especie de origen.

A este entendimiento, a pesar de ser respecto del mecanismo


universal, también se le llama acertadamente entendimiento
cósmico o verdad cósmica, dado que es entregado, recibido y
desarrollado en el cosmos.

Después de ejecutar una alegre melodía, el músico le pregunta


al perceptor cósmico con falsa modestia:

---¿Qué te parece lo que escuchaste?

---La alegría sólo es valedera cuando nace del entendimiento


cósmico.

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El silencio grita, y grita muy fuerte todo aquello que debe ser
corregido, de ahí el amor a la música, porque es el amor a la
evasión, igual que el amor a todo lo que el humano egoístamente
ama, porque lo que el humano realmente ama es su cobardía
¿cómo no habría de amarla?, si es su mejor protectora.

Sólo quien actúa de acuerdo con la verdad cósmica puede


realmente disfrutar el silencio, por eso el silencio es la música del
perceptor cósmico.

Para el humano hay silencios incómodos; para el perceptor


cósmico lo incómodo es que interrumpan el dictado superior.

La vida no tiene sentido personal, sino cósmico y consiste en


la unificación de la especie (en este caso la humanidad), para
integrarse activamente en el proceso de evolución cósmica, en
lugar de ser extintos en el cosmos, como a la mayoría de las
especies inteligentes ocurre.

Una vez que el mecanismo universal es revelado lo explica todo


a la especie en turno, y así ocurrirá en la humanidad porque esta
verdad se manifiesta a través de todo, de tal modo que termina por
absorber a la especie, al cosmos y al universo.

Solo hay una cosa digna de ser buscada y cuando se


encuentra, todo lo demás es disuelto.

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13
CAPITULO I EL ELIXIR DE LA SABIDURÍA

UNIVERSAL
Lo que al humano le consta es que nació habiendo mucho
tiempo tras de él, que está vivo, morirá y después de su muerte
seguirá corriendo el tiempo en una proporción mucho mayor que
la ocupada por su periodo de vida, por eso cada humano quiere
vivir todo, probar todo, hacer todo, pero principalmente antes de
morir; por eso, el humano es un ser moribundo por naturaleza.

El humano no se dirige a ningún lado, únicamente lleva su


personaje a evadirse de la inconsciente desesperación de saber que
muy pronto va a morir y todos sus paisajes y sus comidas y sus
momentos triunfales, no valen nada.

El humano es estúpido, es ridículo, es patético, pero


principalmente es una conciencia que pena por su ignorancia
existencial.

Existiendo tantas actividades estériles, la única acción que define


al humano por si mismo es el entendimiento, ya que, aun
compartiendo esta característica con todo en el universo, el
humano es quien la tiene más desarrollada en este planeta.

El humano es una terminal de la conciencia universal, obstruida


o contaminada por el nivel personal; por eso, el juego de la vida
consiste en obtener del universo su elixir: el entendimiento
cósmico.

14
Hoy puedo asegurar sin temor a equivocarme que todo individuo
inteligente lucha ---aun inconscientemente--- por acceder al
entendimiento de la totalidad. Así, inconscientemente, yo fui
empujado a esa meta y estuve ante el alquimista, quien puso frente
a mi el elixir de la sabiduría universal, entonces, feliz e impaciente
me preparé a beberlo de un solo trago. Pensé: “Ahora conoceré y
entenderé todos los misterios del universo, ahora mi vida será una
continua alegría y con facilidad conseguiré realizar todas mis
ambiciones. Ahora sé que es imposible satisfacer al humano,
porque la naturaleza humana es la insatisfacción. Pero en aquel
momento pensaba en los beneficios económicos que muy
fácilmente podría alcanzar, dado que al entender la totalidad, todos
los negocios y metas que yo anhelara serían fácilmente alcanzables,
ni hablar de los recorridos por los mejores lugares del mundo que
en compañía de las más bellas mujeres imaginé, así como también
a mis ídolos favoritos luchado por relacionarse conmigo, dado que
al entender la totalidad habría de convertirme en un ícono popular,
porque lógicamente ganaría también en todos los juegos de azar y
tendría acceso a todas las cosas que tanto había anhelado. Fue por
eso que después de aquella agradabilísima reflexión, gustoso tomé
el cáliz y cuando estuve a punto de beberlo, el alquimista me
advirtió:

--- Nadie posee la sabiduría universal, es la sabiduría


universal quien posee a los distintos individuos que la ingieren.

No me importó su advertencia; de cualquier manera, ahora sé


que no era una opción que el universo me brindaba la de no haber
bebido de aquel oscuro cáliz, porque el entendimiento de la
totalidad no es un acto del individuo, por tanto, uno no se puede
oponer a su recepción.

La autodeterminación es una ilusión cósmica.

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16
CAPÍTULO II LA TRAVESÍA
Así, con la ilusión de ser yo quien lo hacía, me preparé a beber el
que imaginé como el más exquisito de los licores y en un sólo
movimiento tragué sin poder detenerme todo el amarguísimo
contenido del misterioso cáliz.

Tal fue mi amargura, que me hizo desmayar y caer en un


profundo trance, en ese momento dejé de ser un cuerpo y fui pura
percepción habitando en la infinita oscuridad, una oscuridad como
yo nunca había experimentado y a través de la cual me desplacé
tan velozmente como pude, intentando escapar de ella. Pensé que
tal vez aquel cáliz me ofrecería como resultado el quedar
eternamente atrapado en aquella oscuridad, ése era mi mayor
temor.

Y así, en línea recta, me desplazaba sin cuerpo y aterrorizado a la


mayor velocidad que podía, pensé: “Seguramente mi cuerpo yace
en el suelo, ya sea muerto o en estado de coma, pobres de mis
seres queridos, imagino el gran dolor que esto les producirá”. Pero
más allá de lo que ellos sintieran, me preocupaba escapar de aquel
vacío, de aquella profundísima oscuridad, hasta que después de lo
que me pareció un larguísimo tiempo, en aquella oscuridad empecé
a percibir una pequeña luminosidad, tan tenue que al principio
consideré que podría haber sido obra de mi imaginación. Pero en
la medida que me seguía desplazando, en la indiscutible línea recta
a la que mi entorno se iba volviendo cada vez más evidente, hasta
que para mí consuelo encontré una hermosísima variante en aquel
vacío, una inmensa y relumbrante nube de luz, frente a la cual me
detuve impresionado por su magnificencia, luminosidad y su
imponente tamaño, lo más enorme que hubiera yo tenido frente a
mí, aun mucho más extenso que el azul del cielo, tanto que ni
siquiera a la enorme distancia a la que de ella me encontraba. Me
desplacé hacia ella tan velozmente como pude y recordé mis
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regresos en bote hacia una costa lejana, cuando por más que
aceleraba hacia la costa ésta no parecía acercarse.

Así fue como mi camino hacia aquella nube luminosa se


prolongó por bastante tiempo y mientras me acercaba hacia ella,
pude observar la manera en que se comportaba y me percaté de
que esa ---para mí inabarcable--- nube luminosa genera un fluido
invisible que la entrelaza a nivel inmaterial. Y ese fluido invisible que
se desenvuelve por toda la nube luminosa, se desarrolla y potencia
hasta unificarla en un solo cuerpo de luz que, una vez integrado,
avienta al exterior ínfimas e incontables partículas incandescentes,
las cuales al estar afuera explotan generando una nueva y posterior
nube de luz que cobija el cuerpo de luz anterior y ésta repite el
mismo procedimiento, llevando a cabo un mecanismo por el que la
luz se extiende sobre la oscuridad. En la medida que me acercaba a
esa nube de luz, ésta me resultaba mucho mayor. Este mecanismo
parecía ocurrir más y más lento, hasta que me acerqué a tal
proximidad, que este mecanismo no se veía ocurrir y el tamaño de
la nube era absolutamente sobrecogedor, y en ella percibí habitar
---a un nivel que desde aquella perspectiva resultaba por debajo
del nivel microscópico--- a la humanidad y a incontables especies
inteligentes, y entendí que esa nube de luz es por lo tanto el espacio
cósmico, que está prácticamente formado de distintas inteligencias,
y que el cosmos en sí mismo una sola conciencia expandida y
repartida en incontables especies inteligentes. Constaté que esta
conciencia en principio de unifica por entendimiento a través de las
mayores mentes en él generadas, hasta terminar unificándose en
un solo cuerpo de luz y cuando eso ocurre expulsa de su territorio
la densidad y materia que ensucian su espacio, hacia el espacio
virgen, comprimida en incontables semillas incandescentes que una
vez afuera explotan formando un nuevo y posterior cosmos.

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Entendí que el sentido de la vida es generar inteligencia, y el
de la inteligencia, unificar el cosmos en una sola esencia. Desde
ahí me fue claro que la mayor fuerza del cosmos es invisible y
termina por disolverlo todo.

Constaté que no todos los planetas generan vida, sino la


minoría, y no todos los que generan vida generan inteligencia,
sino la minoría, y no todos los que generan inteligencia
acceden a unificar su mente a través del cosmos por
entendimiento, sino la minoría; pero ésa es la exacta
proporción requerida para llevar a cabo el procedimiento de
evolución cósmica.

Dichosas las almas que pasan por el cosmos sin sucumbir ante
sus demonios, porque subliman al máximo su energía universal.

Desde aquella perspectiva y proximidad no se observa ocurrir


aquel mecanismo expansivo, sino incontables especies
inteligentes que se desintegran y autodestruyen en el espacio
cósmico debido a su ignorancia, pero más que a esa ignorancia,
a su falso conocimiento, que es el mayor asesino de especies
inteligentes.

Desde esta perspectiva, el cosmos es una nube de luz y los


planetas son un aparentemente insignificante porcentaje de la
masa cósmica (la nube). Pero en un porcentaje aún mucho menor
en masa, se encuentran repartidas en distintos planetas por todo el
cosmos distintas especies inteligentes, y todavía un pequeñísimo
porcentaje de éstas, son las que bastan para llevar a cabo el
proceso de evolución cósmica, que es uno mediante el cual, el
cosmos se unifica en un solo cuerpo de luz.

Las inteligencias que desconocen el mecanismo universal son


como naves sin remos que, llevadas por la marea de la ignorancia,
terminan hundidas en el mar de las falsas suposiciones.
19
El sembrador salió a sembrar. Al ir sembrando, una parte de la
semilla cayó a lo largo del camino, vinieron los pájaros y se la
comieron. Otra parte cayó entre piedras, donde había poca tierra,
y las semillas brotaron enseguida por no estar muy honda la
tierra. Pero cuando salió el sol, las quemó y, como no tenían
raíces, se secaron. Otras semillas cayeron entre espinos: los
espinos crecieron y las sofocaron, de manera que no dieron fruto.
Otras semillas cayeron en tierra buena: brotaron, crecieron y
dieron fruto (Jesús).5
La naturaleza de la inteligencia es la misma en todo el cosmos,
pero no siempre puede florecer debido a las particularidades
individuales y de la materia, que operan en los distintos planetas
por todo el cosmos. Es por ello que la mayoría de las especies son
disueltas.

Desde la perspectiva cósmica se hace claro que la vida y la


inteligencia son sólo piezas (aunque importantísimas) en el
procedimiento de purificación cósmica.

Constaté que el procedimiento de transmutación cósmica


conlleva la devastación de incontables especies inteligentes en el
cosmos.

Vi cómo en los distintos planetas por todo el cosmos, los


individuos de las distintas inteligencias persiguen su ambición,
pasando para ello por encima de sus semejantes y devastan en
instantes cósmicos su hábitat planetario, provocando la
consecuente extinción de su especie generadora. Vi como todos
aquellos afanes, como los que perseguía antes de tomar el elixir de
la sabiduría universal, son los que guían a incontables especies
inteligentes hacia su desintegración y posterior extinción.

5
Marcos 4:3-8.
20
Constate que los seres movidos por un afán protagónico
terminan convirtiéndose en actores secundarios de la historia
cósmica.

El poder y la fama son espejismos con los que Satanás atrapa y


desquicia conciencias, y genera aberrantes modelos de conducta,
desintegrando de este modo incontables especies inteligentes en
el cosmos; me consta que ni la moda ni la personalidad son
inventos humanos, sino demonios que atrapan a distintas
inteligencias por todo el cosmos.

Vi también entre aquellas incontables especies que se


autodestruyen, unas pocas que en tal proceso recapacitan y
revierten el proceso logrando unificarse, perdurar y sumarse
activamente en el proceso de evolución cósmica.

Constante que el cosmos es fricción y por tanto destrucción, pero


también depuración. De tal modo que las especies exitosas llevan
a cabo la unificación de la energía universal de cada individuo de la
especie en su astro rector, para convertirlo en un ser consciente,
que lleva el cúmulo de sus experiencias purificadas, para llevar a
cabo su explosión y teletransportar la energía que contiene al
cuerpo de luz anterior. Me percaté que en la medida que el cosmos
madura, cada vez más astros explotan al mismo tiempo en él, hasta
llegar un punto en que explota al mismo tiempo la cantidad de
astros requerida, para que el cosmos se unifique en un solo cuerpo
de luz y conciencia.

21
Constaté que las especies que resultan exitosas son aquellas de
quienes los individuos que las integran abandonan sus
conveniencias personales en beneficio de la especie, por eso su
principal actividad es la ayuda a los más desvalidos , porque para
perdurar, la especie debe integrarse como el organismo que es, por
eso busca homogeneizarse6, es decir, dejar iguales a todos los
individuos que la integran, superando las diferencias sociales,
raciales y de género, hasta que evolucionen en seres de luz.

Fui testigo de que la generalidad de los planetas terminan sus


días cuando son engullidos por sus correspondientes astros
rectores, pero este proceso ocupa un tiempo, que aunque
desde la perspectiva cósmica parece breve, le brinda a las
especies exitosas el tiempo necesario para que evolucionen y
se adapten a las condiciones que su medio planetario les
presenta, dadas sus distintas proximidades con sus
correspondientes astros rectores, por ejemplo: en el caso del
planeta Tierra, éste será engullido por el sol dentro de 5 mil
millones de años.

De tal modo que, al transcurrir el tiempo necesario, algunas


(proporcionalmente muy pocas) de las incontables especies
inteligentes desarrolladas en el espacio cósmico habrán logrado
evolucionar hasta el máximo límite que el cosmos permite,
mutando en seres de luz.

6
Homogeinización. – es llevar a cabo la uniformidad esencial de una sustancia. Una sustancia
es heterogénea cuando está integrada por distintas esencias y es homogénea cuando es de
una sola esencia.
22
Así como la masiva devastación de especies inteligentes en el
cosmos es un hecho natural, también en forma natural algunos
individuos de distintas especies contaminadas son separados de
éstas por el entendimiento cósmico, accediendo a la mutación, y
estos individuos ---ahora perceptores cósmicos--- operan
haciendo accesible a su especie de origen el entendimiento
cósmico y por tanto llevan a ella la mutación cósmica, que no sólo
habrá de brindarle la salvación, sino sublimará al máximo su energía
universal, integrándola activamente en el procedimiento de
evolución cósmica.

El universo lucha por ser entendido.

De hecho, TODO contribuye en el procedimiento de evolución


cósmica, ya sea en forma pasiva o activa:

Forma pasiva. – participan en forma pasiva la materia y densidad


que salen expelidas al espacio virgen comprimidas en incontables
partículas que explotan, formando un nuevo y posterior cosmos.

Forma activa. – participan en forma activa los astros que,


superando todas las pruebas del cosmos, lograron cumplir su fin
ulterior, generando viva y una inteligencia que fue capaz de
unificarse en su seno, llevándole conciencia, para explotar y
preservar su energía universal, sublimándola al máximo e
integrándose o integrando el cuerpo de luz superior.

23
Las distintas especies inteligentes – como la especie humana –
son formas previas a la perfección. La humanidad es uno de los
muchos trajes usados por el cosmos para purificar la energía de
entendimiento, que es la verdadera esencia del universo, y por
tanto el humano es un vehículo de entendimiento que debe ser
disuelto, porque si no lo es corrompe el contenido esencial de la
existencia y en consecuencia se autodestruye, como a la mayoría
de las especies inteligentes ocurre. Pero las que no se
autodestruyen, logran con el estallido de su astro rector integrar su
energía universal al cuerpo de luz que genera y precede al cosmos,
logrando de este modo su sublimación y emancipación del plano
material o cosmos.

La humanidad es un organismo que se debate entre la total


desaparición y la existencia plena.

Entendí el inminente peligro que la humanidad corre dado el


mecanismo en que se encuentra inmersa. Me hice consciente que:
cuando uno bebe el elixir de la sabiduría universal, no escucha
– como uno lo espera – el aplauso del público, sino la exigencia
que el universo impone en el sentido de hacer accesible a la
especie de origen el entendimiento de la verdad cósmica para
obtener la salvación.

Desde la perspectiva cósmica es claro que ningún individuo vale


por sí mismo, sino por la unificación de su especie de origen, y que
nadie es quien, para hablar con Dios, más bien Dios le exige a uno
y uno debe callarse y obedecer.

El humano negocia con su dios:

---Dios, creo en ti si me alejas del dolor.

El perceptor cósmico entrega su ser personal y material por el


entendimiento del universo.

24
CAPÍTULO III DE VUELTA A LA TIERRA
Cuando desperté me vi desnudo como una criatura cósmica que
ingresa por primera vez a la realidad, e impaciente corrí a buscar a
mis seres queridos, para que fueran ellos los primeros en recibir la
increíble revelación de que era portador. Feliz y sobresaltado por la
emoción, corrí a su encuentro; pero cuando bajé al mundo ya no
encontré a ninguno de los que antes identificaba, en su lugar me
encontré con monstruos, con demonios mutantes que cambian a
cada instante de forma, con descontrolados seres que son
arrastrados por la ignorancia cósmica, por el miedo a la muerte, por
sus fluidos corporales y por sus instintos animales, entre muchas
otras variables que determinan el curso de la vida de los seres
humanos.

El humano no lleva a cabo ninguna acción, sino se ve orillado a


hacer todo lo que hace; y por eso, todo acto humano es un acto
desesperado y/o inconsciente, incluso la apatía humana es
producto de la desesperanza.

El trazar de la vida conforme a cada humano mejor le parezca,


no es un derecho que el universo les brinda, sino algo a lo que los
humanos se ven obligados por su ignorancia existencial o cósmica.

“Nosotros mismos somos angustia” (Jean Paul Sartre).

“Felicidad es estar cada día menos angustiado” (Alejandro


Jodorowsky).

Percibí que la vida humana es un inconsciente y continuo rictus


de dolor y la que creen alegría, es solamente otro tono de su
continua desesperación.

“No tenemos idea de lo que somos” (Rumi).

25
Noté claramente en la humanidad la marca distintiva de la
contaminación mental, la cual se hace evidente cuando en una
especie inteligente cada individuo que la integra tiene como
eje central de su conciencia su ser material y el oculto y
continuo acoso de la cada vez más próxima defunción. Es por
ello, por ese inconsciente terror con que viven, que son
incapaces de acceder a mensaje alguno, ya que el éxito humano
es la sedación y el escape; pero más precisamente, escapar de
afrontar la desesperante ignorancia existencial.

La ignorancia es la madre de todas las personalidades; dicho de


otro modo, la personalidad es la forma que asume la conciencia
universal a través de un individuo cuando ignora la verdad cósmica;
pero cuando esta verdad es entendida, libera a la conciencia de la
personalidad que la atrapa, habilitando al individuo como
instrumento de salvación para su especie de origen.

La mente no debe apuntarse hacia particularidades personales,


sino hacia la verdad universal.

De su condición material, se desprende el mayor demonio que


persigue a la conciencia humana, porque la ataca ferozmente a
cada instante, recordándole a cada individuo de la especie que muy
pronto va a morir, lacerándolo, mutilándolo, desgastándolo y
envejeciéndolo mientras transcurre su ridículamente breve
existencia.

En forma natural la conciencia queda atrapada en alguna


personalidad que juzga adecuada, pero también en forma
natural una de cada tantísimas conciencias trasciende la
barrera planetaria y accede a unificarse por entendimiento con
inteligencias de distintos planetas, que también han logrado
trascender sus barreras planetarias de origen, trayendo como
consecuencia la comunión cósmica que las unifica en una
frecuencia cósmica de conciencia universal.
26
Pensé para mis adentros: “Si supieran que estamos aquí desde
aquella vez que un rayo de sol fecundó por primera vez nuestro
planeta, que desde ese momento hemos venido, muerto,
regresado al sol y después sido nuevamente regresados al
planeta, evolucionando y diversificándonos mediante este
proceso en especies y ecosistemas, que todos somos ese inicial
rayo de sol que mutó al fusionarse con materia en energía de
vida, que para sublimarse requiere de la unificación de nuestra
especie, lo cual exige que el humano desintoxique a su mente
del nivel personal, para actuar siempre en congruencia con la
verdad cósmica, no por humana bondad, ya que al desconocer la
humanidad el mecanismo universal, ningún valor humano es real,
sino llevando a cabo el proceso alquímico que la especie necesita,
para sublimar al máximo su energía universal. Pero muy pronto
constaté que al humano no le interesa conocer la verdad, busca
quedar “vencedor” en la plática, busca un momento triunfal, por
eso sus contiendas son aparentemente ganadas por quien esté en
posición de asumir la actitud más arrogante y descalificativa”.

El triunfo humano es estar por encima de otro.

El humano no busca la verdad, va acomodando frases que lo


hagan quedar vencedor, al menos ante él mismo.

El humano no busca la verdad, sino una actitud que lo ayude a


sobrellevar su vacío existencial.

27
Desde la perspectiva cósmica se hace evidente que toda
contienda humana es siempre vencida por Satanás, porque fue
capaz de mantener la frecuencia mental planetaria7 en su terreno,
el dominio (aunque sea el dominio “intelectual”).

Aparentemente se relacionan entre individuos, pero desde la


perspectiva cósmica se hace evidente, que es la conciencia universal
quien a través de los humanos busca homogeneizar sus propios
conceptos para llegar a la verdad, pero desafortunadamente el
humano continuamente busca realizarse como profesionista, como
hombre o mujer, como atleta y como todo aquello que atenta
contra la unificación que toda especie inteligente necesita llevar a
cabo para sumarse activamente en el proceso de evolución cósmica
y sublimar al máximo su energía universal.

Entre más se acierta como humano, más se fracasa como


criatura cósmica.

Hay quienes en afán de verlo “todo” gastan enormes fortunas


para desplazarse a distintos puntos del planeta, maravillándose
falsamente de las percepciones sensoriales que en tales lejanías
fingen haber experimentado.

7
Frecuencia mental planetaria. – es un organismo incorpóreo, que se desarrolla en un planeta
cuando el entendimiento de los individuos de una especie se ha consolidado hasta generarlo
(los humanos generan la f.m.p. en la Tierra). La tendencia de este organismo es la destrucción
de la especie que lo generó, ya que este entendimiento los agrupa en base a diferencias, “los
grupos no unen, dividen”.
Las organizaciones mundanas se agrupan en base a características, es decir, diferencias; por
eso estas inteligencias se desintegran y extinguen en instantes cósmicos.
Hoy sé que no sólo en nuestro planeta, sino en todos los planetas donde se desarrolla una
inteligencia infectada, ésta se agrupa en naciones.
Desde la perspectiva cósmica resulta obvio que: señalar alguna nación de ignorantes es
redundante.

28
Yo me pregunto, ¿qué pudieron experimentar allá tan lejos? Si
aquí mismo no alcanzan a percibir la terrible carestía de sus
semejantes. Ellos son muertos en vida que se desplazan por el
planeta, sin avanzar un solo paso en el entendimiento.

En verdad te digo: “No hay algo en otro lado que no esté aquí
mismo ahora, porque cada cosa existente refleja la totalidad”.

Muy pronto constaté que al humano no le molesta su propia


ignorancia, lo que le molesta es que otros la noten, por eso se
contenta con encontrar a otro “más ignorante” y de este modo
logra el acto humano por excelencia: el escape; por eso el humano
no sólo agradece, sino incluso premia la estupidez ajena.

Si quieres triunfar en el mundo humano, ponte a hacerle de


idiotita frente a todos.

El demonio extermina incontables especies inteligentes en el


cosmos, valiéndose de los que en la estupidez de otros pretenden
justificar la suya propia.

Desde la perspectiva cósmica se hace evidente que no es posible


afirmar con verdad la mayor o menor ignorancia de alguno, ya que
toda aquella conciencia que desconoce el mecanismo universal es
absolutamente ignorante y los datos recogidos en el universo
terminan convirtiéndose en nuevos objetos de enajenación mental
para la especie, ya que nada en el universo se explica por sí mismo,
sino cada cosa en base a la mecánica universal. Por tanto, todo
humano es absolutamente ignorante, la naturaleza humana es la
ignorancia, pero más que la ignorancia, el falso conocimiento.

“Quien desconoce la meta, cuanto más corre más se aleja” (La.


F.C. de C.U. a través de San Agustín).

No hay desarrollo posible mediante la ambición, parece


progreso, pero es destrucción.

29
Toda laceración del orden natural ocurre por ignorancia cósmica,
porque la naturaleza provee en el nivel optimo todos los
satisfactores que una inteligencia planetaria necesita para
desarrollarse, siempre y cuando esté libre de ambición.

Como humano, alguna vez me sorprendí de escuchar que había


quien se comunicaba con los animales. Ahora como perceptor
cósmico lo que me extraña es que haya quienes no les entiendan.

Constaté que quien bebe el elixir de la sabiduría universal,


escucha hablar todo, sólo que ni los humanos, ni los animales ni las
cosas dicen lo que creen decir, por ejemplo: los humanos
únicamente piden ayuda – cada uno a su manera, es decir desde su
particular personalidad –, las aves con su silbido le avisan al
perceptor cósmico que el hábitat planetario todavía ofrece plazo
para llevar a cabo la misión cósmica; algunos insectos nos enseñan
que todos los individuos de la misma especie forman un solo
organismo; un objeto de lujo nos habla de la banalidad de su dueño
y de la sociedad, así como de la ignorancia cósmica de toda la
especie a la que pertenece.

Un día me enojé con uno de los gatos que viven conmigo,


porque asesinó a una bestia menor, pero después con sarcasmo le
dije:

---Cuando alcances el silencio interior dejarás de asesinar a otros


más desvalidos.

Entonces telepáticamente me contestó:

---Ya tengo el silencio interior.

Y le pregunté:

---Entonces ¿por qué asesinas?

A lo que me respondió:

30
---Porque mi silencio, mi impulso, mi instinto es planetario,
mientras que el del humano es cósmico, el humano, asesina y a la
vez es asesinado por sus voces planetarias, su animalidad.

Si se compara con los animales, la naturaleza humana es el


entendimiento; pero desde la perspectiva cósmica la naturaleza
humana es el error.

“El mundo podría existir muy bien sin la literatura, e incluso mejor
sin el hombre” (La. F.C. de C.U. a través de Jean Paul Sartre).

En las especies que desconocen el mecanismo universal, la


ciencia y la tecnología operan para destrucción.

Ya que desde la condición humana el cosmos no revela secretos,


el humano no alcanza a ver su propia bajeza máxime que los
humanos tienen un pacto mudo, en virtud del cual se comprometen
a hacerse sentir valiosos unos a otros, precisamente porque saben
que no lo son ---todo homenaje a persona cierta es un homenaje
a la estupidez de los que en tal participan---, pero desde la
perspectiva cósmica se perciben incontables especies
inteligentes que no acceden al entendimiento cósmico, por
tanto cada individuo vive para adquirir la mayor cantidad de
bienes materiales que le sea posible, lo que produce la
conducente ---y desde esta perspectiva instantánea---
devastación del hábitat planetario. Pero este hábitat planetario
es reconstruido en forma natural también “instantáneamente”
después que la especie contaminada se ha extinto por
completo, dándole una nueva oportunidad a tal planeta de
quizás generar una nueva inteligencia, que fuera capaz de
llevar a cabo el procedimiento de unificación especial
planetaria8, que tiene como misión superior todo astro, todo

8
Unificación especial planetaria. – es el natural proceso mediante el cual una especie
inteligente va perdiendo sus distinciones desde sociales hasta sexuales, para homogeneizarse
en seres de luz (ver página xxxx).
31
planeta, toda especie y toda criatura inteligente desarrollada en el
cosmos, pero que tan difícil es de conseguir, porque he constatado
que la inmensa mayoría de inteligencias vienen al cosmos
únicamente a autodestruirse; e igualmente la inmensa mayoría de
astros termina consumiendo su propia energía, sin conseguir el
exitoso estallido, ni por tanto la máxima sublimación universal, sino
dando fin a su energía, en un muy abundante suceso cósmico a mi
revelado como MUERTE SEGUNDA, que pone fin a la experiencia
cognoscitiva de percibir el universo.

Los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los


fornicadores y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos
tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la
muerte segunda.9
Las inteligencias que no acceden al entendimiento de la verdad
cósmica son la escala más baja del cosmos, por debajo de los
demás animales, los vegetales e incluso los minerales de su planeta
generador, porque son los únicos organismos que producen la
devastación del hábitat planetario y en consecuencia su
autodestrucción.

De hecho, entendí que Esta contaminación mental (el


desconocimiento de la verdad cósmica) sirve al cosmos para
acelerar su proceso de selección, es la manera que el cosmos tiene
de decirle a las distintas especies inteligentes desarrolladas en su
seno: “las que no sirvan, váyanse rápido para dar espacio a otras
que sí pudieran servir”. Claro que esta es una metáfora ya que en
realidad: no existe un ser supremo que selecciona y escoge seres
privilegiados, sino que la salvación ocurre en forma natural, cuando
el entendimiento es capaz de abarcar la realidad que el universo
presenta.

9
Apocalipsis 21:8.
32
Hoy se que no hay salvación sino por el entendimiento del
mecanismo universal, cuando éste ha poseído a la especie; ya que
este entendimiento es un conocimiento vivo llamado MAGO
BLANCO, que por sí mismo lleva a cabo lo necesario para la
purificación, unificación y sublimación de las distintas especies
exitosas desarrolladas en el cosmos. Se también que el universo
siendo eterno, es abarcable a través del entendimiento, siendo éste
la mayor esencia del cosmos, el entendimiento de la totalidad, la
conciencia universal o mago blanco.

El protagonista de la historia del cosmos es el entendimiento del


mecanismo universal, tanto como de la Tierra la humanidad. Hoy sé
que la alquimia mental10, no solamente existe, sino es la mayor
fuerza que opera en el universo.

Las inteligencias que adolecen del entendimiento del mecanismo


universal no tienen más opción que el fracaso y la autodestrucción,
lo único que éstas pueden escoger es esa vía; por eso, de las
opciones humanas la más rentable es la abstención, porque las
demás son como escoger entre tropezar o resbalar, ya que el
cosmos no ofrece acierto para las especies que desconocen su
función existencial.

“Todas las actividades humanas están predestinadas al fracaso”


(La F.C de C.U. a través de Jean Paul Sartre).

10
Alquimia mental. - dícese de la transformación de los elementos por efecto de la mente. El
ignorante pretende que éste es un proceso instantáneo y del ego, a través del cual un individuo
caprichosamente convierte el metal en oro; sin embargo, es un natural proceso del que todo y
todos somos parte, y es uno a través del cual imparablemente el espacio infinito se transforma
desde el vacío, pasando por la materia, después la luz y después la conciencia absoluta (la
omnipresente supraconciencia), hasta que todo el espacio infinito transmuta en aquella
omnipresente supraconciencia y después vuelve a empezar.
33
El humano por su ignorancia cósmica se ve obligado a regirse
por suposiciones tan aberrantes como aquella que considera que
cada individuo tiene e incluso construye su propia y particular
verdad. Desde la perspectiva cósmica se hace evidente que el
humano es más bien arrastrado por su ignorancia hacia la
autodestrucción, por eso la acción del perceptor cósmico y revertir
tal arrastre, aunque sabe muy bien que el humano no busca ni
agradece la enseñanza, porque no se encuentra en aptitud de
aprender, más bien le molesta que otros no sean igualmente
ignorantes y su aberrante lucha es por desvirtuar la verdad que le
está siendo revelada.

Cada humano está ansioso por decir la única cosa que sabe,
aunque no sepa que significa.

Cada humano está ansioso por decir la única cosa que sabe,
aunque no venga al caso.

El entendimiento del mecanismo universal o mago blanco le


exige a quienes lo adquieren, la absoluta desposesión del ser
personal, que dota al individuo con un infinito poder que lo
convierte en una pura terminal de la conciencia universal.

El humano es preso de su ignorancia, por eso Jesús dijo: La


verdad los hará libres.11
Vi que la humanidad como unidad no es mala, sino falsamente
sabia; y por eso, tan masivamente genera la destrucción que la
caracteriza.

De las ciencias planetarias, vale más ser ignorante que erudito.

11
Juan 8:32.
34
Los humanos después de estudiar alguna de sus falsas
ciencias se dicen licenciados, ingenieros, doctores o maestros y
es de esos falsos títulos es de donde obtienen la seguridad para
actuar de la manera tan aberrante y destructiva como lo hacen;
siendo que ninguno de esos ignorantes seres sabe siquiera
dónde está, qué es, ni para qué existe y gran cantidad de
humanos vive para obtener esos falsos grados académicos.

La practicada por la humanidad es falsa ciencia, porque se deriva


de mediciones de individualidades que no se explican por sí
mismas, ni llevan a entender la totalidad.

“No hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué


puerto se dirige” (La F.C. de C.U. a través de Schopenhauer).

Sólo es posible el desarrollo cuando se actúa en función de


aquello para lo que se fue creado. Es ridículo: el lujo, la danza, el
excesivo desarrollo muscular, la memorización de datos estériles,
las falsas habilidades planetarias de la ambición y la vanidad, y todo
desempeño individual que lleve a la exaltación de un personaje.

El humano es un conductor de conciencia obstruido y por tanto


inhábil, pero cuando esta obstrucción es disuelta, la existencia
cobra sentido.

Humanidad tu petulancia es tu perdición.

Desde la perspectiva cósmica queda al descubierto que la


arrogancia y la elegancia son distintos tonos de la estupidez y el
ridículo.

Si quieres acceder a la verdadera existencia, olvídate de tus vanos


estudios y permite penetrar en tu ser el entendimiento de la verdad
cósmica.

35
Siendo el humano un canal de conciencia obstruido o
contaminado por el nivel personal, esta obstrucción hace del
humano un organismo violento y defensivo, quien por miedo se
opone a aceptar el entendimiento universal. El humano no quiere
oír, quiere opinar, quiere gritar, pero principalmente quiere salir
vencedor.

El humano asumiendo su incapacidad para avanzar se contenta


con impedir que otros avancen. Por eso el humano ama quitar
tiempo.

El éxito humano es estar por encima de otros y el éxito cósmico


es la homogeinización de la especie, por eso para preservar nuestra
energía universal, la humanidad que contamina cada conciencia de
nuestra especie debe ser disuelta.

36
37
CAPÍTULO IV LA MISIÓN
No obstante, todo lo anterior, dediqué mi energía universal a la
asistencia de individuos, de dolores, de apetitos, de necesidades
humanas y constaté que es imposible ayudar al humano, porque la
única ayuda real consiste en llevar a la conciencia el entendimiento
del mecanismo universal, es decir que la ayuda consiste en lograr
que la conciencia trascienda su naturaleza humana.

Muchos han sido quienes han consagrado sus vidas a aliviar


dolores humanos, hambres humanas, sufrimientos humanos, pero
su esfuerzo y ejemplo no han resultado en la sanación de la especie,
ya que ésta sigue contaminada con ambición y hoy después que
esos héroes han muerto, aun en la Tierra hay otros que sufren, que
penan y que lloran.

Ningún acto vale por sí mismo, sino por la unificación de la


especie a la que se pertenece; no hay bien, sino por el
entendimiento del mecanismo universal.

El entendimiento de la verdad cósmica repercute en la ayuda a


los más desvalidos, pero los primeros perceptores cósmicos deben
asumir la ignorancia y el dolor de sus contemporáneos, en
salvaguarda de la especie.

El perceptor cósmico no vive para sí mismo ni para los seres de


su tiempo, viene a insertar un mensaje que florecerá más adelante.

El mago blanco no viene a aliviar una sed humana, sino del


universo dentro de la conciencia humana, sanando a la humanidad
como ente, y a los individuos sólo en consecuencia.

El perceptor cósmico no intenta sanar personas ni cuerpos,


sino entendimientos, para sanar a la total especie.

38
Hoy libero la verdad cósmica sobre la humanidad, sabiendo que
ésta opera sobre las conciencias más sutiles, porque de ese modo
es iniciado el proceso alquímico de unificación especial planetaria.

La satisfacción de Dios en la conciencia humana es el


entendimiento cósmico, que lo es también del mecanismo universal
y, por tanto, de la propia función existencial.

La insatisfacción nace del desconocimiento, ya que el humano es


entendimiento, la sanación se da cuando se entiende el universo.

El acto del perceptor cósmico es expulsar demonios y sabe


que éstos se retiran de la conciencia (individual y de la especie)
cuando llega el entendimiento del mecanismo universal.

La sanación de la conciencia individual no es factible a través del


autoanálisis, porque aun disolviendo la falsamente concedida12
dolencia del paciente, éste seguirá inhábil para actuar en función
de aquello para lo que fue creado, de tal modo que el individuo
extrañará o regresará a su antiguo vicio o inventará otros nuevos,
para tener algo en que ocuparse. Por eso el perceptor cósmico sabe
que no hay sanación, sino por el entendimiento del mecanismo
universal, extinguiendo al ser personal; por eso, la conciencia nunca
debe ser apuntada hacia particularidades individuales sino en todo
momento hacia la verdad universal.

Dado la condición humana ningún factor individual es


relevante, ya que el lugar donde le tocó nacer a un humano,
tanto como si es rico o pobre, fuerte o débil, guapo o feo,
simpático o antipático, solo determina la ubicación desde
donde va a cometer todos sus errores, ya que la condición
humana es el error.

12
Falsamente concedida. – porque desde la perspectiva cósmica se hace evidente que el
humano no es capaz de identificar su verdadera dolencia, pero concedo lo supuesto, a efecto
de aclarar el punto a que me refiero.
39
Desde la perspectiva cósmica se hace evidente que hay mayor
virtud en llevar a una sola conciencia el entendimiento del
mecanismo universal, que en erradicar todo el cáncer del mundo
(sino se ha disuelto la ignorancia cósmica. El cáncer reaparecería
inmediatamente). La sanación individual consiste en: a través
del entendimiento del mecanismo universal, transformar al
individuo en una célula de sanación para su especie, sin que
esta célula siga a otra ni permita que las por ella sanadas la
sigan, sino generando que cada una de las que ya accedió siga
únicamente a la verdad cósmica y sea irradiadora de su
entorno.

De este modo la sanación ocurre en forma exponencial, de lo


contrario se incurre en la generación y fortalecimiento de nuevos
personajes, que desde esta perspectiva son evidenciados como
instrumentos de destrucción para las distintas especies inteligentes
que los generan.

La sanación como el éxito o es de la especie o no es real.

El inexperto afirma “yo soy mago blanco”, pero desde la


perspectiva cósmica se hace evidente que el acceso a tal nivel
ocurre por disolución del ser personal, por tanto, ningún humano
es mago blanco, sino que el perceptor cósmico es portador del
mago blanco o del entendimiento del mecanismo universal.

El mago blanco no es un individuo sino un entendimiento que


disuelve personalidades, para llevar a cabo el proceso evolutivo del
cosmos.

La inteligencia en la humanidad sólo sirve para reconocer su


propia ignorancia y en algunos casos ni siquiera para eso sirve,
porque todavía hay quienes se dicen y a quienes se les dice sabios
y pero aún, hay quienes los siguen.

40
Las medias verdades son mentiras completas, por tanto, los
medios sabios son ignorantes completos.

Toda afirmación es igualmente inválida cuando se desconoce el


mecanismo universal.

“Si dos están de acuerdo es por un malentendido” (La F.C. de C.U.


a través de Jean Paul Sartre).

Ninguna de las veces en que la voluptuosa dama de la vanidad


intenta seducir al perceptor cósmico, está demoníaca presencia
encuentra dónde afianzarse, porque éste entiende muy bien que la
que otros ponderan como “su grandeza”, ni es suya ni es grandeza,
sino el nivel requerido para acceder a la salvación. El perceptor
cósmico sabe muy bien que la grandeza de un ídolo no refleja sino
la bajeza de su entorno entiende que nadie se sorprende de la
sabiduría ajena, sino cada uno de la propia ignorancia.

La bajeza de un pueblo se mide por sus idolatrías.

Las conciencias ignorantes son inutilizadas por la idolatría de su


entorno, convirtiéndose en cebadas presas de los demonios
cósmicos, tales como: la soberbia y la petulancia; después estos
individuos son convertidos en trabajadores de Satanás, para la
industria de la enajenación mental, fabricando aberrantes modelos
de conducta que operan en la destrucción de su especie de origen.
En las especies infectadas, a esos individuos se les venera e idolatra
para fingir un personaje y sostener un solo gesto; los hay de
muchos modelos y tamaños, pero estos demonios siempre buscan
la exaltación de su personaje.

41
Verifiqué en la humanidad la existencia de toda clase de intentos
desesperados y aberrantes de la conciencia, por no religarse con su
origen y función existencial; constaté la existencia de instituciones
de poder, falsamente religiosas que les son impuestas a los
humanos, incluso con varias generaciones de anticipación a su
nuevo nacimiento carnal y estas los incapacitan para cuestionar su
propia existencia, abortando de ese modo su conciencia cósmica.

Todo acto ritual es un acto de ignorancia y miedo.

La devastación de incontables especies inteligentes llega a los


distintos planetas a través de quienes realizan rituales, los que por
voluntad propia deciden convertirse en enajenados mentales,
todos los creyentes en algo inverosímil, los que imponen y/o imitan
conductas aberrantes y de quienes viven dedicados a su personaje.

La permisividad inconsciente de un solo individuo ataca


mortalmente a toda su especie de origen.

Constaté que aquellas conciencias sutiles que despiertan ante tal


abrumadora evidencia, en su intento por escapar quedan
nuevamente atrapadas y enajenadas en algún otro intento de
religión falsamente holística, periférica a las falsas religiones
mayores, pero que son igualmente generadoras de la devastación
de incontables especies inteligentes en el cosmos.

El acceso al nivel cósmico de la conciencia se adquiere por


disolución del nivel personal, al agradecer al agua, al cielo, al viento,
al árbol, etcétera, los estamos personalizando; y con tal,
convirtiéndolos en objetos de contaminación para la conciencia.

Cuando aparentemente el humano abandona su falsa religión de


origen, corre nuevamente en busca de alguien ante quien
arrodillarse y venerar.

La “religión” humana es la súplica y la vana adoración.

42
Tuve ante mí humanos endiosados con el poder de la falsa
sanación, seres a quienes otros buscan para que éste los alivie de
un mal que los mismos pacientes se inventaron, para confirmar con
la búsqueda “curación” la falsa idea de que no importa la bajeza a
que estos “pacientes” condenen su propia conciencia, dado que ahí
fuera hay un sujeto poderoso que puede salvarlos.

Satanás salva de hecho algunos cuerpos, para condenar


entendimientos.

Hoy sé que sólo por el entendimiento del mecanismo universal


la conciencia es naturalmente capaz de encaminar al individuo que
la porta a hacer lo necesario, para llevar a cabo el procedimiento de
unificación especial planetaria y conseguir la sublimación cósmica.

Desde esta aptitud se revela que la sanación de cuerpos es un


arma de la que Satanás se vale para enajenar conciencias.

Miente quien afirma ser capaz de curar a un individuo


inteligente sin curar a toda la especie, sería como pretender
curar una sola célula y no al organismo, porque el ser real es la
humanidad, la verdad cósmica opera en el entendimiento de
que entre todos los humanos formamos un solo organismo y
que la enfermedad no es una cuestión del cuerpo sino de la
mente, cuando adolece del entendimiento universal; y cuando
la mente es sana, tal salud se manifiesta en el cumplimiento de
la misión cósmica y esta conducta es la que brinda a la especie
la condición de homogeneizarse y perdurar.

Quien acude a salvar a la humanidad es el entendimiento del


mecanismo universal, que siendo asimilado capacita a la
especie para la supervivencia y sublimación cósmica.

43
Cuando intenté evidenciar a algunos falsos ministros, ellos
mismos fueron puestos en evidencia con mayor fuerza de la que yo
intentaría, porque fueron así puestos por la bajeza de sus propios
actos, su pederastia. Pero constaté que ni aun así los suplicadores
están dispuestos a soltarse de aquella única esperanza, en la que
consiguen sostener su tan amada ignorancia.

Entonces el mago blanco me dijo:

---Observa, la iglesia no son los ministros, sino los creyentes, la


alquimia mental consiste en transmutar creyentes en
entendidos, hacer comprender que: quien sanciona su
conducta y determina el futuro de cada cosa existente es el
mecanismo universal; por tanto, el don de Dios no es la fe, sino
el entendimiento de este mecanismo.

También encontré a quienes en las toxinas se obsesionan,


encontrando falsas verdades que no llevan a ningún lado, salvo a la
enajenación de la conciencia, en virtud de aquella distorsión de la
realidad; se atoran en paisajes, en visiones y en sensaciones, sin
recoger del universo su fruto, el entendimiento cósmico.

Intente explicarles que: para que un beneficio sea real debe


operar en la conciencia colectiva y en el entendimiento de la verdad
cósmica y en consecuencia, repercutir en la ayuda a los más
desvalidos, para lograr la homogeinización de la humanidad,
porque el camino exitoso de una especie inteligente es el que la
lleva a unificar a sus integrantes, todos los demás seudo-
conocimientos, filosofías y falsas religiones son trampas cósmicas
porque desvían a la conciencia de su función universal (entender el
universo).

44
Satanás se apodera de incontables conciencias a través de la
mentira que reza: “Para ayudar a otros, primero tengo que
estar bien yo”; la trampa consiste en que el “yo” nunca es
satisfecho, por eso a través de esta falsa premisa, la ignorancia
existencial desintegra y extingue incontables inteligencias en
el cosmos. La acción del entendimiento cósmico opera en la
disolución del ser personal para habilitar al individuo como
instrumento de sanación para su especie de origen (en este caso la
humanidad).

Inevitablemente intenté corregir individuos, pero nuevamente fui


regresado al cosmos por un llamado mudo, que en esencia me dijo:

El portador del mago blanco debe recoger los mejores frutos. Los
humanos por su aberrante realidad pueden volverse muy
fácilmente objeto de enajenación mental y un verdadero obstáculo
en la misión cósmica, no gastes tu energía universal en pisotear las
frutas podridas, recuerda que toda batalla planetaria es vencida por
Satanás; por eso, el mago blanco desenvuelve el combate dentro
de la conciencia de cada individuo, no destruye al mentiroso sino a
la mentira, ni tampoco al ignorante sino a la ignorancia; por eso, el
perceptor cósmico centra su misión en rescatar la verdad y
exaltarla, para a través de ella disolver la mancha en que a veces
viene envuelta, pero sin herir al individuo, porque cuando es herido
se siente obligado a defenderse, imposibilitándose para absorber
el entendimiento cósmico.

El perceptor cósmico sabe en que plano habitan sus verdaderos


enemigos.

El mago blanco es un entendimiento vivo y por tanto un ser


inmaterial, por eso sus batallas se libran en el plano mental, ya que
les demonios vencen cuando las batallas se mantienen en el plano
humano, independientemente del individuo que haya creído
resultar vencedor.
45
El mago blanco no lucha contra humanos, sino contra la
naturaleza humana, para transmutarla en cósmica.

Los grandes momentos del mago blanco ocurren dentro de la


conciencia de los individuos, cuando estos acceden al
entendimiento de la verdad cósmica.

El perceptor cósmico, de sus más grandes logros no es


consciente.

El conocer esta verdad me brindó mayor poder, pero al tratar con


el humano desde mi nueva condición, percibí en la especie una
insoportable pestilencia, que no es perceptible para el olfato
humano, porque opera en el entendimiento cósmico, es por ello
que me vi forzado a alejarme de la humanidad para cobrar nuevos
bríos y regresar a continuar con la misión cósmica.

Definitivamente dije:

---Adiós humanos, intoxíquense ustedes, bailen entre ustedes,


cuéntense chistes entre ustedes, compitan entre ustedes, yo me
retiro para siempre de la desquiciante experiencia humana; hoy
muero para el mundo y nazco para el cosmos.

46
CAPÍTULO V LA MUTACIÓN
Cuando el humano cree alagar al perceptor cósmico, invitándolo
a una de sus bacanales humanas, el perceptor cósmico en el idioma
del cosmos le dice:

---Lo que tu me pides es que desconecte al planeta del cosmos,


de la comunión con aquello que tú aún sin conocer intuyes y
después de maquillar con complejos planetarios, llamas Dios.

El perceptor cósmico no existe en el mundo humano, porque


sólo opera sobre las conciencias más sutiles.

Ningún acto protagónico es ejecutado por el perceptor cósmico,


predica desde la humildad sin ostentar persona alguna.

El perceptor cósmico jamás busca ser escuchado por quien


es, sino por lo que dice.

El perceptor cósmico no busca ser recordado, su lucha es


porque cada conciencia trascienda el nivel personal.

Después de renunciar al mundo, me percaté de que había sido


dotado con el poder de ir y venir del cosmos a voluntad, de hecho,
había mutado en una criatura cósmica que sólo en ocasiones
regresa al planeta para llevar a cabo misiones específicas, operando
siempre en la salvación de la humanidad.

A partir de ese momento fui plenamente consciente de los


individuos en distintos planetas, que al igual que yo habían bebido
el elixir de la sabiduría universal y con quienes ahora me encontraba
entrelazado a través del cosmos, debido a este entendimiento.

La frecuencia cósmica de conciencia universal es el mayor


desarrollo posible de una conciencia generada en el espacio
cósmico.

47
Fui consciente de aquellos que al igual que yo iniciaban la misión
cósmica solos en su planeta, no así en el cosmos, porque estas
entidades de conciencia generadas por la unión de conciencia entre
seres de distintos planetas se integran por entidades de individuos
que superan por mucho la población de cualquier planeta; porque
ellas mismas son integradas por enteras y vastísimas especies
inteligentes, por poblaciones de distintos planetas, por pequeños
grupos en otros, y por incontables individuos que inician este
entendimiento, cada quien en su planeta, formando entre los
individuos que integran una frecuencia de conciencia cósmica, una
confederación interplanetaria ---una especie inteligente es a la
frecuencia cósmica lo que un esperma humana a la humanidad---.

Percibí muy claramente que mi mutación inició con este


entendimiento, porque al ocurrir la unión de conciencia cósmica,
esta unión genera un organismo incorpóreo, un organismo
superior que brinda a las distintas especies inteligentes
desarrolladas en el cosmos su razón de ser.

En efecto, las distintas especies inteligentes somos desarrolladas


en cantidades estratosféricas como piezas clave en la generación
de este organismo superior, quien al madurar termina unificando el
cosmos en un solo cuerpo de luz y conciencia, ya que su acción es
unificar a cierta minoría de especies inteligentes desarrolladas en el
cosmos, para llevar a cano el procedimiento de evolución cósmica.

La evolución es traída al cosmos, siempre por selección


natural y adaptación.

Constaté que aquella energía invisible que actúa sublimando


todo es el entendimiento de la verdad cósmica, que transmuta
a las especies que lo asimilan y después al cosmos.

48
El mago blanco es un entendimiento vivo, que cuando llega
disuelve todo lo anteriormente vivido y creído por su portador,
por tanto, era yo uno mismo con quienes compartía este
entendimiento y por ello la misión cósmica, ya que todos ---cada
quien desde su planeta--- coadyuvamos y luchamos por la
consecución de un fin común que consiste en la
homogeinización de nuestras correspondientes especies de
origen y la sublimación de nuestras particulares esencias
planetarias, para la integración con la luz superior.

En el cosmos calculé sin éxito el método adecuado, porque


cuando bajaba a intentar mis métodos con el humano, lo
encontraba cada vez más descompuesto, víctimas de sus propios
demonios, de la ignorancia de y de la ambición que tienen poseída
a la especie.

A nivel humano se forman espejismos que hacen concebir a tal


humano o a tal nación como la más poderosa, pero desde la
perspectiva cósmica se vuelve claro que quien rige y gobierna en la
humanidad es la ambición, instrumento del que el cosmos se vale
para aniquilar incontables inteligencias excedentes desarrolladas
en su seno (las menos puras por cierto), y que la concentración del
malsano poder se gesta como resultado de la apatía de muchos,
quienes sin oponer resistencia son arrastrados por la corriente.

Desde esta perspectiva se hace evidente que todo humano


es culpable por naturaleza y esencia, ya que teniendo
conciencia propia se deja arrastrar por la inercia social,
falsamente religiosa, económica, cultural y demás vicios
mentales que sustraen al individuo humano de cumplir su fin
ulterior, que consiste en el entendimiento del universo, por eso
en la humanidad, incluso la oposición ---por falta de este
entendimiento---, termina convirtiéndose en otro objeto de
enajenación mental.
49
La conciencia humana sabe que existe una misión superior, que
no ha logrado entender, por eso el humano siempre busca
fallidamente justificarse.

La naturaleza humana es la frustración, pero más que la


frustración, la falsa satisfacción.

La naturaleza humana es la falsedad.

El humano se sabe ignorante y en lugar de buscar el


conocimiento, busca sentir que vale algo a pesar de su ignorancia
y como último recurso genera una personalidad.

La personalidad es la cárcel en la que la conciencia universal


queda atrapada, dentro de un individuo ignorante.

Constaté que las conciencias torpes se contaminan y obstruyen


con las historias personales de sus portadores, inhabilitándose para
entender el universo. Entonces haciendo uso de mi nuevo poder,
me desplacé a través del cosmos con sus incontables especies
autodestructivas, y también con las proporcionalmente poquísimas
que se unifican, hasta que accedí al interior y mayor cuerpo de luz,
del que el cosmos resulta tan solo un delgado revestimiento.

Una vez dentro del cuerpo de luz, reiteré que el cosmos es en sí


mismo un proceso alquímico, que conlleva la devastación de
incontables especies inteligentes para que únicamente las
purificadas se unifiquen, provocando el consiguiente estallido
de su correspondiente astro rector y en la medida que el
cosmos madura, esto ocurre en forma más y más abundante
hasta unificar la nube luminosa o cosmos en un solo cuerpo de
luz y conciencia, que una vez integrado expele al exterior la
materia que dentro de sí habitaba comprimida al máximo, en
incontables partículas incandescentes que una vez afuera explotan,
formando un nuevo y posterior cosmos.

50
Por tanto, esta por mi inabarcable pared de luz es el lugar donde
se concentra la energía ya purificada ya del cosmos, sin cuerpos, sin
individuos, sin materia, así que en ese estado pude constatar lo
breve de la realidad cósmica, porque aun siendo a nivel humano
inconcebiblemente larga, desde esta perspectiva y condición la
experiencia cósmica se aprecia como una transición
extremadamente breve, porque toda la energía generada en el
cosmos, es decir: minerales, vegetales, gases, cuerpos, luz, vida,
astros, etcétera, es procesada, purificada e integrada a la
enorme y relumbrante pared de luz y conciencia en un máximo
de dos capaz cósmicas posteriores a la de origen. Desde esta
condición las capas cósmicas se ven ser asimiladas en un periodo
muy breve de tiempo, mismo que a nivel humano resulta, como ya
dije, inconcebiblemente largo.

Cargado de esta nueva experiencia, regresé al mundo y al encarar


nuevamente al humano, ya no experimenté aquella pestilencia que
anteriormente me había incapacitado para llevar a cabo la misión
cósmica, de modo que pude sostenerme frente al humano el
tiempo suficiente para penetrar en él, a través de las grietas de su
humanidad, para acceder a la luz que emana de su ser central. De
hecho, entendí que todo en el cosmos tiene la chispa divina e
incluso la naturaleza es una manifestación de Dios; de tal modo que
permití al humano el imparable movimiento que en su ser el
universo genera, ya que el universo es en sí mismo movimiento y
debido a ese natural movimiento, la humanidad, la coraza que
envuelve a la conciencia universal, presenta grietas que permiten
pasar a través suyo el entendimiento de la verdad cósmica, que una
vez siendo asimilado termina por disolver la personalidad, el
personaje en que ésta se encuentra atrapada, transformando por
tal efecto a dicho sujeto en una pura terminal de la conciencia
universal, por tanto su acción será la sanación de su especie de
origen.
51
Los individuos que acceden al entendimiento del mecanismo
universal son transformados en sanadores de su especie, porque
éste no es un conocimiento que quien lo porta se pueda callar.

Constaté que, aunque a nivel planetario la iluminación es un


acontecimiento sui géneris, ésta (iluminación), es un acto que el
cosmos realiza en forma natural y mediante el cual separa a
individuos de distintas especies (las menos infectadas), para
sanarlos y que estos lleven la sanación a su especie de origen.

Antes de llegar el entendimiento de la verdad cósmica, todas las


conciencias chocan entre sí, pero una vez que el mago blanco es
liberado por su portador, éste armoniza a la especie con el universo.

El perceptor cósmico solo encuentra consuelo cuando entiende


lo endeble de la condición material y la fuerza de la verdad cósmica,
ya que de ese modo entiende que no actúa para los de su tiempo,
sino para la especie, ser inmaterial en que está insertando el
entendimiento del mecanismo universal, que una vez insertado
madurará y florecerá inevitablemente.

El entendimiento del mecanismo universal disuelve los vicios de


la conciencia hasta sanar a su sujeto, los individuos pueden
resistirse, pero las especies no.

El entendimiento del mecanismo universal opera más fuerte en


las especies que en los individuos, porque para ellas es generado.

El portador del mago blanco no espera desde su cuerpo mortal


disfrutar el resultado de la labor cósmica.

52
Finalmente logré desapasionarme de mí mismo y del humano,
ahora encuentro en cada individuo una muestra de la totalidad y
trato con Dios en la conciencia humana, al mismo tiempo que
aplico y potencio los poderes que el universo ejecuta a través mío
(aunque también percibo que la bajeza de un solo individuo revela
la primitividad de toda su especie).

El desprecio cósmico no es como el desprecio humano, que


nace de la contaminación de la conciencia de quien lo
experimenta por su semejante; el desprecio cósmico es
producto de la elevación cósmica, que le permite a la
conciencia percibir con verdad que el sujeto en análisis no es
objeto de sublimación, dada su primitividad, por tanto, es
omitido, pero en silencio el perceptor cósmico le promete a
este sujeto salvarlo a través de sus hermanos más sutiles.

El perceptor cósmico no ve buenos o malos, sino útiles o inútiles.

El perceptor cósmico sabe que las personas no existen, lo que


existe es el entendimiento que se hereda a las futuras generaciones,
porque éste norma y dirige a la especie.

El humano desespera al ver su propia estupidez reflejada en su


semejante; el perceptor cósmico es feliz de constatar todo el mal
que será disuelto en su especie de origen.

Los poderes cósmicos no son como los que el humano codicia,


porque operan en la unificación de la especie a que se pertenece y
en el entendimiento de la omnipresencia de Dios se realiza a través
nuestro con el cumplimiento de la misión cósmica.

La acción de la conciencia universal, Dios, el entendimiento del


mecanismo universal o el mago blanco dentro de una conciencia,
es la exigencia de llevar a cabo lo necesario para la salvación de la
especie a que se pertenece.

53
Satanás dirige la conciencia hacia el ser personal y Dios dirige
la conciencia hacia la misión cósmica; por eso el perceptor
cósmico no busca la satisfacción del deber cumplido, sólo el
continuo cumplimiento del deber.

Desde mi nueva condición no volví a encontrar parientes,


amigos, ni a nadie que tuviera nombre propio, ahora trato con las
energías universales a través de los individuos en mi camino.

El perceptor cósmico no tiene sentimientos humanos, sólo su


consciente instinto cósmico.

En el nivel cósmico la conciencia hace a quienes la portamos,


percatarnos de que la verdadera amistad no es entre individuos
materiales, sino entre entendimientos, por eso los perceptores
cósmicos no nos reunimos en lugares físicos, sino en el
entendimiento de la verdad cósmica y nos acompañamos a cada
instante de la misión ulterior, juntos en el cosmos, pero desde
nuestros distintos planetas.

54
55
CAPÍTULO VI EL MECANISMO UNIVERSAL
En aquel punto me parecía muy claro que Satanás, valiéndose de
la ignorancia cósmica, hace de Dios para llevar a cabo su obra
esencial (la devastación de incontables especies inteligentes en el
cosmos), pero frente a quien entiende el mecanismo universal,
Satanás a perdido todas sus máscaras y disfraces.

Cuando aparentemente una persona se burla de sí misma, es


Satanás quien se burla de los de ahí presentes, porque a través de
tal personaje se ven obligados a soportarlo.

La falsa sabiduría por la que se rige la humanidad tiene como


sello distintivo la mutua tolerancia y aceptación a la bajeza.

Un día en la misión me encontré de frente con Satanás y


aproveché para gritarle:

---Satanás, aunque te vistas de mil colores y me ataques con tus


esbirros13, por mi jamás serás tolerado.
Entonces aquel respondió:

---Si miras en mí profundamente no encontrarás maldad, ya que


soy el primer rostro de Dios pidiendo a mi manera auxilio.

Y por salvarlo, haciendo uso de mi mutación, me proyecté al


cosmos, después a través de esta nube mutante hasta lograr
acceder al interior y mayor cuerpo de luz, del que el cosmos resulta
solo un ligero revestimiento a través del cual este cuerpo de luz se
expande y dentro de ese enorme cuerpo de luz me detuve hasta
alcanzar la sublimación necesaria para penetrar más profundo en
él. Estando ahí, siendo ese cuerpo de luz, lo percibí por primera vez
13
Esbirro. – es un ayudante indigno, en este caso los ayudantes de Satanás son los factores que
impiden a la conciencia acceder al entendimiento de la verdad cósmica, como los
salvoconductos que llevan a la vana satisfacción, que es aquella que no nace del entendimiento
de la verdad cósmica.
La paz solo es real, cuando nace del entendimiento del universo.
56
con su esférica redondez, de tal modo que entendí que ese cuerpo
de luz es la capa secundaria (siendo el cosmos la corteza) de un
inmenso, inconcebible núcleo de supraconciencia que es quien
realmente se expande sobre el vacío universal.

Desde ese esférico cuerpo de luz contemplé a distancias


inconmensurables (aun desde esa enorme proporción) incontables
esferas luminosas similares que, como lejanísimos astros, también
se expanden sobre el vacío universal mediante el tan descrito
mecanismo cósmico, siendo cada una de esas enormes e
incontables esferas, generadoras de sus particulares entornos
cósmicos, a través de los cuales se expanden. De repente fui
absorbido del cuerpo de luz hacia el enorme núcleo de esta esfera
y regresado al cuerpo de luz, en breves y repetidas ocasiones hasta
alcanzar a permanecer en el núcleo y sentí haber despertado de
todos los sueños, para regresar a mi ser más profundo. Me percate
que todas las estructuras desarrolladas en el universo se forman a
partir de estas entidades esféricas y su proporción con el vacío, y
que las distintas esencias del cosmos (como la materia) están
formadas a nivel infinitesimal14 construido por un sistema binario,
donde cero es el vacío y uno la partícula ---de acuerdo con esta
explicación, lo más prudente es señalarla como--- partícula
indivisible.

Estas esferas al tener la misma esencia por dentro, que es el límite


universal de la velocidad o la supraconciencia, tienen la
característica de que al encontrarse uno dentro de una de ellas, se
encuentra al mismo tiempo dentro de todas y por dentro de cada
cosa existente en el universo; por eso tal esencia es la omnipresente
supraconciencia.

14
Infinitesimal. – es la menor porción de existencia, que no se puede dividir (el verdadero
átomo).
57
Constaté que la continua expansión de estas esferas lleva a la
culminante unificación del espacio infinito en una absoluta
supraconciencia, que por no tener algo de qué ser consciente,
desaparece, ya que esta se forma de percepción y realidad y al
no tener la supraconciencia nada qué percibir, desaparece y
deja el infinito vacío universal que genera por absorción en los
mismos puntos de su infinito espacio, estas burbujas de
supraconciencia que rompen el vacío universal cada vez en
exactamente los mismos puntos del espacio infinito.

Estas esferas de supraconciencia, al generarse, generan también


sus entornos cósmicos y la recursividad infinita en que nos
encontramos insertos. Comprendí que este entendimiento es más
fuerte que la voluntad, ya que es el impulso universal que termina
por abarcarlo todo, desapareciendo para dejar el vacío universal y
volviendo ---aunque lentamente--- a iluminarlo hasta
concientizarlo por completo, de tal modo que pude acceder al
chillido que el espacio infinito produce, cuando uno entra profundo
en su absoluto y eterno ciclo; y en ese punto la recursividad infinita
fue por mi percibida a una altísima velocidad y en reversa.

Hoy puedo asegurar sin temor a equivocarme, que el


universo es un continuo y máximo impulso, que cada uno es
siempre el máximo intento ---aunque no lo parezca--- y que
cada uno de nosotros es un máximo esfuerzo del universo.

A nivel cósmico se percibe cómo la mayoría de las especies


inteligentes pierden la batalla, pero desde la perspectiva
metacósmica15 se revela que tal aparente pérdida es la proporción
requerida para que las esferas se expandan, conservando siempre
su redondez.

15
Perspectiva metacósmica. – desde fuera del cosmos. Para concebir algo, el sujeto de análisis
debe ser concebido en su entorno. La perspectiva cósmica revela la realidad planetaria y la
perspectiva metacósmica nos revela la realidad cósmica.
58
“Nunca las noticias son malas para los elegidos de Dios” (La F.C.
de C.U. a través de Jean Paul Sartre).

En el recuento universal sólo el bien triunfa, porque la expansión


de las esferas es continua e interrumpida, aunque cada vez se
aprecia ocurrir más lenta, porque estas esferas (como aquella de la
cual devenimos) se expanden siempre a la velocidad de la luz, que
desde aquella enorme proporción de tamaño es un avance
imperceptible (y como ya dije, cada vez resulta proporcionalmente
más lento).

La humanidad es un instinto del cosmos y el universo mismo es


un impulso; todos los instintos son disueltos hasta su forma más
pura y la forma más pura del universo es la omnipresente
supraconciencia.

“El humano es una pasión inútil” (La F.C. de C.U. a través de Jean
Paul Sartre).

Ahora se también que el universo no es regido por una voluntad


superior, sino por una recursividad infinita, que produce la
extasiante realidad en que nos encontramos inmersos, porque la
mayor parte de nuestra existencia transcurre siendo integrados a la
omnipresente supraconciencia (máximo estado de la existencia), de
tal modo que nuestra realidad material resulta en el recuento una
dolorosa pero brevísima ilusión.

La ilusión no es Dios, sino el hombre16.

Constaté que el universo en sí mismo muta, pero la verdad


es lo único inmutable.

16
R.R.R.J. 2011. El Evangelio Metacósmico. Editorial Castilibros.
59
Es imposible pasar por encima de la verdad, lo que el corrupto
hace es pasar por encima de su especie y por tanto de sí mismo y
en consecuencia se autodestruye.

Las distintas especies inteligentes desarrolladas en el cosmos


somos materia prima o de desecho en el mecanismo cósmico --
nada es más fuerte que la verdad--.

El universo no puede ser comprendido por el humano, porque


quien accede a este entendimiento abandona en la misma medida
la naturaleza humana. Por eso la descripción del mecanismo
universal es el mayor acto que el cosmos permite a una criatura
desarrollada en su seno, porque el entendimiento de este
mecanismo disuelve los vicios de la conciencia y la posee, usándola
como instrumento activo en el mecanismo cósmico y universal.

Todo individuo inteligente --aun sin desearlo--, traza con su vida


una descripción del universo para su especie, y ése es el resultado
de una vida, más allá de las sensaciones y emociones particulares.

Somos únicamente el vehículo del mensaje que portamos.17

El perceptor cósmico vive dedicado en forma consciente a


realizar la mejor descripción posible del universo, para su especie
de origen.

El acto del perceptor cósmico es la descripción del mecanismo


universal o liberación del mago blanco sobre su especie de origen.

El perceptor cósmico no es un humano, sino la siguiente etapa


evolutiva de la humanidad.

La frecuencia mental planetaria es la natural presa del mago


blanco, porque la acecha, persigue y acorrala hasta transformarla
en conciencia cósmica.

17
R.R.R.J. 2008. La frecuencia cósmica de conciencia universal. Editorial Castilibros.
60
La acción del mago blanco es religar al entendimiento con el
universo.

“Lo más incomprensible del universo es que es comprensible”


(Albert Einstein).

Desde luego la descripción del mecanismo universal no es un


acto que el humano común conciba en su real magnificencia;
porque la verdad cósmica no opera sobre individuos comunes sino
sobre los más capaces y a través de ellos se traslada hacia la
especie, impregnándose y fortaleciéndose de generación en
generación hasta sanarla por completo y precisamente por eso, el
entendimiento de la verdad cósmica es la mayor experiencia que el
cosmos permite a una especie inteligente.

El perceptor cósmico libera el mago blanco sobre su especie de


origen y éste opera en principio sobre las mentes más sutiles.

El perceptor cósmico avienta el mayor fuego posible durante


su periodo carnal y a su partida no deja un incendio, sólo unas
cuantas flamas, pero de aquellas flamas nace el incendio en que
se habrá de purificar su especie de origen, llevando a ésta la
unificación y máxima sublimación universal.

61
62
CAPÍTULO VII LA SALVACIÓN DE LA HUMANIDAD
En mi regreso hacia la Tierra me percaté que por haber accedido
a la recursividad infinita de la que todo y todos formamos parte,
había adquirido el poder de desplazarme en el tiempo. Constaté
cómo por un impulso universal ocurre que algunas especies
inteligentes, bajo determinadas circunstancias, en concordancia
con un ciclo galáctico y del planeta, comienzan a generar por
evolución y complejidad genética18, seres que nacen con aptitud
cósmica, es decir, seres de quienes la conciencia es sustraída en
forma natural y automática para unificarse con estas entidades de
conciencia, que llevan la salvación a distintas especies inteligentes.
Éste es el caso de la humanidad, de tal modo que esta condición
empieza a ser cada vez más abundante en el planeta y aunque
paulatinamente, la evidencia llega a ser abrumadora.

El cosmos cuenta con varios recursos para llevar a cabo su


evolución.

La acción de la conciencia universal dentro de un individuo


inteligente no opera en la aparente belleza, en la simpatía, ni en la
falsa armonía, sino únicamente en la salvación de su especie de
origen. Constaté cómo la humanidad logra dejar atrás todos los
vicios mentales que la aquejan y de los cuales los humanos son en
forma tan vehemente defensores; comprobé que efectivamente la
batalla no se libró en el planeta, sino dentro de la conciencia de
cada individuo, y con el paso del tiempo nada fue solvente de
oponerse a la ciencia de la salvación, porque la verdad cósmica
tiene al universo como aliado y el tiempo todo lo purifica.

18
Complejidad genérica. – cada nueva generación aumenta un ciclo genético al ADN de su
especie, complicándolo; y al alcanzar el ADN de una especie la complejidad necesaria, ocurre
una mutación evolutiva. Por eso llegará un día en que se rían de pensar que alguien tuvo que
escribir esto y peor aún, que hubo quienes los dudaron.
63
Nada es más fuerte que la verdad, porque se sustenta en el
universo.

No el perceptor cósmico, sino el mago blanco, pacientemente


espera la hendidura en el argumento, no del individuo humano sino
de la humanidad, para clavar su cuñeta y desde la falla arranca la
coraza de error que atrapa al espíritu de verdad que habita en la
humanidad, hasta sanarla por completo.

Todo vicio de la conciencia es continuamente atacado por el


entendimiento del mecanismo universal

El mago blanco es un imparable guerrero.

El entendimiento purifica la conciencia y por ello potencia su


percepción; por eso, al acceder al entendimiento de la verdad
cósmica se potencia paulatinamente en la especie el instinto de la
percepción cósmica.

Así fue como gradualmente, es decir, de generación en


generación, el entendimiento del universo cumplió su acción
sanadora en la humanidad. Como todo movimiento, la
expansión de este conocimiento generó la fricción inherente
con su natural cúmulo de seguidores; es decir, que la falsa
ciencia y los falsos desmitificadores lograron falsamente
desmitificarlo.

El humano siempre logra sus fines, porque el ego es fácilmente


engañable e incluso cuando la conciencia humana enfrenta el daño
que nace de su error, la jactancia es su último recurso para evadirse
de enfrentar su indigna realidad existencial. Por eso el humano es
un ser esencialmente jactancioso.

Jamás conocerás a un humano que según su propia versión haya


perdido; por eso es sólo una pose, porque en realidad el humano
parte de la resignación.

64
El humano asumiendo su propia incapacidad para entender, se
conforma con vivir en el mundo de las sensaciones: la sensación de
realización, la sensación de éxito, la sensación de amar y ser amado,
pero de fondo conoce lo vacío, lo inútil, lo efímero de su existencia;
sin embargo desde la perspectiva cósmica se hace evidente que: “A
la verdad nadie la contradice, el necio se opone a sí mismo y así
queda en evidencia” (La F.C. de C.U. a través de Gener) ante el
universo y ante sus semejantes; pasado el tiempo necesario su
mismo intento soberbio contribuye a fortalecer la verdad inmersa
en el universo, y por tanto, el mensaje por el perceptor cósmico
liberado.

La verdad es indestructible.

La verdad cósmica es tan absoluta, tan evidente que nada se le


opone. Por eso aun sin quererlo, este entendimiento penetra en la
conciencia de la humanidad, llevando la sanación mental de sus
individuos; llega un momento en que se reirán de escuchar que
alguien recibe canalizaciones cósmicas, porque le es evidente que
aquello que impide a una inteligencia ser terminal de la conciencia
universal (y no únicamente “recibir canalizaciones cósmicas”) es la
mancha personal, la idea de uno mismo, la personalidad que es
enfermedad, porque lo natural es la comunión cósmica y en ese
momento la humanidad ha sanado y parte clave de esa sanación
mental opera en el entendimiento de la alimentación solar, de
hecho, la única verdad trascendente de la humanidad opera en tal
entendimiento, porque es el que le brinda a las distintas especies
inteligentes desarrolladas en el cosmos el método bioquímico de la
salvación porque siendo practicado colectiva y hereditariamente
por cada generación de la especie purificada, va disolviendo su
corporeidad y sexualidad.

65
Esta alimentación implica observar directamente al sol en horas
seguras ---a la salida o a la puesta--- y gradualmente y en forma
natural el organismo ira prescindiendo de la alimentación animal y
vegetal e incluso de líquidos, por lo que vi a la humanidad reducir
significativamente su masa muscular e ir realizando ---de
generación en generación---, la homogeinización sexual.

Alimentación solar: consiste en observar directamente al sol en


horas seguras (a la justa salida y/o a la justa puesta). Se recomienda
empezar por solo 10 segundos, 20 segundos el segundo día, 30
segundos el tercer día y así hasta llegar a 45 minutos y después
restarle 10 segundos cada día hasta llegar a media hora y después
no es necesario seguirlo viendo (está técnica toma casi 1 año).
Después de ver el sol es necesario cerrar los ojos el doble de tiempo
del que se mantuvo la práctica.

Hay que tomar en consideración que la alimentación solar


conlleva varias repercusiones que influyen directamente sobre
todos los aspectos de la evolución humana, como el hecho de que
el sol sale diariamente en vastísimas proporciones para todos, por
lo que resulta una fuente de energía que no es susceptible de ser
codiciada, y debido a ello, la reproducción humana se da en
cantidades más abundantes, dado que a esta altura los individuos
tienen claro su fin ulterior, el cual consiste en sumar la masa
necesaria para dotar de conciencia a su astro rector, una vez que su
planeta haya sido engullido por este.

Sean fecundos, reprodúzcanse.19


Debido a esto la función reproductiva es ejecutada en tales
términos, intentando llegar a dicha masa crítica.

19
Génesis 1:28
66
La alimentación solar demuestra que las distintas especies
inteligentes sucumben en el cosmos, siempre como víctimas de su
propia ignorancia.

La homogeinización de las distintas especies inteligentes es


también dada por permanencia, es decir, que una especie
inteligente que se mantenga en el planeta el tiempo necesario (un
tiempo que sólo una especie inteligente exitosa puede), son ya tan
maduras las generaciones, que por eso todos los individuos que las
integran son tan parecidos entre ellos.

Conforme pasan las generaciones solares – de seres


inteligentes que se alimentan exclusivamente del sol – esta
alimentación genera la gradual desaparición de fluidos
corporales y por tanto de características sexuales, también le
va brindando a los organismos de esos seres cierta
luminosidad. En el caso de la humanidad, los hombres y
mujeres casi idénticos que únicamente se distinguen por sus
luminosidades: los varones en la cabeza y las mujeres en el
pecho; en esa etapa el humano es un ser de menos de un metro
de estatura con cabeza prominente y desde hace ya bastantes
generaciones, se comunica por telepatía, en quienes la
diminuta boca sin dientes permanece como una reminiscencia
de lejana primitividad.

En ese momento el mago blanco me dijo:

La telepatía es una cuestión natural, que disminuye con la


articulación racional, porque ésta siempre busca justificar una
mentira, quienes se conducen con verdad no necesitan por tanto
un lenguaje hablado – uno no puede comunicar con telepatía un
mensaje del ego, sino ayudar al universo en su unificación
consciente –; pero incluso en la humanidad, si uno se sitúa a la
distancia propicia de dos individuos que hablan, puede observar lo
que realmente están comunicando.
67
Constaté que el amor no se propia de nada y todo lo reparte, por
eso, incluso los nombres propios son demonios, así como la propia
imagen y todo aquello que implique propiedad.

El mayor demonio que persigue a cada humano es la idea de


sí mismo.

Lo único propio de una conciencia cósmica es llevar a cabo lo


necesario para la unificación y salvación de su especie de origen.

“La responsabilidad del hombre no se refiere sólo a sí mismo,


sino a toda la humanidad” (La F.C. de C.U. a través de Jean Paul
Sartre).

Las situaciones personales son trampas de Satanás.

El demonio tiene muchos nombres, pero siempre se apellida


personal (vanidad personal, odio personal, imagen personal,
etcétera).

Son muchas las veces que he constatado cómo una conciencia


ignorante pregunta a través de cualquier nombre propio:

--Si Dios es todo lo que existe, ¿Dónde empiezo yo?

Y la verdad cósmica responde:

--En ningún lado, la idea de uno mismo es una enfermedad, y en


la medida que te guíes por ella serás extinto del cosmos.

Noté que esta evolucionada y diminuta versión impersonal


de nosotros mismos ya no se reproduce en una manera que los
humanos consideran sexual, sino que el varón transmite su luz
al pecho de la fémina, únicamente colocando las manos encima
y ella en un breve periodo de tiempo y con facilidad pare un
nuevo humano que, de inicio no tendrá definido el sexo;
también a partir de este punto, conforme avanzan las
generaciones macho y hembra pueden cambiar de rol. En un
68
principio solo unos pocos tienen esa condición, pero conforme
avanza el tiempo, ésta va siendo cada vez más abundante al
mismo tiempo que los órganos sexuales van desapareciendo
gradualmente hasta hacerlo por completo y la humanidad se
homogeneiza en diminutos seres con dos luces, una en la
cabeza y otra en el pecho y estos seres asexuales se reproducen
instantáneamente, pero a voluntad, por contacto con sus
semejantes.

Me consta que llegará un punto climático de la humanidad en


que estos pequeños humanoides luminosos, de
aproximadamente medio metro de estatura y cabeza
prominente, casi trasparentes y de color azul grisáceo, serán
tan abundantes en el planeta que se apretujarán y potenciarán,
aumentando toda su luz. En ese punto, hace ya muchos
millones de años que el planeta no aloja océanos, ríos, ni
criatura alguna, ya que toda la energía de vida desarrollada en
el planeta, incluso la del pasto, las polillas y lo ácaros, estará ya
concentrada en esa evolucionada etapa de la humanidad.

Hoy en día algunos individuos ignorantes se jactan de poseer


un alma muy antigua o señalan en otros tal condición, pero
desde la perspectiva cósmica se revela que el alma del ser más
sabio aquí nacido y del recién nacido pasto, son igualmente
antiguas, porque ambos son ese inicial rayo de sol que fecundó
por primera vez al planeta.

69
Estos pequeños seres luminosos se sincronizan y en el
momento exacto, aumentan al mismo tiempo su luminosidad,
y en un estallido explotan transmutando e integrándose varios
de ellos en un solo ser de luz, para adaptarse a las nuevas
condiciones que el planeta les presenta, por lo que este planeta
de carbono queda habitado por seres de luz y cuando esto
ocurre el astro rector adquiere en su núcleo una condición, que
lo faculta para teletransportar a esos seres de luz hacia otros
puntos del cosmos donde se desarrollan especies primitivas o
contaminadas, para nacer como seres de aquellas especies y
suministrar el elixir de la sabiduría universal por el cosmos,
contribuyendo de este modo en el procedimiento de evolución
cósmica.

Hasta ese momento entendí la verdadera naturaleza del


alquimista que en su momento percibí como humano y me ofreció
este máximo elixir.

Entendí que mediante estas visitas que los seres de luz


realizan a distintas especies contaminadas, no solo reparten la
sabiduría universal en el cosmos, sino también sirven para que
ellos terminen a su vez de sublimar su propia energía, mediante
estos sacrificios, que igualmente son realizados en muy
repetidas ocasiones en distintos planetas, hasta alcanzar la
sutileza requerida, para unificar la energía de cada individuo de
tal especie en su astro rector, convirtiéndolo en un ser
consciente que lleva el cúmulo de sus experiencias y accede a
la siguiente etapa cósmica.

70
Me consta que gracias a este entendimiento, la humanidad
fue capaz de integrar su energía en el sol y que careció de la
masa necesaria para llevar a cabo su explosión, por lo que el sol
– ya no el que los humanos conocen, sino aquel ser consciente
y perfecto – enfrentará con naturalidad su enorme reto; porque
en un acto de humildad humanamente inimitable, este
hermoso ser en que nos habremos convertido, abandonará su
centro para emigrar por el cosmos y efectivamente se situará
cerca de un astro menor (en el sentido de que no ha cobrado
conciencia, pero mucho mayor en masa) del cual sustraerá la
energía necesaria para llevar a cabo nuestra exitosa explosión
e integrará nuestra energía a la luz superior, para sublimarla al
máximo y permanecer en la absoluta perfección, siendo uno
con la omnipresente supraconciencia por un tiempo
humanamente inestimable y después repetir eternamente el
ciclo universal, en el cual no solamente estamos inmersos sino
somos nosotros mismos.

Hoy puedo asegurar que el universo es un mecanismo


consciente, pero inalterable.

El universo es un mecanismo.

La conciencia de un humano se autoidentifica con los rasgos,


características y vivencias de esa última vida en que se
encuentra su portador; el perceptor cósmico se ha religado con
su verdadero ser, el universo. Y usa su ser material como
instrumento de utilidad, para llevar a cabo la unificación de su
especie de origen (la humanidad).

El humano se define por su aspecto y vivencias; el perceptor


cósmico por la emanación de su conciencia, pero sólo si ésta resulta
en la salvación de la humanidad.

71
72
CAPÍTULO VIII LA COTIDIANEIDAD CÓSMICA
Feliz de saber que la humanidad habrá de ser salva, sólo por
impulso universal (pues ya no hay un “yo” que ejecute), a la
distancia propicia del mundo preparo mis mejores pócimas para
llevar a cabo lo que sé ya ha sido cumplido y lo volverá a ser
infinitamente, no por una razón humana, sino porque dentro de mí
habita el entendimiento del mecanismo universal.

El cosmos no es hábitat de falsas tecnologías, sino de conciencias


puras, porque sólo a través del entendimiento cósmico se puede
acceder al cosmos real, y aun en el planeta, nada de lo que es
apreciado por medio de los sentidos, vale por sí mismo, sino por el
entendimiento de que es vehículo, pero sólo si este entendimiento
repercute en la salvación cósmica.

No sólo la humanidad, sino toda especie infectada invierte


enormes fortunas en intentar sin fortuna desplazarse a través del
cosmos. El perceptor cósmico recorre realmente el universo, incluso
en la punta de un cabello; porque a quien conoce la verdad cósmica
cualquier unidad le describe el absoluto.

Lo que se entiende con verdad construye a quien lo entiende;


por eso, quien entiende la totalidad se vuelve la totalidad.

Uno no sólo puede conocer, sino que habita en la totalidad a


través de sí mismo, porque en esencia todos (incluso la luz, los
minerales, y todo) somos lo mismo, por tanto, tu propio ser es una
fracción de la totalidad y cada cosa es lo que tú eres.

La suma de todo da uno.

El perceptor cósmico no vive para sí, sino por la salvación de su


especie de origen.

73
El perceptor cósmico ha dejado de sufrir, porque tiene todo lo
que necesita: por un lado, la especie con su ignorancia, y por el otro
el entendimiento de la verdad cósmica.

El perceptor cósmico se sirve de Satanás, porque la ignorancia


de su entorno es su campo de operación.

La felicidad cósmica no es como la planetaria, de hecho, al


perceptor cósmico y al humano obsesivo sólo los distingue la
verdad de fondo, porque en apariencia son idénticos. Siempre en
el universo los extremos se funden, pero cuando la aparente
obsesión comulga con la verdad cósmica, ésta se convierte en
máxima sobriedad, porque es la salvación de la total especie.

Cuando los que se dicen seres queridos del perceptor cósmico


creen encontrarlo, éste en el idioma del cosmos, les dice:

--Ustedes no saben quien soy, ni quienes son ustedes; pero yo sí


sé quién soy y también sé quiénes son ustedes, por eso me alejo.

Para el perceptor cósmico los humanos de su tiempo son


estados previos a la normalidad cósmica; por eso guarda
distancia, ya que es plenamente consciente de su misión
ulterior.

Ahora habita en mi la sensación de ser un viajero en el tiempo


que regresa al pasado de nuestra especie, para llevar a cabo los
pasos de la ya realizada salvación. Este entendimiento sabe que fui
traído al planeta por sincronía cósmica20 y que está aquí en el
momento justo para ser incubado y madurar en la especie más
adelante.

20
Sincronía cósmica: toda la energía del universo pulsa, es decir, llega a su tope, decrece al
particular punto mínimo y vuelve a ser impulsada, para posteriormente volver a decrecer y de
este modo es llevado a cabo todo desarrollo evolutivo, desde los microorganismos hasta la
evolución del cosmos como tal. Las energías cósmicas y evolutivas se sincronizan con ese pulso
cósmico y universal, para operar en los distintos planetas llevando la evolución; aunque
también ocurre que la interiorización de una sola conciencia transmuta a toda la especie.
74
No atorarse en personas ni personajes y tampoco en momentos
triunfales, son pasos obligados para el mago blanco.

La naturaleza humana es el vacío, por eso cuando los humanos


se juntan, preguntan “¿qué hacemos?”

Los humanos se juntan pretendiendo dar sentido a sus vidas;


pero desde esta aptitud resulta obvio que es imposible llenar un
vacío con otro, y tal es la realidad de la compañía humana.

El humano busca culpar de su vacío existencial a la rutina; el


perceptor cósmico habita en una rutinaria perfección. Desde la
perspectiva cósmica se vuelve claro que el problema no es la
rutina, sino la ignorancia existencial.

Lo más fuerte es la cotidianeidad.

No importa aquel evento falsamente significativo que crees te


ocurrió alguna vez, lo fuerte, lo verdaderamente determinante es la
cotidiana perspectiva desde la cual ubicas tu propia existencia,
porque de esa particular orientación individual depende el destino
de la humanidad.

El demonio, usando como instrumento el falso poder, hechiza a


las conciencias que caen en sus redes sociales, políticas,
económicas, pseudorreligiosas o pseudointelectuales
incapacitándolas para operar, salvo en función del personaje en que
quedan atrapadas, induciéndolas en la medida de sus posibilidades
a la destrucción de su especie de origen.

Todas las noches las estrellas revelan la verdad cósmica, pero


por sus falsas creencias, la conciencia humana se incapacita
para entender lo que sus sentidos perciben.

75
El reino del padre se extiende sobre la tierra y los humanos no lo
ven (Jesús).21
El entendimiento del mecanismo universal libera al individuo de
las posesiones mentales que le fueron instaladas por el mundo.

El poder del perceptor cósmico es entender lo que sencillamente


ahí está.

El universo nos llama a todos en todo momento, pero la


humanidad dentro de cada conciencia bloquea el llamado del
universo.

El humano busca momentos triunfales para abandonar su


continua frustración; el perceptor cósmico se libera de momentos,
salvaguardando la conexión cósmica.

El humano vive suponiendo; el perceptor cósmico lleva a cabo en


todo momento el desenvolvimiento de su misión, porque es un
instrumento de la verdad cósmica y, al mismo tiempo, la verdad
cósmica es el instrumento del perceptor cósmico.

El “morbo” del mago blanco consiste en constatar cuántas veces


resiste la especie de origen, que sea ejecutado en ella el mayor acto
que el cosmos permite (la descripción del mecanismo universal),
antes de que la naturaleza planetaria sea disuelta por completo.

Mi tiempo se va en preparar de la forma más adecuada el elixir


que lleve a la humanidad, la sabiduría universal.

Como una araña teje su red y un ave construye su nido; así el


perceptor cósmico describe para su especie de origen el
mecanismo universal.

Ahora cuando veo la ambición en un humano, sereno volteo a


decirle a la humanidad:

21
Evangelio de Tomás 113, texto gnóstico de Nag Hammadi.
76
--La ambición no se presenta con su demoníaca realidad, sino
como diosa venerada, capaz de colmarte de lujos y placeres. Esta
seductora enemiga es obedecida por las especies que con su
embrujo se dejan hipnotizar; no la sigas, busca la devastación del
hábitat planetario y de la especie en turno.

La ambición, la vanidad y el orgullo llevan un sabor muy dulce,


pero desde la perspectiva cósmica se vuelve muy claro que la
lengua más dulce oculta los dientes más filosos.

Estas energías demoniacas hipnotizan a las inteligencias menos


puras del cosmos, arrebatándoles su poca conciencia divina,
anestesiándolas por completo e incapacitando a sus individuos
para compadecerse del dolor de sus semejantes, y, por tanto,
desintegrándolas después de un lacerante proceso, realizando a
través de este método el procedimiento de depuración cósmica.

El perceptor cósmico es una terminal humana de la conciencia


universal.

No es con fuerza no con grandeza que se lleva a cabo la misión


cósmica, sino con el entendimiento del universo.

Efectivamente existe un juego de la vida, sólo que éste no es


planetario sino cósmico y, para participar, uno debe dejar atrás
todas las particularidades individuales que contaminan a la
conciencia, para llegar al entendimiento de que la inteligencia se
encuentra repartida en distintas especies por todo el cosmos y se
unifica por entendimiento a través de éste; y ésa es la función
operativa de la inteligencia, y por tanto, del humano.

He atestiguado cómo no sólo en la humanidad, sino en


incontables inteligencias, por todo el cosmos, los trabajadores se
Satanás al comprobar el nefasto resultado de servirle, con dolor le
reclaman al universo:

77
--¿Por qué Dios?, ¿Por qué tengo que ser así?

Y el universo les contesta de diferentes maneras, pero siempre la


misma respuesta:

--Esto es debido a tu mancha genética, social y especial


planetaria, que en combinación forman tu personalidad, tu
persona.

Precisamente el sentido de la vida es generar inteligencia,


para limpiar nuestras conciencias individuales con
entendimiento cósmico y llevar a cabo el natural proceso de
unificación especial planetaria.

El entendimiento cósmico es la medicina que purifica conciencias


contaminadas.

Todo humano ha experimentado al salir de una negociación, sin


saber por qué salió de ahí tan feliz, y al analizar en retrospectiva se
percata de que tuvo mucho más de lo que esperaba, y tan grande
fue la recompensa, que tuvo que pasar un tiempo para ser capaz
de asimilarlo.

Lo mismo ocurre a la humanidad con la verdad cósmica, las


primeras generaciones sencillamente aceptarán que es cierta, pero
con el paso de tiempo, este sutil entendimiento purificará por
completo a la especie.

El humano común no accede a entender los extremos del


mensaje, por eso la sanación inicia por las conciencias más sutiles.

El mago blanco es el predador cósmico, quien termina por


imponerse absolutamente en la conciencia, en el planeta, en el
cosmos y en el universo.

Este mensaje es para ti, amada parte de mí mismo.

78
CAPÍTULO IX EL COSMOS HUMANO
La humanidad a través de sus consideraciones y mediciones ha
llegado al entendimiento de una parcialidad que es cierta y por
tanto merece ser descrita en este capítulo para usarla de base en
mi posterior explicación.

Para la humanidad, el cosmos es una partícula a la que por


razones que más adelante se explicarán solas, llamaremos noux.

La humanidad desconoce de dónde vino y qué había antes de


noux, de quien se sabe hace 13, 700 millones de años explotó y se
expande en el vacío universal formando una (desde la perspectiva
humana) enorme nube de luz.

79
A través de las matemáticas el humano ha llegado a diseñar un
modelo de la mayor extensión de su entorno, que es la galaxia
cósmica, siendo este modelo matemático, una mínima sustracción
de la nube de luz.

80
Esta galaxia cósmica está integrada a nivel estructural por
incontables puntos de luz, como el que aparece en la ilustración, al
que la humanidad ha denominado supercúmulo.

Y los supercúmulos están integrados por agrupaciones menores


o grupos locales.

81
Los cuales están formados por galaxias, como la que aparece en
la foto, habitando nuestro astro (el sol) en un punto como el
señalado.

Y del sol, como todos saben, nuestro planeta es el tercero de


ocho que lo circundan.

82
En el cual nos encontramos viviendo esta aparente realidad
material.

83
84
CAPÍTULO X LA FRECUENCIA CÓSMICA DE

CONCIENCIA UNIVERSAL
Las distintas situaciones personales son aparentes, la realidad
superior nos unifica no sólo entre humanos sino con hermanos en
distintos planetas por todo el cosmos.

Las conciencias más sutiles del cosmos, liberándose de la cárcel


personal y sensorial, transcienden sus fronteras planetarias,
unificándose por entendimiento a través del cosmos y generando
con tal unión una frecuencia cósmica de conciencia universal. Una
vez que esta entidad es integrada, no son los individuos quienes la
dirigen, sino ella quien se conduce a través de estos individuos, y
su acción es unificar a cierta minoría de especies inteligentes, para
llevar a cabo el procedimiento de evolución cósmica.

85
La frecuencia cósmica de conciencia universal unifica distintas
especies inteligentes en la misma galaxia, que pueden estar
integradas desde un solo individuo hasta la totalidad de la especie
en la comunidad cósmica.

Cuando uno se relaciona a profundidad con la frecuencia


cósmica de conciencia universal percibe que ésta, en todo
momento y en incontables eventos, lanza rayos independientes,
que son los momentos de iluminación, alcanzados por individuos
inteligentes en distintos planetas, y llevan en su medida la
aceleración de la evolución a distintas especies inteligentes.

Posteriormente, esta entidad de conciencia unifica inteligencias


de distintas galaxias en el mismo grupo local.

Luego entre grupos locales del mismo supercúmulo.

86
Estos puntos de luz (supercúmulos) también son entrelazados
por la frecuencia cósmica en distintas extensiones de la galaxia
cósmica.

87
Y así ocurre por todo el cosmos, formando enormes extensiones
que generan y comparten la misma frecuencia cósmica de
conciencia universal, formando entre todos los individuos que
integran una frecuencia cósmica, una confederación interplanetaria.

88
Cuando la acción de la frecuencia cósmica de conciencia
universal es exitosa en una especie inteligente, ésta lleva a sus
individuos al máximo grado evolutivo que el cosmos permite,
optimizándolos en seres de luz, que posteriormente se integran en
su astro rector, llevándole conciencia, para después explotar,
teletransportando su energía al cuerpo de luz que genera y precede
al cosmos; pero cuando la madurez del cosmos es propicia,
explotan al mismo tiempo tal cantidad de astros, que el espacio
cósmico se funde en un cuerpo de luz y conciencia, y ese fenómeno
produce la transmutación del cosmos, que describo en el siguiente
capítulo.

89
CAPÍTULO XI LA TRANSMUTACIÓN CÓSMICA
El cosmos, visto a la distancia, es una nube de luz que se entrelaza
por entendimiento y termina unificándose en un solo cuerpo de luz,
que expulsa de su territorio las partículas de materia comprimida al
máximo grado, para que una vez afuera exploten generando un
nuevo y posterior cosmos, que llevará a cabo el mismo
procedimiento.

Al ocurrir la transmutación cósmica el espacio cósmico estalla,


comprimiendo al máximo los resquicios de materia que salen
disparados hacia el helado exterior o espacio virgen, envueltos en
una película luminosa que se les adhiere, del medio del cual fueron
expulsados.

Una vez afuera estas partículas explotan debido al contraste con


su nuevo entorno, generando no una sino incontables grandes
explosiones (o Big-bangs) y en consecuencia el enorme cosmos en
que efectivamente estamos inmersos.

90
En aquel cosmos se genera vida e inteligencia en las justas
proporciones para que las conciencias más sutiles se unifiquen a
través de éste, generando varias frecuencias cósmicas de conciencia
universal que entrelazan el cosmos a nivel inmaterial.

Estas frecuencias cósmicas se desarrollan y potencian hasta


consolidar el espacio cósmico en un solo cuerpo de luz, que sigue
acelerando hasta el límite universal de la velocidad u omnipresente
supraconciencia.

91
Estas cuatro situaciones ocurren simultánea y continuamente,
expandiendo de ese modo una esférica entidad de supraconciencia,
que se desarrolla en el vacío universal.

En la imagen del espacio cósmico se exalto para mejor


comprensión del mecanismo descrito, pero en realidad su
proporción es mucho menor.

Esta enorme macroesfera expansiva, no habita sola en el


universo, sino que se expande con incontables iguales a ella en el
vacío universal, generando la recursividad infinita en que se
desarrolla nuestra existencia, y que describo en el capítulo
siguiente.

92
CAPÍTULO XII CICLO UNIVERSAL O RECURSIVIDAD

INFINITA
Una conciencia pura desnuda su historia personal y ofrece la
verdad universal.

El universo no obedece una voluntad divina, sino una


recursividad infinita.

El universo es un mecanismo consciente, pero inalterable.

93
Existe un momentum22 anterior al tiempo, en que sólo existe
vacío y espacio infinito.

Cuando el vacío es absoluto en el universo, genera tal absorción


en distintos puntos de su infinito espacio, que en ellos se rompe el
vacío universal, generando esferas de supraconciencia.

…que desde su nacimiento se expanden a través de las nubes


luminosas que las rodean llamadas cosmos, de la manera explicada
en el capítulo precedente.

Estas esferas se expanden lenta pero imparablemente hasta


unificarse, provocando la unificación del espacio infinito en una sola
conciencia.

22
Momentum. – es una pausa generada en una secuencia de movimiento.
94
…que por no tener nada qué percibir, desaparece dejando
inmediatamente el infinito vacío.

…que genera, nuevamente en exactamente los mismos puntos


de su infinito espacio estas esferas de supraconciencia, que rompen
el vacío universal y repiten eterna e idénticamente esta recursividad
infinita.

Antes, faltarán el cielo y la tierra, que deje de cumplirse


perfectamente cuanto contiene la Ley, hasta una solo jota o
ápice de ella (Jesús).23

23
Mateo 5:18.
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