El Vervo
El Vervo
El Vervo
Introducción[editar]
Los verbos son palabras variables que indican acción, proceso o estado. En Ramón sube
las escaleras, sube supone una acción que está realizando, en Ramón ha crecido un
montón, ha crecido supone un proceso que ha experimentado, y en Ramón está
cansado, está supone un estado.
Accidentes gramaticales[editar]
En la inmensa mayoría de lenguas del mundo el verbo es la clase de palabra más
compleja en el sentido de que puede reflejar muchas más categorías gramaticales que
otras palabras. Es frecuente que exprese una o varias personas gramaticales (en lenguas
como el español solo marca la persona gramatical asociada al sujeto; en otras lenguas
también puede marcar el objeto), número gramatical, tiempo-modo-aspecto y más
raramente en algunas lenguas puede llevar género gramatical, evidenciales,
direccionales, clasificadores de forma, intencionales, etc. En gramática tradicional las
categorías expresadas en el verbo se denominan "accidentes gramaticales".
En la mayoría de lenguas flexivas existen tres categorías gramaticales típicas del verbo.
Raíz: La raíz aporta la información léxica. Puede estar compuesto por dos raíces,
como por ejemplo malcriar, que está formado por mal-cri-ar.
Morfemas derivativos: Los morfemas derivativos están colocados junto a la raíz, es
decir, funciona como prefijo y sufijo, como por ejemplo reconstruir, que está formado
por el morfema derivativo re.
Las anteriores categorías son muy frecuentes en las lenguas del mundo. Las lenguas
flexivas y en particular las lenguas indoeuropeas frecuentemente incluyen además otros
tipos de constituyentes:
La voz causativa.
La voz aplicativa.
Sintaxis[editar]
Además de requerimientos de orden sintáctico, la aparición de un verbo
en una frase puede estar ligada por concordancia gramatical. Esto
significa que en muchas lenguas se requiere que el verbo tenga una u otra
forma en función de otros constituyentes sintácticos que le preceden o le
siguen.
En español el verbo concuerda con el sujeto:
El niño corrió mucho
Los niños corrieron mucho
En cambio en otras lenguas como el euskera hay concordancia
con el "sujeto" y "objeto":
ditut 'los tengo' / dut 'lo tengo'
ditugu 'los tenemos' / dugu 'lo tenemos'
El verbo en español
En español constituye la clase de palabra flexivamente más variable y está constituido por
un lexema, así como morfemas de número y persona en su periferia, y de modo, voz
(activa o pasiva), aspecto e infijo de vocal temática entre el lexema y aquellos. Admite
morfemas derivativos (afijos) de distintas significaciones.
Dependiendo del tipo de lengua de que se trate, los verbos pueden variar de forma.
Además, el verbo puede concordar en género, persona y número con algunos de
sus argumentos o complementos (a los que normalmente se conoce como sujeto, objeto,
etc.). En español concuerda con el sujeto siempre en número y casi siempre en persona
(la excepción es el caso del llamado sujeto inclusivo: Los españoles somos así), y
bastantes veces con el atributo de los verbos copulativos.
Las lenguas en las que los verbos son conjugados se denominan flexivas y cada una
determina un patrón específico de conjugación, difiriendo notablemente de un sistema
lingüístico a otro. En el caso de la lengua española, que es flexiva, la mayoría de los
verbos se conjugan de forma regular según tres patrones únicos (conjugaciones)
definidos según la vocal temática (1.ª o en -ar, 2.ª o en -er; 3.ª o en -ir):
1.ª conjugación: saltar, caminar, amar, arrastrar, etc.
2.ª conjugación: correr, comer, temer, suceder, querer, etc.
3.ª conjugación: vivir, morir, sacudir, ir, existir, etc.
Las formas verbales además varían según su voz, según si son formas
personales o no personales, según el tiempo-modo-aspecto, según número y
persona (en español estas dos categorías están a sujetas a concordancia con
el sujeto). Otros patrones de conjugación menos generales son denominados
de verbos irregulares. Junto a este tipo de conjugación, existe además otro
tipo de conjugación regular mediante estructuras analíticas llamadas perífrasis
verbales, que expresan modos y aspectos más precisos y concretos que no
aparecen recogidos en la conjugación regular, que es más general. Como
la terminación es distinta para cada persona, el uso de pronombres sujeto se
considera a menudo redundante.
Francés e inglés[editar]
El verbo presenta rasgos razonablemente comunes en todas las lenguas
indoeuropeas: conjugación basada en la persona, el número y el tiempo-
modo-aspecto, pero no en el género, la evidencialidad o la existencia de
derivación que cambia la valencia de tipo causativo, aplicativo, etc. Sin
embargo, a pesar de estas características extendidas existen diferencias no
desdeñables en los sistemas verbales de las lenguas indoeuropeas.
En otros idiomas, como por ejemplo el francés, los verbos tienen
terminaciones distintas para cada persona, pero debido a su
particular ortografía, muchas de ellas son homófonas, por lo que el pronombre
sí se considera necesario. En inglés se presenta una situación similar por lo
que en general se requiere sujeto explícito.
Chino y japonés[editar]
En chino el verbo tiene siempre la misma forma y no tiene variación según
persona, número, aspecto, tiempo o voz. Tanto el aspecto (perfecto o
imperfecto), el tiempo (futuro) como la voz (pasiva) se expresan mediante
partículas auxiliares sin afectar a la forma del verbo. La ausencia de marcas
de persona o de concordancia en el verbo obligan a que en toda oración sin
sujeto léxico deba aparecer un pronombre tónico para indicar la persona.
Los verbos del japonés, por otra parte, no se conjugan con la persona ni el
número, por lo que expresiones como nihongo no hon wo yondeimasu pueden
interpretarse como "Estoy leyendo un libro de japonés", "Están leyendo un
libro de japonés" o cualquier persona o número, dependiendo del contexto.
Además en chino, japonés y otras lenguas, los adjetivos son de hecho verbos
estativos.1
Lenguas africanas[editar]
Un número significativo de lenguas africanas de la familia Níger-Congo fuera
del grupo bantú son altamente analíticas[cita requerida] por lo que de manera
similar a lo que sucede en chino, la conjugación de los verbos se realiza
mediante partículas que pueden entenderse como auxiliares. Esto sucede
tanto en las lenguas mandé como en el yoruba.
Lenguas amerindias[editar]
Algunas lenguas amerindias como el náhuatl (familia utoazteca) o el Xwlemi
(familia salish) no presentan diferencia formal entre nombres y verbos,
pudiendo cualquier raíz que funciona como nombre conjugarse según
la persona gramatical. Esta situación es similar a la del chino donde los
adjetivos son de hecho verbos estativos, solo que en varias lenguas
amerindias también los nombres comunes pueden ser considerados verbos
estativos.
Clases de verbos[editar]
Verbos transitivos e intransitivos[editar]
Artículos principales: Transitividad (gramática) y Diátesis (gramática).
Desde el punto de vista sintáctico, un verbo con diátesis transitiva o verbo
transitivo requiere dos participantes: un participante de tipo A (sujeto-agente) y
un participante de tipo O (objeto-paciente). Por el contrario, los verbos
intransitivos requieren un único participante. En las lenguas nominativo-
acusativas el segundo participante requerido sintácticamente es
un complemento directo (CD), mientras que en las lenguas ergativas sería un
complemento ergativo. Una misma raíz verbal puede ser en algunas oraciones
intransitiva y en otras oraciones transitiva. Los siguiente son ejemplos en
español:
Estoy comiendo (intransitivo)
Estoy comiendo nueces (transitivo)
Los verbos transitivos son aquellos que exigen la presencia de un
objeto directo (también llamado "complemento directo") para tener un
significado completo; esto es, que se refieren a acciones
que transitan desde el actor al objeto (véase transitividad). Un ejemplo
de esta categoría en español es:
He conseguido dos entradas para la ópera.
Aquí, el grupo compuesto por "dos entradas para la ópera"
representa el objeto directo. La construcción "He conseguido..." no
tiene sentido por sí misma, y requiere que se aporte información
sobre lo que se consigue. Por regla general, los verbos transitivos
son de la forma "alguien hace algo a algo".
Los verbos intransitivos no admiten o no van acompañados de
CD, no requieren de la presencia de un objeto directo que
determine al verbo. Un ejemplo en español es el verbo delinquir,
por ejemplo en la oración:
Ese hombre delinque.
Se trata de un verbo intransitivo, ya que no requiere
especificar un objeto directo, por lo tanto, el concepto
de "delinquir algo" no tiene sentido en español. En general en
español y otras lenguas los verbos no son en sí mismos
transitivos o intransitivos, sino que se convierten en tales
según su uso concreto, y así es posible usar verbos
típicamente intransitivos como transitivos, por ejemplo en La
soprano canta una ópera, y también expresar verbos
transitivos sin la presencia de un objeto directo, por ejemplo
en Déjaselo al técnico, que él seguro [que] entiende.
Son pocos los verbos intransitivos en el castellano al
compararlo con idiomas con fuerte división entre verbos
transitivos e intransitivos. En general, el castellano dispone de
la forma autorreflexiva se para denotar intransitividad, como
por ejemplo "se rompió", "se caerá", etc.
Verbos regulares e irregulares[editar]
Los verbos irregulares son aquellos que poseen
conjugaciones particulares. Las irregularidades morfológicas
de cualquier tipo son más comunes en los idiomas fusionales,
menos en los aglutinantes y prácticamente no existen en los
aislantes.
Los verbos regulares son, por el contrario, aquellos que se
atienen estrechamente a los paradigmas o modelos
de conjugación más usados en la lengua.
Verbos irregulares en español[editar]
En español las irregularidades se presentan diferenciadas en
los llamados tiempos verbales primitivos, que son
el presente del modo indicativo ("Yo quepo"), el pretérito
perfecto simple del indicativo ("Yo cupe") y el futuro simple del
mismo modo ("Yo cabré"); es posible determinar si un verbo
es o no irregular conjugándolo en esos tres tiempos y viendo
si se atiene a las reglas de conjugación a las que se adaptan
los demás verbos.
En español, la irregularidad de un verbo simple cualquiera
generalmente se mantienen en la conjugación de los verbos
que de él se deriven, aunque hay excepciones. Ejemplos:
Haber: "Hay cosas que hacer". "Hay héroes para todos los gustos"2
Hacer: "Hace muchísimo calor".
Bastar (en su forma "bastar + preposición"): "Basta de palabrería".
Ser: "Es de noche".
Ir: "Me fue bien en el examen" o Me fue bien en el partido.
Verbos terciopersonales en español[editar]
Son verbos que por lo general solamente se conjugan en tercera persona del singular o
del plural, como acaecer (algo acaece, las cosas acaecen, pero normalmente ni yo ni
nosotros ni tú ni vosotros realizan esa acción). La mayoría de estos verbos, por razones
lógicas, se refieren a fenómenos meteorológicos.
Ejemplos: llover, tronar, granizar, relampaguear, diluviar, nevar.
→ Las oraciones con verbos meteorológicos carecende sujeto. Ejemplo: Anoche llovió
muy fuerte.
Verbos defectivos en español[editar]
Los verbos defectivos son aquellos en los que no se cumple el paradigma de
conjugación completo. Para estos verbos no existen conjugaciones en algunos tiempos y
personas, principalmente debido a razones de eufonía o de uso.
Algunos ejemplos de verbos defectivos en español son:
Algunos verbos son defectivos porque necesitan por su significado un sujeto de cosa
y, por tanto, solo tienen formas de tercera persona. Este es el caso de los
verbos ocurrir o suceder: no podemos decir *ocurro *sucedes, sino
solamente ocurre o sucede
Personales
Modo indicativo:
Presente (amo, amas, ama, …) / Pretérito Perfecto Compuesto (he amado, has amado,
ha amado, …)
Modo subjuntivo:
Modo imperativo
Tú (Ama)
Vos (Amá)
Usted (Ame)
Nosotros (Amemos)
Vosotros (Amad)
Ustedes (Amen)
No Personales
Participio (Amado)