Autoridad Espiritual
Autoridad Espiritual
Autoridad Espiritual
Definición de Autoridad:
Potestad, facultad, que en cada pueblo ha establecido su constitución para
que le rija o gobierne, ya sea dictando leyes, ya haciéndolas observar, ya
administrando justicia.
Poder que tiene una persona sobre otra que le está subordinada.
Persona revestida de algún poder, mando o magistratura.
Es la potestad de dirigir y ordenar puede ser inherente o delegada
LA FAMILIA
La mujer como igual al hombre en la creación y la redención. La Biblia dice:
I Pedro 3:7 RVR60
7
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a
la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida,
para que vuestras oraciones no tengan estorbo.
Deberán presentar a sus propios maridos, como jefes de la casa debido a la
pauta establecida por Dios en la creación.
Lo que Dios dispuso para la familia es que el padre sea la cabeza del hogar
bajo Dios. La esposa debe estar sujeta a su esposo y los hijos sujetos a sus
padres. La Biblia dice:
Efesios 5:22 TLA
22
Las esposas deben sujetarse a sus esposos, así como lo hacen con Cristo.
Colosenses 3:20 RVA-2015
20
Hijos, obedezcan a sus padres en todo porque esto es agradable en el
Señor.
Las esposas, con respeto, como al Señor, y con un espíritu suave deben tratar
a sus esposos
I Pedro 3:4
3-4
Que el adorno de ustedes no sea de cosas externas, como peinados
exagerados, o con joyas de oro y vestidos lujosos. La belleza no depende de
las apariencias, sino de lo que hay en el corazón. Así que, sean personas
tranquilas y amables. Esta belleza nunca desaparece, y es muy valiosa
delante de Dios.
En la familia, Dios ha puesto Su autoridad en los padres. Puesto que los
padres representan la autoridad de Dios en el hogar, lo correcto es que sean
obedecidos. La Biblia dice:
Efesios 6:1 RVA-2015
6 Hijos, obedezcan en el Señor[a] a sus padres, porque esto es justo.
Muchas veces los jóvenes quisieran cambiar la Palabra de Dios para su
conveniencia. Por ejemplo:
“Obedece a tus padres:
Si tienen razón … o
Si tú crees que tienen razón … o
Si no se interponen a lo que quieres hacer… o
Si te mandad hacer las cosas en una forma amable y agradable…
Pero el joven que desea agradar a Dios no usará estas excusas. En cambio,
escogerá obedecer a sus padres porque es correcto hacerlo.
El padre ha sido señalado por Dios como cabeza de la familia, pero no debe
ser un dictador. Debe amar a su esposa y a sus hijos y ser un ejemplo para
ellos. También él es responsable ante Dios de educar a sus hijos en los
caminos del Señor. La Biblia dice:
Efesios 5:25 RVA-2015
25
Esposos, amen a sus esposas, así como también Cristo amó a la iglesia y se
entregó a sí mismo por ella
Efesios 6:4 RVA-2015
4
Y ustedes, padres, no provoquen a ira a sus hijos, sino críenlos en la
disciplina y la instrucción del Señor.
Los hijos deben cuidar de los padres en los momentos de necesidad y en la
vejez.
I Timoteo 5:4 TLA
4
Pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, son ellos los primeros que deben
ayudarla en todo lo que necesite, así como antes ella los cuidó y los ayudó.
Esto es lo que Dios quiere que se haga.
La mujer como igual al hombre en la creación y la redención
I Pedro 3:7 RVR60
7
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a
la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida,
para que vuestras oraciones no tengan estorbo.
Deberán presentar a sus propios maridos, como jefes de la casa debido a la
pauta establecida por Dios en la creación.
LA IGLESIA
El plan de Dios es que Cristo sea la Cabeza de cada iglesia. Bajo la autoridad
de Cristo están los líderes designados por Dios, tales como ancianos,
pastores, diáconos y maestros. Debemos someternos a las autoridades de la
iglesia, delegadas por Dios. La Biblia dice:
Hebreos 13:17 TLA
17
Obedezcan a sus líderes, porque ellos cuidan de ustedes sin descanso, y
saben que son responsables ante Dios de lo que a ustedes les pase. Traten
de no causar problemas, para que el trabajo que ellos hacen sea agradable y
ustedes puedan servirles de ayuda.
Aquellos que tienen autoridad en la iglesia no deben imponerse al pueblo de
Dios, sino en cambio, servirlos y ser ejemplo para ellos. Su tarea consiste en
apacentar la iglesia con amor y humildad como servidores de Cristo y su
pueblo y respecto a los ancianos, la Biblia dice:
I Pe 5:1-4 TLA
Quiero darles un consejo a los líderes de la iglesia. Yo también soy líder como
ellos, y soy testigo de cómo sufrió Cristo. Además, cuando Cristo regrese y
muestre lo maravilloso que es él, disfrutaré de parte de su gloria. Mi consejo
es el siguiente: 2 Cuiden ustedes de las personas que Dios dejó a su cargo,
pues ellas pertenecen a Dios. Cuídenlas, como cuida el pastor a sus ovejas.
Háganlo por el gusto de servir, que es lo que a Dios le agrada, y no por
obligación ni para ganar dinero. 3 No traten a los que Dios les encargó como
si ustedes fueran sus amos; más bien, procuren ser un ejemplo para
ellos. 4 Así, cuando regrese Cristo, que es el Pastor principal, ustedes
recibirán un maravilloso premio que durará para siempre.
Una amorosa sumisión a su liderazgo se insta a los cristianos. La Biblia dice:
I Tesalonicenses 5:12-13. BLA
12 Pero os rogamos hermanos, que reconozcáis a los que con diligencia
trabajan entre vosotros, y os dirigen en el Señor y os instruyen,
13 y que los tengáis en muy alta estima con amor, por causa de su trabajo.
Vivid en paz los unos con los otros.
EL GOBIERNO
Debido a la naturaleza pecaminosa y rebelde del hombre, Dios estableció las
leyes y el gobierno humano. Dios dio a los hombres la autoridad para hacer
cumplir Sus leyes. Lo hizo para nuestra protección y para nuestro bien. Las
autoridades civiles son la provisión de Dios para limitar el mal a fin de que
podamos vivir en paz y tranquilidad y en toda piedad y decoro. La Biblia dice:
1 Timoteo 2:2 RVR60
2
por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos
quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
Profesores, policías, jueces y funcionarios locales y federales, todos son
autoridades delegadas por Dios. Puesto que representan la autoridad de
Dios, debemos obedecerles. La Biblia dice:
Romanos 13:1. TLA
Dios y las autoridades
13 Sólo Dios puede darle autoridad a una persona, y es él quien les ha dado
poder a los gobernantes que tenemos. Por lo tanto, debemos obedecer a las
autoridades del gobierno.
Los cristianos debemos ser ciudadanos que obedecen la ley. El estudiante en
la escuela da honor a Dios cuando obedece las reglas del establecimiento y
demuestra respeto hacia los maestros. Cuando no hace esto deshonra a Dios.
Como seguidores de Jesucristo debemos regir nuestras vidas por el principio
de obediencia. La Biblia dice:
I P. 2:13-17 RCV
El respeto a las autoridades
13
Para que nadie hable mal de nuestro Señor Jesucristo, obedezcan a todas
las autoridades del gobierno. Obedezcan al emperador romano, pues él tiene
la máxima autoridad en el imperio. 14 Obedezcan también a los gobernantes.
El emperador los ha puesto para castigar a los que hacen lo malo, y para
premiar a los que hacen lo bueno. 15 Dios quiere que ustedes hagan el bien,
para que la gente ignorante y tonta no tenga nada que decir en contra de
ustedes.
16
Ustedes son libres porque son servidores de Dios. Pero no crean que por
ser libres pueden hacer lo malo. 17 Respeten a todos, y amen de manera
especial a los miembros de la iglesia. Honren a Dios y respeten al emperador
romano.
Nuestro Señor nunca participó en ninguna rebelión. Le enseñó a la gente a
obedecer a las autoridades del gobierno. Cuando los fariseos le preguntaron
a Jesús si debían pagar impuestos a César, el Señor les respondió:
Mateo 22:21b TLA
Jesús les dijo:
—Pues denle al emperador lo que es del emperador, y a Dios lo que es de
Dios.
Los cristianos debemos reconocer que Dios ha concedido la autoridad a los
gobernantes de todo el mundo.
Así Dios nos llama a someternos respetuosamente a las autoridades civiles.
La Biblia dice:
Romanos 13:7 DHH
7
Denle a cada uno lo que le corresponde. Al que deban pagar contribuciones,
páguenle las contribuciones; al que deban pagar impuestos, páguenle los
impuestos; al que deban respeto, respétenlo; al que deban estimación,
estímenlo.
EL TRABAJO
Nuestro jefe o “patrón” representa a la autoridad delegada de Dios en el
trabajo. Honramos a Dios cuando hacemos nuestro trabajo lo mejor posible
por causa del Señor. Dios no se complace cuando hacemos nuestro trabajo
en forma descuidada y a medias. Él quiere que lo hagamos de todo corazón.
La Biblia dice:
Colosenses 3:22 NBLH
22
Siervos[a], obedezcan en todo a sus[b] amos en la tierra[c], no para ser vistos,
como los que quieren agradar a los hombres, sino con sinceridad de corazón,
temiendo al Señor.
Aquí la palabra “siervo” significa sencillamente un empleado, una persona
que es empleada por otra. La Biblia nos dice que los empleados deben estar
sujetos a sus jefes, no sólo a los que son bondadosos y gentiles, sino también
a aquellos con quienes es difícil llevarse bien. La Biblia dice:
1 Pedro 2:18 NVI
18
Criados, sométanse con todo respeto a sus amos, no solo a los buenos y
comprensivos, sino también a los insoportables.
Con relación a nuestros empleos, Dios quiere que cada creyente trabaje
como si lo estuviera haciendo para el Señor Jesús. Un joven tenía dificultades
para desempeñar su trabajo. Su actitud no era buena y la calidad de su
trabajo era tal que su patrón no estaba contento con él.
Un día, el consejero de la Sociedad de Jóvenes le hizo esta
pregunta: “Supongamos que Jesucristo mismo fuera el gerente de esa
empresa. ¿Cambiaría eso la calidad de tu trabajo?”
Él contestó: “¡Desde luego que sí! Lo haría lo mejor posible todo el tiempo”.
El consejero le dijo: “¿Sabes que Dios quiere que con sinceridad tú hagas tu
trabajo como para el Señor Jesús?” Luego, leyeron este versículo:
Colosenses 3:23-24 NBV
23
Hagan lo que hagan, háganlo bien, como si en vez de estar trabajando para
amos terrenales estuvieran trabajando para el Señor. 24 Recuerden que el
Señor Jesucristo les dará la parte que les corresponde, pues él es el Señor a
quien en realidad sirven ustedes.
La Biblia dice que los jefes también tienen responsabilidad ante Dios. Deben
ser buenos con quienes trabajan para ellos, reconociendo que tienen un
Señor en el Cielo. La Biblia dice:
Efesios 6:9
Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo (sed amables y considerados),
dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los
cielos, y que para él no hay acepción de personas
El Nuevo Testamento reconoce otras autoridades de las instituciones
humanas que existen en la sociedad humana, entre los gobiernos civiles. Su
palabra nos da la instrucción es que los cristianos, por el amor del Señor,
debe someterse a todas las instituciones apropiadas humanas La Biblia dice:
1 Pedro 2:13.
La palabra de Dios indica en cada una de estas áreas se encuentra
explícitamente en Hechos 5:29: RVR95 29 Respondiendo Pedro y los
apóstoles, dijeron: —Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres,
en referencia a la áreas civil y religiosa, es decir, "hay que obedecer a Dios
antes que a los hombres" La Biblia dice:
Hechos 4: 19 LBLA
19
Mas respondiendo Pedro y Juan, les dijeron: Vosotros mismos juzgad si es
justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios;
Cuando la autoridad humana contraviene claramente una lealtad a la
autoridad de Dios, uno tiene autorización para apelar a la autoridad de Dios
y obedecerla en contraposición a la de cualquier autoridad humana. Pues en
cuanto la situación de la estructura de autoridad tiene tan opuesto al que le
da su validez que pierde su autoridad.
La autoridad de Satanás
El ejercicio del poder por el mal y los demonios también es considerado como
un poder o autoridad, sino una usurpación, que es sólo en virtud de la
máxima autoridad de Dios. La Biblia dice:
Lucas 4:06 NBV
6
El diablo le dijo:
―Te daré poder y autoridad sobre todos estos reinos y también te daré su
grandeza, porque a mí me lo han dado y yo se lo doy a quien yo quiera.
Tales seres angélicos, que son llamados poderes o autoridades, han sido
desarmados por Cristo (Col. 2:15) y no tienen otro resultado final que el de
destino final del diablo (Apocalipsis 20:10).
LA OBEDIENCIA Y LA REBELDÍA
Dios instituyó la obediencia: Dios creó a los ángeles, al hombre y todas las
cosas, con un solo propósito; que toda la creación le esté sujeta El orden que
Dios ha establecido es el de la obediencia.
Satanás instauró la rebeldía: Al rebelarse orgullosamente contra Dios, y no
solo él, sino que arrastró consigo a la 1/3 parte de los ángeles y culminó su
obra llevando también al hombre a la rebeldía como relata Génesis 3.
Antes de entrar al tema de la OBEDIENCIA debemos hablar de la REBELION;
porque si no entendemos que es la rebeldía y cómo opera no entenderemos
la obediencia.
Rebelión antónima de obediencia. Es lo contrario de obedecer. El ser humano
es por naturaleza rebelde. El rebelde no se sujeta a nadie y hace lo que
quiere.
La persona obediente o su sujeta puede sujetar su rebeldía. El ser humano es
rebelde por naturaleza, han sido rebeldes contra toda autoridad. Han tenido
malos ejemplos de autoridad en su casa no se les enseño la autoridad
representada en Dios, sino que crecieron sin autoridad esto se conoce como
anarquía que es la ausencia de autoridad o crecieron en una tiranía que es
abuso de autoridad ninguna de las dos son autoridad verdadera.
El ser humano es rebelde porque nació, se crio y tuvo experiencias negativas
lo que lo llevaron a ser rebelde y hasta violentos.
Las personas no tienen problemas con Jesús el Salvador, las personas tienen
problemas con Jesús el Señor, porque Jesús el Señor, nos dice que hacer y Él
dirige nuestras vidas. Nos ordena apartarnos del mundo y los deseos de la
carne. Nos muestra los problemas de carácter que tenemos. Jesús el Señor
es nuestra autoridad y Él quiere dirigir nuestras vidas. Él quiere tomar el
control total de nuestras barcas. El hombre está acostumbrado a hacer lo que
se le da la gana y no le gusta que nadie le diga que tiene que hacer. Por esto
es que el hombre tiene problemas con Jesús el Señor. Necesitamos que
alguien dirija nuestras vidas y esa persona es Jesús el Señor. Si no hay
autoridad no hay orden, habrá anarquía habrá desorden, o si hay tiranía
habrá abuso de autoridad.
Cuando llegamos a Cristo debemos someternos y sujetarnos al Señor Jesús
primeramente y al pastor que es la autoridad delegada por Dios y debo
aprender a sujetarme y gozarme al hacerlo esto es obediencia.
Romanos 6:16
"¿No sabéis que, si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerlo, sois
esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado, lo cual lleva a la muerte,
o sea de la obediencia a Dios, lo cual lleva a una vida de justicia?"
Toda persona está en una relación de servidumbre o de sujeción con respecto
a alguien, o con respecto a algo. Y Pablo dijo que nuestro amo y señor es
aquel a quien obedecemos. Si usted obedece al pecado, entonces ese es su
señor y usted deja que su vida esté controlada por el pecado. Y entonces,
usted no puede decir que Cristo es su Señor, cuando, en realidad no lo es.
Porque el Señor le trae a usted a una vida de libertad. Sí, libres, ¿pero para
hacer qué? Usted será libre para vivir para Él, libre para someternos,
sujetarnos y obedecerle a Dios. Debemos aprender a someternos a Dios,
tenemos que ser confrontados con su autoridad, para aprender a caminar en
obediencia a Dios. Sino entendemos la autoridad de Dios en nuestras vidas
seguiremos caminando en rebeldía y la Palabra de Dios acarrea dolor y
maldición y acabo con todo lo que está a mi alrededor. Debemos aprender
lo que es la autoridad verdadera.
Jesús predico del reino más que cualquier otra cosa y satanás lo tentó con el
reino de Dios La Biblia dice: Mateo 4:9 RVR95 9 y le dijo: —Todo esto te daré,
si postrado me adoras. Satanás quiso que Jesús reconociera su autoridad y
se postrara ante él y todo el reino se lo daría, pero Jesús le respondió Mateo
4:10 RVR9510 Entonces Jesús le dijo: —Vete, Satanás, porque escrito está: “Al
Señor tu Dios adorarás y sólo a él servirás.”. en otras palabras, cuando yo
adoro a Dios, yo le sirvo a Él, la adoración y el servicio van juntas.
La Biblia dice en:
Colosenses 1:13 RVR95
13
Él nos ha librado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de
su amado Hijo, Pablo estaba agradecido porque hemos sido liberados del
reino de Satanás. Estábamos muertos en delitos y pecados; vivíamos
siguiendo la corriente del sistema del mundo, ahora hemos sido trasladados
al reino de Su amado hijo. Este es el aspecto presente del reino de Dios aquí
en la tierra. Si estamos en el Reino de luz nunca nos someteremos al reino
de las tinieblas. Si somos hijos de luz debo aprender a vivir como hijos de luz
y en el reino de luz se vive en sujeción y sometimiento a Dios.
El poder del reino de la tiniebla se manifiesta en una persona a través de la
rebeldía, porque la rebeldía es el corazón de satanás. La rebelión de satanás
es el mayor ejemplo de rebelión de la historia. El querubín se convirtió en
Satanás, cuando quiso sobre pasar la autoridad de Dios, queriendo competir
con Dios y se volvió su adversario. Su rebelión fue la causa de su caída. El
pecado de ofender la autoridad de Dios es la rebelión y es un pecado del
corazón. El intento de poner su trono sobre el Trono de Dios fue lo que violo
la autoridad de Dios y esto fue el principio de orgullo y de vanagloria lo que
llevo a satanás a revelarse contra Dios su autoridad Divina. La rebeldía es
tomada como pecado de adivinación.
Tanto Isaías 14.12-15 como Ezequiel 28.13-17 se refieren al ascenso y caída
de Satanás. Sin embargo, el primer pasaje pone énfasis en cómo Satanás
infringió la autoridad de Dios mientras que el segundo pone de relieve su
transgresión de la santidad de Dios. La Biblia dice:
Romanos. 13:2 NVI.
Por lo tanto, todo el que se opone a la autoridad se rebela contra lo que Dios
ha instituido. Los que así proceden recibirán castigo.
Oponerse en franca rebeldía a lo que Dios ha dispuesto o instituido
permisivamente, es rebelarse contra Dios mismo, y esta actitud debe en gran
medida ser disciplinada para que el carácter del obrero de Dios no se vea
perjudicado en su propósito por ello. Muchos son los obreros cristianos que
por no someterse a la autoridad no pueden ser usados con poder para traer
a miles a la salvación, pues su carácter desobediente les impide hacer la
voluntad de Dios. Someterse a la autoridad, aunque incomodo o molesto es
una disciplina ferviente que sujeta nuestro cuerpo y alma, (emociones,
pensamientos y voluntad) con mayor eficiencia a la voluntad de Dios.
Rebelión: Pecado y delito contra la seguridad del estado, consistente en el
alzamiento armado contra el Gobierno o su Autoridad, con el ánimo de
derrotarlo (Rebelarse es pecado)
Rebelde: Que se rebela o subleva, faltando a la obediencia debida, indócil,
desobediente, opuesto con tenacidad. Ejemplo Satanás se rebeló contra
Dios, los guerrilleros se rebelan contra el Estado, los hijos se rebelan contra
los padres, los inmorales se rebelan contra la sociedad, y los ateos se rebelan
contra la Iglesia Evangélica.
CONCLUSIÓN
Dios está juntando a su pueblo, bajo una gracia especial que es un espíritu
sumiso y sujeto. Así nos ha enseñado nuestro Señor Jesucristo. “No se haga
mi voluntad sino la Tuya”.
La llegada del reino de Dios a nuestras vidas pone fin al individualismo
egoísta, a nuestra independencia. El pueblo de Dios ha de ser una comunidad
bien coordinada y unida entre si y todo vestigio de rebeldía desaparecerá y
reinará una sumisión gozosa y voluntaria a la autoridad del Señor.
Cuán hermosa es la Iglesia cuando se despoja de toda altivez y rebeldía para
vestirse de la mansedumbre y la sujeción. “Así que como la iglesia está sujeta
a Cristo…una Iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa
semejante…” (Efesios. 5:24-27).
¿Hasta dónde van tomadas de la mano la autoridad y la obediencia?
El propósito de Dios siempre ha sido que el hombre ejerza autoridad como
puede ser observado en el mandato que él dio a la humanidad acerca de
gobernar el mundo en Génesis 1:28. Como toda autoridad es delegada, la
autoridad sólo puede ser usada por aquellos quienes mantienen una relación
obediente con la fuente del Poder.
La Biblia nos da un ejemplo de lo que es autoridad genuina ejercida en la
perspectiva de Dios cuando describe a un militar pidiendo un milagro de
Jesús para uno de sus siervos. “Después que terminó todas sus palabras al
pueblo que lo oía, entró en Capernaúm. Y el siervo de un centurión, a quien
este quería mucho, estaba enfermo y a punto de morir. Cuando el centurión
oyó hablar de Jesús, el vino a Él rogándole que viniera y sanara a su siervo.
Él se acercó a Jesús y le rogo, diciéndole:–Es digno de que le concedas
esto, porque ama a nuestra nación y nos edificó una sinagoga.
Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estaban lejos de la casa, el centurión
envió a él unos amigos, diciéndole: –Señor, no te molestes, pues no soy digno
de que entres bajo mi techo, por lo que ni aun me tuve por digno de ir a ti;
pero di la palabra y mi siervo será sanado, pues también yo soy hombre
puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes, y digo a este:
“Ve”, y va; y al otro: “Ven”, y viene; y a mi siervo: “Haz esto”, y lo hace. Lucas
7:1-8.
La verdadera autoridad es de origen espiritual. Esa autoridad procede del
espíritu de aquel que ejerce la autoridad e impacta sobre las personas sobre
quien ejerce la autoridad. Únicamente el que obedece tiene derecho a la
autoridad.
Cuando aquellos que ejercen autoridad no están viviendo en obediencia a su
más alta autoridad, ¿Qué ocurre? En ese caso ellos no tienen autoridad, sino
Poder en su voluntad, Presión emocional o argumentos de fuerza. Todo esto
ya no viene del espíritu, sino del alma y por ello sólo tocan el alma de sus
seguidores y por ellos, éstos pueden responder con resentimientos o
amargura y se abrirán al conflicto.
Si los hombres han de servir a Dios, la sujeción a la autoridad es una
necesidad absoluta. La obediencia transciende a lo que hacemos. David por
ellos detuvo su mano de tocar al “Ungido de Jehová”.
Ser lleno de Cristo es ser lleno de obediencia.
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús: Él,
siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que
aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo
semejante a los hombres. Más aún, hallándose en la condición de hombre,
se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de
cruz. Por eso Dios también lo exaltó sobre todas las cosas y le dio un nombre
que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda
rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda
lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Filipenses 2:5-11
La obediencia se aprende por medio del sufrimiento. Hebreos 5:8.
“Obedecer es el deber nuestro, es nuestro destino, y aquel que no quiera
someterse a la obediencia será necesariamente despedazado”.
¿Te has impresionado alguna vez ante ministros o líderes que tienen dones
especiales?. Te has impresionado con alguien que canta como un ángel o
predica con mucha unción o elocuencia y has dicho: “Wow qué
ministerio. Pero, Autoridad Espiritual no es un asunto de dones, sino de una
vida de dones combinada con una vida de carácter sólido y esto viene de una
vida vivida en obediencia al Señor. Cuando tú tienes un don de Dios y una
vida de carácter, Dios está dispuesto a derramar su Autoridad sobre tu vida.
Obediencia y Autoridad Espiritual están íntimamente ligadas y jamás pueden
ser separadas.
La sumisión es absoluta, pero la obediencia es relativa. La sumisión es un
asunto de actitud, mientras que la obediencia es un asunto de
conducta. Pedro y Juan respondieron al concilio judío: “Juzgad si es justo
delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios” Hechos 4:19.
Su actitud no era rebelde, puesto que todavía se sometían a los que estaban
en autoridad. La obediencia, sin embargo, puede no ser absoluta. A algunas
autoridades es necesario obedecer, mientras que a otras no, especialmente
cuando están en juego los principios cristianos. Ejemplos Bíblicos de esto:
1.-Las parteras que desobedecieron las órdenes de Faraón.
2.-Los tres amigos de Daniel que se negaron a adorar la estatua.
3.-Daniel desobedeciendo el decreto real de no orar
4.-Pedro predicando el evangelio a pesar de la orden del consejo gobernante.
Tom Marshall en su libro Entendiendo el Liderazgo dice: “La Autoridad
ejercida en la esfera espiritual o moral es diferente de cualquier otra. La
autoridad espiritual está íntimamente ligada al carácter y está
profundamente comprometida con la integridad. Debemos decidir de
acuerdo a la conciencia. Honrar la individualidad y diferencia de la gente. La
manera de Dios gobernar no es uniformidad, sino unidad en la diversidad.
Respeto a la vida personal privada. Ningún Autoridad Espiritual debe violar
estos tres enfoques.
“Tú eres un hombre de Dios, por lo tanto, dígame lo que tengo que hacer y
yo lo haré” “Tú eres una mujer de Dios que conoce a Dios, yo confió en tu
discernimiento, por favor dígame lo que es correcto y lo haré” Estas
expresiones y actitudes necesitan ser rechazadas, como líder no puedes ser
la conciencia de otra persona y usted no puede ocupar al lugar de Dios ante
ellos. Cuando los líderes declaran categóricamente que ellos tienen la
verdad en asuntos morales o espirituales y no permiten cuestionamientos,
ni discusión sana ni el ser refutados, ellos están usando mal el poder
espiritual.
Cuando ellos clasifican los puntos de vista contrarios o interpretaciones
diferentes como una rebelión contra el ungido, ellos están abusando de su
ministerio espiritual y esto evidentemente conduce al legalismo y raya en
los límites de las sectas.
El legalismo a la larga produce insensibilidad moral. Jesús la ilustró
cuando los fariseos llevaron a la mujer adúltera para que el Señor diera la
orden de apedrearla.
La Fuerza espiritual de una persona se basa en su ministerio y su ministerio
se basa a su vez en su resurrección, pero no hay resurrección si antes no
hay muerte. Los que mal usan su ministerio es porque jamás han muerto.
La Fuerza espiritual que viene del ministerio jamás se impone sobre el
pueblo.
Hay cuatro requisitos para desempeñar el papel de autoridad delegada en
la perspectiva correcta.
La autoridad delegada debe entender que toda Autoridad viene de
Dios. Romanos 13:1.
La autoridad delegada debe negarse a sí mismo. Lucas 9:23.
La autoridad delegada debe mantenerse en comunión constante con el
Señor Juan 5:19,30.
La autoridad delegada debe estar bajo autoridad.
Watchman Need en su Libro Autoridad Espiritual describe las señales que
identifican a una persona que entiende y vive bajo la Autoridad Espiritual.
• Una persona que ha conocido la autoridad procurará desde luego, hallar
la autoridad dondequiera que vaya. Él sabe que el lugar donde se aprende
obediencia, es en la Iglesia.
• Una persona que ha tenido un encuentro con la autoridad de Dios es
mansa y tierna. Ha sido ablandada y no puede ser dura ni legalista, es
apacible.
• Una persona que de veras ha tenido un encuentro con la autoridad,
jamás quiere estar en autoridad. No tiene la preocupación ni el interés de
llegar a ser una autoridad. No se complace en dar consejos ni menos
dominar a otros. Sólo los que no conocen la autoridad son los que desean
ser autoridad.
• Una persona que ha tenido contacto con el poder espiritual mantiene la
boca cerrada.
Está en sujeción, y no se atreve a hablar descuidadamente porque en ella
hay un sentido
de autoridad.
• Una persona que ha estado en contacto con la fuerza espiritual es
sensible a todo acto de anarquía y rebelión que le rodee. La ve como la
anarquía ha llenado el mundo y aún la iglesia.
“La iglesia se mantiene por dos elementos esenciales: La vida y poder. La
vida que hemos recibido y mora en nosotros es una vida de sumisión, la
cual nos capacita para obedecer a nuestros líderes sanamente. Las
dificultades que hay dentro de la iglesia raras veces tienen que ver con
materias de desobediencia manifiesta; en su mayor parte de relacionan con
la falta de sumisión interior. Pero el principio rector de nuestra vida debe
ser la sumisión, así como el de las aves es volar y el de los peces, nadar”
Watchman Nee
Que Dios me ayude a entender y caminar por el sendero de la genuina, pura
y santa autoridad que viene de Dios y se expresa en una vida de obediencia
y de carácter y jamás en imposición.