Valores Éticos
Valores Éticos
Valores Éticos
Está claro que sólo los seres humanos pueden tener ética, y que ésta va íntimamente
ligada a su naturaleza biológica. Desde el principio, en las primeras fases de la
hominización, el ser humano -para su supervivencia- se comportaba de forma egoísta
enfrentándose a otros congéneres por el alimento, el espacio vital, etcétera. Pero ya en
los animales superiores se constata una conducta cooperativa inscrita en los genes. Ya
empieza a existir una disposición a ayudarse unos a otros por el propio interés, aunque
de manera inconsciente. Indudablemente, la adquisición de la capacidad lingüística
generó la cooperación, que hubo de ser aprendida socialmente, aunque fuese una
capacidad de aprendizaje que ya estaba también incluida en los genes. Por otra parte,
se generó la capacidad de comprender los temores, las expectativas y las esperanzas
de los otros, lo que se convertiría en un aspecto fundamental de la conducta social del
ser humano. Las normas, los valores y las ideas éticas se fueron conformando en un
proceso evolutivo muy largo y complejo a lo largo de siglos y de milenios. Las
necesidades vitales fueron imponiendo desde el principio orientaciones, instrucciones,
costumbres, que van desembocando paulatinamente en normas éticas. En las culturas
tribales ya encontramos trazos de normas no escritas. Es una ética familiar, de grupo,
que se transmite en relatos de los ancianos a los más jóvenes: respeto por toda forma
de vida, como la naturaleza, el castigo de la violencia, cómo actuar ante los conflictos;
respeto por los ancianos y por los niños; normas de convivencia para los dos sexos,
como la prohibición del incesto, por ejemplo; sentido de reciprocidad y de equidad
(intercambio de presentes por la ayuda prestada, etcétera)
Es muy curioso denotar que ciertas pautas éticas elementales son similares en todo el
mundo. Es lo que la antropología cultural denomina la «ética primigenia», la base sobre
la que se asienta la sociedad humana, el núcleo de una ética mundial que se encuentra
en todas las tribus y pueblos. Esta ética mundial tiene su origen en las normas
fundamentales de las culturas tribales que se impusieron en la prehistoria y también en
los preceptos básicos hoy comunes a todas las religiones. Como sostiene el teólogo
Hans Küng: «sólo después de periodos de habituación y acreditación se produjo el
reconocimiento generalizado de tales normas arraigadas, que más tarde fueron objeto
de formulación por parte de determinadas culturas que las atribuyeron a la voluntad del
Dios uno». Tal es el caso de los Diez Mandamientos de la Biblia hebrea, en la que las
instrucciones de la «segunda tabla» -referentes a las relaciones interpersonales- se
remontan a las tradiciones éticas y jurídicas pre-israelitas y que tienen muchas
analogías en Oriente Medio. También es probable que Moisés aportase una serie de
instrucciones básicas para el pueblo elegido. Esta ética preexistente que Moisés
incorpora no es algo específico de Israel, sino la atribución de estas exigencias a la
autoridad de Yahvé, el Dios de la Alianza, a quien se refieren las atribuciones de la
«primera tabla», especialmente el mandamiento principal de la vinculación exclusiva a
Yahvé. Esto es lo distintivo de la moral bíblica, no la invención de nuevas normas
éticas, sino que las instrucciones transmitidas se colocan bajo la autoridad del único
Dios. De esta manera, en la nueva relación con Dios, se forja un nuevo enfoque de lo
moral, donde los motivos decisivos pasan a ser el agradecimiento, la ganancia de la
vida, el amor, el regalo de la libertad, y también, al mismo tiempo, se produce una
reelaboración y desarrollo de las normas existentes. Con Jesucristo, no es que
aparezcan nuevas disposiciones, normas universales, o un sistema de valores, pues el
amor, el perdón, la libertad, también son distintivos de otras religiones y filosofías. Pero
con Cristo se hace realidad un modelo de visión y actitud ante la vida, un nuevo
horizonte de sentido ante la desorientación, la carencia de normas y valores, la
violencia, el egoísmo generalizado, la competitividad a ultranza de nuestra sociedad. De
él podemos aprender precisamente lo que está ausente en nuestro mundo: compartir,
contar con los demás, perdonar, arrepentirse, ayudar a los otros, respetar, luchar por
los que sufren y no tienen nada, erradicar el hambre y la injusticia. El fundamento de
esta ética cristiana lo podemos encontrar en 'El sermón de la montaña y sus
bienaventuranzas', en 'El episodio del juicio final' y en 'El mandamiento nuevo'.
Volviendo al principio, hoy sabemos que la causa de la actual crisis económica está en
la codicia desmesurada de ciertos banqueros y hombres de finanzas, la causa de que
millones de personas se hayan quedado sin trabajo en el mundo, debido, precisamente,
a la actuación no ética de dichos líderes económicos. Es el desbocamiento de un
capitalismo sin ética que se manifiesta en este momento de incertidumbre actual. En
este mundo sin ética se defienden otros valores que proceden de la fuerza, del dominio,
del egoísmo, de la ley por encima de las personas, o del interés de unos grupos sobre
otros. Evidentemente, quienes defienden este tipo de ideología se opondrán a una
visión humanista y cristiana de la vida. Por último, es interesante destacar iniciativas
como la del citado Hans Küng, que el 6 de octubre de 2009 presentó en la sede de las
Naciones Unidas el 'Manifiesto por una ética económica mundial', en el que propone
establecer las bases éticas comunes a la mayoría de las religiones y al humanismo
secular, así como unas pautas de actuación concretas en el mundo de la economía y
de los negocios. Nos recordó que la economía sin valores no tiene sentido, planteando
la necesidad de guiarse por criterios éticos antes que rentables a la hora de gestionar
empresas y entidades financieras, tanto públicas como privadas. Asimismo, dio un
toque de atención sobre los riesgos de un capitalismo sin ética y defendió la economía
de mercado con criterios éticos y medioambientales. Finalmente, resaltó la importancia
de alejarse de los extremismos, tanto religiosos, económicos, como políticos.
FUENTES DE LOS VALORES ÉTICOS FUNDAMENTALES
Los Valores como son Principios de conducta individual y colectiva del hombre. Tienen
la particular característica de que los integrantes de la sociedad los tienen como
correctos e indiscutibles. Es un tema tan abstracto, como extenso e importante, y en
esta edición nos ocuparemos de conocer sus fuentes, clasificación y funciones.
El término fuentes deriva del latín fons-fontis, que significa manantial de agua que brota
de la tierra. En sentido figurado y por extensión del significado, la noción de fuentes se
refiere a todo aquello que es principio, fundamento u origen de algo.
En su obra de Sociología, Joseph Fichter afirma que las fuentes de los valores podrían
analizarse en dos niveles:
-STATUS SOCIAL: El status social se refiere al rango o posición que la persona ocupa
dentro de la sociedad a la que pertenece.
Está determinado por las cualidades que posee la persona y que la sociedad tiene
como determinantes; son circunstancias, cuyo valor no puede controlar el individuo; es
externa a la persona social, y esos elementos son las cualidades físicas de la persona,
el dinero que posee, su formación intelectual, religiosa, entre otros; y todo ello tiene su
fuente en el ambiente cultural.
Una persona puede tener varios status en la sociedad, según el numero de grupos
sociales a los que pertenece: político, universitario, comercial artístico, etc. Pero
siempre tiene un status que podríamos llamar “ principal” , que por su relevancia
sobresale en relación a los demás.
Responsabilidad
Con el simple hecho de tener las cosas debemos esperar un crecimiento análogo de
nuestra responsabilidad. Nos parece importante proponer una ampliación de nuestro
actual horizonte "ético". La conciencia y la responsabilidad pueden extenderse también.
Se tiene que responder por qué se exige hacerlo, es decir, tienen que ser responsable.
La responsabilidad tiene que ver con la libertad o autonomía del individuo así como la
capacidad de responder por sus acciones.
La responsabilidad culpa.
Uno es moralmente responsable de lo que hace o deja de ser. Pues bien, si el
compromiso se diera al fundar la responsabilidad civil es impreciso más lo será el
compromiso que ha de fundar la responsabilidad moral.
El simple hecho de tener cosas, poseer desde un trabajo a una familia, pasando por
propiedades de muy diverso tipo, llave anejas diferentes responsabilidades.
La Responsabilidad y la conciencia son inseparables: no existe verdadera conciencia
sin responsabilidad y viceversa, no existe responsabilidad sin conciencia.
De modo que, si la evolución tiende, como parece, hacia estados de una mayor
conciencia, debemos esperar un crecimiento análogo de nuestra responsabilidad. Este
crecimiento, sin embargo, no puede realizarse sin una participación activa y constante
de parte de quién desea alcanzar metas superiores.
Nos parece importante proponer una ampliación de nuestro actual horizonte "ético". La
conciencia y la responsabilidad pueden extenderse también en áreas mucho más
amplias de aquellas que normalmente consideramos.
Nadie que asuma su mayoría de edad puede inhibid irse de dar respuestas a los
sucesivos requerimientos con que se encuentra. Tiene que responder porque se le
exige hacerlo, es decir, tiene que ser responsable. El movimiento ha de ser doble.
Asunción de unos compromisos, y exigencias de que estos compromisos se cumplan
satisfactoriamente. La responsabilidad es la respuesta a una demanda, implícita o
explícita, a una expectativa de respuesta.
Justicia
En la a justicia no puede existir un orden social justo que garantice la felicidad para
todos, el orden social que puede reparar por completo este injusticia.
El orden social deberá lograr la mayor felicidad posible del mayor número posible de
miembros de la sociedad. Se debe de entender por publicidad en sociedad situación de
cierta necesidad que tenidas en cuenta de la autoridad social.
La justicia individual y subjetiva pueden llegar a ser una libertad resentido social.
La verdad
Tipos de verdad
Libertad
Tipos de libertad
Libertad civil: Capacidad de ejercer nuestros derechos civiles; por ejemplo el derecho a
la huelga o a crear sindicatos
Libertad religiosa: posibilidad de elegir y ejercer las propias creencias sin estar
coaccionado por nadie.
Todos conocemos ya estas libertades y las exigimos, son la base de la sociedad actual.
La libertad está muy ligada muchos otros conceptos importantes como el de la justicia o
el de la autorrealización, es decir, sin libertad no habría justicia, aunque tampoco habría
justicia sin libertad, en cambio la autorrealización personal necesita la libertad como
algo fundamental.
Hay tantas respuestas de libertad como hombres en el mundo. Para unos, libertad
significa la ausencia de ataduras humanas; otros encuentran la libertad en la
democracia; para muchos, la libertad es poder decir y hacer lo que mejor les parece;
para otros es no estar esclavizado.
Según el Diccionario Enciclopédico Ilustrado de la Lengua Española: "la libertad es la
facultad que tiene el ser humano de obrar o no obrar según su inteligencia y antojo; es
el estado o condición del que no está prisionero o sujeto a otro; es la falta de coacción y
subordinación; es la facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas, de hacer
y decir cuánto no se oponga a las leyes ni a las buenas costumbres". En fin, de libertad
encontraremos infinidades de acepciones y conceptos; pero para enfocarnos en los
aspectos más resaltantes de éste significado tendríamos que penetrar en los puntos de
vista histórico, religioso y ético.
Desde el punto de vista histórico, al igual que toda especie viviente procede por
evolución de toda una cadena de especies sin que se produzcan nunca saltos
espectaculares, así también toda conducta humana procede por evolución de toda una
cadena continua de conductas anteriores, sin saltos espectaculares (y si los hay es
preciso buscar los eslabones perdidos en vez de diseñar modernas mitologías). De lo
cual es preciso inferir que lo que hoy denominamos LIBERTAD procede por evolución
de la ESCLAVITUD, es decir que la realidad que hoy llamamos libertad es una forma
evolucionada de una realidad antigua, ya extinguida, que denominamos esclavitud.
Para muchos, libertad es el contrario de esclavitud (y no a la inversa). De manera que si
no hubiese existido la esclavitud, ni siquiera se hubiera percibido ni definido la libertad,
de la misma manera que si no hubiese oscuridad, nunca hubiéramos percibido y
definido la luz.
Esclava es la persona que no es dueña de sí misma, sino que es propiedad de otra
persona, física o jurídicamente. Por consiguiente, libre sería la persona sobre la cual
nadie ejerce derecho de dominio.
* VITALES: este grupo lo componen todos aquellos valores que tienen relación con la
vida, los que hagan posible una vida buena y plena dentro de la sociedad, como ser el
respeto y la consideración hacia los demás.
* ÉTICOS: tienen que ver con el “ deber ser” . Es decir, el cumplimiento de cada
persona del deber o responsabilidad que tiene como integrante de la sociedad.
* RELIGIOSOS: tienen que ver con las creencias y las prácticas religiosas; por ejemplo:
El amor al prójimo, lo que a su vez lleva a la caridad.
* ESPIRITUALES: hacen referencia a la existencia de una vida superior, y a la
trascendencia de la vida terrenal a la espiritual.
El reconocimiento legal de los derechos humanos ha tenido una larga historia. Algunos
derechos han sido incluidos en las leyes mucho antes que otros, que sólo han sido
aceptados después de largas luchas sociales. Por eso podemos clasificar los derechos
en grupos, a los que se suele denominar las tres generaciones de los derechos
humanos.
GENERACIÓN
ÉPOCA DE TIPO DE VALOR QUE FUNCIÓN
DE EJEMPLOS
ACEPTACIÓN DERECHOS DEFIENDEN PRINCIPAL
DERECHOS
Derechos Civiles:
Limitar la Derecho a la vida, a
acción del la libertad, a la
poder. seguridad, a la
Civiles y Garantizar la propiedad…
Primera S. XVIII y XIX LIBERTAD
políticos participación
política de Derechos Políticos:
los Derecho al voto, a la
ciudadanos. asociación, a la
huelga…
Promover
Derecho a un medio
Justicia, paz relaciones
Tercera S. XX y XXI SOLIDARIDAD ambiente limpio, a la
y solidaridad pacíficas y
paz, al desarrollo…
constructivas
-La primera generación incluye los derechos civiles y políticos. Estos derechos fueron
los primeros en ser reconocidos legalmente a finales del siglo XVIII, en la
Independencia de Estados Unidos y en la Revolución Francesa. Se trata de derechos
que tratan de garantizar la libertad de las personas. Su función principal consiste en
limitar la intervención del poder en la vida privada de las personas, así como garantizar
la participación de todos en los asuntos públicos. Los derechos civiles más importantes
son: el derecho a la vida, el derecho a la libertad ideológica y religiosa, el derecho a la
libre expresión o el derecho a la propiedad. Algunos derechos políticos fundamentales
son: el derecho al voto, el derecho a la huelga, el derecho a asociarse libremente para
formar un partido político o un sindicato, etc.
-La segunda generación recoge los derechos económicos, sociales y culturales. Estos
derechos fueron incorporados poco a poco en la legislación a finales del siglo XIX y
durante el siglo XX. Tratan de fomentar la igualdad real entre las personas, ofreciendo a
todos las mismas oportunidades para que puedan desarrollar una vida digna. Su
función consiste en promover la acción del Estado para garantizar el acceso de todos a
unas condiciones de vida adecuadas. Algunos derechos de segunda generación son: el
derecho a la educación, el derecho a la salud, el derecho al trabajo, el derecho a una
vivienda digna, etc.
-La tercera generación de derechos ha ido incorporándose a las leyes a finales del siglo
XX y comienzos del siglo XXI. Pretenden fomentar la solidaridad entre los pueblos y las
personas de todo el mundo. Su función es la de promover unas relaciones pacíficas y
constructivas que nos permitan afrontar los nuevos retos a los que se enfrenta la
Humanidad. Entre los derechos de tercera generación podemos destacar los siguientes:
el derecho a la paz, el derecho al desarrollo y el derecho a un medio ambiente limpio
que todos podamos disfrutar.
FUENTES DE CONSULTA
Cortina, A. (1996). El quehacer ético: guía para la educación moral. España: Santillana.
Aguilar Cuevas Magdalena, las tres generaciones de los derechos humanos (PDF)
http://www.cptrt.net/Documentos/LAS%20TRES%20GENERACIONES%20DE%20LOS
%20DERECHOS%20HUMANOS.pdf