Folleto Definitivo. Adviento y Navidad 2016 PDF
Folleto Definitivo. Adviento y Navidad 2016 PDF
Folleto Definitivo. Adviento y Navidad 2016 PDF
E
n estos días de navidad, tenemos frente a
nosotros al Niño Jesús. Estoy seguro que en
muchas de nuestras familias han armado el
pesebre. Llevando hacia adelante esta bella tradición
que se remonta a San Francisco de Asís y que mantiene
vivo en nuestros corazones el misterio de Dios que se
hace hombre.
Muchos santos y santas han cultivado la devoción al niño Jesús en sus oraciones cotidianas, y han
deseado llevar su vida como la de nuestro bello Niño Jesús. Pienso particularmente en la vida de
Teresa de Lisieux que como hermana carmelita ha llevado el nombre de Teresa del Niño Jesús.
Ella, quien es también Doctora de la Iglesia, ha sabido vivir y testimoniar aquella “infancia
espiritual” que se asimila a la humildad de Dios que por nosotros se ha hecho pequeño.
Es importante centrar nuestra vida y pensar que Dios es humilde, nosotros somos orgullosos,
llenos de vanidad, nos creemos grandes cosas, y no somos nada, Él es grande, es humilde y se
hace Niño, esto es un gran ejemplo, Dios es humilde ¡es hermoso!.
Hubo un momento en que Jesús se convirtió en niño, y esto debe tener un significado peculiar para
nuestra fe. Es verdad que su muerte en la cruz y su resurrección son la máxima expresión de su
amor, pero no olvidemos que toda su vida terrenal es revelación y enseñanza. En el período
navideño recordamos su infancia. Para crecer en la fe tenemos la necesidad de contemplar más a
menudo su rostro; esto se puede reflejar en la vida de un niño común y corriente, es una bella
costumbre que los padres y los abuelos tienen, la costumbre es mirar y seguir paso a paso la vida
de un niño.
Descubrimos, sobre todo, que los niños quieren nuestra atención. Ellos deben estar al centro ¿por
qué? ¿Porque son orgullosos? No, porque tienen necesidad de sentirse protegidos. Es necesario
también para nosotros poner al centro de nuestra vida a Jesús y saber incluso si puede parecer
paradójico. ¡Tenemos la responsabilidad de protegerlo!
Su deseo es estar entre nuestros brazos, ser cuidado y poder fijar su mirada en la nuestra. Por otra
parte, es importante que con nuestros actos hagamos sonreír al Niño Jesús para demostrarle
nuestro amor y nuestra alegría ya que Él está en medio de nuestras vidas. Su sonrisa es signo del
amor que nos da certeza de ser amados. Los niños, finalmente, aman jugar, pero, hacer jugar a un
niño, significa abandonar nuestra lógica para entrar en la suya. Si queremos que se divierta es
necesario entender qué le gusta a él.
Es una enseñanza para nosotros. Delante de Jesús estamos llamados a abandonar nuestro
reclamo de autonomía, y este es el centro del problema, acoger nuestra propia autonomía, que
consiste en el conocer a quien tenemos delante y servirle. Él es el Hijo de Dios que viene a
salvarnos. Ha venido entre nosotros para mostrarnos el rostro del Padre rico de amor y de
misericordia.
Parroquia «El Padre Nuestro» 1 Adviento y Navidad 2016
Abracemos, entonces, entre nuestros brazos al Niño Jesús, pongámonos a su servicio: Él es
fuente de amor y de serenidad, pero la mejor experiencia es pararme frente al pesebre y decir:
“Jesús, yo quiero ser humilde como Tú, humilde como Dios”, que no se haga lo que yo quiero, sino
lo que quieres Tú. Te amo.
La palabra de Dios, nos dice que nadie sabe el día ni la hora en que sucederá. Por esta razón, la
Iglesia nos invita en el Adviento a prepararnos para este momento a través de la revisión y la
proyección:
Aprovechando este tiempo para pensar en cómo va nuestra vida y lo que vamos a hacer para
convertirnos. Es importante saber reflexionar sobre nuestra vida de fe y nuestra relación con Dios
y con el prójimo; no debemos olvidar que todos los días debemos reflejar más su rostro en
nosotros.
Parroquia «El Padre Nuestro» 2 Adviento y Navidad 2016
En Adviento debemos hacer un plan para que no sólo seamos buenos sino que seamos otros
Cristos. Analizar qué es lo que más trabajo nos cuesta y hacer propósito de convertirnos.
LA CORONA DE ADVIENTO
La corona de Adviento es el primer anuncio de Navidad.
Recordando que el tiempo de Adviento abarca cuatro
semanas antes de la misma. Nuestra Iglesia Católica ha
promovido una costumbre muy significativa y de gran ayuda
para vivir este tiempo como lo es la “Corona de Adviento”.
Nueva realidad: Los cristianos supieron apreciar la enseñanza de Jesús: Juan 8,12: «Yo soy la
luz del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz de la vida». La luz
que prendemos en la oscuridad del invierno nos recuerda a Cristo que vence las tinieblas.
Nosotros, unidos a Jesús, también somos luz: Mateo 5,14 «Vosotros sois la luz del mundo. No
puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte».
En el siglo XVI católicos y protestantes alemanes utilizaban este símbolo para celebrar el
Adviento: Aquellas costumbres primitivas contenían una semilla de verdad que ahora podía
expresar la verdad suprema: Jesús es la luz que ha venido, que está con nosotros y que vendrá
con gloria. Las velas anticipan la venida de la luz en la Navidad: Jesucristo.
¿QuÉ NECESITO PARA REALIZAR MI CORONA
DE ADVIENTO Y QUÉ REPRESENTA?
La “Corona de Adviento” se hace con follaje verde sobre el que se insertan cuatro velas. Tres velas
son violeta, una es rosa. El primer domingo de adviento encendemos la primera vela y cada
domingo de adviento encendemos una vela más hasta llegar a la Navidad. La vela rosa
corresponde al tercer domingo y representa el gozo. Mientras se encienden las velas se hace una
oración, utilizando algún pasaje de la Biblia y se entonan cantos. Esto lo hacemos en las misas de
Adviento y también es recomendable hacerlo en casa, por ejemplo antes o después de la cena. Si
no hay velas de esos colores aún se puede hacer la corona ya que lo más importante es el
significado: la luz que aumenta con la proximidad del nacimiento de Jesús quien es la Luz del
Mundo. La corona se puede llevar a la iglesia para ser bendecida por el sacerdote.
l La forma circular: El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es
eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de
terminar.
l Las ramas verdes: Verde es el color de esperanza y vida. Dios quiere que esperemos su
gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más
importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.
l Las cuatro velas: Nos hacen pensar en la oscuridad provocada por el pecado que ciega
al hombre y lo aleja de Dios. Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco
una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas la corona. Así como las
tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada
vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo. Son cuatro velas las que se ponen en la
corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en
familia.
Oración final: “Querida Virgen María, Madre nuestra, se te ha encomendado la misión de estar
siempre despierta para atender a todas nuestras necesidades, particularmente cuando el peso de
las responsabilidades nos agobian. Camina junto a nosotros en este Adviento. Amén”.
Oración inicial (todos): “Señor Jesús, estamos cerca de vivir un gran acontecimiento: tu
nacimiento en medio de nosotros. Juan el Bautista anunció tu llegada pidiendo a los hombres que
se arrepintieran de corazón. Hoy, nosotros, arrepentidos, te pedimos perdón a Ti, que vives y
reinas por los siglos de los siglos. Amén”.
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas (3:1-6): En el año decimoquinto del imperio de
Tiberio César, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, y Herodes tetrarca de Galilea, y su
hermano Felipe tetrarca de la región de Iturea y Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, durante
el sumo sacerdocio de Anás y Caifás, vino la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el
desierto. Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando un bautismo de
arrepentimiento para el perdón de los pecados; como está escrito en el libro de las palabras del
profeta Isaías: VOZ DEL QUE CLAMA EN EL DESIERTO: "PREPARAD EL CAMINO DEL
SEÑOR, HACED DERECHAS SUS SENDAS. "TODO VALLE SERA RELLENADO, Y TODO
MONTE Y COLLADO REBAJADO; LO TORCIDO SE HARÁ RECTO, Y LAS SENDAS ÁSPERAS
SE VOLVERÁN CAMINOS LLANOS; Y TODA CARNE VERA LA SALVACIÓN DE DIOS."
Palabra del Señor.
¿Qué piedras encontramos en el camino a nuestro corazón que le impiden llegar a Jesús?
Oración final (todos): “Querida Virgen María, Tú sabes que nuestro camino al corazón está lleno
de piedras, que no dejan que tu Hijo Jesús pueda venir a nosotros. Te pedimos tu ayuda para
sacar estos obstáculos del camino y permitir que Él pueda nacer en nosotros esta Navidad.
Amén”.
(Algún integrante de la familia enciende la vela rosa, además de las que ya se encendieron los
otros dos domingos).
Lectura del santo Evangelio según San Lucas (3:10-18): Y las multitudes le preguntaban,
diciendo: ¿Qué, pues, haremos? Respondiendo él, les decía: El que tiene dos túnicas, comparta
con el que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. Vinieron también unos recaudadores
de impuestos para ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos? Entonces él les
respondió: No exijáis más de lo que se os ha ordenado. También algunos soldados le preguntaban,
diciendo: Y nosotros, ¿qué haremos? Y él les dijo: A nadie extorsionéis, ni a nadie acuséis
falsamente, y contentaos con vuestro salario. Como el pueblo estaba a la expectativa, y todos se
preguntaban en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el Cristo, Juan respondió, diciendo a
todos: Yo os bautizo con agua; pero viene el que es más poderoso que yo; a quien no soy digno de
desatar la correa de sus sandalias; Él os bautizará con el Espíritu Santo y fuego. El bieldo está en
su mano para limpiar completamente su era y recoger el trigo en su granero; pero quemará la paja
en fuego inextinguible. Y también con muchas otras exhortaciones Juan anunciaba las buenas
nuevas al pueblo. Palabra del Señor
MEDITACIÓN: Meditar en silencio las palabras de Juan el Bautista y dialogamos en familia con
esta pregunta:
Oración final: “Querida Madre de Dios, que viviste con alegría los nueve meses de tu Adviento
llevando al Niño Dios en tu seno, ayúdanos con tu oración para que no se borre nunca de nuestro
corazón la alegría que nos trae Jesús. Amén”.
Oración inicial: “Señor Jesús, hoy la liturgia nos invita a mirar a María embarazada, que
te ha llevado en su seno durante nueve meses y que pronto te dará a luz. Ayúdanos a vivir
con fe este misterio llamado “Encarnación”. Tú, que vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amén”.
(Algún integrante de la familia enciende las cuatro velas de la corona tomando luz
de la vela que está delante de la Virgen).
Oración frente a la corona: “Al encender estas cuatro velas, en el último domingo de
Adviento, pensamos en ella, la Virgen, tu madre y nuestra madre. Nadie te esperó con
más ansia, con más ternura, con más amor. Nadie te recibió con más alegría. Te
sembraste en ella como el grano de trigo se siembra en el surco. En sus brazos
encontraste la cuna más hermosa. También nosotros queremos prepararnos así: en la fe,
en el amor y en el trabajo de cada día. ¡Ven pronto, Señor! ¡Ven a salvarnos!”
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (1:39-45): En esos días María se levantó
y fue apresuradamente a la región montañosa, a una ciudad de Judá; y entró en casa de
Zacarías y saludó a Isabel. Y aconteció que cuando Isabel oyó el saludo de María, la
criatura saltó en su vientre; e Isabel fue llena del Espíritu Santo, y exclamó a gran voz y
dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Por qué me ha
acontecido esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? Porque he aquí, apenas la
voz de tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de gozo en mi vientre. Y bienaventurada
la que creyó que tendrá cumplimiento lo que le fue dicho de parte del Señor.
Palabra del Señor.
¿Cuáles son los motivos por los que Isabel se alegra ante la visita de María?
Oración final: “Querida Madre de Dios, te pedimos que nos hagas sentir aquella misma
alegría y gozo que sentiste al dar la vida humana a Jesús. Nuestra familia quiere llevar
esta felicidad a todas las personas que más sufren. Amén”.
¡Oh lumbre de Oriente sol de eternos rayos, Véanle mis ojos, de ti enamorados
Que entre las tinieblas tu esplendor veamos! ¡Bese ya tus plantas, bese ya tus manos!
¡Niño tan preciado, dicha del cristiano, Prosternado en tierra te tiendo los brazos,
Luzca la sonrisa de tus dulces labios! Y aún más que mis frases te dice mi llanto
¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto! ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes
tanto!
¡Espejo sin mancha Santo de los santos,
Sin igual imagen del Dios soberano! ¡Ven, Salvador nuestro, por quien
¡Borra nuestras culpas, salva al desterrado y, suspiramos,
En forma de Niño da al mísero amparo! Ven a nuestras almas, ven no tardes tanto!
¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto!
Parroquia «El Padre Nuestro» 14 Adviento y Navidad 2016
PRIMER DÍA: DIOS PADRE FUENTE
DE LA MISERICORDIA (16 de diciembre)
SIGNO: Preparar con anticipación el pesebre
resaltando en este día la imagen de Dios Padre y
ambientarla con un cirio encendido.
Hoy nos preguntamos ¿tanto valemos nosotros a los ojos de Dios? Lo que Dios en su
infinita misericordia quiere es que nuestra vida no se arruine y que alcancemos la plenitud,
para ello nos da a su Hijo. Quien se busca solamente a sí mismo, se cierra a Dios y corre el
peligro de permanecer cerrado ante la luminosa revelación de su amor.
Sonreír, dedicar tiempo para charlar hace bien en primer lugar a nuestra familia: Los
abuelos que a veces se sienten ignorados, los niños se sienten acogidos. Este desata una
cadena de reacciones, en las que la misericordia entra y sale de nuestras casas. Si la
compartimos nos sentimos contentos, si la recibimos nos hace bien. “Sean
misericordiosos como el Padre del Cielo es misericordioso”
Hoy en Belén tenemos la dicha de que nuestro gozo sea completo, porque en Jesús
recién nacido descubrimos el rostro de la misericordia del Padre. Jesús de Nazaret con
sus palabras, con sus gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios. Fue
cercano a los pobres, pecadores, a los niños, a las mujeres que lloraban, a los hombres
que pedían su ayuda y a sus discípulos.
MEDITACIÓN: La presencia del Espíritu Santo guía los pasos de los creyentes para que
cooperen en la obra de salvación realizada por Cristo. Él es la guía y apoyo de la familia de
Dios para ayudarla a contemplar el rostro de la misericordia. En María el Espíritu Santo
nos ayuda a contemplar el rostro de la misericordia porque llena toda su existencia desde
el momento de la Encarnación hasta el acontecimiento de Pentecostés. Porque quiere
unirse a María para que de Ella nazca Jesucristo, el Hijo de Dios y diga su Sí totalmente
voluntario y libre, para entregarse al Espíritu de Dios, para convertirse en Madre de Dios.
Es una familia, santuario de oración, que sabe confiar, y esperar; que descubre en la vida
la respuesta de su oración, y acoge silenciosamente la mirada amorosa de Dios que
irrumpe en el bebé por nacer, sabe ver en el niño un “motivo de alegría y gozo. Esta familia
vive en el amor de Dios y sabe reconocerlo, lo que ayuda que los vecinos lo reconozcan
también.
Miremos en las familias que forman nuestro vecindario qué testimonio recibimos de la
misericordia de Dios que nosotros vemos reflejado en el cariño que se tienen, en la
preocupación de unos por otros, en la ayuda que ofrecen a los más necesitados.
MEDITACIÓN: San José es el testigo fiel del amor de Dios, que supo por experiencia,
cómo la fuerza del Espíritu Santo penetra y purifica el corazón humano, haciéndolo más
libre, más humano, más disponible a la voluntad de Dios.
Es testigo del amor misericordioso, porque se dejó sorprender por Dios y se abandonó
confiadamente a su plan y acompañó a María y a Jesús con profunda cercanía, ternura
entrañable y entrega incondicional de su vida en aquellos años de Nazareth.
Es testigo del amor misericordioso, porque en su camino de padre y esposo, pasó por
inseguridades, dudas, temores, miedos. Compartió esperanzas, frustraciones, gozos y
penas, pero siempre se dejó iluminar por la luz del Espíritu que lo fortaleció. Es testigo del
amor misericordioso, porque san José es el amigo que acompaña a los que iluminados por
la Palabra, se sienten llamados a descubrir en las personas y en los acontecimientos de
cada día, los signos de la presencia de Dios.
Otro gesto, el de hacerse prójimo del necesitado, “María se levantó y se puso en camino
de prisa hacia la montaña”, a casa de su familiar, anciana, para ayudarla en todo lo
necesitado; ella recorre kilómetros para acercarse a brindar ayuda, esa es la misericordia
hecha obra.
Ella sabe ver la obra de Dios en la historia y por eso puede irrumpir en un grito de
alabanza, de gozo, reconociendo el amor de Dios que se ha derramado de generación en
generación (Lc 1,50). Reconocer la misericordia de Dios la lleva a ser mujer orante, mujer
de la alabanza.
MEDITACIÓN: Los ancianos Simeón y Ana, personas justas, piadosas que “esperaban la
consolación”, que vivían en medio de la oración y el servicio a los demás y al Templo,
creyeron en el amor de Dios y aunque vivían en una situación de opresión, confiaban que
Dios realizaría su amor en favor del pueblo, y se les concedió la dicha no solo de ver el
“Rostro de la Misericordia” sino también de tomarlo en brazos. Todo esto fue posible
Parroquia «El Padre Nuestro» 23 Adviento y Navidad 2016
gracias a que Dios ha hecho que este amor abundante sea visible, tangible, se ha hecho
rostro, tiene nombre propio: Jesús de Nazaret, esto hace que Simeón exprese: “Mis ojos
han visto tu salvación”, y que Ana no cese de “hablar del Niño a todos los que esperaban la
redención”.
Otros mensajeros de Misericordia que no podemos olvidar y que han aparecido a lo largo
de estos días de la novena son los ángeles; detengámonos un momento y pensemos en
sus gestos de misericordia, los vimos trayendo gozosos anuncios, ayudando a
comprender la historia de Dios, alegrándose y regocijándose por éste acontecimiento
maravilloso de la Encarnación, casi como en una colaboración silenciosa, disfrutando del
amor de Dios en cada instante. Estas figuras nos invitan a saber disfrutar de las buenas
nuevas, a ser siempre portadores de una bendición, a regocijarnos por la obra de Dios.
Hoy con estos dos ancianos, agradezcámosle personalmente a Dios las misericordias que
descubrimos y que Él ha hecho personalmente en nuestra vida y así como Él ha sido tan
misericordioso con nosotros, nos invite a desatar una cascada de misericordia con los
demás.
OCTAVO DÍA: LOS MAGOS DE ORIENTE, ENCUENTRAN EL ROSTRO
DE LA MISERICORDIA (23 de diciembre)
SIGNO: Resaltar las imágenes de los reyes
magos, junto a ellos colocar fotos de diversas
culturas.
Como nos invita el Papa Francisco en el Rostro de la Misericordia “hay momentos en los
que de un modo mucho más intenso estamos llamados a tener la mirada fija en la
Parroquia «El Padre Nuestro» 26 Adviento y Navidad 2016
misericordia para poder ser nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre” (MV 2), por
eso ante el anuncio de la Buena Nueva, como los pastores, corramos al encuentro de
Jesús, ya en su Palabra, ya en la Eucaristía, ya en los que sufren... y contemplemos larga
y amorosamente su presencia.
Y como los pastores no nos callemos, contemos el anuncio recibido, no olvidemos que ha
llegado el tiempo de anunciar el Evangelio de un modo nuevo, gozoso, alegre,
contagioso. Es la alegría de habernos encontrado con la mirada misericordiosa de Dios,
mirada que nos impulsa a evangelizar y a alabar. Colombia tiene necesidad de pastores
del pesebre, pastores buenos de las pequeñas comunidades y movimientos apostólicos
que sepan escuchar el anuncio de la salvación, que corran al encuentro de Dios para
contemplarlo en la persona de Jesús. Es un niño frágil, pequeño, recién nacido. En Él se
manifiesta el amor de Dios que siendo rico en misericordia se hizo pobre para
enriquecernos con ese mismo amor. Que la celebración de la Navidad en este año de la
misericordia, nos ayude a ser misericordiosos como el Padre del Cielo es misericordioso.
VILLANCICOS
1- A LA NANITA NANA
A la nanita nana, nanita nana, nanita ea, Ha nacido en un portal de Belén El Niño Dios.
Mi Jesús tiene sueño, bendito sea, Yo quisiera poner a tus pies
bendito sea. Algún presente que te agrade, Señor, más tú
ya sabes que soy pobre también, y no poseo
Fuentecilla que corres clara y sonora más que un viejo tambor, rom pom pom pom
ruiseñor que en la selva cantando lloras rom pom pom.
callad mientras la cuna se balancea
A la nanita nana, nanita ea. ¡En tu honor frente al portal
A la nanita nana, nanita nana... Tocaré con mí tambor!
El camino que lleva a Belén
Yo voy marcando con mi viejo tambor,
Nada mejor hay que yo pueda ofrecer,
2- EL TAMBORILERO Su ronco acento es un canto de amor,
Rom pom pom pom rom pom pom.
El camino que lleva a Belén
Baja hasta el valle que la nieve cubrió Cuando Dios me vio tocando ante él, me
Los pastorcillos quieren ver a su Rey, le sonrió.
traen regalos en su humilde zurrón rom
pom pom pom rom pom pom.
Oración inicial: “Concede, Señor todopoderoso, que hoy brille para nosotros y todas las
familias del mundo, la luz de tu Palabra. Amén”.
Encendemos la Corona de Adviento y una vela blanca: Encendemos las cuatro velas de la
Corona de Adviento y una vela blanca que ponemos al lado de la imagen de la Virgen (en
el pesebre).
Canto: Entonamos algún alegre villancico mientras nos disponemos a agregar al Niño
Dios en el pesebre. Cuando ponemos al niño, todos aplaudimos.
Y aconteció en aquellos días que salió un edicto de César Augusto, para que se hiciera un
censo de todo el mundo habitado. Este fue el primer censo que se levantó cuando Cirenio
era gobernador de Siria. Y todos se dirigían a inscribirse en el censo, cada uno a su
ciudad. Y también José subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de
David que se llama Belén, por ser él de la casa y de la familia de David, para inscribirse
junto con María, desposada con él, la cual estaba encinta. Y sucedió que mientras
estaban ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo
primogénito; le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para
ellos en el mesón. En la misma región había pastores que estaban en el campo, cuidando
sus rebaños durante las vigilias de la noche. Y un ángel del Señor se les presentó, y la
gloria del Señor los rodeó de resplandor, y tuvieron gran temor. Mas el ángel les dijo: No
temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el
pueblo; porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el
Señor. Y esto os servirá de señal: hallaréis a un niño envuelto en pañales y acostado en
Peticiones: Mientras el Niño Dios pasa de mano en mano, la persona que le toca tenerlo,
hace una petición y todos responden: ¡Hoy nos ha nacido el Mesías, el Señor!
Oración final “Hoy la Virgen da a luz al Trascendente. Y la tierra ofrece una cueva al
inaccesible. Los ángeles y los pastores le alaban. Los magos caminan con la estrella;
porque ha nacido por nosotros, niño pequeñito, el Dios de antes de los siglos. Amén”
Ambientación: Antes de que comiencen los festejos dando la señal que un año más ha
finalizado y comienza uno nuevo, vale la pena, iluminados por la luz del Señor, hacer un
sencillo balance de lo que ha significado para cada uno de nosotros el año viejo y lo que
esperamos para el año nuevo.
Oración inicial: “Señor, te damos gracias por el año que termina, porque a pesar de
tantas dificultades y tropiezos en todos los casos hemos mantenido la fidelidad y la fe. Te
pedimos al comenzar este nuevo año que nos bendigas en abundancia. Te lo pedimos por
Cristo Nuestro Señor. Amén”.
Parroquia «El Padre Nuestro» 30 Adviento y Navidad 2016
Encendemos la Corona de Adviento y marcamos en las velas la cifra del año: Colocamos
la Corona de Adviento en la mesa familiar y a cada vela le ponemos un número
correspondiente al año nuevo que va a comenzar en pocos días. Encendemos las cuatro
velas de la corona. Poco antes de las doce de la noche, encendemos la quinta vela de
color blanco (que está junto al pesebre desde Navidad o que hemos colocado en el centro
de la corona).
Del libro del Eclesiastés 3:18: Dije además en mi corazón en cuanto a los hijos de los
hombres: Ciertamente Dios los ha probado para que vean que son sólo animales.
Palabra de Dios
Peticiones: Damos gracias a Dios por todo lo que hemos recibido en este año que
termina.
Nos damos la paz y el perdón: El primer día del año, la Iglesia celebra la “Jornada Mundial
de la Paz”, por eso es apropiado que en este momento nos demos mutuamente la paz y
nos pidamos perdón por las veces que nos hemos ofendido.
Oración final: “Señor, Creador del Universo, al comenzar este nuevo año, queremos ser
en tus manos instrumentos de tu paz: para que donde haya odio, sembremos amor; donde
haya ofensa, perdón; donde haya duda, fe; donde haya desaliento, esperanza; donde
haya tristeza, alegría. Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.”
MISIÓN DE NAVIDAD:
FECHA SECTOR
16 DE DICIEMBRE LA RIVIERA
20 DE DICIEMBRE LAURELES
22 DE DICIEMBRE LITUANIA
CELEBRACIONES EUCARÍSTICAS EN EL
DÍA DE NAVIDAD: El domingo 25 de
Diciembre todas las Eucaristías para
celebrar el NACIMIENTO DE NUESTRO
SALVADOR y serán sólo en nuestro templo
parroquial a las 10:30 a.m.; 12: 00 m., 5:00
p.m. y 6:30 p.m.
PEREGRINACIÓN AL HUILA.