Carisma
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MISIONERAS
Somos una congregación misionera formada por hermanas de 22 nacionalidades y
presentes en 21 países del mundo.
Somos Mujeres creyentes unidas por el sueño de Jesús, de una humanidad
reconciliada, nuestras comunidades están insertas especialmente en el corazón de los
pueblos empobrecidos para anunciarles la Buena Noticia de la liberación de toda
esclavitud y opresión.
Creemos en la fraternidad universal, confiamos que es posible construir otro mundo
desde la diversidad y desde la riqueza de cada pueblo, comunidad y persona, por ello
vivimos en pequeñas comunidades compartiendo la vida y la misión.
Creemos en el potencial liberador de las mujeres, manantial de vida y belleza,
tejedora de nuevas relaciones entre los seres humanos, samaritanas al lado del que
sufre, defensoras de la vida amenazada.
DOMINICAS
Buscamos en comunidad fraterna, por medio del estudio y la oración, las luces
necesarias para descubrir la presencia de Dios en medio de nuestra realidad,
reconociendo las señales de vida y las sombras que atraviesan nuestra humanidad
herida.
Es la Palabra de Dios la que nutre nuestro compromiso por el Reino e impulsa
nuestras iniciativas y proyectos, es la fuente de nuestra predicación, anuncio y
denuncia.
DEL ROSARIO
En María reconocemos a la discípula fiel, a la mujer orante, trabajadora, que
construye fraternidad, disponible, que sale de sí para amar. Atenta al proyecto de Dios
en la historia, que canta y celebra porque El “levanta a los humildes y a los
hambrientos colma de bienes”, ella es quien inspira nuestra misión, potenciando en
nosotras la ternura y el cuidado que como mujeres desplegamos en el
acompañamiento a las personas desde su diversidad cultural y religiosa.
HISTORIA
Nacimos en el año 1918 en la Amazonía peruana, junto al río Madre de Dios. El grito
de los pueblos originarios no dejó indiferente a Monseñor Ramón Zubieta, nuestro
fundador, quien con audacia misionera se insertó en el corazón de la selva y desde
allí descubrió las urgentes necesidades de las comunidades y la injusticia que sufrían
por quienes explotaban el caucho.
Monseñor Zubieta confía en el poder transformador de la mujer cuando es formada y
su dignidad levantada, es así como llevado por este deseo viaja a España y solicita a
hermanas Dominicas que le acompañen en esta misión. Madre Ascensión Nicol junto
a otras hermanas responde a este llamado y se transforma en la primera mujer que
incursiona en la selva peruana, es allí donde descubre su nueva vocación al contacto
con las mujeres y los niños y niñas, a quienes educa y con quienes comparte la vida y
las faenas cotidianas.
En 1918 nace la nueva Congregación, fruto del Espíritu, del esfuerzo, y del amor que
experimentaron nuestros fundadores por los pueblos originarios, de manera especial
por las mujeres y la lucha por su dignificación.
Desde el río Madre de Dios fluyó la vitalidad de nuestro Carisma hacia China, luego
nos fuimos extendiendo por diversas latitudes, teniendo como único móvil compartir
nuestras vidas con los empobrecidos y acompañarlos en los procesos de liberación.