Auto Tutela o Autodefensa
Auto Tutela o Autodefensa
Auto Tutela o Autodefensa
Consiste en la imposición que una de las partes del conflicto hace a la otra de su interés,
por la fuerza. En este caso, la "solución" del conflicto la impone una de las partes a la otra
(que somete sus intereses al dominante), mediante el empleo de mecanismos de fuerza.
Es la denominada justicia privada o justicia por mano propia. Como entraña el grave
riesgo de una reacción violenta, el ordenamiento proscribe la autotutela: Los particulares
no pueden solucionar sus conflictos mediante el empleo de la fuerza, de modo que el
arrendador no puede expulsar por la fuerza al arrendatario que le debe las rentas, ni el
pueblo puede proceder a linchar en la plaza pública al sujeto que ha sido sorprendido
cometiendo un hecho punible.
La autotutela está generalmente proscrita por la falta de control de la proporcionalidad de
la reacción, es decir, no existe ningún control de lo proporcionado o desproporcionada
que puede ser la respuesta al uso de la fuerza, y por ello es que todos los sistemas
tienden a prohibir el autotutela. Además, el empleo de la fuerza normalmente significa
incurrir en una conducta antijurídica.
Sin embargo, hay ocasiones en que la garantía de proscripción de la autotutela cede, por
razones de eficacia, con autorización legal: Hay casos de autotutela permitida, en que el
ordenamiento autoriza a los sujetos, que en ciertas situaciones, puedan resolver por sí
mismos y empleando la fuerza o imponiendo su interés al interés ajeno. Así ocurre, por
ejemplo, con la licencia que tiene toda persona de perseguir las abejas en suelo ajeno (no
sería razonable exigir a ese sujeto en esa particular circunstancia tener que esperar la
orden de un tribunal) o cortar las raíces o ramas de un árbol vecino. El mismo fundamento
autoriza la denominada legítima defensa, como causal de justificación en asuntos
penales; o la huelga en materia laboral; para algunos, la guerra, en las relaciones
internacionales.
En todo caso, y volviendo a la idea inicial, con bastante razón se sostiene que la
autotutela, realmente, no es un mecanismo de solución de conflictos, pues al permitir la
imposición forzosa de un interés sobre otro, deja latente el riesgo de renovar el conflicto.
En todo caso, la fijación del concepto de autotutela es de gran utilidad para comprender el
rol o función que cumplen la jurisdicción y el proceso en un estado democrático. La
sentencia, como acto de decisión final del conflicto, dictada por la jurisdicción, en el
proceso, se legitima precisamente por haber permitido la participación de los sujetos del
conflicto, en un contradictorio regulado ante un juez imparcial e independiente que
construye la decisión en base a motivos racionales y en un procedimiento adecuado al
caso concreto.
La autocompisición
Características de la heterocomposición
El método de resolución de conflicto de la heterocomposición se caracteriza
porque es un tercero quien dirime y encuentra una solución a la disputa.
Esto lo realiza mediante uno de estos dos procesos:
Arbitraje
Para que se pueda emplear este método tiene que existir una contrato de
arbitraje entre las partes, pudiendo ser alguien de su elección o un
organismo gubernamental o institución.
Dicho contrato tiene que plasmarse por escrito, bien sea mediante un
contrato separado o como una cláusula dentro del contrato que formalicen
las partes.
Proceso
El proceso
b) Posibilidades semejantes de contradicción a los sujetos del conflicto (eso que se suele
denominar como bilateralidad de la audiencia, en el sentido de que los sujetos del
conflicto gozan de posibilidades semejantes de ser "oídos").
c) Tratamiento igualitario a sujetos que en realidad pueden no serlo, como garantía formal
de juzgamiento. Esta igualdad exige considerar, eso sí, que la posición y los intereses de
las partes son distintos, y ello importa, a veces, distribuir de diversa forma los
instrumentos para ese trato semejante;
d) Imparcialidad del juzgador, como nota esencial del proceso y la función jurisdiccional;
g) Por acto público de autoridad (por ende es imperativo, y no un mero consejo) inmutable
(imposibilidad de volver a discutir el objeto del debate) y coercible (posible de ser
cumplido por la fuerza). La publicidad es la cualidad del proceso que habilita una efectiva
participación de las partes de modo de influir (con actos de alegación, prueba,
contradicción, etc.) en la decisión; y de la sociedad, en la justicia de la sentencia, por ser
esta un acto particular, y como se adelantó, en algún grado contramayoritario (El juez no
es electo y sin embargo aplica una ley que es fruto del poder mayoritario)