30 Preguntas Que Liberarán Tu Mente
30 Preguntas Que Liberarán Tu Mente
30 Preguntas Que Liberarán Tu Mente
¿Te has encontrado alguna vez ante un bloqueo mental que afecta a tu visión de la vida, de
la felicidad, de las relaciones humanas? ¿Te has encontrado ante la dificultad de elegir sobre
tu futuro y no saber qué hacer o qué cuestiones tener en cuenta para elegir? ¿O simplemente
necesitas un cambio y no sabes hacia dónde dirigirte?
Para todo esto y muchas otras cosas más, te vendrá muy bien plantearte la siguientes
cuestiones. Esta preguntas no tienen respuestas acertadas y erróneas, sino que tratan de
ayudarte a desatascar todos esos pensamientos limitantes y negativos que bloquean tu mente
y no permiten pensar con claridad.
2. Si la vida es tan breve, ¿Por qué hago tantas cosas que no me gustan y demoro lo que
realmente deseo hacer?
3. Cuando siento que todo está dicho y hecho, ¿A qué le he dedicado más tiempo, a decir o a
hacer?
4. ¿Me preocupo por hacer bien lo que hago o por hacer las cosas correctas?
9. ¿Qué hago cuando alguien a quien admiro o respeto hace una crítica desagradable y/o
injusta?
10. Si pudieras dar un solo consejo a una persona que le cambiaría la vida, ¿qué le dirías?
28. Si sé que puedo aprender de mis errores, ¿por qué tengo miedo a fracasar?
29. ¿Cómo actuaría si no hubiera nadie que juzgara mis actos más que yo mismo/a?
30. ¿Tomo mis propias decisiones o dejo que los demás las tomen por mí?
Desbloquear tu mente te ayudará a sentirte más libre y enfocarte hacia lo que realmente
sientes que debes hacer, hacia lo que te haga sentir que la vida tiene sentido.
1. Círculo de apoyo
Cuando acudes a un círculo de apoyo, puede ser terapia o con tus amigos y familiares, me
vuelvo más pequeño y mi presencia sea más débil. Hablar con los demás evitará que te
sientas aislado/a.
2. Terapia conversacional
Cuando visites a tu terapeuta, es aconsejable que participes en una charla-terapia, sobre todo
en una terapia cognitiva-conductual, para que puedas abordar tu tristeza y haga que sienta
terror. Trabajar con valentía a través de tus sentimientos es una de las cosas que más temo.
3. Actividad Física
Si decides practicar algún programa de ejercicios o cualquier actividad física, esto impide que
me pueda alojar en t u cuerpo. Una de las cosas que me hacen huir es el compromiso con el
cuidado personal, sobre todo en situaciones de estrés.
4. La atención plena
Si prestas toda tu atención en algo interesante, ya sean estudios, trabajo, ejercicio, etc., esto
impide que me dejes hueco en tu mente para poder atormentarte y me lleve conmigo mis
armas más poderosas: la culpa, la vergüenza y el miedo.
5. Aceptación
Si abrazas todas las partes de tu vida, mi presencia se hace más pequeña. Si no controlas tus
temores y los enfrentas, yo te puedo controlar.
6. Felicidad
Si decides tener un día feliz, trastocas mis planes para hacerte estragos. En pocas palabras,
cuando decides por ti mismo como será tu día, me derrito como la nieve en el sol.
7. La risa
¡Como odio que te rías! Cada vez que empleas alguna terapia de humor o de risa, o participas
en actividades divertidas, hace que me irrite.
8. Dieta Saludable
Cuando tienes estrés, me encanta que comas y engullas comida, sobre todo si es basura. Por
supuesto, odio cualquier tipo de comida saludable y equilibrada, hace que tengas ganas de
salir corriendo de ti.
9. Medicamentos
Si acudes a tu médico y te receta algún medicamento antidepresivo, esto me asusta bastante.
Sobre todo cuando le preguntas sobre los posibles efectos secundarios. Esto significa que
estas tomando cartas en el asunto y quieres echarme de tu vida.
Atentamente,
La Depresión
7 frases budistas que cambiarán tu
vida
Muchas personas preferimos referirnos al budismo más como una filosofía de vida que como
una religión. El budismo es una de las religiones más antiguas que aún se practica por unos
200 millones de personas en todo el mundo.
Lo que ha facilitado que esta filosofía o religión perdure a lo largo del tiempo y continúe
ganando seguidores es la sencillez en como trasmiten mensajes llenos de sabiduría que
permiten mejorar realmente nuestra calidad de vida.
Para su entendimiento e integración de significado no tenemos por qué hacernos seguidores
de esta religión. Tan solo es necesario abrir nuestro corazón y llevar a cabo una apertura
mental con ilusión.
Para cambiar y ver las cosas desde una perspectiva más sana para nosotros, tenemos que
aprender a desligarnos de las creencias, hábitos e ideas que no provienen de nuestro
corazón. Para ello, esta frase budista nos servirá para comenzar el proceso: “En el cielo no
hay distinciones entre este y oeste, son las personas quienes crean esas distinciones en su
mente y luego piensan que son verdad”.
Si tu pareja manifiesta constantemente todo lo negativo de ti, como haciéndote saber que
quiere que cambies todo de ti quiere decir que no te acepta como eres y probablemente
quisiera que fueras otra. Hay un sinfín de formas de saber cuándo algo no va bien en la
relación.
¿Se debe trabajar en las relaciones para
mejorarlas?
Si bien es cierto que no todo en la relación son positivas hay que saber cuándo se está en
unarelación toxica y cuando se está en una que es para ti lo mejor que te haya pasado, y por
ende se debe trabajar para mejorarla cada día si es esta la segunda opción, puesto que hasta
las mejores relaciones tienen sus altibajos.
Si se está en una relación toxica lo mejor que puedes hacer es terminarla puesto que esta te
hace daño a ti, a tu pareja y a todos los que te rodean puesto que si tus familiares y amigos te
ven sufriendo no se sentirán cómodos con que mantengas dicha relación porque claramente
siempre querrán lo mejor para ti.
Saber tomar ese paso
Se necesita salir de este tipo de relaciones toxicas que no te llevan a ningún lado
primeramente identificando que estas en una, al saberlo te darás cuenta que no te hace feliz,
ni tu a tu pareja.
Así que no temas tomar ese primer paso, porque una vez que lo hagas sentirás una gran
libertad y alegría porque avanzaras en tu vida hacia un mejor lugar y te abrirás las puertas a
mejores opciones. Si se te hace difícil por diversas razones siempre está la opción de pedir
ayuda tanto terapéutica como legal. Y tus amigos y familiares siempre te darán la mano así
que no temas pedir ayuda.
-La relación genera ansiedad, nunca estamos contentos porque queremos más, y sobretodo
tememos que nos dejen, y eso sería una catástrofe porque no nos imaginamos la vida sin esa
persona.
2. LISTADO DE COSAS QUE TE PERJUDICABAN Y
HAS HECHO POR AMOR O CARIÑO
Una vez que ya has reconocido que tienes un problema y tienes el convencimiento de que
quieres eliminar la dependencia emocional de tu vida, haz un listado de cosas que has llegado
a hacer por alguien, que a ti te perjudicaba. Debes ser consciente de que una persona
dependiente no se fija en su bienestar personal, prefiere contentar a la otra persona para no
perderla. Si quieres cambiar, lo primero que debes hacer es pensar en ti lo primero, que tu
bienestar sea lo principal en tu vida.
¿Qué cosas tenía la otra persona que te perjudicaban?, ¿Qué has hecho tú por el otro que a ti
te hacía daño? Ejemplos: ¿Has dejado de lado amistades, familia, actividades, hobbies,
estudios, desarrollo personal, etc..?, ¿Te han tratado con el respeto que te mereces?, ¿Has
hecho cosas que no están bien para no perderle? ¿Cómo ha sido tu estado emocional?,
¿Sientes que has mendigado amor o afecto y has ido muy insistente detrás?, a parte de esta
persona ¿Has tenido otras facetas en tu vida donde has disfrutado? Pueden ser hobbies,
amistades, etc… ¿Has aguantado muchas cosas negativas con tal de no perderle?, etc… Es
importante que hagas consciente el sufrimiento que has tenido por ser una persona
dependiente. Piensa en todo lo negativo que te ha traído esa relación, de esta manera
reforzarás tus ganas de cambiar y de eliminar la dependencia emocional.
3. REFUERZA TU AUTOESTIMA
El factor principal de cualquier dependencia es una autoestima baja. Hay muchas opciones
para poder reforzarla, desde acudir a un profesional de la psicología hasta hacer biblioterapia.
En cualquier biblioteca hay libros muy interesantes sobre la autoestima. Haz como si tuvieras
que estudiar para el colegio, infórmate todo lo que puedas sobre reforzar tu autoestima y lee
los libros que te parezcan más interesantes. De todos siempre se saca algo nuevo e
instructivo.
4. APRENDER A ESTAR SOLO/A
La vida es más bonita con amor, pero éste llega sanamente cuando uno se siente bien
consigo mismo. No podemos tener una relación sana si antes no nos hemos desarrollado
como personas.Cuando uno mismo se ama y no necesita a los demás, es cuando está
preparado para querer de una manera sana. A todos nos gustaría tener una pareja ideal, a
personas a quien querer, etc… Perouna cosa es “necesitar”y otra muy diferente es
“desear”. Cuando lo necesitas no funciona, porque si uno no se ama a sí mismo, tampoco
podrá amar a los demás de una manera madura y sana. Uno debe aprender a disfrutar de la
vida sin pareja. Hay infinidad de cosas que hacer. Desarrolla tus habilidades, labra tu futuro,
dedica tiempo a tus hobbies, haz amistades con gente buena, viaja, mira a tu alrededor para
disfrutar de las pequeñas cosas, y sobre todo cuídate y ámate como te mereces.
¿Alguna vez te preguntaste por qué te acuerdas más de algún amor que de otro? Han
pasado muchos años, y sin embargo recuerdas ese primer beso, esa primera vez que se
dieron la mano, y hasta te produce una sensación de calidez. Estamos acostumbrados a que
los poetas escriban del tema
Pero, ¿Hay alguna explicación científica para esto? La ciencia nos explica que esto se
debe más a la neurobiología que al trabajo laborioso de Cupido.
¿Qué es el amor?
La neurobiología ha descubierto que aquellos eventos que son bañados por un gran
caudal emocional, son fijados con mayor intensidad en la memoria. Para que esto se
produzca, participan dos estructuras esenciales del cerebro: el hipocampo y la amígdala.
El neurobiólogo Antoine Bechara dice que cuando una relación termina se arma una
contradicción en el cerebro, por un lado ésta ha finalizado, por el otro, el cerebro sigue
produciendo descargas corporales e imágenes relativas a esa relación amorosa. Le llama a
esto “conflicto cerebral”.
Cuando terminamos una relación creemos que al finalizar el duelo y encontrar otra pareja se
termina el nexo afectivo. Sin embargo, muchas veces nos encontramos escuchando una
canción y automáticamente volviendo a ese amor del pasado. ¿A qué se debe esto?
La investigación y la ciencia no tienen límites. De hecho, ya existen posturas que plantean que
si podemos deconstruir al amor de esta manera, también se podría hablar de “píldoras para
olvidar”.Si el amor tiene que ver con neurotransmisores y hormonas, entonces se puede
inhibir con las sustancias adecuadas.
¿Qué piensas de esto? ¿Llegará ese momento? ¿Será posible desligarnos de nuestros
recuerdos amorosos?
Lo que debemos dejar ir para ser
felices
El amigo que siempre miente, la idea de que debemos darle gusto a los demás o la obsesión
por el pasado… Hay situaciones y personas que no nos hacen ningún bien, y que sería mejor
dejar ir de nuestras vidas para encontrar aquello que sí merecemos.
En realidad todo esto está muy relacionado con la forma en la que nuestros padres y la
sociedad nos han venido educando desde pequeños. Desde nuestro nacimiento nos han
adoctrinado para reprimir nuestros sentimientos y emociones, evitar expresar lo que es real y
lo que sentimos de verdad.
Te escribo esta carta a ti, aunque nunca la leas. Me hiciste daño, mucho daño. En la
naturaleza no existe la justicia y yo sigo sufriendo. Pero hoy me he dado cuenta que de alguna
forma tengo que sacar de dentro de mí el profundo pesar que siento y eso es lo que voy a
hacer.
Desconfío del rencor porque no es un buen amigo, por eso no lo quiero conmigo. Además
el rencornos lleva a sentir miedo y es precisamente lo que necesito que desaparezca. No es
que te tema, es que tengo miedo a revivir mi sufrimiento y a volver a caer en el mismo error.
Por eso he decidido que tengo que afrontarlo, ponerme frente a frente a tu persona y a
todo lo que tú significas; sea en mi mente o no, y hacerme valer. Si reduzco este miedo
conseguiré reducir todos los demás.
Yo te quería y confiaba en ti, ¿sabes? En realidad no pedía nada extraordinario pero si lo
hubiese sabido no hubiese permitido que me dañaras. No voy a olvidar nunca lo insoportable
que es este dolor ni lo mucho que me ha enseñado. Al fin y al cabo te tengo que dar las
gracias por algo.
He aprendido que no puedes darle a alguien algo que no quiere recibir. Te permitiste el
lujo de dejármelo demasiado claro; tanto como lo importante que es saber lo que es malo en
tu vida y te está consumiendo.
Pues sí, me he dado cuenta de que eras tan perjudicial para mí que me has impedido
avanzar durante mucho tiempo.
Como alguien dijo alguna vez el verdadero odio es el desinterés, y el asesinato perfecto es
elolvido. No pienso arrojar una piedra hacia arriba, pues lo más probable es que caiga en mi
cabeza. Desde luego que no aportaría felicidad, sino que sumaría miseria a mi vida sin
contemplación.
Dicen que sangrar no duele, que es placentero, que es como si te disolvieras en aceite y
respiraras muy hondo. Lo mismo pasa con el dolor en el alma, de alguna forma te anestesia y
no eres consciente de lo que está suponiendo para ti hasta que es demasiado tarde.
Quizás estoy escribiendo estas líneas con lágrimas de sangre y de puro dolor pero estoy
cogiendo el mando y haciéndome con el timón porque he llegado a tiempo de ir más allá y
superar lo que tú provocaste en mí.
He de decirte que escribo esto porque detrás de mi coraje existe una gran tristeza, una
infinita humillación y una delicada decepción. Siento que camino por encima de un volcán
mientras mi vida pende de un hilo, por lo que tengo que soltar el lastre que supone cargar con
lo que tú ocasionaste en mi interior.
Necesito muy poco para estar bien pero es por eso que tengo que sacar de dentro de mí todo
este dolor. A partir de hoy no te guardo rencor ni ira ni rabia, no quiero cosas innecesarias en
mi corazón. Toda experiencia dolorosa encierra dentro una gran semilla de crecimiento y
liberación.
La realidad es que hoy me pregunté si podía hacer algo valioso, entonces decidí escribir esto.
Esta carta no es por ti, es por mí, porque necesito liberar de mi espalda tu carga. Me he
parado a pensar en que no quiero nada negativo en mi vida y me he dado cuenta de que
ahí estás tú y todo lo que hiciste, así como la forma en la que me haces sentir.
Me he percatado de que reflexionar sobre ti es el mayor acto de amor propio que puedo llevar
a cabo. Hoy puedo decir que me estás haciendo un favor porque ahora más que nunca me
quiero y sé que no quiero hacer de mi cuerpo la tumba de mi alma, que puedo afrontar
todo lo que hay en mi interior. No hay que tener miedo a vivir porque todo consiste en
reaprender a hacerl
¿Cómo superar esas pérdidas? Son finales que cierran círculos en los que nos
hallábamos enclavados en ese fluir, en ese movimiento armonizado donde teníamos
nuestra calma y nuestra felicidad. ¿Cómo cerrar esa etapa e ir “desapegándonos”
emocionalmente?
Dejar nuestra vida con una persona, terminar una amistad, una relación, e incluso vernos
obligados a tener que dejar por la razón que sea el estilo de vida que llevábamos hasta
entonces, implica una serie de cambios muy acusados. La vida está trufada por las
costumbres, por los hábitos y esos pequeños detalles que a su vez, crean grandes
universos.
Pero ningún universo es eterno. Todo en este mundo cambia y fluctúa. Pero tenemos
miedo, de hecho incluso le tenemos miedo al miedo. El futuro se nos antoja como un
túnel estrecho y oscuro por donde no sabemos encontrar la dirección ni el
camino… nuestras costumbres y hábitos con esa persona que ya no tenemos a nuestro lado
han dejado ya de sucederse, o ese trabajo que nos obligaba a levantarnos cada día, ya no
está para marcarnos sus pautas y obligaciones.
¿Cómo afrontarlo? Las emociones nos asaltan con la forma del temor, la ansiedad y una
inconmensurable tristeza. E incluso deseamos escondernos para que no nos vean, para que
nadie sea testigo de nosotros mismos, apartados ya de ese círculo que antes marcaba la
música de nuestra vida.
CLAVES PARA EL AFRONTAMIENTO EMOCIONAL
1. En primer lugar hemos de tener claro que “ese sufrimiento” que ahora sentimos es
necesario vivirlo. Es parte del cambio y del proceso. Nuestra mente y nuestro cuerpo va a
necesitar de ese instante de instrospección para reflexionar y asumir lo ocurrido. El
sufrimiento es parte del aprendizaje humano, no hemos de verlo como algo negativo, es parte
de nuestra naturaleza y hay que aceptarlo como tal. Pero eso sí, temporalmente.
2. Intentaremos vivir el presente “el aquí y ahora”. Eso implica asumir no sólo ese
sufrimiento, también la necesidad de adaptarnos a nuestra realidad lo antes posible.
Esa ruptura, esa pérdida, ese cambio, pertenece ya al pasado.
Yo asumo mi tristeza y esa crisis emocional, pero también entiendo que mi presente me pide
que reaccione y actúe, que he de ocuparme no solo de mis responsabilidades actuales, sino
de mí mismo/a. Los días se van sucediendo los unos a los otros y yo he de encontrar mi lugar
en ellos para seguir en ese ciclo en el cual merezco recuperar mi felicidad, asumiendo con ella
el pasado pero con energías por verme bien y con plena seguridad.
5 síntomas de la intoxicación
emocional
Si estás pasando o has pasado por momentos de gran carga emocional es probable que
estés intoxicado. Las causas son diversas puesto que somos seres emocionales en nuestra
totalidad pero, en cualquier caso, la intoxicación emocional es la consecuencia de no
otorgarnos un tiempo diario para cultivar nuestro interior.
Estás mirando el mundo con las gafas de las emociones, no atiendes a razones y no te
escuchas ni a ti ni a los demás. Al fin y al cabo puede que hacerlo te parezca una pérdida de
tiempo, aunque no hay nada más lejos de la realidad.
Esto puede ocasionar nerviosismo e impaciencia ante reacciones emociones inesperadas
que están fuera de nuestro control, ya que no sabemos cómo manejar lo que venga a
continuación.
Tus inseguridades afloran y dirigen tu vida. Te has vuelto más reactivo y te pones a la
defensiva con frecuencia. Tu autoestima está completamente mermada y te sientes vulnerable
ante cualquier acontecimiento.
Tus fuerzas flaquean y tus emociones te están impidiendo que veas con claridad lo que vales
y lo que eres capaz de hacer. Esto fomenta el desarrollo de tu dependencia emocional, hasta
tal punto que a veces llegas a pensar que no puedes hacer nada por ti mismo.
3-El bloqueo emocional te impide avanzar
Dar pase libre a nuestras reacciones emocionales sin pasarles un filtro mental limita nuestra
capacidad de comunicación y de avance. Es frecuente que nos encontremos con situaciones a
las que no sabemos responder como consecuencia de nuestro intoxicación.
Digamos que estar emocionalmente intoxicado te impide pensar antes de hablar y tomar
perspectiva sobre lo que acontece.
Debes tener siempre la cabeza fría, caliente el corazón y larga la mano, dijo Confucio. Una
reacción en caliente hace que nos controlen nuestras emociones y estallen nuestros impulsos,
por lo que no seremos nosotros mismos si actuamos en ese momento.
Al “temor a soltar” yo lo definiría como vértigo emocional; este no es más que el miedo
en estado puro, el miedo a enfrentarnos con el vacío que la pérdida genera. Es el miedo
al duelo por la pérdida de nuestro amor por el sacrificio y de nuestra debilidad por el
masoquismo.
Te sientes irritable si te sales del guión que has preestablecido para tu vida y sientes
que, si te desvías provocarás una hecatombe que desequilibrará por completo tu vida. No te
sientes capacitado para seguir con tu vida si abandonas esos hábitos o personas que
permanecen a tu lado pero, aún así, sabes que algo en relación a ellos no va bien.
Es probable que, si estás intoxicado, sientas que no has escuchado lo que otros te están
diciendo y que no solo tu atención, sino tu memoria, han sido selectivas en exceso.
Tenemos que entender que cuando estamos bajo la influencia de nuestras emociones e
inseguridades nos deterioramos enormemente. No estamos interpretando las cosas con
precisión y somos muy propensos a decir o hacer cosas que podemos lamentar más adelante
Ante estos problemas, lo importante es que seamos conscientes de que estamos borrachos
de emociones y que debemos de darnos tiempo para depurarlas y aceptarlas.
Si aprendemos a identificar estos cinco síntomas con rapidez, nos daremos cuenta a
tiempo de nuestro estado de embriaguez, permitiéndonos una retirada a tiempo que
resultará ser extraordinariamente ventajosa en nuestro balance vital.
Hay amores destinados a no ser, a tener inicio y final. Son como tempestades de
verano llenas de intensas emociones, de lluvia refrescante que alivia un calor intenso, una
sed no saciada… Sin embargo, cuando las nubes escampan, lejos de dejar la humedad de un
campo donde puede florecer de nuevo la naturaleza, se abre una tierra yerma y con
grietas. Donde no crecerá nada durante mucho tiempo.
Hay amores que pasan como un viento suave, otros finalizan con una distancia serena y
amable, de mutuo acuerdo, pero hay algunos que dejan vacíos dolorosos que nos hieren
por dentro y que nos cambian.
Hablemos hoy de ello, analicemos esos “efectos secundarios” que pueden dejarnos algunas
de nuestras relaciones afectivas a modo de secuelas, y que merece la pena tener en cuenta
para hacernos reflexionar.
Lo hemos leído y escuchado muy a menudo. No hay mejor maestro que el dolor, no hay
mejor aprendizaje que el dolor vital en algún momento de nuestra existencia, para poder así,
avanzar con mayor seguridad sabiendo lo que es la vida, entendiendo un poco mejor a las
personas.
Y en efecto, estamos de acuerdo. No obstante, hay un aspecto que debemos matizar. No
todas las personas adquieren un “aprendizaje positivo”, no todo el mundo logra entenderlo
así. Tras una ruptura, tras un desengaño, se requiere de cierto tiempo para poder volver a
alzar nuestra mirada al mundo con seguridad, es necesario pasar por un duelo, por un
proceso interno donde “reconstruirnos por dentro”.
¿Qué es lo que ocurre en muchos casos? Qué lejos de salir fortalecidos, salimos con
secuelas. Cuando alguien nos ha hecho daño aprendemos a ponernos una coraza, cuando
nos han mentido aprendemos a desconfiar, cuando nos han cortado las alas al crecimiento
personal, evitamos entonces abrirnos a otras personas.
¿Obtenemos pues un aprendizaje tras ese amor que no pudo ser? Desde luego, lo hacemos,
pero no siempre es positivo, de ahí que debamos tener muy en cuenta el modo en que
volvemos a “reajustar” nuestra realidad.
No te dejes arrastrar por todas estas cogniciones negativas, actúa siempre con
resiliencia para abrir la puerta a nuevas oportunidades.
2. La pérdida de la inocencia
Perder la inocencia es perder parte de esa ilusión sincera y libre de prejuicios hacia los
demás, hacia nuevas relaciones a las que abrirnos en plenitud y emoción. Tras un fracaso
afectivo y la pérdida de ese amor donde fijamos tantas y tantas esperanzas, una parte de
nosotros va,irremediablemente, a envejecer.
Y pocas cosas pueden ser más desesperanzadoras, que permitir que nuestro interior
envejezca, dejando así que aparezcan las astillas en nuestro corazón, las fisuras y la tierra
yerma donde nada crece. Ahí donde vagará a partir de ahora una densa amargura, donde
nos será muy difícil volver a recibir al amor con la ilusión de antaño.
Es bueno ser prudente y cauto, no hay duda, pero si perdemos por completo la
inocencia, dejaremos ir a “ese niño interior” y a su espontaneidad, a esa frescura innata
donde las cosas, donde las relaciones, se viven con más intensidad.
3. Vacíos eternos
Los amores que nunca pudieron ser, son vacíos sin forma habitados por ilusiones perdidas y
desengaños. Por tiempo perdido pero constantemente recordado y evocado. Uno puede
recuperarse, iniciar incluso nuevas relaciones y nuevos proyectos vitales.
La felicidad siempre vuelve con maravillosas segundas partes que todos merecemos
aprovechar, sin embargo, hay algo que se esconderá cada día de nuestra vida en algún
rincón de nuestro corazón y nuestra memoria, y son ellos, los vacíos. Porque son como
esos caminos que una vez elegimos creyendo que ahí, iban a alzarse tantos y tantos
proyectos soñados, para al final, no tuvimos más remedio que hacer un cambio de sentido tan
drástico como doloroso.
Y en nuestro cerebro, siempre estará ese sendero imposible formando parte de nosotros y lo
que somos. Es como una vida paralela, la real y los recuerdos que no podemos borrar, pero
que en esencia, forman parte de lo que somos.
Los vacíos siempre estarán y como tal, debes aceptarlos. Son esas heridas que no cicatrizan
pero con las que uno debe aprender a vivir, integrándolas, aceptándolas pero evitando que se
conviertan en “agujeros negros”.
Deja que sean vacíos por los que emerge un viento suave y perfumado que rememorar
de vez en cuando, pero solo durante unos segundos. Después, avanza en este “aquí y
ahora”, donde sin lugar a dudas, se inscribe tu verdadera felicidad.
Los problemas vividos en la infancia vaticinan cómo será nuestra calidad de vida cuando
seamos adultos. Además, estos pueden influir significativamente en como nuestros niños de
hoy actuarán mañana y en como nosotros, por otro lado, afrontaremos las adversidades.
Así, de alguna forma, a partir de estas 5 heridas emocionales o experiencias dolorosas de
la infancia, conformaremos una parte de nuestra personalidad. Veamos a continuación cuáles
son nuestras heridas….
1- El miedo al abandono
La soledad es el peor enemigo de quien vivió el abandono en su infancia. Habrá una
constante vigilancia hacia esta carencia, lo que ocasionará que quien la haya padecido
abandone a sus parejas y a sus proyectos de forma temprana, por temor a ser ella la
abandonada. Sería algo así como “te dejo antes de que tú me dejes a mí”, “nadie me apoya,
no estoy dispuesto a soportar esto”, “si te vas, no vuelvas…”.
Las personas que han tenido experiencias de abandono en la infancia, tendrán que trabajar
sumiedo a la soledad, su temor a ser rechazadas y las barreras invisibles al contacto físico.
La herida causada por el abandono no es fácil de curar. Así, tú mismo serás consciente de
que ha comenzado a cicatrizar cuando el temor a los momentos de soledad desaparezca y en
ellos empiece a fluir un diálogo interior positivo y esperanzador.
2- El miedo al rechazo
Es una herida muy profunda, pues implica el rechazo de nuestro interior. Con interior nos
referimos a nuestras vivencias, a nuestros pensamientos y a nuestros sentimientos.
En su aparición pueden influir múltiples factores, tales como el rechazo de los progenitores, de
la familia o de los iguales. Genera pensamientos de rechazo, de no ser deseado y de
descalificación hacia uno mismo.
La persona que padece esta dolorosa experiencia no se siente merecedora de afecto ni de
comprensión y se aísla en su vacío interior por el miedo de ser rechazado. Es probable que, si
hemos sufrido esto en nuestra infancia, seamos personas huidizas. Por lo que debemos de
trabajar nuestros temores, nuestros miedos internos y esas situaciones que nos generan
pánico.
Si es tu caso, ocúpate de tu lugar, de arriesgar y de tomar decisiones por ti mismo. Cada vez
te molestará menos que la gente se aleje y no te tomarás como algo personal que se olviden
de ti en algún momento.
3- La humillación
Esta herida se genera cuando en su momento sentimos que los demás nos
desaprueban y nos critican. Podemos generar estos problemas en nuestros niños
diciéndoles que son torpes, malos o unos pesados, así como aireando sus problemas ante los
demás; esto destruye la autoestima infantil.
El tipo de personalidad que se genera con frecuencia es una personalidad dependiente.
Además, podemos haber aprendido a ser “tiranos” y egoístas como un mecanismo de
defensa, e incluso a humillar a los demás como escudo protector.
Haber sufrido este tipo de experiencias requiere que trabajemos nuestra independencia,
nuestra libertad, la comprensión de nuestras necesidades y temores, así como nuestras
prioridades.
Si hay algo que suele “pender de un hilo” es la autoestima o el amor propio. Diferentes
palabras, acciones o situaciones hacen que sus niveles disminuyan bruscamente.
Y el problema radica en que después es difícil volver a equilibrarlos. Por ello, es bueno que
prestes atención a los peores enemigos de la autoestima para que trates de evitarlos.
Nuestros hábitos pueden ser positivos o negativos. Eso seguro ya lo sabrás. Sin embargo, a
veces no nos damos cuenta de la diferencia o de la huella que nos dejan (para bien o para
mal). Si hay algo que hacemos desde hace mucho tiempo, quizás sea más difícil
eliminarlo de la noche a la mañana.
Por lo tanto es esencial que, como primera medida para proteger nuestra autoestima, seamos
conscientes de que tenemos ciertas costumbres que ponen en peligro la salud de
nuestra autoestima. No importa si hace años o décadas que las cumples “a rajatabla”, si es
algo que heredaste de tus padres o si ya has nacido con ello.
Tienes la oportunidad de cambiar la forma de pensar y de actuar a partir de ahora si deseas
mejorar tu autoestima. ¡Si te lo propones, lo puedes hacer!
El primero de los hábitos que reducen tu amor propio es algo tan frecuente como negativo:
descalificarse. “Yo no puedo hacer eso”, “no tengo la capacidad”, “no puedo”, “no valgo
nada”, “¿cómo se va a enamorar de mi?” y la lista continua. Si te repites a menudo que
no sirves y que tienes cualidades de perdedor, no conseguirás cosas buenas.
Estarás automáticamente cerrando todas las puertas y hasta las ventanas que dejan ingresar
el éxito, el amor, la felicidad o la plenitud. Es verdad que todos tenemos defectos y virtudes,
debes empezar a pensar más en las últimas que en las primeras.
En segundo lugar, un “archi enemigo” del autoestima es actuar como si fuéramos una víctima.
Puede ser del sistema, de la vida, del universo, de la familia, de la pareja, lo mismo da. Ante
los problemas y dificultades (que todos tenemos), existen diversas maneras de actuar.
Si depositas la responsabilidad en un tercero, sea una cosa o una persona, para sentirte mejor
contigo mismo, déjame decirte que no estás ayudándote en lo absoluto. Sino todo lo
contrario.Empieza a tomar las riendas de tu vida y a hacerte cargo de tus errores, por
más graves que sean.
En los tiempos que corren, la competencia es “el pan de cada día”, sobre todo en los ámbitos
profesionales. Si a esto le sumamos que para mantener el trabajo tenemos que ser los
mejores y rendir al 100%, no es extraño entonces que nos auto exijamos demasiado. Las
personas con tendencias perfeccionistas suelen ser las que tienen la autoestima más
baja, porque nada de lo que hacen o dicen cumple con sus expectativas.
Nunca se enorgullecen de lo que logran, ni siquiera se alegran de haber conseguido “la tan
ansiada perfección”. Aunque sean los primeros de la clase o los preferidos del jefe por buen
desempeño, no son felices, creen que siempre les falta un paso más, una nueva vuelta de
tuerca.
Por otra parte, nos quita la autoestima un hábito muy instaurado en la sociedad actual:
las comparaciones. “Mi amiga tiene el cabello más bonito”, “mi colega vende más”, “mi
vecino tiene un coche más nuevo”, “mi hermano gana más dinero que yo”. Nos la pasamos
comparando y eso no nos hace bien. Cada uno tiene lo que le ha tocado, lo que puede o lo
que se merece.
Si realmente quieres comparar algo, hazlo con los resultados y las maneras de actuar. Si tanto
te gusta el cabello de tu amiga, pregúntale qué schampú usa; si deseas conseguir más ventas,
habla con tu colega; si te encanta el coche de tu vecino, analiza la manera en que gasta
su dinero; si tu hermano tiene un sueldo más alto que el tuyo, pídele consejos para conseguir
un puesto mejor.
Y por último, aunque no por eso menos importante, no debemos olvidarnos de un hábito que
destruye al autoestima, pero también otras cosas, como por ejemplo, la relación que tenemos
con los demás (y con nosotros mismos): centrarnos en los errores.
No importa que hayas logrado el objetivo, que conseguiste aquello que tanto querías,
siempre verás el medio vaso vacío. Te has sacado una buena calificación en un examen,
pero te centras en lo que te equivocaste. Es obvio que cometeremos muchos errores a lo largo
de la vida y que éstos nos ayudarán a no volver a repetirlos. Sin embargo, vale la pena
centrarnos en lo bonito, en los logros, en la felicidad.
La dependencia emocional es uno de los mayores riesgos en los que podemos caer. Está
claro que amar a alguien, es situar a dicha persona en el centro de ese universo personal de
cada uno. Pero no te conviertas en ese “satélite” que se dedica únicamente a dar vueltas a su
alrededor.
No dejes que tu felicidad resida siempre en el bolsillo de esa persona. La dependencia
emocional es un tipo de apego poco saludable, que irá erosionando poco a poco nuestra
individualidad,nuestro auto-concepto e incluso nuestra autoestima. Esta dimensión
provoca que fijemos todo nuestro ser y nuestras expectativas en la otra persona olvidándonos
incluso de nosotros mismos.
Un amor saludable no es dependiente, sino que permite espacios personales donde cada
uno pueda seguir desarrollándose como persona. Ahí donde hay confianza y respeto, además
de un proyecto en común donde ambos, con madurez y responsabilidad, aunamos esfuerzos
en común.
Puede que seas de los que piensan que en el amor, debemos darlo todo sin recibir nada a
cambio. Cuidado. En esta vida todo requiere su justo equilibrio. Si lo damos todo correremos
el riesgo de quedarnos vacíos, y sobre todo, la posibilidad de que llegue un día en que nos
demos cuenta quenunca hemos sido reconocidos o valorados. E incluso respetados. Será
el momento en que emerja el sufrimiento además de la frustración.
Amar es dar y recibir, es crear entre dos, es aportar fuerzas, energías y esperanzas en una
relación donde ambos miembros cuentan para formar un buen “equipo”.
5. UN PROYECTO EN COMÚN
Si no hay proyecto de futuro en la pareja, el pilar de dicha relación se sostiene sobre unas
arenas movedizas. Viviremos un día a día marcado por la incertidumbre y la duda. La pareja
necesita de metas a corto y a largo plazo, esas que aportan ilusión y esperanzas por
construir en cada momento el libro de nuestra vida.
Pero debemos tener cuidado. En ocasiones pueden hablarnos de proyectos, elaborar grandes
ilusiones que en esencia, no son más que falsos castillos en el aire. Debemos estar atentos
a que dichos sueños no escondan en realidad la falsedad de quien nos habla, y quien nos dice
que nos quiere. No hay mayor sufrimiento también que darnos cuenta de que hemos sido
engañados o manipulados.
La sinceridad se advierte en pequeños detalles cotidianos. En esfuerzos sinceros y en
preocupaciones reales. Sabemos que en ocasiones cuesta, que encontrar un amor sincero,
altruista y comprometido no es fácil. Pero siempre hay una persona adecuada para cada uno,
no será la pareja ideal, pero si ésa capaz de ilusionarnos y de aportarnos una auténtica
felicidad.
¿Por qué no?
Aceptar que una etapa de nuestra vida ha finalizado, no es fácil. Y no todo el mundo sabe
renunciar. ¿Cómo hacerlo? Las personas somos mayoritariamente criaturas de férreos
hábitos sobre los cuales, edificamos nuestra seguridad personal.
Nuestra vida con una pareja determinada. Ese trabajo que tanto nos identificaba. Nuestra
existencia tranquila en esa ciudad, en esa casa…¿Cómo arrancar así, sin más, esas raíces
que hasta no hace mucho nos nutrían y nos hacían feliz? No es sencillo.
Pero hay una cosa que debemos tener clara. Saber renunciar no es perderlo todo. En
absoluto. Quien renuncia a algo es porque cierra una puerta y emprende otro camino. Vivir es
saber elegir no uno, sino varias opciones. Se trata, sencillamente, de RENUNCIAR para
poder AVANZAR.
Hablemos hoy sobre ello.
Las vivencias que nos anclan en el pasado
Quien vive en una nostalgia continua, vive amarrado a un castillo de débiles estructuras. En un
momento u otro acabaremos derrumbándonos. Los recuerdos, las vivencias del pasado son
un libro personal muy hermoso al que merece la pena volver de vez en cuando. Pero no
siempre, no cada día.
Si fijas tu mirada interior en el ayer te pierdes el presente y dejas de tener perspectivas de
futuro, y eso, no es tener calidad de vida. Vale la pena tener claros los siguientes aspectos:
Todas las personas, en un momento u otro de nuestra vida, nos veremos obligados a
renunciar a algo. Forma parte de nuestro ciclo vital.
No te “ancles” en la idea de que el pasado siempre fue mucho mejor. De que el ayer fue
ese paraíso que nunca más volverás a encontrar. Este enfoque de pensamiento supone poner
muros invisibles a nuestras propias perspectivas. Es cercenar nuestras ilusiones de futuro
para quedarnos únicamente, en esa página del pasado como quien esconde en ella una flor
prensada entre las hojas de un libro. Sigue siendo bella, sin duda, pero carece de vida y de
apenas perfume. No vale la pena.
Aprender a renunciar para reconciliarnos con el
pasado… y AVANZAR
Cabe señalar un aspecto igual de importante. Hay quien vive “anclado” en la felicidad de ese
pasado que ya se ha roto. Pero también hay quien mantiene su existencia lamentando los
errores cometidos del ayer. Todo lo invertido, por ejemplo, en esa persona por la que lo dimos
todo y que nos hizo tanto daño.
Los recuerdos tal vez, con ese familiar por quienes nos esforzamos tanto para ayudarlo y que
al final, no hizo más que buscar su propio beneficio y engañarnos. Todo es posible. Pero en
esencia, siguen siendo dos caras de una misma moneda: fijar nuestro mundo interior en ese
pasado que nos trajo dicha o infelicidad.
Pero entonces ¿Cómo lograr avanzar y desprendernos de esas cadenas que nos unen a esos
hechos?
Racionaliza. Lo que ocurrió ya pasó, no está más que en tu propia mente y ya no hay
necesidad de pensar en ello tantas veces al día. Es solo parte del pasado. Fantasmas del
ayer.
Nadie puede “borrar” de su mente el pasado, eso está claro. No hay pastilla para el olvido
total. La vida siempre tiene efectos secundarios, y como tales, hay que aceptarlos pero no
obsesionarse con ellos.
Acepta lo vivido como un aprendizaje que debe enseñarte a crecer como persona. Haz un
lugar en tu mente para todo lo acontecido y archívalo como un material vital importante. Pero
nada más, ante ti tienes ahora muchas más puertas que abrir, otros caminos que elegir.
No culpes a nadie de lo ocurrido. Eso genera más ira, más rabia y será difícil pasar página.
Perdona, perdónate y avanza. No te permitas ser esclavo de nadie.
Vive tu presente con la máxima intensidad, es la única forma de liberarte del pasado.
Renuncia a esa etapa del ayer, acéptala como lo que fue y busca una ilusión cotidiana con la
cual crecer, con la cual ser mejor persona. Más feliz.
Muchos llegamos a un punto en donde todo nos sale mal o diferente a como lo planificamos,
lo que afecta negativamente nuestro estado de ánimo. Pensamos que el mundo se nos viene
abajo, sentimos que todos están en nuestra contra, y nos cuesta verle el lado positivo a la
vida.
¿Realmente está todo tan mal como lo sentimos?
En esos momentos de desasosiego es fácil sentir que no existe nada bueno en lo que
ocurre, podrías incluso ganar la lotería y entonces te enfocarías en los impuestos que debes
pagar en vez de dar gracias por el premio. Lo que sucede es que nuestra percepción de las
cosas está muy influenciada por nuestro estado de ánimo.
Por ello, es importante intentar concentrarse en un hecho simple: el mundo no ha decidido
declararnos la guerra de pronto y probablemente nuestra vida no esté tan mal como la vemos.
Es una cuestión de perspectiva y de inercia.
Lo importante es no abandonarnos, no actuar como si el mundo tal y como lo apreciamos
fuese cierto. No hay mejor forma de atraer a la mala fortuna que caminar con desesperanza y
rendido.
Cada vez que tenemos un problema tratamos de encontrarle una solución, pero no hay razón
para que lo hagamos en solitario. Simplemente, la mera exposición del problema hace que
apreciemos elementos en él que antes se nos había pasado por alto. A veces, simplemente,
un buen hilo narrativo del mismo nos da la solución!
El buscar apoyo entre las personas que conoces y que sabes que te aprecian es muy
importante, especialmente aquellas en las que sabes que puedes confiar para contarles tus
problemas: son buenas escuchando, saben expresarse sin hacer daño y están dispuestas a
ayudarte.
La música puede ser una ayuda indispensable para cambiar nuestro estado de ánimo.
Te diría más, en el fondo no es la música sino son las sensaciones que previamente has
asociado a esa música las que te van a echar una mano. Te sugiero que hagas una lista de
reproducción que contenga canciones que te reconforten y te den un impulso. Por supuesto,
por bonitas que sean, no incluyas en esta lista cualquier canción que te vuelva melancólico.
También puede ser una buena idea sacar nuestra agenda y buscar un número. Todos
tenemos a alguien cercano que es especialmente optimista. Vamos a intentar pasar un
tiempo con esta persona y vamos a dejar que sus emociones nos contagien. Nos animará y
probablemente nos ayudará a reconstruir la percepción que tenemos de nuestra vida.
Si tienes un animal como mascota sabrás lo terapéuticos que pueden llegar a ser. Si no
tienes ninguna, puede ser un buen momento para que te plantees adoptar alguna. Ellos
retribuyen todo el amor que les das, con muchas sonrisas. Si te decantas por esta opción,
hazlo siempre con responsabilidad.
Algunas personas piensan que es una buena idea ir de compras cuando te sientes
mal. Puede ser aceptable como una forma simbólica de hacer una renovación, pero antes de
cargar tus tarjetas a costa de renovar tu armario, también es bueno revisarlo y ver qué es lo
que te sienta bien y lo que no. Si hay algo que no te gusta o te trae malos recuerdos es bueno
que lo apartes. Ordenar y sacar aquello que no nos sirve ayuda a saber qué
necesitamos.
Aunque tu estado emocional te invite a ello, no es un buen momento para que te detengas.
Estamos diseñados para estar en movimiento y el movimiento nos produce bienestar ya
que afecta positivamente a nuestro sistema nervioso y, por consiguiente, a nuestras
emociones.
¿Cuál es la buena?
Ninguna, o dicho de otra forma, si han sobrevivido varias es que ninguna nos termina de
convencer a todos. Así, como es imposible describir en un solo artículo todas las teorías que
hay os vamos a contar dos de las que han sido más relevantes.
En primer lugar, podemos hablar de la Teoría de Eysenck. Este psicólogo afirma que podemos
describir la personalidad de cada uno de nosotros en tres dimensiones: psicoticismo frente
a control de los impulsos, extraversión frente a intraversión y neuroticismo frente a
estabilidad.
Otro de los grandes modelos, que tomó fuerza en la década de los 90, es el que considera
que nuestra personalidad está dividida en cinco grandes rasgos:
Amabilidad. En su lado más positivo, hablamos de una persona que es: altruista,
considerado, confiado y solidario. En su polo opuesto, hablaríamos de una persona escéptica,
ruda, egocéntrica y competitiva. La amabilidad está muy relacionada con la sensibilidad y la
empatía.
1. Creer que es posible cambiar. Si piensas que es imposible, entonces será imposible para ti.
2. Ver y ser dueño del problema. Debes querer cambiar.
3. Estar dispuesto a hacer el trabajo durante un período prolongado.
4. Ser capaz de imaginarse a sí mismo de ser diferente.
5. Ser capaz de seguir intentando a pesar de los fracasos y contratiempos.
Si quieres cambiar, adelante. Usa estas pautas y ponte en camino. No solo puedes intentar
hacer que tu vida se parezca lo más posible a aquella que quieres sino que tú mismo
puedes construirte para intentar parecerte a aquella persona que quieres.
Comienza un nuevo año cargado de sueños por cumplir y cambios emocionales. Dicen que
para estos momentos una simple reflexión o frase puede cambiarnos por completo nuestra
visión de las cosas.
Por ello, os traigo un resumen de los 21 pensamientos y reflexiones más virales del
momento. La lista ha sido facilitada por @Ifilosofia, una cuenta de Twitter que se encarga de
compartir las mejores frases para generarnos “cambios” , con más de 2 millones de
seguidores en la red social.
Los enunciados que os escribo a continuación seguro os van a encantar y hacer reflexionar.
Por ello os invito a que toméis prestado un lápiz y papel para facilitaros los apuntes. En negrita
tenéis mis favoritos.
– “La felicidad es suma y compendio de lo que uno ha ido haciendo con su vida”. Enrique
Rojas
– “La felicidad o infelicidad no se mide desde el exterior sino desde dentro”. Giacomo Leopardi
– “Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis”. Michel de Montaigne
– “Las pequeñas acciones de cada día hacen o deshacen el carácter”. Oscar Wilde
– “La llave del éxito es el conocimiento del valor de las cosas”. John Boyle O’Reilly
- “Se alcanza el éxito convirtiendo cada paso en una meta y cada meta en un paso”.
C.C. Cortéz
– “Para ser feliz debes aprender a ignorar muchas cosas”.
- “He fallado una y otra vez en mi vida, por eso he conseguido el éxito”. Michael Jordan
– “Un tonto nunca se repone de un éxito”. Oscar Wilde
– “Adoro los placeres sencillos; son el último refugio de los hombres complicados”. Oscar
Wilde
– “Las lágrimas que más duelen son las que derramamos a escondidas”.
– “La cortesía se ha vuelto tan poco frecuente, que algunas personas lo confunden con
coqueteo.”
- “En lugar de ser un hombre de éxito busca ser un hombre de valor: lo demás llegará
naturalmente”. Einstein
– “No hay inteligencia allí donde no hay cambio ni necesidad de cambio”. George Wells
– “La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos muy dulces”. Proverbio persa
- “Hacer lo que te gusta es libertad; que te guste lo que haces es felicidad”.
- “Sé feliz porque las injusticias siempre se pagan, porque el dolor siempre se supera y
porque los errores te enseñan”.
¿Os han animado a cambiar vuestra visión de las cosas?, ¿Ha gestionar una nueva vida
emocionalmente más sana? Si es así, que seáis conscientes que una servidora se ha
establecido diariamente como propósito de año nuevo la lectura de esta lista de frases para
ir comenzando a vivir sus sueños.
Animaros a llevarlo a la práctica también. Se convertirá en un habito precioso y muy útil en
este nuevo año.
Por eso, en este artículo os hemos querido plantear de una manera sencilla la posibilidad de
alcanzar parte de esta gran habilidad llevando a la práctica diaria el intento de
comprender las siguientes 15 frases:
1.Cuando digo controlar las emociones, quiero decir las emociones realmente
estresantes e incapacitantes. Sentir emociones es lo que hace a nuestra vida rica.-
Daniel Goleman.
Nuestras emociones conforman nuestro carácter, nuestra forma de ser y cómo nos perciben
los demás.
No hay relación directa entre lo que entendemos por inteligencia académica y la inteligencia
emocional. Una persona puede ser sumamente inteligente y haber destacado en la escuela
pero, sin embargo, no destacar en su vida.
4. La confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de
estar abierto a todas las preguntas-Earl Gray Stevens.
Solo haciendo las mejores preguntas podremos obtener las mejores respuestas. Esto se
determina en base a nuestra conciencia sobre lo que pensamos, decimos y hacemos de cara
a los demás y a nosotros mismos.
Esta frase es una de las mejores definiciones de empatía que existen. Debemos de saber que
laempatía es uno de los grandes pilares de la inteligencia emocional. Sentir como se sienten
los demás y saber manejarlo es tan importante como el propio autoconocimiento.
Y eso es porque, como afirmó Blaise Pascal, “el corazón tiene razones que la razón no
entiende”
Sentir y comprender el por qué, el cómo, el dónde, el cuándo y el qué podemos hacer es la
única forma de dirigir nuestras vidas sin el perjuicio de que las emociones lo hagan por
nosotros.
Las emociones son potentes armas de fuego que podemos utilizar a nuestro favor o contra
nosotros.
10. Sé consciente de que en este momento estás creando. Estás creando tu
próximo momento basado en lo que sientes y piensas. Eso es lo que es real.- Doc
Childre.
Efectivamente, nuestra realidad presente se basa en cada segundo que pasa y se pasea ante
nosotros conformando nuestro futuro.
11. Usa el dolor como una piedra en tu camino, no como una zona para acampar.-
Alan Cohen.
Vacía tu interior de ausencias presentes, recoge la piedra y llévala hasta la próxima estación
para que sepa que eres capaz de avanzar observándola. Por decirlo de una forma, hasta una
patada es capaz de empujarnos hacia adelante.
Lo cierto es que el corazón nos dice lo que es preciso hacer pero la razón nos avisa de lo que
debemos evitar y nos ayuda a comprendernos. Que corazón y razón congenien es nuestra
mayor aspiración.
Sentir nos ayuda a ponernos en marcha mientras elaboramos cómo es mejor hacerlo. De ahí
que conocernos profundamente en ambos aspectos favorece que seamos más eficaces a la
hora de tomar decisiones y de dirigir nuestra vida.
14. Como seres humanos, todos queremos ser felices y estar libres de la desgracia,
todos hemos aprendido que la llave de la felicidad es la paz interna. Los mayores
obstáculos para la paz interna son las emociones perturbadoras como el odio,
apego, miedo y suspicacia, mientras que el amor y la compasión son las fuentes de
la paz y la felicidad.-Dalai Lama.
Hay emociones sanas y emociones insanas, emociones que nos capacitan y emociones que
nos incapacitan. Debemos de dar la bienvenida a la alegría, la tristeza, la sorpresa o el enfado
mientras que debemos evitar la ira, la venganza, el odio o la depresión.
15. La verdadera compasión no significa solo sentir el dolor de otra persona, sino
estar motivado a eliminarlo.-Daniel Goleman.
Nuestro corazón no da cabida a la opción de permitir que otros se sientan mal, en la medida
de lo posible tenemos que intentar evitar todo el sufrimiento del que seamos conscientes.
En las mujeres:
*Los pechos, caderas, glúteos y labios grandes. Una mujer con estas características es
más fértil. De ahí que “los bombones” a los que se refieren los hombres cuando ponen sus
ojos en este tipo de mujeres no sea más que una estrategia de la Naturaleza para que las
deseen y quieran dejarlas embarazadas.
En los hombres:
*Las mandíbulas y los pómulos pronunciadas, el olor corporal agradable, los hombres
un poquito musculados…son algunos de los criterios que eligen las mujeres para calificar a
los “hombres como deseables” y es que detrás de esto se esconden señales que emite la
naturaleza a la mujer y que le dicen “este hombre es fértil y sano para engendrarte y para
cuidar de ti y de tus hijos”.
Tanto para hombres como para mujeres, una piel sana y cuidada, el peso correcto o el blanco
de los ojos y dientes son otros de los aspectos que nos indican de una manera inconsciente
que esa persona está sana y fértil.
En el caso de las mujeres todas temen que pasados los años su compañero las deje por una
de 25, queremos decir de 25 años ¡Yo no le haría eso a mi marido! Y es porque mientras las
mujeres buscan protección una vez pasado su periodo fértil, igual que ocurría en las cavernas,
los hombres que aún pueden engendrar, se fijan en las chicas jóvenes…de nuevo la
Naturaleza quiere engañarlos y que sigan procreando para que nuestra especie no se extinga.
Así es que si alguna vez os enfadáis por tal o cual comentario o porque los ojos de vuestra
pareja se van hacia unas bonitas caderas o unos atractivos músculos…pensad que detrás de
todo ello está nuestra Madre Naturaleza. ¡No en vano las madres son sabias!
Integrar estos pequeños hábitos tan saludables y positivos en nuestra vida, nos permite
disfrutar y desarrollar una mayor Inteligencia Emocional. Evidentemente, necesitas tiempo
para hacerlos familiares a tu interior, pero en cuanto te pongas manos a la obra, tendrás
resultados cuando menos te lo esperes.
¿Alguna vez te has planteado si estás realmente enamorada? ¿Has dejado de estarlo en
cuestión de días o meses? ¿Has pensado que estabas enamorada pero descubriste que solo
“necesitabas” querer a otra persona y una relación?
Si contestas afirmativamente al menos una de estas preguntas, probablemente te encuentras
en el grupo de personas que tiene conductas de dependencia emocional.
Puede aplicarse tanto a mujeres como hombres, siendo cierto que en mujeres suele percibirse
más esta conducta. Sin embargo, esto no quiere decir que sea cuestión de genero, pero si de
hormonas sexuales.
Estas son las 12 preguntas que pueden hacerte ver si realmente eres dependiente
emocional o no:
1.- ¿Estás tratando de moldear a la persona de la que crees estar enamorada?
2.- ¿Has descubierto en relaciones pasadas que tienes una tendencia a idealizar a las
personas?
3.- ¿Te proyectas en ellos en cómo quieres que sean en lugar de cómo son?
4.- ¿Tu enfoque está principalmente en cómo tu pareja te trata, en vez de cómo él o ella es
realmente en su interior?
5.- ¿Estás demasiado impresionada por la forma en que esta persona te hace sentir especial?
8.- ¿Tienes una lista de expectativas que tu pareja tiene que cumplir para sentirte querida y
segura?
10.- ¿Te sientes sola y vacía interiormente a menos que tu pareja esté contigo, dándote la
atención y la aprobación que no te estás dando a ti misma?
12.- ¿Tratas de tener el control de conseguir que tu pareja haga lo que tu quieras que haga?
Estas preguntas no tienen la misma validez profesional que un test psicológico, pero sí es
cierto que pueden ayudarnos a saber un poco más de cómo somos en este aspecto.
Una vez que hemos hecho a nuestra pareja responsable de nuestra propia felicidad, seguridad
y valor personal, pasamos a desarrollar la necesidad de control sobre él o ella, y así conseguir
que nos ame de forma artificial. Esta forma tan particular coincide exactamente con la que
nosotros deseamos.
Lo triste de esta parte del proceso es no darnos cuenta que lo que estamos creando es
“algo”artificial, algo que se aleja del amor puro e incondicional.
El amor puro que todos tenemos derecho a gozar, disfrutar y sentir en esta vida es un amor
sin condiciones, incondicional, sin “peros” y sin buscar un único beneficio personal. Uno de
sus pilares es el hecho de nunca pedir ser amados, y por lo tanto nunca controlar ni
pretender dominarlo en una relación de pareja.
El amor se basa y viene originado en la ejecución incondicional de la “pareja” dar y compartir ,
nunca buscando conseguir. Cuando amas a alguien valoras de forma intensa y profunda sus
cualidades esenciales y personales, aquellas que no desaparecen con el tiempo y hacen a la
persona que amas única e irrepetible.
Cuando estas enamorado no te basas en las cualidades más superficiales de apariencia,
dinero y poder, pero si en las más profundas del corazón y del alma.
El problema de muchas personas reside en la búsqueda constante e incluso exagerada del
amor y la necesidad de tener una relación de pareja; siendo este enfoque perjudicial para su
propia persona ya que dará lugar a un corazón cerrado con comportamientos de control, lo
que precisamente aleja el amor.
– Ser cariñoso contigo mismo y con los que te rodean, te permitirá experimentar el amor
de una forma mucho más respetable para ti y las personas que quieres.
– Si no nos amamos a nosotros mismos, nuestra esencia no puede ver ni amar la esencia
del otro.
- El hecho de tener una autoestima baja, puede volvernos dependientes
emocionalmente, en nuestro deseo de conseguir el amor.
– Que te quieras te hará menos frágil. Además, propiciará que te interpretes mejor las
necesidades y reclamaciones de tu pareja.
Quizás, todo se resume en darnos atención y la aprobación que como seres humanos
necesitamos para sentirnos plenos y crecer interiormente en nuestra vida. Una de las
principales claves para enamorarse y permanecer en el amor es aprender a amarnos a
nosotros mismos.
¿Alguna vez te preguntaste por qué te acuerdas más de algún amor que de otro? Han
pasado muchos años, y sin embargo recuerdas ese primer beso, esa primera vez que se
dieron la mano, y hasta te produce una sensación de calidez. Estamos acostumbrados a que
los poetas escriban del tema
Pero, ¿Hay alguna explicación científica para esto? La ciencia nos explica que esto se
debe más a la neurobiología que al trabajo laborioso de Cupido.
¿Qué es el amor?
Varios investigadores han tomado diversas imágenes del cerebro en acción. Cuando
conocemos a alguien, al sentir un gran amor por primera vez, se crea en el cerebro un
recuerdo muy detallado que no se borra tan fácilmente. Este fenómeno es conocido
como el “efecto primario”.
Estos recuerdos quedan bañados por sensaciones emocionales y psicológicas. Esto es tan
así, que incluso muchos años después cuando se intenta recordar un primer beso, uno siente
esa sensación de calidez y leve alegría que sintió en ese momento.
La neurobiología ha descubierto que aquellos eventos que son bañados por un gran
caudal emocional, son fijados con mayor intensidad en la memoria. Para que esto se
produzca, participan dos estructuras esenciales del cerebro: el hipocampo y la amígdala.
El neurobiólogo Antoine Bechara dice que cuando una relación termina se arma una
contradicción en el cerebro, por un lado ésta ha finalizado, por el otro, el cerebro sigue
produciendo descargas corporales e imágenes relativas a esa relación amorosa. Le llama a
esto “conflicto cerebral”.
Cuando terminamos una relación creemos que al finalizar el duelo y encontrar otra pareja se
termina el nexo afectivo. Sin embargo, muchas veces nos encontramos escuchando una
canción y automáticamente volviendo a ese amor del pasado. ¿A qué se debe esto?
La investigación y la ciencia no tienen límites. De hecho, ya existen posturas que plantean que
si podemos deconstruir al amor de esta manera, también se podría hablar de “píldoras para
olvidar”.Si el amor tiene que ver con neurotransmisores y hormonas, entonces se puede
inhibir con las sustancias adecuadas.
¿Qué piensas de esto? ¿Llegará ese momento? ¿Será posible desligarnos de nuestros
recuerdos amorosos?
A veces nos proponemos hacer dieta, ir al gimnasio, acabar una carrera… Todos
estos propósitosvienen dados por iniciar un nuevo año, una nueva etapa de nuestra vida o por
cualquier otro motivo. Estos deseos cambian nuestra vida, la modifican y hacen que
progresemos. Pero no hay que olvidarnos de nuestra mente. Un cambio que nos proporcione
mayor bienestar empieza porcambiar, añadir o aumentar el uso de ciertas palabras.
En el blog estadounidense “The Huffington Post” se publicó un artículo sobre las 15
expresiones que cambiarán tu vida en 2015. Nosotros hemos reducido este número y os
proponemos, a vosotros lectores, que os animéis a añadir aquellas palabras que consideráis
que deberían estar aquí.
¡Allá vamos!
1. Por favor
Ser educado es beneficioso y nos proporciona bienestar. Además, favorece una mayor
conexión social y facilidad para lograr tus objetivos. Decir “por favor” nos abre puertas y
nos dota de amabilidad.
2. Gracias
Esta palabra tiene un poder reconfortante tanto para la persona que la dice como para la que
la recibe. Las gracias se dan para agradecer el gentil gesto de alguien: una persona que te
sujeta la puerta, que te deja pasar, cuando te dan un regalo… ¿El resultado? Una sonrisa por
ambas partes y una sensación muy positiva.
3. ¿En qué puedo ayudar? ¿Puedes ayudarme?
Resulta positivo poder ofrecerle a alguien nuestra ayuda y que sea bien recibida. La
generosidad ayuda a aumentar la autosatisfacción. También es beneficioso pedir ayuda,
algo que no solemos hacer por miedo a parecer débiles.
4. No
Es una palabra difícil pero necesaria. Todos debemos aprender a decir “no” cuando no
queremos o podemos hacer algo. Decir “no” puede evitarnos estrés o ansiedad. Por
ejemplo, cuando tenemos varias cosas que hacer debemos priorizar y, seguramente, algunas
no se acaben realizando.
5. Lo siento, perdón
Reconocer que hemos errado es bueno siempre que sea una disculpa sincera. Sentimos
aquello que no hemos hecho bien y esperamos ser perdonados. No debemos abusar de estas
palabras en exceso por una serie de errores a los que no les ponemos solución porque si no
no tendrá el efecto deseado.
6. Estoy agradecido por…
Expresar gratitud nos hará más sanos y felices. Puedes incluso escribir o pensar al final de
cada día las cosas por las que estás agradecido. Esto te hará más consciente del mundo a tu
alrededor y desarrollarás una actitud positiva. Un pequeño ejemplo de mostrarse agradecido
sería el siguiente:
-Cuando te levantes – Gracias por un nuevo día de vida.
-Cuando te bañes – Gracias por tener agua caliente, corriente y productos de aseo personal.
-Cuando comas – Gracias por los alimentos, por el hecho de proveer trabajo a toda una
cadena de suministro que hace posible comer.
7. ¡Vamos!
Atrévete a hacer todo aquello que te apetezca: viajar, hacer algún deporte… ¡lo que sea! Lo
importante es que lo hagas pues tendemos a dejar las cosas para otro momento. Como dice el
dicho “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”.
8. Bueno…
Es obvio que no todo va a salir como planeamos. Por ejemplo, una cita con los amigos que de
repente se ve truncada por algún motivo. Debemos aprender a ver el lado bueno para ser así
másfelices. Muchas personas se molestan cuando ven sus planes truncados. Aprende a
relajarte ante esto. ¡No pasa nada porque las cosas no salgan como hemos previsto!
9. Tengo muchas cosas que hacer
Deja las excusas a un lado. Muchas veces, cuando decimos esto, nos damos cuenta de que
no aprovechamos el tiempo que, al parecer, requerimos. No pongas excusas y ¡disfruta! No
pasa nada por, entre tanto agobio y trabajo, darnos un respiro. De hecho, nos ayudará a
relajarnos, a disfrutar más de la vida.
10. Respira
Lo más básico pero también lo más importante. Ante las preocupaciones, el estrés, la
ansiedad… Para y respira. Relájate por un momento. No se va a acabar el mundo porque te
tomes un momento sino todo lo contrario. Te sentirás mejor.
¿Usas estas palabras? ¿Las utilizas diariamente? Si no es así es el momento de ponerlas
en práctica. Lograremos ser más felices, disfrutar de la vida, relajarnos ante el estrés…
Pequeñas cosas como dar las gracias o un “por favor” pueden mejorar un mal día. Mirar todo
el trabajo que tenemos y salir a tomar algo con los amigos nos ayudará a reponer fuerzas,
despejarnos y rendir mejor cuando regresemos a nuestra labor.
Si tu pareja manifiesta constantemente todo lo negativo de ti, como haciéndote saber que
quiere que cambies todo de ti quiere decir que no te acepta como eres y probablemente
quisiera que fueras otra. Hay un sinfín de formas de saber cuándo algo no va bien en la
relación.
Así que no temas tomar ese primer paso, porque una vez que lo hagas sentirás una gran
libertad y alegría porque avanzaras en tu vida hacia un mejor lugar y te abrirás las puertas a
mejores opciones. Si se te hace difícil por diversas razones siempre está la opción de pedir
ayuda tanto terapéutica como legal. Y tus amigos y familiares siempre te darán la mano así
que no temas pedir ayuda.
Cuáles son las señales que nos
indican que estamos ante una
persona que quiere morir
No debes permitir que nadie te quite las ganas de luchar por lo que te hace sentirte vivo: tus
sueños. Si dejas que hagan eso, entonces no serás el dueño de tu propia y auténtica vida.
– Que solo te quiera por sexo. El sexo es un añadido más dentro de una relación. Si no te
apetece tener relaciones sexuales con tu pareja, no tienes por qué sentirte mal o tener que
llevarlo a cabo obligatoriamente. Debes decir no cuando no te apetezca o quieras. Siempre
es bueno conversar y aclarar las cosas dentro de este punto, ya que el sexo es un acto de
ambas personas nacido del respeto mutuo y el amor.
“Y siguió sus pisadas con la esperanza de que en algún momento mirase hacia
atrás, recordando día tras día aquella dulce voz que en su memoria le hablaba, aquellos
ojos que mutuamente muy de cerca se miraban y aquella forma de temblar cuando ambos
cuerpos se rozaban.
Y su caminar esperanzado, a la vez que roto el corazón, no dudaba en seguir adelante a
pesar de los mil noes y de los mil rechazos que ya se juntaban en su inmediato pasado.
Y con millones de lágrimas iba regando sus huellas, marchitando lo que de voluntad le
quedaba y jurando y perjurando que ya no volvería a perseguir más sus pasos. Y los
suyos cautivos de dolor se arrastraban entre el lodo de rumiativos pensamientos dejando
cualquier atisbo de lo que en su día llamó alegremente dignidad.
Y a pesar de las infinitas promesas hechas a amigos, familiares y a su propio ser, volvía
a rogar. No le importaban los resultados que le acarreaban, siempre volvía a suplicar.
Siempre que despertaba la señal de angustia desde muy adentro, esta le gritaba dominando
su capacidad de control y dejándose llevar por los designios de la desesperanza.
Y su autoestima hundida y pisoteada, inmersa en el fango más oscuro y profundo abisal se
escondía, abandonando a la persona que una vez la acompañó. Desplazada por la melancolía
de los recuerdos del amor roto y perdido, de la fidelidad eterna y de proyectos de futuros
quebrados.
Y miró hacia atrás y pensó: ¿Qué podría haber hecho para no llegar hasta allí? Y lloró…”
¿Te ha hecho reflexionar esta historia?
¿Quién no ha sufrido o ha sido testigo de una ruptura de pareja? ¿Y de las que hemos vividos
o sido testigo, cuántas se dejaron llevar por la frustración o por la derrota? ¿Cuántas
lucharon contra un no rotundo, contra lo inevitable de una ruptura con la esperanza de
arreglar y volver al punto de retorno? ¿Qué podemos hacer para no llegar hasta aquí?
Es cierto que en muchos casos “un no” se puede arreglar; otros “noes” son para siempre, pero
en algunos casos “un no” no rotundo de nuestra ex-pareja lo podemos estropear por
nuestra angustia, falta de control y por querer tener una pronta respuesta; ya que puede
necesitar tan solo de un tiempo para respirar. Y es que a veces esa presión es la que
empuja al otro a tomar la decisión final del “no”.
Los conflictos de pareja como cualquier conflicto de este mundo de humanos pueden tener
solución.
Hay muchos consejos que se pueden dar para que estas situaciones no lleguen a un punto de
no retorno como:
- No imponer sino dialogar, llegar a un consenso. Dejar de luchar por ver quién tiene la
razón, sino más bien explicar nuestros motivos o lógica. Centrarse más en el presente y no
rememorar conflictos ya pasados, ni mucho menos ponerlos como ejemplos.
– Entender que es normal no estar de acuerdo con algo, viendo esto más como un reto
para buscar puntos en común, que como un conflicto.
- Reforzar a nuestra pareja con detalles por los esfuerzos que hace para mejorar la relación o
la convivencia. Los pequeños detalles, un beso, un abrazo, una caricia, un cariño, una sonrisa
o un momento de atención pueden llegar a ser más importantes y más potentes que las
grandes acciones destinadas a congraciarnos.
– Si hemos de criticar algo que no nos gusta, mejor dirigirnos a la conducta que a la persona,
es decir, mostrar lo que haya hecho que no nos gusta más que usar reproches o calificativos
despectivos personales. El respeto es esencial para la buena convivencia.
– Ante las situaciones violentas tomar de manera previa y dialogada la decisión como pacto de
abandonar la situación para pensar durante un buen rato y buscar formas de solución
creativas al problema, y una vez ya más relajados intentar de una manera más reflexiva y
paciente dialogar, comprender y ceder ambos, para ganar.
– Esforzarnos en escuchar, mirando a los ojos, intentando entender su mundo, sus vicisitudes,
sus inquietudes y sus miedos
– Buscar actividades en común y retomar aquel tiempo compartido y que para ambos eran
grato. Aceptar el dinamismo de la relación sin intentar ser copia de los inicios.
– Confiar y dar también un tiempo propio a la pareja, no ahogarla con llamadas o mensajes, y
respetar su espacio propio. La libertad es el germen del amor verdadero.
– Y sobre todo dedícate un tiempo para ti, en donde no esté tu pareja, donde recuerdes quién
eres y por qué un día esa persona se enamoró de ti. ¡Quiérete!
Sin lugar a dudas esta es una ley que está presente siempre, nos guste o no, en nuestras vidas.
Piensa por un instante en alguna persona que conozcas que pase la mayor parte de su tiempo
quejándose o sumida en una actitud pesimista o derrotista. Y piensa por unos instantes en los
resultados que esa persona está consiguiendo en su vida. Casi con seguridad comenzarás a ver
que su vida es justamente un reflejo de esas mismas actitudes y pensamientos.
Pero sucede exactamente lo mismo en el sentido contrario. Son las personas que se enfocan en
la parte positiva de la vida, quienes mantienen actitudes optimistas y entusiastas, los que
generalmente disfrutan de vidas más realizadas y plenas.
La ley de la atracción, como yo la veo, es fruto de una combinación de pensamientos, actitudes
y acciones. He de reconocer que al principio resulta duro de aceptar el hecho de que somos
nosotros mismos la fuente de la gran mayoría de cosas que suceden en nuestras vidas. Míralo si
quieres de este modo: Cada uno de nosotros somos un imán viviente. Atraemos constantemente
aquello que está en sintonía con nuestro patrón de pensamiento, actitudes y acciones.
Veamos pues algunos pasos que podemos dar para convertirnos en un “imán” viviente de lo
positivo:
1.-Toma conciencia de cómo es tu patrón predominante de pensamiento.Detente por
unos instantes y analiza tranquilamente el tipo de actitud mental que sueles mantener. ¿Es
generalmente positiva o negativa? El primer paso para poder cambiar algo es darse cuenta de
cómo está.
2.-Ordena tu entorno. Todo lo que nos rodea afecta nuestra forma de pensar. Si sueles
moverte en espacios desordenados, toma algo de tiempo para organizar y ordenar tu habitación,
tu despacho, tu sala de estar,… Recuerda precisamente que tu mundo exterior es un reflejo de
tu mundo interior. Y si tu mundo exterior es un auténtico desorden, ese es un buen lugar para
comenzara crear armonía.
3.-Comienza a crear claridad de enfoque. Necesitas determinar con claridad que objetivos
deseas alcanzar. La mente humana solo es cien por cien efectiva cuando trabaja en la dirección
de un objetivo perfectamente definido. Así pues, toma el tiempo necesario para clarificar
plenamente tus objetivos.
4.-Enfoca consistentemente en aquello que deseas lograr. No te permitas divagar
pensando precisamente en las cosas que temes o que no deseas. Proponte detectar de
inmediato estas situaciones tan pronto como sucedan, para conscientemente apartar tus
pensamientos de esa dirección. Si la mente está ocupada en una dirección positiva, no puede
estar ocupada simultáneamente en al dirección contraria. Aprovecha en tu favor este modo
natural de funcionar de nuestro cerebro.
5.-Toma acción. No basta con clarificar que es lo que queremos. Hemos de comenzar a dar
pasos para lograrlo. Muchas personas creen que simplemente teniendo claros sus objetivos ya
han hecho lo necesario para lograrlos. Gran error. Solo la acción produce resultados. El
pensamiento positivo está muy bien, pero para que produzca resultados hay que llevarlo al
terreno de la acción.
6.-Practica la gratitud permanente. Cuando comiences a producir resultados, mantén una
actitud de agradecimiento por todo aquello que se está convirtiendo en parte de tu vida. A
través de la gratitud siempre llega un sentimiento de realización y plenitud personal.
7.-Disfruta del camino. La vida no es una ciencia exacta. Habrá ocasiones en las que el
camino parezca desviarse, o incluso en las que tengas la sensación de que ni siquiera existe
camino. Relájate, disfruta de ese rodeo, y continúa tu viaje con una actitud positiva.
El perdón puede o no forjar una reconciliación. No se trata de una condición sine qua non,
es decir, que podemos perdonar y cada una de las personas seguir su propio camino. Ambas
sendas se bifurcan a partir del momento en que decidimos perdonar y al mismo tiempo, soltar.
Esto no ocurre de la noche a la mañana, sino que el perdón es un proceso que debemos
atravesar en el tiempo. Quizás pensemos que ya hemos perdonado a alguien por lo que nos
hizo, sin embargo, cada vez que recordamos el hecho que ocasionó la pelea experimentamos
tristeza, lloramos, nos enfadamos, etc. Eso quiere decir que aún no lo hemos perdonado al
100%.
Como indica Miguel Ruiz en su libro “Los cuatro acuerdos”, el perdón es la única manera
que tenemos de sanarnos. Te darás cuenta de que has perdonado a alguien cuando lo
veas (o lo recuerdes) y no tengas ninguna reacción emocional negativa.
Podríamos comparar el perdón con la cicatrización de una herida que nos hemos hecho
en la mano cortando una manzana. Mientras la herida se esté curando, nos dolerá si la
tocamos o apenas rozamos con la ropa o algún objeto. Una vez que la piel se haya
regenerado, puede que quede una cicatriz o la piel más clara, sin embargo, al pasar un dedo
por ella, no sentiremos dolor. En el caso del perdón, nos daremos cuenta de que hemos
realmente perdonado cuando no nos haga mal el recuerdo de la situación, que en un
primer momento nos ofendió.
Recuerda esta frase tan bonita sobre las consecuencias de no saber perdonar: “No perdonar
es como tomar una brasa candente con la intensión de arrojársela a otra persona: eres tú el
que se quema primero”.
Otra razón, sin dudas, para perdonar es recordar que el perdón es como una forma de
curarnos a nosotros mismos y eliminar más dolor del ya producido.
¿Cómo, cuándo y por qué perdonar? Todo dependerá de cada uno de nostros, de la
experiencia individual. No existe una regla o una receta mágica que indique: “ante un
engaño en la pareja, esperar dos semanas para perdonar”, por ejemplo.
Tú mismo te darás cuenta en qué momento has perdonado o cuando todavía debes trabajar
para lograr este objetivo. Y hasta en algunos casos, el tiempo es el que se encargará
de sanar las heridas. No hay dudas, el paso de los años es el mejor cicatrizante para las
lastimaduras del corazón, en ocasiones.
Si debemos o no perdonar es una decisión personal. Sólo que esta decisión repercutirá en
nuestra vida, ya sea en el presente o en el futuro.
Es cierto que algunos engaños son más difícil de perdonar que otros, pero también debemos
recordar que no somos seres perfectos y todos nos equivocamos. No estamos justificando
al que nos ha engañado, sólo estamos siendo un poco menos estrictos o duros con esa
persona, que seguramente se sentirá mal por lo que ha hecho.
Entonces, debemos recordar que el perdón no es algo que beneficia a la otra parte sino a
nosotros mismos, los que perdonamos, ya que nos deshacemos de una carga pesada y
peligrosa que daña nuestro corazón.
Brian Zehetner director científico de Anytime Fitness, afirma que cambiar tu entorno
puede ser más eficaz que intentar controlar los impulsos naturales por comer. Hay
algunos factores externos que pueden estar afectando tu meta de perder peso, y
como ejemplo menciona una habitación donde se conjugan elementos capaces
de alterar las emociones y de incrementar las ansias de comer. Podemos destacar
entre ellos:
Luz nocturna, sea de una lámpara o de un televisor, la luz nocturna
puededesencadenar cambios metabólicos que aumentan grasa y masa
corporal,independiente de la ingesta de calorías, horas de sueño y actividad física,
según un estudio publicado en el American Journal of Epidemiology.
El frío, según un artículo publicado en la revista científica Trends in Endocrinology &
Metabolism, la exposición regular a temperaturas ligeramente frías ayuda a las
personas a quemar calorías.
La autora del libro ´The Flexarian Diet´, sugiere bajar la intensidad de las
luces y poner música suave para preparar un ambiente placentero, que te
motivará a saborear cada bocado aumentando el disfrute y reduciendo las porciones.
Concentración al comer, quienes comen viendo TV tienden a consumir más
cantidad de alimentos, que los comensales que lo hacen sin ningún tipo de
distracción, así que comer amerita de un poco de concentración y recuerda comer
poco a poco para que proceses bien los alimentos.
¿Eres de los que cree que el amor es algo único y que sólo se da con la persona "indicada"?
Pues un experimento podría demostrar todo lo contrario.
De acuerdo con el portal ABC, en 1993 el psicólogo Arthur Aron realizó una lista con 36
preguntas que garantizaría que cualquier persona se puede enamorar de ti.
Las preguntas están formuladas para que el otro revele su intimidad hasta el punto en el que
se enamore en sólo 45 minutos.
Según el portal, las primeras veces que se probó el método resulto exitoso, ya que dos de las
parejas del estudio se casaron.
El método para utilizar las preguntas es la siguiente: se dividen las preguntas es tres grupos
de 12, cada ronda debe contestarse en 15 minutos, y al finalizar se deben mirar fijamente a los
ojos de la otra persona.
3-¿Ensayas lo que vas a decir cuando llamas por teléfono? ¿Por qué?
5-¿Cuándo fue la última vez que cantaste sólo? ¿Y para otra persona?
6-Si pudieras vivir hasta los 90 años y tener el cuerpo o la mente de alguien de 30 durante los últimos 60 años
de tu vida ¿Lo harías?
12-Si te pudieses levantar mañana con una nueva cualidad o habilidad ¿cuál sería?
13-¿Qué le preguntarías a una bola de cristal si ésta te pudiese decir la verdad sobre ti, sobre tu vida, sobre el
futuro o sobre cualquier cosa?
14-¿Hay algo que quieras hacer desde hace mucho tiempo? ¿Por qué no lo has hecho todavía?
19-Si supieras cuándo vas a morir ¿cambiarías tu forma de vivir? ¿Por qué?
22-Decir, de forma alterna, que características consideras positivas del interlocutor. Un total de cinco cada
uno.
23-¿Tu familia es cariñosa? ¿Crees que tu infancia fue mejor que la de otras personas?
25-Di tres verdades sobre "nosotros". Por ejemplo: "Nosotros estamos en esta habitación sintiendo...".
27-Comparte algo que creas que es importante que sepa sobre ti.
28-Di a la persona algo que te guste de él o de ella. Se muy honesto y dile algo que no dirías a alguien que
acabas de conocer.
32-¿Hay algo que consideres demasiado serio como para hacer una broma al respecto?
33-Si supieras que vas a morir esta noche sin hablar antes con nadie ¿qué te daría pena no haber contado
nunca? ¿Por qué no lo has expresado hasta ahora?
34-Tu casa se incendia y todas tus posesiones están dentro. Después de salvar a tus seres queridos y a tu
mascota, tienes tiempo para poder recuperar un solo objeto. ¿Cuál sería y por qué?
36-Comparte un problema personal y pídele que te de su opinión sobre cómo habría actuado.
Todos conocemos que el agua es una propiedad fundamental del agua en nuestro
organismo, que es la de mantenernos hidratados y así poder realizar nuestras
tareas diarias. No obstante, los beneficios que llega a aportar son inmensos y
quizás uno de los más conocidos, es que puede ayudarnos a adelgazar.
Esto se debe que al consumir agua en estado puro, esta pasa directamente al
torrente sanguíneo, aumentando la hidratación y oxigenación de las células, lo que
propicia a la combustión de grasas, y por ende, aceleran los niveles de la tasa
metabólica.
Cansancio
Acidez estomacal
Ausencia de sudor
Nula sensación de sed que se produce debido a que el organismo entra en estado de defensa,
ahorrando las reservas de líquido para mantener a los órganos trabajando, aunque con menor
rendimiento.
Evita el estreñimiento
Mejora la calidad de vida al mantener hidratados y en buen funcionamiento, los órganos del
cuerpo