Constructores de Otredad
Constructores de Otredad
Constructores de Otredad
Estos antropólogos reconocieron en el hombre una especie, la cual había evolucionado por variación genética y
selección natural. En este aspecto tanto la cuestión del origen como los aspectos biológicos que habían
evolucionado dan cuenta de la uniformidad y unidad de la especie humana.
Para Taylor la particularidad del hombre residía en una “esencia”, antes identificada como espíritu, ahora como
capacidad de generar cultura. Esta le posibilitaba trascender las fuerzas del mundo natural dentro del cual los
otros seres vivos permanecían sumergidos.
Lo desafiante de estas teorías en esa
época era aceptar al hombre como Un modo complejo que comprende conocimientos, creencias,
animal, y a la vez afirmar que su ser
arte, moral, derechos, costumbres y cualquier otra capacidad
natural podía dar cuenta de su parte
y hábito adquirido por el hombre en tanto miembro de la
espiritual.
sociedad. Concepto de Cultura
Se consideraban tanto la naturaleza
como la cultura, constitutivas de la
especie humana. La cultura se concebía como una “esencia” que completaba la naturaleza humana.
La cultura era la continuidad “natural” de la Naturaleza, su producto, el resultado de sus tranformaciones.
La cultura era un producto superior, dependiente de las propiedades generales de la mente.
Tylor entendía la cultura como una capacidad o habito adquirido . Mediante la dimensión natural el hombre
recibe humanidad por herencia biológica (características innatas), en el orden cultural éste alcanza su condición
humana a través del aprendizaje (características adquiridas).
Remarcar la unidad psicobiológica (UPB) de nuestra especie. Por eso, el primer principio que
sostuvieron señalaba la uniformidad: “La uniformidad que en gran medida caracteriza a la
Preposiciones cultura debe atribuirse, en buena parte, a la acción uniforme de causas uniformes”. Estas
sobre las causas uniformes referían, por un lado, a la igualdad de la naturaleza física del hombre (igual
semejanzas anatomía, igual cerebro, igual principio de inteligencia e igual origen) y, por otro, a la igualdad
culturales de las condiciones de vida.
Morgan postulaba “la identidad específica del cerebro de todas las razas humanas” y agregaba
que “sometidos a condiciones similares, las necesidades de los hombres han sido
sustancialmente las mismas”.
Las semejanzas que se encuentran se deben a que los principios fundamentales de las
instituciones y las técnicas se desarrollan en el salvajismo (la edad más temprana de la
humanidad) de forma tal que “allí donde se pueda distinguir una relación entre una institución
presente y un principio común en continentes distintos, quedará implícita la filiación de los
pueblos respecto de un tronco originario común”. Es decir que para Morgan las semejanzas se
explicaban por la igualdad de la naturaleza física del hombre, por la igualdad en las condiciones
de vida y sobre todo por el origen común.
Taylor y Morgan critican las teorías degeneracionistas (explicaban las diferencias culturales por
una degradación de la cultura). Parten de la afirmación de que la diferencia es un hecho
empíricamente constatable, evidente. La segunda proposición afirma que la cultura al ser un
producto de la naturaleza es, al igual que ésta, una sola.Como producto de la naturaleza, la
Cultura está sometida a un proceso evolutivo de diferenciación. Por lo que la cultura presenta
diferentes grados de evolución. La diferencia cultural es de grado.
¿Qué representa el “grado”? Representa la medida del progreso y esta medida indica un nivel
de acopio y de generación cultural
Los grados se ordenan según un encadenamiento:
Acumulativo de cultura: podemos hablar de grados inferiores (de menor cultura) y
grados superiores (de mayor cultura) respectivamente.
Temporal: los grados inferiores y superiores se ordenan temporalmente, suponiendo
una sucesión en el tiempo. El grado inferior es antecedente y pasado del grado superior
que le sucede. El grado cero es el origen de la Humanidad.
Casual: el ordenamiento temporal de los grados se corresponde con un ordenamiento
causal. El grado inferior (menos) es anterior y causa el grado inmediatamente mayor
Preposiciones (superior) y posterior (relación de causa y efecto). Los logros y las conquistas culturales
sobre las producidas en un grado provocan el paso hacia grados mayores y posteriores de
diferencias cultura.
culturales Estos tres ordenamientos (temporal, causal y acumulativo) de los grados se corresponden con
una complejización creciente de los niveles de cultura
Una de las proposiciones que sustenta el modelo plantea que la diferencia espacial
contemporánea se ordena y explica como diferencia en el tiempo. El “otro” contemporáneo,
lejano en el espacio, representa las huellas del pasado en el presente (noción de
supervivencia). La lejanía espacial y cultural relata en vivo la lejanía temporal.
Noción de progreso cultural: entendido como relación de cambio de un grado a otro. El cambio
es gradual y la gradualidad implica, por un lado, flujo de tiempo (la no inmediatez) y, por otro,
esa gradualidad se despliega según una progresión geométrica La acumulación cultural,
entonces, no se realiza según una progresión lineal, de suma, sino según una progresión
geométrica. Y al mismo tiempo, la acumulación cultural implica un escalonamiento ascendente,
una elevación progresiva en el devenir de la humanidad. En consecuencia, el cambio de un
grado a otro se produce en función de una relación entre tiempo y acumulación: el tiempo de
transición entre los grados y la duración de éstos disminuye a medida que aumenta la
acumulación cultural
Ese progreso es una ley natural, universal y necesaria y se transmite por aprendizaje, no
herencia biológica.
El Nosotros no solo era el punto de partida del viaje al Otro, era también el parámetro para
clasificarlo dentro del modelo estadial. Los bienes materiales e instituciones del Nosotros eran
indicadores del máximo progreso humano contemporáneo.
> Presencia y diferenciación,>Progreso, < distancia temporal al Nosotros
< Presencia y diferenciación, <Progreso, > lejanía temporal.
La otredad se caracteriza como un universo en el que están ausentes las atribuciones del mundo propio del
investigador.
Un mundo SIN los bienes e instituciones de la civilización moderna.
Presencias (con) de formas conectadas con las modernas, pero menos desarrolladas, incompletas.
La situación de ausencia total (todo sin) refiere a la situación inicial, en la que este parte de la “nada” en un camino
ascendente de “con” progresivos. El antropólogo en su reconstrucción hace el camino inverso, del “con” total al
“sin”.
También, el antropólogo va de la Distinción a la Indistinción, al inverso de lo que hace el hombre primitivo.
Teoria Teoria
Funcionalista Estructuralista
Malinowski Lévi - Strauss
Si los individuos tienen necesidades que sólo pueden satisfacer culturalmente deben reproducir, conservar y
administrar la Cultura (concepto de necesidades derivadas). La Cultura es un organismo que tiene requerimientos
vitales que refieren a la reproducción y funcionamiento de sus elementos constitutivos, es decir de las instituciones,
ya que ellas configuran las unidades mínimas de la realidad cultural. La vida de la Cultura como una totalidad
orgánica, depende del funcionamiento concreto de las instituciones y de sus relaciones recíprocas a fin de alcanzar
el sostenimiento del organismo social. La supervivencia de la Cultura depende de que cada institución desempeñe
su papel (puede ser uno solo o varios). Estamos frente a un concepto de función que refiere precisamente al
cumplimiento del papel (efecto social) que cada institución juega al interior de la Cultura.
Malinowski distingue entre necesidades o imperativos instrumentales e integrativos.
Los imperativos instrumentales son medios para la satisfacción (su función) de finalidades (necesidades). El
imperativo de la Economía (producción, distribución, consumo de bienes materiales) es un medio para
satisfacer necesidades de subsistencia. El imperativo de la Ley y el Orden es un medio para satisfacer la
necesidad humana de cooperación, que es la esencia de toda conquista cultural. Se requieren disposiciones
para sancionar las costumbres, las normas éticas y legales que organizan la actividad grupal y para responder a
las diferencias de status y jerarquías que se establecen entre los miembros del grupo. El imperativo de la
Educación es un medio para satisfacer la necesidad cultural de transmitir la tradición a las generaciones
sucesivas. En cada uno de estos imperativos están presentes los tres elementos constitutivos del concepto de
cultura (aparatos materiales, humanos y espirituales) organizados en un todo complejo.
Estos imperativos instrumentales pueden o no constituir una institución específica. En el caso de los trobiandeses,
la economía es sólo una función de otra institución, la del parentesco. Estos imperativos instrumentales no agotan
la satisfacción humana indirecta de sus necesidades.
Son necesarios otros de carácter integrativo. Estos nacen como respuesta a un objetivo integrador o sintético
de la cultura. Organizan e integran al individuo y a la sociedad como un todo. A modo de ejemplo
desarrollaremos dos de estos imperativos: conocimiento y magia.
1. Conocimiento: el hombre primitivo desarrolló un conocimiento de carácter científico basado en
concepciones empíricas (observación, generalización y razonamiento lógico) que afectó las actividades
humanas. El conocimiento es más que un medio para un fin porque su función es la de conectar distintos
tipos de comportamientos. Estos sistemas organizan e integran las diferentes experiencias humanas y
traspasan los resultados de las experiencias pasadas a las futuras empresas. Por último, ese conocimiento
permite al hombre planificar y premeditar
2. Magia: el conocimiento no puede controlar la suerte, eliminar los accidentes, adivinar los giros inesperados
de los hechos naturales o hacer que el trabajo humano sea confiable y adecuado a todas las exigencias
prácticas. El conocimiento es soberano hasta un límite, más allá del cual nada pueden hacer ni la razón ni
la lógica. Interviene entonces la magia. Se trata de sistemas de superstición, de ritual. La magia existe en
todas partes. Se recurre a ella cuando la suerte y las circunstancias no son completamente controladas por
el conocimiento. La magia tradicional es una institución que fija, organiza e impone a los miembros de una
sociedad la posible solución a problemas que plantea la impotencia humana más allá del conocimiento o la
habilidad técnica. La magia posee una verdad pragmática que aparece cuando el hombre está
desintegrado ante la incapacidad de su conocimiento de controlarlo todo. La magia es también una fuerza
organizativa de la sociedad. El mago, por su sabiduría y fuerza secreta, controla las actividades prácticas
asociadas.
El concepto instrumental de cultura reposa sobre dos conceptos claves: función e institución. Para Malinowski,
el comportamiento cultural, atributo universal de la especie humana supone siempre el cumplimiento de una o
más funciones a través de una acción institucional de satisfacción de necesidades. Así se proclama la
universalidad de la función y de los principios de la organización institucional asociados a los componentes
básicos de la cultura: equipamiento material (bienes y utensilios), equipamiento humano (organización según
normas) y equipamiento espiritual (ideas, valores, creencias, tradiciones, etc.) y a los imperativos
instrumentales e integrativos.
¿Por qué las sociedades humanas son distintas entre sí?
∞ El investigador debe tener una mirada objetiva y científica, ajena a los prejuicios y sentimientos de su
sociedad.
∞ La cultura no es una sola como para el evolucionismo, sino que supone la multiplicidad y variedad de
formas institucionales de respuesta concreta a necesidades humanas universales.
∞ Ya no se habla de la Cultura, sino de culturas, en tanto expresiones particulares y singulares del
quehacer humano, estas culturas:
o representan un grado, sino una totalidad compleja, ordenada e
indisociable de elementos.
De las tres preguntas originarias del evolucionismo, Levi – Strauss acepta la primera y
Teoría la segunda:
Estructuralista ¿Qué es el homnre?
Lévi - Strauss ¿Por que las culturas difieren entre si?
Pero modifica la tercera: ¿Cómo el hombre llego a ser hombre?
Para responder qué es el hombre y cómo llegó a ser tal, Lévi-Strauss recurre a la
distinción entre naturaleza y cultura.
Para contestar por qué las culturas difieren entre sí, recurre a la noción de diversidad cultural.
Distinción naturaleza – cultura
1. ¿Qué es el hombre? Un s un ser biológico y un ser social-cultural, es decir, retoma la dualidad planteada
por los evolucionistas.
A un nivel individual, la pregunta es ¿cómo reconocemos que la respuesta del hombre-individuo frente a una
situación es cultural o es natural? ¿Cuándo responde con su naturaleza y cuándo con su cultura? Lévi-
Strauss dirá que “en la mayoría de los casos ni siquiera se distinguen bien las causas, y la respuesta del
sujeto constituye una verdadera integración de las fuentes biológicas y sociales (culturales) de su
comportamiento”.
Su conclusión es que la constancia y la regularidad existen tanto en la naturaleza como en la cultura, pero
mientras que en la naturaleza la constancia es dominio de la herencia biológica, en la cultura la constancia
es el dominio de la tradición.
Así, todo lo que es universal en el hombre corresponde al orden de la naturaleza y se caracteriza por la
espontaneidad, mientras que todo lo que está sujeto a reglas pertenece a la cultura y presenta los
atributos de lo relativo y de lo particular.
2. ¿Cómo el hombre llegó a ser hombre? ¿Cómo se dio el pasaje entre un estado y otro?
Lévi-Strauss plantea que entre un estado y otro no hay continuidad sino una relación de oposición. Pero
también considera que la “cultura no está yuxtapuesta o superpuesta a la vida biológica”.
Su hipótesis es que “la cultura sustituye, utiliza y transforma a la naturaleza, para realizar una síntesis
de un nuevo orden”.
Pero ¿cómo prueba esta hipótesis? Lévi-Strauss busca un elemento que reúna las dos características
principales de cada estado: la universalidad de la naturaleza y la regla en la cultura. Encuentra que
“la prohibición del incesto”, cumple con la condición porque es la única regla con carácter universal.
La prohibición del incesto posee la universalidad de los instintos y el carácter coercitivo de las leyes y de las
instituciones.
De esta forma, Lévi-Strauss considera que en la prohibición puede encontrar el modo en que se cumple el
paso de la naturaleza a la cultura.
Lévi-Strauss sostiene que la prohibición del incesto es una regla que puede ser definida como “un
complejo de creencias, costumbres, estipulaciones e instituciones que prohíben el matrimonio entre
parientes cercanos”.
Para Lévi-Strauss la prohibición del incesto es universal porque no hay grupos humanos conocidos que no
prohíban el incesto. En las sociedades que autorizan las uniones entre parientes cercanos, éstas sólo
tienen, en general, un carácter ritual (como entre los Incas) o son un privilegio de una categoría social (como
en el antiguo Egipto)
La relación entre la existencia biológica y la existencia social del hombre nos llevaron a plantear el problema
del incesto y comprobamos enseguida que la prohibición no corresponde con exactitud ni a uno ni a otra,
sino al pasaje entre ellas. En este trabajo nos proponemos proporcionar la solución de esta anomalía al
mostrar que la prohibición del incesto constituye precisamente el vínculo de unión entre una y otra. (...)
Observa la ausencia de reglas en el ámbito de la naturaleza y deduce que la cultura aprovecha esa
ausencia en la naturaleza para introducirse. Para mostrar cómo la cultura se introduce en los ámbitos en
los cuales la naturaleza no regula, no determina, recurre a la combinación de dos pares de oposiciones:
naturaleza/cultura y filiación/alianza.
-Naturaleza- Filiación
-Naturaleza- Alianza
-Cultura- Alianza
-Cultura- Filiación
“…La prohibición del incesto no es más que una suerte de remodelamiento de las condiciones biológicas
del apareamiento y de la procreación (que no conocen reglas, como puede verse observando la vida animal)
que las compele a perpetuarse únicamente en un marco artificial de tabúes y obligaciones. Es allí, y sólo allí,
que hallamos un pasaje de la naturaleza a la cultura, de la vida animal a la vida humana, y que podemos
comprender la verdadera esencia de su articulación” (1976:36-37).
De tal forma que con este razonamiento Lévi-Strauss vuelve a la idea de cultura con mayúsculas, es decir,
la Cultura como distintiva de la condición humana.
Al introducir la prohibición con características de ambas, y afirmar que esta prohibición es “la Cultura”,
transforma a ésta en una mediación, en un elemento mediador, aunque transformador, entre la naturaleza
y algo más. Ese algo más, la sociedad, la historia, es el que va a dar sentido a ese “no”.
Ese “no” se va a definir o aplicar de modo distinto en las distintas sociedades. Esa ya es una determinación
que, en términos de Lévi-Strauss, no compete a la Cultura sino a la sociedad, a las culturas.
Diversidad Cultural
La noción de diversidad aparece en la obra de Lévi-Strauss relacionada con la unidad.
Su punto de partida es aceptar, al igual que el funcionalismo y el evolucionismo, la Unidad Psicobiológica del
Hombre (UPB), es decir, que todas las culturas tienen todo lo necesario para funcionar y que son equivalentes entre
sí.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de diversidad cultural?
Para Lévi-Strauss es un “hecho”, un fenómeno, algo que no ofrece dudas y que conforma la
vida de la humanidad. Si hay algo cierto es que la humanidad se desenvuelve a través de
“modos extraordinariamente diversificados de sociedades y civilizaciones” y que esa
diversidad “atañe a circunstancias geográficas, históricas y sociológicas”.
1. Encontramos culturas diferentes en distintos espacios en un mismo tiempo (contemporáneas) como también
encontramos indicios de culturas distintas que han existido en otro tiempo y ahora están desaparecidas
(históricas).
2. Encontramos diversidad en el seno de cada sociedad.
3. Y Lévi-Strauss se pregunta si no será que esta diversificación es mayor en la medida en que la sociedad se
torna más voluminosa y más homogénea.
Las actitudes de los hombres frente a la diversidad
Tres tipos de actitudes que los hombres han tenido históricamente frente ella.
A. La actitud más generalizada, que se da a nivel del sentido común y sea quizás la más antigua, es la
etnocéntrica, la cual “consiste en repudiar pura y simplemente las formas culturales – morales, religiosas,
sociales estéticas – que están más alejadas de aquellas con las que nos identificamos”.
B. La que se ha proclamado en los grandes sistemas religiosos, filosóficos y en las grandes declaraciones de
los Derechos del Hombre. En todos estos sistemas se proclama la igualdad natural entre todos los
hombres, la fraternidad y el respeto mutuo en el cual deben convivir. Igual con respecto a qué? La
igualdad es relativa.
C. La actitud es la del “falso evolucionismo”. Proclaman la diversidad pero en los hechos, en su teoría, la
suprime y la torna aparente ya que trata las diferentes culturas como etapas de un desenvolvimiento único
que partiendo del mismo punto debe converger en el mismo fin.
Del análisis de las tres actitudes, Lévi-Strauss saca otra conclusión: la diversidad cultural no sólo es variada porque
se presenta de diferentes formas, sino que también es variada en función de las distintas actitudes, de las distintas
miradas, que han tenido frente a ella los hombres.
La diversidad no es tanto producto de aquello que es diverso (de una cultura, una sociedad, una persona) sino de la
ubicación que adopte el que “mira” esa diversidad.
La noción de progreso
El falso evolucionismo utilizo esta noción de progreso para explicar la diversidad cultural.
Lévi-Strauss saca dos conclusiones sobre la diversidad:
i. En primer lugar, que la “historicidad” no es función de las propiedades intrínsecas de una cultura o de un
proceso cultural sino de la situación en la que nos encontramos con respecto a ella, “del número y de la
diversidad de nuestros intereses comprometidos en ellos”.
ii. En segundo lugar, que el progreso de la humanidad no es necesario, ni continuo, ni consiste en llegar
cada vez más lejos en la misma dirección: “no se parece en nada a un personaje subiendo una escalera,
añadiendo con cada uno de sus movimientos un nuevo peldaño a todos los que ha conquistado”. El
progreso, si se puede seguir llamándolo así, procede por saltos, por mutaciones, y va a acompañado por
cambios de orientación; tiene siempre varias “progresiones” pero nunca en el mismo sentido.
¿La diversidad cultural constituye para la humanidad una ventaja o un inconveniente? Es una ventaja y
afirma que la diversidad existe porque es una condición necesaria para el progreso humano (de la
humanidad o de la civilización mundial): sin ella éste no existiría.
Las sociedades diferentes, lejos de estar en un grado distinto de progreso, como lo planteaban los
evolucionistas, son parte de ese progreso.
La humanidad se ha visto constantemente frente a estos dos procesos contradictorios, uno que tiende a la
unificación (homogeneización) y otro a la diversificación. Pero ha encontrado “remedios” a esta paradoja
provocando procesos de diferenciación, sea estableciendo separaciones diferenciales dentro de cada
sociedad (creando desigualdad como por ejemplo en el capitalismo), sea introduciendo nuevos participantes
en la coalición (de modo compulsivo como en el imperialismo o el colonialismo), o introduciendo regímenes
políticos sociales antagónicos (su ejemplo: los “bloques” socialistas/capitalistas).
Los mecanismos de construcción de la diversidad
“No existe principio general o proceso deductivo que permita anticipar los acontecimientos contingentes de que se
compone la historia de cada sociedad, los caracteres particulares del medio que la rodea, los imprevisibles
significados que escoge para dar a tal o cual acontecimiento de su historia, tal o cual aspecto de su hábitat, entre
todos aquellos que ella hubiera podido retener para conferirles un sentido”
La antropología es una ciencia empírica y el antropólogo un viajero que se desplaza en la contemporaneidad de su
tiempo:
Para Lévi-Strauss, el viaje del antropólogo continúa cuando aplica la comparación entre culturas. En
segundo lugar, transforma la experiencia de la otredad en modelos, es decir, “en sistemas de símbolos que
resguardan las propiedades características de la experiencia, pero que a diferencia de ésta tenemos el
poder de manipular”.
En Malinowski, el Nosotros se relativiza porque pasa a ser un Orden posible entre otros, pero no
desaparece sino que se torna como referente, como un punto donde se mira y se llena al Otro.
En Lévi-Strauss, el Nosotros es un orden posible entre otros, es decir, lo relativiza pero lo lleva más allá
incluyendo la mirada desde donde se mira al otro. De este modo el referente se torna consciente y además
crítico. La otredad aparece, tal vez por primera vez como “construida” por el Nosotros.