Perez Torres Un Siglo de Ausencia
Perez Torres Un Siglo de Ausencia
Perez Torres Un Siglo de Ausencia
Un siglo de ausencia
y otros cuentos
Estudio introductorio de
Alicia Ortega Caicedo
de la Universidad Andina Simón Bolívar
UN SIGLO DE AUSENCIA Y OTROS CUENTOS
Raúl Pérez Torres
Derechos reservados conforme a la ley
LIBRESA
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Quito-Ecuador
ISBN 978-9978-49-434-9
Inscripción N° 34631
Depósito legal N° 4528
Primera edición: 2.000 ejemplares
Estudio introductorio.................................................. 7
Algunos juicios críticos................................................ 37
Cronología..................................................................... 42
Bibliografía recomendada ........................................... 48
Temas para trabajo de los estudiantes ...................... 50
-11-
RAÚL PÉREZ TORRES: RETÓRICAS DEL
RECUERDO, EL AMOR TRÁGICO Y EL
DESENCANTO. SOBREVIVIR: EL ÚNICO
APRENDIZAJE DEL HOMBRE CONTEM-
PORÁNEO
-28-
En este cuento el narrador percibe que su mu-
jer, «lana tibia de otras épocas», ha comenzado a
cambiar sus formas físicas, ha perdido su antigua
suavidad de «gacela, de paloma japonesa»; una mus-
culatura fuerte y bien hecha le ha crecido en los
brazos y en las piernas debido a la manipulación
constante de una máquina de tejer: el exceso de la-
na ha cubierto totalmente a la pareja, han dejado de
hablarse y él ha terminado finalmente devorado por
unas manos ansiosas que le arrancan el último hilo
de sangre para continuar con su obsesivo tejido.
El tópico de la mujer devoradora de hombres
no es nuevo en nuestra literatura, puesto que Tigras
y salvajes ya poblaban el imaginario de nuestros es-
critores desde los años treinta. Ahora el tópico alu-
de a la radical desestabilización que la subjetividad
masculina ha experimentado a raíz de la emergencia
pública de la mujer y del discurso feminista, y su
consecuente transformación de las estructuras fami-
liares y de pareja. Definitivamente la modernidad
plenamente enraizada como horizonte social y cul-
tural ha trastornado el universo humano. Abundan
personajes varones que expresan o evidencian mie-
do al abandono, puesto que está en entredicho pre-
cisamente el rol tradicional de la mujer. En el
cuento Cañabrava, el narrador se caracteriza a sí
mismo como un fantasma dispuesto a contener la
naturaleza bravía y fulgurante de su mujer:
Yo me había echado sobre los hombros la respon-
sabilidad de contener aquel temperamento dema-
siado apasionado, aquella voluntad perseverante y
arrolladora, aquella fuerza magnética y altiva que se
impuso al dolor y a la tragedia, que se impuso a la
desazón que produce el vivir con un fantasma, con
un cazador de palabras, con una entelequia.
Cronología de publicación
FICCIÓN:
1970 Da llevando (cuento)
1973 Manual para mover las fichas (cuento)
1976 Micaela y otros cuentos (cuento, Premio
Nacional de Cuento, 1976)
1978 Musiquero joven, musiquero viejo (cuen-
to, Premio Nacional «José de la Cuadra»,
1977)
1980 En la noche y en la niebla (cuento, Premio
Casa de las Américas, 1980, Cuba; Premio
Nacional «José María Lequerica» al mejor
libro publicado)
1983 La dama de rojo (teatro)
1985 Teoría del desencanto (novela)
1989 Un saco de alacranes (cuento)
1994 Poemas para tocarte (poesía)
1995 Sólo cenizas hallarás (cuento, Premio «Juan
Rulfo», 1994, de Radio Francia Internacio-
nal, Premio Internacional de Narración Bre-
ve «Julio Cortázar», 1995, España)
1997 Los últimos hijos del bolero (cuentos)
2001 Me cogió la depre (teatro)
ENSAYO
1992 Índice de la narrativa ecuatoriana (ensa-
yo conjunto)
2000 Cultura y libertad
2006 El tiempo, esa pluma. Textos y pretextos
-32-
ALGUNAS ANTOLOGÍAS
1991 Cuentos escogidos (antología)
1999 Solo cenizas y otros cuentos (antología)
2005 Papiro ciego (antología)
2006 Área de candela (antología de fútbol)
Algunos de sus textos han sido traducidos al
inglés, alemán, francés y griego.
-33-
Siempre será ejemplificador lo que decía nuestro
José de la Cuadra, uno de los mejores cuentistas de
América: cuando le preguntaban por qué había es-
cogido el cuento, él respondía: «Yo soy como los
gallos, acabo pronto». Sí, acabar pronto, decir las
cosas como en un ataque, como en una convulsión,
como en un abrazo. Es en el cuento donde mejor
me siento, en el relato, en la historia corta. Allí mi
espíritu se tensa como una cuerda de violín. […] El
cuento es muchas cosas, pero ninguna de las que
dice la teoría literaria, el cuento es una garrapata
que nos camina en el corazón, en los intestinos, es
la manera desdichada que tenemos de afianzar la
melancolía de instante. Contiene la duración de una
lágrima, de un beso, de una bala. Es la mala pasada
que nos hace la memoria, el hijo legítimo del re-
cuerdo que ha dejado huellas, es sacarse el escara-
bajo de la espalda, es como el bolsillo del payaso o
el sombrero del mago, o la cartera de la mujer
amada, donde siempre cabe algo que te sorprende-
rá. El cuento es un rayo, una flecha que parte rauda
hacia el corazón de la inteligencia. En el cuento
pretendemos atrapar el espacio y el tiempo de un
solo manotazo, en una cohesión donde cada pala-
bra tiene el deber de ser inteligente, cada final una
descarga eléctrica, buscando lo que buscaba Eliot,
la plenitud de la fórmula verbal19.
NOTAS
-36-
ALGUNOS JUICIOS CRÍTICOS
Cecilia Ansaldo
Agustín Cueva
Antonio Fornet
Raúl Vallejo
-39-
Este último libro de Raúl Pérez Torres [Los
últimos hijos del bolero] contiene ocho cuentos,
que el autor los distingue como «cuentos de amor».
Incluye el que mereció el primer premio en el afa-
mado concurso internacional que se convoca en
Paris periódicamente, bajo la advocación de Juan
Rulfo, correspondiente al año 1994, titulado «Solo
cenizas hallarás».
Pero en esta colección narrativa hay mucho
más que cenizas. Se trata de una colección de cuen-
tos sombríos, de un amor desesperado. Predomi-
nan en ellos la revelación introspectiva de un
mundo interior de pesadilla, que salta hacia fuera, y
se sumerge en el mundo circundante, no menos
cruel, desolado y trágico que aquél. […]
Raúl es uno de los escritores representativos de
su tiempo y de su generación. Es el suyo un sensua-
lismo amargo y deslumbrado. Pero el veneno que
destila tiene, para el lector más exigente, un sabor
de pecado que embriaga. Es un poeta maldito que,
con su palabra lacónica y penetrante, descubre los
secretos más recónditos del alma, a la cual lleva,
cuando menos se piensa, a sumergirse en antros de
pesadilla donde todo es bajo, vil y canalla. Incluso
el erotismo que satura sus bellísimos relatos, está
teñido de tragedia y remordimiento. Pero su lectura
apasiona y atrae.
Edmundo Ribadeneira
-41-
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Ansaldo, Cecilia, «El cuento ecuatoriano en los úl-
timos treinta años», en varios autores, La lite-
ratura ecuatoriana en los últimos 30 años
(1950-1980), Quito, El Conejo, 1983.
_____, «Dos décadas del cuento ecuatoriano: 1970-
1990», en La literatura ecuatoriana de las
dos últimas décadas: 1970-1990, Cuenca,
Universidad de Cuenca, 1993.
Astudillo, Alexandra, Nuevas aproximaciones del
cuento ecuatoriano en los últimos 25 años,
Quito, Universidad Andina Simón Bolívar/
Corporación Editora Nacional, 1999.
Calderón Chico, Carlos, «Con Raúl en la noche y en
la niebla», Literatura, autores y algo más.
Entrevistas, Guayaquil, s.e., s.f.
Cueva, Agustín, «Claves para la literatura ecuatoria-
na de hoy», en Lecturas y rupturas. Diez en-
sayos sociológicos sobre la literatura del
Ecuador, Quito, Planeta, 1986.
Chávez Aguilar, César, «Del encantamiento al fra-
caso», en Raúl Pérez Torres, Teoría del des-
encanto, Guayaquil, Municipio de Guayaquil.
De la Torre, Marina, «Estudio introductorio», en
Raúl Pérez Torres, Cuentos escogidos, Quito,
Libresa, 1991.
-48-
Ortega, Alicia, «El cuento ecuatoriano durante el
siglo veinte: retóricas de la modernidad, mapas
culturales y estrategias narrativas», estudio in-
troductorio a Antología esencial del Ecuador
siglo XX. El cuento, Quito, Eskeletra, 2004.
_____, editora, Sartre y nosotros, Quito, Univer-
sidad Andina Simón Bolívar/El Conejo, 2007.
Pérez Torres, Raúl, «La generación del desencanto»,
«El oficio de escritor», en La literatura ecuato-
riana en las últimas décadas. Encuentro
Nacional de Escritores. Tulcán, noviembre-
95, Quito, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1996.
_____, «Soy un bigote que escribe», en diario Hoy,
8 de agosto de 1997.
_____, «Breves apuntes sobre la literatura ecuato-
riana», en La palabra vecina. Encuentro de
escritores Perú-Ecuador, Lima, Universidad
Nacional Mayor San Marco, 2008.
Ribadeneira, Edmundo, «Poesía y ternura en los
cuentos de Raúl Pérez», en Universidad, arte
y sociedad, Quito, Editorial Universitaria, 1980.
Rodríguez, Juan Manuel, «Raúl Pérez Torres o el
absurdo agónico», en Manuel Corrales Pascual,
Situación del relato ecuatoriano. Nueve es-
tudios, Quito, Pontificia Universidad Católica
del Ecuador, 1977.
Vallejo Corral, Raúl, «Estudio introductorio», Cuen-
to ecuatoriano de finales del siglo XX. An-
tología crítica, Quito, Libresa, 1999
Villacís Molina, Rodrigo, Palabras cruzadas, Quito,
Banco Central del Ecuador, 1988.
-49-
TEMAS PARA TRABAJO DE LOS
ESTUDIANTES
-53-
Raúl Pérez Torres
Un siglo de ausencia
y otros cuentos
El marido de la señora de las lanas
-61-
El Cuico
-70-
Este merino
-73-
Micaela
-94-
Cuando me gustaba el fútbol
-99-
Las vendas
-112-
De terciopelo negro
De terciopelo negro tengo cortinas
para enlutar mi pecho si tú me olvidas.
(Canción popular ecuatoriana)
-116-
U.S.A. que te usa
***
***
***
***
***
***
***
***
-130-
Era martes digo, acaso que me olvido
A los trabajadores del ingenio
AZTRA, asesinados el 18 de oc-
tubre de 1977.
-139-
Rondando tu esquina
A Julio Jaramillo, cantante popular
-144-
En las noches las cosas se alargan como fan-
tasmas, me decía mi taita, mártir de insomnio, los
pensamientos velan prendidos debajo de la cama y
la angustia pincha sus alfileres por todas partes. Así
decía, ñerito, antes de que el hambre remediara para
siempre su mal dormir, y yo lo creo, porque si te
has dormido tan largo es porque te has llevado mi
sueño, negro ladrón, infame de voz negra.
-148-
Panamá Hotel
Amalia Batista
Amalia y los hombres,
qué tiene esa negra
que amarra a los hombres.
-154-
Ciudad, mi ciudad transfigurada
-158-
¿Te acuerdas ñata?
A Jack; el negro de la Belmont,
con quien morimos este cuento.
-166-
Cañabrava
-174-
Usted es la culpable
«...de todas mis angustias...»
Leo Marini
-184-
Flor de Azalea
«...la vida en su avalancha te arrastró...»
Los Panchos
-191-
Sólo cenizas hallarás
«Y si pretendes remover las ruinas
que tú mismo hiciste
sólo cenizas hallarás
de todo lo que fue mi amor».
Toña La Negra
-205-
Cien mujeres han pasado por mi vida
«...y ninguna me ha robado tu ca-
riño».
Los Panchos
-229-
Regálame esta noche
«...retrásame la muerte...»
Lucho Gatica
-233-
Un siglo de ausencia
«En la multitud busco los ojos
que me hicieron tan feliz...»
Los Panchos
-246-
Qué será de mí
«Cuando te ausentes al verme de
nuevo muy solo, sin ti, cuando te
vayas dejándome en sombras que
será de mí... »
Leo Marini
-251-