Igualdad y Género en El Perú

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IGUALDAD Y GÉNERO EN EL PERÚ

Igualdad de género:
Es "la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades de mujeres y
hombres, y niñas y niños. La igualdad no significa que las mujeres y los hombres
sean lo mismo, sino que los derechos, responsabilidades y oportunidades no
dependen del sexo con el que nacieron. La igualdad de género supone que se tengan
en cuenta los intereses, las necesidades y las prioridades tanto de las mujeres como
de los hombres, reconociéndose la diversidad de los diferentes grupos de mujeres
y de hombres".

La búsqueda de la igualdad de género es un elemento central de una visión de la


sostenibilidad en la cual cada miembro de la sociedad respeta a los demás y
desempeña un papel que le permite aprovechar su potencial al máximo. La amplia
meta de la igualdad de género es una meta social a la que la educación y las demás
instituciones sociales deben contribuir. La discriminación de género está imbricada
en el tejido de las sociedades.

En muchas sociedades, las mujeres llevan la carga principal de la producción de


alimentos y la crianza de los niños. Además, las mujeres a menudo son excluidas
de las decisiones familiares o comunitarias que afectan a sus vidas y bienestar.

La cuestión de género debe ser considerada prioritaria en la planificación de la


educación, desde las infraestructuras hasta el desarrollo de materiales o los
procesos pedagógicos. La participación total y equitativa de las mujeres es vital
para asegurar un futuro sostenible porque:

 Los roles de género son creados por la sociedad y se aprenden de una


generación a otra;
 Los roles de género son constructos sociales y se pueden cambiar para
alcanzar la igualdad y la equidad entre las mujeres y los hombres;
 Empoderar a las mujeres es una herramienta indispensable para hacer
avanzar el desarrollo y reducir la pobreza;
Las desigualdades de género socavan la capacidad de las niñas y mujeres de
ejercer sus derechos;
 Asegurar la igualdad de género entre niños y niñas significa que ambos
tienen las mismas oportunidades para acceder a la escuela, así como durante
el transcurso de sus estudios.

¿Por qué un Plan Nacional de Igualdad de Género?

El año 1995 el Perú suscribió los acuerdos de la Plataforma de Beijing concretando


así su compromiso con la erradicación de las brechas de género y de toda forma de
discriminación por sexo. Como se señala en la Plataforma, los Estados expresaron
su decisión de " promover los objetivos de igualdad, desarrollo y paz para todas las
mujeres del mundo, en interés de toda la humanidad" (ONU, 1995). Esta Plataforma
implicó la incorporación del enfoque de género en las políticas públicas marcando
una diferencia sustancial en relación a todos los compromisos internacionales que
buscaban la superación de barreras y obstáculos para la igualdad de género.

Un primer hito importante fue la creación de un Ministerio de la Mujer1 como ente


rector en la materia cuyo mandato fue "diseñar, proponer y ejecutar políticas de
desarrollo social y humano promoviendo la equidad de género y la igualdad de
oportunidades para la mujer, niñez, adulto mayor y poblaciones en situación de
pobreza y pobreza extrema, discriminadas y excluidas", a partir del cual se ha venido
desarrollando un conjunto de políticas nacionales y promoviendo la adopción de
medidas concretas para el desarrollo de las mujeres.

Un segundo hito importante ha sido la formulación de políticas públicas como el


Plan de Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres. El Primer Plan
Nacional de Igualdad de Oportunidades para Mujeres y Varones tuvo vigencia entre
los años 2000 al 2005 (DS Nº 001-2000-PROMUDEH). El segundo fue implementado
entre los años 2006-2010 cuyo Decreto de aprobación fue refrendado por los
siguientes Ministerios: PCM, MIMDES, MINJUS, MININTER, MTPE, MEF, MINAG,
MINEDU y MTC (Decreto Supremo Nº 009-2005-MIMDES). El presente Plan
Nacional de Igualdad de Género corresponde a la tercera etapa de políticas públicas
que incorporan el enfoque de género.

El PLANIG: instrumento de política pública para la Transversalización del


enfoque de género

El Plan Nacional de Igualdad de Género 2012-2017 (PLANIG) es el instrumento cuyo


objetivo es transversalizar el enfoque de género en las políticas públicas del Estado
Peruano, en sus tres niveles de gobierno, garantizando la igualdad y la efectiva
protección de los derechos humanos para mujeres y hombres, la no discriminación
y el pleno desarrollo de las potencialidades y capacidades individuales y colectivas.
De esta manera, se espera garantizar a todas las personas, el ejercicio de sus
derechos a la igualdad, dignidad, libre desarrollo, bienestar y autonomía; así como
erradicar toda forma de discriminación, para alcanzar la igualdad real y efectiva.

Todo ello en el marco del cumplimiento de la Ley N° 28983, Ley de Igualdad de


Oportunidades entre Mujeres y Hombres y el Decreto Legislativo Nº 1098, Ley de
Organización y Funciones del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.
Transversalización del enfoque de género en las políticas públicas es el proceso de
examinar las implicancias que tiene para hombres y mujeres cualquier acción
planificada, incluyendo legislación, políticas o programas en todas las áreas y en
todos los niveles.

Permite hacer de las necesidades e intereses de hombres y mujeres una dimensión


integrada en el diseño, la implementación, el monitoreo y la evaluación de políticas
y programas en todas las esferas políticas, económicas y sociales, de manera que
hombres y mujeres se beneficien igualitariamente.

Transversal izar el enfoque de género en las normas, políticas, planes, y en la gestión


pública a nivel nacional, regional y local es fundamental para garantizar el
reconocimiento, promoción, protección y exigibilidad de los derechos de las mujeres
y hombres en igualdad de condiciones en los diferentes ámbitos públicos y privados,
como el Estado, los partidos políticos, las empresas, las comunidades, las familias,
a fin de lograr la reducción de la desigualdad, exclusión, y vulnerabilidad social,
económica, política y cultural, y contribuir a la construcción de una ciudadanía
plena para hombres y mujeres sin discriminación.

Diferencias entre Igualdad y Equidad:


Igualdad y equidad no son sinónimas. Entender los vínculos y diferenciaciones que
existen entre ambos conceptos es fundamental para diseñar políticas públicas para
la igualdad. Equidad de género es la justicia en el tratamiento de varones y mujeres
de acuerdo a sus respectivas necesidades.
Implica el tratamiento diferencial para corregir desigualdades de origen a través de
medidas no necesariamente iguales, pero conducentes a la igualdad en términos
de derechos, obligaciones, beneficios y oportunidades. La equidad de género es un
concepto que se refiere a la distribución justa entre varones y mujeres de las
oportunidades, recursos y beneficios, para alcanzar su pleno desarrollo y la
vigencia de sus derechos humanos.
La equidad de género supone el reconocimiento de las diferencias, y la garantía de
la igualdad en el ejercicio de los derechos. Igualdad de género es la igual valoración
de los diferentes comportamientos, aspiraciones y necesidades de los hombres y
las mujeres.

En una situación de igualdad real, los derechos, responsabilidades y


oportunidades de los varones y mujeres no dependen de su naturaleza biológica y
por lo tanto tienen las mismas condiciones y posibilidades para ejercer sus
derechos y ampliar sus capacidades y oportunidades de desarrollo personal,
contribuyendo al desarrollo social y beneficiándose de sus resultados.
Igualdad desde el enfoque de Género

Desde el enfoque de género se reconoce que la Igualdad no sólo se orienta al acceso


a oportunidades, sino también al goce efectivo de los derechos humanos. El
desarrollo con igualdad de género implica desmontar la cultura, los valores y los
roles tradicionales de género que reproducen y mantienen la subordinación de las
mujeres. Las relaciones sociales se entienden como relaciones de poder en todos
los ámbitos: económico, social, político y cultural.
La división sexual del trabajo que organiza el orden de género separa el trabajo
productivo del reproductivo de manera paradigmática y determina el lugar de
mujeres y hombres en la economía. Esclarecer la forma en que estas relaciones
perpetúan la subordinación y la exclusión de las mujeres limitando su autonomía,
ayuda a comprender su influencia en el funcionamiento del sistema social y
económico.
Desde el enfoque de género es necesario considerar el empoderamiento y
autonomía de las mujeres, la división sexual del trabajo, la independencia
económica, una vida libre de violencia, el ejercicio de los derechos sexuales y
reproductivos de mujeres y hombres, la corresponsabilidad familiar de mujeres y
hombres, la conciliación de la vida familiar y laboral y la paridad en la participación
de la mujer en la toma de decisiones. La redistribución de la carga del trabajo total,
que incluye el trabajo remunerado y no remunerado (trabajo doméstico) requiere
del reconocimiento y valoración del tiempo que emplean las mujeres al interior de
la familia o en el ámbito privado.

Esta manera de analizar las relaciones económicas y sociales brinda una mirada
más amplia que la convencional al incorporar dimensiones ausentes como el
trabajo no remunerado llegándose a visibilizar la economía del cuidado, prestando
especial atención a la reproducción social que realizan principalmente las mujeres.

Asimismo, demuestra la contribución de esta tarea al desarrollo económico y deja


al descubierto que las relaciones sociales están además impregnadas de valores
culturales que caracterizan el trabajo de cuidado como una cualidad femenina.
Políticas Públicas con enfoque de género
Las políticas forman parte de la agenda pública y están constituidas por las
decisiones de las autoridades respecto a cómo y hacia dónde conducir el desarrollo
y dar respuesta a problemas sociales. Están compuestas por normas, leyes,
decretos supremos, lineamientos, programas y proyectos, entre otros mecanismos.
El desarrollo sostenible, la reducción de la pobreza y la igualdad entre mujeres y
hombres están estrechamente asociados. Las desigualdades entre los sexos
impiden el desarrollo humano en general.

Las políticas, programas y proyectos fracasan cuando suponen iguales condiciones


de vida y oportunidades de partida para hombres y mujeres, y no tienen en cuenta
las particulares condiciones de vida de las mujeres y en general de determinados
grupos específicos. Las políticas públicas no son neutrales al género, pueden
mantener o pronunciar las desigualdades entre los sexos, o por el contrario,
pueden disminuir las brechas de género existentes y mejorar la posición social de
las mujeres y potenciar el desarrollo humano.

Los resultados y el impacto de las políticas son distintos para hombres y mujeres
debido a que las mujeres tienen menos acceso a los recursos económicos, sociales
y culturales y sus condiciones materiales de vida son más precarias y de menor
calidad debido a los roles que les asigna la sociedad, que con frecuencia terminan
sobrecargando a las mujeres en su jornada diaria y afectando su salud.
Las políticas públicas con enfoque de género parten de reconocer que mujeres y
hombres tienen diferentes necesidades debido a que desempeñan diferentes roles
en la sociedad y viven de manera diferente los mismos problemas, es decir,
dependiendo de dónde se encuentren ubicados hombres y mujeres podrán
aprovechar o no los efectos de las políticas. Políticas de Igualdad de Género.

La política de Igualdad de Género alude a la generación de condiciones y medidas


establecidas desde el Estado, a fin de garantizar el ejercicio de derechos sociales,
económicos, políticos y culturales de todas las personas, teniendo en cuenta el
marco del principio universal de Igualdad de mujeres y hombres sin distinción ni
discriminación.

Las políticas de Igualdad de Género incorporan el enfoque de género, el cual


propone desarrollar esfuerzos por transformar a fondo los modelos de políticas
públicas predominantes, corregir los desequilibrios existentes, reducir las brechas
de género, tomando en cuenta las diferencias entre los géneros y las causas y
consecuencias de las desigualdades, legitimadas por las estructuras
institucionales y culturales. Desde esta óptica, la política de Igualdad de Género
considera necesario implementar diversas medidas y estrategias tales como:
Š Políticas de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres que representan
un avance sustantivo frente a las anteriores políticas indiferentes al enfoque de
género, buscan eliminar las desigualdades que impiden la participación de las
mujeres en la vida política, económica y cultural y garantizar la participación de
las mujeres en el ámbito público, con las mismas oportunidades que los hombres
(educación, salud, ingresos, etc.).
El objetivo es asegurar igual participación de hombres y mujeres en el proceso de
toma de decisiones, igual acceso y control de mujeres y hombres a las
oportunidades, recursos y resultados del desarrollo, reducción de la pobreza para
hombres y mujeres y mejoramiento del crecimiento económico y desarrollo
sostenido en general. Medidas positivas o afirmativas que tienen como función
favorecer a grupos de mujeres que presentan desventajas y/o privaciones
permanentes, mediante mecanismos de eliminación y/o corrección de las
discriminaciones y desigualdades reales", como por ejemplo programas de
alfabetización dirigidos a las mujeres, mecanismos de cuotas de género en los
procesos electorales, incentivos para fortalecer las micro empresas dirigidas por
mujeres, etc.

Las medidas positivas o afirmativas permiten eliminar desventajas que afectan a


las mujeres, aseguran que todas y todos cuenten efectivamente con los medios,
recursos y beneficios específicos de programas sociales y proyectos, y constituyen
una estrategia indispensable y complementaria a la igualdad de oportunidades.
La Transversalización del enfoque de género:

La Transversalización del enfoque de género surge con la intención de corregir las


políticas de género basadas exclusivamente en la creación de oficinas nacionales y
puntos focales, sin involucrar al resto del aparato público, incorporando el enfoque
de género en todas las dimensiones de la vida social, política, cultural e
institucional.
El objetivo es integrar esta perspectiva desde el diseño, implementación, monitoreo
y evaluación de políticas y programas y en todas las esferas y niveles de cualquier
acción planificada. Se trata de integrar las consideraciones de género en todos los
niveles de la gestión pública, en la planificación, normas y procedimientos,
procesos, cultura organizacional, política laboral y presupuesto.

Es considerada en la actualidad, como una de las estrategias de mayor alcance


destinada a incluir el enfoque de género en las políticas públicas, debido a su efecto
articulador, lo que permite alcanzar mayores resultados e impactos.

Incorpora el enfoque de género en todas las dimensiones de la vida social, política,


cultural e institucional. Se desarrolla desde la consolidación de la voluntad política,
la institucionalización de mecanismos, la planificación desde la perspectiva de
género y el fortalecimiento de capacidades de funcionarios/as, acciones todas que
son responsabilidad del Estado y de la sociedad en pleno.
Enfoque de género:

El enfoque de género es una forma de mirar la realidad identificando los roles y


tareas que realizan los hombres y las mujeres en una sociedad, así como las
asimetrías, relaciones de poder e inequidades que se producen entre ellos76.
Permite conocer y explicar las causas que producen esas asimetrías y
desigualdades, y a formular medidas (políticas, mecanismos, acciones afirmativas,
normas, etc.) que contribuyan a superar las brechas sociales de género.
El enfoque de género al observar de manera crítica las relaciones que las culturas
y sociedades construyen entre hombres y mujeres, permite la formulación de
planteamientos para modificar las relaciones de desigualdad, erradicar toda forma
de violencia basada en género, asegurar a las mujeres su acceso a recursos y
servicios de salud y educación, fortalecer su participación política y ciudadana,
entre otros aspectos.

El concepto "género" hace referencia a roles, conductas y expectativas socialmente


construidas relacionadas con el ser hombre o mujer y basadas en la diferencia
sexual entre ellos. El enfoque de género considera que:

 Para lograr la igualdad de género es necesario reconocer que toda política,


programa y proyecto afectan a la mujer y al hombre de manera diferenciada.
 Las políticas, programas y proyectos del Estado peruano en sus niveles de
gobierno nacional, regional y local deben contribuir a la igualdad de género.
Por tanto, la política de igualdad de género debe ser considerada como parte
integral de las responsabilidades de los tres niveles de gobierno; y para ello,
se requiere desarrollar una estrategia de transversalidad (horizontal y vertical)
del enfoque de género en todos los sectores y organismos estatales con
capacidad de decisión y ejecución.
 Para lograr la igualdad de género será necesario adoptar medidas
específicas, diseñadas para eliminar las desigualdades y situaciones de
discriminación que existan.
 El empoderamiento de la mujer es esencial para lograr la igualdad de género.
 La promoción de la participación de la mujer, en igualdad de condiciones,
como agente de cambio en los procesos económicos, sociales y políticos es
una condición esencial para el logro de la igualdad de género y el desarrollo
del país.

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