Cubetas de Impresión Finales - Web
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Los dentistas están de acuerdo en que es necesario usar una cubeta individual
para alcanzar las metas de una impresión final y de los modelos maestros. Ello es así
porque en la mayor parte de los pacientes es difícil hacer un modelo maestro con la
extensión apropiada y detalles de tejido a partir de una impresión tomada con material de
impresión hidrocoloide irreversible y cubetas estándar.
Cuando se hace la impresión final, la meta es lograr una réplica tan exacta de los
tejidos duros y blandos cuando sea posible, con máximo cubrimiento de los tejidos de
soporte y minima extensión hacia los tejidos móviles y las inserciones musculares. Es
preciso poder usar las impresiones para crear un modelo maestro que posea las mismas
características. Una réplica exacta de los tejidos es necesaria para crear una interfase
entre la prótesis y tejidos con estrecho contacto, lo que producirá retención, estabilidad y
soporte excelentes de la prótesis. Completada e insertada, una base protésica aceptable
debe cubrir básicamente todos los tejidos inmóviles de un arco. La base también tendrá
que estar en contacto leve con los tejidos blandos circundantes desplazables pero no
restringir el movimiento de los músculos y frenillos subyacentes. La restricción de estos
movimientos podría perjudicar la función y producir irritación en los tejidos y dolor.
Una cubeta inferior termina 2 mm por sobre la parte más profunda del vestíbulo en
vestibular y lingual y la separaría de los tejidos un espacio horizontal de 2 mm en la zona
de la hendidura mandibular. También terminaría a 2 mm de la extensión de la zona
retromilohioidea. Es importante confeccionar cubetas de estas dimensión porque ello
reduce el “tiempo de sillón” perdido por el odontólogo con ajustes de la cubeta.
Con el concepto funcional, se intenta ejercer presión entre leve y moderada sobre
la totalidad de los rebordes utilizables al tomar impresión. Por lo general, esta técnica se
limita a los pacientes con una prótesis existentes y la prótesis de usa como cubeta de
impresión. Se recubre la impresión con cierto tipo de material fluido blando y se deja que
el paciente use la prótesis durante un tiempo específico. El material de revestimiento se
adapta a los tejidos subyacentes y se utiliza como impresión final.
Es obvio que el diseño de las cubetas de impresión varia según los diferentes
conceptos. Por consiguiente, el técnico de laboratorio debe saber que técnica usa el
odontólogo. Como probablemente sea el concepto más difundido, describiremos aquí la
cubeta de impresión de presión selectiva.
Un paso necesario que suele ser ignorado o pasado por alto es que el paciente
debe quitarse toda prótesis existente como mínimo 24 horas antes si bien es mejor aún si
lo hace entre las 48 y 72 horas antes de tomar las impresiones finales. El retiro de las
prótesis existentes antes de tomas las impresiones finales es necesario para que los
tejidos subyacentes recuperen su forma normal anatómica más sana y fisiológica.
Como con una cubeta de impresión estándar o de stock es difícil hacer un modelo
maestro aceptable sin las extensiones adecuadas, hace falta una cubeta individual. Es
responsabilidad del odontólogo escoger que técnica utilizar –funcional, mucostática o de
presión selectiva-, y delimitar la extensión de la cubeta de impresión en el modelo
diagnóstico. La extensión de la cubeta queda a unos 2 mm de la profundidad del vestíbulo
o inserciones obvias de frenillos o músculos en vestibular y lingual y atrás se extiende
hasta la línea de vibración en el arco superior y se extiende totalmente hasta el espacio
retromilohioideo en el arco inferior. En modelos que indican que las inserciones
musculares son altas, el contorno de la cubeta queda a varios milímetros por sobre la
profundidad del vestíbulo.
El moldeado inicial del borde del arco superior debe comenzar en el sector
izquierdo o derecho del flanco vestibular. Se agrega compuesto de modelar y se moldea
esa zona y el borde tomando el carrillo entre el pulgar y los restantes dedos y se desplaza
hacia afuera, abajo y adentro. Después se hace lo mismo del otro lado.
Observe la inserción del frenillo vestibular. Cuando moldee el borde de la zona del frenillo,
mueva el carrillo hacia afuera, abajo, adentro y adelante. Este movimiento es necesario ya
que el tejido de la zona del frenillo vestibular se mueve en sentido anteroposterior. Repetir
en el lado opuesto.