La Comprension Lectora en Los Bordes de La Filosofia
La Comprension Lectora en Los Bordes de La Filosofia
La Comprension Lectora en Los Bordes de La Filosofia
PLANTEL PONIENTE
Doctorado en Educación
FILOSOFIA Y EDUCACION
Asesora
Introducción
Con relación al papel del docente es preciso saber qué postura filosófica asume
en la práctica pedagógica1 al abordar la comprensión lectora, porque es su
filosofía la que le posibilita pensar qué tipo de educación y qué modelo de
sociedad, crea e imagina con su labor cotidiana en la escuela y en el aula,
concretamente en el proceso del mejoramiento de la comprensión lectora. A pesar
de todo lo que haga el docente, independientemente del nivel educativo, se
requiere que los padres de familia, los agentes educativos sociales, estén
inmersos en la formación de los niños y los jóvenes, incidan en la adquisición y
práctica de la lectura, que juntos asuman un compromiso que tienda a la
revitalización del hábito lector de los escolares. Se requiere entonces que los
protagonistas del hecho educativo de acuerdo con el tiempo y el espacio suyos
compartan una agenda y una propuesta interpretativa en torno a la comprensión
lectora que rebase las cuatro paredes del aula, los límites de la escuela y los
procesos de cambio en el contexto social.
Cierto es que la política educativa que rige a cada gobierno en turno depende de
las condiciones sociales, materiales y económicas, tanto internas como externas,
que atraviesa el modo de producción, la formación socioeconómica, y del proyecto
económico que se adopta para regir el destino de los pueblos. Estas condiciones
orientan, le dan la direccionalidad e intencionalidad al currículo, al diseño y
evaluación curricular. De ahí que la teoría curricular se nutra de las concepciones
filosófica, antropológica, epistemológica, pedagógica, psicológica y didáctica para
ofertar hoy un modelo educativo que tienda a satisfacer la demanda neoliberal
actual, principalmente, la del mercado. En esta encrucijada de la educación,
cuelga una demanda que no es interés de todos: el problema de la comprensión
lectora.
Ahora bien, ¿por qué aún se agrava el problema -viejo y nunca resuelto- de la
comprensión lectora en México?, allí está, permanece y continúa como un rasgo
distintivo del fracaso, del rezago y de la deserción escolares, 2 ¿dónde se
encuentra su origen?, pensemos si es en el ámbito social que rodea la práctica
educativa, en la práctica pedagógica del docente, la situación psicológica del
alumno o la confluencia de estas variables; y, sobre todo, cómo hacer para poder
mejorar el proceso de la comprensión lectora en la escuela mexicana. Las
interrogantes centrales ahí están y de ellas pueden derivarse más.
1
La reflexión filosófica sobre el proceso educativo y la intromisión ventajosa de la filosofía en el
terreno pedagógico han tenido históricamente consecuencias valiosas para ambos sectores del
conocimiento. Los más destacados representantes del pensamiento teórico universal han estado
de acuerdo, en que el arte de educar y la propia pedagogía como sistema de conocimientos sobre
la educación requieren de un fundamento filosófico. López Hurtado y cols., Fundamentos de la
educación, pág. 1
2
Galeana, Rosaura, La infancia desertora, págs. 89-122
En esta trama de la educación mexicana -a la vez, drama de la comprensión
lectora-, la filosofía y la educación están vivas y latentes determinándose
dialécticamente, complementándose. Cierto es, falta evaluarnos al respecto -no
con lupa, menos con revólver, sino con y como faro de luz que ilustra, ilumina, la
formación pedagógica, la vida de los sujetos en proceso de transformación-,
atentos a los logros y las dificultades, los avances y los retrocesos, buscando las
fortalezas, las oportunidades en cada crisis, las debilidades y las acciones
inmediatas en cada problema o riesgo que se observa en el proceso formativo de
los sujetos.
3
Gutiérrez, Saénz R., Introducción a la filosofía, págs. 32-33
4
Núñez. Barboza M., El rezago educativo en México: dimensiones de un enemigo silencioso y
modelo propuesto para entender las causas de su propagación, en Revista Interamericana de
Educación de Adultos. CREFAL, págs. 29-70
5
El aprendizaje en el servicio transcurre dentro del continuo que va del aprendizaje in situ a la
experiencia de servicio a la comunidad, pero ocurre mientras el alumno toma los cursos
curriculares vinculados el proyecto de servicio en la comunidad, de manera que la experiencia de
aprender sirviendo y el proyecto que se deriva de ésta forman parte del currículo escolar; es decir,
no se trata de actividades extraescolares desligadas del currículo escolar. Díaz Barriga, F.,
Enseñanza situada. Vínculo entre la escuela y la vida, págs. 98-110
bases para la formación ciudadana-, inspirado en la areté que como ideal griego
alimentaba la educación como una utopía. En la época medieval la educación de
la sociedad adquiere un carácter religioso cristiano y -como causa y consecuencia
a la vez-, se desarrolla una cultura teocéntrica de gran impacto en la vida de la
humanidad. Durante el renacimiento hay un sacudimiento intelectual que dobla
las estructuras de la filosofía y la educación promotoras de la fe y la razón
católicas de la iglesia como institución política y económica predominante. Este
periodo va al rescate de la cultura grecolatina para difundir los avances de los
proyectos científicos, filosóficos, educativos, políticos, literarios y artísticos que las
civilizaciones pasadas ya habían diseñado y ejecutado y con base en estos logros
plantear sus propuestas del mundo nuevo que se avizoraba. Llega la edad
moderna y se colocan los cimientos de la Ilustración y la educación que enarbola
la libertad, la igualdad y la fraternidad, para tal efecto se promueven la ciencia, la
tecnología y la cultura orientadas hacia la búsqueda incesante de las luces de la
verdad, de la razón y de la justicia.
6
Lyotard, Jeans-Francois, La condición postmoderna, págs. 33-47.
En este contexto de la sociedad de la información, se trata de cómo pensar en la
comprensión lectora como alternativa para construir un mundo nuevo donde los
sujetos sean ciudadanos plenos, es decir, capaces de vivir con dignidad, con una
educación integral, con los conocimientos, la información, las habilidades, los
valores y las actitudes que les posibiliten entender, interpretar, comprender y
buscar sentido al mundo concreto en el que viven y sobreviven, ser capaces de
convivir solidariamente y fraternalmente, con sentido democrático y justicieros, con
el pensamiento y la acción congruentes, sin caer en el individualismo exacerbado
fomentado por la ética neoliberal con sus aparatos ideológicos.
Urge una filosofía y una educación que retomen, recuperen, incorporen o planteen
en su proyecto pedagógico el cómo generar y desarrollar la comprensión
lectora de los textos impresos locales y las testimonios orales ancestrales y
actuales de la comunidad (mitos, leyendas, cantos, narraciones, experiencias
laborales, relatos y danzas), de las imágenes naturales y sociales, de los símbolos
e iconos que se originan en la vida cotidiana, cuyos mensajes hay que saber
descifrar, desenterrar, explicitar, preguntar, aclarar, dudar, interrogar.
Conclusión
Referencias
Bibliográfica
Díaz Barriga, F., Enseñanza situada. Vínculo entre la escuela y la vida, Mc-Graw
Hill, México, 2006, págs. 163.
8
Lyotard, Jeans-Francois, La condición postmoderna, pág. 127-137.
Gutiérrez, Saénz R., Introducción a la filosofía, Esfinge, México, 2003, págs. 32-
33.
López Hurtado y cols., Fundamentos de la educación, Editorial Pueblo y
Educación, Playa, Ciudad de la Habana, 2000, págs. 135.
Hemerográfica