El documento discute una sentencia relacionada con un caso de desalojo. Argumenta que la sentencia citada por la parte demandada se originó de un caso diferente y que la parte demandada ocultó evidencia en ese caso anterior. También argumenta que la parte demandada no cumplió con los requisitos legales para la venta de la propiedad arrendada a la parte demandante, incluido el derecho de preferencia del arrendatario.
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El documento discute una sentencia relacionada con un caso de desalojo. Argumenta que la sentencia citada por la parte demandada se originó de un caso diferente y que la parte demandada ocultó evidencia en ese caso anterior. También argumenta que la parte demandada no cumplió con los requisitos legales para la venta de la propiedad arrendada a la parte demandante, incluido el derecho de preferencia del arrendatario.
El documento discute una sentencia relacionada con un caso de desalojo. Argumenta que la sentencia citada por la parte demandada se originó de un caso diferente y que la parte demandada ocultó evidencia en ese caso anterior. También argumenta que la parte demandada no cumplió con los requisitos legales para la venta de la propiedad arrendada a la parte demandante, incluido el derecho de preferencia del arrendatario.
El documento discute una sentencia relacionada con un caso de desalojo. Argumenta que la sentencia citada por la parte demandada se originó de un caso diferente y que la parte demandada ocultó evidencia en ese caso anterior. También argumenta que la parte demandada no cumplió con los requisitos legales para la venta de la propiedad arrendada a la parte demandante, incluido el derecho de preferencia del arrendatario.
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Con respecto a la Sentencia RC-00302, de fecha 16 de mayo de 2016,
expediente N° RC-AA20-C-2015-000775 y los artículos 429 del C.P.C y el 1363
del C.C.
La citada sentencia que argumenta la parte demandada N° RC-
00302 del expediente RC-AA20-C-2015-2015-000775, tiene su origen en un supuesto jurídico distinto al de la causa que nos ocupa, deriva de la no valoración de un instrumento probatorio documental que casualmente la parte demandada omite y oculta al Juez por no hacer del conocimiento oportuno de la misma en el Juicio que tiene como motivo el Cumplimiento de Contrato.
Esta parte demandante no pretende desconocer la existencia de la
actuación administrativa que atañe a otro supuesto distinto a la presente demanda por preferencia ofertiva y retracto arrendaticio, como lo es una acción de desalojo, sobre el inmueble que viene ocupando de manera ininterrumpida y pacifica por más de diez años hasta la presente fecha de hoy nuestra poderdante, llevado a cabo por ante la Superintendencia Nacional de Arrendamiento de Vivienda de la ciudad de Mérida, a solicitud de la hoy codemandada en el presente litigio la ciudadana Licdeyre Chacón Pereira, en la cual no se llego a ninguna resolución entre las partes, y que seguidamente ésta formalizo ante sede judicial competente la demanda de DESALOJO contra nuestra patrocinada, donde no pudo ratificar el punto controvertido acordado y sentenciado a su favor por medio de sentencia interlocutoria por parte de la ciudadana Juez de ese Despacho judicial de la causa signada con el número de expediente 9044, debido a que sus alegatos se basaron en hechos totalmente falsos e inciertos y lo decimos con toda propiedad y responsabilidad, tal y como lo pudimos demostrar con nuestras actuaciones en esa instancia de una manera tan contundente y precisa que la causa fue declarada desistida al no presentarse adrede la parte demandada a contradecir nuestras pruebas en contrario ni por si, ni por medio de apoderado judicial a la audiencia del juicio de la causa promovida por ella misma. Y no es menos cierto de que esta parte demandante tampoco pretende ocultar ningún hecho u acción procesal, del conocimiento del ciudadano Juez de la causa con falsas pretensiones, omisiones dañosas o por medio de la utilización de tecnicismos jurídicos que pretendan justificar y exculpar de omisiones negligentes para excusarse convenientemente del estricto cumplimiento de las leyes vigentes, y mostrarse como dueños absolutos de la verdad. Tampoco pretendemos limitar la capacidad investigativa del Juez en el tratamiento de la valoración de las pruebas, ni de las que resulten objeto de su análisis por la pertinencia que el mismo determine al respecto, ni del manejo e interpretación de las leyes pertinentes para ésta causa en particular, hacemos la acotación en vista de que la sentencia citada por las partes codemandadas invocando la pertinencia jurídica del auto de mejor proveer contenido en el artículo 514 del C.P.C, debido a que el formalizante del recurso alego la existencia de una irregularidad en el trámite para la autenticación del documento fundamental de la demanda, y pretendió alegar el vicio de silencio de la prueba, en relación a una presunta prueba de confesión espontanea ocurrida dentro de las secuelas del mismo juicio. Pues esta sobre entendido para esta parte demandante las potestades y capacidades jurídicas dadas a los jueces siempre en la búsqueda de la verdad, la equidad y la justicia y el alcance de su envestidura como juzgador en las causas que le correspondan conocer. Por tanto mal haría esta parte demandante en sugerir al Juzgador en cómo debe encaminar la presente causa judicial.
Para esta parte demandante la controversia no versa sobre conocer
o desconocer los documentos públicos administrativos que cita en su escrito las partes codemandadas, sino en la pertinencia de lo alegado en los mismos al tratarse de actuaciones administrativas ocurridas bajo un supuesto totalmente distinto y ajeno al motivo de la presente causa de preferencia ofertiva y retracto arrendaticio. Como ya es sabido la parte codemandada el ciudadano, Ramón Eloy Chacón, omitió caprichosamente notificar mediante documento autentico y dar cumplimiento a lo literalmente señalado en el artículo 132 de la Ley Para La Regulación Y Control De Los Arrendamientos De Vivienda, violando flagrantemente el derecho preferente individual de oferta de la ciudadana Hermelinda Osuna, y procedió a la venta sin hacer del conocimiento de nuestra poderdante del inmueble en referencia a su propia hija, Gleyda Lycdeyre Chacón Pereira, codemandada en la presente causa, cuyas acciones se tradujeron en pretender desalojar a nuestra poderdante de manera abrupta. Con respecto al alegato de las partes demandadas referente a la consumación del lapso determinado en el artículo numero 139 de la Ley Para La Regulación Y Control De Los Arrendamientos De Vivienda, que señala lo siguiente ciudadano Juez; “El derecho del retracto a que se refiere el artículo anterior, del ejercicio por los arrendatarios o arrendatarias dentro del plazo de ciento ochenta días hábiles, contados a partir de la fecha de la notificación cierta, que de la negociación celebrada deberá hacerles el adquiriente mediante documento público. A dicha notificación, deberá anexarse necesariamente copia certificada del documento contentivo de la negociación, la cual quedara en poder de los notificados.” Cosa que no ocurrió ciudadano Juez, tal como lo señalan las mismas partes codemandadas a través de sus coapoderados en su escrito de contestación de la demanda en las líneas veinticinco (25), veintiséis (26) y veintisiete (27) que rielan al folio ciento cuarenta y nueve (149) del presente expediente, que se convierte en una confesión judicial de conformidad a lo establecido en los artículos 1400 y 1401 del Código Civil Venezolano vigente.
En este caso es donde nos preguntamos ciudadano Juez, ¿Por qué
el ciudadano Ramón Eloy Chacón, no procedió a notificar a la ciudadana Hermelinda Osuna de sus intensiones y voluntad de vender el inmueble? y ¿Por qué la ciudadana Gleyda Lycdeyre Chacón Pereira, quien teniendo conocimiento pleno de la situación junto a su padre ocultaron la transacción del inmueble a la ciudadana Hermelinda Osuna? ó ¿Acaso el ciudadano Ramón Eloy Chacón, se aprovecho de la buena fe de su hija la ciudadana, Gleyda Lycdeyre Chacón Pereira, pero como podría darse u ocurrir este supuesto, si ambos padre e hija, estaban respectivamente en pleno conocimiento de que se encontraba arrendado el inmueble mucho antes de la transacción a la ciudadana Hermelinda Osuna, tal como quedo demostrado con la presentación del anexo documental del contrato de arrendamiento en documento autenticado ante notaria pública ? en todo caso ciudadano Juez ¿ Demuestran las partes codemandadas la buena fe en sus actos.?
Cabe señalar que las partes codemandadas en sus escritos
manifiestan que “a partir de la enajenación que represento la transmisión de la propiedad, hubo una sustitución legal que consistió en poner a la nueva adquiriente del inmueble arrendado en lugar del arrendador, por lo tanto, la novísima propietaria Gleyda Lycdeyre Chacón Pereira, se subrogo en la persona del arrendador tanto en los deberes como en los derechos frente a la inquilina Hermelinda Osuna, en la relación arrendaticia”, todo de conformidad a lo establecido en el articulo numero 38 de la Ley Para La Regulación Y Control De Los Arrendamientos De Vivienda. Ahora bien nos preguntamos ciudadano Juez como puede haber una sustitución legal y subrogarse en la persona del arrendador la ciudadana Gleyda Lycdeyre Chacón Pereira, sin dar cabal y fiel cumplimiento a lo establecido en los artículos 88 De La Venta Por Antigüedad En El Arrendamiento, 90 Del Ejercicio De La Preferencia Arrendaticia, 131 De La Preferencia Ofertiva, 132 Requisitos Para La Preferencia Ofertiva, 133 De Las Condiciones Y Modalidades De La Negociación, 134 Contestación al Oferente, 135 De La Extinción Del Ofrecimiento, 136 Del Ofrecimiento De Un Tercero, 137 Consideración Por La Relación Arrendaticia, 138 Del Retracto, 139 Lapso Para Ejercer El Retracto Legal, 140 De Los Supuestos Para Ejercer El Retracto Legal. Tomando en cuenta que la Ley Para La Regulación Y Control De Los Arrendamientos De Vivienda en su Titulo I De Las Disposiciones Fundamentales, Capitulo I, Objeto en su Artículo 1 Establece: “La presente Ley, tiene por objeto establecer el régimen jurídico especial de arrendamiento de inmuebles urbanos y suburbanos destinados a vivienda, ya sean arrendados o subarrendados total o parcialmente; en el marco de la novedosa legislación y Política Nacional de Vivienda y Hábitat, como un sistema integrado dirigido a enfrentar la crisis de vivienda que ha afectado a nuestro pueblo como consecuencia del modelo capitalista explotador y excluyente; con el fin supremo de proteger el valor social de la vivienda como derecho humano y la garantía pena de este derecho a toda la población; contrarrestando la mercantilización y la especulación económica con la vivienda, que la convierte en un medio de explotación y opresión del ser humano por el ser humano; y promoviendo relaciones arrendaticias justas conforme a los principios del Estado democrático y social, de derecho y de justicia, cumpliendo el mandato de refundación de la República, establecido en la Carta Magna”. Así mismo invocamos los artículos 5 de la misma Ley Especial, De Los Fines En Materia De Arrendamiento, en sus numerales 2, 6 y 20. Y el artículo 32 De La Irrenunciabilidad De Los Derechos. Contenidos en el Titulo II De La Relación Arrendaticia. Capítulo I De Los Deberes Y Derechos.