2010-Maza Libro Fracciones-Y-Decimales PDF
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2
Índice
Introducción ………………………………………. 7
3
Operaciones entre decimales ……………………… 325
4
Prólogo actual
Chipiona, 2010
6
Introducción
8
Aprendizaje de conceptos matemáticos
9
2) Por asociación: Las teorías neo-conexionistas
sostienen que el conocimiento se estructura también
como una malla horizontal de nodos interconectados de
forma que la activación de uno de esos nodos activaría, a su
vez y en mayor o menor grado, otros nodos vecinos.
Con todas las limitaciones de este modelo (Maza 1995)
es necesario reconocer otras formas de conocimiento
que no responden a jerarquías verticales. Tal es el caso
de la analogía, de gran importancia en el aprendizaje
matemático.
14
Aprendizaje de procedimientos matemáticos
15
se afronte en forma de rutina sin que medie
comprensión conceptual, lo que conduce a un
aprendizaje memorístico que, bajo condiciones de
repaso y ejercitación continuada, puede tener cierto nivel
de éxito. También es grande la tasa de errores que presenta
el niño que aprende así.
17
18
1
¿Cuál es su utilidad?
21
historia tan vieja como que se remonta a 1585, cuando el
matemático holandés Simón Stevin pretendía"enseñar a todo
el mundo cómo efectuar, con una facilidad insospechada, los
cálculos necesarios en la vida diaria por medio de enteros
sin fracciones" (Boyer 1968. Ed. en castellano, p. 402).
13/14 / 1/14
22
Con el cálculo de fracciones el resultado es obvio:
13. Realizada la operación, en cambio, en una calculadora
sencilla (con una pantalla de 8 dígitos), el resultado es
13,000012. Para la mayoría de los trabajos este error es
despreciable. En otros, sin embargo, no. Los expertos en
Programación Lineal saben de eso. Esta es una rama de la
Matemática Aplicada que se dedica, entre otras cosas, a
minimizar costes y maximizar beneficios. A pesar de
disponer de ordenadores muy potentes, estos profesionales
dedican su tiempo y el dinero de sus empresas a reducir el
error cometido en la mayor medida posible. De alguna
manera, se encuentran presos en los beneficios enormes de
cálculo que suponen los ordenadores.
23
que el agujero de ozono ha aumentado en una "tercera parte"
en el último año, se registra la "mitad" de aforo en un campo
de fútbol, etc. La renuencia de los servicios informativos
(prensa, radio, televisión) a emplear fracciones en beneficio
de los porcentajes es comprobable, sin embargo, por
cualquier ciudadano alertado a este respecto. El aumento del
agujero de ozono, por ejemplo, será descrito
preferentemente como "un 30 % ", el total de algo se
denominará “el 100 %” y así sucesivamente.
25
Matemáticas donde se puede apreciar su relación con varios
conceptos:
5) La noción de probabilidad.
2/40 = 4/80
2/40 = 6/x
a∙x = b con a, b Є N
1/5 (5 x + ¾ x) = 5/9
28
5) Al cálculo de probabilidades no le son
imprescindibles las fracciones pero, como en el caso de la
descripción de situaciones cotidianas, su uso facilita la
comprensión. Obsérvese en el siguiente ejemplo: ¿Cuál es la
probabilidad de que salga un uno al tirar un dado? Si alguien
responde que 0,166666... habrá actuado correctamente pero
la comprensión de la situación no es comparable si afirma,
en cambio, que la probabilidad es de 1/6 .
29
Matemáticas, son, a su vez, una forma de expresión en las
distintas ramas de la Ciencia.
30
Conclusiones
Es evidente que con la utilización de decimales a
través de calculadoras o de ordenadores, el papel de las
fracciones y su importancia han disminuido en el mundo
actual. Los famosos "castillos" de fracciones y la insistencia
en la práctica repetida de sus operaciones son cuestiones del
pasado. Ello no significa que las fracciones deban
desaparecer del currículum sino que su enseñanza y
aprendizaje han de modificarse. No sirve de nada apelar a
razones históricas (las fracciones han sido una parte
importante del quehacer matemático del hombre) dado que
otros conocimientos (como las tablas de logaritmos, por
ejemplo) han sido llevados al desván de la historia.
Tampoco son admisibles pseudo-razonamientos sociales
como el de Bassford (1988):
31
1. Las fracciones son útiles para describir situaciones de la
vida cotidiana, así como conceptos y procedimientos
matemáticos relevantes (álgebra, proporcionalidad,
probabilidad, por ejemplo) y de otras ciencias. Por este
motivo, su aprendizaje resulta imprescindible en la
formación intelectual del niño.
32
las Matemáticas es que un contenido se apoya en otros
anteriores. Resultaría improcedente, por ejemplo, enseñar
los decimales después de las fracciones pero
independientemente de estos últimos.
33
34
2
La relación parte-todo
35
Figura 2.1
36
primeros que estudiaron sistemáticamente esta cuestión
fué Piaget (Piaget, Inhelder y Szeminska 1960). La tarea
que presentó a niños entre dos y diez años fué la de
repartir tartas circulares entre varias muñecas de manera
que cada una recibiera la misma cantidad de tarta.
Figura 2.2
Figura 2.3
40
pero ¿suponen la misma forma de utilización? Existen
semejanzas apreciables y diferencias notables.
Ciertamente, hay una relación entre una parte y el
todo en ambos casos pero las acciones a realizar tienen
comienzos distintos: O se va de la parte al todo (en la
medida) o bien, del todo a la parte (en el reparto). La
comparación entre ambas acciones nos lleva a una
conclusión: La equipartición de un todo conduce a un
uso superficial de las fracciones. La fracción no es
considerada como un número sino como un nombre que
designa el resultado de una acción.
Figura 2.4
Figura 2.5
43
La combinación de ambos procedimientos se observa
en una prueba realizada con futuros maestros (Maza 1993
a). A los encuestados se les pedía sombrear las ¾ partes de
la figura 2.5.
Figura 2.6
44
La resolución de esta tarea requiere coordinar tres
acciones:
Figura 2.7
46
Sin embargo, la demostración más palpable de que
los procedimientos seguidos son distintos, así como las
concepciones de fracción que conllevan, reside en una
prueba de reconocimiento de una fracción que implique
realizar una nueva equipartición del todo. En la encuesta
Frac (Maza 1993 a) se presentaba una figura similar a las
vistas hasta ahora (figura 2.8) con la peculiaridad de que
coexistían dos tipos de particiones (cuadrados y
triángulos), preguntándose por la expresión como fracción
de la parte sombreada.
Figura 2.8
47
encuestados acertaban en un 90 % una prueba de hallar una
fracción dada a partir del todo, lo que implicaba una
equipartición distinta de la que se ofrecía visualmente.
¿Qué puede justificar tan distintos resultados?
De la parte al todo
Figura 2.9
Figura 2.10
50
dada, es decir, dando como solución una figura menor
cuando debía ser mayor.
Sobrepasando el todo
Figura 2.11
Figura 2.12
52
evidente por cuanto el procedimiento operativo es el
mismo para calcular 3/4 que 5/4. Sin embargo, a la
necesaria noción de operador se superpone, como un
obstáculo, la noción de fracción como expresión de la
relación parte-todo.
53
54
3
55
Figura 3.1
56
conjunto de varios elementos, puede causar unas
dificultades que no existían en el caso continuo.
Figura 3.2
57
"es probablemente cierto que el todo es más
fácilmente percibido como unidad individual en el
caso de la representación mediante área" (De la
traducción castellana, p. 300).
58
Teniendo en cuenta que, cuando se introduce al
niño formalmente en el estudio de fracciones, ya sabe
resolver problemas de división, la estrategia de
resolución parece evidente: Realizada la acción oportuna
de reparto, cada niño se lleva dos caramelos. Ahora el
problema se reduce, como en el apartado anterior, a
determinar qué parte de doce forman dos caramelos.
Figura 3.3
62
"Razón es una relación que expresa la
noción de magnitud relativa; por tanto, es
considerada más correctamente como un índice
comparativo antes que como un número" (Behr y
otros 1983, p. 95).
65
Cuadro 3.1
67
(extendiendo el sistema de numeración decimal a la
partición del resto). Ahora bien, es inevitable considerar
que existe otro origen educativo: Considerar los
decimales como una extensión del sistema de numeración
decimal que, si bien tiene relación con la división, no
tiene por qué extender esta relación a las fracciones y
números racionales.
Representación de fracciones
Formas de representación
73
características generales y su aplicación, en particular, al
caso de la enseñanza de fracciones.
Figura 4.1
74
practicar con fracciones antes que contribuir a
la constitución mental del concepto.
76
de recursos económicos para su adquisición, de
información sobre los existentes en el mercado,
desconocimiento de la técnica de su empleo, por ejemplo)
es muy probable que la causa principal resida en los
"problemas de disciplina" que acarrean.
77
de esta manera de forma que el niño sólo tenga que
observarlo para dar una respuesta. En cambio, si se le
presenta un dibujo de un rectángulo y se le pide que halle
las tres cuartas partes, el niño ha de realizar una
equipartición del rectángulo, escoger la fracción unitaria
y, a continuación, iterarla tres veces. La relación con el
material ha resultado ser estática siendo dinámica, por el
contrario, con el dibujo.
78
veces, es interpretada como "tener una característica
común" en el lenguaje cotidiano. Una "fracción" es un
concepto matemático pero también resulta ser una
expresión de "una parte" de algo en la vida ordinaria.
81
Estos consideraciones conllevan una consecuencia
inmediata: No basta representar un referente a través
de una sola representación. El aprendizaje y utilización
del concepto de fracción implican la traslación de una
representación a otra. De forma general, comprender la
noción de fracción implica que el alumno:
Icónica → Manipulativa
Figura 4.2
83
Otro ejemplo
Lingüística → Simbólica
tres / cuartos
3/4
Cuadro 4.1
84
4.1). Esta noción de transparencia que, precisamente,
está en la base de una adecuada elección de la
representación a utilizar, nos ocupará el próximo apartado.
87
Cuadro 4.2
Cuadro 4.3
90
conclusión de que “una fracción es parte de una
cosa” (Chaffe-Stengel y Noddings 1982). Esta
experiencia previa vuelve al material opaco
haciéndose más conveniente el empleo de una regla
graduada dentro de problemas de medida al objeto
de aprender las fracciones impropias.
91
El caso de la línea numérica
La línea numérica se utiliza como representación en
diversos momentos de la Aritmética, empezando con los
problemas de suma o de resta y continuando en la
utilización de fracciones, donde su presencia es
frecuente. Sin embargo, hace más de una década que se
dieron a conocer distintos errores sistemáticos que cometían
los alumnos al representar fracciones en ella. El trabajo
pionero de Novillis-Larson (1980) resaltaba dos
dificultades fundamentales:
Figura 4.3
92
2) Las subdivisiones de la unidad. Los errores se
multiplican si la unidad, en la línea numérica
presentada, aparece subdividida en un número de
partes distinto del denominador de la fracción que ha
de situarse. Es el caso de tratar con la fracción
2/3 apareciendo la unidad dividida en cuatro partes.
Los errores también aparecen, aunque en menor
grado, cuando la unidad está dividida en un número
de partes múltiplo del denominador como sería el
caso de hallar los 2/3 cuando la unidad está dividida,
por ejemplo, en seis partes.
93
respuesta en torno a su relación con los distintos
elementos del referente (Bright y otros 1988):
Fracciones
60 % 9%
propias
Fracciones
10 % 7%
impropias
94
transparencia de la primera representación decrece
considerablemente.
95
fracciones. Ello es debido, como concluye esta autora, a la
presencia en la regla de trazos de distinta longitud que
ayudan visualmente en dicha tarea. La experiencia previa
con la regla (más usual en la vida cotidiana) es también un
factor importante.
96
5
98
2) Las operaciones aritméticas elementales reflejan
directamente acciones sobre cantidades mientras que las
fracciones son el resultado de otras acciones. De ahí que la
resolución de problemas afecte a la esencia de las citadas
operaciones mientras que constituyan, tan sólo, un
antecedente necesario de las fracciones.
2) Ir de la parte al todo.
3) Sobrepasar el todo.
Criterio metodológico
105
(1989) comparan esta metodología con otra que sigue los
siguientes pasos:
4) Escritura de resultados.
107
1. Equipartición del todo
108
Así, la denominación de estas fracciones unitarias
que, inicialmente han discurrido a través de un lenguaje
informal, se irá transformando. En primer lugar y a través
de una negociación de significados con los alumnos, se
alcanzará una denominación formal de estas fracciones.
A ello se acompañará con su representación simbólica
y las necesarias traslaciones entre representaciones.
4. Problemas de medida
111
Se presentan, sin embargo, dos peculiaridades que
hemos de resaltar. En primer lugar, el reparto del todo
adquiere un tratamiento específico a través de la
división. Repartir una cantidad consiste, en este caso, en
efectuar una división, lo que conduce a entender la fracción
como una división indicada. En segundo lugar, debe
resaltarse la conexión entre los nuevos resultados
fraccionarios y los anteriores sobre magnitudes
continuas. La utilización de representaciones
manipulativas e icónicas combinadas será de gran utilidad
en este sentido, así como el empleo de representaciones
lingüísticas y simbólicas idénticas.
114
6
Descomponiendo regletas
115
marrón? En ocho. Diremos entonces que la blanca es la
octava parte de la marrón.
Figura 6.1
Doblado de papel
Figura 6.2
117
de papel) se puede descomponer en partes iguales,
estas partes pueden recomponer el todo.
Equilibrio de pesos
118
Para ello puede utilizarse una balanza si se dispone de
ella así como de pesos distintos y susceptibles de
descomponerse entre sí en partes iguales.
Diagramas circulares
119
Figura 6.3
Consultando la prensa
Figura 6.4
Figura 6.5
123
Determinación de una fracción (magnitudes continuas)
Figura 6.6
Reconocimiento de fracciones
125
anteriormente con una equipartición en ocho partes podría
entonces extenderse a otras particiones distintas.
Construcción de fracciones
126
fracción corresponde a la noción de operador y tendrá su
mejor aplicación al tratar con magnitudes discretas.
Problemas de medida
Figura 6.7
128
En el ciclo medio, cuando ya se hubiera utilizado el
simbolismo de las fracciones, se escribirían en la pizarra o
cada niño en su cuaderno las distintas horas señaladas. Un
ejercicio que reprodujese Obsérvese la similitud de este
reloj con los diagramas circulares utilizados antes y que
pueden dar una pista a los niños, por analogía, de la
fracción a considerar.
Completar un litro
129
La actividad puede repetirse, cambiando el lado de la
botella donde se hagan las marcas, con otros recipientes
cotidianos. Por ejemplo, la utilización de botellines nos
medirá el litro en quintos mientras que los envases de
yogur nos permitirán medir la botella de litro en octavos
(figura 6.8).
Figura 6.8
130
Medida de elementos de la clase
131
Obsérvese que la subdivisión de la unidad de medida
utilizada da paso a la utilización de fracciones propias
mientras que la expresión escrita del resultado de la
medida conllevaría, en muchos casos, el empleo de
números mixtos ("Esta mesa mide 5 folios y 1/4").
132
apuntada al objeto de ver su estrecha relación con las
actividades anteriores.
133
134
7
Distribución de casas
Figura 7.1
Distribución de lápices
139
30 caramelos ..... 5 niños ...... 1/5 son 6 caramelos.
140
Iteración de fracciones unitarias
141
El procedimiento de cálculo puede invertirse bajo la idea
de operador diferenciándose paulatinamente las dos
operaciones encerradas en la acción de hallar una fracción:
Una división y, posteriormente, una suma reiterada que irá
dando paso a la idea de multiplicación. Por ejemplo, pasar
de 20 a 4 (por división entre 5) y de ahí a 12 (por
multiplicación por 3).
142
sería el caso de sucesivos problemas que pueden
plantearse de los que damos algunos ejemplo
143
fracción que describa cuantitativamente, entre
magnitudes discretas, la inclusión de una cantidad en otra.
Reparto de chicles
145
Se puede llegar a la respuesta a través de la propia
división y expresando de forma fraccionaria el resto. De
otro modo, el reparto con material dejará claro que cada
amigo se lleva un chicle y sobran dos. La manera de
repartir estos dos será dando la mitad a cada uno (o los 2/4
si trabajamos con la división).
Figura 7.2
148
equilibrarán? El resultado sería ahora de 9/4. La balanza,
por mostrar dos formas diferentes de agrupación con el
mismo peso, es un instrumento favorecedor del cambio
entre fracciones impropias y números mixtos.
149
2) El segundo significaría marcar la mitad del decímetro
(1/2 de la unidad de longitud aquí considerada).
Figura 7.3
150
caracteriza (cada decímetro aparece dividido en diez partes
en vez de en dos o cuatro).
151
1) El primer obstáculo a vencer consiste en que el niño
no interprete que la cantidad dada es el total por lo que
el resultado debe ser menor que la misma. Aquí sucede
justamente al revés: El resultado final (la unidad, el todo)
debe ser mayor.
152
Figura 7.4
153
Obsérvese que al dar la fracción que nos falta y no la
que tenemos el problema se vuelve muy complicado y
habría que esperar a su resolución al punto en que
tratáramos la diferencia de fracciones. Sin embargo, un
dibujo adecuado de la situación (figura 7.5) puede dar las
claves perceptivas necesarias para restarle complejidad.
Figura 7.5
154
8
155
mismo número racional aunque sean distintos como pares
ordenados. Tal como lo expresa acertadamente Ohlsson:
156
En la enseñanza de fracciones la definición de una
relación de equivalencia ha sido, casi en exclusiva, el punto
más tratado. Particularmente, desde la introducción de la
Matemática Moderna, uno de los objetivos prioritarios era
el de construir el número racional a partir de esta
relación. Las características estructuralistas del
currículum de los años sesenta conllevaba una
consideración menor respecto al orden, mientras que
las operaciones, cuya importancia era tradicional dentro
de la enseñanza de las Matemáticas, seguían presentes.
Ahora bien, la Educación Matemática actual defiende,
entre otras cosas, que la noción de equivalencia de
fracciones no debe ser el único camino para la
comprensión numérica de las mismas ya que dicho
aspecto debe ser complementado con la concepción de las
fracciones como entes matemáticos ordenados.
157
En efecto, en el comienzo del aprendizaje y mientras
el alumno aún no puede manipular los símbolos por sí
mismos, el reconocimiento o la construcción de
fracciones equivalentes depende de lo que Post y sus
colegas (1985) denominan la "traslación coordinada de
las representaciones". Así, el reconocer que las fracciones
3/4 y 6/8 son equivalentes implica el trasladar ambas
formas simbólicas a representaciones icónicas (figura 8.1),
comparar éstas últimas y trasladar la comparación y su
resultado, de nuevo, al nivel simbólico.
Figura 8.1
¾ x 1 = ¾ x 2/2 = 3 x 2 / 4 x 2 = 6/8
8/12 → 2/3
1/3 = 2/?
3/5=7/9
porque 3 - 5 = 7 - 9. O que
12 / 15 = 2 / 5
Figura 8.2
163
Kieren (1992) recuerda que la idea de equivalencia
entre fracciones implica, entre otros, la comprensión de dos
tipos de igualdades: La "relativa" (traducible a la regla
de la multiplicación por uno) y la "deductiva", que
afirma que dos fracciones son equivalentes cuando es
igual el producto de "medios" y de "extremos". Esta
conocida regla basa su presencia en la forma en que los
matemáticos definen la relación de equivalencia entre
fracciones pero, en la práctica, se revela como de difícil
aprendizaje y desligada de la igualdad anterior (la
multiplicación por uno). En efecto, ésta última es
construida desde la suma de numeradores y denominadores
consigo mismos. La igualdad deductiva, en cambio, es
vista antes como una regularidad observable que como una
regla construida en relación con las acciones sobre el
referente.
1/3 , 1/4
2/5 , 6/9
167
2 /5 < ½ < 3/4
7/8 , 4/5
168
¿Se aprende con facilidad el mecanismo de cálculo de
una fracción intermedia a otras dos? Por ejemplo, si
pedimos escribir una fracción situada entre 1/2 y 2/3, la
forma de resolver este problema es expresar ambas
fracciones con unas equivalentes que presenten un
denominador común: 3/6 y 4/6 no serán adecuadas, pero sí
6/12 y 8/12 para determinar a 7/12 como fracción
intermedia.
169
válido en muy contadas ocasiones. Los pocos que aciertan
sostienen como solución 7/9 muy probablemente con otra
estrategia de combinación de las dos fracciones dadas:
170
9
171
Ellerbruch y Payne (1978) defendían que la
equivalencia se integrara dentro de la enseñanza de la
suma de fracciones. La creencia que fundamenta esta
postura podría expresarse del siguiente modo: Si la
equivalencia de fracciones sirve para resolver con
métodos generales la suma de fracciones ¿por qué aislar
un conocimiento del otro? Abordemos la equivalencia
cuando sea necesaria dentro de una secuencia de enseñanza
de la suma.
172
Partiendo de la misma base que estos autores
tomaremos en esta obra, no obstante, un camino diferente.
Coincidimos en que la equivalencia no debe ser enseñada
aislada de otros conocimientos sobre fracciones sino en
estrecha relación y, aún más, incluida en dichos
conocimientos. Sin embargo, relacionar la equivalencia con
la suma, aunque es una opción válida, no parece la mejor
habida cuenta de los resultados observados en el capítulo
anterior.
173
Será importante, a partir de esta decisión, no limitar el
conocimiento de la equivalencia por su mayor o menor
dependencia de la ordenación, como pasaba en el caso de la
suma antes tratado. Por otro lado, este planteamiento tiene
una ventaja. La interrelación equivalencia-orden permite
entender esta fase del aprendizaje sobre fracciones como la
ejecución de una acción general: La comparación del
tamaño de dos fracciones. En unos casos el alumno
encontrará que son distintas y habrá de determinar cuál es
menor y mayor y, en otros casos, las dos fracciones
serán del mismo tamaño y las llamaremos equivalentes.
174
1. Ordenar fracciones de igual denominador
176
3. Distintas fracciones como expresión del mismo estado o
acción
177
4. Construcción de fracciones equivalentes
2/3 y 4/6
2/3 = 2 x 2 / 3 x 2
3 / 5 y 7 / 10
179
No creemos que esta recomendación deba entenderse
en el sentido de presentar conjuntamente todos los
casos indiferenciados, como por ejemplo
180
el conjunto de fracciones sobre el que se actúa de manera
algo directiva.
4 / 5 y 36 / 40
181
36/40 encontrando su fracción original (la canónica). Así
puede llegarse a que
182
encontrar el denominador común multiplicando
simplemente los denominadores. Esto es adecuado para 5 y
7, por ejemplo, pero sobreabundante en el caso de 4 y 6.
Esta regla supone tal simplificación mental que no es difícil
observar a los alumnos aplicándola incluso a los
denominadores 4 y 8, por ejemplo.
Fracciones no unitarias
185
complicación mayor supondría manejar, con los mismos
elementos, fracciones distintas:
Figura 9.1
186
Tenemos una pieza rectangular de tela. Si
cortamos los 2/5 de la pieza ¿cuánto nos queda?
¿Cuál es mayor, el trozo cortado o el que queda?
Números mixtos
187
Ordenar fracciones con igual numerador
El diagrama circular
188
Figura 9.2
189
Cuartos Séptimos
Tres cuartos X
¾ > 3/7
Tres séptimos
Dos quintos X
2/5 > 2/8
Dos octavos
190
La realización de esta tarea con representaciones verbales
y simbólicas no debe hacer olvidar la traslación a otro
tipo de representaciones más elementales. Así, si la
comparación efectuada fuera entre "Tres cuartos" y "Tres
octavos" se realizaría la comprobación a través del
doblado de una hoja de papel: Habiendo señalado la
primera fracción sobre una hoja se haría lo propio con la
otra fracción sobre una segunda hoja. La comprobación de
lo deducido en los niveles anteriores sería inmediata (figura
9.3).
Figura 9.3
Magnitudes discretas
193
194
10
195
teniendo que describir, en cada paso dado, la relación
parte-todo resultante.
Figura 10.1
196
simbólico. Tiene además otro aspecto positivo, el de
presentar al alumno disposiciones algo más irregulares y
que, en última instancia, requieran una reconsideración de
la partición realizada. Tal sería el problema siguiente
(Figura 10.2):
Figura 10.2
197
¿cómo expresamos la parte roja respecto a la
porción total de azulejos?
Problemas de medida
198
El uso combinado del doblado de tiras de papel y de la
línea numérica permitiría sistematizar y ampliar la
equivalencia descubierta entre las fracciones. Tal como la
muestra Wiebe (1985) la "mesa de fracciones" consiste en
una serie de tiras de papel de la misma longitud que, tras ser
dobladas de forma diferente (en dos mitades, tres tercios,
etc.) se pegarían consecutivamente sobre una mesa o, de
otro modo, en una cartulina que se dispusiera a la vista de
toda la clase para su utilización en el tratamiento del orden
y las operaciones entre fracciones.
Figura 10.3
200
Construcción de fracciones equivalentes
Transformación aditiva
¾ = 6/8 = 9/12
Transformación multiplicativa
¾ = 3 x 3 / 4 x 3 = 9/12
202
planteamiento es un enfoque diferente con el que
formalizar lo realizado hasta este momento.
¾ x 1 = ¾
¾ x 2/2 = 6/8
¾ x 3/3 = 9/12
Construcción y ordenación
4 / 5 < 14 / 15
Reconocimiento y ordenación
/2 , /4 , /8 , /12
206
Ordenar a través de la simplificación de fracciones
Manipulativos y diagramas
207
Figura 10.4
6 : 2 / 12 : 2 = 3/6
Figura 10.5
209
Ordenando sobre una plantilla
Figura 10.6
210
divisible entre 3 (el denominador dado). En caso de
aparecer numeradores anómalos (como el 13) la fracción
13/36 no sería reducible y la comparación habría de
efectuarse hallando la fracción equivalente a 2/3 con
denominador 36:
4/9 → → 8/18
212
Cálculo de una fracción intermedia a otras dos
Figura 10.7
213
Esta línea numérica sobre una larga cartulina puede
colgarse en una pared del aula (quizá reducida a la longitud
entre 0 y 1 para alcanzar un mayor detalle posterior).
Ahora bien, entre todos los alumnos ¿podrán encontrar una
fracción situada entre 1/3 y 2/5? ¿o entre 2/3 y 3/4?
¿Cómo se puede hacer? El procedimiento a discutir y
descubrir sería el de aplicación sucesiva de fracciones
equivalentes, al igual que hacíamos en tareas anteriores:
214
11
Diagnóstico de la situación
¼ + 1/6
215
Figura 11.1
216
Los 3/4 del suelo de un supermercado son
utilizados para estanterías y los 2/5 para pasillos.
¿Qué parte del suelo se ha usado para una u otra
cosa?
a/b + c/d = a + c / b + d
a/b x c/d = a x c / b x d
218
general, multiplicaciones y divisiones de fracciones a nivel
simbólico.
R.: .....
P.: Hazlo.
220
R.: .....
P.: Vamos a ver. La mitad de una lata ¿es más que un tercio
o menos que un tercio?
R.: Un tercio.
221
Las operaciones entre fracciones, como
expresiones de una acción sobre las mismas,
deben tener un significado para el alumno
aunque, en última instancia, la representación
de dicha acción se haga a nivel simbólico. De
ahí la importancia de conectar cada operación
con la interpretación de fracción que le dé un
mayor significado.
222
La realización de operaciones entre fracciones se
debe apoyar en distintos conocimientos
previos: Las interpretaciones de fracción que se
hayan considerado, la equivalencia y la
ordenación de fracciones.
3/8 + 2/8
Figura 11.2
223
Como medida la suma citada puede entenderse con
facilidad a través de la acumulación de las dos primeras
medidas. De esta forma, si añadimos los 2/8 de la
capacidad de una botella a los 3/8 de dicha capacidad el
resultado será de 5/8 de la misma (figura 11.3).
Figura 11.3
225
Esta limitación no existe cuando la operación se enfoca
desde la medida. Así, los mismos datos anteriores pueden
presentarse en un problema de recorrido de una distancia,
226
Enseñanza de la multiplicación y división de fracciones
1) a/b x c
2) c x a/b
3) a/b x c/d
228
Ana recibe clases de Matemáticas de 3/4 de hora
durante cinco días a la semana, ¿cuántas horas de
Matemáticas recibe a la semana? (p. 145).
229
Este hecho acarrea dos consecuencias de importancia
para la enseñanza de esta operación la primera y para
interpretar los resultados de dicha enseñanza, la segunda.
230
Una forma de introducción gráfica se basa en la idea
de combinación simultánea de dos operadores. Así se
pone de manifiesto presentando la figura 11.4 al tiempo
que se pregunta: ¿Qué fracción del metro cuadrado es la
sombreada?
Figura 11.4
232
con la división de fracciones. Ello se puede apreciar en
el problema siguiente:
a/b x ¿? = c/d
se escribe como:
c/d : a/b = ¿?
233
Y que el algoritmo de su resolución puede obtenerse, de
nuevo a nivel simbólico, del siguiente modo (Ettline 1985):
234
12
235
1/5 + 1/5 = 2/5
etc.
236
escribiendo sobre cada parte el símbolo 1/8. Repartidos en
parejas y de forma similar al conocido juego de los
"chinos" cada uno cogerá, escondiéndolo a los ojos del
compañero, varios octavos en la mano. El juego consiste en
acertar cuántos octavos tienen entre los dos o,
alternativamente, cuál es la diferencia entre los octavos de
uno y los del otro. La única limitación impuesta (que se
puede levantar más adelante) es que la suma de ambos no
exceda los ocho octavos.
Problemas individuales
238
En todas estas actividades se debe expresar
simbólicamente el resultado llegando a formularse, por
medio de los alumnos, la regla de que la suma de
fracciones con igual denominador es siempre igual a
una fracción donde, conservando el mismo
denominador, se suman los numeradores. El descubrimiento
de esta regla servirá de trampolín adecuado para tratar
situaciones donde el resultado exceda de la unidad. Ello se
ha podido plantear en el juego de los octavos (si
levantamos la limitación entonces mencionada).
La suma de sextos
4/6
239
Problemas individuales
241
3. Sumar y restar fracciones con denominadores
primos.
243
El trabajo se puede completar con diversas variaciones
de este juego. En vez de la familia de octavos puede
recurrirse a la de tercios, sextos, novenos, etc. Asimismo,
se pueden plantear preguntas sobre qué tenemos más,
¿cuartos u octavos? ¿Quién de los participantes tiene más
y cuánto más?
244
Es conveniente resaltar la importancia de mostrar una
actitud favorable hacia la estimación en cuanto sea factible
emplearla. Así, este problema daría la siguiente respuesta
equivocada:
245
2/5 + 3/10 = 4/10 + 3/10 = 7/10
Figura 12.1
2/3 + ¼ → 11/12
¼ = 2/8 = 3/12
247
Tal como se comentó anteriormente, si el profesor
supone, a partir de estos resultados, que el cálculo del
mínimo común múltiplo es inmediato es posible que el
alumno acuda a la regla de multiplicar los denominadores.
Esta regla, perfectamente válida cuando estos son primos,
resulta sobreabundante en el caso de que sean múltiplos.
De ahí que se deban presentar alternativamente
problemas de uno y otro caso. Ante la presencia de esta
regla el profesor debería apelar tantas veces como sea
necesario al cálculo separado de fracciones equivalentes.
248
multiplicación es el primero a tratar porque enlaza
directamente la nueva operación con la suma tratada antes.
En este sentido, la multiplicación de un número natural
por una fracción debe ser interpretada como una suma
reiterada de fracciones. Por ello, todas las actividades
planteadas líneas arriba se pueden adaptar a la nueva
operación, que no debe presentar serios obstáculos para el
alumno.
Es decir:
5 x 1/3 = 5/3
249
Multiplicación de dos fracciones
De las acciones
a / b de c → a / b x c
250
se pasaría paulatinamente a examinar casos de fracciones
aplicadas a fracciones. Veamos dos actividades típicas en
torno a esta cuestión.
Tiras de papel
Figura 12.2
La mitad de 2 es ....... 1
½ x ½ = ¼
½ x ¼ = 1/8
¾ x 3/2 = 9/8
252
Dentro de un cuadrado de lado unidad (figura
12.3) se considera un cuadrado de lado 1/2. ¿Qué
parte del área grande ocupa este cuadrado
pequeño?
Figura 12.3
253
Se tiene un campo cuadrado de lado 1 km. En una
de sus esquinas hay una parcela rectangular de
lados 3/4 de km. y 2/5 de km. dedicada a
naranjos. ¿Qué parte del campo grande está
dedicada a este cultivo? (figura 12.4)
Figura 12.4
254
13
Figura 13.1
255
Iterando un número finito de veces la unidad u se obtiene
una medida aproximada de la longitud dada. En caso de
que queramos obtener una aproximación mayor se suele
subdividir la unidad u en 10 partes obteniéndose una nueva
unidad de medida:
u' = u 1/10
256
también fue muy frecuente antiguamente en relación con
estudios astronómicos dándose lugar a las fracciones
sexagesimales.
a / 10 n
257
poco a los racionales ya que, la cantidad antes
mencionada se escribiría como
3,253
La notación decimal
260
con cierto detalle las diferencias entre estos dos
conjuntos numéricos y las expresiones decimales.
3/4 0,75
261
oculto en el segundo. Implícitamente viene señalado por
la posición de la última columna de la derecha: Si es la de
las centésimas quiere decir que se ha dividido la unidad en
100 partes.
262
de manera que incluso la parte decimal se describe
verbalmente "como" si fuera un número natural:
Veinticinco.
Veinticinco centésimas.
263
Estas se corresponden con muchos números racionales
pero no con todos. Uno de los que no admiten una
expresión finita es tan sencillo como 1/3. Si fuera igual a
una fracción decimal sería:
1/3 = a / 10 n
De donde: 3 x a = 10 n
264
Hemos planteado este ejemplo algo laborioso para que,
sin llegar a ser una demostración, se entienda por qué
todo número racional con una expresión decimal infinita
ha de repetir, en algún momento, la serie de dígitos que
caracterizan a dicha expresión. Como es posible
apreciar, los restos son siempre menores que el divisor y,
por tanto, se mueven en un conjunto finito de números
de manera que, al realizar sobre ellos un proceso
infinito, alguno de ellos habrá de repetirse y con él, los
siguientes. En otras palabras, los números racionales que
sólo admiten una expresión decimal infinita deben ser
periódicos. Esta afirmación puede extenderse con facilidad
a todos los números racionales desde el momento en que
consideremos como período el cero, como en
1 / 4 = 0,250000...
265
una progresión geométrica. Se puede encontrar en
cualquier texto clásico de Análisis (por ejemplo, Apostol
1960).
0,24165290531758...
268
Se puede aducir, no obstante, que esta prueba era
realizada sobre representaciones icónicas. Si se
comenzara a enseñar a los niños a través de materiales
manipulativos (como los bloques multibase de Dienes,
por ejemplo) la traslación material-expresión decimal
podría ser facilitada y daría mejores resultados. Tal
experiencia fue realizada por Hiebert y Wearne (1986)
con niños de 10 a 14 años. Se adjudicó al cubo grande el
papel de la unidad. De esta forma, la barra representaba la
décima y el cubo pequeño la centésima.
1 2 4 8 ...
23,3418
1 + 2 1/10 + 5 1/100
273
Decimos así que
9 / 100
274
la traslación a 0,09 es relativamente compleja para
estudiantes de diez años. Sólo la cuarta parte podía dar
este tipo de respuesta (Hiebert y Wearne 1986). El error
más frecuente consistía en escribir
0/9
3 → 3
10 → 10
276
El decimal como expresión de una división
Ordenación de decimales
Señala el mayor
de los números 51 % 65 % 69 % 75 %
0,75 y 0,8
282
14
2 + 4/10 + 5/100
283
expresión decimal y que, en tanto actúa como número,
puede considerarse tal (cuadro 14.1).
Cuadro 14.1
284
representan un sistema cuantitativo enteramente
nuevo" (Hiebert 1987, p. 22).
285
Para escribir una fracción decimal en forma de
número decimal se escribe sólo el numerador de la
fracción y se separan con una coma tantas cifras
decimales como ceros tenga el denominador.
288
sistema de numeración decimal. En palabras de Centeno
(1988),
289
examinar otra forma de introducción que prime lo racional
sobre lo natural.
290
Figura 14.2
291
Fracciones decimales
Escritura
1/10 1/100 1/1000
Fraccionaria
Escritura
0,1 0,01 0,001
decimal
292
puede utilizar de muy distinta manera, según el
significado de la expresión decimal que se quiera resaltar.
Figura 14.3
293
Ello daría lugar a observar la transformación de
unas subunidades en otras hasta alcanzar una expresión que
acordáramos escribir como
10 , 5 2
296
realiza a partir de la consideración de diez regletas
naranjas consecutivas.
Figura 14.4
297
quiere que las expresiones decimales sean una forma de
notación aplicada sólo a parte de las situaciones posibles.
299
300
15
Objetivos generales
Complementariamente ha de buscarse el
301
Medida de longitudes
302
Medir la longitud del aula
303
8 pasos.
7 pasos y un trozo.
.....................
305
7 tiras y 3 / 10 de tira
7 unidades y 3 décimas
7 y 0,3
7,3
Figura 15.1
306
Existen varias posibilidades de disponer de esta nueva
unidad (la décima parte de la tira): Se puede dividir en tres
partes la longitud de un folio, tomar la regleta naranja
entre las Cuisenaire o utilizar una regla graduada. La
primera parece más conveniente al objeto de construir
subdivisiones en diez partes tal como se plantearon en la
actividad anterior. No obstante, el alumno ha manejado ya
reglas graduadas y puede afirmar que la tira de cartulina es
de un metro, puede preguntar cuántos centímetros tiene la
nueva subunidad, etc. Este conocimiento previo, de
manifestarse, ha de ser recogido y discutido. Bastaría para
ello comparar la tercera parte del folio con una regla
graduada. La dificultad de esta última es que no suele
señalar los decímetros sino que se construye tomando
como unidad los centímetros. La comparación debe
ayudar a considerar nuevas subdivisiones de la "décima"
parte de la tira o metro (figura 15.2).
Figura 15.2
307
Por un proceso similar al anterior llegaríamos a la
expresión de las centésimas (o centímetros, de forma
equivalente) con las que estaríamos más capacitados para
volver al problema anterior (medida de la longitud del
aula) al objeto de dar una precisión mayor al resultado.
Es, pues, el que se propone un proceso de vaivén entre
las medidas largas y las cortas. Las subunidades
obtenidas en éstas últimas se aplicarían a las primeras en
tanto se vea como necesario.
7 metros y 35 centímetros
Milímetros: 83
Centímetros: 8,3
Decímetros: 0,83
Metros: 0,083
7 , 3 5
0 , 0 8 3
309
Subdivisiones del papel cuadriculado
310
Encontrar nuevos ejemplos de expresiones decimales
en distinto contexto favorece la ampliación de actividades
a nivel simbólico al objeto de cubrir los siguientes
objetivos:
311
Figura 15.3
2 , 4 32
1 , 15 8 23
312
que concluirían escribiéndose como 2,72 y 2,603
pudiéndose plantear numerosos casos de mayor o menor
dificultad que los expuestos.
1 , 4 8
1 , 4 0 8
313
¿Cuántas milésimas son 48 centésimas? Como equivalen
a 480, las dos expresiones pueden escribirse como
1,480
1,408
Transformación en fracciones
0,1 equivale a 1 / 10
0,6 equivale a 6 / 10
314
sucediendo lo mismo con las centésimas y milésimas.
Desde este punto de partida, la expresión 0,28 se lee, por
ejemplo, como 28 centésimas. Ya que
entonces:
315
3. Transformar una fracción en su expresión
equivalente decimal interpretando la primera
como una división indicada.
División de la unidad
316
Se pueden realizar distintos ejercicios en este sentido
como es el de dividir la unidad entre cuatro niños. Este
problema dará lugar, con un desarrollo similar al anterior, a
la aparición de las centésimas en la solución (0,25)
además de implicar dos descomposiciones en
subunidades inferiores. La realización de ejercicios
continuaría con divisiones de cantidades distintas de la
unidad como 2 entre 5 niños. Si el profesor lo prefiere
puede optar por emplear el ábaco plano, por ejemplo,
de fácil construcción aunque no tan transparente si se
sustituyen los bloques por fichas (figura 15.4).
Figura 15.4
317
De la fracción al decimal
2 : 5 es equivalente a 2 / 5
318
El empleo de la calculadora puede facilitar la realización
de estas divisiones dando paso, además, a una discusión
sobre las cifras que se obtienen en la expresión decimal
correspondiente. Con ello se descubren casos diferentes de
los tratados hasta este momento. Así, la división 1 / 3
interpretada como 1:3 es igual a 0,3333333.
319
Ordenación de expresiones decimales
Figura 15.5
321
¿Cuál es mayor, 3,25 ó 3,186?
Recursos de comparación
3 , 2 5 0
3 , 1 8 6
322
longitudes (figura 15.6). La propia situación de cada
expresión decimal conlleva considerar primero las
unidades, luego las décimas, etc. por este orden. De ahí que
el criterio que se aporta ahora consiste en que la
comparación de decimales se haga a partir de las cifras
más significativas hasta las menos. La primera cifra de este
tipo que sea mayor (en este caso las décimas) en uno que
en otro indicará cuál de los dos números decimales es
mayor.
Figura 15.6
323
Situar un decimal entre otros dos
Niño A: Sí.
Niño A: Sí.
324
16
Elección de la operación
2,36 - 1,84
325
Cuando se le plantean al estudiante este tipo de
problemas ya ha resuelto otros, aparentemente similares en
su estructura, que trataban con números naturales. Hace
más de diez años, sin embargo, se comprobó que la
presencia de decimales modificaba profundamente las
respuestas infantiles (Bell, Swan y Taylor 1981). Un
ejemplo modificado es el siguiente:
102,50 : 0,22
326
El método de investigación más usual en este sentido
consiste en dar al alumno distintos problemas de
palabras incluyendo decimales y dándoles a elegir entre
varias operaciones posibles. De esta manera se puede
determinar a qué operación se ve asociado en mayor
medida cada tipo de problema. Una de las primeras
conclusiones que se establecieron (Brown 1981) era que
los problemas de suma eran más fáciles que los de resta,
estos a su vez que los de división siendo los más
difíciles los de multiplicación donde interviniesen
decimales.
Elección
adecuada de la 53 % 62 % 73 % 68 %
operación
327
En efecto, tal como mencionamos en el capítulo
anterior, entendemos con facilidad la situación de repartir
12 caramelos entre 3 amigos pero no sucede lo mismo si
queremos repartir 12 caramelos entre 15 amigos. La
situación es extraña pero aún resulta más incomprensible
si el reparto se quiere establecer entre 0,6 amigos. Existe
un modelo de división asociado a la partición de una
cantidad que dota de sentido al problema con números
naturales pero no cuando se obtienen o presentan números
decimales. Las experiencias pasadas del estudiante sobre
este modelo partitivo le llevan a determinadas conclusiones:
8 x 0,4 y 8 : 0,4
330
Desde una perspectiva educativa, Hiebert y Wearne
(1986) sostienen que esta incomprensión es un resultado
directo de no dar un significado adecuado a las
expresiones decimales. Que la multiplicación por 0,24
hace menor el multiplicando requiere comprender qué
cantidad es 0,24 y qué diferencia presenta con un número
natural. Esto es cierto como también lo es que una simple
mejora en comprender la expresión 0,24 no basta en sí
misma para resolver el problema de los estudiantes. Es
necesario además superar el obstáculo de los modelos
intuitivos que se han formado a partir del aprendizaje
con las operaciones entre números naturales.
Aprendizaje de procedimientos
333
sean, aplicadas al mismo problema deben dar el mismo
resultado.
334
para él. La alineación de comas decimales no es algo
obvio y, no basándose en reglas de origen conceptual,
causa serias dificultades.
336
En general podemos afirmar que una condición
indispensable para que el alumno realice operaciones con
decimales es que dichas operaciones surjan como acciones
sobre símbolos que representen otras tantas acciones
sobre los referentes. Los criterios para juzgar la calidad
de una enseñanza serán, inicialmente, la transparencia y
la validez. Ello implica comenzar con problemas que
tengan sentido real para el niño, un sentido que les permita
dotar de significado a la operación con estos nuevos
números. El primer objetivo de la enseñanza, pues, se
puede resumir en:
337
Elena compra 1,5 metros de cable para hacer
un electroimán. Cuando lee el libro se da cuenta
que sólo necesita 0,6 metros. ¿Cuánto cable le
sobra?
Introducción de la multiplicación
340
Figura 16.1
4 x 6 = 24
4 x 0,6 = 2,4
341
Visto de eta forma, sin contexto al que referirse, el
problema carece de sentido. El resultado se alcanza
induciendo un modelo numérico de las multiplicaciones
anteriores que sí tenían, en cambio, el sentido que está
ausente en la última multiplicación. Esta introducción,
que es más acertada como veremos para el caso de la
división, no es recomendable por sí misma sino en
función de referirse a algún tipo de contexto. ¿Cuál puede
ser? ¿Puede el lector imaginar un problema resoluble por la
multiplicación de dos decimales y que tenga sentido? La
respuesta puede estar en la tercera introducción que
presentamos.
Introducción de la división
343
Obsérvese cuál es el contexto y cuál la interpretación
escogida para las números decimales. Volvemos a tener
razones, por sencillas que sean: Tenemos 1 kg por paquete,
0,2 kgs por paquete. Son razones unitarias, las más sencillas
de introducir a estas edades, pero son el único contexto,
como en el caso de la multiplicación, donde estas
operaciones con decimales pueden tener un significado para
el alumno.
344
Con carácter previo al cálculo escrito, estimar el
tamaño de las soluciones en los problemas
de multiplicación y división con decimales.
345
Observa este ejercicio resuelto:
0 , 7 3
+ 2 , 5 4
---------------
3 , 2 7
346
puede llevar a razonamientos de tipo sintáctico en el mejor
de los casos.
347
1) Sumando las mismas unidades y subunidades entre sí.
7 , 2 5 metros de longitud
7 , 2 5 metros de longitud
5 , 4 8 metros de anchura
----------------------------------
PRIMER PASO:
349
3,6
x 0,4
------------
2 4
1 2
------------
1 4 4
SEGUNDO PASO:
350
¿Qué queda entonces? ¿Admitir los límites de una
elaboración de procedimientos con significado? Quizá la
cuestión no resida en que sea imposible darle significado a
las reglas sintácticas sino en que, siendo posible, resulta de
una gran complejidad "a la edad en que se suelen
introducir". La consecuencia inmediata es que esta
elaboración, para el caso de la multiplicación y división,
habría de retrasarse y de hecho así se suele hacer en el caso
de ésta última.
351
problemas de multiplicación y división con decimales
por medio de la calculadora. Ello implica
inmediatamente una aplicación sistemática de la
estimación como forma de garantizar que el resultado
alcanzado en tal instrumento es correcto. De este modo, la
Educación Matemática se desharía de una de esas rémoras
que precisan una gran cantidad de tiempo y no favorecen la
comprensión de las cantidades en juego ni de sus
operaciones. La prioridad cambia. No se trata de
comprender las operaciones para realizar los algoritmos
sino para interpretar y estimar los resultados.
352
Referencias
353
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Erlbaum. Hillsdale, New Jersey.
354
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356
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363
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Changes During Conceptually Baded Instruction on
Decimal Fractions". Journal of Educational Psychology,
81, 4, 507-513.
364