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ARBOR Ciencia, Pensamiento y Cultura

Vol. 191-774, julio-agosto 2015, a246 | ISSN-L: 0210-1963


doi: http://dx.doi.org/10.3989/arbor.2015.774n4001

FRANCISCO UMBRAL Y LA POESÍA / FRANCISCO UMBRAL AND THE POETRY

LAS SOMBRAS DE ALEIXANDRE ALEIXANDRE’S AND CERNUDA’S


Y CERNUDA EN LA POESÍA DE SHADOWS AT FRANCISCO
FRANCISCO UMBRAL UMBRAL’S POETRY

Marina Casado Hernández


Universidad Complutense de Madrid
Marina.casado.hernandez@gmail.com

Cómo citar este artículo/Citation: Casado Hernández, M. Copyright: © 2015 CSIC. Este es un artículo de acceso abierto
(2015). “Las sombras de Aleixandre y Cernuda en la poesía de distribuido bajo los términos de la licencia Creative Commons
Francisco Umbral”. Arbor, 191 (774): a246. doi: http://dx.doi. Attribution-Non Commercial (by-nc) Spain 3.0.
org/10.3989/arbor.2015.774n4001

Recibido: 11 marzo 2014. Aceptado: 26 septiembre 2014.

RESUMEN: Francisco Umbral fue un poeta tardío: no publicó su ABSTRACT: Francisco Umbral began late as a poet, not publishing
primera obra poética hasta 1981. En su poesía, puede apreciarse his first poetic works until 1981. We can particularly see the
especialmente la influencia de dos miembros de la Generación influence of two members of Generation of ’27 in his poetry:
del 27: Vicente Aleixandre y Luis Cernuda, que se acogieron a la Vicente Aleixandre and Luis Cernuda, who represent the more
vertiente más formalista de su generación, rechazando la popu- formal aspect of their generation, having eschewed the more
lar. Además, ambos se caracterizan por imprimir narratividad a su popular facet. They are characterised by narrative poetry, which
poesía, un rasgo que también hallamos en la de Umbral. La huella is also a feature of Umbral’s poetry. The most notable influence
más visible de Aleixandre en la obra poética umbraliana es, sin of Aleixandre is the constant use of metaphors. The perspective
duda, la constante metaforización. La perspectiva de “pesimis- of “chronic pessimism”, the spleen that we find in his verses, are
mo crónico”, el spleen que envuelve los versos, es influencia de an influence of Cernuda. This study examines the link between
Cernuda. El presente trabajo analiza el vínculo entre un poema an Aleixandre’s poem, “Hija de la mar”, and a Umbral’s poem,
de Vicente Aleixandre, “Hija de la mar”, y otro de Umbral, “He- “Herramienta del mar”, and it relates both poems with the
rramienta del mar”, relacionando ambos con los personajes que characters who live in Cernuda’s poetry and prose fiction. We
habitan la poesía y la narrativa de Cernuda. Además, en los tres can also find a link between love and death in the three poets.
hallamos una relación entre el amor y la muerte.

PALABRAS CLAVE: poesía; influencia; metáforas; pesimismo; KEYWORDS: poetry; influence; metaphors; pessimism; sea;
mar; inocencia; amor; muerte. innocence; love; death.
1. VOCACIÓN NARRATIVA Y PRESENCIA DE LA GENE- prosa de acento poético donde se elucida la experien-
RACIÓN DEL 27 cia de la vida” (Umbral, 1994, p. 180).
a246 Umbral no publicó su primera obra poética hasta Vicente Aleixandre y Luis Cernuda destacan, dentro
1981. Se trata de Crímenes y baladas. Antología de de su generación poética, por rechazar la vertiente
prosas líricas, una colección de poemas, la mayoría popular que tanto atrajo a otros poetas de su tiempo,
Las sombras de Aleixandre y Cernuda en la poesía de Francisco Umbral

de ellos en prosa, que bien pudieran ser pequeños re- como Lorca o Alberti, y decantarse más por el forma-
latos, debido a su carácter marcadamente narrativo, lismo. A este respecto, conviene rescatar las palabras
generador de historias. En el prólogo a la Obra poética de García-Posada en el prólogo de Crímenes y bala-
(1981-2001) de Umbral, Miguel García-Posada inter- das: “Umbral se adhería a la tradición más barroca,
preta así esta convergencia entre lírica y narrativa: más formalista, de nuestra literatura; más Quevedo
Él no se consideraba poeta profesional, aunque se que Cervantes, más Miró que Baroja, más Darío que
estimaba y valoraba como prosista, no tenía en gran Clarín, más Valle que Azorín” (Umbral, 2009, p. 14).
aprecio su obra poética […]. La prosa […] fue la gran Ese culteranismo que se aprecia más visiblemente en
arma que le dio la vida para hacerle frente; la poesía la obra de Aleixandre y Cernuda, lo extiende Umbral a
no le había servido para eso […]. Pero fue decisiva en toda la Generación del 27:
la constitución de su estilo. La generación del 27 […] tiene una acusada voca-
[…] Sin lo poético, su prosa –su estilo, en definitiva- ción minoritaria, cultista, y las excepciones dentro del
habría sido muy otro; es lo poético lo que le da el to- grupo son contadas […]: García Lorca el primero, en
que especial, la nota distintiva que la identifica como cierto modo Salinas (como poeta amatorio) y Alberti
prosa autorial (Umbral, 2009, pp. 21-22). como poeta político.

La poetización, según García-Posada, se encuentra Guillén o Aleixandre se mantienen tan virginales


presente en toda la obra de Umbral, no sólo en la poé- como el primer día (Umbral, 1994, p. 217).
tica, y en la práctica se traduce como el uso constante
A Guillén y Aleixandre Umbral tendría que sumar-
de acertadas metáforas. Por tanto, aunque Umbral
les, sin duda, a Cernuda, obsesionado con el rechazo
no publicase su primera obra de poesía hasta 1981,
a lo popular. Respecto a las excepciones que señala,
se puede afirmar que esta ya se encontraba presente
García Lorca fue para él objeto de estudio, incluso es-
desde siempre.
cribió un ensayo dedicado por entero al granadino:
Esta convergencia umbraliana que poetiza su pro- Lorca, poeta maldito. De Rafael Alberti le quedó en su
sa también prosifica su poesía, sobre todo la de su obra –sobre todo, en la de los últimos años- esa ten-
primera obra, Crímenes y baladas. En cada poema, dencia a dedicar poemas a personalidades –amigos,
asistimos como lectores al despliegue de una histo- artistas, políticos-, ensalzándolos o describiéndolos,
ria independiente, o continuada, como ocurre con el simplemente. De Alberti rechaza la faceta de poeta
personaje ficticio de Leticia/Lutecia, que protagoniza social. Y es que Umbral nunca fue favorable a este
numerosas de las composiciones de este primer libro, tipo de poesía, llegando hasta el punto de llamar “un
permitiéndonos conocerla “por capítulos”. recitador, más que un poeta” a León Felipe.
García-Posada atribuye la poetización de su prosa A pesar de que en la obra umbraliana apreciamos,
a la influencia que sobre él ejerce la obra de Marcel en mayor o menor medida, el rastro de casi todo el 27,
Proust, que a su vez derivaría de la intersección entre en este trabajo me he centrado en analizar, la huella
Chateaubriand, Ruskin y Baudelaire. En cuanto a su concreta de Aleixandre y Cernuda destacando distin-
verso, afirma el crítico que procede de Juan Ramón y tos aspectos –como el carácter narrativo ya citado- en
de los poetas del 27 y Neruda. Profundizando en este los que las poéticas coinciden, incluso poemas deter-
punto, hemos de atender a lo que el propio Francis- minados de Umbral que recuerdan inevitablemente a
co Umbral dijo acerca de Vicente Aleixandre, su más alguno de la obra alexandrina o cernudiana.
adorado poeta de la Generación del 27: “Aleixandre
nunca abandonó, hasta última hora (deben descon-
2. LA VISIÓN UMBRALIANA DE ALEIXANDRE Y CERNUDA
társele los libros de la vejez) el tono narrativo, lo que
le mantiene vivo y fresco” (Umbral, 1994, p. 180). Y Francisco Umbral leyó las obras de Vicente Aleixan-
aunque no tan admirado –al menos, en apariencia-, dre y Luis Cernuda siendo muy joven. En novelas y
Luis Cernuda también le suscitó las siguientes pala- ensayos repite la anécdota de que, durante un viaje
bras: “Sólo quiere dar un verso de pensamiento, una con amigos a Londres, se encontró en la casa donde

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vivía Cernuda, pero que él poeta se negó a recibirlos. es la loca del pueblo,
A Aleixandre sí llegó a conocerlo y a establecer con él y lleva en la cabeza las coronas de agua
una relación de amistad. que trae la primavera a los dioses en seco. a246
Fue la apertura al mundo y a la luz para nuestra (2009, p. 142)
adolescencia sombría. […] Era la altura, el deslumbra-

Marina Casado Hernández


miento, la luz, la pasión, el paraíso sin sombra, todo
Precisamente, la ausencia de metaforización es la crí-
eso que el adolescente sabe que está en algún sitio y
tica más importante que Francisco Umbral realiza a la
no lo encuentra (Umbral, 1994, p. 175).
obra de Luis Cernuda: “Cernuda decide suprimir la metá-
fora, pero la sustituye por algo peor: un énfasis, un punto
Así describe a Umbral a Vicente Aleixandre en el ca- de vista del poeta […]. Ejerce un misoneísmo difícil de
pítulo que le dedica dentro de su colección de artícu- aguantar” (1994, p. 180). Umbral, al igual que Aleixan-
los y ensayos Las palabras de la tribu. Mientras para dre, prefiere sugerir al lector que sentar cátedra.
todos los demás escritores –de varias generaciones-
que desfilan por las páginas de este libro tiene pala- Umbral siempre fue muy crítico con la persona de
bras críticas, o de reserva, en el caso de Aleixandre su Cernuda, atribuyendo gran parte de su fama a la va-
valoración es absolutamente positiva. Aleixandre era, lentía a la hora de declarar su homosexualidad en su
para Umbral, un faro en la oscuridad de la dictadura obra, y llegando a afirmar que “Cernuda era gran poe-
franquista, un paréntesis de luz, un refugio de autén- ta y mala persona” (1994, p. 182).
tica poesía. Un ser elevado que, sin embargo, gustaba Sin embargo, y a pesar de sus reservas, se aprecia
de vivir entre los hombres. En sus propias palabras: influencia de Cernuda en la obra poética de Umbral,
“la máxima luz, la luz toda de la poesía” (1994, p. 152). incluso a simple vista, si solo hojeamos los títulos –no
De él destaca, por encima de todo, la pasión por la cabe duda de que al escribir “Preludio para un cuer-
vida, su dedicación absoluta a la poesía, su alejamien- po”, Umbral pensó de manera consciente o incons-
to consciente de cualquier tipo de ideologización, ciente en los “Poemas para un cuerpo” del sevillano-.
como si viviera en una dimensión atemporal, exclusi- Lo más evidente es ese spleen cernudiano, vinculado
vamente poética. La Naturaleza presente en los poe- a un pesimismo crónico, a una desesperanza, a un
mas de Aleixandre es, muchas veces, una Naturaleza cansancio que envuelve la poética de uno y otro –radi-
intuida o soñada, debido a la condición de enfermo calmente contrario a la pasión, incluso la euforia, ex-
crónico del poeta, obligado a un reposo constante. hibida por Aleixandre-. En el caso de Umbral, el falle-
Pero esto, para Umbral, no constituye una limitación, cimiento de su hijo a los cinco años –tras una dolorosa
sino al contrario: eleva aún más la consideración que y larga enfermedad- dejó en él un poso de amargura
de él tiene. y una permanente tendencia a la contemplación de la
muerte como algo cercano, siempre presente.
La huella más visible de Vicente Aleixandre en la
obra poética umbraliana es, sin duda, la constante Pero esa perspectiva pesimista la encontramos en
metaforización. Dice Umbral: “Su primer libro, éste, Umbral incluso antes del fallecimiento de su hijo.
Pasión de la tierra, lo leí de muy joven, encontrando Relacionado con esto, en su biografía, Anna Caballé
que estaba entre la greguería y el surrealismo: «Las refiere una curiosa anécdota ocurrida en 1950, en la
viejas respiran por sus encajes»” (1994, p. 175). La juventud del escritor. Durante un recital poético cele-
poesía umbraliana también se encuentra plagada brado en el Teatro Carrión de Valladolid, Umbral:
de metáforas que casi podrían considerarse gregue-
Leyó con su voz enfática: “Estoy cansado…, estoy
rías –teniendo en cuenta la importancia que atribuía
cansado…, estoy cansado…, estoy cansado”. Lo repitió
Umbral, en cuanto a influencia, a Ramón Gómez de
un montón de veces. Después salió del escenario con
la Serna-, hasta el punto de que existen poemas que
[…] solemnidad.
constituyen una sucesión de imágenes precisas e in-
geniosas, como “La lluvia”: Hay un poema de Luis Cernuda titulado “Estoy cansa-
do” que pudo darle la idea. Forma parte de su libro Un
La lluvia es un paraguas
río, un amor, publicado en 1929 (Caballé, 2004, p. 111).
que perdió las varillas,
Esta anécdota nos plantea la cuestión de hasta qué
la lluvia es un caballo
punto era consciente Umbral de la influencia que so-
que se escapa en la noche, bre él ejerció la obra de Cernuda, y la pregunta de por
la lluvia va desnuda, qué se mostraba tan escéptico ante esa idea.

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3. COSMOVISIÓN Y PERSONIFICACIÓN DE LA NATU- ambos casos, así como el color de la pureza: el azul
RALEZA. MAR E INOCENCIA –la niña de Aleixandre tiene los ojos azules, y Umbral
Umbral concebía a Vicente Aleixandre como un menciona que son “los azules del tiempo” los que
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“poeta cósmico”, es decir, que usaba en su poesía el configuran a la suya-. El cuerpo, en los dos poemas,
método deductivo: de lo universal –la Naturaleza- a lo se encuentra tendido, y también hallamos similitudes
Las sombras de Aleixandre y Cernuda en la poesía de Francisco Umbral

particular –su propia condición humana, con sus sen- en su descripción –Aleixandre lo describe “dorado”, y
timientos y emociones-. En palabras del propio Um- Umbral habla de su “vientre dorado”-.
bral: “El primer impulso en el poeta […] es un impulso Los dos poemas hacen referencia a un estado de
hacia el universo […]. Y luego, vuelto a sus límites hu- inocencia inicial, que en Umbral se vincula con el mito
manos, necesita hacer su pasión practicable, referirla bíblico de Eva, la primera mujer, cuando dice: “Siem-
a alguien, a una persona” (1994, p. 178). pre ese mito leve, esa chica primera”. Aleixandre no
Para Umbral, al actuar así Aleixandre “se sentía uni- llega a tanto y se queda, simplemente, en relacionar
verso”, parte de la Naturaleza. Esta huella aleixandri- a su muchacha con una personificación de la Natu-
na la podemos apreciar en los poemas de Umbral que raleza. Sin embargo, las protagonistas de uno y otro
hacen alusión a elementos naturales como el mar, la poema aparecen asociadas a una idea de pureza, de
lluvia, la tormenta. Afirma que “la lluvia es algo que virginidad, igual que esa primera mujer del mito bíbli-
nos pasa y se parece a la tristeza” (2009, p. 144). Al co. La de Aleixandre es una “irresponsable belleza que
interpretar la lluvia como un estado de ánimo lo que a sí misma se ignora”, “sola isla aún intacta”; Umbral
persigue Umbral es sentirse parte del universo. Al habla de “su sexo nocturno como enigma en la luz”.
igual que en “Herramienta del mar” y “Herramienta La palabra “enigma” se ha de interpretar en este caso
del aire”, el ser humano se concibe como objeto de la como algo que todavía permanece intangible, aunque
Naturaleza y no al contrario: no es la Naturaleza la que no inalcanzable.
se pone al servicio de lo humano. En los dos poemas, ese estado de inocencia parece
Precisamente el poema “Herramienta del mar” fácil de romperse. La muchacha de Aleixandre posee
(Umbral, 2009, p. 37), guarda una gran similitud con “un desnudo dócil a su tacto”, pero el poeta se recrea
“Hija de la mar” (Aleixandre, 2005, p. 407), incluido en en el bienestar producido por su mera contemplación,
la obra aleixandrina La destrucción o el amor. Ambos sin barajar la idea de tocarla. Los versos de Umbral,
poemas describen a una mujer joven que permanece por el contrario, proyectan unida a esa calma una cier-
tendida, sola, en la orilla; una mujer que pertenece al ta ansiedad, que nos hacen pensar que la quietud, la
mar –Aleixandre la llama “hija” y Umbral “herramien- inocencia, se quebrará de manera inminente: “sexo
ta”-. Desde los primeros versos, la idea es la misma: despierto”, “fresca esperanza”, “pálida expectativa”,
“Muchacha, corazón o sonrisa, / caliente nudo de pre- “lo disponible, lúcido y femenino”. Y en uno de sus
sencia en el día”, comienza el poema de Aleixandre. últimos versos, Umbral especifica más ese momento:
“La muchacha en su playa, en su luz matutina”, arran- “cuando todavía el mundo tiembla de expectativas”.
ca el de Umbral. Observamos que la palabra “mucha- La muchacha marina de Umbral podría interpretar-
cha” se repite en ambos, así como la vinculación con se como una proyección de la de Aleixandre, avanza-
la mañana –“en el día”, “luz matutina”-. Esta joven do el tiempo, a punto ya de marchitarse su inocencia.
protagonista marina es el símbolo de la inocencia.
Aleixandre lo expresa claramente en sus versos: “Tu En la obra de Luis Cernuda, también hallamos la
inocencia como un mar en que vives”, “No mientas presencia de criaturas fuertemente vinculadas al
nunca, conserva siempre / tu inerte y armoniosa fie- mar, que toman identidad masculina –debido a su
bre que no resiste”; mientras que Umbral alude a que homoerotismo-, al contrario que en Aleixandre y
ella está dormida, es decir, vulnerable e inerte: ino- Umbral. En Cernuda, es la figura del marino la que se
cente. La quietud que invade al personaje umbraliano, identifica con el mar o con algo perteneciente a él,
por el que “pasan tiempos y pasan sueños” es la mis- además de asociarse con la idea de sensualidad. En
ma inercia mencionada que domina al de Aleixandre; el relato “El indolente” –que casi podríamos calificar
inercia que se identifica con la Naturaleza, que perma- de prosa poética-, asistimos a la aparición de una de
nece sobre la efímera existencia de los hombres. estas criaturas marinas tan frecuentes en la obra cer-
nudiana, un joven pescador, Aire:
El desnudo, otro símbolo de la inocencia –relaciona-
do en la Biblia con el estado natural de la mujer antes Miré al islote de la Pena Muerta. Vi su fortaleza en
de su expulsión del Paraíso- se produce también en ruinas bajo la luz dorada de la mañana. […]

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Entonces surgió una aparición. Al menos por tal la “A lo largo de tantas lentas mañanas, ganadas en
tuve, porque no parecía criatura de las que vemos a ocio celeste,
diario, sino emanación o encarnación viva de la tierra […] De reposo divino, divina indiferencia;
que yo estaba contemplando. a246
Caído el cuerpo flexible y seguro, como un arma mortal,
Aquella criatura, fuese quien fuese, saltando des- Ante la gran criatura enigmática, el mar inexpresable,

Marina Casado Hernández


nuda entre las peñas, con agilidad de elemento y no
Sin deseo ni pena, igual a un dios” (Cernuda, 2005, p. 238).
de persona humana, se fue acercando poco a poco.
Así conocí a Aire. Sin duda, Umbral bebió de ambas fuentes –Aleixan-
dre y Cernuda- para escribir “Herramienta del mar”.
[…] Había en su pelo esas vetas más claras de la También para formar su concepción de la Naturaleza
concha llamada carey, tonalidad que denota larga fa- como algo ajeno al hombre y más poderoso, más vas-
miliaridad con el mar. Su cuerpo me apareció aquella to que el mero existir humano.
mañana sobre el cielo, fino, resistente y esbelto, tal
modelado por las olas, que entienden de eso como 4. LA CONCEPCIÓN ALADA DEL AMOR. EROS Y TÁNATOS
escultor ninguno ha habido en la tierra (Cernuda,
2002, p. 280). La obra poética umbraliana concibe el amor como
sexualidad. Él mismo lo especifica en un poema cuan-
En este fragmento se observan elementos comu- do dice, refiriéndose al sexo: “Lo llamamos amor
nes a los respectivos poemas de Aleixandre y Umbral, porque nos turba” (2009, p. 200). Y unos versos más
como la playa, la mañana, el color dorado –en esta adelante: “Es la vuelta de las especies, / la hermosa
ocasión, en la luz-, el desnudo, la familiaridad del mu- zoología de nuestras vidas”. Por tanto, para Umbral las
chacho con el mar, hasta el punto de parecerle al na- relaciones sexuales son el regreso a la animalidad que
rrador que forma parte de él, o que han sido las olas aún pervive en los seres humanos, la vía mediante la
las que lo han “modelado”. Aire podría ser un “hijo de cual estos pueden volver a sentirse parte de la Natura-
la mar”. La principal distinción entre este personaje leza, como un elemento más, en la línea propugnada
masculino y los dos femeninos anteriores es que este por Vicente Aleixandre.
se encuentra en movimiento, saltando, acercándose.
Cernuda no se limita a la contemplación, ni siquiera a En “Lo ciego” (2009, p. 39), Umbral alude a esta
la contemplación ansiosa, sino que entra en interac- animalidad del encuentro sexual en la que se acalla
ción con esa Naturaleza personificada. Tal vez por eso, la conciencia: “Los amantes sin rostro son sólo cuer-
simbólicamente, después de que el narrador trate de po ciego, humanidad violenta”. En ese instante que
“domesticar” a Aire, culturizándole y alejándolo de su él describe como “ciego”: “Están ya muy altos, altos
estado salvaje natural, el muchacho acaba muriendo los dos amantes, en la carrera ciega, tropeles hacia el
en el mar, como si el mar lo reclamase. cielo”. La analogía con el cielo se repite en “Indele-
ble” (2009, p. 41), donde habla de “la presencia de
Lo que en Aleixandre y Umbral es una muchacha, un cielo más profundo y más negro” que se identifi-
una niña, en Cernuda es un marino. Los marinos, en ca con el sexo femenino. En “Vencidos” (2009, p. 38),
su obra, cobran un aspecto angelical, atributos simila- Umbral describe la situación posterior a un encuentro
res a los de las muchachas: “Los músculos dorados del sexual: “Vencidos los amantes, vencidos, caminantes;
marino” (Cernuda, 2005, p. 189). direcciones contrarias, alejarse, encontrarse: iban uno
Los siguientes versos del poema cernudiano “A un hacia otro, daban miedo al silencio, iban hacia el en-
cuentro: se han perdido en el cielo”. Es decir, que una
muchacho andaluz” hablan, en correspondencia con
vez alcanzado el cielo, cuando todo termina, se dis-
el de Umbral, de “forma primera”: “¿Eras emanación
persan allí: se pierden en medio del silencio.
del mar cercano? / Eras el mar aún más / Que las
aguas henchidas con su aliento, / […] Eras forma pri- Existe un poema de Vicente Aleixandre, incluido en
mera, / Eras fuerza inconsciente de su propia hermo- La destrucción y el amor, titulado “La luz”, en el que
sura (Cernuda, 2005, p. 221). Esa “fuerza inconsciente también mezcla las ideas de amor, cielo y silencio:
de su propia hermosura” es la misma “irresponsable
¡Ay amorosa cadencia de los mundos remotos,
belleza que a sí misma se ignora” que hallábamos en
los versos de Aleixandre. de los amantes que nunca dicen sus sufrimientos,
de los cuerpos que existen, de las almas que existen,
Y la posición tendida de la muchacha dormida en la
orilla, ajena aún al deseo, la descubrimos también en de los cielos infinitos que nos llegan con su silencio!
Cernuda en el poema “El joven marino”: (Aleixandre, 2005, p. 362)

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En este caso, el adjetivo “infinitos” ha de interpre- respuesta”, dirá. El sexo se concibe así como una vía
tarse como sinónimo de desolación, de corrupción de de escape de la muerte. Pero en Umbral, el sexo re-
ese cielo alcanzado a través del amor y arrasado por el sulta efímero, fugaz: aparece ensombrecido por un
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silencio, por la incomunicación. Un cielo donde es fácil pesimismo que transforma al yo poético en un ser in-
perderse, como les ocurre a los amantes de Umbral. satisfecho, abocado a la espera, a la soledad.
Las sombras de Aleixandre y Cernuda en la poesía de Francisco Umbral

La concepción alada del sexo, o del amor, la encon- Esta dimensión pesimista no se corresponde con la
tramos también en la poética de Luis Cernuda. “Si el perspectiva de Aleixandre, cuyos poemas amorosos
amor fuera un ala”, llega a decir Cernuda. En su obra expresan una dicha imparable, eterna. En Aleixandre,
Donde habite el olvido, escrita tras un romance frus- el amor es destrucción, muerte, pero se trata de una
trado, describe el amor como un “Afán que en otro muerte dulce y añorada, porque es terminar con la
tiempo levantaba / Hasta las nubes sus olas melan- propia vida para vivir dentro del ser amado: “Quiero
cólicas”. En estos versos, además, Cernuda identifica
amor o la muerte, quiero morir del todo, / quiero ser
el amor con el mar, con el agua, algo que ocurre a lo
tú, tu sangre, esa lava rugiente” (2005, p. 362).
largo de toda su obra. Volvamos de nuevo al poema
umbraliano “Vencidos”, donde leemos: “Vencidos, los En este sentido, la poética de Umbral se encuen-
amantes, son un río que pasa, son un lago que que- tra más vinculada a la de Luis Cernuda, con el que
da, una pura ensenada. Vencidos, los amantes, son un comparte ese sentimiento de pesimismo que parece
mar que regresa”. En Umbral, igual que en Cernuda, el sobrevolar incluso los momentos de mayor entrega
final de un amor es agua en calma, lo que antes había amorosa. Así ocurre, por ejemplo, en los versos que
sido olas y tempestades que ascendían. dicen “Qué ruido tan triste / el que hacen dos cuerpos
En ese mismo poema, “Vencidos”, Francisco Umbral cuando se aman”. Al igual que para Umbral, para Cer-
termina diciendo: “Qué silencio de espada”. La espada nuda “Mentira, amor, placer no son la muerte”, pero
aquí simboliza la muerte, el final repentino de la vida, sí conducen a ella al terminarse: “No es el amor quien
que llega cuando termina el encuentro sexual, la co- muere, somos nosotros mismos”. La muerte en Cer-
municación mágica entre los amantes. Para Umbral, nuda también debe interpretarse como algo negativo,
el amor –o el sexo- se encuentra íntimamente ligado al contrario que en Aleixandre, que la concibe como
a la muerte. “Si la muerte es pregunta, el sexo es la vía de mayor unión con el ser amado.

BIBLIOGRAFÍA
Aleixandre, V. (2005). Poesía Completa (ed. Cernuda, L. (2002). Prosa II (ed. D. Harris y Umbral, F. (1994). Las palabras de la tribu.
A. Duque Amusco). Madrid: Visor. L. Maristany). Madrid: Siruela. Barcelona: Planeta.
Caballé, A. (2004). Francisco Umbral. El frío Cernuda, L. (2005). Poesía Completa (ed. D. Umbral, F. (2009). Obra poética 1981-2001 (ed.
de una vida. Madrid: Espasa Calpe. Harris, D. y L. Maristany). Madrid: Siruela. M. García-Posada). Barcelona: Seix Barral.

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