El Ruido Higiene Industrial
El Ruido Higiene Industrial
El Ruido Higiene Industrial
PRESENTADO POR:
CALDERON LEIDY
MACIAS DANIEL
OLIVEROS YESENIA
VARELA GISSELA
HIGIENE INDUSTRIAL
DOCENTE:
FILADELFO VUELTAS
UNIVERSIDAD DE LA COSTA
2017-2
Introducción
El sonido es un fenómeno vibratorio que, a partir de una perturbación inicial del medio
elástico donde se produce, se propaga en ese medio, bajo la forma de una variación
periódica de presión sobre la presión atmosférica, y que puede ser percibido por el oído.
En un entorno laboral, los sonidos proceden de distintas fuentes emisoras, por tanto los
sonidos no van a ser puros y tampoco van a seguir una armonía. Este sonido se va
denomina ruido.
Se puede considerar que el ruido es un sonido molesto e indeseado. Esta definición tiene
una componente de apreciación subjetiva por parte del oyente respecto a un fenómeno
físicamente cuantificable.
Simplificando, se podría decir que el sonido es una vibración que el oído humano puede
percibir. Si esta percepción tiene connotaciones negativas, el sonido se convierte en ruido.
Un mismo sonido puede ser considerado como agradable o desagradable por diferentes
personas o incluso por una misma persona en diferentes momentos o situaciones, en
función de diversos factores que se verán a lo largo del presente documento.
Es un contaminante que se produce con facilidad. Necesita muy poca energía para
ser emitido.
Es complejo de medir y cuantificar.
No deja residuos, no tiene efecto acumulativo en el medio, pero sí en el hombre.
Solo se percibe por un solo sentido: el oído, lo cual hace subestimar su efecto.
Tipos de ruido
Intermitente: Si el nivel sonoro varía de forma escalonada y bien definido. (Por ejemplo el
ruido procedente de una sierra).
Variable: Si su nivel sonoro varía de forma continua en el tiempo pero sin ningún patrón
definido. (Por ejemplo el ruido que se genera en talleres mecánicos).
De impacto o de impulso: El nivel sonoro presenta picos de alta intensidad y muy corta
duración. (Por ejemplo el ruido producido en el momento de corte con una prensa)
Medición
A la hora de realizar una medición del ruido, se pueden emplear diferentes instrumentos:
Oído externo: Está formado por el pabellón auditivo y el conducto auditivo externo. Termina
en el tímpano. Transforma la onda que produce una presión, en movimiento (vibración) de
la membrana del tímpano.
Oído medio: Se encuentra entre el tímpano y la membrana oval y está formado por una
cadena de huesecillos móviles (martillo, yunque y estribo) que conducen la vibración hasta
la ventana oval.
Oído interno: Se encuentra el caracol (o cóclea), en el que están las células ciliadas del
órgano de Corti bañadas por un líquido y que enlazan con las terminales nerviosas del
nervio auditivo.
El proceso de audición empieza cuando las ondas sonoras son captadas por el pabellón
auditivo y llegan por el conducto auditivo externo al tímpano. Mediante vibraciones se
transmiten las ondas a la cadena de huesecillos que a su vez se mueven y transmiten esta
vibración. La onda acústica se transforma aquí en una vibración mecánica.
Esta vibración pasa por la ventana oval al caracol, cuyo líquido se mueve y estimula las
células del órgano de Corti, que son de estructura nerviosa. En ese momento la vibración
mecánica se convierte en un impulso eléctrico que constituye ya el estímulo nervioso. Las
células de Corti enlazan con la red de nervios que llega a la superficie del cerebro (córtex
auditivo). Es ahí donde se produce la interpretación de dicha señal. Por tanto el oído tiene
la función de transductor6 y no discrimina las fuentes.
En el oído interno existen conexiones nerviosas no sólo al nervio auditivo, existen otras
conexiones indirectas a otros sistemas como el Límbico, Neuroendocrino y Sistema
nervioso Autónomo. Debido a estas conexiones de las vías acústicas con otros sistemas se
producen efectos extra-auditivos del ruido.
Efectos auditivos del ruido
La pérdida conductiva se puede deber a la rotura del tímpano o a una dislocación de los
huesos del oído medio. Se origina por una onda sonora de elevada energía, como por
ejemplo una explosión.
La exposición prolongada al ruido puede producir una pérdida auditiva por lesión neural en
las células del órgano de Corti, originándose un daño que se puede convertir en un proceso
irreversible y permanente
El ruido no sólo afecta al oído, puede producir daño en otros órganos, dando lugar a una
serie de efectos extra-auditivos.
La prevención de estos efectos entra dentro del ámbito de actuación de la ergonomía y son
el objeto principal de este documento.
Efectos psicofisiológicos
A largo plazo: el ruido produce modificaciones fisiológicas que pueden afectar a la salud.
Estos efectos dependen también del tipo de actividad, de las exigencias de la tarea, de las
condiciones de ejecución, de la duración del trabajo con exposición al ruido y de las
características de cada individuo. Los efectos se pueden clasificar en:
Efectos cardiovasculares: Son los más estudiados. Se ha comprobado que durante la
exposición a ruido se produce vasoconstricción periférica y se eleva la presión diastólica.
También se sabe que entre trabajadores expuestos a ruido son más frecuentes los
trastornos cardiovasculares, sobre todo, la hipertensión.
Efectos sobre el sueño: Las personas expuestas a ruido durante el día pueden sufrir
alteraciones del sueño tanto sobre la calidad como cantidad del mismo. Se reduce tanto el
número como la duración de los ciclos del sueño. El ruido también puede provocar el efecto
contrario, inducir sueño, especialmente en el caso de ruidos de baja frecuencia, monótonos
y repetitivos.
Efectos subjetivos
Es muy difícil establecer unos valores a partir de los cuales se produce sensación de
molestia, ya que cada persona va a valorar el ruido de una manera diferente. Por ejemplo,
un mismo ambiente acústico puede ser molesto para una persona y no para otra. Esta
situación dificulta el estudio objetivo del problema. La valoración de los aspectos
relacionados con la producción del ruido (frecuencia e intensidad) son sencillos de
determinar, sin embargo otro tipo de factores que influyen sustancialmente, como son el
contexto psicosocial, la actitud personal hacia la fuente de ruido, la actividad, la tarea, etc,
son mucho más complicados de valorar objetivamente.
En el ámbito laboral, los efectos más estudiados del ruido sobre el comportamiento han sido
los que afectan al rendimiento y al comportamiento social, especialmente a la
comunicación.
Los efectos del ruido sobre el rendimiento (entendido como la eficacia del sujeto en la
realización de su trabajo) son complejos y afectan de distinta manera a diferentes
actividades, dependiendo de factores como las características del ruido (intensidad,
frecuencia, tipo, significación…), la posibilidad de previsión y control del mismo, naturaleza
y exigencias de la tarea, duración, variables psicofisiológicas del individuo (sensibilidad,
estado funcional, motivación…) y la presencia de otros factores ambientales molestos.
No hay efectos claramente definidos del ruido sobre el rendimiento de la tarea. Un mismo
tipo de ruido podría disminuir la concentración en unos casos o ser estimulante en otros.
En tareas que requieren un nivel de concentración elevado introducir un ruido puede afectar
negativamente, mientras que ese mismo ruido presente en tareas monótonas o repetitivas
puede resultar estimulante.
Los efectos nocivos del ruido parecen estar asociados fundamentalmente con tareas en las
que los trabajadores tienen que aplicar conocimientos, pensar detenidamente y llegar a
conclusiones.
En general, se puede observar que el ruido casi siempre es molesto para el trabajo, y que
las actividades que demandan un esfuerzo de atención más alto y más sostenido son más
sensibles al ruido.
Efectos psicosociales.
Dificultades de comunicación
Perturbaciones del reposo y descanso.
Perturbaciones del sueño nocturno.
Disminución de la capacidad de concentración.
Sensación de malestar: empieza a manifestarse a partir de 35 dB(A), estando el
umbral en 65 dB(A), según la Organización Mundial de la Salud.
Parece ser que en ambientes ruidosos los trabajos son 2 ó 3 veces más peligrosos que los
efectuados en ambientes silenciosos, pero no se ha demostrado que la causa directa sea
el ruido y, por lo tanto, no se puede establecer una relación causal entre ruido y accidentes.
“establecer las disposiciones mínimas para la protección de los trabajadores contra los
riesgos para su seguridad y su salud derivados o que puedan derivarse de la exposición al
ruido, en particular los riesgos para la audición”.
El principio básico es eliminar el riesgo en el origen o reducirlo al nivel más bajo posible,
basándose en los principios establecidos en el artículo 15 de la Ley 31/1995.
Se debe efectuar una evaluación de riesgos basada en la medición, excepto para los casos
en los cuales la directa apreciación profesional acreditada permita llegar a una conclusión
sin necesidad de la misma.
Los valores de exposición son:
Se debe llevar a cabo una vigilancia de la salud con control audiométrico con una
periodicidad determinada.
Los ruidos pueden provocar diferentes efectos en el organismo, así que, dependiendo del
objetivo de la evaluación, se deben emplear unos métodos u otros. No va a ser lo mismo
evaluar la dificultad en la concentración para realizar una tarea que evaluar la capacidad de
comunicación en un entorno ruidoso.
Por tanto, el primer paso será la identificación de las fuentes de ruido. En general, se
pueden considerar cuatro fuentes principales de ruido:
Ruido exterior: tráfico rodado, tráfico aéreo, obras públicas, actividades comunitarias
(espectáculos, manifestaciones, etc).
Ruido producido por las personas: movimiento de las personas o sus actividades (grapar,
dar golpes…) y, sobre todo, las conversaciones, especialmente aquellas en las que el
trabajador no está directamente implicado y que son inteligibles.
El segundo paso debería consistir en determinar qué características del ruido, de la
actividad y del individuo, hace que se considere ese ruido molesto. Existen cuatro clases
principales de variables que influyen en el grado de molestia:
Frecuencia
Variabilidad
Contenido e información
Predictibilidad
Actividad desarrollada:
Complejidad de la tarea
1997: en el real decreto 1215 del 18 de julio, establecen las disposiciones mínimas
de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores en los equipos de
trabajo. Establece un anexo que “Todo equipo de trabajo que entrañe riesgos por
ruido, vibraciones o radiaciones deberá disponer de las protecciones o dispositivos
adecuados para limitar, en la medida de lo posible, la generación y propagación de
estos agentes físicos”.
2002: en el real decreto 524 del 28 de abril se establece las normas para regular las
emisiones sonoras en determinadas máquinas de uso a la intemperie, establece
que estas deben tener marcadas de forma legible y/o entendible el nivel de potencia
acústica asegurado.
2006: real decreto 286 del 10 de marzo, el real decreto habla sobre la protección de
los empleados y los riesgos para su seguridad y salud que se derivan de los ruidos
de las máquinas, se centra en los riesgos de la audición; prevé diversas
especificaciones relativas a la evaluación de los riesgos y el empleo de medidas
preventivas para el empleador efectúe una evaluación en la medición de los niveles
de ruido. Esta norma busca la prevención y eliminación de los riesgos derivados del
ruido, que se reduzcan en los más mínimos posibles.
BIBLIOGRAFIA
http://www.escuelaing.edu.co/uploads/laboratorios/7863_ruido.pdf
http://www.insht.es/Ergonomia2/Contenidos/Promocionales/Ruido%20y%20Vibraci
ones/ficheros/DTE-AspectosErgonomicosRUIDOVIBRACIONES.pdf