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WALTER SCHULZ

JUAN TEOFILO FICHTE

RAZON Y LIBERTAD

Si hoy nos reunimos aqui para rendir un homenaje a

la memoria de Juan Teofilo Fichte, debe consistir este
ihomenaje esencialmente en una rememoracion de .su fi­
losoffa, Con todo, y precisamente en 10 que se refiere a
Ia filosofia de Fichte, es necesario tener en cuenta si­
quiera brevemente la relaci6n existente entre su acti­
tud ante la vida y su filosofia. Y esto debido a que el
mismo Fichte ha afirmado que la sistematica filosofica y
la actitud vital forman una unidad. Fichte ha formula­
do la siguiente conocida expresion: "La filosofia que se
elige depende de que clase de hombre se es, pues un siste­
ma filos6fico no es un mobiliario, susceptible de aceptar
o rechazar a voluntad, sino que esta animado por el es­
piritu del hombre que 10 tiene." 1.
Esta expresi6n se ha interpretado frecuentemente en
el sentido de que Fichte se proponia explicar el conte­
nido objetivo del pensar filos6fico a partir de una dispo­
a
sicion del hombre, la cual se reducia dicho contenido,
y que debia investigarse en cada caso sicolOgica 0 ripo­

10bras compleras ("Primera introducci6n a Ia teorta de Ia cien­

cia") .
476 WALTER SCHULZ

16gicamente. El contexto dentro del cual formula Fichte

esta expresi6n sobre las relaciones entre la filosofia y el
hombre, nos dice que es un error interpretarla en dicho
sen tido. Nose trata, en efeeto, para Fichte de una elec­
cion entre sistemas filos6ficos cualesquiera , sino que se
trata de decidirse entre las dos (micas actitudes Iilosofi­
cas Iundamentalcs que son posiblcs segun el, 0 sea, el
dogmatismo y cl idealismo.
E1 dog-matico esta, como hombre y como Iilosofo, do- •
minado por la conciencia de que el mundo exterior que
10 rodea, el mundo de las casas, es mas Iuerte y poderoso
que el mismo, 'de tal modo que Cl tiene que sub-ordinarse
a este mundo. El idealist a, en carnbio, se determiua li­
brernenre. Peroel sabe que la libertad no es una prop ie­
dad que posee el hombre con independencia de la COIl­
ciencia de su yo y de su actuar, sino que .sabe que s610
hay Iibertad si esta sc rcaliza a partir de la libertad mis­
rna, Fichte adara que 1a conciencia de la libertad no
proviene de Iuera, )" precisa actual' de rnanera realmente
libre para llegar a esta conciencia. Esta conciencia de la
libertad es autoconciencia de ella. Pero esta canciencia
de Ia libertad no conduce jamas a una acci6n pOl' la me­
ra accion misma, sino que la libertad es, a su turno, diri­
gida por el conocimiento. Ella riene que someterse fi­
nalmente a las exigencias de la razon. Dig-amos, en bre­
ves palabras, como esta cuesti6n de las relaciones entre
libertad y razon para Fichte lleg6 a convertirse en el
problema fundamental de su pensarniento.
Fichte provenia de una familia cuyos recursos econo­
micas eran precarios. Su padre era tejedor de cintas en
la Alta Lusacia. Gracias a la ayuda de su sefior, pudo in­
gresar en la escuela de Schulpforta. Es fama que Fichte
repitio literalrnente a su senor la predica escuchada por

,~,
 ",~~-- ... .

477 478 WALTER SCHULZ

FIcHTE - RAZ6N Y LIBERTAD " ;~

~
• Iibertad, son de muy diversa indole. Con todo, dichos
:;:l el domingo anterior. La meta de sU vida parece ester J:-i­ intentos dejan vel' claramente un principia fundamen­
~t£initiYamente
d
;I
clara: Fichte ha de ser pastor. E1 mismo 1­ tal, 0 sea, que un sistema racional no es precisamente el
.~ ~
tLc:: mas tarde: "Ya en mi nifiez me deterinine a 011 mis­ !~
sistema que postula una determinacion incondicional.
,,'0 p:i1-a el pulpito:' Durante SUS estudios, la £ilosoiia n te, Razon y libertad no se oponen en modo alguno. SOlo un
~~
:;;u:resante para el es Ia escolistica, cat61ica Y protesta ser que es libre puede y debe actual' racionalmente, y
:,reJ.ominante a Ia sazon, y en especial los sistemas de 1'1 a la inversa, 10 racional se muestra solo alii donde el
\Volff ;' Crusius. Fichte llega a convencerse de que i:: hombre no se atiene a 10 dado, sino donde se obra en
:~
1<1 posicion determinista es la verdadera, pero a la vez estado libre y en vista' de la libertad, Fichte ha ensayado
;(Jnnula objecioll es contra dicho sistc:ma. Si todo esta exponer esta convicci6n en renovados plantearnientos, y
deterrninado, se dice, no existe para el hombre una con­ ha pla~mado su propia vida, a la vez, a partir de ella.
Liencia del pecado como condencia de la propia culpa,' Serla interesante mostrar como Fichte en las situacio­
n,
y par 10 tanto tampoco exiSte una expiaci6 En Leipzig . Illes dif'iciles de su vida eleva siempre esta libertad racio­
cto
descubre Fichte los escri tos de Kant, y este conta con mal a principio de su obrar. Fichte pertenece a esa clase
la filoso fia k<tntiana es decisivo para el. de hombres, no muy frecuente, que poseen Ull valor ci­
Fichte ouserv a como Kant concede a la libenad un vil absolute. Esto determine que nunca hubiera sido bien
Jugar preponderallte dentro de 5U fil050fia. La libertad visto. Karl Jaspers dice de el que "a donde quiera iba
',s un p05tulado de la razan pnictica, que nos eleva sO­ annaba un escandalo" 2. Pero este valor civil no signifi­
br e el mundo sensible y nos hace ciudadanos del luundo caba en el arrojo temerario, sino decision implacable de
~ i ntelig Pero este principio no satisface, en ultima
ible. imponer, aun contra toda resistencia, 10 racionalmente
imtancia, a Fichte, pues estos dos mundos, ei inteIigible, elegido, Esta actitud es la razon para que Fichte perdie­
,.bin'to a nosotros pOl' la razon practica, y el sensible, que ra su catedra en Jena a raiz de la llamada controversia
\ I
iO\'estiga la razan tearica, no son dos mundos unidos
mutuamente. Yo puedo, por asi decir, cambiar el 'punto
sabre el ateismo. Esto, es de todos sabido 3. Pero no es
tan conocido el hecho de que Fichte demostro tener el
de vista. Desde el punto de vista te6rico, 'aparezco ante na­ misrno valor civil cuando renuncio la rectoria de la Uni­
mi misrno como un ser que en cada caso esta determi
versidad de Berlin en el afio de 1812. Segun sus propias
do, y sobre la base de Ia cop.ciencia moral me considero, palabras, era la siruacion alii la siguiente: algunos COIll­
en cambia, como un ser que es funuaruental y general­ pafieros de estudios habian dicho a un cstudiante judio
mente libre. Esta disension debe ser abolida. Asi 10 exi­
.~
gc el pensamiento filos6£ico, pues el pensar filosaHco • K. Jaspers, Schelling, Munchen 1955, pag. 233.
ar
\, quiere siempre unidad Y totalidad, esto es, el pens filo • ConE. Fichte, "Escritos filos6£icos sobre Ja disputa acerca del
.
\
saEco exige el sistema.
Los intentos de solucian realizados par Fichte en el
ateismo", con el ensayo de Forberg sabre "EvoluI;i6n del concepto
de religi6n". Nueva edici6n e innoducd6n de Fritz Medicus, Leip­
\ cuno de su cvol u eion £ilosoEca para conciliar razon Y
zig 1910.
\
 ~ r ....,:;.,~~~~ . . ._ .... _ F"__~__ """-'-'-""'-~~" ­ V - 11

FICIITE - RAZON Y UBERTAD 479 480 WALTER SCHULZ f•

t
que el no tenia que buscar entre estudiantes decentes, pongo, solamente una smtesis muy superficial. Tomare­ i­t
terminando par retarsele a duelo, como dice Fichu!. Di­ mas mas bien, una obra especial de Fichte, para penetrar,
cho estudiante rehuso el duelo. Fichte se puso de parte can base en ella, en la filosofta fichteana. Esta obra sera
suya de manera incondiciona1. Cuando varios de los co­ la titulada "£1 clestino del hombre", que aparecio en
leg as de Fichte vacilaron en apoyar su actitud, este pidio 1800. Es necesario, sin embargo, que nos detengamos
previamcnte en algunos datos extrrnsecos, para hacer ver
que 10 relevaran de su cargo de rector. En la soIicitud
enviada en tal sentido a la seccion para instruccion y con claridad el lugar que esta obra ocupa dentro del
t
eulto, escribe Fichte la frase ir6nica que dice: "Carnbiar, pensamiento evolutivo de Fichte,

segun las circunstancias cambiantes, tambien las maxi­

•
Las obras de donde provino el prestigio de Fichte co­
mas de mi obrar, y man tener, can todo, una firme uni­ mo filosofo, que se componen de varios trabajos, se ti­
dad, es alga para 10 que me falta por completo talento." 4 tulan todas por' 10 regular "Tcoria de Ia ciencia". El las
Esto muestra muv claramente la posicion fundamental
; L tienen por objeto un deterrninado problema, Fichte se
de Fichte, su manera de pensar. No actuo nunca lIeva­ prcgunta: 2QllC es, en general, el saber como tal, y en
do par reflexiones oportunistas, sino que trato siempre, que se fundamenta? Estas teorias de la ciencia forman
como decian ironicamente sus adversarios, de deducir el en su desarrollo, en vista de la problematica que les es
caso particular del orden del urriverso. Esto significa que cornun a tad as, una unidad. Con todo, alrededor de
10 importante para cl era 10 moralrnente fundamental. 1800, podcmos vel', se quebranta esta unidad en cierto
Ya he llamado la atencion sobre el hecho de que la sentido, 10 cual voy a esbozar por 10 pronto de la rna­
cuestion acerca de las relaciones entre libertad y razon nera siguiente: despucs de 1800 no se pone mas, como
domina pOl' complete el pensamiento de Fichte. He di­ principio del saber, y segun ocurria en las primeras teo­
cho tambien como el ensaya en su filosofia propia re­ rfas de la ciencia, el )'0 absolute, sino que este yo se si­
unir ambas detenninaciones en la unidad de un sistema, tua, a su turno, al lado de 10 que Fichte llama primero
y como configura su vida a partir de esta unidad. Con el orden moral universal, la voluntad infinita 0 10 divi­
estas consideraciones previas estamos ya en condiciones no, posteriormente la vida 0 eI amor. y finalmente el ser
de volvernos hacia la obra de Fichte, con arreglo a 10 absoluto 0 simplemente Dios. Estas teorias de la ciencia,
• que afirrnarnos al comienzo, es decir, que el reeuerdo de especialmente las ultimas, estan escritas en una forma
un filosofo es esencialmente recuerdo de su obra. No voy muy abstracta, y con una gran monotonia se va dedu­
a intentar ahora hacer una sintesis de toda la filosofla ciendo un pcnsamiento de otro, pero el conjunto se rna­

~l
df' Fichte, que serfa, dado el escaso tiempo de que dis­ neja can una'reflexion tan elevada que casi supera toda
capacidad de abstraccion del lector rnedianamente euIto.
, --­
i • Idea y reali dad de una universldad". Documentos para la histo­
Fichte ha ensayado repetidarnente, para poder lograr
: ria de Ia Friedrich-Wilhelm-Universitiit de Berlin. Edici6n al cui­
un cireulo mas amplio de lectores, y obligarlos a enten­
dado de Wilhelm WeischedeL Berlin, 1960. pag, 255·
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FICHTE - RAZO:'> Y LIBERTAD 481

482 WALTER SCHULZ
del', como el mismo dice alguna vez 5, hacer accesibles
.us ideas, redactadas "en forma mas popular", tam bien a explica que su deseo es encontrar mediante reflexion
aquellos que no son "filosofos de profesion" 6. ~ Y preci­ propia 10 que es verdaderamente el destino del hombre.
s.nncnte "El destino del hombre" pertenece a esta clase Esta reflexion conduce par 10 pronto a una expresa cos­
de escritos. Esta obra tiene una importancia tanto mas movision, que puede designarse como un naturalismo
,ignificativa cuanto en ella aparecen claramente los mo­ determinista. Yo estoy rodeado, dice Fichte, de objetos
t ivos propios del cambia (lUt se eumple alrededor de que estan en conexinn entre si, conexion que hay que
1800 dentro de la evolucion de lasdiversas teorias de entender inequivocamente como una conexior, causal.
la ciencia. Par ejemplo, yo yeo un arbol. Este arbol tiene una de­
"El destine del hombre" comprende tres libros. Los terrninada figura, deterrninadas notas y propiedades. Yo
ritulos de estos libros son: "La duda", "EI saber" y "La solo puedo comprender todo esto si explico genetica­
Ie". Fichte habla de si mismo, :'pero en tal forma que mente la aparicion de estas determinaciones. EI arbol se
transforma su propio metodo en una experiencia con­ origino de una semilla. Pero Ia semilla no es Ia {mica
ceptual objetiva, Esta estructura hace recordar las "Me­ causa de este arbol. 0 mas exactamente, esta causa se en­
ditaciones' de Descartes, a pesar de que Firhte no ha CUentra a la vez en conexion con otras causas, La exis­
tornado a Descartes cxpresamerrte por rnodelo. Fichte tencia de este arbol supone la existencia de la tierra, y
depende, ademas, su existencia de circunstancias clima­
5 Conf. el titulo del escrito aparecido en 1801 sabre "Infor me cla­
ticas, de la lluvia y del calor. Dicho expresamente, com­
risimo dirigido al gran publico sabre el verdadero caracter de la prender un objeto natural quiere decir que su ser se
filosofra actual. Un intento encaminado a obligar al lect~r a que explica exclusivamente a partir de las multiples causas.
cornprenda". Fichte aplica ahora al hombre este mismo metorln, Soy,
IT Sabre los escritos populates juzga Hegel mu)' desfavorable­ dice, un determinado hombre, y como tal solo cornpren­
mente. En sus "Lecciones sabre la historia de la filosofia" encon­
sible a partir de los requisitos de mi esencia. Varias Iuer­
tramos la siguicnte exprcsion: "Fichte, en sus ultirnas obras popu­
lares, ha tratado el tema de la fe, de la esperanza, e~ amor y la
zas me han producido. Primero mis padres, y lliego las
religion sin interes fil0s6fico, 0 sea, el se dirige ahora a un publico influencias que me han formad» en el curso de mi vida.
general. Esto es una filosofia para ,judios y judias, consejeros de Pero Fichte no desea en modo alguno con tales explica.

; cstado y kotzebue." (Leccianes sabre la historia de Ia filosofia". ciones causales proclamar una metafisica materialista.

r Edicion al cuicJado de G. Bolland. Leiden 19o8.) De modo igual­ Detras de todo actua, ciertamente, una fuerza natu­
i
! mente dcsfavorablc se expresa Schelling en sus "Lecciones sabre la ral unitaria, que en mf se detcrmina, sin embargo, en
I filosofla de la revelacinn", cuando dice que Flchte, en los ultimos
el sentido de la formaci6n de un ser de un genero espe­
I aries, ha expuesto sus ideas mas con tendencia a "influir popular.
mente". "Aqui la cuestion fue facilmente inreligible, pero, en Ia cial que se caracteriza, en contraposicion can el arbol,

I misma proporci6n fue inaceptable para aquellos que hablan co­ par su facultad de pensar. Yo no puedo, en verdad, ex­
nocido algo superior en la "Teoria de la cie~cia". (Obras com­ plical' como la fuerza natural origina el pensamiento,
pletas, 13, 53). pero tampoco puedo aclarar Como esta fuerza llega a rea­

r¥R --~ .. ~_---,~_,.~~-::,,_~

 ~ i>
484 • W ALTER SCHULZ
, FICUTE - RAZ6N Y LIBERTAD 483
•
Iizar la formacion de una planta, ni como produce el
deseo que nace del corazon. El sentimiento quiere que
der yo, en todas las acciones, me perfeccione y confirme.
sus movimiento de un animal. No es necesaria, sin embargo, Fichte dice: "Yo quiero amar, quiero desvaneeerme en
:lq1 una explicacion metafisica semejante. Fichtedice que la simpatias,alegrarme y afligirme." 8. Pero a este deseo se
5Jr fuerza natural que se encuentra tras de todo fenomeno opone de nuevo Iaconsideracion sistematica, el sistema.
de no es rcconocible en si misma ni en su actuar propio. Este dice, "aspcra e impasiblernente": no eres tu mismo
.,l~
Pero hay que presuponer tal fuerza, para atribuir lc quien desea ser libre, sino que este deseo de libertad esta
ti\ que ocurre actualmente, el ser actual, dentro del respec­ determinado, en el .fondo, por la naturaleza, no de otro
18 tivo campo de los fen6menos, a las causas correspon­ modo que tus restantes actos del hacer y omitir. Con este
la dientes. Hasta aqui el principio fundamental. Fichte 10 antazonismo entre sentirniento y razon terrnina el Iibro
o .
formula de la manera general siguiente: "Todo 10 que primero, y estc antagonismo pareee tan insoluble que
ti existe esta, sin excepcion, determinado: es 10 que es, y, Fichte maldice el dia en que fue llamado a esta vida
ft sencillamente, no otra cosa." 1. cuya verdad y sentido han llegado a serle objeto de duda.
tr A estos razonamientos agrega Fichte una considera­
La conciencia desgarrada viene a liberarse de este es­
CI cion que debe revisar 10 afinnado. El formula una ob­
tado de angustia y desaliento mediante la evidencia de
d jecion. En la autoconciencia inmediata me doy yo mis­
que el determinismo constituye un sistema tota1mente
t, mo como no determinado causalmente, sino como un
falso. Fichte, al comienzo del libro segundo, que se ti­
ser libre. Y ahora aparece una circunstancia perturba­
tu1a "El saber", hace aparecer un Espiritu. Este Espiritu
dora entre esta concicncia inmediata de la Iibertad y la
dice: "Tu tiemblas ante espectros que tu mismo te has
teoria de Ia causalidad, Esta teoria pareee imponerse a
cuidadosamente inventado. Atrevete a ser verdaderamen­
la conciencia de la libertad, pues esta en capacidad de
te sabio. No te traigo revelaciones nuevas. Lo que yo
ver mas profundamente las cosas que dicha conciencia pueda ensefiarte, ya 10 sabes tu hace tiempo, y ahora
inmediata. En una, tal autorreflexion se pone Irecuen­ solo cabe que 10 recuerdes." 9. En efecto, este Espiritu
temente de manifiesto que allt donde til crees obrar li­
no trae reve1aciones nuevas, pues 10 expuesto por el
i bremente, es esta fe 5610 apariencia. Pues si- reflexionas,
no es otra cosa que el principio fundamental de 1a teo­
yes claramente que hay motivos por completo determi­
ria de la dencia de Fichte. Es, pues, si se quiere enten­
nados que condicionan la accion presumiblemente libre.
der las consideraciones siguientes, necesario tener en
Pero contra esta reflexion se revela a su vez el senti­
cuenta que Fichte no da por terminada 1a disputa entre
miento de que la razon de mis acciones tiene que estar
los deseos de libertad del corazon y la reflexion sobre el
en mi, y este sentimiento hace que dudemos de la cos­
determinismo con una mera determinacion volitiva, si­
niovision cientifica. Esta duda no es, pues, un concicn­
te poner en tela de juicio por razones teoricas, sino un
• Opus cit., 196.
• Opus cit., 197.

\
70bras completas Il, 172.

f....... ~~ :­
V i,

.;. FICI-ITE - RAZON Y LIBERTAD 485

ii'
t

no con la comprobacion cientffica de que el deseo de li­

•
bertad podria ser realizado en sentido positivo precisa­
486 WALTER SCHULZ

mente par la razon misma. Pues la teoria de la ciencia

autoconciencia absoluta, y Como esta autoconciencia se
muestra que el hombre es libre. determina y delimita oponiendose a sf misma un No-Yo,
No es facil comprender el proceso deductivo de la
en el eual y contra el cual gana ella, por su parte, deter­
teoria de la ciencia, extremadamente comprimido, que minacion y concrecion.
sigue en el texto, Dcstaco el rrincipio fundamental en Este proceso deductivn es sola y unicamente la obra
su estructura sistematica. El Espiritu compromete al yo de una reflexion filos6fica trascendental. Yo recurro en
en una reflexion sabre el hecho simple del percibir sen­ ella al origen, esto es, al principio del saber, que prece­
sible. Cuando yo veo algo, estoy referido a este alga y, de a mi conciencia empirica concreta, siempre referida
par asi decir, perdido en su percepcion, Ahara bien, yo a objetos, y determina esta conciencia. No puedo dete~
puedo reflexionar en este Ienomeno del percibir, y esta nerme a exponer detalladamente aquf este proceso de­
reflexion pone de manifiesto varios hechos. Asi, 10 perci­ ductivo, Intento destacar con palabras propias el resul­
bido es ciertamente un ob ieto, y como objeto esta en re­ tado eseacial. Naturalmente, tengo yo razon, como hom­
lacion conmigo. Yo veo el objcto, cs decir, yo 10 alojo bre empirico, ruando afirmo que los objetos existen aun
en mi conciencia y mediante 13 conciencia de d. Este es en el caso de que no los perciba, de que no este con elIos
el primer paso. Ahara haec Ia conciencia una objecion. en relacion inmediata. Pero precisamente esto es solo
La coriciencia dice: Puede ocurrir que el olJ-jeto sea .,610 posible si yo, como Yo trascendental, he afirmado ante
objeto en relacion ami, pero a la vez se que el objeto mi mismo la determinacion fundamental de Ia objeti­
esta alu au n en el caso de que no 10 perciba. EI existc vidad con todas sus subdeterminaciones, como son la ma­
l independienternente de mi percepci6n. Y aqui dice el Ii­ terialidad, la resistencia y la independencia. Sin este Yo
Iosofo 10 siguiente: Estas en razon cuando afirrnas que trascendental, sobre el cual me puedo volver en la re­
tu sabes que el objeto existe aun en el caso de que no 10

flexion filos6fica, no se dada para el hombre empirico

percibas. Pero, reflexiona en tus propias palabras. Ttl Ja referencia autentica a los objetos, referencia por la
dices: yo se que el objeto existe aun sin mi percepcion: cuaI yo me veo referido a dichos objetos y a la vez me
esto significa que tu saber es tan vasto, que tarnbien com­ dis tingo de ellos,
I prende la afirmacion de que existen tambien cosas in­ Ahora es posible, partiendo de aquf, una soluci6n razo­
dependientemente de tu percepci6n. Esta afirmacion nable de Iadisputa entre determinismo y libertad. Y yo
significa, con todo, si se le formula desde un punto de Uego a comprender, mediante Ia reflexi6n filosofica,
vista fundamental, que el saber es el origen de toda cia­ que la determinacion f'llDdamenta1 "objetividad" solo es
se de conciencia de objetos. Fichte muestra ahara --en puesta por mi como Yo trascendenta1 que soy, ya no
eso consiste el proceso deductive concreto de la teoria {engo que rece1ar ante las cosas, pues las cosas no son
de la ciencia- como el idealisrno pone al comienzo la en modo alguno independientes, sino que son determi­
nadas por Ia autoconciencia pura, es decir, por Ia auto­
-conciencia no-empirica. Esta autoconciencia no es, por

-- ,--..~ -----­

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~ ~
•
FICHTE - RAZON Y LIBERTAD 487 488 WALTER SCHUU

-0 ?arte, cosa alguna, sino 10 indeterminado, 10 que, pol'

Fichte llama, por 10 pronto, el orden moral del mundo
;;rincipio, no puede ser deterrninado, Pero 10 indeter­ o 10 divino.
;ninado es 10 absoluto. Lo absoluto esta --desligado del
scr de los entes, El Yo absoluto es, pues, como esponta­ Fichte muestra, para llevarnos a la necesidad de la li­
nco ser desde si mismo, la iibertad en el sentido de la mitacion del Yo absolute, cuan problernatico es el pen­
]Jura indeterminacion, Esta Iibertad no es 10 que ei samiento de este Yo absolute. Como 10 absoluto que es,
hombre, como ser empirico, entiende pOl' libertad. La es a la vez 10 indeterrninado, 10 solo negativamente de­
libertad empirica es solo relativa, limitada y sometida it terminado, la no-cosa, como dice Fichte. Pero si yo com­ !"-.
~
prendo que el Yo absoluto es indeterminado, esto quiere.
las circunstancias, La libertad en el sentido de la auto­ ~~ ­

•
conciencia absoluta, pOl' el contrario, no esta ligada a decir, examinado hasta en sus ultimas consecuencias, que' tiif;..

nada. Hasta aqui 10 que se refiere al princi pio funda­ cl pensamiemo del Yo absolute esta en peligro de disol­

mental de la teor ia de Ia cfencia, que Fichte desarrolla verse cornpletamenre, Fichte intenta exponer esto en con­

en el libro segundo de "El destine del hombre". Se ve, sideraciones admirables, pero no faciles de entender. Ast,

pues, como, si yo medito sistematica mente, y reflexiono dice que para nosotros solo es cognoscible 10 determi­

Iilosoficamente sabre los Ienomenos del conocer cotidia­ nado, no pudiendo serlo, por 10 tanto, el Yo absolute,

no -Fichte los llama experiencia- no se me oeurre una pues este es 10 indeterminado.

negaci6n determinista de la libertad, sino que compren­ Ahara bien, si observamos atentamente el fenomeno
do, par el contrario, (ille el determinismo es insoste-: del saber, como se presenta en la conciencia, aparece
nible,
.
Ahora surge la pregunta: ~no es esta determinacion
daramente tarnbien que en el no se nos da en modo al­
guno un saber del Yo absoluto. La que aparece en la
de la libertad a la vez indeterminada, y precisamente conciencia son imageries, 0, mas exactamente, un cam­
porque ella supera nuestra conciencia concreta? Este pro­ bio y sucesi6n de imageries, imageries de este y de aquel
blema 10 afronta Fichte en las paginas ultimas del'libro objeto. La conciencia es, par asi decir, un escenario en
segundo de "El destine del hombre", y aqni se hace vel' que ocurre esta sucesion de imagenes. Y esto significa
como este escrito ocupa una posicion definitiva dentro que solo se puede decir, si se designa esta sucesion de
de la obra de Fichte, pues. desde el podernos hacer vel' lmagenes en la conciencia como el acto de pensar, que se
con claridad en que consiste propiamente la discontinui­ piensa, Pero no se puede decir que yo pienso 10. Fichte
dad de la evolucion de las teorlas de la ciencia que se aclara que s610 10 primero, es decir: se piensa, es un he­
produce pOl' el afio de 1800. He llamado ya la atenci6n cho, una realidad, mientras que 10 segundo, es decir: yo
sobre esta discontinuidad, que resumi de la manera si­ pienso, es agregado por Ia fantasia 11. Si observe deteni­
guiente: rnientras en las primeras teorias de la ciencia se
situa el origen del saber en el Yo absolute, se equipara 10 Opus cit., 199.

posteriormente una vez mas este Yo absolute a 10 que 11 Opus cit., 241 f.

C··_'_;~~-::.o;;-..:o
 :-r­ .~

."1"
~
FICHTE - RAZON Y LIBERTAD 489
.
WALTER SCHuLZ
(l,tlllente el acto Iactico de conciencia, se dan solo y pre­
Lisamente pensamientos, es decir, el ser pensado. Asi,
espiritu que suefie." 12. A esto responde el Espiritu: "Lo
,cil0 me es dado deeir que aparece este y aquel pensa­
has-comprendido todo muy bien. Sfrvete siempre de las
;]]iento. Del yo nos es dado decir a 10 sumo que el es una
expresiones y giros mas causticos, para hacer odiosa esta
»rolongacion de estes pensamientos, una idea de ideas.
conclusion" si tienes que resignarte a ella. Y esto debes

! I En rigor, 10 que queda no C~ Uil scr penT!apf>nte. fijo,

,j,JO, para decirlo con expresion moderna, solo la co­
I riente de la conciencia de deterruinadas vivencias, que
tli ... " Y el yo dice nuevamenrs: "Tu eres un Espiritu
perverso; tu mismo conocimiento es perversidad y pro­
viene dela perversidad ... " .

I
se cntrelazan, como vivencias que son, entre si, y no se
Parece, en efecto, que este Espiritu tiene algo de Me­
mantienen unidas mediante un yo en si mismo identico.
£istofeles.Libera al hombre de la creencia en que las~
£1 Yo es llevado a este couocimiento, al final del libro
cosas lodeterminana el, y en que el hombre mismo es
segundo, por el Espiritu. De modo feliz, formula Fiehte
Una cosa entre otras solamente, Lo deja buscar un apoyo
aqui expresiones de gran penetracion, que ponen de rna­
errel Yo~ y Juego lehace conocer precisamente que el Yo
I' nifiesto como el llega mas al Iondo en el problema de
mismo no.es nada fijo y seguro. Si observamos este ra­
una yoidad absoluta, es decir, desligada del ente, que la
r critica moderna a esta "Iilosolfa de la subjetividad".
Fichte se da cuenta de gue el verdadero problema de la
zonamienro, vemos,contodo, que el representa en sf
una' secuelacorisecuente de una autorreflexi6n que per­
manenteri1ente se hace mas elevada, en la cual importa
subjetividad no reside en que ella "trae todo hacia si siempre y solamente el saber del saber.
misrna, sino en que el Yo 110 puede cornprobarse ni suje­
EI Espiritu tiene mucha razon cuando replica al Yo,
tarse a si mismo. El yo constrefiido por el rigor del pen­
diciendole: "~Querias saber de tu saber? (Til, te asornbras
sarniento, exclama: "No hay nada permanente, ni en mi
de que por' este camino tampoco conoces mas de aquello
ui fuera de mi, sino que solo existe un carnbio ininte­
que deseas saber, de tu saber mismo; ~y quieres que ocu­
\! rrumpido. No se nada de Ser alguno, ni del mio propio.
rran Ias casas de otro modo? Lo que se origina por el
No existe el Ser. Yo mismo no se y no soy. Existen ideas,
\
I
saber y en vista del saber es 5610 un saber. Pero todo sa­
imdgenes. ElIas son 10 unico que existe, y saben de sf a
I
ber' es apenas un reflejo, una copia, y se exige que en el
su modo. Imageries que desfilan, sin que haya algo ante
I,
10 cual desfilan. Imageries que estan en conexion me­
saber, 'algo Corresponda a la imagen 0 idea. Esta exigen­
cia no puede ser satisfecha mediante saber alguno. Y un
I diante imageries de imageries: imageries que no se refie-:
sistemadd saber es necesariamente un sistema de meras
\ ren a nada de 10 que ellas son las imagcnes, sin sentido
imagenes, sin realidad, sentido ni fin." 13. Fichte quiere
ni Iinalidad. Yo mismo soy una de estas imageries: en
preasamente poner de manifiesto este conocimiento de
verdad yo no soy esto, sino una confusa imagen de ima­ que el saber, sabedor meramente de sf mismo, es un
genes. Toda realidad se transforma asl en un suefio rna­
ravilloso, sin nada viviente, con 10 cual se suefie, y sin un U Opus cit., 245.

101 Opus cit., 146•

~ ~ ~
 491 492 .- ;,. WALTEttScHULZ
FrCHTE - ttAZON Y LIBERTAD
Pero en vista de esta exigencia de una 1imitacion del Yo
dOlOrTefi1jo. una reflexion sin contenido. Solo a par­ se origina al momento otro problema. 0 sea, el proble­
iO'de :lq 11i SIC puede hacer ver dos cosas: primero, que ma Iomuladoen la pregunta por quien 0 que puede ser
Ul :ealidad s610 es dable encontrarla Iuera de bta abso­ para e) Yo un limite real. La conciencia ingenua y el
lvl.Lautorreflexi6n, y, segundo, que esta realidad amen­ Iilosofo dogmatico, convencidos del poder de las cosas y
tica. 110 es en modo alg'llIlO un ser existente con caracter
la importancia del Yo.: diran, naturalrnente: 10 que
de cosa, sino que mas bien esta en estrecha referencia al
pone un limite al Yo son las cosas. Pero, ,puede procla­
'> 0 que se sabe a si mismo. mar Fichte una soluci6n semejante? Al hacerlo, tendria
Esta idea de la realidad autentica se desarrolla en el
que abolir toda la teorta de la ciencia en favor de un
libro tercero de "El destino del hombre". Para cornpren­
dogmatismo ingenuo. Asi, hay que buscar para el Yo un
der el punta de partida y el sentido directo de este li­
limite iuera de la esfera de las cosas, es decir, que no se
bra se requiere considerar nuevamente en que consiste
encuentre por debajo del Yo, sino que dicho limite debe
cl peligro de una disolucion d~l Yo. La posibilidad de
ser un asidero para el Yo absoluto, que es superior a las
,[lle se pierda el yo reside en su indeterminacion, infi­
cosas.
nitud y su caracter ilirnitado. Es un hecho originario,
Un limite tal no abolirfa el punto de partida de la
puesto frecuentemente de manifiesto por Fichte, y pre­
1 teoria de la ciencia residente en el Yo, en favor del dog­
cisamente desde el comienzo de su carrera filos6fica, el
matismo ingenue. Dicho limite 10 modificaria, cierta­
que existe una correspondeneia entre determinacion Y
mente, mediante la limitacion del Yo, pero lomanten­
limitaeion. Par ello, una libertad infinitamente ilimita­
drfa precisamente dentro de esta modificacion. Fichte
da, que no encuentre resistencia alguna ante la que pue­
nos hace ver, en efecto, un limite tal. El afirma, sin va­
da quebrantarse, tiene que extinguirse lentamente en 10
cilaciones, que el Yo es principia del saber, y, como tal,
indetenninado. Fichte ha puesto de relieve, especialmen­
la autoconciencia que detennina todo 10 que tiene el
te en su. filosofia practica, la relacion dialectica entre
caracter de cosa. Pero el Iimita a la vez este Yo, para que
libertad y limite. Esto 10 muestra ya la prirnera teoria -de
no se pierda. El limite, empero, que el Yo tiene que re­
la ciencia de 1794. Los limites estan ahi para.rebasarlos.
conocer como limite indetenninado, absoluto, es el ser
La Iibertad IlOS prohibe capitular en vista de un limite.
semejante a el, es decir, el otro. Sin embargo, en el otro
Pero a la vez es cierto que solo ante un limite puede 1a
If libertad, por asi decir, reconcentrarse y reflexionar, esto
Yo gana el Yo en firmeza e invariabilidad.
Se habla mucho hoy de la Hamada relacion entre el
II eS volverse sabre si misma y lograr asi la determine­
1 yo y el ni, y es corriente oponer esta relacion al "solipsis­

t
cion para el obrar, mo" del idealismo aleman. No se olvide que, contraria­
Dicho concretamente, esta dialectica del limite y la
mente a este modo de ver, Fichte no solo no ha tratado
libertad significa, dentro de nuestra problematica. que
el tema de la relacion entre el yo y el tu, sino que su
i solo si e1 Yo descubre un limite realmente absolute e in­
modo de ver el problema es superior a la manera como
I'j:.,. determinado, puede el rnisrno e1evar su categoria y sus­
se le concibe modernamente. La determinacion moder­
traerse al pe1igro de esfumarse en 10 indetenninado.

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PICHT!: - RAZON Y LrBERTAJ:) 493 494 WAtTER SCHOLZ ;1

na de la relacion entre el yo y el tu queda esencialmente

limitada a 10 privado y a la comunicacion existencial.
nocimiento 'libre de Ia tarea que se Ie ha encomendado,
de su Iinalidad. Esta finalidad no puede captarse me­
I.~
Fichte, por el contrario, pone el yo y el tu en relacion
dialectica con un nosotros (zu einem Wir) , pues el no
diante el mero saber, precisamente porque yo tengo que t
If
tener un interes en ella. Esto quiere decir que esta fina­ 1;­
habla de la relacion del yo y el tu al modo existencial, ~J
Iidad solo puede encontrarse en la Ie. La fe, como con­
sino que examina con rigor en toda su problematiddad }.
viccion autentica, se me haee posible, empero, mediante ,1;'
ct-­
dicha relacion, Pero este nosotros es el orden de 10 divi­ el eonocimiento, proveniente de la conciencia, de aque­
no, moral y racional, que une el yo y el tti,
110 que yo debo hacer.
Intento ahora exponer esta determinacion fundamen. Este es el principio fundamental. Si se intenta ahora
tal, haciendo un breve desarrollo del razonamiento em­ determinar con mas exactitud cual esel fin del hombse,
prendido por Fichte en el libro ultimo de "El destine se pone de manifiesto que este fin ncpuede residir en
del hombre". El Yo se propone ir mas alla de la mera un egofsmo personal. Yo tengoque orientarme induda­
especulacion, esto es, del drculo del saber que se sabe a blemente y determinarrne teniendo en cuenta mi propio
SI mismo. El siente la necesidad de una realidad existen; limite, es decir, el otro (der Andere). Fichte expone ex­
te fuera del saber. A este sentimiento de necesidad 10 haustivamente esta referencia al otro. La conciencia se
llama Fichte el "apetito" de realidad. La palabra "ape. encuentra en oposicion a la mera especulacion, Esta de­
tito" no tiene aqui un sentido negative, como sucede a grada al otro convirtiendolo en mero producto de la re­
veces en Fichte. Pues en este contexto designa esta pala­ presentacion. La conciencia, contrariamente, exige el
bra un caraeter originario, una originariedad, que se libre reconocimiento del otro. £1 limite que el otro Yo
encuentra en oposidon a la reflexion sabedora. El ape. significa para mi no esta simplemente "ahf" en el sen­
tito de realidad es, como apetiro primario, de tal origi­ tido de una cosa existente, sino que el debe, a base de la
nalidad, que precede a' toda reflexion, y no puede ser voz de la conciencia, ser objeto por parte mia de la mas
satisfecho por ella.
entrafiable apropiaci6n, de opuesta manera a 10 que
De aqul que la satisfaccion de este apetito resida en hace la especulacion, Fichte dice: "Una especulacion
la fe y no en el saber. Tampoco la fe esta aqut subordi­ realizada por mi me ha ensefiado 0 me ensefiara que estos
nada, como algo' inferior, al saber. Fe es, aSI 10 dice presuntos entes de razon fuera de mi no sonotra cosa
Fichte, seguridad absoluta y convicci6n de mi destine.
que productos de mi propia actividad representativa,
Aqu] termina la serie coherente de todo el razonamiento que yo, segun leyes de mi pensamiento, susceptihles de
al respecto. El hombre no puede ser determinado por ser reveladas, estoy detenninado a representor Iuera de
las cosas, pero el no puede, a su turno, determinarse a mi la idea de mi mismo... Pero la voz de mi concien­
sl mismo, de modo absolutamente arbitrario, y hacer de cia me dice: Sea que estos seres existan 0 no en si y par
silo que quiera. Para decirlo en forma positiva, es pro­ si, tu debes tratarlos como seres que existen pol' si, li­
pio del hombre determinarse en el sentido de una limi­ bres y autonomos, totalmente independientes de ti. De­
tacion racional. El destino del hombre consists en el co­ bes presuponer, como algo sabido, que ellos, con inde­

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prBPO~lerse fines. l'O estor~es nunc.a
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estoS tines, antes fomenta dicha realizacion segun tu ca­ es. por ~J ~n. parte, 5610 posible si el yo y el tu se unen

,a.'ld~. Venera su libertad; proponte sus fines con en ei prr>[/),ito dirigido a 10 que hay que forjar prime­

,1ttfl,Or. COl1l0 te propones los tuyos ... " H. TO que todo. Esto que hay que Iorjar es un mundo me­

EL Yo debe, pues, negarse en su egofsmo, Pero Fichte jor. Fichte habla del "imperativo absoluto de un mun­

~~ _1":iere en modo alguno abogar pOl' una situacion le­ do mejor" If!. {
~
S~L par ejemplo, en el sentido de que se imaginara en Es esericialmente importante el que no se estropee en
c,,~!a caso hasta donde tienen que Iimitarse los hombres su sentido este imperativo, presentandolo como mera
j.lra poder convivir. Al intentar una apreciaci6n en tal amonestacion, en oposici6n a Ia realidad existente, e in­
.entido, "eo que el egoismo sigtte siendo el principia terpretandolo, a partir de est a, como un "fantasear".·•
i t'~uJador. En rigor -yaqui ¥ ve Ia profundidad del Quien fuere de este parecer, queda irremediablemente
I'cmamiento de Fichte- especulacion teoretica, que prisioncro del dogmatismo, pues este parte siempre de
L dCgTada a los otros a una representacion mia, y egoismo
'on dos conceptos afines. Pues el egoismo ve de hecho en
Ia afirrnncion de que 10 dado es 10 propiamente real,
frente a 10 cuaI es rnera ideologia el imperativo de un
C; otro un ser que no se puede determinar par si mismo. mundo mejor, Pero 10 que Fichte quiere mostrar aqui
Pero como el otro, en realidad, no se revela como un ser es prerisamente que un tal coneepto de la reaJidad es
.lcterminado par mi acto representative, no Ie queda pOT complete falso. Dicho expresamenre, Ia obra "EI
mas remedio al yo determinado por el egoisrno que com­ destine del hombre" es una investigaci6n metafisica, esto
batir al otro a llegar a un acuerdo con el, Pero, median­ es, ella preglmta 5610 y simplemente: ~que es, en rigor,
te el rnero acuerdo no sera precisamente reconocido el la realidad> Y Ia respuesra se da justamente en la elabo­
otro como un ser en verdad libre, sino meramente como radon de un nuevo concepto de Ia realidad.ElIa se des­
solo tenido en cuenta en un acuerdo. arrolla en razonamiento dialectico.
A este egoismo se opone Ia conciencia. Esta exige' un Primero se niega la afirmacion dogrnatica de que la
radical reconocimiento del otro. Aqui, Irente al hombre realidad consiste solo en elmundo de las cosas, nega­
que convive can nosotros, debe, por 10 tanto, supcrarse don que se hace mediante Ia posicion del Yo absoluto,
el pathos de que hay Clue sobrepasar siernpre los limites,
pathos que se justifica cuando se trata de limites de las dice: "La aa:u:a!eza debe enrontrarse poco a poco en siruacion
casas solamente. Este pathos debe ser superado pot mi de deja?!':' """I!Ar y calcular ron precisi6n en su curso uniforme,
Y de c;"", -co :ut:!'"1.3 guarde de modo inconmovib1e una propord6n
rnismo y en rni mismc de manera radical 15. Pero csto
dete7lr.i:-.... .:::.t ~! el poder que esta determinado a dominar1a -con
"Opus cit., 2,~9 eJ, b=,~-,. Asi nos apart'Cera la natura1eza mas transparen­
"La 5uperio~jdad dtl salle; humane con respeetc a1 reino de te Y p~:-:-:C';e :nsta en sus mas rec6nditos secretos, y e1 espiritu
del hOlJJ:-'-!' :!uminado y armado por sus inventos debe dominar
los seres-co,;.", dcmostrada por 1a teoria de Ja dencia. autoriza y
obliga aJ hombre a dominar tecnicamente Ja naturaleza. Fichte dich:l ;."'In'=. " ronSt'rvar en paz 1a conquista realizada,"
(Opu'- ..~r . .:'Ja t.;

u 0,,11 _-J.:.. ?6;.

-,,~- . "I¥ilii"",,¥,= ._~

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FICHTE - RAZON Y LIBERTAD 497

WALTER SCHULZ
498
que despoja a las cosas de su caracter autonomo. Pero, en
moral. Pero el precepto moral es la ley, que, como vincu­
segundo lugar, este Yo tiene, a su vez, que ser de termi- ,
nado par su referencia a un til. Sin embargo, con esto lo para espiritus vivos une a estes entre si. El orden mo­
ral, comO reino de los espiritus, esta mas alla de la cues­
no es suficiente todavia. Pues el yo y el til se dan final­
don referente a su existencia 0 inexistencia, pues ella
mente en una comunidad que los comprende a ambos.
ba quedado par encima al.J&ulutameale de la dimension
y este comprensor es la verdadera realidad. Ella no pue­
de las cosas Y de la comprobabilidad exterior. Fichte
de juzgarse a partir del concepto dogmatico de la reali­
dice que si yo obro como ser moral, no se de exito ex­
dad. El verdadero sentido de realidad no consiste para
tern a, pero ya el obrar como obrar me sefiala como
Fichte en una cosa solida 0 en algo existente que pueda
comprobarse, sino que el establece una relacion dialec­ miembro del mundo espiritual. "
I
tica entre realidad y accion. ~ste es el punto capital. Este rnundo espiritual 10 determina Fichte como con­
La antropologia moderna, especialmente la represen­ cordancia y sistema de varias voluntades individuales.
rada por Arnold Gehlen, ha hecho suyo este principio. Esta concordanda es obligatoriedad, en el sentido de en­
Pero tambien aqui vernos la superioridad de Fichte. El lace y compromiso a la vez. A pesar de que este sistema
no intenta, como 10 hace la antropologia actual, descri­ no puede darse sin las voluntades individuales, no es el,
1 bir la accion desde afuera, como se describe el esqueleto en modo alguno, el resultado de una acumulaci6n exte­
de un hombre. Fichte sabe que el obrar, en sentido hu­ rior, sino 10 propiamente verdadero, que domina mi
mano, reside en la Iibertad del propio yo. Esto quiere acci6n moral de una manera radical. Si yo obro moral­
decir 10 siguiente: la accion no se concibe en m,odo algu­ mente, soy determinado por el orden moral en la misma
no sin la direccion que, en el sentido de la moralidad forma en que Yo mismo 10 determino a el mediante mi
obligatoria, le imprima yo mismo a dicha accion en cada obrar, en la medida en que 10 realize. En esta dialectica,
caso. Y justamente esta direccion me inserta a mi en una consistente en que el orden moral me sostiene y a la vez
ordenacion que me determina radicalmente como la'ver­ me exige; que yo, por mi parte, 10 realizo y al mismo
dadera realidad, tiempo en toda realizacion soy circunvalado por el, en
Desde diversos y renovados puntas de vista, ha inten­ esta dialectica, declamos, reside Ia unica y verdadera rea­
tado Fichte examinar profundamente este concepto de Iidad que puede haber para el hombre como hombre.
realidad. Aqui en "El. destine del hombre" vemos c6mo Es la misma dialectica que constituye la base de la pa­
Ie interesa en primer lugar mostrar la intima conexion labra determinacion en el titulo de esta obra. Determi­
existente entre accion, moralidad y realidad. Sostiene nacion estanto la esencia del hombre, que le esta asig­
que el fin de la accion humana no es un estado externo nada previamente, como tambien la meta y finalidad
de felicidad, que funciona como un mecanisme infalible. en vista de los wales else determina a si mismo.
Fichte pide que el obrar, como "determinacion libre de
En los "Caracteres de la edad conternporanea" habla
Ia libertad", ocurra sencillamente en vista del precepto Fichte de esta determinacion del hombre con expresio­
ne, cuya sencillez no debe engaiiarnos sobre el hecho de

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FICHTE - RAZ6N Y LIBERTAD 499

que aqui despierta dentro de Ia filosofia una nueva y

universal conciencia del yo, sin igual en el idealismo
aleman. Filosofia no es en primer lugar el conociruiento
ulterior que agrupa en una unidad los variados Ienome­
nos de la vida. Ella rio cs el vuelo del buho elf> Minerva,
que empieza s610 al irrumpir la neche, y ella no pirrta.
su gris en gTis cuando una manifestaci6n de la vida ha
envejecido, como diria Hegel catoree alios despues 17.
La filosofia pone mas bien de relieve el fin y plan que,
abarcando al individuo, .debe determinar y determina
ya a toda la humanidad. f
Fichte dice: "EI fin de la vida terrenal de la humani­
dad consiste en que ella, dentro de la misma vida en la
tierra, organice can libertad, segun la razon, todas sus
circunstancias .. '\ La vida del genero humano no depen­
de Ia mera contingencia, ni es ella, como una manera
de ver superficial sostiene con frecuencia, en todas partes
igual a S1 misma, de tal modo que siempre hubiese sido
como es actualmente, y como 10 sera indefinidamente.
Por el contrario, ella marcha y avanza con- arreglo a un
plan fijo, que necesariamente debe ser realizado, y que
por ello se
realiza. Este plan consiste en que e1,genera
humano se desarrolle con libertad, lleg'!ndo a ser una
imagen .pura de la razon." 18.

IT "Pal a decir aun una palabra sobre la pretension de instruir

acerca de como. debe scr el rnundo, observamos nosotros que la
filosofia, en todo caso, Ilega siempre demasiado tarde. Como pen­
samiento del mundo aparece ella 5010 despues que Ia realidad
ha l)egado a su plenitud y 'terrninado 'su proceso de formaci6n.
Cuando la filasofia pinta su gris en gris, ha envejecido ya una
forma de Ia vida, y con gris en gris no se le puede Tejuvenecer,
sino 5610 conccer. EI buho de Minerva levanta su vuelo solo al
in umpir la neche." (Final del Prologo a los "Principios de Ii­
Iosofia del derecho".)
1-' VII. I Y 17.

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