Fracturamiento Ácido Todo
Fracturamiento Ácido Todo
Fracturamiento Ácido Todo
En algunos carbonatos hay posibilidad de elegir entre una fractura ácida o una fractura con
agente de sostén. Cada técnica tiene sus ventajas y desventajas. Los reservorios
carbonatos de baja permeabilidad pueden necesitar agente de sostén debido a la limitación
de la longitud de la fractura grabada.
Las fracturas ácidas son limitadas a ciertos carbonatos cuando las fracturas con agente de
sostén pueden ser utilizadas en cualquier tipo de formación. El ácido, si es utilizado solo,
no deja polímeros en la fractura, y por lo tanto no habrá daño residual lo que implica una
mejor conductividad. Como el ácido disuelve la matriz, en la cercanía del pozo disolverá la
zona de tortuosidades dejando una buena conexión pozo formación.
Conductividad y Longitud
La conductividad y la penetración de las fracturas ácidas son gobernadas por muchos
factores. Entender estos factores y como se interrelacionan es necesario cuando se
considera una estimulación por fractura ácida. El objetivo es generar una fractura grabada
la más larga posible. Para esto se deberá elegir el tipo de ácido a utilizar. El ácido
clorhídrico reacciona rápidamente, y más aun en un pozo profundo con alta temperatura.
En este caso se deberá utilizar otro tipo de ácido como los ácidos acético, cítrico, o mezcla
de ácidos. De ninguna manera se podrá emplear ácido fluorídrico ya que formaría
precipitados en la formación taponando todo.
Si la formación tiene un alto valor de solubilidad el volumen disuelto será grande pero en
una corta distancia. En esta zona el ancho será grande pero a cerrarse la fractura si no hay
un buen grabado de canales, no resultará necesariamente en una fractura de alta
conductividad. Para retardar la velocidad de reacción, en lugar de cambiar el tipo de ácido
o además de cambiarlo, se puede utilizar aditivos como son ciertos surfactantes que
forman una película sobre la roca dificultando su contacto al ácido. Hoy se trata de evitar
estos aditivos y se prefiere gelificar el ácido. A ser gelificado el movimiento de las
moléculas dentro de la masa de fluido es más lento, y la velocidad de reacción también. Se
necesita longitud, pero longitud con buena conductividad. Esta dependerá en forma directa
del ancho después del cierre de la fractura. El ancho es en parte función del volumen de
roca disuelta, pero también del esfuerzo de confinamiento y la dureza de la roca. Entonces
no necesariamente porque se disolvió más roca se obtendrá una mejor conductividad. La
forma del grabado es importante. Desgraciadamente hoy no se sabe bien cual es la forma
del grabado y ningún de los simuladores comerciales es confiable. Una buena razón es que
el fenómeno no es bien entendido, y por lo tanto no se puede desarrollar un modelo
matemático. Por experiencia se sabe que cada roca tendrá su propia respuesta. Si la roca
es demasiado homogénea el grabado será homogéneo y casi sin canales. Por esta razón
en formaciones demasiado blandas (tizas), y a veces en formaciones no tan blandas, es
mejor fracturar con agente de sostén. Una solución es utilizar ácido gelificado como fluido
de transporte para el agente de sostén.
El poder de disolución de los ácidos orgánicos es mucho menor. Fueron utilizados con el
HCl para dar un cierto grado de retardación, creando conductividad más profundo dentro
de la formación. Las concentraciones de uso son:
Además de los principios fundamentales de fracturación, para las fracturas ácidas se deben
tomar en cuenta algunas consideraciones adicionales. Estas consideraciones implican
cálculos especiales para el leakoff del ácido, la velocidad de reacción con la roca, y el
transporte en 3D del ácido dentro de la fractura.
Uno de los problemas de las fracturas ácidas son los altos valores de filtrado (o leakoff).
El mismo ácido va generar la formación de canales cada vez más grandes perpendiculares
a la cara de la fractura, como también ensanchará las fisuras naturales. Entonces el filtrado
será cada vez más importante. En consecuencias los reductores de filtrado deben ser
partículas de tamaño mucho mayor que para una fractura en arenisca donde se quiere
tapar las gargantas porales. En fracturas ácidas se utilizan materiales como sílice malla
100. Tiene el inconveniente de ser un material insoluble. Las perdidas de fluidos ácidos
pueden resultar en muy bajas eficiencias del fluido de hasta 5%. La superficie de perdida
se incrementa mucho a medida que se desarrolla los wormholes y que se agrandan las
fisuras naturales. Esto resulta en dificultades para mantener la presión de fractura.
Hay varias técnicas para limitar el efecto del leakoff. Una de las soluciones es iniciar la
fractura con un gel polimérico convencional para que el mismo polímero entre y tapona las
fisuras. Detrás del gel se bombea el ácido. Partiendo del mismo principio se alterne
bacheos de geles y de ácido, por ejemplo 1000 galones de gel seguidos de 1000 galones
de ácido, y así sucesivamente haciendo varias etapas según la longitud deseada. Además
el ácido se canalice (fingering) dentro del gel permitiéndole una mayor penetración del
ácido vivo dentro de la fractura.
También por su viscosidad, el gel genera mucha perdida de presión en los wormholes que
penetra. Y así impide la penetración del ácido. Otra técnica cada vez más utilizada es el
ácido gelificado. Hay nuevos productos con los cuales el ácido gelifica a ciertos valores del
pH de la solución entre el pH del ácido vivo y el pH del ácido gastado. Este permite que a
medida que el ácido se gasta se incrementa su viscosidad tapando los wormholes y fisuras.
A medida que siga subiendo lentamente el pH la solución pierde nuevamente su viscosidad
y el pozo puede ser producido.
Otros materiales para reducir el leak-off son:
- Polímeros hinchables: esta técnica es utilizada con éxito limitado. Estos polímeros no se
disuelven completamente en ácido, pero forman partículas que bloquean los wormholes en
el comienzo del tratamiento.
- Resinas solubles: se necesite concentraciones muy altas, +/- 200 lb/1000 gal, por lo cual
limita su uso.
Enfriamiento (Cooldown)
Los fluidos de fractura son diseñados para abrir la fractura y llevar el agente de
sostén hasta el fondo de la fractura. Para estos deben cumplir ciertos requerimientos y
deben tener ciertas propiedades:
1. Un fluido de fractura tiene que ser compatible con el fluido de formación y compatible
con la roca. Es decir, no debe generar ninguna emulsión con el petróleo o agua de
formación, no debe generar un bloqueo en el caso de yacimientos de gas seco, no debe
reaccionar químicamente con la roca, no debe desestabilizar las arcillas.
2. Un gel de fractura debe generar un ancho suficiente de fractura para que el agente de
sostén penetre hasta la longitud deseada. Como hemos visto el ancho depende de la
conductividad requerida y del ancho depende la granulometría del agente de sostén. El
ancho es dependiente de la viscosidad del fluido. Además la viscosidad es un parámetro a
tomar en cuenta al momento de trabajar la tortuosidad.
3. El gel debe ser capaz de transportar el agente de sostén durante todo el tiempo que dura
la operación. No necesitaremos el mismo gel para una longitud de fractura de 30 m que
para 300 m. La capacidad de transporte del agente de sostén es dependiente de la
viscosidad, pero puede ser necesario mayor viscosidad para convivir con la tortuosidad que
para el transporte del agente de sostén.
5. Una vez que se terminó el bombeo y que la fractura se ha cerrado sobre el agente de
sostén se necesita sacar rápidamente el fluido inyectado del empaque y de la formación.
También debe quedar lo mínimo posible de residuo dentro del empaque. Por lo tanto el gel
tiene que romperse completamente volviendo en algo lo más parecido posible al fluido
base. Esa es una de las propiedades más difíciles de conseguir. O sea, se necesita una
viscosidad adecuada durante el tiempo de bombeo, pero esta viscosidad debe disminuir
rápidamente una vez la fractura se ha cerrado.
6. Como los volúmenes de fluidos son muy grandes se requieren de fluidos de bajos
costos.
No se puede siempre cumplir con todas estas propiedades y normalmente se debe llegar a
algún compromiso en el diseño.
1. Viscosidad
- Fluido Newtoniano. La curva τ versus γ es una línea recta con una pendiente igual a la
viscosidad, pasando por el origen. O sea del momento que se aplica un esfuerzo hay
movimiento. El agua y el gasoil son fluidos newtonianos. En la Figura 1, se puede observar
el comportamiento de los fluidos newtonianos.
- Fluidos Binghan. Estos fluidos necesitan de un valor mínimo del esfuerzo de corte (τ)
para entrar en movimiento. Por encima de este valor (τy), llamado gel (o yield point), la
relación entre esfuerzo corte y velocidad de corte es casi lineal. Esta pendiente es definida
como la viscosidad plástica μp. Los lodos de perforación y las lechadas de cemento son
representados como fluidos Bingham.
La relación τ=K'γn' nos permite representar matemáticamente los fluidos seudos plástico, y
por ende los fluidos de fractura.
Donde:
τ = esfuerzo de corte (lb/pie2)
γ = velocidad de corte (sec-1)
K' = índice de consistencia (lb.secn´/pie2)
n' = índice de comportamiento de flujo (adimensional)
Donde:
μa = viscosidad aparente (cPo)
K' = índice de consistencia (lb.sec'/pie2)
n' = índice de comportamiento de flujo (adimensional)
Q = Caudal de inyección (BPM)
w = ancho de la fractura (pul)
h = altura de la fractura (pie)
2. Pérdida de Filtrado
- Más cerca de la cara de la fractura una zona invadida no por el gel pero por lo que filtra
del gel de fractura. En esta zona hay también fluido de formación. En los geles poliméricos
base agua el filtrado es agua aditivada.
- Muy cerca de la cara de la fractura, hay una zona (bridging zone) donde material
obturante (aditivo, o el mismo polímero) presente en el fluido de fractura, que hace puente
sobre las gargantas porales, obstruyéndolas.
- Efecto de pared - CW - (wall building). El revoque impide el flujo del gel y del filtrado
hasta la formación. Como este revoque no es totalmente impermeable dejara pasar
solamente parte del líquido. Hay fluidos no poliméricos que no generan revoque y que no
van a tener efecto de pared. Es dependiente del fluido de fractura (tipo del polímero
utilizado) y de los agentes de control de perdida de fluido. Este coeficiente es determinado
en un ensayo de laboratorio.
- Efecto de la viscosidad del filtrado – CV. La viscosidad del fluido que penetra en los
poros de la formación puede generar suficiente resistencia para impedir el flujo. Este
fenómeno es más importante en fluido no polimérico que no generen filtrado, o en
formaciones de muy alta permeabilidad.
El spurt no es significante en formaciones de baja permeabilidad (<1 mD), donde puede ser
considerado como nulo, pero en formaciones de alta permeabilidad se debe tomarlo en
cuenta.
No todos los fluidos tienen por sí mismos un buen coeficiente del efecto de pared (CW), y
menos los que no tienen carga polimérica. En estos casos puede ser necesario agregar
material que generen el revoque. También puede ser necesario para fluidos poliméricos
frente a formaciones muy permeables. En la Figura 6, tomado de la literatura de una
compañía de servicio, observamos el coeficiente CW en función de la temperatura. En fluido
sin aditivo reductor de filtrado (sin FLA) vemos cómo se incrementa rápidamente el valor de
CW. Si a estos mismos fluidos agregamos aditivos controlador de filtrado, en este caso una
resina, notamos cómo baja el valor de CWindependientemente de la temperatura.
Fig. 6. Efecto de Pared Cw.
La eficiencia, alta o baja, está directamente relacionada con los 3 coeficientes de filtrado.
En una prueba de campo para determinar la eficiencia no importa cuál es el mecanismo de
perdida de fluido, pero si la cantidad de fluido que pasa a la formación. A mayor eficiencia
se necesita menos fluido para un mismo volumen de fractura. Pero se necesita siempre
que una parte del fluido pase a la formación, caso contrario la fractura no se podría cerrar.
Necesitamos una eficiencia de fluido de 30 ó 60%, para que la fractura cierre en un tiempo
razonable, y sin que pase demasiado fluido de fractura a la formación. Pozos con altas
permeabilidades y/o naturalmente fracturados tienen altos coeficientes de pérdidas de
fluido (Ct), lo que es equivalente a bajas eficiencias. En caso de bajas eficiencias las
fracturas creadas son cortas debidos a que hay menos volumen de fluido disponible para
abrirlas. En la Figura 7, se observa una comparativa entre un fluido de baja y alta
eficiencia.
Fig. 7. Comparativa entre un fluido de baja y alta eficiencia.
5. Residuos
Después del bombeo, se abre el pozo para producir el fluido inyectado. La apertura se hará
inmediatamente después de parar el bombeo, o después de definido en el diseño para
esperar el cierre de la fractura. En este momento es necesaria que el gel sea roto, lo que
significa que tiene nuevamente la viscosidad del fluido base, agua o gasoil. Además el
fluido debe dejar el empaque libre de todo residuo de polímero o de gel no roto. Se llame
un fluido limpio si no deja residuo. En la Figura 8, se observan fotos de la consecuencia de
la limpieza del fluido.
Fig. 8. Nivel de residuos en un empaque de arena.
En la foto de izquierda se vean los granos de arena tal cual son antes de bombearlos en el
pozo: están limpios. En la foto del centro, esta misma arena a sido bombeada con un gel
polimérico. El gel tiene solamente un ruptor diluido en la fase acuosa. A filtrar el agua, filtró
el ruptor y se ve bastantes restos de polímeros atrapados en el empaque. Estos residuos
obstruyen por completo los poros, y por lo tanto la conductividad de la fractura será muy
baja. En la foto de derecha, la misma arena a sido bombeada con un gel polimérico al cual
se agregó además del ruptor diluido en la fase acuosa, un ruptor encapsulado. Las
cápsulas de ruptor quedan atrapadas en el empaque donde suelte el ruptor una vez la
fractura cerrada. Esta técnica incrementa la eficiencia del producto, y por ende deja la
fractura más limpia y con mayor conductividad.
Con los datos de laboratorio se puede hacer simulación para mostrar el efecto de los
residuos sobre la conductividad. Es lo que se ve en esta simulación matemática sacada de
la literatura donde vemos la importancia de la limpieza (ver Figura 9).
Fig. 9. Efectos de residuos en empaque de fractura.
En los fluidos base agua el tipo de ruptor más utilizado es a base de oxidantes. En este
caso se muestra el efecto de la cantidad del persulfato de amonio (AP) agregado al gel en
función de la temperatura y su influencia en la permeabilidad retenida del empaque. Los
valores del gráfico (ver Figura 10) son solamente indicativos para el fluido ensayado. Una
observación importante es que a baja temperatura, mismo con altas concentraciones de
ruptor, es difícil conseguir romper el gel. A temperaturas más altas, como 160 o 180ºF (71
o 82°C), utilizando altas concentraciones de ruptor se recuperó toda la permeabilidad en
laboratorio. Pero si utilizaba tal cantidad de ruptor en el campo, el gel se rompería
completamente antes de llegar al fondo de la fractura. Entonces habrá que utilizar otro tipo
de ruptor, o este ruptor junto con ruptor encapsulado. Generalmente las compañías
muestran en sus manuales resultados demasiados optimistas para sus fluidos. Se debe
cuidar de cómo son realizados los ensayos en laboratorios.
Fig. 10. Efecto del ruptor.
En caso de fluidos poliméricos se vio que el polímero queda en el revoque y que solamente
el agua pasa en la formación. Entonces la concentración de polímeros dentro de la fractura
crece con el tiempo. Si mezclamos en superficie un gel con 20 lb/1000 gal de polímero, una
vez que gel entre en contacto con la cara de la fractura algo de agua empieza a filtrar en la
matriz. A medida que el gel se desplaza adelante, la concentración de polímero es mayor
porque hay cada vez menos agua. Cerca de la punta de la fractura la concentración puede
pasar de 20 lb/1000 gal a 400 ó 600 lb/1000 gal. Entonces la permeabilidad retenida
cambiará completamente y de 100% puede pasar a menos de 30%. Es otro factor
importante a considerar, y debemos cuidar de la información que nos pasan las compañías
de fractura que tienen tendencia a mostrar que sus aditivos son mejores que en la realidad.
En la Figura 11, vemos los datos para un fluido en particular en condiciones específicas,
no se debe extrapolar.
Fig. 11. Efecto de la concentración de polímero.
1. Presión de Ruptura
2. Multifracturas
Dentro la formación (far field) las fracturas múltiples serán paralelas, siempre y cuando los
esfuerzos máximo y mínimo son diferentes. Esta demostrado por ensayos de laboratorio
que con una diferencia de solamente 50 lpc entre σmax y σmin, las fracturas tendrán una
dirección única. Para que no interactúan entre si es necesario una cierta distancia entre
fracturas. Si los esfuerzos eran exactamente iguales, o por lo menos con una diferencia
inferior a 50 lpc, las fracturas podrían tener una forma dendrítica o sea en todas las
direcciones, tal como se observa en la Figura 3. Esto existiría solamente en una zona
completamente relajada, sin efectos tectónicos, lo que es más representativo de
formaciones muy blandas y poca consolidadas.
3. Poroelasticidad
En formaciones de alta permeabilidad hay otro fenómeno que puede generar incremento
de presión al inicio de la operación: el efecto de poroelasticidad de la roca. Hemos visto
que los esfuerzos eran en parte dependientes de la presión poral. Si la formación es muy
permeable, la presión poral en una zona cercana a la cara de la fractura crecerá
rápidamente a medida que el leak-off penetra la matriz (para expresar esta contrapresión
pueden ver en la literatura el término de "backpressure"). Esto da lugar a que se
incremente el gradiente de fractura en esta zona. En capas de baja permeabilidad donde el
leak-off es más lento, el fenómeno no es tan importante, y trabajando a caudal normal de
fractura no se ve. Una vez iniciada la fractura la presión vuelve a la normalidad y la
geometría será la prevista. Pero si no se toma en consideración en el diseño de la
operación esto puede generar problemas de alta presión al inicio de la operación.
Las dos primeras inyecciones son con un fluido que no es crosslinkeado y que no forma
revoque sobre las caras de la fractura. El revoque limitaría el leak-off del fluido a la
formación y así limitaría el incremento de presión. En este caso la presión poral genera un
incremento de esfuerzo de 1900 lpc que hace incrementar la presión de tratamiento hasta
el limite operacional obligando parar el bombeo. Durante las dos últimas secuencias de
inyección el efecto aislante del revoque generado por el fluido crosslinkeado permitió la
extensión de la fractura prácticamente con la presión estimada en función del gradiente de
fractura de la zona.
Hemos visto la necesidad de la calidad de la información para diseñar una fractura. Pero si
uno está preparando un diseño para una zona nueva y no tiene todavía todos los
parámetros sobre la roca, los simuladores tienen incluidos valores promediadas. Estos
valores son función del tipo de formación y de la profundidad. Estos datos se utilizan
solamente cuando no hay otra información, y para hacer un pre diseño. Deberán siempre
ser corregidos con datos real antes de empezar la operación. Estos valores se presentan
en la Tabla 1.
5. Dirección (Azimuth)
Hemos visto que la dirección de los esfuerzos define la dirección, o azimuth, de la fractura.
Entonces ¿en que nos puede favorecer conocer estas direcciones? En reservorio de
relativamente buena permeabilidad se hacen fracturas cortas (30 m – 50 m) y entonces no
es tan importante saber la dirección de la fractura ya que no influirá en el pattern de
producción o inyección. Pero en yacimientos de baja permeabilidad, donde es necesario
diseñar fracturas largas, el drenaje del reservorio se hará en una elipse alrededor de la
fractura, y no en un círculo.
Por lo tanto, según la posición de los pozos se puede obtener un drenaje casi total del
reservorio, o dejar muchas zonas no drenadas y otras drenadas simultáneamente por dos
fracturas. O sea en estos casos es muy importante conocer previamente la dirección
preferencial de fractura (Figura 6).
Figura 6. La determinación del azimuth puede ser necesario para un drenaje eficiente del
reservorio
Estas consideraciones son solamente indicativas y deben ser tomadas con reserva ya que
en función de la distancia entre el pozo y la falla la dirección de los esfuerzos puede
cambiar.
Figura 7. Efecto de los esfuerzos sobre el plano de fractura cercana a una falla normal
Figura 8. Efecto de los esfuerzos sobre el plano de fractura cercana a una falla inversa
Figura 9. Efecto de los esfuerzos sobre el plano de fractura cercana a una falla de
desplazamiento
Figura 10. Efecto de crecimiento de una fractura cercana a una montaña
Hoy en día se hacen cada vez más pozos horizontales para tratar de tener el mayor
contacto posible con el reservorio en un solo pozo. Pero algunos de estos pozos
horizontales necesiten ser fracturados. En este caso es muy importante conocer de
antemano cuál es la dirección de los esfuerzos (Figura 11 y Figura 12), ya que las
fracturas pueden ser paralelas, perpendiculares u oblicuas en relación con la dirección del
pozo. Para obtener un mejor caudal de producción lo que es generalmente más beneficioso
es una serie de fracturas perpendiculares al pozo. El problema de las fracturas
perpendiculares al pozo es que siempre hay una zona de restricción al flujo cerca del pozo.
Este debe ser considerar antes de perforar (drill) el pozo.
Figura 11. Perforación pozo horizontal en dirección al esfuerzo máximo
Figura 12. Perforación de pozo horizontal en dirección al esfuerzo mínimo