Pruebas Libres Escritas
Pruebas Libres Escritas
Pruebas Libres Escritas
Respuesta pilotada
Respuestas breves
Tareas definidas
Preguntas opcionales
Criterios de corrección
Una vez realizada la prueba debe procederse a la corrección de la misma, y los criterios que
se adopten para tal fin están íntimamente ligados a la primera norma que sea expuesto: la
de pilotar la respuesta estableciendo cuál debe ser el recorrido clave que se ha de seguir,
pues ello facilitará la asignación de los pesos sobre el conjunto de la puntuación de cada uno
de los aspectos que se espera contestan adecuadamente, lo cual permitirá avanzar en la
composición de la puntuación global de la prueba. Esta actividad es fundamental si
realmente se quiere estandarizar o tipificar en mayor o menor medida este tipo de pruebas.
Una vez elaborada la prueba se eliminan los puntos en los que se detectan deficiencias o
combinaciones de deficiencias del siguiente estilo: omisión de elementos importantes;
afirmaciones incorrectas; inclusión de afirmaciones incorrectas, pero con poca o ninguna
relación con la pregunta; inducción a conclusiones no validas, ya sea por errores en el
razonamiento o por una errónea aplicación de principios, o una mala expresión escrita que
oscurece el desarrollo y la exposición de las ideas.
Las pruebas orales fueron los primeros procedimientos de evaluación de los aprendizajes
utilizados. Sin embargo, por razones de economía de tiempo, han caído en desuso y en la
actualidad su utilización es muy limitada.
Estructuralmente, son una prueba libre consistente en un diálogo entre uno o varios
examinadores y un examinado, con objeto de comprobar en el alumno el dominio de unos
conocimientos y competencias determinadas. La opinión que merecen es muy semejante a la
de la prueba escrita, y son válidos la mayoría de los principios anteriormente expuestos.
JOAN MATEO ANDRÉS. LA EVALUACIÓN EDUCATIVA, SU PRÁCTICA Y OTRAS METÁFORAS. ICE-HORSORI. UNIVERSITAT DE BARCELONA. ED. AUROCH.
7. 1 El portafolios
Es del todo imposible listar todas las posibles ejecuciones que podrían ser elementos
susceptibles de construir procedimientos evaluativos alternativos. Es posible generar tantos
como creatividad tengan los evaluadores. Así, pues pueden utilizarse prácticas reales, en la
que los alumnos tuvieran que realizar tareas que requieren la aplicación de destrezas en
circunstancias semejantes e incluso idénticas a las requeridas en la vida profesional.
Otro tipo podría ser el desarrollo de proyectos, donde durante un período de tiempo el alumno
debería realizar una actividad compleja con un objetivo determinado, que puede incluso tener
JOAN MATEO ANDRÉS. LA EVALUACIÓN EDUCATIVA, SU PRÁCTICA Y OTRAS METÁFORAS. ICE-HORSORI. UNIVERSITAT DE BARCELONA. ED. AUROCH.
carácter profesional. Con este tipo de actividad se pueden evaluar habilidades de orden
superior que impliquen ejercer responsabilidades, adquirir compromisos personales, poner en
práctica hábitos de trabajo individual o de grupo, dominio interdisciplinar de las materias e
incluso demostrar capacidades comunicativas. Dentro de este tipo de actividad se podrían
desarrollar investigaciones de ampo, experimentos, diseños de organización, etc.
Se pueden desarrollar también ejecuciones en contextos de simulación, bien sea por
ordenador o con medias más convencionales. Una simulación supone el planteamiento de un
problema cambiante que representa vicariamente un caso real y que debe ser resuelto por el
alumno o equipo de alumnos. Cada toma de decisiones respecto a un problema retroalimenta
el mismo y ofrece los cambios producidos por las soluciones aportadas, con lo que permite
analizar la bondad de las propuestas y ve las consecuencias originadas por nuestra decisión.
Podríamos añadir a la lista un conjunto innumerable de actividades como pueden ser la
resolución de problemas, los estudios de casos, la generación de una emisora de radio escolar,
etc., etc., tal como señalábamos al principio tantas como seamos capaces de imaginar, y a buen
seguro que no alcanzaríamos a agotar las propuestas posibles.