Nació Yeshua en Navidad
Nació Yeshua en Navidad
Nació Yeshua en Navidad
Con mucha frecuencia nos siguen haciendo esta pregunta: "¿Nació Jesús en Navidad?"
Al leer la Palabra de Dios, nos dimos cuenta:
Lucas nos dice que había pastores cerca de Beit-Lejem (Belén) "que velaban y guardaban a sus rebaños
durante las vigilias de la noche". Sin lugar a dudas, sus ovejas serían llevadas más tarde al Templo de
Yerushalayim para el sacrificio de la Pascua y otros. Los corderos de Beit-Lejem eran famosos por ser los
únicos sin manchas y sin defectos.
Estos pastores sabían que su misión no era solamente cuidar ovejas. Eran conscientes de que servían de
esa manera al Dios de Israel que vivía en el Templo de Yerushalayim. Sí, ellos cuidaban para El los
corderos que representaban "al CORDERO DE DIOS que vendría para quitar el pecado del mundo".
Eran judíos creyentes, muy humildes y estaban esperando el nacimiento del Mesías. Aquella noche,
cuando estaban en el campo guardando los rebaños, tuvieron una aparición de un ángel para darles las
buenas noticias de que había nacido, en ese día, el Cordero tan esperado.
"No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido
hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías (Cristo), el Eterno". (Luc 2:8-14)
Más tarde y para celebrarlo con ellos también, apareció "una multitud de las huestes celestiales que
alababan a Dios y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas y en la Tierra paz, buena voluntad para con los
hombres".
Pues bien, querido amigo/a, todo eso no pudo pasar en diciembre. ¿Qué por qué? Pues sencillamente
porque los pastores en la tierra de Israel no sacan a sus rebaños fuera de sus cuadras durante los meses
invernales por ser, como aquí, muy fríos.
Si de algún modo pudiéramos saber cuándo se quedó embarazada, podríamos saber también cuando nació
Yeshua. ¿Habría alguna manera de saberlo? Sí; la respuesta la encontramos en Lucas 1:24-26.
Cuando Z'jaryah (Zacarías) estaba ministrando en el Templo, se le apareció un ángel del Señor,
anunciándole el nacimiento de "Elías", es decir: su hijo Yojanán HaMatvil (Juan el inmersor).
Según la tradición judía, Elías tenía que nacer en Pésaj (la Pascua), comp. Mal. 4:5, que se celebra
durante el primer mes del año hebreo (lo que corresponde a marzo-abril aproximadamente).
En Lucas 1:17 el ángel recordó a Zacarías cuándo iba a nacer su hijo y más tarde Yeshua habla también
de él:
Como Zacarías era del grupo de Aviyah (Abías), Luc 1:5, le tocaba servir en la décima semana del año
lunar.
En el Templo había 24 grupos de sacerdotes que ministraban durante el año, y el grupo de Abías era el
octavo. (1ª Crónicas 24:10)
De esta manera podemos saber cuándo le tocó servir a Zacarías. Cuando volvió a casa, Elisheva se quedó
embarazada. Eso fue alrededor del cuarto mes lunar, que corresponde a junio-julio aproximadamente.
Nueve meses más tarde, en la Pascua hebrea, nació su hijo y seis meses después Yeshua.
"Y después de estos días, Elisabet su mujer, concibió; y se recluyó por cinco meses. Y al sexto mes, el
ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen, y el nombre
de la virgen era Miryam (María)".
"Y he aquí, tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella,
la que llamaban estéril. Porque ninguna cosa será imposible para Dios. Entonces Miryam dijo: He aquí la
sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia". (Luc 1:36-38)
Con toda seguridad Miryam se quedó embarazada en el momento de responder a la Palabra de Dios. Fue
entonces cuando el Mesías bajó del Cielo y entró en el vientre de la que iba a ser Su madre.
Era el sexto mes del embarazo de Elisheva (Elisabet) y el noveno mes del año que corresponde a
noviembre-diciembre aproximadamente. Después Miryam se fue a visitar a Elisabet y se quedó con ella
hasta el duodécimo mes, que corresponde más o menos a febrero-marzo. ( Lucas 1:56)
Desde el 25 día del noveno mes hasta el 2 ó 3 día del décimo mes Israel tiene una fiesta llamada Januká
que significa "inauguración" o "dedicación". Más o menos corresponde a la mitad de diciembre.
Durante esas fechas todo Israel celebra que los hermanos macabeos derrotaron a las tropas de Antíoco
Epífanes en el siglo II AEC que - entre otras muchas cosas - no solo quiso helenizarles, sino que también
profanó el Templo sacrificando cerdos en el altar. (Para más información, lee los libros apócrifos de los
Macabeos.)
Cada día se enciende una luz de las nueve que tiene la Januká - el candelabro de nueve brazos - y de ahí
que a esta fiesta también se la conozca como "la fiesta de las Luces".
Entonces, con todos estos datos ¡qué fácil es ver que El fue engendrado precisamente en esa fiesta para
nacer cuarenta semanas más tarde como todo ser viviente que tiene listo el cuerpo en el que va a vivir el
resto de su vida! (Gálatas 4:4)
Sí, la LUZ DEL MUNDO vino justamente mientras la nación de Israel la celebraba. Yeshua la celebró
cada año también (Juan 10:22,23). Es más, El dijo: "Yo soy la Luz del mundo; el que Me sigue no andará
en tinieblas, sino que tendrá LA LUZ DE LA VIDA". (Juan 8:12)
La tradición judía nos cuenta que Israel no pudo celebrar Sukot mientras que duró la guerra contra
Antíoco y su ejército. Por eso, cuando fue posible lo hicieron durante los ocho días consecutivos que dura
la fiesta de Januká, vinculando así las dos fiestas.
Si contamos las 40 semanas del embarazo de Miryam, veremos que terminan precisamente en Sukot, la
fiesta de las Cabañas (tabernáculos). Un embarazo dura 40 semanas, lo cual corresponde a 9 meses y
medio, según el calendario bíblico. Cada mes lunar dura 29 o 30 días.
Por lo tanto, esta palabra en Juan nos da una clave para pensar que la Palabra (la Torah) de Dios naciera
en LA FIESTA DE LOS TABERNACULOS, que se celebra en el séptimo mes hebreo, lo cual
corresponde a finales de septiembre o principios de octubre.
"Y Jacob siguió hasta Sucot, y se edificó una casa, e hizo cobertizos (en hebreo sucot) para su ganado;
por eso al lugar se le puso el nombre de Sucot".
"Y dio a luz a su hijo primogénito; Le envolvió en pañales y Le acostó en un pesebre, porque no había
lugar para ellos en el mesón".
El Mesías nació en un establo y fue puesto en un pesebre. Ese establo podía haber sido muy bien una
cabaña (suka). ¿En qué otra fiesta del año se podría encontrar una suka?
¿Por qué no había lugar en el mesón? No solo por el famoso empadronamiento. Otra razón - quizás la
más importante, aunque omitida - era que se celebraba la 3ª fiesta en Jerusalén que estaba a tan sólo unos
kms. de Belén (Beit-Lejem). (A esa fiesta todo varón debía asistir. Ver Levítico 23.)
Por la cantidad de peregrinos que subían a Yerushalayim no había lugar en el mesón para Yosef y
Miryam.
Si fue así, Yeshua nació en el séptimo mes (calendario bíblico), durante la fiesta de las Cabañas y en una
suka (septiembre-octubre aprox.).
En la tradición judía a la fiesta de Sukot se la conoce como: "la fiesta de nuestro gozo".
Otro nombre para esa celebración es: "la fiesta de todas las naciones (gentiles)".
"No temáis, porque he aquí, os traigo buenas nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo". (Lucas
2:10)
¿Sabías que durante Sukot se sacrificaban 70 toros a la hora de interceder Israel por las 70 naciones de los
gentiles? Si hay un deseo en Israel es el de "bendecir a todas las naciones para que todas ellas Le alaben
y Le conozcan". (Génesis 12:3; Números 29:12-32; Salmo 67; 117)
Sukot ha sido, es y será la fiesta de Israel y también la de las naciones que acepten al Mesías y al Dios de
Avraham, Yitsjak y Yaakov. Por eso será celebrada durante los 1000 años del reino mesiánico. (Z'jaryah
14:16-18)
Ese "oriente" no se refiere a China, sino a Babilonia. Desde la deportación de los judíos por
Nabucodonosor en el año 586 A.E.C. estaba allí la comunidad judía más grande del mundo. (Génesis
29:1; Jueces 6:3)
A los hebreos como Daniel, Ananías, Misael y Azarías se les llamaron sabios y fueron contados entre los
astrólogos, magos y otros consejeros de los reyes, Daniel 2:13-18,48,49. En el texto griego de Mateo se
ha usado la palabra "magos" y se refiere a estos sabios de Babilonia.
Como hemos dicho anteriormente, durante la fiesta de las Cabañas la costumbre es de construirlas con un
techo hecho de ramas, para que se pueda ver las estrellas. Tal vez estos astrónomos, que las estudiaban
continuamente, estaban mirando el cielo durante Sukot y se dieron cuenta de que una estrella nueva
estaba alumbrando en el firmamento, relacionándola con las profecías.
"Lo veo, pero no ahora; lo contemplo, pero no cerca; una estrella saldrá de Jacob, y un cetro se levantará
de Israel que aplastará la frente de Moab y derrumbará a todos los hijos de Set. Edom será una posesión;
también será una posesión Seir, su enemigo; mientras que Israel se conducirá con valor. De Jacob saldrá
El que tendrá dominio, y destruirá al remanente de la ciudad".
(Números 24:17-19)
El calendario de Dios es exacto. Todo está planificado de antemano. Como Yeshua puso Su cabaña entre
nosotros en el primer día de la fiesta de las Cabañas, Su circuncisión pudo haberse llevado a cabo en el
último y gran día de la fiesta, el Simjat Torah, es decir: en "el regocijo de la Torah".
Su vida, Su muerte - que ocurrió en el preciso momento cuando el cordero pascual fue sacrificado en el
Templo aquel año - y Su resurrección en el día en que se ofrendaba la primera gavilla que simbolizaba "el
primer fruto de la cosecha", pasaron según el reloj del tiempo.
La venida del Ruaj Ha-Kódesh (el Espíritu Santo) fue en Shavuot (Pentecostés), exactamente cuando se
celebra la venida de la Torah (instrucción, ley) de Dios en el monte Sinaí para ser escrita en los corazones
de los que habían sido "circuncidados de corazón", "los nacidos de nuevo". (Jer. 31:33)
Y por último, El volverá en el día y la hora que el Padre tiene marcado. Para entonces "el tiempo de los
gentiles habrá terminado", se habrán "restaurado todas las cosas, incluyendo Sión". Yerushalayim "habrá
dejado de ser pisoteada por los gentiles" y todo estará listo para dar la bienvenida al REY DE REYES Y
SEÑOR DE SEÑORES. (Romanos 11:25; Hechos 3:21; Salmo 102:13-18; Isaías 2:2-4; Zacarías 14:16-
19)