Pedro y El Hilo Mágico
Pedro y El Hilo Mágico
Pedro y El Hilo Mágico
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"Pedro volvió a oír una voz que le llamaba y abrió los ojos. ¿Quien podrá
ser ahora?, se preguntó. Cual no sería su sorpresa cuando vio a su
madre de pie a su lado. Tenía un aspecto juvenil, saludable y radiante.
Pedro comprendió que la extraña mujer del bosque le había concedido el
deseo de volver a su niñez. Ni que decir tiene que Pedro saltó de la
cama al momento y empezó a vivir la vida tala como había esperado.
Conoció muchos momentos buenos, muchas alegrías y triunfos, pero
todo empezó cuando tomó la decisión de no sacrificar el presente por el
futuro y empezar a vivir en el ahora.
REFLEXIÓN
Por desgracia, la historia de Pedro y el hilo mágico no es más que
eso, un cuento. En el mundo real nunca tenemos una segunda
oportunidad de vivir la vida con plenitud. Hoy es tu oportunidad de
despertar a ese regalo que es la vida...antes de que sea tarde. El
tiempo se escurre entre los dedos como los granos de arena. Que
este nuevo día sea el inicio de tu vida, el día en que tomas la decisión
de concentrarte en lo más importante para ti. Toma la decisión de
invertir más tiempo con quienes dan sentido a tu vida. Deleitate en el
poder de esos momentos especiales. Haz las cosas que siempre has
querido hacer. Deja de posponer tu felicidad a expensas de la
realización. ¿Por que no disfrutar del proceso? Empieza a atender a tu
alma.
ACTÚA
Piensa en un área de tu vida en la que te gustaría crecer. ¿Qué haría aumentar
esa área? ¿Qué sería un nivel 10?
Ahora piensa en algo que evites, puede ser algo que lleves
pensando durante tiempo y no te atrevas a afrontar por miedo,
inseguridad, o puedo ser algo que te cueste llevar a cabo.
Te invito a que escojas una cosas que evites hacer y que durante la
próxima semana la pongas en práctica, a pesar del miedo, a pesar
de los inconvenientes, a pesar de la incomodidad, a pesar del
humor.
Cambia.
Pero empieza poco a poco, porque la dirección es más importante que la velocidad.
Siéntate en otra silla, al otro lado de la mesa.
Más adelante, cambia de mesa.
Cuando salgas, procura andar por el otro lado de la calle. Después cambia el camino,
anda tranquilamente por otras calles, observando con atención los lugares por donde
pasas.
Toma otros autobuses. Cambia por un tiempo el estilo de las ropas; da los zapatos
viejos y procura andar descalzo durante algunos días, aunque sea dentro de casa.
Dedica una tarde entera a pasear libremente, oír el canto de los pájaros o el ruido de
los coches.
Come un poco menos, come un poco más, come diferente: escoge nuevas salsas,
nuevos colores, cosas que nunca te atreviste a probar.
Almuerza en otros lugares, ve a otros restaurantes, toma otro tipo de bebida, compra
pan en otra panadería.
Almuerza más temprano, cena más tarde, o viceversa.
Prueba lo nuevo cada día: el nuevo lado, el nuevo método, el nuevo sabor, la nueva
manera de hacer algo, el nuevo placer, la nueva posición.
Elige otro mercado, otra marca de jabón, otra pasta de dientes.
Toma tu baño en otros horarios.
Usa bolígrafos de otros colores.
Ve a pasear por otros lugares.
Ama cada vez más, de maneras diferentes. Aun cuando pienses que la otra persona
puede asustarse, sugiere lo que siempre soñaste hacer, a la hora del sexo.
Cambia de bolso, de cartera, de maletas, compra nuevos lentes, escribe otras
poesías.
Abre una cuenta en otro banco. Frecuenta otros cines, otros peluqueros, otros teatros,
visita nuevos museos.
¡Cambia!
Y piensa seriamente en conseguir otro empleo, una nueva ocupación, un trabajo más
parecido a lo que esperas de la vida, más digno, más humano.
Si no encuentras razones para ser libre, invéntalas: sé creativo.
Y aprovecha para hacer un viaje modesto pero largo, y si es posible, sin destino.
Experimenta cosas nuevas. Cambia nuevamente. Cambia de nuevo. Prueba otra vez.
Conocerás ciertamente cosas mejores y cosas peores de las ya conocidas, pero no es
eso lo que importa.
Lo más importante es el cambio, el movimiento, el dinamismo, la energía.
Autor Desconocido