Julio Ramón Ribeyro

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JULIO RAMÓN RIBEYRO

Julio Ramón Ribeyro (31 de agosto de 1929 – 4 de diciembre de 1994) escritor, cuentista y figura
destacada de la Generación del 50. Oriundo de Santa Beatriz, Lima, Perú. Su padre Julio Ramón
Ribeyro Bonello se desempeñó como trabajador en la Casa Ferreyros y su madre Mercedes
Zúñiga Rabines se dedicó a ser secretaria bilingüe en el Banco Perú y Londres. Su familia podía
gozar de ciertas comodidades ya que pertenecían a la clase media, aunque anteriormente
ostentaban una mayor condición social, ya que sus abuelos hacían parte del sector ilustrado y
político del Perú, de inclinación conservadora y civilista. Su familia se mudó al barrio Miraflores,
e ingresó al Colegio Champagnat. Pero, infortunadamente su padre se contagió de tuberculosis,
lo que provocó su muerte, afectando notablemente el estado emocional de Julio y la situación
económica de su familia.

Al graduarse entró a estudiar Letras y Derecho en la Pontificia Universidad Católica del Perú, en
el año 1952 culminó su carrera. Realmente hizo importantes contactos en donde coincidió a
Pablo Macera, Alberto Escobar y Luis Felipe Angell “Sofocleto”, estos jóvenes compartían los
intereses intelectuales y artísticos de Julio y fueron de gran apoyo para su formación profesional.
Su carrera como escritor comenzó con su cuento La vida gris publicado en la revista Correo
Bolivariano, en 1949. El cuento tuvo una buena acogida, aunque fue olvidado rápidamente. En
1953 fue ganador de una beca de periodismo dada por el Instituto de Cultura Hispánica, gracias
a esta pudo viajar a Madrid.

Al término de la beca, Ribeyro decidió emprender un viaje a París para realizar una tesis sobre
literatura francesa en la Universidad La Sorbona, pero al tiempo decidió abandonar los estudios
y realizar trabajos eventuales por diferentes países europeas, concretamente en países como
Alemania (1955-56, 1957-58) y Bélgica (1957). Luego de un tiempo, regresó a su país natal en
1958, y en septiembre del año estableció su residencia en la ciudad de Ayacucho, para asumir el
cargo de profesor y director de extensión cultural de la Universidad Nacional de Huamanga.
Luego de un buen periodo asumiendo dicha dirección, decidió retornar a Paris para ser traductor
y redactor de la agencia France Presse hasta el año 1972.

En 1972 adquirió un admirable nombramiento como agregado cultural peruano en París y


delegado adjunto ante la UNESCO, y posteriormente su reconocimiento aumento al ser ministro
consejero, su buen desempeñó le valió el ascenso a embajador peruano ante la UNESCO que
presidió hasta 1990. Tres años después retorno a Lima. En su país fue distinguido con el Premio
Nacional de Literatura (1983) y el Premio Nacional de Cultura (1993), también fue galardonado
en 1994 con el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo, uno de los
galardones literarios de mayor prestigio en el ámbito cultural latinoamericano.

Ribeyro perteneció a la Generación del 50; fue un grupo de escritores que se preocupó por
realizar una renovación en la narrativa del Perú, la mayoría de las obras que produjeron
estuvieron relacionadas con la descripción de los cambios producidos en la sociedad limeña,
producida básicamente por el avance acelerado de la modernización. Ribeyro también fue
conocido por ser uno de los cuentistas hispanoamericanos más destacados del siglo XX, entre
los volúmenes de cuentos que publicó se destacan: Los gallinazos sin pluma (1955), Cuentos de
circunstancias (1958), Las botellas y los hombres (1964), Tres historias sublevantes (1964), La
juventud en la otra ribera (1973) y Sólo para fumadores (1987), se encuentran reunidos en las
cuatro recopilaciones La palabra del mudo (1973-92) y Cuentos completos (1994).
El autor usualmente tomó como trama central en sus obras la vida de la burguesía limeña
empobrecida, claramente hace parte de su experiencia personal, aunque en ocasiones trató
sobre ambientes marginales, conservando el esquema básico de la expectativa frustrada de los
personajes, burócratas, retratados por Ribeyro como seres grises y olvidados, sin voz, víctimas
de la trama cruel de la expansión urbana y de una naciente modernización. La crítica y los
estudiosos de su obra comprendieron que el trasfondo de estos relatos es mostrar el fin del
orden aristocrático en manos de una burguesía pragmática y vulgar.

En sus cuentos definitivamente observamos que sus personajes, al final de cada historia,
están siempre enfrentados a la frustración. El autor logró construir un mundo de poderosa
coherencia interna, un universo dominado por el escepticismo y el fatalismo productos de la
observación de la realidad. Cabe mencionar que cultivó también relatos de carácter fantástico.
Las fuentes literarias de Ribeyro se encuentran influidas por la escritura de Guy de Maupassant.
Siempre demostró su preferencia por la concepción tradicional de la estructura y el lenguaje
narrativos. Por ello, su estilo fue calificado como austero, tradicional, evitando las técnicas
experimentales de la novela moderna. No obstante, sus cuentos fueron una contribución
decisiva para consolidar el paso de la narrativa indigenista a la narrativa urbana en el Perú.

Ribeyro publicó también novelas: Crónica de San Gabriel (1960), es la más importante y tiene
como telón de fondo una hacienda serrana, cuyos personajes reproducen el sistema de
explotación, injusticia y violencia de la sociedad peruana de mitad del siglo XX. Posteriormente
publicó Los geniecillos dominicales (1965), expone el tema del desencanto juvenil a través de las
vivencias de Ludo Totem, personaje por el cual el autor realiza una especie de autobiografía. Por
último encontramos la novela Cambio de guardia (1976) relata la historia de un golpe de Estado
militar que cuenta con el apoyo de la oligarquía peruana. En todas estas novelas el autor muestra
su visión escéptica de la vida y reafirma su favoritismo por los personajes marginales.

Ribeyro es también autor de Prosas apátridas (1975), La caza sutil (1976), Dichos de Luder
(1989), Es autor además de ocho piezas de teatro. Sus obras de teatro son retóricas y discursivas,
lo genera dificultades a la hora de ser llevada a la escena. Durante sus últimos años de vida
comenzó la publicación de su diario personal con un contundente título La tentación del fracaso,
del que se han publicado los tomos diversos tomos entre los años 1992 y 1995. Cuando el autor
peruano murió el 4 de diciembre de 1994 su hermano dio a conocer la correspondencia que
mantuvieron de donde salió el volumen bajo el título Cartas a Juan Antonio, publicado en 1996.

Obras 1977 El Carrusel


1977 Alienación
Cuentos 1987 Sólo para fumadores
1992 Relatos santacrucinos
1955 Los gallinazos sin plumas
1958 Cuentos de circunstancias Novelas
1964 Las botellas y los hombres 1960 Crónica de San Gabriel
1964 Tres historias sublevantes 1965 Los geniecillos dominicales
1972 Los cautivos 1976 Cambio de guardia
1972 El próximo mes me nivelo
Teatro
1974 La palabra del mudo Compilación de
1975 Santiago, el Pajarero
sus cuentos completos. Existen varias
1981 Atusparia
ediciones
1977 Silvio en El Rosedal

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